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◊ Silent Hill ◊ [Rol]
+6
Jhin
Bianchi
Perra
Koga
L U C H O
Nanix01
10 participantes
Mundo de Rol :: Zona Rol :: Coliseo
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◊ Silent Hill ◊ [Rol]
∞∞●∞∞●∞∞●∞∞
Sinopsis del pueblo:
- Spoiler:
- Silent Hill se encuentra en Maine, Nueva Inglaterra; Maine es el estado más al noreste de los Estados Unidos de América. Sus principales industrias son el turismo y, en menor medida, la agricultura. Se trata de una pequeña ciudad con una población inferior a 30.000 habitantes.
Algunos de los residentes de la ciudad son conservadores, se oponen a la modernización y a la transformación de la ciudad en un atractivo turístico. Y, a pesar de que Silent Hill parece a primera vista ser un pueblo rural inocuo, existe unos oscuros hilos que se mueven cuando nadie los ve.
Construído alrededor de las costas del lago Toluca, Silent Hill parece ser un pueblo de tamaño medio. Rodeado de colinas y ríos, se ha convertido en un destino para los pescadores y los navegantes. Silent Hill está dividido en dos, horizontalmente, con el lago por el medio. Debido a esto, uno puede encontrar el distrito de Paleville en la zona norte y South Vale en la orilla del lago opuesta.
Historia:
- Spoiler:
- -Julio de 2015-
Desde hacía ya algunos días (cuatro para ser exactos) algo había comenzado a llamarlos a través de sus sueños. En un principio las señales eran leves, casi imperceptibles, pero con el pasar del tiempo ya era molesto, sumamente irritante.
"Silent Hill", el nombre de aquel lugar se mostraba como fuese en su mente mientras dormian; ya se podría decir que era una especie de contaminación "visual" que no los dejaba descanzar en paz. ¿Por qué los llamaba? ¿A caso era tan solo un juego de su mente? ¿Por qué ahora?.
Poco y nada sabían del lugar, solo lo esencial. Probablemente alguno había viajado allí alguna vez, pero no había sido tan atractivo como para recordar todo con lujo de detalles. ¿Qué iban a hacer?, en algunas ocasiones, la curiosidad del hombre es grande, inmensa en realidad, uno puede ignorarlo... pero esta vez.... no fue así.
¿Serán capaces de descubrir la verdad? ¿Serán capaces.... de afrontar la verdad?. Silent Hill es un pueblo lleno de misterios y no todos tienen la “dicha” de tener la oportunidad para desesnmarañarlos.... y si se da el caso... vivir para contarlo.
∞∞●∞∞●∞∞●∞∞
Cupos: 12 / 12
- Perra ~ ♂ ~ Andrew Fitzgerald.
- Zorra ~ ♂ ~ Demian Joyce
- Koga ~ ♀ ~ Alexis Silverman
-
-
- Mr. Galaxy ~ ♀ ~ Nicole Amelia Cooper
- Bob ~ ♂ ~ Cecil Denholm
- Tham ~ ♂ ~ Michael Sands
-
- Bianchi ~ ♂ ~ Rafael Mclein
- Nanix01 ~ ♂ ~ Evan Widner
- Mink's Cockatoo ~ ♀ ~ C. Scarlette Bonetti
- Angie ~ ♂ ~ Shawn Wayne
∞∞●∞∞●∞∞●∞∞
Reglas:
Ya se las saben pero núnca está de más (?)
◊ [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
◊ El que se ausenta sin avisar.... hay tabla y su pj se muere >8(
◊ Cualquier duda por MP
∞∞●∞∞●∞∞●∞∞
CAPÍTULO 1
“WELCOME”
Decididos a encontrar la verdad, a dar un punto final a aquel llamado, emprendieron el viaje. No todos vivían en el mismo lugar, por ende, las distancias a Silent Hill eran completamente diferentes. Salieron con días u horas de diferencia, pero a pesar de ello, arribaron al lugar al mismo tiempo a través de sus diversos medios de transporte a South Vale por medio de la extensa Avenida Nathan. Silent Hill no contaba con aeropuerto (Para los que vivían muy lejos, si tomaban un avión, debían de bajarse en una ciudad cercana), por lo que la única manera de llegar era a través de un vehículo por la ya nombrada avenida la cual daba un hermosa vista al extenso lago Toluca.
Aún no tenían bien en claro que era lo que sucedía y porqué este pueblo. El ambiente se mostraba como cualquier otro, hacía algo de calor por ser Julio y el sol poco a poco se estaba escodiendo anunciando un atardecer de ensueño , las calles se mostraban con gente y niños caminando regresando a sus hogares, además de que algún que otro automovil se atrevía a aparecer de vez en cuando. Nada fuera de lo común, y era de esperarse, esta parte de Silent Hill no era precisamente la turística, pero tenía sus cositas... ¿deberían de irse para regresar a sus hogares?, no, algo en el fondo de su ser se los impedía.
No se conocían, pero sus destinos estaban entre lazados, hasta el universo se había mostrado caprichoso y juguetón al hacer que se hospedaran casi todos en los mismos departamentos. Blue Creek Apartments y Wood Side Apartments fueron su nuevo objetivo (Ya sabían dónde quedaban estas edificaciones, habían sido precavidos de buscar un lugar dónde quedarse antes de emprender el viaje); ambos edificios estaban construidos uno al lado del otro sobre la calle Katz, y a pesar de que eran residencias diferentes, se podía acceder fácilmente al edificio de al lado por medio de una escalera de incendios ubicada en el segundo piso (si es que uno no tenía ganas de salir a la calle y entrar como correspondía por la entrada principal del otro).
Ambos lugares eran lindos y acojedores, los pasillos y decoraciones de Wood Side eran de tonalidad rojiza, sus habitaciones eran amplias y tenía un patio con una piscina en medio, por otra parte, los pasillos y decoraciones de Blue Creek (como su nombre lo indica) eran de tonalidad azulada, sus habitaciones también eran amplias pero este no poseía un patio y mucho menos una piscina. Los dueños de ambos lugares eran amables y de trato cordial, no solían recibir muchos huespedes, usualmente los que ya se encontraban allí, eran personas que vivían de manera definitiva en el edificio. No sabían cuanto tiempo iban a quedarse, pero la tarifa era bastante accesible por lo que en ese momento, el dinero no era la mayor de sus preocupaciones.
Huéspedes:
Blue Creek Apartments
1er piso:
Hab. 102: Andrew Fitzgerald & Demian Joyce
2do piso:
Hab. 203: Alexis Silverman
Hab. 209: C. Scarlette Bonetti
3er piso:
Hab. 307: Michael Sands
---♦---
Wood Side Apartments
1er piso:
Hab. 104: Marcus Ryan
2do piso:
Hab. 202: Rafael Mclein & Evan Widner
Hab. 210: Cecil Denholm
Hab. 211: Nicole Amelia Cooper
3er piso:
Hab. 301: Isaac Gadner
Notas: Nada de salir de los apartamentos, se está haciendo de noche y están muy cansados (?)
En la segunda actu se arma la podrida huehue
∞∞●∞∞●∞∞●∞∞
Journal
- Capítulo 1: "Welcome"
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Última edición por Nanix01 el Mar Mar 10, 2015 8:04 pm, editado 5 veces
Nanix01- Roler
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Edad : 29
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
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Wood Side Apartments - 2do piso: Hab. 211
— Por ahora sola }
y quizás el resto del rol porque fiesta fiesta pluma pluma gay
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Wood Side Apartments - 2do piso: Hab. 211
— Por ahora sola }
y quizás el resto del rol porque fiesta fiesta pluma pluma gay
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Ya habían sido suficientes horas de viaje como para necesitar un merecido descanso en una lujosa habitación de hotel, desde la anterior ciudad Nicole se aseguro de contratar a un taxista dispuesto a realizar el viaje hasta Silent Hill. Fue un verdadero chasco saber que el lugar no contaba con un aeropuerto y eso solo retraso por mas horas su llegada ¿que conseguiría con visitar aquel lugar? ya pronto lo averiguaría y por ahora prefería mirar por la ventana aquel lago tan extenso que se podía ver desde la avenida que habían tomado para entrar al pueblo.
Quitándose sus lentes de sol se sintió molesta de ver como ya el día estaba acabando, se encontraba deseosa de llegar y darse un chapuzon en la piscina del hotel pero ni loca tomaría un baño cuando no había sol alguno del cual disfrutar. Al menos la decoración del lugar donde planeaba quedarse le agradaba por completo y hasta podía sentir que se sentía de mejor humor al finalmente verse rodeada de algunos lujos y no de la simpleza que el pueblo mostraba.
Y aunque le pareciese aburrido... algo en ella no disparaba de una vez y por todas el pensamiento de "este lugar no tiene nada de especial, aprovechemos el viaje y vayamos de compras a alguna ciudad mejor", estaba siendo detenida por un pequeño y misterioso pensamiento que mantenía firme la idea de quedarse un rato mas en el pueblo.
Así que finalmente en su habitación, con sus maletas a un lado y la privacidad necesaria empezó a quitarse sus joyas y a lanzarlas sobre la cama — Y olvide preguntar si el hotel tenia Wifi. — Tomo el antibacterial de su bolso para untar un poco en sus manos antes de buscar su teléfono: el iPhone mas actual hasta la fecha con una linda carcasa con motivos tribales, busco entre las aplicaciones y entrando en el de música le dio play a esa nueva canción de Jennifer Lopez con Iggy Azalea, todo esto luego de colocarlo a cargar para mantener los niveles de batería. Algo de música le daría ánimos para no tirarse en la cama todavía.
Se quito los tacones e igualmente los lanzo a un lado de la habitación, necesitaba darse un baño relajante y salir a comprar algo de comer, aunque esperaba encontrar algún buen sitio donde conseguir algo que no acabe dejándola en coma ¿que tan buenos serian los restaurantes del pueblo? ¿habrá por ahí algún concesionario de autos donde pueda alquilar alguno para dar unas vueltas? Aun tenia tantas cosas que hacer antes de ponerse a dar vueltas y resultaba aburrido pensar en todo lo que tendría que hacer sola.
Decidió darle respuestas a todas estas preguntas cuando terminara su baño relajante, encontró algunas sales y luego de preparar el agua de su tina se sumergió en la misma y dejo escapar un sonoro suspiro, parecía que estar dentro del agua le quitaba de encima toda preocupación.
Quitándose sus lentes de sol se sintió molesta de ver como ya el día estaba acabando, se encontraba deseosa de llegar y darse un chapuzon en la piscina del hotel pero ni loca tomaría un baño cuando no había sol alguno del cual disfrutar. Al menos la decoración del lugar donde planeaba quedarse le agradaba por completo y hasta podía sentir que se sentía de mejor humor al finalmente verse rodeada de algunos lujos y no de la simpleza que el pueblo mostraba.
Y aunque le pareciese aburrido... algo en ella no disparaba de una vez y por todas el pensamiento de "este lugar no tiene nada de especial, aprovechemos el viaje y vayamos de compras a alguna ciudad mejor", estaba siendo detenida por un pequeño y misterioso pensamiento que mantenía firme la idea de quedarse un rato mas en el pueblo.
Así que finalmente en su habitación, con sus maletas a un lado y la privacidad necesaria empezó a quitarse sus joyas y a lanzarlas sobre la cama — Y olvide preguntar si el hotel tenia Wifi. — Tomo el antibacterial de su bolso para untar un poco en sus manos antes de buscar su teléfono: el iPhone mas actual hasta la fecha con una linda carcasa con motivos tribales, busco entre las aplicaciones y entrando en el de música le dio play a esa nueva canción de Jennifer Lopez con Iggy Azalea, todo esto luego de colocarlo a cargar para mantener los niveles de batería. Algo de música le daría ánimos para no tirarse en la cama todavía.
Se quito los tacones e igualmente los lanzo a un lado de la habitación, necesitaba darse un baño relajante y salir a comprar algo de comer, aunque esperaba encontrar algún buen sitio donde conseguir algo que no acabe dejándola en coma ¿que tan buenos serian los restaurantes del pueblo? ¿habrá por ahí algún concesionario de autos donde pueda alquilar alguno para dar unas vueltas? Aun tenia tantas cosas que hacer antes de ponerse a dar vueltas y resultaba aburrido pensar en todo lo que tendría que hacer sola.
Decidió darle respuestas a todas estas preguntas cuando terminara su baño relajante, encontró algunas sales y luego de preparar el agua de su tina se sumergió en la misma y dejo escapar un sonoro suspiro, parecía que estar dentro del agua le quitaba de encima toda preocupación.
Que relajante.
Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
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Blue Creek Apartments.
Fuck, shit, Goddammit.
Blue Creek Apartments.
Fuck, shit, Goddammit.
La urgencia por abandonar Flint (y su patético pasado) logró hacer que el viaje a algún lugar aleatorio de los Estados Unidos no se tornara tan largo. Alexis condució por días solo deteniéndose a cargar gasolina y a pasar la noche en varios lugarsuchos económicos llenos de cucarachas y olor a madera húmeda.
Pasaron cuatro días cuando se dio cuenta que había llegado a South Vale y ¡Wow! se sorprendió a si misma, no cualquiera recorría una distancia así en tan poco tiempo. La joven chica levantó el visor del casco para tener una mejor vista del panorama y giró el acelerador cuando vio la señal que dictaba iba por la "Avenida Nathan", decidió seguir su camino por veinte o treinta minutos más, estaba oscureciendo y no era la mejor de las ideas conducir una motocicleta por carretera de noche, además, el lugar se veía pintoresco, tenía un lago y la gente que paseaba por los alrededores se veía feliz y simpática ¿Por qué no pasar un par de noches ahí? Después de todo lo que la movilizó fue la necesidad de encontrar un lugar idóneo para reflexionar.
Sintió asco de si misma cuando la decisión de darle una oportunidad a Silent Hill fue atribuida a una "corazonada"
"Que repugnante eres Alex, solo te quedas aquí por pajera, maricona."
Cuando el sol comenzó a meterse, Alexis puso toda su atención en la edificación más cercana. Un panorámico publicitario anunciaba los precios de hospedaje y ¡Vaya sorpresa! Eran accesibles y ¡Aún mejor! El lugar no era una asquerosa pocilga mal oliente llena de perdedores ebrios y sus prostitutas baratas.
¡VIVA! ¡Por fin ella sería la única perdedora ebria del lugar!
...
Se acercó al estacionamiento de lo que parecía llamarse "Blue Creek Apartments" y aparcó su motocicleta ahí, asegurándose de tomar todas las medidas anti-robos posibles antes de encaminarse a la entrada del lugar.
Fue increíble como le brindaron la atención de los reyes apenas puso un pie dentro de las instalaciones, una persona que parecía ser la dueña le recibió la chaqueta y el casco para luego asignarle un cuarto y sin tiempo que perder, le dio las instrucciones que seguramente le repetía a todos y cada uno de los residentes temporales que arribaban de vez en cuando.
Alexis observó su llave y se dirigió a lo que sería su habitación a partir de ese día ¿203? ¿No había una película de terror que se llamaba así?
En fin, después de subir por la escalera tomándose el tiempo de apreciar la infraestructura y decoración, llegó a la puerta de su departamento e insertó la llave en el cerrojo que cedió sin ninguna dificultad. Alexis entró y cerró la puerta detrás de ella sin dejar de ver el frente, la habitación era amplia y acogedora, se había ganado la lotería encontrando un lugar así por un precio tan módico.
¡Era perfecto! Descartando el asqueroso calor y la falta de humedad en el aire, todo se ajustaba a sus necesidades.
La Rubia se acercó a la ventana y se sentó en el bordillo dejando sus piernas balancear hacia afuera, una vez cómoda, sacó del bolsillo de su pantalón una caja de cigarrillos para tomar el último y dejar caer el paquete vacío por ahí. Puso el cigarro aún sin mecha en su boca y palpó su cuerpo buscando un encendedor.
Lo había dejado en la chaqueta.
-Mierda.-
De cualquier manera fumar era un mal hábito.
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
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{#ecd15f} {Con Demian}
Blue Creek Apartments.
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{#ecd15f} {Con Demian}
Blue Creek Apartments.
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Hacía unos días Andrew le había comentado a Demian, como de pasada, el sueño que había tenido esa noche acerca de un lugar llamado Silent Hill, del que no había oído hablar en su vida. «Colina silenciosa», dijo Sam, que marcaba un tres por cuatro en la mesa con las baquetas. «No sé si deciros si me da mala vibraciones o si parece un lugar tranquilo». Acto seguido, Demian confesó que él también había soñado lo mismo.
Estupefactos, dos y tres días pasaron, y ambos seguían teniendo sueños similares. Algo agobiantes, pero llenos de misterio. Los chicos del Swing 'n' Roll no pararon de meterse con los dos por considerarlo “una señal” entre risas, y Andrew mismo sentía que entre Demian y él existía una nueva conexión. Así que, casi sin darse cuenta, le propuso la posibilidad de irse un fin de semana de viaje a Silent Hill.
Lo que no se esperaba es que aceptase. Había pasado un día, estaban en el coche y escuchaban a Guy Lombardo con su orquesta. Andrew había accedido a conducir, ya que Demian se negaba. Hacía unos dos años que Andrew se había sacado el carnet de conducir, para un pequeño viaje que realizó la banda, y desde entonces no había vuelto a tocar un volante. Pero ahora estaba relajado, y cantaba al son de la música, marcando el ritmo de la suave melodía en el volante. Habían estado hablado durante las primeras dos horas, pero después la conversación había decaído naturalmente, y ahora Andrew se entretenía con la música y la mirada fija en la carretera, mientras Demian leía con un rostro que parecía estar absorto de todo lo que pasaba a su alrededor.
Andrew estaba contento, muy contento. Joder, estaba pletórico. Estaba en un viaje a solas con Demian, y todo parecía tan natural que lo extraño sería no estar juntos. Al menos para él, claro. El silencio ni siquiera era incómodo, sino que estaban en la gloria, cada uno a lo suyo, pero juntos. Andrew, definitivamente, podía acostumbrarse a ello.
Después de una hora más de viaje, llegaron a su destino. Louis, uno de los miembros de la banda, que se manejaba bastante bien con la tecnología, les había reservado un par de noches en un hotel que ambos se podían permitir económicamente. Lo que no se esperaba Andrew es que además de barato, estuviera limpio y fuese amplio y con un personal excelente. Era todo un alivio, le hubiera dado vergüenza hacer dormir a Demian en un cuchitril sólo porque él no podía pagar un hotel mejor.
Uno de los empleados del hotel les dio unas llaves a cada uno, y les dio la bienvenida a los apartamentos Blue Creek, deseándoles una feliz estancia. Su habitación estaba en el primer piso y apenas a unos pasos de la recepción y del restaurante donde se desayunaba al día siguiente. El edificio tenía una estructura acogedora y las paredes estaban recubiertas de un papel azul cielo, muy relajante.
Al entrar en la habitación, a Andrew le asaltó la duda de que sus queridos amigos le hubieran gastado la broma de, oops, reservar una cama de matrimonio. Para su alivio –y, no vamos a mentirnos, algo de decepción–, sus camas estaban separadas. El lugar estaba aireado y la ventana que ofrecía vistas a la calle era grande y estaba entreabierta. Dos mesillas de noche, una televisión, un escritorio. Era el clásico hotel del funcionario con salario medio, agradable y poco más. A Andrew, le sobraba y bastaba.
Comenzaron a organizar sus maletas y, cuando hubieron terminado, se ducharon por turnos. Andrew se sentía extrañamente nervioso al estar los dos solos haciendo cosas tan comunes. Tenía la sensación de que un extraño vacío se le había acoplado justo debajo del estómago, dándole una impresión casi vertiginosa. Era raro, y aún más difícil de explicar. Es decir, aunque tuviera cien años para poder detallar lo que sentía, nunca hubiera encontrado las palabras adecuadas. Él no era un genio, y mucho menos de literatura. Era un chico común, que empezaba a tener hambre.
Demian salió de la ducha (Andrew tuvo que poner todo de su parte para no desviar la mirada en demasía al ver cómo salía con el pelo empapado y la camisa igualmente húmeda) y se sentó en la cama. Andrew estaba tumbado, fijando sus ojos en el techo. Era exasperante lo tonto que se ponía cuando se trataba de Demian. Sobre todo teniendo en cuenta que él era el mayor y lo ridículo que resultaba que Demian fuera infinitamente más serio que él.
–¿Quieres que vayamos a cenar algo? En el hotel servirán algo, o al menos habrá unas máquinas expendedoras –propuso, incorporándose y sentándose al borde de la cama, resuelto a ignorar ese infantil nerviosismo suyo.
Última edición por Perra el Lun Sep 22, 2014 10:38 am, editado 2 veces (Razón : Correcciones y codes )::: andrew y demian mis amores)
Perra- Roler
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
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// Aviones y mas..- Wood Side Departamento//
Unas merecidas e indefinidas vacaciones no hacen mala a nadie, después de largas horas de trabajo, tocaba despejar la cabeza de tanto trabajo y prestarle mas atención a lo que es mas importante en tu vida y ¿Por qué no? Fortalecer la relación con tu pareja,lo habías descuidado un poco, pero eso si no faltaban las llamadas y mensaje por whatsapp. La fecha y hora planteada para el reencuentro estaba a unas cuantas horas , tuviste que tomar el primer vuelo para llegar hacia Arizona, para encontrarte con Evans en el aeropuerto y subir al próximo avión rumbo a la ciudad mas cercana a silent hill, donde se alejarían un poco de todo el ruido molesto y recuperara el tiempo perido motivo de tu viajede negocios que tuvistes que hacer, aveces la gente puede ser algo incompetente.
Cogistes tu celular y marcaste aquel número, el cual estabas deseoso de escuchar, esbosaste una sonrisa algo estúpida, ante aquella vocecita algo aniñada que justo ahora te reprochaba por los cuatro meses de separación , aunque bien tu sabias que aquel humor se le esfumaría apenas lo tengas en tus brazos –Cuento las horas por volverte a ver Evans…- dijiste como quien habías esperado mucho –Espera me en el aeropuerto, tomaremos el siguiente vuelo tan pronto pise el suelo… si yo también te amo- Tuviste que colgar ya que recibías otra llamada de tu padre. No podía ser de menos los consejos sobre tu cuidado y tu buena estancia en aquel lugar, por lo pronto no te molestarían por algunas semanas.
……………………….
El aterrizaje fue rápido, bajaste y buscaste con la mirada a tu futuro prometido , o al menos eso lo habías pensado durante tu vuelo. Apenas te vio corrio hacia ti, lo abrazaste fuertemente y depositaste un beso en su cabeza, inhalando su olor del gel que siempre acostumbraba a llevar, lo miraste y acariciaste su mejilla dulcemente mientras le preguntabas -¡Listo para nuestro viaje..- y sin demora alguna lo acompañaste a dejar su equipaje y abordar el avión juntos. Primera clase fue lo que recibieron, Tu eras una persona que querías darle buenas cosas a los que amabas y Evans no sería la excepción, charlaste un buen rato con él, tu escuchabas todo lo que te contaba o almenos lo que hacía durante ese lapso de tiempo en donde no estuviste y el resto del viaje te quedaste dormido, ya que en el vuelo anterior no lograste dormir bien por una horrible pesadilla.
El rumbo fue largo habían llegado de tarde, reclamaron su equipaje y el auto que habías alquilado se encontraba justo afuera para ser usado. Tuviste que conducir ya que Evans le temía hacerlo, incluso te había contado no volverlo hacer en su vida, eras muy precavido y minusioso en cuanto a tus planes y ya tenias todo listo y reservado para su estancia en aquel lugar, no pudiste alquilar un casa para ustedes dos, ya que no encontraste más que un buen apartamento y lo mejor de todo a buen precio, asi Evans no te regañaría por el precio algo exagerado que siempre llegabas a gastar.
Pasaron por un lago, asi como la calle de su destino, el lugar era agradable en los exteriores, al entrar unos hombres llevaron su equipaje, al igual te informo sobre el arreglo y equipamento de tu apartamento , estabas satisfecho con el servicio, no podias pedir mas.Al llegar contemplaste el lugar de un color tipo rojo carmin muy elegante , asi como el amplio patio y la piscina, era justo como lo habias pensado, fuistes hacia la habitación, habian dos camas separadas, eos no te lo esperabas, pero nada los separarias, despues juntarian ambas camas, o dormirian en una sola, te sacastes la camiseta, ya que tenias planeado darte un buen chapuzon, ante eso mirastes a evans y le preguntaste -¿Vienes conmigo- rodeastes su cintura.
Última edición por Bianchi el Sáb Sep 27, 2014 9:29 pm, editado 1 vez (Razón : No tengo pc ;-;)
Bianchi- Roler
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
- Spoiler:
- »Nombre: Evan Widner
»Edad: 22
»Personalidad:
A simple vista uno puede pensar que es alguien serio y reservado debido a la expresión neutra que casi siempre lleva en su rostro; pero nada está más alejado de la realidad. Evan es alguien alegre, despreocupado, un tanto expresivo y muy amable; no duda hacer amigos con todo el mundo y reirse con ellos de las cosas de la vida. Cuando quiere algo, no te lo dirá directamente, se mostrará enigmático o actuará de manera extraña, cosa que puede llegar a frustrar mucho a los demás al no saber que es lo que desea en ese momento; y si no consigue lo que buscaba, es capaz de enojarse (aunque esta clase de enojo se esfuma con el correr de los minutos).
A pesar de sus 22 años (y que casi no se le notan) se comporta un tanto infantil con las personas cercanas a las que les tiene confianza, como por ejemplo, su novio Rafael Mclein. Cuando está con él no teme en hacerle mohins aniñados con tal de hacerle sonreir, además, de que cuando está a su lado se comporta como todo un idiota enamorado.
No tiene una gran actitud, le cuesta decirle la palabra "no" a la gente cuando esta le pide favores y cuando esto sucede, suele deprimirse un poco ante su falta de caracter, pero está trabajando duramente para remediar aquello y así poder ser una persona fuerte de una vez por todas.
No puede controlar muy bien su genio, se enoja con facilidad y es un celoso hasta la médula. No es de esas personas que andan insultando por la vida o creando conflictos, pero no dudará en crear uno si se siente amenazado o herido.
»Historia:
Nació en la cidad de Fresno - California bajo una familia de clase media compuesta por su madre, una hermosa mujer llena de vitalidad, su padre, un hombre un tanto riguroso y severo pero de buen corazón y su perro collie. Parecía ser la familia perfecta, aunque habían muchos secretos de trasfondo; prácticamente núnca pudo saber con exactitud que hacía su madre cuando era más jóven, o si tuvo alguna pareja antes de que él naciera, por alguna razón la mujer siempre evitaba el tema.
Más, a pesar de aquellos secretitos, la vida era tranquila. Desde pequeño Evan pudo darse cuenta de que aquellas historias donde la princesa siempre se enamoraba del principe le parecían un tanto extrañas o... es decir, ¿Por qué el principe no podía enamorarse de otro príncipe?. Desde ese momento comenzaba a fantasear con aquel tema, solo veía a sus compañeras de colegio como simples amigas y a los niños con otros ojos. No era muy consciente del tema, por lo que no temía contarle a sus compañeros sobre lo que sentía en su corazón a lo que pronto comenzó a recibir un trato hostil por parte de los jovencitos. "Maricón", "Niñita", "Eva la princesa" eran algunos de los crueles apodos que le ponían. Su madre no tardó en darse cuenta de lo sucedido, no estaba muy de acuerdo que desde tan jóven decidiera "enamorarse" del sexo masculino, pero no lo culpaba, nada podía hacer, a lo que trató de darle todo su apoyo ante el tema.
A medida que iba creciendo el trato se volvía cada vez más hostil. Los adolescentes podían ser realmente molestos y crueles cuando se lo proponían, a partir de los 13 años dejó de mostrarse como una "alegre personita" ante el bullying y comenzó a responder de manera agresiva. Tuvo muchos problemas en el instituto, pero así logro hacer que el mal trato disminuyera, no en su totalidad, pero lo suficiente como para poder vivir normalmente. Al menos eso creía...
Fue una noche, no una cualquiera, la de su cumpleaños numero 14 cuando un cruel ataque a su casa comenzó. A los pocos minutos de que sus padres salieran a hacer unas pequeñas compras al super para darle a Evan su cena favorita, las ventanas de su casa poco a poco fueron pintadas con huevos que usaban los abusivos homofobicos de su salón como proyectiles. Se escuchaban las carcajadas y amenazas por parte de los jóvenes. El techo y los pinos de la entrada de su casa fueron llenados de papel higiénico y el porton de la cochera poseía pintado con aerosol negro unos dibujos bastante indecorosos.
Ellos se lo buscaban, querían pelea, iban a tener una pelea con Evan. Reuniendo valor, salió de casa para hacerles frente, pero para su mala suerte, su Collie también salió para ahuyentar a los muchachos. El perro estaba viejo, poco podía correr y se cansaba al instante, fue una presa muy fácil para la bola de mugrosos quienes decidieron torturarlo a golpes frente los ojos de Evan hasta matarlo. Los sucesos parecían ser de película, una de terror para el muchachito de ojos celestes, no podía creer lo que acababa de ocurrir, pero lo que si tenía en claro en su cabeza era que... iba a tomar venganza en ese mismo instante.
Su arma fue el recién comprado cuatriciclo color azul que le habían regalado esa misma mañana. Abrió la cochera y arrancó con suma potencia el vehículo, perdió el control y atropelló brutalmente a uno de los jóvenes que le estaba haciendo bullying aplastando su pecho con una de las ruedas matándolo al instante. El resto del grupo salió despavorido ante el incidente dejando todo atrás; segundos más tarde sus padres llegaron de hacer las compras, la escena con la que se encontraron no fue nada bonita, ni para Evan lo era.
Nadie sabe como, ni como fue posible que empacaran tan rápido sus cosas, pero lo que si se sabía era que al día siguiente ya no había rastro de la familia allí en Fresno. Se mudaron al estado de Arizona empezando de cero así una nueva vida. Evan tratando de dejar atrás los recuerdos de aquella noche comenzó a buscar hobbies o actividades para distraerse, los comics y los videojuegos fueron su nueva pasión. Colegio nuevo, amigos nuevos y mantuvo en completo secreto su sexualidad ante estos (al menos hasta lograr muchisima confianza con ellos); así fue como pudo volver a tener una vida tranquila después de mucho tiempo.
A los 15 años, luego de salir de un local de videojuegos pasó por un Starbucks para pedirse un mocachino, allí fue cuando conoció a Rafael Mclein. Pensó que aquel encuentro había sido como el de cualquier otro, dos extraños que se conocieron y que muy probablemente no se iban a ver núnca más en sus vidas, pero no fue así. Tiempo después lo volvió a encontrar en una convención, lugar en el que platicaron de sus intereses hasta quedarse sin voz. Rafa parecía ser un buen muchacho por lo que pronto se convirtieron en amigos, aunque... luego de algún tiempo Evan comenzó a mirarlo como algo más. Pasó mucho tiempo hasta que el jóven se dignara a confezarle sus tentimientos a Rafa quién por suerte los aceptó. Por fin para Evan, luego de tantas tormentas y días grises, un hermoso arcoiris se mostró en su vida.
»Descripción física:
Evan es un jóven alto, midiendo 1.70m y de complexión delgada ligeramente atlética, no es de hacer mucho deporte, pero sale a hacer ejercicio muy de vez en cuando. Su cabello es negro y está muy bien cuidado, es lacio y usualmente lo peina todo hacia atrás utilizando bastante gel para fijarlo, aunque por alguna casualidad de la vida hay un par de mechones que se resisten a ser tratados bajo este producto por lo que se levantan.
Su tez es pálida y sin imperfecciones, ni una cicatriz, ni tatuajes, ni nada. La única marca que posee es un pequeño lunar en su mejilla izquierda. Su rostro al ser tan blanco, cuando se pone nervioso, sus mejillas se colorean de manera muy notoria de un fuerte rojo, pero cuando no está en ese estado, lo que resalta en su cara son sus grandes ojos celestes.
Su manera de vestir es sencilla, pantalones negros, zapatos, una camisa de mangas largas aunque suele doblarlas hasta sus codos, unos tirantes para sostener su pantalón a pesar de que use un cinturón, y si hace frío cubre su cuello con una larga bufanda amarilla.
Evan 1
Evan 2
Evan 3
»Habilidades:
- Sabe manejar un solo tipo de arma, una simplona pistola 9mm
- Suma facilidad para recordar textos, basta con leerlos una o dos veces para que queden en su mente de manera definitiva.
- Tal vez no sea una habilidad y sea solo mucha suerte, pero no le cuesta mucho encontrar objetos perdidos o cosas similares.
»Miedos:
- Volver a tener un ataque de ira y matar a otro ser humano por "accidente".
- Conducir, desde el día del incidente se ha negado completamente a aprender a manejar correctamente.
- Que algo le suceda a sus seres queridos.
- Ver la muerte de algún animal, inmediatamente se le vienen a la cabeza los recuerdos de su mascota.
»Extras:
- Comparte el mismo lunar en la mejilla con su novio.
- Si se dejara el cabello al 100% natural y solo le pasara un cepillo para pseudo acomodarlo, se parecería mucho al de Rafael.
- Posee una leve asma (esta es la razón por la cual no hace mucho deporte).
- Ama los videojuegos y comics, tiene amplios conocimientos en esos campos.
- Adora el chocolate.
-Es el uke de Rafael.
- El mismo hizo la bufanta amarilla que usa en los días frios.
- Odia que Rafa lo haga sentir celoso, pero bueno, cosas de pareja (?)
- Dibuja como los dioses pero por alguna razón le averguenza mucho que la gente sepa aquel don.
- Posee Acrofobia: Miedo a las alturas.
»Color de roleo: #8dbdf7
/Aeropuerto de Arizona/ - /Viaje/ - /Silent Hill: Wood Side Apartments (202)/
~Con: Rafael~
Había llegado temprano al aeropuerto, se sentía muy emocionado pero a la vez nervioso de realizar tal largo viaje hacia "Silen Hill" así de la nada por culpa de unos extraños sueños que tenía todas las noches (aunque más extraño era el hecho de que su pareja también los tuviese). Rafael posiblemente ya estuviese viajando hacia Arizona, no hacía tanto Evan había recibido aquella tan esperada llamada que confirmaba su salida, ¡Habían sido 4 largos meses! ¡Mucho tiempo sin ver al amor de su vida!; él no podía evitarlo por lo que se mostraba un tanto molesto, no le agradaba mucho la idea de estar separado de Rafa tanto tiempo de esa manera ¿y si se enamoraba de otra persona?... *Debo de dejar de ser tan histerico e inseguro* pensó suspirando y agachando la cabeza esperando a que el tiempo transcurriera con mayor rapidez.
Poco tiempo después lo vió llegar, alto, de cabello oscuro y esa mirada que podía derretir hasta un glaciar -¡RAFA!- sus ojos se encontraron y Evan no desperdició ni un segundo en salir corriendo hacia los brazos de su amado al puro estilo de película. Todo rastro de enojo que podía tener en su mente se esfumo al instante al sentir el cálido contacto del abrazo con el muchacho. Tenerlo de nuevo a su lado era como estar en el cielo, ¿tanto podía llegar querer a una persona?.
El viaje en avión fue en primera clase, muy propio de Rafael despilfarrar el dinero así como si nada pero dentro de todo aquello había sido una buena idea, la cantidad de cachivaches electrónicos y demás atenciones hacían que Evan se relajara y olvidara el hecho de que era su primera vez sobre un avión. Mucho no se podía hacer en el interior por lo que tan solo habló con su pareja y el resto del viaje se la pasó durmiendo apoyando su cabeza sobre el hombro de su acompañante.
Ya estaba atardeciendo cuando por fin tomaron un vehículo alquilado sobre tierra para hacer el último trayecto hacia Silent hill, por supuesto, Evan no estaba al volante, agradecía una y mil veces que Rafa tuviera una licencia de conducir. El sol lentamente bajaba tratando de ocultarse bajo el extenso lago Toluca tiñiendolo de colores anaranjados, el paisaje era realmente hermoso.
No tardaron mucho hasta llegar a su destino, los departamentos Wood Side. La decoración del interior era de color rojiza, muy acojedora y cálida, el servicio del lugar era de primera y le sorprendía el hecho de que la tarifa fuese tan baja. Había un pequeño comedor en el edificio por si alguien quería visitarlo ya que, como eran departamentos se suponía que las habitaciones venían con una pequeña cocina y uno debía de hacer allí su comida. Más allá de todo aquello, lo que más le gustaba era la idea de que el edificio tuviese en jardín con piscina, seguro que las personas del edificio de al lado debían de sentir una terrible envidia (?).
Su habitación fue la 202 hubicada en el segundo piso, a Evan le desilucionó un poco el hecho de que las camas estuvieran separadas, pero conociendo a su novio, ya idearían algo para romper aquella insignificante barrera -¿Vienes conmigo?- escuchó la voz de Rafa cercano a su oido al mismo tiempo que sentía como aquella mano se deslizaba por su cintura. Allí lo tenía, sin camiseta proponiendole ir posiblemente a nadar un rato -Pero... está oscureciendo y estoy algo cansado....- dijo para luego pensarlo un poco mejor, esta era su oportunidad de estar un rato a solas con el jóven, probablemente al ser tarde ninguno de los otros inquilinos iba a querer usar la piscina ya que todo iba a estar un tanto oscuro y... oh... ¿no se estaba empezando a poner de pronto el ambiente muy caluroso?. -¡Deja que busque mis cosas en la maleta!- dijo cambiando abruptamente de opinión para luego soltarse del agarre del muchacho y acercarse a sus pertenencias dando pasos alegres luciendo una emocionada sonrisa en su rostro, ¿En qué clase de cosas estaba pensando Evan?.
Nanix01- Roler
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sorpresa, perras
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{ ♚ } Sun is up, I'm a mess.
【 Silent Hill 】
☞ Blue Creek Apartments ▴ Habitación 209.
— Sola.
◆ ◆ ◆
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◆ ◆ ◆
Interminables, eternas horas de viaje. Aún si al final el tiempo de traslado no resultó ser cabalmente largo, padecí cada minuto que pasé retenida dentro de ese abominable avión repleto de despreciables entes, sintiéndome observada, examinada por todos y cada uno de ellos. No requería siquiera el conocerlos para saber que eran un montón de aborrecibles.
¿Qué habrán pensado de mí?
¿Que soy desagradable a la vista?
...Sí, eres repulsiva, Scarlette. Ellos tampoco necesitan acercarte a tí para saberlo.
¿Que soy desagradable a la vista?
...Sí, eres repulsiva, Scarlette. Ellos tampoco necesitan acercarte a tí para saberlo.
El vuelo había concluido, poniendo fin a mi martirio, pero desgraciadamente el longevo trayecto hacia Silent Hill aún no llegaba a su final, pues aún debía recorrer un considerable tramo para arribar.
¿Qué clase de sitio tercermundista era aquél lugar que no contaba con un aeropuerto?
Bebí con desasosiego un sorbo del café contenido en mi termo y sin más me puse en busca de algún transporte que pudiese conducirme hacia allá.
No me llevó mucho tiempo, pero incontables veces pasó por mi mente el olvidarme del pasaje e ir caminando, aún si esto implicaba ser zampada por alguna alimaña salvaje o terminar con los pies magullados.
[ . . . ]
Giramos en la avenida que en teoría nos llevaría hacia el pueblo y tan pronto como me fue posible, bajé del taxi. Inmediatamente hallándome enfrascada entre grupos de indeseables que pasaban por ahí en ese preciso instante. Retrocedí exaltada unos pasos, provocando que imprevistamente chocase contra alguien; solté un jadeo.
—P-perdo...— no terminé la frase, me había quedado sin habla.
No era novedad.
Felicidades, Scarlette, lo hiciste de nuevo. Eres patética.
Felicidades, Scarlette, lo hiciste de nuevo. Eres patética.
Salí de ahí lo más rápido que pude, aspirando olvidar sin éxito lo sucedido, únicamente deteniéndome por puro impulso al toparme con una gran edificación cuyo nombre se exhibía en un letrero unido a la parte superior:
"Blue Creek Apartments"
" Cualquier cosa es mejor que quedarme aquí afuera. "
Decidí adquirir un cuarto sin pensármelo mucho, pues ya el simple hecho de que los precios de hospedaje fuesen sorpresivamente accesibles era ganancia, y sin prestar real atención a las cortesías que habían tenido conmigo desde el momento en el que puse un pie en la estancia, me apresuré a llegar a mi habitación correspondiente.
Quería estar sola, no tener contacto con nada o nadie. El simple hecho de haber tenido que intercambiar palabras con los encargados del lugar me había puesto los nervios de punta.
En cuanto entré lo primero que hice fue arrojar remotamente mi equipaje y sin siquiera detenerme a observar el sitio, me abalancé abruptamente hacia la cama, cubriéndome con las sábanas y hundiéndome entre numerosos almohadones.
" ...Necesito más café. "
Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
#f6ad89
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✽ BLUE CREEK APARTMENTS, 1ER PISO: HAB. 102 → PASILLO
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No podía ser consciente del punto exacto en el que las pesadillas trasmutaron lentamente en un pueblo perdido, y aunque al inicio sintió cierta calma al tener noches normales tras aquellos largos años, e incluso llegó a sentirse liberado al respecto, fue la singular recurrencia del sueño el que terminó por inquietarle como si de un nuevo peso se tratase.
Pero incluso más allá de ello, era el no poder identificar el carácter de su inquietud lo que más le incomodaba ¿Acaso estaba intrigado? ¿Se sentía nervioso? Quizá sólo era un paisaje de cuando era niño que había olvidado en el tiempo, o algo que vio en la tele. Incluso si tenía suerte podría llegar a ser una idea para escribir como le pasaba a algunos más virtuosos, pero si era honesto ninguna opción tenía demasiado sentido.
Demian entonces, se caracterizaba por ser alguien realmente reservado para sus asuntos. Era poco común que comentara ese tipo de trivialidades, y aunque no le molestaba escucharlas por parte de los otros (E incluso le fascinaban de sobremanera), sentía que lo relativo a sus propias experiencias era algo innecesario de mencionar. Y exactamente fue ello lo que terminó de despertar su interés.
Días atrás, Andrew había sacado a pasear el tema del repetitivo sueño, de su repetitivo sueño, y vamos, eran demasiadas similitudes en el paisaje como para que fuese una suerte de coincidencias. El punto luego, era la pregunta clave ¿Por qué estaban inconscientemente interesados en Silent Hill? Y es que la simple idea de viajar no lo motivaba en lo absoluto, y no obstante, se vio a si mismo aceptando la invitación del pelinegro, con la sutil excusa de que tomar unas vacaciones le sentarían bien.
Ahora bien, Demian no quería subirse a un auto. No era capaz de concebir la idea sin que un ligero nudo en el estómago apareciera ¿Acaso cedería sólo por un capricho?
Pero el mismo entendía que iba mucho más allá de eso. También era el entusiasmo de otro el que en cierta forma le brindaba deseos de esas mini vacaciones. Quizá el aire espontáneo y la inocencia, pese a ser mayor, de Andrew era lo único que necesitaba para desligarse de las presiones sociales, y ya en el asiento del copiloto, hablando de cualquier cosa para ocultar la ansiedad que lo tensaba, no fue sino la relajante voz del músico lo que logró desconectarlo finalmente de las malas memorias.
Así pasó el viaje, ensimismado en el libro que había seleccionado, e incluso si aún le era extraño ir en auto, se sentía considerablemente seguro gracias a la tranquilidad irradiada del pelinegro.
El hotel representó en su cansancio el lugar idóneo para la estadía, y tras la recepción y una ducha lenta e innecesariamente larga, el universitario se vio interceptado por la voz de Andrew quien le recordaba amablemente sobre la cena.
—…—Demian le miró unos segundos antes de responder, divagando entre sus responsabilidades de adulto y la mención de una máquina expendedora. La verdad lo único que le apetecía por esas horas era algún tipo de chocolate, o de plano recostarse en la cama a descansar, pero podía disfrutar de algún bocadillo si el otro así lo deseaba.
—Bien, te acompaño—Concluyó secándose el cabello con la toalla apenas lo suficiente para que dejara de empaparle la camisa. Entonces tomó la llave del cuarto y la billetera con el ánimo secreto de gastarlo todo en las máquinas expendedoras y encerrarse en el cuarto a comer por horas, pero sabiendo que no lo haría, y ya en el pasillo, a un costado de la recepción (Una suerte de estar en el primer piso), introdujo el dinero necesario para una simple barra de cereal. Pero quién sabe si en un par de horas más tendría la misma fuerza de voluntad.
Ya listo con ello, y esperando que el otro decidiera por algún snack, Demian tomó un mordisco del cereal y tras masticar lentamente, preguntó algo sin contexto aparente, con su usal tono de voz calmado—Andrew ¿Es difícil tocar tompreta? —La verdad la pregunta le rondaba desde la primera vez que lo vio en el escenario del bar por el simple hecho de la naturalidad con la que lo hacía, y tras conocerse de hace casi dos años, cualquier tema resultaba oportuno en cualquier momento. —Me explico, lo haces ver sencillo ¿Sabes? Es curioso—Y tras ello, volvió a morder la barra.
Pero incluso más allá de ello, era el no poder identificar el carácter de su inquietud lo que más le incomodaba ¿Acaso estaba intrigado? ¿Se sentía nervioso? Quizá sólo era un paisaje de cuando era niño que había olvidado en el tiempo, o algo que vio en la tele. Incluso si tenía suerte podría llegar a ser una idea para escribir como le pasaba a algunos más virtuosos, pero si era honesto ninguna opción tenía demasiado sentido.
Demian entonces, se caracterizaba por ser alguien realmente reservado para sus asuntos. Era poco común que comentara ese tipo de trivialidades, y aunque no le molestaba escucharlas por parte de los otros (E incluso le fascinaban de sobremanera), sentía que lo relativo a sus propias experiencias era algo innecesario de mencionar. Y exactamente fue ello lo que terminó de despertar su interés.
Días atrás, Andrew había sacado a pasear el tema del repetitivo sueño, de su repetitivo sueño, y vamos, eran demasiadas similitudes en el paisaje como para que fuese una suerte de coincidencias. El punto luego, era la pregunta clave ¿Por qué estaban inconscientemente interesados en Silent Hill? Y es que la simple idea de viajar no lo motivaba en lo absoluto, y no obstante, se vio a si mismo aceptando la invitación del pelinegro, con la sutil excusa de que tomar unas vacaciones le sentarían bien.
Ahora bien, Demian no quería subirse a un auto. No era capaz de concebir la idea sin que un ligero nudo en el estómago apareciera ¿Acaso cedería sólo por un capricho?
Pero el mismo entendía que iba mucho más allá de eso. También era el entusiasmo de otro el que en cierta forma le brindaba deseos de esas mini vacaciones. Quizá el aire espontáneo y la inocencia, pese a ser mayor, de Andrew era lo único que necesitaba para desligarse de las presiones sociales, y ya en el asiento del copiloto, hablando de cualquier cosa para ocultar la ansiedad que lo tensaba, no fue sino la relajante voz del músico lo que logró desconectarlo finalmente de las malas memorias.
Así pasó el viaje, ensimismado en el libro que había seleccionado, e incluso si aún le era extraño ir en auto, se sentía considerablemente seguro gracias a la tranquilidad irradiada del pelinegro.
El hotel representó en su cansancio el lugar idóneo para la estadía, y tras la recepción y una ducha lenta e innecesariamente larga, el universitario se vio interceptado por la voz de Andrew quien le recordaba amablemente sobre la cena.
—…—Demian le miró unos segundos antes de responder, divagando entre sus responsabilidades de adulto y la mención de una máquina expendedora. La verdad lo único que le apetecía por esas horas era algún tipo de chocolate, o de plano recostarse en la cama a descansar, pero podía disfrutar de algún bocadillo si el otro así lo deseaba.
—Bien, te acompaño—Concluyó secándose el cabello con la toalla apenas lo suficiente para que dejara de empaparle la camisa. Entonces tomó la llave del cuarto y la billetera con el ánimo secreto de gastarlo todo en las máquinas expendedoras y encerrarse en el cuarto a comer por horas, pero sabiendo que no lo haría, y ya en el pasillo, a un costado de la recepción (Una suerte de estar en el primer piso), introdujo el dinero necesario para una simple barra de cereal. Pero quién sabe si en un par de horas más tendría la misma fuerza de voluntad.
Ya listo con ello, y esperando que el otro decidiera por algún snack, Demian tomó un mordisco del cereal y tras masticar lentamente, preguntó algo sin contexto aparente, con su usal tono de voz calmado—Andrew ¿Es difícil tocar tompreta? —La verdad la pregunta le rondaba desde la primera vez que lo vio en el escenario del bar por el simple hecho de la naturalidad con la que lo hacía, y tras conocerse de hace casi dos años, cualquier tema resultaba oportuno en cualquier momento. —Me explico, lo haces ver sencillo ¿Sabes? Es curioso—Y tras ello, volvió a morder la barra.
Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
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{#ecd15f} {Con Demian}
Blue Creek Apartments (Pasillo)
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{#ecd15f} {Con Demian}
Blue Creek Apartments (Pasillo)
✄ – – – – – –
Demian pareció conforme con la proposición de ir a tomar algo antes de simplemente encerrarse en la habitación para acostarse en sus separadas camas y dormir hasta el día siguiente. Día en el que, por cierto, ninguno de los dos sabían exactamente qué iban a hacer. No es como si realmente importase, pero Andrew temía que fuera una mierda de fin de semana o que resultara incómodo.
En cualquier caso, eso era algo de lo que preocuparse después. Ahora tenía hambre.
Fueron hasta una máquina expendedora que había en el pasillo –probablemente el bar del hotel no estuviera siquiera abierto— y Demian compró una liviana barra de cereales. Andrew lo miró asombrado y después dirigió sus ojos a la barra, sintiendo una punzada de preocupación. Demian estaba muy delgado, y a Andrew le incomodaba que no comiera lo suficiente.
Sabía que debía comentarle algo, como si fuera totalmente casual. «Oye, ¿no tienes más hambre? Apenas hemos comido en lo que llevamos de viaje» o «¿sólo una barra de cereales?». Algo simple y directo y que denotara inocente curiosidad. Pero no se atrevió. Demian era un chico muy reservado, y eso era un muro que Andrew no sabía cómo atravesar. Sabía que si simplemente lo derrumbaba, Demian acabaría alejándose. Él era demasiado abierto, mientras que en los dos años que llevaba conociendo a Demian, seguía sin saber de él más allá de lo necesario.
En cualquier caso, ahora le daba vergüenza comprarse algo contundente. No es como si Andrew fuera el ejemplo de la delgadez. De hecho, Andrew comía bastante y si se mantenía en forma era porque el trabajo podía resultar exhaustivo. Por eso mismo, decidió comprarse una bolsa de patatas en vez del sándwich al que le había echado un ojo en primer lugar. Después se sintió tonto. Debería haber comprado lo que quería. Por la noche iba a morirse de hambre.
—Andrew, ¿es difícil tocar la trompeta? —preguntó Demian repentinamente. Andrew pensó que después volvería a comprar algo más en la máquina expendedora, y así se solucionaría el problema. —Me explico, lo haces ver sencillo ¿Sabes? Es curioso.
Andrew lo miró. A él no le parecía realmente algo tan curioso. Cualquiera podía tocar la trompeta como él si le echaba las horas necesarias. No era sencillo, en absoluto, pero tampoco imposible. Más curioso le parecía que a Demian le pareciese curioso.
—Bueno, es cuestión de seguir practicando. Supongo que por eso la gente cree que es difícil tocar bien un instrumento: es algo a lo que hay que dedicarle mucho tiempo y a la mayoría le espanta perder tiempo. Siempre mirando el reloj, controlando todo: prefieren las cosas instantáneas. —Hizo una pequeña pausa, y decidió que se compraría después el sándwich. Qué más daba. También pensó en lo que acababa de decir, antes de continuar. —Es decir, cuando empiezas con un instrumento, es complicado. No suena bien a la primera, y pasarán años hasta que consigas dominarlo por completo. E incluso cuando crees haberlo dominado, siempre habrá alguna situación que se te escape o que te plantee dificultades. No sé sí parecerá que es sencillo cuando lo hago, pero hay mucho trabajo detrás de ello. A veces llego a odiar la trompeta: es como si no quisiera colaborar conmigo. Pero a su propio modo, me hace feliz. Tú lees decenas de libros y escribes cosas fantásticas, y a mí eso es algo que se me escapa. No sé, puedo leer y disfrutar de un texto, pero no como lo haces tú; porque tras de eso hay muchas horas de reflexión. Supongo que es lo mismo. A ti se te hace sencillo ver mil cosas detrás de un verso, en mi caso las notas o manejar la sordina es algo que hago automáticamente. Alcanzar este u otro tono, también requiere de esfuerzo. Igual que un científico es capaz de enunciar la teoría de cuerdas o de demostrar una ecuación, y lo hace en su día a día, mientras que a mí me parece casi magia. No sé. Estoy liándome mucho. —Lo estaba haciendo. En algún momento de su soliloquio había comenzado a desviarse y ya ni siquiera sabía cómo continuar. Sintió como si acabara de decir una retahíla de estupideces. —La cuestión es que todo el mundo puede hacer algo si se lo propone. No es fácil y habrá gente más buena, pero es posible. Eso creo yo.
Miró a Demian a la espera de una reacción.
—No sé —repitió por centésima vez, sin saber muy bien si lo que acababa de decir tenía algún sentido.
En cualquier caso, eso era algo de lo que preocuparse después. Ahora tenía hambre.
Fueron hasta una máquina expendedora que había en el pasillo –probablemente el bar del hotel no estuviera siquiera abierto— y Demian compró una liviana barra de cereales. Andrew lo miró asombrado y después dirigió sus ojos a la barra, sintiendo una punzada de preocupación. Demian estaba muy delgado, y a Andrew le incomodaba que no comiera lo suficiente.
Sabía que debía comentarle algo, como si fuera totalmente casual. «Oye, ¿no tienes más hambre? Apenas hemos comido en lo que llevamos de viaje» o «¿sólo una barra de cereales?». Algo simple y directo y que denotara inocente curiosidad. Pero no se atrevió. Demian era un chico muy reservado, y eso era un muro que Andrew no sabía cómo atravesar. Sabía que si simplemente lo derrumbaba, Demian acabaría alejándose. Él era demasiado abierto, mientras que en los dos años que llevaba conociendo a Demian, seguía sin saber de él más allá de lo necesario.
En cualquier caso, ahora le daba vergüenza comprarse algo contundente. No es como si Andrew fuera el ejemplo de la delgadez. De hecho, Andrew comía bastante y si se mantenía en forma era porque el trabajo podía resultar exhaustivo. Por eso mismo, decidió comprarse una bolsa de patatas en vez del sándwich al que le había echado un ojo en primer lugar. Después se sintió tonto. Debería haber comprado lo que quería. Por la noche iba a morirse de hambre.
—Andrew, ¿es difícil tocar la trompeta? —preguntó Demian repentinamente. Andrew pensó que después volvería a comprar algo más en la máquina expendedora, y así se solucionaría el problema. —Me explico, lo haces ver sencillo ¿Sabes? Es curioso.
Andrew lo miró. A él no le parecía realmente algo tan curioso. Cualquiera podía tocar la trompeta como él si le echaba las horas necesarias. No era sencillo, en absoluto, pero tampoco imposible. Más curioso le parecía que a Demian le pareciese curioso.
—Bueno, es cuestión de seguir practicando. Supongo que por eso la gente cree que es difícil tocar bien un instrumento: es algo a lo que hay que dedicarle mucho tiempo y a la mayoría le espanta perder tiempo. Siempre mirando el reloj, controlando todo: prefieren las cosas instantáneas. —Hizo una pequeña pausa, y decidió que se compraría después el sándwich. Qué más daba. También pensó en lo que acababa de decir, antes de continuar. —Es decir, cuando empiezas con un instrumento, es complicado. No suena bien a la primera, y pasarán años hasta que consigas dominarlo por completo. E incluso cuando crees haberlo dominado, siempre habrá alguna situación que se te escape o que te plantee dificultades. No sé sí parecerá que es sencillo cuando lo hago, pero hay mucho trabajo detrás de ello. A veces llego a odiar la trompeta: es como si no quisiera colaborar conmigo. Pero a su propio modo, me hace feliz. Tú lees decenas de libros y escribes cosas fantásticas, y a mí eso es algo que se me escapa. No sé, puedo leer y disfrutar de un texto, pero no como lo haces tú; porque tras de eso hay muchas horas de reflexión. Supongo que es lo mismo. A ti se te hace sencillo ver mil cosas detrás de un verso, en mi caso las notas o manejar la sordina es algo que hago automáticamente. Alcanzar este u otro tono, también requiere de esfuerzo. Igual que un científico es capaz de enunciar la teoría de cuerdas o de demostrar una ecuación, y lo hace en su día a día, mientras que a mí me parece casi magia. No sé. Estoy liándome mucho. —Lo estaba haciendo. En algún momento de su soliloquio había comenzado a desviarse y ya ni siquiera sabía cómo continuar. Sintió como si acabara de decir una retahíla de estupideces. —La cuestión es que todo el mundo puede hacer algo si se lo propone. No es fácil y habrá gente más buena, pero es posible. Eso creo yo.
Miró a Demian a la espera de una reacción.
—No sé —repitió por centésima vez, sin saber muy bien si lo que acababa de decir tenía algún sentido.
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
/Wood Side departamento /
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Escuchaste algo que posiblemente te sorprendería, por primera vez negando algo, acaso es que habrá progresado, sin embargo de la nada cambio su decisión, *no sigue igual* pensaste dejando soltar una ligera sonrisa a la vez que le soltabas y este iba por sus cosas, te asomaste por una de las ventanas, a pesar del cierto clima caluroso, corría un poco de brisa, te lo pensastes un poco, al final tu estabas de cansado al igual que Evans, no te haría mal quedarte en el acogedor apartamento.
Mirastes las camas y sin perder tiempo, las juntaste, colocando el velador a un rincón, se te hizo fácil arrastrar un de ellas, ya que tenían una especie de rueditas,Rafa tu si que actuas rápido. Volviste hacia el chico que aun estaba buscando entre sus cosas, lo cogiste de la muñeca volteándolo hacia ti – Dejalo ya… lo mejor sería ir a descansar- dijistes; cogistes el rostro del peli-negro entre tus manos y después depositar un calido beso en los de él por unos segundos, pudistes saborearlos muy bien y una vez separado de él – Puedo recompensarte de mil maneras justo aquí mismo- le murmuraste en un tono algo lujurioso a tu novio. Quizas no estabas del todo cansado para hacer algo, Sonreíste pícaramente y sin esperar alguna reacción de parte de Evans, lo cargastes entre tus brazos –Estoy a tu dispoción.- dijstes llevándolo a la cama como un príncipe.
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
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Demian escuchaba cada palabra del pelinegro con cariño, sonriendo sutilmente frente a su manera de expresarse. Entendía a la perfección lo que intentaba decir, y aunque jamás podría comparar sus gustos por la literatura con la increíble pasión de Andrew por la música, la idea del sacrificio por ello que se disfruta le llenaba de una curiosa satisfacción, o más bien, de una cálida ternura.
De igual modo, habían algunas cosas con las que no concordaba en absoluto. No eran demasiado relevantes, pero tragó saliva con dificultad tras escucharle mencionar que “escribía cosas fantásticas”. Le incomodaba, bastante. Y no pudo evitar bajar ligeramente la cabeza hasta que el tema volvió a la música en sí, dejando de lados las comparaciones que desde su perspectiva solo le quitaban peso a la idea.
Aún apoyado en la pared, Demian concluyó la barra para entonces cruzarse de brazos y sonreír de lado, mirándole con ilusión —Practica o no, si lograras por algún milagro enseñarme a tocarla serías sin duda, un prodigio—Comentó entre una disimulada broma por su evidente falta de talento para ese tipo de actividades. Aunque la idea le tentaba, y mucho. Quizás demasiado. Mordió ligeramente su labio inferior mientras miraba al otro, y tras dejarlo en un gesto vacilante, volvió a hablar —Entonces ¿Es muy tarde como para hacer ruido, Fitzgerald?—Quizá era el azúcar de la barra, o el simple entusiasmo que le embargaba tras el bello discurso, incluso podía culpar al efecto relajante de haberle escuchado cantar durante el camino, pero tenía unas malditas ganas de volver a oírle, era ridículo.
—Por cierto, ahora dudo que lo hagas parecer sencillo. Pero te ves feliz en ello, y eso de por sí transmite algo más puro que complejo —Continuó la idea, separándose de la pared y empezando a caminar tras haberle dado un espacio al otro para terminar con sus asuntos en la máquina expendedora. Demian sabía que con su cansancio podría dormir en cualquier lado, pero la verdad ya no le apetecía, y egoístamente, era la felicidad de la música del otro lo único que podía desear por esas horas, pidiendo internamente el no tener vecinos en los cuartos contiguos por si las notas perfectamente tocadas le resultaban una molestia a cualquier amargado en las cercanías.
Demian entró al cuarto junto con Andrew, cerrando la puerta tras de sí y acto seguido sentándose en su cama. La verdad deseaba pedirle de plano que tocara un rato, pero simplemente no podía más que tirarle indirectas, y tras arreglarse el cabello con una mano en un gesto ligeramente nervioso, habló camuflando su semblante en la tranquilidad natural de su persona —Si no estás muy cansado, quizá… podrías tocar algo—Pero había fracasado, e igualmente su tono de voz disminuyó al final de la oración. Demonios, le admiraba tanto, y disfrutaba de sobremanera su talento…no, su maestría, simplemente le hacía feliz.
De igual modo, habían algunas cosas con las que no concordaba en absoluto. No eran demasiado relevantes, pero tragó saliva con dificultad tras escucharle mencionar que “escribía cosas fantásticas”. Le incomodaba, bastante. Y no pudo evitar bajar ligeramente la cabeza hasta que el tema volvió a la música en sí, dejando de lados las comparaciones que desde su perspectiva solo le quitaban peso a la idea.
Aún apoyado en la pared, Demian concluyó la barra para entonces cruzarse de brazos y sonreír de lado, mirándole con ilusión —Practica o no, si lograras por algún milagro enseñarme a tocarla serías sin duda, un prodigio—Comentó entre una disimulada broma por su evidente falta de talento para ese tipo de actividades. Aunque la idea le tentaba, y mucho. Quizás demasiado. Mordió ligeramente su labio inferior mientras miraba al otro, y tras dejarlo en un gesto vacilante, volvió a hablar —Entonces ¿Es muy tarde como para hacer ruido, Fitzgerald?—Quizá era el azúcar de la barra, o el simple entusiasmo que le embargaba tras el bello discurso, incluso podía culpar al efecto relajante de haberle escuchado cantar durante el camino, pero tenía unas malditas ganas de volver a oírle, era ridículo.
—Por cierto, ahora dudo que lo hagas parecer sencillo. Pero te ves feliz en ello, y eso de por sí transmite algo más puro que complejo —Continuó la idea, separándose de la pared y empezando a caminar tras haberle dado un espacio al otro para terminar con sus asuntos en la máquina expendedora. Demian sabía que con su cansancio podría dormir en cualquier lado, pero la verdad ya no le apetecía, y egoístamente, era la felicidad de la música del otro lo único que podía desear por esas horas, pidiendo internamente el no tener vecinos en los cuartos contiguos por si las notas perfectamente tocadas le resultaban una molestia a cualquier amargado en las cercanías.
Demian entró al cuarto junto con Andrew, cerrando la puerta tras de sí y acto seguido sentándose en su cama. La verdad deseaba pedirle de plano que tocara un rato, pero simplemente no podía más que tirarle indirectas, y tras arreglarse el cabello con una mano en un gesto ligeramente nervioso, habló camuflando su semblante en la tranquilidad natural de su persona —Si no estás muy cansado, quizá… podrías tocar algo—Pero había fracasado, e igualmente su tono de voz disminuyó al final de la oración. Demonios, le admiraba tanto, y disfrutaba de sobremanera su talento…no, su maestría, simplemente le hacía feliz.
- off:
- too gay to handle.
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
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{#ecd15f} {Con Demian}
Blue Creek Apartments (Pasillo → Habitación 102)
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{#ecd15f} {Con Demian}
Blue Creek Apartments (Pasillo → Habitación 102)
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—Practica o no, si lograras por algún milagro enseñarme a tocarla serías sin duda, un prodigio —respondió Demian, mordiéndose después el labio. Andrew sintió ganas de darle un beso. Era una estupidez, pero de vez en cuando le atacaba esa necesidad. Como un perro a la yugular, sin un escopetazo de salida que avisara.
—Estoy seguro de que serías capaz de aprender si quisieras... —respondió, desviando levemente la mirada. Sentía como se le calentaba el interior del cráneo, una sensación un poco rara... ¿era eso siquiera posible? Necesitaba meterse algo en el estómago para tranquilizarse, y no esas ligeras patatas fritas.
—Entonces ¿Es muy tarde como para hacer ruido, Fitzgerald? —comentó repentinamente Demian. Era extraño que usara su apellido, y por más que Andrew fuera un chico por lo general inocente, la pregunta no pudo evitar sonarle como una propuesta de sexo desenfrenado. En el hotel. No es como si no supiera que no se trataba de ello, pero la mente del hombre puede tomar vías inesperadas. Andrew sacó un billete de cinco dólares y pagó el sándwich de pavo y queso, que avanzó lentamente en la estantería hasta caer, emitiendo un sonido sordo. —Por cierto, ahora dudo que lo hagas parecer sencillo. Pero te ves feliz en ello, y eso de por sí transmite algo más puro que complejo.
—Bueno, eso es precisamente lo que me gustaría transmitir... realización, supongo —respondió Andrew, cogiendo su cena y después siguiendo a Demian hasta la habitación, mientras iba comiéndose su bocadillo.
Una vez ahí, Andrew le dio los últimos bocados a su cena, tirando el envoltorio en la papelera. Demian parecía un poco inquieto, y miró un ápice de inseguridad a Andrew.
—Si no estás muy cansado, quizá… podrías tocar algo —dijo el joven a duras penas, puesto que no parecía muy convencido.
Andrew soltó una carcajada y sonrió encantado. ¿En qué momento le había dicho a Demian que no a la hora de tocar la trompeta? Era todo un halago que un chico tan culto como Demian disfrutara con la trompeta, siendo un instrumento tan poco popular o reconocido; y más aún que disfrutara de como tocaba él.
—¡Pensaba que nunca me lo pedirías! —exclamó contento, recuperando la confianza que a veces se le perdía cuando estaba con él. —Echarás de menos el acompañamiento de los demás... pero lo haré tan bien como pueda, claro.
Entusiasmado y dando grandes zancadas, agarró la funda de su trompeta y la abrió con cuidado. Tomó el instrumento con su mano derecha y presionó los pulsadores de pistones como ajustándolos a sus dedos. A veces tenía la sensación de que su huella estaba implantados en ellos, que era una extensión de su propio cuerpo.
Miró a Demian sonriendo antes de tomar aire y pegar su boca a la boquilla, sabiendo perfectamente qué tocar. Blue Again invadió la habitación, resonando en sus paredes. A Andrew ni siquiera se le pasó por la cabeza que los demás huéspedes pudieran quejarse.
Al terminar, despegó la trompeta de sus labios y volvió a sonreír, esperando un veredicto. Y de repente, otra vez estaban ahí, titilando en la punta de sus dedos, los nervios.
—Estoy seguro de que serías capaz de aprender si quisieras... —respondió, desviando levemente la mirada. Sentía como se le calentaba el interior del cráneo, una sensación un poco rara... ¿era eso siquiera posible? Necesitaba meterse algo en el estómago para tranquilizarse, y no esas ligeras patatas fritas.
—Entonces ¿Es muy tarde como para hacer ruido, Fitzgerald? —comentó repentinamente Demian. Era extraño que usara su apellido, y por más que Andrew fuera un chico por lo general inocente, la pregunta no pudo evitar sonarle como una propuesta de sexo desenfrenado. En el hotel. No es como si no supiera que no se trataba de ello, pero la mente del hombre puede tomar vías inesperadas. Andrew sacó un billete de cinco dólares y pagó el sándwich de pavo y queso, que avanzó lentamente en la estantería hasta caer, emitiendo un sonido sordo. —Por cierto, ahora dudo que lo hagas parecer sencillo. Pero te ves feliz en ello, y eso de por sí transmite algo más puro que complejo.
—Bueno, eso es precisamente lo que me gustaría transmitir... realización, supongo —respondió Andrew, cogiendo su cena y después siguiendo a Demian hasta la habitación, mientras iba comiéndose su bocadillo.
Una vez ahí, Andrew le dio los últimos bocados a su cena, tirando el envoltorio en la papelera. Demian parecía un poco inquieto, y miró un ápice de inseguridad a Andrew.
—Si no estás muy cansado, quizá… podrías tocar algo —dijo el joven a duras penas, puesto que no parecía muy convencido.
Andrew soltó una carcajada y sonrió encantado. ¿En qué momento le había dicho a Demian que no a la hora de tocar la trompeta? Era todo un halago que un chico tan culto como Demian disfrutara con la trompeta, siendo un instrumento tan poco popular o reconocido; y más aún que disfrutara de como tocaba él.
—¡Pensaba que nunca me lo pedirías! —exclamó contento, recuperando la confianza que a veces se le perdía cuando estaba con él. —Echarás de menos el acompañamiento de los demás... pero lo haré tan bien como pueda, claro.
Entusiasmado y dando grandes zancadas, agarró la funda de su trompeta y la abrió con cuidado. Tomó el instrumento con su mano derecha y presionó los pulsadores de pistones como ajustándolos a sus dedos. A veces tenía la sensación de que su huella estaba implantados en ellos, que era una extensión de su propio cuerpo.
Miró a Demian sonriendo antes de tomar aire y pegar su boca a la boquilla, sabiendo perfectamente qué tocar. Blue Again invadió la habitación, resonando en sus paredes. A Andrew ni siquiera se le pasó por la cabeza que los demás huéspedes pudieran quejarse.
Al terminar, despegó la trompeta de sus labios y volvió a sonreír, esperando un veredicto. Y de repente, otra vez estaban ahí, titilando en la punta de sus dedos, los nervios.
- abrrrrridme :
- Por si queréis saberlo, la canción que interpreta Andrew es esta, no la de Louis Armstrong.
TRACY TRANSFORMEMOS ESTO EN UN FIC SIN SUFRIMIENTO ):
Perra- Roler
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{ Con: Fitzgerald, Andrew }
✽ BLUE CREEK APARTMENTS, 1ER PISO: HAB. 102
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Demian esperaba cualquier reacción por parte del pelinegro, excepto su risa ¿Había dicho algo sin sentido? ¿Quizás se estaba riendo de él? No, evidentemente no era el caso. Andrew estaba feliz, e incluso cuando Demian se sintió ligeramente avergonzado por la petición, el simple gesto de entusiasmo del pelinegro le devolvió la calma, esbozando una tenue sonrisa apenas perceptible.[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
{ Con: Fitzgerald, Andrew }
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—Echarás de menos el acompañamiento de los demás... pero lo haré tan bien como pueda, claro.— ¿Lo haría? Demian le miró con cariño deseando poder explicarle que en efecto, sólo quería escucharle a él, pero la simple idea de decirlo en voz alta murió tras la primera nota, en parte porque no lo interrumpiría, y por otro lado porque tenía algo de vergonzoso explicarle el asunto.
Demian se mantuvo erguido en el borde de la cama, deseando recostarse en ella y cerrar los ojos, para simplemente disfrutar de la música fluir, pero era el espectador de dicho artista, y correspondía dedicarle plena atención. Las notas se deslizaban suavemente en un gesto natural del mayor, dejando una relajante atmósfera en el cuarto del hotel. Parecía tan feliz tocando…
Cuando la última tonalidad descendió hasta perderse, Demian se mantuvo en silencio unos segundos sin deseos de romper la escena… Andrew definitivamente merecía más reconocimiento…—Y pensar que estás acá… en un cuarto de hotel de una ciudad perdida, tocando ante una sola e insignificante persona en lugar de deslumbrar audiencias en algún escenario importante, Andrew—Comentó en un tono relajado, normal en él. No podía negar que le entristecía un poco el asunto, pero no necesitaba demostrarlo, y simplemente se dejó recostar en la cama, mirando por la ventana el oscuro cielo que terminaba de confirmar la hora.
Era tarde…
—Por cierto, gracias por tocar—Añadió después de unos segundos en silencio, como si hubiese olvidado mencionarlo antes. El viaje le había dejado agotado, y seguramente caería dormido en cualquier momento ¿No tendría el pelinegro algo de sueño también?—…Deberíamos intentar dormir— Comentó acurrucándose en la cama, en el estado ambulatorio entre los sueños y el permanecer despierto.
…
No. No podía dormir con pantalones de tela en la cama. Se arrugarían.
No. No podía dormir con pantalones de tela en la cama. Se arrugarían.
Demian se levantó pasando una mano por su pelo en un triste intento de reaccionar mejor, caminando con pereza desde su cama hasta la maleta y buscando en ella el pijama. Realmente debería haber ordenado con anterioridad, pero quizás si mañana se despertaba temprano podría hacerlo.
Una vez listo en ello, simplemente se sentó en la cama para cambiarse de ropa, removiéndose la camisa con serenidad y en seguida doblándola pacientemente. Jamás tiraría su ropa por ahí, y mucho menos frente a otra persona. En especial no frente a otra persona.
El pijama por el que había optado para el viaje era una camisa blanca y un pantalón a cuadritos, algo especialmente cómodo para el clima, y cuando por fin terminó de vestirse y ordenar su ropa, entró a la cama que deliberadamente había asumido como propia, dejando el móvil en la mesita de noche —Hey. Duerme bien—Susurró, esforzándose por no caer rendido en caso de que Andrew deseara hablar algo más.
Última edición por Zorra el Sáb Nov 01, 2014 10:40 pm, editado 1 vez
Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
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{#ecd15f} {Con Demian}
Blue Creek Apartments (Habitación 102)
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{#ecd15f} {Con Demian}
Blue Creek Apartments (Habitación 102)
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—Y pensar que estás acá… en un cuarto de hotel de una ciudad perdida, tocando ante una sola e insignificante persona en lugar de deslumbrar audiencias en algún escenario importante, Andrew —comentó Demian, recostándose en la cama con un suspiro.
Andrew se encogió de hombros para sí mismo. Nunca le había interesado la fama. De hecho, era algo que le desagradaba: ser alguien de renombre significaba importunar a tus conocidos y comenzar a tratar a la gente como un número más, en vez de personas con las que poder trabar amistades. A él le gustaba poder aprenderse los rasgos de quienes le dedicaban un aplauso. La fama suponía tener unos horarios que él no estaba dispuesto a aceptar y que la situación se le escapara de las manos.
Además, sobraba decir que para ser un trompetista famoso tenías que ser no sólo bueno, sino el mejor. Andrew estaba muy a gusto con su situación actual.
—Estoy contento sabiendo que satisfago a mi pequeña audiencia—respondió con naturalidad. Era cierto. Estaba completamente seguro de que el hecho de que a Demian le gustara su música lo haría más feliz que cualquier multitud de desconocidos.
—Por cierto, gracias por tocar —dijo Demian sin preámbulos. Andrew sonrió.
—Siempre que quieras.
El joven respondió poco después con una voz somnolienta:
—...Deberíamos intentar dormir.
Andrew no tenía sueño, pero no replicó. Observó cómo Demian se acurrucaba como un gato, para después levantarse a desgana y con los ojos entrecerrados. Tenía el rostro adormecido y parecía realmente cansado. En realidad, siempre parecía un poco cansado. Andrew trataba de no desvelarse de preocupación ante esas incógnitas, por respeto hacia Demian. Cuando quisiera contarle algo, lo haría.
Demian comenzó a desvestirse, y Andrew no se molestó en desviar los ojos de su cuerpo. Pensaba en que no le importaría meter sus brazos bajo los de Demian y envolverle en un cálido abrazo. Demian era tan delgado que probablemente pareciese de porcelana al rodearlo. Andrew se encontró mirando las cicatrices que se describían en la piel de Demian, y sintió como un peso se alojaba en su garganta. No era la primera vez que las veía, aunque nunca antes las había visto con tanta claridad. Cosas como esas le demostraban lo lejos que estaba de alcanzarlo, a pesar de que a veces creyese ser el que mejor lo conocía. Ni siquiera sabía cómo se había hecho esas heridas, esa profunda cicatriz que se abría paso y le recorría todo el torso. Probablemente nunca lo sabría.
Sabía que debía de eliminar esos pensamientos antes de que se sumergiera en la preocupación e impotencia que le volvían loco. Se sentía receloso cuando pensaba en la persona que tendría la oportunidad de tenderle una mano cuando Demian la precisara, de escuchar todos sus miedos y sanarle las heridas. Se sentía así porque él estaba dispuesto a escucharlos, fuera o no un mal consejero. Al menos él nunca lo interrumpiría.
—Duerme bien —musitó repentinamente Demian, interrumpiendo sus pensamientos.
Parte de los sentimientos que estaban ahogando a Andrew se evaporaron cuando Demian dijo esas dos palabras. No servía de nada desesperarse hacia lo imposible. No merecía la pena, cuando Demian estaba tan a gusto con él que era capaz de darle las buenas noches instintivamente.
—Igualmente.
Andrew también se puso el pijama y se tumbó en la cama, oyendo cómo Demian dormía. El sueño comenzó a convertir su mente en una nebulosa cuando...
...la melódica armonía de Benny Goodman acompañado de Penny Lee rompió el silencio en el que se hallaba sumido la habitación. Andrew estaba tan poco acostumbrado a que lo llamaran al móvil que se sobresaltó y tardó un rato en encontrar el móvil y descolgarlo con fiereza. Esperaba que Demian no se hubiera despertado.
—EEEEY, ¿qué tal va todo por ahí?
La voz de Sam resonó igual que la de Peggy Lee hacía unos minutos. Andrew casi dejó caer el móvil de su mano.
—Cuéntame, ¿ya te has confesado como una colegiala, o piensas seguir siendo un acosador toda tu vida? —preguntó con sorna Sam al otro lado de la línea, inconsciente de lo que pasaba.
—CÁLLATE —respondió Andrew con pánico. Si Demian se despertaba y oía a su amigo decir eso, estaría en un buen lío.
—Eh, ¿qué te pasa? —preguntó con un deje de preocupación Sam. Andrew no solía hablar así.
—Esta cosa está en altavoz. No sé cómo ponerlo normal. Demian está durmiendo —respondió Andrew mientras miraba los seis botones que había en la pantalla. Presionó uno al azar.
—¿Durmiendo? ¿A las nueve? ¿Cuántos años tenéis, ochenta? —preguntó con incredulidad.
—Ayúdame —respondió únicamente, enfadado.
—Serás idiota... Después me pregunto cómo es que Demian no se enamora de ti, cuando eres un encanto. Se me olvida que también eres tonto. ¿Puedes decirme los símbolos que te aparecen en la pantalla?
Andrew le respondió con voz baja y con miedo a que Demian se hubiera despertado... No había dicho nada, así que con suerte no se estaba enterando de nada. ¿Sería un chico de sueño profundo?
—¿Andrew? ¿Andrew? Maldita sea, se ha cortado —rezongó Sam. La línea se cortó acto seguido. Andrew miró con confusión el móvil y decidió dejarlo pasar y apagarlo. Era lo más sencillo. No era un secreto que se le daban horriblemente mal las nuevas tecnologías y que no ponía mucho interés en mejorarlo.
Volvió a acostarse, olvidándose del asunto. Estaba durmiéndose cuando una melodía diferente se oyó en la habitación... ¿Ese era el móvil de Demian?
Andrew se encogió de hombros para sí mismo. Nunca le había interesado la fama. De hecho, era algo que le desagradaba: ser alguien de renombre significaba importunar a tus conocidos y comenzar a tratar a la gente como un número más, en vez de personas con las que poder trabar amistades. A él le gustaba poder aprenderse los rasgos de quienes le dedicaban un aplauso. La fama suponía tener unos horarios que él no estaba dispuesto a aceptar y que la situación se le escapara de las manos.
Además, sobraba decir que para ser un trompetista famoso tenías que ser no sólo bueno, sino el mejor. Andrew estaba muy a gusto con su situación actual.
—Estoy contento sabiendo que satisfago a mi pequeña audiencia—respondió con naturalidad. Era cierto. Estaba completamente seguro de que el hecho de que a Demian le gustara su música lo haría más feliz que cualquier multitud de desconocidos.
—Por cierto, gracias por tocar —dijo Demian sin preámbulos. Andrew sonrió.
—Siempre que quieras.
El joven respondió poco después con una voz somnolienta:
—...Deberíamos intentar dormir.
Andrew no tenía sueño, pero no replicó. Observó cómo Demian se acurrucaba como un gato, para después levantarse a desgana y con los ojos entrecerrados. Tenía el rostro adormecido y parecía realmente cansado. En realidad, siempre parecía un poco cansado. Andrew trataba de no desvelarse de preocupación ante esas incógnitas, por respeto hacia Demian. Cuando quisiera contarle algo, lo haría.
Demian comenzó a desvestirse, y Andrew no se molestó en desviar los ojos de su cuerpo. Pensaba en que no le importaría meter sus brazos bajo los de Demian y envolverle en un cálido abrazo. Demian era tan delgado que probablemente pareciese de porcelana al rodearlo. Andrew se encontró mirando las cicatrices que se describían en la piel de Demian, y sintió como un peso se alojaba en su garganta. No era la primera vez que las veía, aunque nunca antes las había visto con tanta claridad. Cosas como esas le demostraban lo lejos que estaba de alcanzarlo, a pesar de que a veces creyese ser el que mejor lo conocía. Ni siquiera sabía cómo se había hecho esas heridas, esa profunda cicatriz que se abría paso y le recorría todo el torso. Probablemente nunca lo sabría.
Sabía que debía de eliminar esos pensamientos antes de que se sumergiera en la preocupación e impotencia que le volvían loco. Se sentía receloso cuando pensaba en la persona que tendría la oportunidad de tenderle una mano cuando Demian la precisara, de escuchar todos sus miedos y sanarle las heridas. Se sentía así porque él estaba dispuesto a escucharlos, fuera o no un mal consejero. Al menos él nunca lo interrumpiría.
—Duerme bien —musitó repentinamente Demian, interrumpiendo sus pensamientos.
Parte de los sentimientos que estaban ahogando a Andrew se evaporaron cuando Demian dijo esas dos palabras. No servía de nada desesperarse hacia lo imposible. No merecía la pena, cuando Demian estaba tan a gusto con él que era capaz de darle las buenas noches instintivamente.
—Igualmente.
Andrew también se puso el pijama y se tumbó en la cama, oyendo cómo Demian dormía. El sueño comenzó a convertir su mente en una nebulosa cuando...
...la melódica armonía de Benny Goodman acompañado de Penny Lee rompió el silencio en el que se hallaba sumido la habitación. Andrew estaba tan poco acostumbrado a que lo llamaran al móvil que se sobresaltó y tardó un rato en encontrar el móvil y descolgarlo con fiereza. Esperaba que Demian no se hubiera despertado.
—EEEEY, ¿qué tal va todo por ahí?
La voz de Sam resonó igual que la de Peggy Lee hacía unos minutos. Andrew casi dejó caer el móvil de su mano.
—Cuéntame, ¿ya te has confesado como una colegiala, o piensas seguir siendo un acosador toda tu vida? —preguntó con sorna Sam al otro lado de la línea, inconsciente de lo que pasaba.
—CÁLLATE —respondió Andrew con pánico. Si Demian se despertaba y oía a su amigo decir eso, estaría en un buen lío.
—Eh, ¿qué te pasa? —preguntó con un deje de preocupación Sam. Andrew no solía hablar así.
—Esta cosa está en altavoz. No sé cómo ponerlo normal. Demian está durmiendo —respondió Andrew mientras miraba los seis botones que había en la pantalla. Presionó uno al azar.
—¿Durmiendo? ¿A las nueve? ¿Cuántos años tenéis, ochenta? —preguntó con incredulidad.
—Ayúdame —respondió únicamente, enfadado.
—Serás idiota... Después me pregunto cómo es que Demian no se enamora de ti, cuando eres un encanto. Se me olvida que también eres tonto. ¿Puedes decirme los símbolos que te aparecen en la pantalla?
Andrew le respondió con voz baja y con miedo a que Demian se hubiera despertado... No había dicho nada, así que con suerte no se estaba enterando de nada. ¿Sería un chico de sueño profundo?
—¿Andrew? ¿Andrew? Maldita sea, se ha cortado —rezongó Sam. La línea se cortó acto seguido. Andrew miró con confusión el móvil y decidió dejarlo pasar y apagarlo. Era lo más sencillo. No era un secreto que se le daban horriblemente mal las nuevas tecnologías y que no ponía mucho interés en mejorarlo.
Volvió a acostarse, olvidándose del asunto. Estaba durmiéndose cuando una melodía diferente se oyó en la habitación... ¿Ese era el móvil de Demian?
Genial.
- Oe:
- I'm not even sorry.
Perra- Roler
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
ACTUALIZACIÓN
Es momento de cortar con lo gay (?)
Los huespedes la estaban pasando bien, algunos estaban más cansados que otros pero a fin de cuentas todos parecían estar de acuerdo y conformes con el lugar elegido, probablemente al día siguiente cada uno por su lado iban a ponerse manos a la obra para descubrir el quid de sus repetitivos sueños sobre el pueblo, o no... tal vez tan solo aprovecharían la oportunidad como unas mini vacaciones para desestresarse ¿quién sabe?. El tiempo transcurrió de manera sorprendentemente rápida, más que nada para los que se estaban diviertiendo en privado; parecía que iba a ser una noche placentera con una fresca brisa entrando por la ventana, eran aproximadamente las 21:30 de la noche cuando la ciudad disminuyó drasticamente su actividad y los grillos comenzaran a cantar anunciando de cierta manera que ya era hora de cenar para luego ir a dormir... pero... pasado quince minutos más, cuando el reloj marcó las 21:45 un extraño sonido comenzó a inundar las paredes del lugar.
El sonido de la sirena iba en aumento, hasta tal punto que ya llegaba a despertar a todo aquel que dormia y lastimaba un poco los tímpanos de los que la escuchaban. Junto con el sonido el panorama en el que se encontraban había comenzado a cambiar de manera abrupta, así como si nada, como si fuese un arte mágico... o diabólico, la pintura de las paredes se iba resquebrajando para caer de a pedazos contra el suelo, se escuchaban sonidos de chirridos, crujir de maderas, golpetear de tuberías y cristales de ventanas rompiendose, todo era un caos, y para empeorar la extraña situación, la luminocidad comenzó a verse obstruida por una oscuridad sumamente sobrenatural que lentamente todo lo consumía y devoraba, las personas que estaban acompañadas pronto perdieron a su amigo en medio de aquella vacua masa negruzca, dando una gran sensación de soledad y ahogo a pesar de que podían escucharse unos a otros ¿Qué diablos estaba pasando?, todo parecía ser tan inverosimili, tan sacado de una película de terror. Pronto... lo único que oían era aquella sirena que poco a poco bajaba su volumen hasta convertirse en algo inaudible, quedando solo el sonido de sus respiraciones y preguntas sin respuesta claras...
¿Cuanto tiempo transcurrió? ¿Qué estaba sucediendo?, parecía como si aquella tortura en la oscuridad no tuviera fin, pero un rayo de esperanza, si es que se lo podía llamar así, hizo que poco a poco la oscuridad se retirara para mostrar una nueva faceta de los lugares, una no tan hermosa.
La iluminación era sumamente pobre y los relojes de las habitaciones marcaban las 22.00hs en punto, las agujas no se movian, el tiempo parecía haberse congelado. Aunque no estaba completamente oscuro, aún así era imcomodo a la vista, las finas lámparas que adornaban los pasillos y habitaciones de ambos complejos de departamentos se encontraban apagadas, es más, ahora se mostraban con las partes metálicas algo oxidadas y antiguas, ¿Qué estaba pasando?. Uno fácilmente podía sacar su teléfono celular o algo más para alumbrar pero... ¿Qué demonios? ¿Por qué sus aparatos electronicos personales ya no funcionaban?, esto debía de ser una mala broma (si, claro). El aire se percibía humedo y un tanto frio, el ambiente fácilmente había bajado unos cuantos grados aunque no lo suficiente como para llevar un abrigo importante. El moho de las paredes no ayudaba a alejar aquella horrible sensación. Tanto como Blue Creek y Wood side mostraban las mismas características, los muebles de las habitaciones estaban corroidos por el tiempo y la humedad, además de estar llenos de polvo, todo parecía ser tan viejo y descuidado a pesar de que minutos atrás todo se mostraba reluciente y en su mayor esplendor. Todas las ventanas del edificio estaban sumamente sucias, algunos cristales estaban rotos por lo que se podía ver de cierta manera el exterior, ¿Qué se veía allí fuera?.... todo blanco. Una espesa neblina cubría el paisaje como un gran manto, muy difícilmente se podía ver más alla de 5 o 6 metros de distancia.
Posiblemente algunos se sentían abrumados y sofocados (por no decir asustados) con el cambio tan radical del lugar, tal vez algunos querían algo de aire fresco, pero las ventanas no cedían, parecían estar pegadas con alguna clase de super pegamento. ¿Qué hacer ahora? ¿Salir a investigar? ¿Pedir ayuda? ¿A quién? ¿Habían otras personas por las cercanías?. El miedo poco a poco invadía sus cuerpos y recorría sus espaldas de principio a fin como el gélido tacto de las manos de un muerto, los escalofrios para algunos tampoco se hicieron esperar.
Hab. 102: Andrew Fitzgerald & Demian Joyce
Hab. 203: Alexis Silverman
Hab. 209: C. Scarlette Bonetti
Hab. 202: Rafael Mclein & Evan Widner
Hab. 211: Nicole Amelia Cooper
~°~°~°~°~°~°~
IMPORTANTE
Es momento de cortar con lo gay (?)
Los huespedes la estaban pasando bien, algunos estaban más cansados que otros pero a fin de cuentas todos parecían estar de acuerdo y conformes con el lugar elegido, probablemente al día siguiente cada uno por su lado iban a ponerse manos a la obra para descubrir el quid de sus repetitivos sueños sobre el pueblo, o no... tal vez tan solo aprovecharían la oportunidad como unas mini vacaciones para desestresarse ¿quién sabe?. El tiempo transcurrió de manera sorprendentemente rápida, más que nada para los que se estaban diviertiendo en privado; parecía que iba a ser una noche placentera con una fresca brisa entrando por la ventana, eran aproximadamente las 21:30 de la noche cuando la ciudad disminuyó drasticamente su actividad y los grillos comenzaran a cantar anunciando de cierta manera que ya era hora de cenar para luego ir a dormir... pero... pasado quince minutos más, cuando el reloj marcó las 21:45 un extraño sonido comenzó a inundar las paredes del lugar.
El sonido de la sirena iba en aumento, hasta tal punto que ya llegaba a despertar a todo aquel que dormia y lastimaba un poco los tímpanos de los que la escuchaban. Junto con el sonido el panorama en el que se encontraban había comenzado a cambiar de manera abrupta, así como si nada, como si fuese un arte mágico... o diabólico, la pintura de las paredes se iba resquebrajando para caer de a pedazos contra el suelo, se escuchaban sonidos de chirridos, crujir de maderas, golpetear de tuberías y cristales de ventanas rompiendose, todo era un caos, y para empeorar la extraña situación, la luminocidad comenzó a verse obstruida por una oscuridad sumamente sobrenatural que lentamente todo lo consumía y devoraba, las personas que estaban acompañadas pronto perdieron a su amigo en medio de aquella vacua masa negruzca, dando una gran sensación de soledad y ahogo a pesar de que podían escucharse unos a otros ¿Qué diablos estaba pasando?, todo parecía ser tan inverosimili, tan sacado de una película de terror. Pronto... lo único que oían era aquella sirena que poco a poco bajaba su volumen hasta convertirse en algo inaudible, quedando solo el sonido de sus respiraciones y preguntas sin respuesta claras...
¿Cuanto tiempo transcurrió? ¿Qué estaba sucediendo?, parecía como si aquella tortura en la oscuridad no tuviera fin, pero un rayo de esperanza, si es que se lo podía llamar así, hizo que poco a poco la oscuridad se retirara para mostrar una nueva faceta de los lugares, una no tan hermosa.
La iluminación era sumamente pobre y los relojes de las habitaciones marcaban las 22.00hs en punto, las agujas no se movian, el tiempo parecía haberse congelado. Aunque no estaba completamente oscuro, aún así era imcomodo a la vista, las finas lámparas que adornaban los pasillos y habitaciones de ambos complejos de departamentos se encontraban apagadas, es más, ahora se mostraban con las partes metálicas algo oxidadas y antiguas, ¿Qué estaba pasando?. Uno fácilmente podía sacar su teléfono celular o algo más para alumbrar pero... ¿Qué demonios? ¿Por qué sus aparatos electronicos personales ya no funcionaban?, esto debía de ser una mala broma (si, claro). El aire se percibía humedo y un tanto frio, el ambiente fácilmente había bajado unos cuantos grados aunque no lo suficiente como para llevar un abrigo importante. El moho de las paredes no ayudaba a alejar aquella horrible sensación. Tanto como Blue Creek y Wood side mostraban las mismas características, los muebles de las habitaciones estaban corroidos por el tiempo y la humedad, además de estar llenos de polvo, todo parecía ser tan viejo y descuidado a pesar de que minutos atrás todo se mostraba reluciente y en su mayor esplendor. Todas las ventanas del edificio estaban sumamente sucias, algunos cristales estaban rotos por lo que se podía ver de cierta manera el exterior, ¿Qué se veía allí fuera?.... todo blanco. Una espesa neblina cubría el paisaje como un gran manto, muy difícilmente se podía ver más alla de 5 o 6 metros de distancia.
Posiblemente algunos se sentían abrumados y sofocados (por no decir asustados) con el cambio tan radical del lugar, tal vez algunos querían algo de aire fresco, pero las ventanas no cedían, parecían estar pegadas con alguna clase de super pegamento. ¿Qué hacer ahora? ¿Salir a investigar? ¿Pedir ayuda? ¿A quién? ¿Habían otras personas por las cercanías?. El miedo poco a poco invadía sus cuerpos y recorría sus espaldas de principio a fin como el gélido tacto de las manos de un muerto, los escalofrios para algunos tampoco se hicieron esperar.
Hab. 102: Andrew Fitzgerald & Demian Joyce
- Spoiler:
- ¡Hora de despertar! ¿Cuanto tiempo habían podido mantener sus ojos cerrados? ¿10, 15, 30 minutos?, eso ya no importaba más. El cambio fue abrumador y realmente sorprendente. Su habitación era una de las más desastrozas, habían papeles de extraña procedencia tirados en el suelo y... ¿Qué demonios era aquella mancha oscura en el suelo?... despedía un olor potente y nauseabundo, además de parecer fresca, eww.
El techo poseía algunas grietas y daba la sensación de que en cualquier momento iba a caerse sobre sus cabezas. Las paredes tampoco se quedaban atrás, estaban sucias y con la pintura caida, había marcas corridas de manos tiznadas sobre estas y los cuadros que antes adornaban de manera acojedora estaban torcidos y llenos de moho. Uno de ellos era curioso, es más, recuerdan con exactitud que antes de que todo este extraño cambio ocurriera tenía pintado un hermoso paisaje otoñal del lago Toluca, ¿Por qué ahora tenía el retrato de una hermosa mujer rubia pin up sosteniendo un corazón rojo entre sus manos a la altura de su pecho creando una "perfecta censura" de su cuerpo?, a su lado había una pequeña nota que decía: "El amor es una mentira, el amor duele, el amor solo rompe corazones, el amor no sirve para nada, hay que destruir al corazón".
La única puerta de acceso al lugar tenía la madera gastada, había perdido todo su brillo y.. ¡eh! ¡Estaba cerrada! ¿dónde demonios estaba la llave. Para la mala suerte de ambos, a pesar del aspecto tan asqueroso que tenía la madera esta parecía ser bastante resistente a los golpes, ¿qué decir de las ventanas?, los cristales podían romperse, pero de nada servía porque unas "bonitas" rejas negras se encontraban en el camino para no dejar salir a nadie al exterior.
El baño era un completo asco, había bichos muertos en la bañera por no decir que el cadaver de una rata se encontraba flotando dentro del inodoro... mejor no tocar nada, a lo mejor les da hepatitis o algo similar.
Allí, en una esquina de la habitación se encontraba un sillón de tapiz verde inglés, se veía muy antiguo, sobre todo porque tenía una fina capa de polvo cubriendole y una gran telaraña gris sin algún aráctino custodiandola. Sobre el cojín de dicho mueble descanzaba una pistola, si... una brillante y reluciente pistola, ¡Con una sola bala! wow.
¿Qué hacer?
Puzzle sencillo
-Dejar la pistola de lado y hallar un modo de salir.
-Tomar la pistola y dispararle a algo ¿Pero a qué... o quién?
-¿Qué hay de esos papeles en el suelo? ¿Deberían de mirarlos?
-¿¡Dónde chucha está la llave de la puerta!? ¿Vale la pena buscarla entre la mugre de los muebles?.
Hab. 203: Alexis Silverman
- Spoiler:
- Alexis, debo de decirte que eres la segunda persona menos afortunada de todas. ¿Qué le pasó a tu habitación?, parecía como si te hubiesen teletransportado a un edificio completamente diferente en algún lugar completamente desconocido.
Todo estaba completamente sucio y había fluidos verdosos adornando todo el suelo en pequeños manchones por no decir que también habían largos mechones de cabello negro esparcidos por todo el lugar ¿De quién eran?. Sorprendentemente tenías compañía en el lugar, más no era la que esperabas. Mariposas de alas negras y rojas revoloteaban a tu alrededor siguiendote, pegandose a tu piel, debían de ser un pequeño grupo de no más de 10, estas eran muy insistentes y por más que las alejaras a manotasos ellas volvían para posarse nuevamente sobre tu delgado cuerpo.
En los rincones y sobre algunos muebles habían jaulas para estos insectos, dentro contenían más mariposas pero estas estaban muertas, completamente secas, algo horrible de observar. También habian algunas muertas por el suelo las cuales se pegaban a las suelas de tus zapatos como un chicle o como las hojas secas de los arboles en otoño.
Las ventanas de la habitacion estaban abiertas de par en par haciendo que una fresca brisa entrara, ¿saltar por allí para salir?... podías hacerlo, pero... ¿Qué había debajo?, la niebla no te dejaba ver el destino de la caida, mala suerte el estar en una habitación en un segundo piso.
¡Eh! ¿Qué era eso?, algo llamó tu atención, ¿Un agujero en la pared? ¡Si!. Este agujero estaba iluminado por una tenue luz roja que provenía de un pequeño foco situado inmediatamente arriba, tenía un tamaño pequeño, podía caber solamente uno de tus brazos, de él salia un extraño líquido pegajoso color verde fluorescente además de que al parecer era una abertura profunda... ¿Qué había allí?.
¿Qué hacer?
Puzzle sencillo
-Meter tu mano por el agujero y ver si hay algo.
-No investigar y salir de la habitación, la puerta esta abierta.
-Saltar por la ventana.
Hab. 209: C. Scarlette Bonetti
- Spoiler:
- Pobre, pobre Scarlette, ¿por qué tenía que pasar por tales cosas?. No hacía falta repetirlo, su habitación ahora era un completo asco aunque esta no tenía nada de especial, más allá de muebles rotos y suciedad por doquier. A simple vista todo parecía ser normal... si claro, ojalá todo fuera normal.
La puerta y las ventanas estaban completamente cerradas, mala suerte, y a pesar de que podías romper los cristales de las ventanas, la caida era incierta al igual que la de tu vecina Alexis.
¡Eh! ¿Escuchas eso?
Costaba un poco entenderle, pero si ponias atencion a aquel susurro, el cual se repetía una y otra... y otra... Y OTRA VEZ, podía descubrir lo que decía: "Ver a mi esposa muerta, a casa a hacer la colada...", además podías escuchar con claridad como los pomos de las puertas del baño y de entrada a la habitación se movían haciendo un sonido metálico un tanto escalofriante, ¿Qué significaba todo esto? ¿Juegos de tu mente producto de las grandes cantidades de cafeína que consumias a diario?.
Sobre una pequeña mesa de luz cercana a la cama descansaban varias hojas de papel escritas, era una carta, una bastante larga a decir verdad ¿tenía relación alguna con los susurros?, al lado de las hojas de papel estaba el sobre abierto que decía "Carta de Mary", también había... ¡oh! ¡Una llave! ¡Que conveniente!, sobre todo porque se trataba de la llave que abre la puerta de tu habitación.
¿Qué hacer?
Puzzle, ninguno.
-¿Quieres llevarte la carta?, puedes hacerlo, ¿Quieres leerla?, adelante.
-Salir sin llevarte la carta.
Hab. 202: Rafael Mclein & Evan Widner
- Spoiler:
- Si que este par de muchachos la pasó en grande con aquella media hora, hmm si, se podía decir que lo disfrutaron al 100%, y bien que lo hicieron porque lo que vino después no les gustó para nada... y a decir verdad, ¿A quién demonios le gustaría?.
La habitación estaba como la de los demás, sucia, horrible, descuidada y con apariencia de ser antigua, no parecía tener nada de especial, pero si que lo tenía, había una caja fuerte en el suelo ¿Qué chucha hacía una caja fuerte allí?, esta tenía un tamaño pequeño y estaba pintada de un color negro reluciente, desentonaba mucho con el lugar ya que esta parecía ser completamente nueva sin rastros de mugre o lo que fuese, ¿Qué había en el interior? ¿Era importante?... y bueno, si había una caja fuerte frente a ustedes así debía de serlo y como era de esperarse, estaba cerrada y para poder destrabarla había que ingresar la clave girando la perilla con números... que fastidio.
Había una nota en el lado derecho de la caja, allí tirada en el suelo. Esta decía:
"Louise
Siempre cuidaré de ti
¡Es mi destino!"
Ughh, eso no podía conllevar a algo bueno. Inmediatamente debajo de aquel mensaje decía "L=1; O=?; U=6; I=9; S=?; E=15" ¿Eh? ¿Qué? ¿Qué había que hacer con eso?... que dolor de cabeza, ¡Oh! ¡había algo más detrás de la nota! "L+U; S:O; I-E". Uughh...
¿Qué hacer?
Puzzle sencillo
-Intentar descifrar el mensaje y abrir la caja fuerte.
-Salir de la habitación sin hacer nada, la puerta está abierta.
Hab. 211: Nicole Amelia Cooper
- Spoiler:
- De todas las personas que podían estar en Silent Hill en este momento tan asqueroso, Nicole fue el invitado bendecido. Su cuarto estaba oscuro, más de lo normal, pero eso se debía a que las ventanas estaban manchadas con espesas capas de pintura negra, también las paredes y un poco el piso, parecía como si un pintor loco había hecho de las suyas ahí. No hacía falta decir como estaban el resto de los muebles. Sobre la sucia cama de sábanas llenas de polvo y... ewww un pájaro muerto, había una pequeña linterna que podía ser colgada en un bolsillo de alguna chaqueta o simplemente podías llevarla en la mano ¡Que suerte!. Con ayuda de la linterna no te costó para nada encontrar una llave (la de la puerta de tu habitación) junto a un libro en una añeja repisa, tenia la tapa de color rojo y a pesar de que no tenía titulo parecía ser un libro de poemas o algo similar, una de sus páginas tenía un señalador.
¿Que hacer?
Puzzle, ninguno
-Tomar la llave y el libro para luego irte de la habitación.
-Irte sin tomar nada más que la llave.
~°~°~°~°~°~°~
IMPORTANTE
- Para los que tienen actualización individual :
- Estan fuera de peligro por ahora, depende de lo que elijan les beneficiara o perjudicara en el futuro (sobre todo a los que encontraron notas o libros), elijan bien. Suerte <3
- Para los que NO tiene actualización:
- La puerta de sus habitaciones esta abiertas, no tienen objetos especiales ni nada, pueden salir si quieren al pasillo de sus respectivos departamentos. Por el momento no pueden hacer mucho, solo quedarse en los pasillos, no les recomiendo ir a investigar por su cuenta.
Nanix01- Roler
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
Ay, Pero la niña quería viajar.
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En: ¿DONDE JODIDOS?
Con: Sola... ¿Creo?
-¿Qué carajo?- Habló consigo misma buscando una explicación al fenómeno tras su ventana. Giró el ángulo del cuello para observar detrás de ella, su habitación.
¿Se había dormido ya?
El panorama con el que se encontró no fue el que esperaba, recibió su nuevo entorno con una mueca de disgusto... ¿O miedo? Un escalofrío recorrió la espalda de la chica y su estómago empezó a retorcerse, se sentía real... Muy real.
-Sabía que no podía ser bueno si era tan barato.- Alexis metió las piernas de vuelta a la habitación y cerró la ventana para evitar que algún monstruo maligno saliera de la niebla y le comiera el cerebro. Caminó con cuidado y a paso lento por lo que se suponía era su cuarto, el rechinar de la madera (que antes no sonaba, para nada) daba la idea de que el lugar era viejo y que no le habían dado atención en ¿Quién sabe? un millón de años.
¿Qué era eso en el suelo? La rubia (ASÍ ES, RUBIA ¡NO HABÍA MANERA DE QUE FUESEN SUYOS!) se agachó y tomó con su mano desnuda un mechón enmarañado de cabello... ¿Humano? -¡Aght, que asco!- dejó caer el largo flequillo y se limpió la mano con el pantalón mientras se ponía de pie nuevamente. -Quiero mi dinero de vuelta hijos de puta.- Se quejó y estampó su frente con la palma abierta de su mano derecha al sentir el cosquilleo de algún insecto revolotear por su cara. Mariposas, súbitamente una colonia de esos estúpidos bichos horribles y asquerosos comenzó a joder la existencia ¡Eran demasiado persistentes! Tanto que Alexis llegó al punto de la desesperación al no poder librarse de ellas con sus torpes golpes al aire. ¿Qué podía utilizar para matar a esa peste? ¡Su encendedor se encontraba en su chaqueta y la tenía la zorra a cargo de ese pútrido lugar! Buscó con la mirada algún artefacto que pudiese ayudarle, estaba segura que incluso si intentaba correr de esas mierdas voladoras la iban a seguir hasta el infinito. Llamó su atención un pequeño hueco en la pared que iluminaba un poco su órbita y que según sus recuerdos, no se encontraba ahí cuando llegó (Como prácticamente todo a esas alturas.) Alexis asomó uno de sus ojos por el agujero esperando encontrar al huésped de al lado o alguna habitación inexplorada pero no, no sirvió de nada, era demasiado profundo y la cegante luz roja no le dejaba apreciar que había del otro lado ¡Si era una lámpara le ayudaría a espantar las polillas!... ¿Eran polillas? Se detuvo a razonar dos o tres segundos y después metió la mano izquierda al hueco con la esperanza de encontrar algo de utilidad, una linterna,otra persona, algo.
En el peor de los casos sería un agujero que llevaba directo a la cañería y se le subirían las cucarachas por el brazo, parecía que hubo insectos antes ahí, Ese líquido verde en las cercanías no tenía otra explicación.
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La opción de Alexis fue:
-Meter tu mano por el agujero y ver si hay algo.
La opción de Alexis fue:
-Meter tu mano por el agujero y ver si hay algo.
Koga- Roler
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
{ ♚ } Sun is up, I'm a mess.
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【 Silent Hill 】
☞ ¿Dónde? ▴ Definitivamente no en la habitación 209.
— ¿...Sola?
◆ ◆ ◆
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【 Silent Hill 】
☞ ¿Dónde? ▴ Definitivamente no en la habitación 209.
— ¿...Sola?
◆ ◆ ◆
Aún me revolvía por debajo de las sábanas, de vez en cuando levantándome para beber pequeños sorbos del café contenido en mi termo el cual había colocado en el buró que se encontraba a un lado de la cama.
La noche había caído, provocando que así la oscuridad inundase los alrededores, siendo la luna la única apremiante fuente de luz.
El persistente canto de los grillos resultaba francamente molesto cuando lo que se deseaba era absoluto silencio, pero muy a duras penas logré acostumbrarme después de un rato.
No podía dormir.
...No lo necesitaba.
...
...No lo necesitaba.
...
El reloj marcaba las 21:45, cuando de imprevisto el chirriante sonido de lo que parecía ser una sirena comenzó a resonar con increíble fuerza por todo el lugar.
Parecía ser imperecedero, no paraba.
— P-párenlo... PÁRENLO DE UNA MALDITA VEZ. — vociferé llevándome las manos a los oídos. Era espantoso, y para mi mala fortuna, parecía que jamás se detendría.
" Por favor... " cerré los ojos con fuerza, abriéndolos únicamente cuando al coro de alarmas se unieron también el fuerte crujir de la madera y un fuerte golpeteo contra algo metálico, algo que de inmediato pensé podrían ser las tuberías. De golpe me levanté de la cama y me postré en medio de la habitación, mirando con horror como el tapiz y pintura de las paredes se resquebrajaba poco a poco, cayendo al suelo.
La escasa iluminación que era proporcionada únicamente gracias al brillar de la luna comenzó a verse obstruido por una insólita y densa niebla que pareció salir de la nada.
Pronto me vi envuelta en ésta.
Sentía con claridad mi corazón palpitar, un latido apresurado, continuo. Estaba asustada, por supuesto, aterrada, más que nada por el hecho de no saber lo que sucedía.
Pronto lo único que lograba percibir con certeza era el tenue sonido de la sirena, que paulatinamente se desvaneció, siendo el sonido de mi agitada respiración lo único que al final conseguía oír.
Estando inmersa en las tinieblas armé inconscientemente una maraña de pensamientos tremebundos, interrogantes a los cuales luchaba en encontrarles respuesta; a esas alturas no sabía con exactitud qué pensar, y eso me hacía sentir aún peor. Sólo quería que aquello terminase.
De pronto, como si algo o alguien hubiese oído mis atormentados ruegos, la niebla empezó a disiparse lentamente.
Aún si el alumbrado del lugar era sumamente pobre, no pude evitar sentir alivio cuando la neblina que me había tenido cautiva por lo que se asemejó a una eternidad se había ido en su totalidad.
Las lámparas antes relucientes cuyo propósito eran el de adornar los cuartos, ahora lucían gastadas y peculiarmente oxidadas.
Y no sólo las lamparillas, todo lo que en la habitación momentos atrás parecía encontrarse en perfecto estado ahora estaba viejo, desgastado.
¿Acaso habíamos dado un salto en el tiempo?
El aire se percibía frío y un tanto acuoso. De inmediato el alivio que me había traído haber salido de aquél tormento en la oscuridad se esfumó.
— Ver a mi esposa muerta, a casa a hacer la colada...
¿Pero qué...?
— ¿...U-una voz? — musité por lo bajo. Sí... definitivamente lo era y el casi inaudible diálogo se repetía una y otra, y otra vez.
Entonces los pomos de las puertas comenzaron a moverse por sí solos incesantemente. Exaltada di un par de pasos hacia atrás, sin percatarme de un tablón en el suelo que se encontraba fuera de lugar, provocando éste que tropezara. Despaciosamente me puse de pie y miré alrededor, no había manera de que el lugar en el que estaba fuese lo que hacía llamarse Blue Creek Apartements. No era posible.
¿O lo era?
Sobre el buró cercano a la cama logré ver un par de hojas de papel las cuales tenían algo escrito, a un lado se encontraba un sobre. "Carta de Mary" decía. De forma que era una carta... ¿pero qué hacía ahí?
No tenía idea y prefería no averiguarlo, por lo que la dejé intacta allí donde se había dejado. Cerca de la carta había también una llave.
" Será la llave de la habitación. "
Y efectivamente, al hacer la prueba, aquella llave resultó ser la del cuarto. Eché un vistazo al pasillo, estaba todo sumido en la penumbra y algo dentro de mí me decía a gritos que debía quedarme ahí donde estaba y no ir a investigar, pero sin embargo preferí no prestar atención a mi subconsciente y salí de inmediato. Después de todo no quería quedarme sabiendo que había algo en ese lugar jugueteando con los pomos.
A todo esto, ¿en dónde estaba mi termo?
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La decisión de Scarlette fue:
Salir sin llevarse la carta.
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La decisión de Scarlette fue:
Salir sin llevarse la carta.
Última edición por Mink's Cockatoo el Mar Dic 16, 2014 12:14 am, editado 2 veces
Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
♍ || #b074b0 || On air.
{ Wood Side Apartaments ; Hab. 210 }
► Absolutamente solo.
──────────────────
Estabas en tu hace horas arrendada habitación con un supuesto amigo que te había acompañado por esos lares. Te posabas acostado en tu cama, sin camisa, semidesnudo y mirabas como aquel chico simplemente se vestía como si nada. ─ ¿Te vas? ¿Ahora? ¿No quieres pasar un rato mas? ─ El hombre asintió y arrugaste un poco el ceño aunque después sonreíste levemente. ─ La pase bien contigo. ─ El tipo dio una sonrisa y salió de la habitación, yéndose por los pasillos oscuros del apartamento. Te rendiste en tu cara, desordenando tu cabello un poco, tratando de pensar que estaba mal ahora y por qué te sentías vacío de la nada. Un cigarrillo siempre es mejor en estos momentos. Das un suspiro y tratas de removerte de tu lugar con pereza. Tanteas tu mesa de noche buscando tus gafas pero entre ellas acciones sin ver se caen tus llaves. ─ Las llaves son simples imaginaciones del ser humano para encerrar una oportunidad... No suena tan mal, pero... ¿Donde están mis cigarrillos? ─ Humeaste. Toqueteaste unas gafas, las tomaste con tu dedo indice y anular y te las pusiste, feliz de la vida. Diste un respingo, sentándote en tu cama y por fin viendo con claridad. ─ ¡Bien! Debería aprovechar la hora. ─ Miraste a los lados, observando que no estaba la caja de cigarrillos y abriste un cajón. Tampoco. Volteaste al otro y ahí estaba. Escondido en un costado. ─ Bieeeen~─ Sonreíste abiertamente y finalmente diste un pequeño suspiro de alivio de que Blaise no te lo hubiera robado. Tomaste la caja entre tus dedos, la abriste y llevaste uno a la boca. Sacaste las sabanas de encima de tus piernas, tirándola hacia atrás y levantándote con unos simples boxers. Te estiraste un poco y caminaste hasta un escritorio cercano en busca de tu encendedor. ─ Fumar en la cama otra vez me hará volver a los tiempos de departamentos quemados por error~ y no quiero volver con el dependiente del infierno, dios. ─ Prendiste el cigarrillo con una sonrisa en los labios.
Al terminar el cigarrillo, cual, aplastaste contra una mesa sin mucho y cuidado y lo dejaste en un mueble cualquiera. Te pusiste un pantalón negro y te acercaste a al ventanal de la habitación que se te había ofrecido al arrendar aquella habitación. Saliste afuera un paso y te devolviste en el momento por una camisa y un sueter. Hacia mas frío que culo de pingüino. Volviste donde estaba la brisa y sonreíste levemente. ─ Esto no es... como llama el humano algo como, uhm, ¿una perfecta noche para escribir fanfics homosexuales? ─ Negaste con la cabeza. ─ No, no... Suena mejor poesía que dices en un club y después te roban. ─ Y asentiste, cruzado de brazos.
Te sentaste en una silla con varios lapices enfrente y un papel blanco. Complementaste aquel papel blanco por un largo rato y bostezaste ¿qué ibas a hacer? ¿Dibujar? ¿Escribir? Rascaste tu cabeza y tu mano se comenzó a mover, realizando trazo de manera cuidadosa. Tu inspiración de medianoche estaba terminando en un tipo de Cthulthu gigante que en vez de ser algo mas o menos humano, ahora, tenia tentáculos por todas partes y era un 100% apéndice. Comenzaste a reírte tu mismo de tu dibujo como un puto raro. De seguro terminaras toda la noche haciendo pulpos hasta que te salga uno lindo y no apendices alienigenas con ojos.
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
#f6ad89
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Los párpados pesados, las sabanas protegiéndole, la respiración lenta y pausada. El sentirse a gusto y quizás incluso, protegido: Lo último de lo que se vio consciente antes de caer rendido fue aquella armoniosa voz que le correspondía a las “buenas noches” recién susurradas. Y si era honesto, no necesitaba más.
Demian no supo cuánto tiempo llegó a dormir, pero el ruido en el cuarto proveniente de quién sabe quién fue suficiente como para que recobrara la consciencia casi negándose. Escuchó primero frases a las que no les prestó demasiada atención ya que su propia somnolencia las convertía en algo tribal, pero al momento en que una suave melodía comenzó a sonar se vio a si mismo abriendo los ojos.
♪ Sing me to sleep
Sing me to sleep
I'm tired and I
I want to go to bed ♪
…
Su móvil.
Sing me to sleep
I'm tired and I
I want to go to bed ♪
…
Su móvil.
Se removió con pereza, tanteando con la mano la mesita de noche en un gesto vago, hasta dar con el aparato y llevarlo bajo las sábanas con él, como si planeara seguir durmiendo. Estaba cansado, quizás demasiado para ser sólo un viaje, pero era justificable, recién había terminado el semestre, apenas y había dormido, sin mencionar el trayecto en auto y…Vale, aún tenía que responder la llamada.
—…¿Sam?—Saludó en un tono de pregunta tras confirmar el nombre en la pantalla, ligeramente curioso por la llamada a lo que a su parecer eran horas inadecuadas.
—¡Dem…iȧ̛̮̖̫͍͇̤̤͓̌̐̆n̼̳̫͚̹͇͖̣̒̒͢!̜̖̥̭̅͆ͣ̏̉̀̐̕—Y un profundo silencio en la línea, seguido de una sirena que progresivamente aumentaba en intensidad. Demian frunció el ceño preocupado, y buscó inmediatamente al pelinegro en la cama del costado, pero tras encontrarle la sensación de pérdida se apoderó de él, encerrándolo en una espesa oscuridad que repentinamente cubría todo, haciendo desaparecer de su vista a quien tanto necesitaba en ese momento.
Angustia. Demian se sintió asfixiado, como si el cuerpo le pesara entre el sofocante canto de la sirena y la soledad que lo sucumbía. Sentía la temperatura descender sin definir si era su propio cuerpo o el ambiente en sí, y ligeramente espantado escondió su rostro entre las manos, sepultando los dedos contra su piel en un gesto nervioso.
Las pesadillas eran malditamente recurrentes, pero nunca tan agobiantes.
De golpe, los ojos del castaño se abrieron cuando la distante sirena cesó, y aunque volvió a respirar con calma por unos segundos, como tras haber despertado abruptamente de un mal sueño, la sensación de inseguridad volvió a apoderarse de él en cuestión de segundos, comprobando el estado de la habitación sin creerlo.
Estaba oscuro, y la ligera luz de su móvil alcanzaba a iluminar a penas su radio personal sin olvidar el reflejo evidente en la superficie de algunos muebles. Su cara se mantenía indiferente mientras examinaba como las paredes, el techo, el piso, absolutamente todo, se había transfigurado hasta ser la sombra de lo que antes resultaba un acogedor cuarto de hotel. Tenía miedo, pero la situación lo desbordaba más de lo que podía aguantar y se vio incluso incapaz de efectuar un grito de terror.
El techo parecía desmoronarse sobre sus cabezas, la pintura se caía a pedazos de las paredes, incluso los muebles estaban corroídos por el paso del tiempo, pero ¿Qué tiempo? ¿Quince minutos? Era sencillamente imposible, ilógico, casi absurdo.
No podía ser una pesadilla, y sin embargo, debía ser una.
Demian buscó con la mirada a Andrew en un silencio cuidadoso, como si le aterrorizara moverse o emitir algún quejido y con ello llamar al caos nuevamente. No sabía cómo reaccionar, mucho menos qué hacer y después de todo ¿Acaso se suponía que hiciera algo? Estaba en blanco, realmente en blanco.
—¿Andrew—Murmuró en un hilo de voz, más para sí mismo que para el otro, como si con ello comprobara que no se trataba de un sueño, pero era inútil: Se sentía demasiado irreal, y no lo aceptaría fácilmente. Era casi como si su mente se negara a procesar lo que ocurría.
Recorrió el cuarto con la mirada una vez más. En su rostro, una mueca ligeramente estresada se dejaba ver si le conocían lo suficiente como para diferir de ella la simple seriedad, y casi involuntariamente se calzó los zapatos para levantarse de la cama móvil en mano, evitando la asquerosa mancha del piso y tomando un suéter de la maleta, como si nada.
Hacía frío.
Se puso el suéter negro con parsimonia, se sentó en la cama de Andrew y miró al pelinegro sin saber qué hacer, y sin intentarlo realmente. Simplemente sabía que no quería estar solo en esa situación, y que no tenía fuerza suficiente como para actuar en ese preciso instante.
Pero no podía simplemente fingir que no estaba pasando, negarse a la situación ¿No? No…No podía. Y cansado, miró la habitación una vez más, intentando encontrar en ella una razón, vagando por los papeles del piso y los cuadros en las paredes, ignorando todo hasta dar con la vista una reluciente pistola.
…¿Qué hacía ahí?
Su vista se quedó estática en el brillo del arma, en un sincero interés por su uso. Quizás serviría de protección, incluso tenerla en su posesión en lugar de dejarla ahí a manos de cualquier persona era mejor que simplemente ignorarla, y dejando la cama se acercó para tomarla, sin hacer con ella nada más que tenerla entre sus manos.
Media vuelta y unos cuantos pasos y estaba cerca de la puerta, que intentó abrir en un forcejeo débil y del cual rápidamente desistió. Sin más ánimo, se sentó en la orilla de la cama nuevamente, con la cabeza agachada—No sé…qué hacer—Murmuró inquieto, frotando su brazo con la mano opuesta.
- off ABSOLUTAMENTE IMPORTANTE:
nana why- Okay este si es importante:
- La opción de Demian fue tomar la pistola. Si le dispara o no a
alguienalgo depende de si Jude postea en To Aru (?
Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
MINI-ACTU!
I guess...
I guess...
Alexis
Primero lo primero.... un mero recordatorio
- Si no eres Alexis... ¡VETE! (?):
Pero no te sientas mal, es solo una broma. En realidad tu modo de accionar fue... ¡EL CORRECTO!. Alexis Silverman dejeme darle una palmadita en la espalda por su valentía.
Al meter la mano y aún más, ya que este era un lugar muy profundo por lo que terminaste enterrando tu extremidad practicamente hasta el codo en aquel orificio pegajoso, inmundo y que despedía un extraño aroma producto de tales secreciones verdosas, pudiste sentir un agudo dolor en la punta de uno de tus dedos. ¡Algo te había mordido! ¡Que espanto!. Como acto de reflejo sacaste tu mano de allí lo más rápido que te fue posible, tu brazo estaba cubierto por completo de aquel líquido viscoso y mal oliente, que horror. Por un segundo pensaste que aquella osadía fue solo una absurda pérdida de tiempo, esfuerzo y que quisas contrajiste algo similar al veneno de una araña por aquella dolorosa picadura o rabia de alguna una rata oculta allí. Pero todo era una falsa alarma, ya que a decir verdad, ni se notaba en tu blanca piel algun signo de daño o notoria marca.
Nada estaba perdido, era tu "día de suerte", si entre grandes y llamativas comillas. De aquel profundo agujero, segundos más tarde, salió una gran cantidad de aquel líquido el cual cayó contra el suelo salpicando todo a su alrededor, y con este, también cayó algo metálico el cual hizo un estrepitoso sonido al chocar con la madera del suelo... ¿Y eso?.
¡Un cuchillo!.... ¿para qué un cuchillo?. Este era un elemento muy afilado, un gran cuchillo de cocina. Será mejor que no lo pierdas, puedes necesitarlo más tarde, aunque... está en tu completa desición si quieres llevarlo o no.
¿Qué hacer?
-Ya puedes irte de la habitación, con el cuchillo o sin él.
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Scarlette
Debo de felicitarte, ¡Has elegido la opción correcta!, más... esto no significa que tus pesares y miedos teminarán pronto, oh no señor, aún quedan muchas cosas por descubrir y vivir en Silent Hill. ¿Qué harás ahora?, estas sola, desamparada, sin siquiera una mísera linterna o telefono para llamar a alguien que te escate... y lo peor de todo... ¡No tienes tu querido café!, para tí esto debe de ser peor que el infierno.
En fin... dejame darte unos datos por si quieres continuar con tu "hermosa aventura" por el edificio. Vamos, agradeceme, es un regalo, te estoy dando permiso para que metas tus narices en lugares en dónde no te llaman.... además, ¿Quién sabe?... puede que recuperes tu peciado termo.
¿Qué hacer?
-Cualquier cosa de lo que vendrá a continuación.
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Blue Creek (Imaginen a Wood side igual, pero lo azul de color rojo)
Moho, humedad, una pobre luminocidad, paredes manchadas de aquí a allá con sangre seca, un ambiente de aire denso y pesado, charcos de agua o algo similar que no daban ganas de investigar lo que eran. Realmente ya no quedaba vestigio alguno de lo que antes los departamentos mostraban, el ambiente cálido y familiar había abandonado por completo las edificaciones para mostrar... aquello, un panorama devastador y desolado.
(Ignoren los cadáveres, no hay ninguno
Ambos lugares hasta habían cambiado su estructura por completo. Ya no existían las recepciones, los amplios pasillos ahora se mostraban angostos y sofocantes, por no decir que las escaleras estaban dañadas y daba la sensación de que si uno se dignaba a pisar un escalon este se soltaría para arrojarlo directo a un oscuro vacío. Hermoso ¿no?. Un dato importante para los de Wood Side es el de la escalera de incendios que concectaba con Blue Creek. Si uno quería usar esta escalera para acceder al otro edificio, iba a salir directamente a la habitación 203 de Blue creek (Habitación de las mariposas y Alexis)... ¡Por medio de una puerta oculta en la pared!. Curioso ¿verdad?.
Para terminar toda la información de lugares en cada uno de los pasillos, a la mitad de estos, se mostraba un mapa que señalaba, aparentemente, cosas importantes en rojo, además de los nuevos cambios en la estructura. Blue creek mostraba la edificación completa del lugar en cada papel, pero, por el contrario, Wood side, al ser un lugar tan grande, el mapa que mostraba en sus pasillos, era el del piso correspondiente.
Las marcas parecían estar escritas con sangre, una vieja y oscura de la que no se sabía su procedencia, pero más allá de eso, parecía ser algo útil. ¿Se atreverán a investigar o iran corriendo directo a la salida para pedir ayuda?.
- Mapa Blue creek:
- Mapas Wood side:
- Primer Piso:
- Segundo piso:
- Tercer piso:
Importante: Las puertas tachadas NO se pueden abrir, la cerradura está rota.
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Simples ubicaciones antes de terminar con la mini-actu.
- Ubicaciones Blue creek:
- Ubicaciones Wood side:
- Primer piso:
- Segundo piso:
- Tercer piso:
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- Spoiler:
- »Nombre: Evan Widner
»Edad: 22
»Personalidad:
A simple vista uno puede pensar que es alguien serio y reservado debido a la expresión neutra que casi siempre lleva en su rostro; pero nada está más alejado de la realidad. Evan es alguien alegre, despreocupado, un tanto expresivo y muy amable; no duda hacer amigos con todo el mundo y reirse con ellos de las cosas de la vida. Cuando quiere algo, no te lo dirá directamente, se mostrará enigmático o actuará de manera extraña, cosa que puede llegar a frustrar mucho a los demás al no saber que es lo que desea en ese momento; y si no consigue lo que buscaba, es capaz de enojarse (aunque esta clase de enojo se esfuma con el correr de los minutos).
A pesar de sus 22 años (y que casi no se le notan) se comporta un tanto infantil con las personas cercanas a las que les tiene confianza, como por ejemplo, su novio Rafael Mclein. Cuando está con él no teme en hacerle mohins aniñados con tal de hacerle sonreir, además, de que cuando está a su lado se comporta como todo un idiota enamorado.
No tiene una gran actitud, le cuesta decirle la palabra "no" a la gente cuando esta le pide favores y cuando esto sucede, suele deprimirse un poco ante su falta de caracter, pero está trabajando duramente para remediar aquello y así poder ser una persona fuerte de una vez por todas.
No puede controlar muy bien su genio, se enoja con facilidad y es un celoso hasta la médula. No es de esas personas que andan insultando por la vida o creando conflictos, pero no dudará en crear uno si se siente amenazado o herido.
»Historia:
Nació en la cidad de Fresno - California bajo una familia de clase media compuesta por su madre, una hermosa mujer llena de vitalidad, su padre, un hombre un tanto riguroso y severo pero de buen corazón y su perro collie. Parecía ser la familia perfecta, aunque habían muchos secretos de trasfondo; prácticamente núnca pudo saber con exactitud que hacía su madre cuando era más jóven, o si tuvo alguna pareja antes de que él naciera, por alguna razón la mujer siempre evitaba el tema.
Más, a pesar de aquellos secretitos, la vida era tranquila. Desde pequeño Evan pudo darse cuenta de que aquellas historias donde la princesa siempre se enamoraba del principe le parecían un tanto extrañas o... es decir, ¿Por qué el principe no podía enamorarse de otro príncipe?. Desde ese momento comenzaba a fantasear con aquel tema, solo veía a sus compañeras de colegio como simples amigas y a los niños con otros ojos. No era muy consciente del tema, por lo que no temía contarle a sus compañeros sobre lo que sentía en su corazón a lo que pronto comenzó a recibir un trato hostil por parte de los jovencitos. "Maricón", "Niñita", "Eva la princesa" eran algunos de los crueles apodos que le ponían. Su madre no tardó en darse cuenta de lo sucedido, no estaba muy de acuerdo que desde tan jóven decidiera "enamorarse" del sexo masculino, pero no lo culpaba, nada podía hacer, a lo que trató de darle todo su apoyo ante el tema.
A medida que iba creciendo el trato se volvía cada vez más hostil. Los adolescentes podían ser realmente molestos y crueles cuando se lo proponían, a partir de los 13 años dejó de mostrarse como una "alegre personita" ante el bullying y comenzó a responder de manera agresiva. Tuvo muchos problemas en el instituto, pero así logro hacer que el mal trato disminuyera, no en su totalidad, pero lo suficiente como para poder vivir normalmente. Al menos eso creía...
Fue una noche, no una cualquiera, la de su cumpleaños numero 14 cuando un cruel ataque a su casa comenzó. A los pocos minutos de que sus padres salieran a hacer unas pequeñas compras al super para darle a Evan su cena favorita, las ventanas de su casa poco a poco fueron pintadas con huevos que usaban los abusivos homofobicos de su salón como proyectiles. Se escuchaban las carcajadas y amenazas por parte de los jóvenes. El techo y los pinos de la entrada de su casa fueron llenados de papel higiénico y el porton de la cochera poseía pintado con aerosol negro unos dibujos bastante indecorosos.
Ellos se lo buscaban, querían pelea, iban a tener una pelea con Evan. Reuniendo valor, salió de casa para hacerles frente, pero para su mala suerte, su Collie también salió para ahuyentar a los muchachos. El perro estaba viejo, poco podía correr y se cansaba al instante, fue una presa muy fácil para la bola de mugrosos quienes decidieron torturarlo a golpes frente los ojos de Evan hasta matarlo. Los sucesos parecían ser de película, una de terror para el muchachito de ojos celestes, no podía creer lo que acababa de ocurrir, pero lo que si tenía en claro en su cabeza era que... iba a tomar venganza en ese mismo instante.
Su arma fue el recién comprado cuatriciclo color azul que le habían regalado esa misma mañana. Abrió la cochera y arrancó con suma potencia el vehículo, perdió el control y atropelló brutalmente a uno de los jóvenes que le estaba haciendo bullying aplastando su pecho con una de las ruedas matándolo al instante. El resto del grupo salió despavorido ante el incidente dejando todo atrás; segundos más tarde sus padres llegaron de hacer las compras, la escena con la que se encontraron no fue nada bonita, ni para Evan lo era.
Nadie sabe como, ni como fue posible que empacaran tan rápido sus cosas, pero lo que si se sabía era que al día siguiente ya no había rastro de la familia allí en Fresno. Se mudaron al estado de Arizona empezando de cero así una nueva vida. Evan tratando de dejar atrás los recuerdos de aquella noche comenzó a buscar hobbies o actividades para distraerse, los comics y los videojuegos fueron su nueva pasión. Colegio nuevo, amigos nuevos y mantuvo en completo secreto su sexualidad ante estos (al menos hasta lograr muchisima confianza con ellos); así fue como pudo volver a tener una vida tranquila después de mucho tiempo.
A los 15 años, luego de salir de un local de videojuegos pasó por un Starbucks para pedirse un mocachino, allí fue cuando conoció a Rafael Mclein. Pensó que aquel encuentro había sido como el de cualquier otro, dos extraños que se conocieron y que muy probablemente no se iban a ver núnca más en sus vidas, pero no fue así. Tiempo después lo volvió a encontrar en una convención, lugar en el que platicaron de sus intereses hasta quedarse sin voz. Rafa parecía ser un buen muchacho por lo que pronto se convirtieron en amigos, aunque... luego de algún tiempo Evan comenzó a mirarlo como algo más. Pasó mucho tiempo hasta que el jóven se dignara a confezarle sus tentimientos a Rafa quién por suerte los aceptó. Por fin para Evan, luego de tantas tormentas y días grises, un hermoso arcoiris se mostró en su vida.
»Descripción física:
Evan es un jóven alto, midiendo 1.70m y de complexión delgada ligeramente atlética, no es de hacer mucho deporte, pero sale a hacer ejercicio muy de vez en cuando. Su cabello es negro y está muy bien cuidado, es lacio y usualmente lo peina todo hacia atrás utilizando bastante gel para fijarlo, aunque por alguna casualidad de la vida hay un par de mechones que se resisten a ser tratados bajo este producto por lo que se levantan.
Su tez es pálida y sin imperfecciones, ni una cicatriz, ni tatuajes, ni nada. La única marca que posee es un pequeño lunar en su mejilla izquierda. Su rostro al ser tan blanco, cuando se pone nervioso, sus mejillas se colorean de manera muy notoria de un fuerte rojo, pero cuando no está en ese estado, lo que resalta en su cara son sus grandes ojos celestes.
Su manera de vestir es sencilla, pantalones negros, zapatos, una camisa de mangas largas aunque suele doblarlas hasta sus codos, unos tirantes para sostener su pantalón a pesar de que use un cinturón, y si hace frío cubre su cuello con una larga bufanda amarilla.
Evan 1
Evan 2
Evan 3
»Habilidades:
- Sabe manejar un solo tipo de arma, una simplona pistola 9mm
- Suma facilidad para recordar textos, basta con leerlos una o dos veces para que queden en su mente de manera definitiva.
- Tal vez no sea una habilidad y sea solo mucha suerte, pero no le cuesta mucho encontrar objetos perdidos o cosas similares.
»Miedos:
- Volver a tener un ataque de ira y matar a otro ser humano por "accidente".
- Conducir, desde el día del incidente se ha negado completamente a aprender a manejar correctamente.
- Que algo le suceda a sus seres queridos.
- Ver la muerte de algún animal, inmediatamente se le vienen a la cabeza los recuerdos de su mascota.
»Extras:
- Comparte el mismo lunar en la mejilla con su novio.
- Si se dejara el cabello al 100% natural y solo le pasara un cepillo para pseudo acomodarlo, se parecería mucho al de Rafael.
- Posee una leve asma (esta es la razón por la cual no hace mucho deporte).
- Ama los videojuegos y comics, tiene amplios conocimientos en esos campos.
- Adora el chocolate.
-Es el uke de Rafael.
- El mismo hizo la bufanta amarilla que usa en los días frios.
- Odia que Rafa lo haga sentir celoso, pero bueno, cosas de pareja (?)
- Dibuja como los dioses pero por alguna razón le averguenza mucho que la gente sepa aquel don.
- Posee Acrofobia: Miedo a las alturas.
»Color de roleo: #8dbdf7
/Silent Hill: Wood Side Apartments (202)/
~Con: Rafael~
La emoción recorría cada esquina de su cuerpo, de punta a punta, de aquí a allá. El no era ningún cochino u hombre lujurioso, pero... realmente extrañaba aquello con su novio, era difícil estar lejos de él por tanto tiempo, por lo que no sentirse feliz y de esa manera cuando lo veía le era casi imposible, algo bastante difícil de ocultar. Escuchó el movimiento en la habitación mientras aún revolvía su maleta, tal y como había sospechado Rafa había unido las camas, a ese chico núnca se le escapaban aquellos detalle que hacían que Evan lo amara cada vez más.
-Dejalo ya… lo mejor sería ir a descansar- un rayo de tristeza cruzó por su rostro ante aquellas palabras cuando Rafa detuvo su busqueda. *Diablos* pensó un tanto desilucionado, más pronto la situación dió un vuelco inesperado para el pelinegro cuando sus labios se encontraron con los del amor de su vida. No se contuvo o impuso resistencia, extrañaba aquello... lo deseaba y quería más, mucho más de él, y solo bastaron pocas palabras más por parte de Rafa para que el muchacho de ojos celestes cayera rendido completamente ante sus pies como si se tratara de un poderoso hechizo.
Caricias... besos... pasion... amor... todo era un torbellino de sentimientos y palabras ininteligibles mientras ambos se divertían de aquella manera tan peculiar demostrando lo que ambos sentían el uno por el otro. Una noche memorable que fue sellada con el más dulce de los placeres. Al finalizar, el cuerpo de Evan era un completo caos y el cansancio se agarraba fuertemente a todos los musculos de su cuerpo. Vagamente pudo ojear la hora del fino reloj de pared... 21:30 hs, tiempo de cerrar los ojos.
Con una sonrisa pintada en los labios le deseo las buenas noches a su pareja seguido de un -Te amo- que se escurrió como el almibar por entre sus labios. Aquella felicidad parecía ser eterna, nada iba a poder destruir aquello... ¿nada?... ¿Realmente nada?... que lastima.
Quince minutos de paz y serenidad fue lo que consiguió, unos míseros quince segundos durmiendo entre los cálidos brazos de su amado, pero... todo cambió cuando un extraño sonido llenó por completo la habitación. Aquella sirena hizo que abriera sus ojos de manera abrupta para intentar observar aún somnoliento que era lo que ocurría. Se levantó de un salto cuando aquellos cambios junto con el poderoso sonido se mostraron ante él.
Observó con gran preocupación su entorno y hasta entró en un estado de completo impacto cuando aquella anómala oscuridad se tragó absolutamente todo a su alrededor, incluso a su compañero. -¡Rafael!- gritó su nombre siendo presa del pánico al no poder verlo, su corazón latía a mil por hora y no sabía que hacer, era una situación por completo desagradable. ¿Cuanto tiempo transcurrió desde que perdió de vista a su novio?. No lo sabía con exactitud, pero lo que si sabía era que en cualquier momento su corazón iba a saltar de su pecho para irse corriendo a un lugar seguro.
Lentamente la oscuridad se retiró para mostrar un nuevo entorno y con ello, también a Rafa. Corrió a sus brazos en busqueda de consuelo, todo aquello era un sueño ¿verdad?. Pero esa pregunta estaba completamente lejos de la verdad, todo aquello... era real. Con el rostro blanco como el papel y mostrando un notorio temblor en sus manos, buscó su ropa para colocarsela de manera lenta y un tanto torpe, no podía pensar con claridad y hasta una fea sensación agria de nauseas había invadido el interior de su boca, ¿Qué estaba pasando?.
Sus cosas ya no estaban, no había rastro alguno de las maletas, en cambio,ahora se mostraba una pequeña caja fuerte sobre el suelo. -Tengo miedo- musitó en voz baja tomando con fuerza la bufanda que rodeaba su cuello. ¡No era justo!, minutos antes... la vida no podía ser más dulce y divertida, ¿por qué tuvo que destruirse tan pronto?. Se sentía como una cruel apuñalada en el corazón...
Rol off: Fana, te debo un mejor post de Evan. ♥
Y te juro que me contuve de manera horrible para hacer la situación lo más light posible
Nanix01- Roler
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{#ecd15f} {Con Demian}
Blue Creek Apartments.
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{#ecd15f} {Con Demian}
Blue Creek Apartments.
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Andrew conoce muchas sensaciones. Sabe lo que es que la felicidad recorra cada centímetro de su cuerpo y que se pelee con lo físico por salir, que una sonrisa bravucona e inconmensurable se le dibuje en el rostro y nadie ni nada pueda pararla. También conoce el dolor, que no es más que la punta de un alfiler atravesándole el pecho, diminuto, y sabe que cuando sientes dolor no hay nada más allá de esa esquirla clavada dentro, más allá de la carne, y tal vez un nudo en la garganta. Sabe lo que es el deseo de explotar, la necesidad de algo un poco más oscuro; nunca se plantea sus emociones pero siempre las vive y se aferra a ellas.
También ha sentido miedo, muchas veces. Cuando se halló solo en el frío, y por primera vez en su vida deseó que se acabara el invierno. Cuando su último amigo decidió que ya no podía más, que verle en la calle le mataba pero aún así le dejó abandonado en medio del océano y sin salvavidas.
Sin embargo, nunca se había sentido tan asfixiado y aturrullado como esa noche, tan extraña para él en tanto sentidos. Unos instantes antes, preparándose tal vez para soñar con indecencias con el chico a unos metros de él, hablando con Sam y gritándole a ese estúpido móvil. Y de repente, la caída. Todo parece deformarse y, en un instante, la realidad se transfigura para renovarse como la propia locura.
Comienza con la sirena. Demian se ha despertado segundos antes, y ambos se sobresaltan al escuchar ese profundo tono que silencia cualquier otro sonido. Dura mucho, mucho más de lo que debería durar un sonido así habitualmente. Y no se calla, sino que el volumen sigue ascendiendo hasta que resulta desagradable.
– ¿Qué... –masculle, pero eso no es todo. La sirena cesa, y la pesadilla acaba de comenzar.
El papel azul de las paredes se retuerce y parece quemarse. El aire se hace irrespirable y Andrew casi podría jurar que unos dedos le están aferrando y apretando el cuello, para que no respire. Así que coge el aire a bocanadas.
Hasta los cuadros se transfiguran. Inexplicablemente, en uno de ellos aparece una mujer. Desnuda, escalofriante, sujetando un corazón, tan rojo que ella no parece poder existir sin ese órgano. Escucha sus latidos. Andrew no se da cuenta, pero avanza hacia él y lee la nota que ha aparecido como por arte de magia junto al cuadro.
El calor parece abandonarle entonces, repentinamente. Hay algo en esas palabras, además de lo evidente, que provoca que un suave temblor empiece a colársele en el alma. Hay que destruir al corazón.
Andrew se gira, y ahí está él. Demian. ¿Qué hace ahí? No encaja con ese horror, y sin embargo, no desaparece. "¿Qué está ocurriendo?" Las palabras no despegan de sus labios porque por el brillo en los ojos de Demian puede adivinarse que el joven tampoco tiene idea de qué demonios ha pasado.
¿Y eso que lleva en las manos? Una pistola, negra y reluciente. Un revólver. Y qué gracia, porque Andrew recuerda que su padre tenía uno parecido. Para proteger la casa, decía. A pesar de que no pudo proteger a su propio hijo de sí mismo. Demian lo ha cogido del suelo, y ninguno dice nada.
Demian avanza hacia la puerta y forcejea con la cerradura, pero no se abre. La puerta cruje, pero no se mueve. Así que vuelve por dónde ha venido y se sienta en la cama, inclinando los hombros. Y es él, y al menos eso actúa como bálsamo en esa prisión que se cae ante ellos.
–No sé... qué hacer... –murmura Demian.
A Andrew le tiembla el alma, pero no lo suficiente como para no tratar de ofrecer alguna solución a ese chico. Se jura que si pudiera, haría lo que fuera para saber qué pasa y ayudarse y ayudarle y poder asegurarle que todo saldrá bien. Pero Andrew nunca trabaja bien bajo presión, él siempre necesita unos pulmones hinchados y toda la fuerza en las manos; y ahora no la encuentra. No puede hacer otra cosa más que callar durante unos segundos, porque le da demasiado miedo decir que él tampoco sabe qué hacer, y aún más pánico le da acercarse y ponerle una mano sobre la suya y mentirle diciéndole que no va a pasar nada.
Andrew es bueno tocando la trompeta y cantando y moviéndose al ritmo de la música, es bueno incluso sonriendo y seguramente tiene otras habilidades; pero cuando no sabe qué hacer, se paraliza.
Por pura inercia, decide agacharse a ver qué son esos papeles que también han aparecido en el suelo. Todas las leyes físicas y lógicas habidas y por haber han sido violadas en apenas unos segundos, y sin embargo ahí hay unos papeles y ahí están los dos.
–¿Qué es esto? –pregunta a tiempo que agarra los folios, esperando que oír su voz tal vez consiga calmar a Demian, porque no quiere seguir viéndole ahí, agazapado y con la mirada un poco perdida.
También ha sentido miedo, muchas veces. Cuando se halló solo en el frío, y por primera vez en su vida deseó que se acabara el invierno. Cuando su último amigo decidió que ya no podía más, que verle en la calle le mataba pero aún así le dejó abandonado en medio del océano y sin salvavidas.
Sin embargo, nunca se había sentido tan asfixiado y aturrullado como esa noche, tan extraña para él en tanto sentidos. Unos instantes antes, preparándose tal vez para soñar con indecencias con el chico a unos metros de él, hablando con Sam y gritándole a ese estúpido móvil. Y de repente, la caída. Todo parece deformarse y, en un instante, la realidad se transfigura para renovarse como la propia locura.
Comienza con la sirena. Demian se ha despertado segundos antes, y ambos se sobresaltan al escuchar ese profundo tono que silencia cualquier otro sonido. Dura mucho, mucho más de lo que debería durar un sonido así habitualmente. Y no se calla, sino que el volumen sigue ascendiendo hasta que resulta desagradable.
– ¿Qué... –masculle, pero eso no es todo. La sirena cesa, y la pesadilla acaba de comenzar.
El papel azul de las paredes se retuerce y parece quemarse. El aire se hace irrespirable y Andrew casi podría jurar que unos dedos le están aferrando y apretando el cuello, para que no respire. Así que coge el aire a bocanadas.
Hasta los cuadros se transfiguran. Inexplicablemente, en uno de ellos aparece una mujer. Desnuda, escalofriante, sujetando un corazón, tan rojo que ella no parece poder existir sin ese órgano. Escucha sus latidos. Andrew no se da cuenta, pero avanza hacia él y lee la nota que ha aparecido como por arte de magia junto al cuadro.
«El amor es una mentira, el amor duele, el amor solo rompe corazones, el amor no sirve para nada, hay que destruir al corazón».
El calor parece abandonarle entonces, repentinamente. Hay algo en esas palabras, además de lo evidente, que provoca que un suave temblor empiece a colársele en el alma. Hay que destruir al corazón.
Andrew se gira, y ahí está él. Demian. ¿Qué hace ahí? No encaja con ese horror, y sin embargo, no desaparece. "¿Qué está ocurriendo?" Las palabras no despegan de sus labios porque por el brillo en los ojos de Demian puede adivinarse que el joven tampoco tiene idea de qué demonios ha pasado.
¿Y eso que lleva en las manos? Una pistola, negra y reluciente. Un revólver. Y qué gracia, porque Andrew recuerda que su padre tenía uno parecido. Para proteger la casa, decía. A pesar de que no pudo proteger a su propio hijo de sí mismo. Demian lo ha cogido del suelo, y ninguno dice nada.
Demian avanza hacia la puerta y forcejea con la cerradura, pero no se abre. La puerta cruje, pero no se mueve. Así que vuelve por dónde ha venido y se sienta en la cama, inclinando los hombros. Y es él, y al menos eso actúa como bálsamo en esa prisión que se cae ante ellos.
–No sé... qué hacer... –murmura Demian.
A Andrew le tiembla el alma, pero no lo suficiente como para no tratar de ofrecer alguna solución a ese chico. Se jura que si pudiera, haría lo que fuera para saber qué pasa y ayudarse y ayudarle y poder asegurarle que todo saldrá bien. Pero Andrew nunca trabaja bien bajo presión, él siempre necesita unos pulmones hinchados y toda la fuerza en las manos; y ahora no la encuentra. No puede hacer otra cosa más que callar durante unos segundos, porque le da demasiado miedo decir que él tampoco sabe qué hacer, y aún más pánico le da acercarse y ponerle una mano sobre la suya y mentirle diciéndole que no va a pasar nada.
Andrew es bueno tocando la trompeta y cantando y moviéndose al ritmo de la música, es bueno incluso sonriendo y seguramente tiene otras habilidades; pero cuando no sabe qué hacer, se paraliza.
Por pura inercia, decide agacharse a ver qué son esos papeles que también han aparecido en el suelo. Todas las leyes físicas y lógicas habidas y por haber han sido violadas en apenas unos segundos, y sin embargo ahí hay unos papeles y ahí están los dos.
–¿Qué es esto? –pregunta a tiempo que agarra los folios, esperando que oír su voz tal vez consiga calmar a Demian, porque no quiere seguir viéndole ahí, agazapado y con la mirada un poco perdida.
- Por si acaso:
- La opción que ha tomado Andrew es la de mirar esos papeles en el suelo.
Perra- Roler
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
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Wood Side Apartments - 2do piso: Pasillos
— Por ahora sola }
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Wood Side Apartments - 2do piso: Pasillos
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— yeah you got a big boo— — La voz poco melódica de Nicole decidió parar de cantar cuando un extraño sonido se hizo presente en el ambiente, arrugando el entrecejo y tratando de enfocarse mas en el sonido ajeno por sobre la música concluyo en que solo se trataba de una extraña sirena, probablemente de una ambulancia.
Pero.
Que.
Estaba sucediendo.
Que.
Estaba sucediendo.
Como si se tratara de una pesadilla o de una película mal grabada del cine, el panorama comenzó a ennegrecerse hasta el punto en que el bonito baño de su habitación paso a tener la misma iluminación que un cementerio... o quizás un cementerio podría ser mas alegre en esos momentos.
Y no solo la iluminación, Nicole se sintió asustada al escuchar la cantidad de sonidos chirriantes que a su vez fueron sucediendo y se preguntaba ¿¡que ocurría!? ¿acaso el pueblo decidió hacer una revolución justamente el día en que ella decidió pasearse en él? la sorpresa y el shock de escuchar tanta destrucción no dejaron que la mujer saliese de la tina, ademas ya estaba demasiado oscuro por la ¿baja de luz? y no querría tropezarse con nada.
Nicole se mantuvo en silencio dentro de su tina hasta que (aceptando que el sistema de luz no volvería a funcionar) tendría que salir apenas pudiese ver algo en la oscuridad; haciéndolo cuando ya el agua se había enfriado lo suficiente como para no tratarse de un cómodo y relajante baño.
Logro dar con su toalla y al poner una mano en la manija de la puerta del baño la quito rapidamente al sentir algo extraño en la misma... al fijarse un poco se dio cuenta de que la misma estaba oxidada — ¿Disculpa? — Deseosa de ir directamente con el encargado para plantearle sus quejas decidió buscar algo de ropa en su habitación, pero al entrar Nicole se encontró con la desagradable sorpresa de que había una fiesta de pintura negra frente a ella, con una mueca de disgusto busco su equipaje para tomar algo de ropa y al colocarlo sobre la cama vio como de la misma un pajarito salto y cayo al suelo... un pajarito muerto. Ok. Evidentemente perturbada (por todo en general) se ayudo de una linterna que encontró para iluminarse y así secarse, vestirse, ponerse algo de maquillaje, básicamente se preparo para salir.
Y todo porque su móvil se había estropeado, o se lo habían estropeado. Si quiera se tomaría la molestia de realizar una demanda porque ante tal trato preferiría no saber mas sobre la existencia de ese lugar.
Para mantener actualizada la lista de cosas extrañas: había encontrado un extraño libro que no le pertenecía junto a la llave de su habitación, el cual sin pensárselo dos veces tomo para llevarlo como prueba de que habían entrado a su habitación, no sin antes echarle un vistazo a su contenido.
Al salir de su cuarto las sorpresas no pararon de ocurrir, los pasillos de aquel lujoso hotel se mostraban tan increíblemente deteriorados que era imposible llegar a creer que esto fue parte de quienes entraron, porque, lógicamente es humanamente imposible causar tal cantidad de daños en tan poco tiempo... aunque si Nicole mantenía la teoría de que el pueblo decidió hacer esa la noche de la revolución podría tener sentido... pero de todas maneras era algo tan imposible que... que verdaderamente no le daban ganas de pensar en que paso.
Amelia quería salir de ese lugar, ya.
Llena de sentido común decidió dar media vuelta para así entrar de nuevo a su habitación y tomar sus dos maletas mas importantes junto a su bolso (donde guardaría aquel libro, mas que nada lo hizo inconscientemente debido al apuro), con bastante peso torpemente volvió a salir de su cuarto y se adentro en el pasillo para así irse de aquel extraño lugar, las piernas de Nicole temblaban mientras caminaba (no solo por el peso de las maletas) empezaba a sentir miedo y una importante necesidad de salir de allí le estaba diciendo que se moviera mas rápidamente y buscara al primer taxi que la sacara de ese pueblo.
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Off: Nicole leyo el librito y se lo llevo (?)
Y no solo la iluminación, Nicole se sintió asustada al escuchar la cantidad de sonidos chirriantes que a su vez fueron sucediendo y se preguntaba ¿¡que ocurría!? ¿acaso el pueblo decidió hacer una revolución justamente el día en que ella decidió pasearse en él? la sorpresa y el shock de escuchar tanta destrucción no dejaron que la mujer saliese de la tina, ademas ya estaba demasiado oscuro por la ¿baja de luz? y no querría tropezarse con nada.
Nicole se mantuvo en silencio dentro de su tina hasta que (aceptando que el sistema de luz no volvería a funcionar) tendría que salir apenas pudiese ver algo en la oscuridad; haciéndolo cuando ya el agua se había enfriado lo suficiente como para no tratarse de un cómodo y relajante baño.
Logro dar con su toalla y al poner una mano en la manija de la puerta del baño la quito rapidamente al sentir algo extraño en la misma... al fijarse un poco se dio cuenta de que la misma estaba oxidada — ¿Disculpa? — Deseosa de ir directamente con el encargado para plantearle sus quejas decidió buscar algo de ropa en su habitación, pero al entrar Nicole se encontró con la desagradable sorpresa de que había una fiesta de pintura negra frente a ella, con una mueca de disgusto busco su equipaje para tomar algo de ropa y al colocarlo sobre la cama vio como de la misma un pajarito salto y cayo al suelo... un pajarito muerto. Ok. Evidentemente perturbada (por todo en general) se ayudo de una linterna que encontró para iluminarse y así secarse, vestirse, ponerse algo de maquillaje, básicamente se preparo para salir.
Y todo porque su móvil se había estropeado, o se lo habían estropeado. Si quiera se tomaría la molestia de realizar una demanda porque ante tal trato preferiría no saber mas sobre la existencia de ese lugar.
Para mantener actualizada la lista de cosas extrañas: había encontrado un extraño libro que no le pertenecía junto a la llave de su habitación, el cual sin pensárselo dos veces tomo para llevarlo como prueba de que habían entrado a su habitación, no sin antes echarle un vistazo a su contenido.
Al salir de su cuarto las sorpresas no pararon de ocurrir, los pasillos de aquel lujoso hotel se mostraban tan increíblemente deteriorados que era imposible llegar a creer que esto fue parte de quienes entraron, porque, lógicamente es humanamente imposible causar tal cantidad de daños en tan poco tiempo... aunque si Nicole mantenía la teoría de que el pueblo decidió hacer esa la noche de la revolución podría tener sentido... pero de todas maneras era algo tan imposible que... que verdaderamente no le daban ganas de pensar en que paso.
Amelia quería salir de ese lugar, ya.
Llena de sentido común decidió dar media vuelta para así entrar de nuevo a su habitación y tomar sus dos maletas mas importantes junto a su bolso (donde guardaría aquel libro, mas que nada lo hizo inconscientemente debido al apuro), con bastante peso torpemente volvió a salir de su cuarto y se adentro en el pasillo para así irse de aquel extraño lugar, las piernas de Nicole temblaban mientras caminaba (no solo por el peso de las maletas) empezaba a sentir miedo y una importante necesidad de salir de allí le estaba diciendo que se moviera mas rápidamente y buscara al primer taxi que la sacara de ese pueblo.
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Off: Nicole leyo el librito y se lo llevo (?)
Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
- Rafa:
fisico
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???//Rafael Mclein – 26 años – Masculino//???
?Personalidad
Él es una persona algo sociable, si desea, semblante interesante y provocadora, rara vez intimidado por la mayor parte engaña con su seriedad en las cosas. Él es indiferente a las preocupaciones de los otros. También no dudó en dar comentario toscos, indebidos o con suma sinceridad cuando ve algo que no le gusta. También es muy atrevido-independientemente de lo que hace, sin embargo él sabe sus límites hasta dónde puede llegar e incluso poder hacer, teniendo un gran autocontrol en su persona. Él ha de ser simpático y de burlona personalidad pero en el fondo, en realidad le importa la gente que cuida de él y también disfruta de cada cosa que hace.
Esas emociones sin embargo a menudo se confunden, Ya que pareciera que estuviese fastidiado cuando en realidad está preocupado, o neutro por aburrido. A pesar de que podría enfadarse cuando rompen sus nervios, No hace más que fruncir sus cejas y hacer una mueca de desaprobación.
Aunque su aspecto le hace parecer arrogante, este también es algo engreído debido a su confianza en sus habilidades, pero él no es de los que ostentan en las caras de otros. Su actitud directa, áspera y arriesgada puede desprender un ambiente tipo salvaje. Él es muy crítico al conocer a las personas (sin embargo, por lo general mantiene sus pensamientos para sí mismo a menos que deliberadamente quiere la otra persona sepa). Él es valiente, pero es conveniente elegir cuál es exactamente la pena poner su vida en la línea para salvar a otro.
Él vive su vida libremente, como quiere, aunque siempre toma la responsabilidad de sus actos, y las consecuencias que podría traer, de gran lealtad se toma muy en serio aquello, Su racha de protección, que se extiende sobre todos a los que quiere, no es algo para tomarse a la ligera. Mentalidad de Rafael es a lo largo de las líneas de "Yo soy el único que puede meterse con ellos " y tomará represalias si él siente que están siendo amenazados por alguien más.
?Habilidad
+ Resistencia física y agilidad para esquivar cosas medias y escabullirse.
+ Autocontrol (Mental)
+Cierto Ingenio y buena puntería con el balón o algún objeto similar
?Historia:
Procedente de las Vegas, Capital de Nevada; fue producto de una noche loca y mucho alcohol en las vegas, por ende no conoció a su madre; ya que apenas nació este quedo en el hospital quedando a cargo de su padre. Este era un Tío bien parecido pero de clase media, pero esto cambiaria ya que su padre había emprendido un negocio dentro de los casinos y otras cosas, que él mismo Rafael desconocía.
No se podía quejar, ya que su padre le brindaba lo necesario, una buena vida, buena educación, y es mas cada 3 o 4 años se mudaban de estado, la excusa de siempre, el trabajo de su padre; No le agradaba mucho la idea, ya que dejar amigos y hacer nuevos, No molaba mucho, en uno de esos lugares como Nevada conoció a una niña que le simpatizo, se llamaba Nicole Cooper, a pesar de su humor inestable, él le tuvo una estima y considero una buena amiga, ya que sus discusiones y travesuras de niños engreídos los ponían en diversas situaciones, habían quedado en visitarse cuando cumplieran más de 25 años, aunque siendo niños quizá se olvidarían .
Rafael se preguntaba que habría sido de su madre, si es que alguna vez lo quiso o simplemente le diría sus verdades; Cuando Rafa tuvo 15, su padre le conto sobre su madre y su doble oficio, pero a él no le afecto mucho o al menos eso dio a notar, y empezó aprender el oficio de lavado de dinero, aunque la primera experiencia no fue del todo bonito, quedando con un susto.
En uno de esos lavados de dinero, tuvo que involucrar la vida de un hombre, todo sucedió en un intercambio, su padre disponía a entregar el encargo junto a él y recoger la maleta llena de billetes verdes, él tipo una vez tenido el objeto pretendió huir, pero su padre lo evito sacando un arma de fuego y disparando en contra el sujeto, este hizo lo mismo y se armo una especie de tiroteó, Rafael no hizo más que tirarse al suelo como protección, su padre cayó por un balazo en su pierna, el sujeto parecía obtener la victoria, pesar de su estado se acerco a ambos, amenazándolos con una pistola, Rafael estaba asustado y con la cabeza alborotada, como podría remediar la situación, sin embargo ante la pequeña distracción de un felino, hizo que Rafael cogiera el arma de su padre y acabara con el sujeto, antes que él lo hiciera.
A los 17 años, empezó a formar parte del negocio familiar, heredando así una buena cantidad de dinero, dueño de la mitad casinos y una buena posición social, quien lo diría, incluso era popular en la preparatoria, formaba parte del equipo de básquet ball; así mismo ahí se enrolló con una Chica, quien dijo que estaba embarazada, eso fue una sorpresa; para remediar esto, el matrimonio era una salida fácil, o al menos así pensaban ambos padres. Rafael le gustaba la chica, ya que era buenota, pero no tanto como para tomar esta medida, si fuera por él huiría, pero tomaría responsabilidad de sus actos, y quien sabe con él tiempo logre amar a la chiquilla.
Todo estaba listo para la ceremonia, Rafa fue en un auto hacia la ceremonia, no obstante fue obstaculizado por otro subiendo dos tías armadas, prácticamente lo habían secuestrado *Pero ¿quién? ¿Por qué justo ahora?* No tenía enemigos, lo único que se hacía presente, la huella de un asesinato hace tiempo pero fue por simple defensa propia. Lo habían llevado a un edificio abandonado, pidiendo su rescate una suma exagerada pero no imposible para su padre y como autor del delito, se hizo presente la mismísima novia, *Pero que fuck estaba sucediendo*, todo parecía bien planeado, la novia confeso – Necesito ese dinero para la fianza de mi madre, y salirnos de esta miseria en la que estuve, y tú fuiste el indicado, eres guapo eh de admitirlo, pero hay otros mucho más que tu…y por cierto lo del embarazo no es cierto- dijo sin descaro alguno, Rafael se sintió, decepcionado, deprimido y muy… muy… enfadado, por primera vez uso la vulgaridad de palabras que había guardado para otra persona, le cuestiono su estúpida salida de todo esto, cosa que la chica simplemente huiría con su grupo al obtener el motín. Una noche antes del rescate Rafael, trato de huir usando sus dotes de inteligencia y algo de atractivo, insinuándose a una de las maleantes inexpertas, noqueándola y tomando su arma, corrió, su mala suerte lo predispuso al encontrarse con la chica que lo había engañado para su propio beneficio, la amenazaba para que se quitara de su camino, pero ella terca no lo hizo, ¿Quien dejaría escapar a un rehén con billete?, Rafael cayó al suelo tras el disparo de esta , sintió un ardor de mil diablos, le habían dado a nivel del hombro y estaba sangrando, vio a la tipa esbozar una sonrisa *esa tía estaba transtornada*, la situación fue peor cuando salpico sangre de la tipa y su cuerpo se hallaba tirado cerca de él, había sido una de sus camaradas.
¡Oh, Sorpresa bitch!...
Habían engañado y matado a la tipa por simple venganza, oh más bien ese siempre fue el objetivo, esto era toda una telenovela, pensó que la tipa no se merecía una muerte así, Rafa había tenido un golpe de suerte, pero aquello lo dejaría con un trauma (¿?), lo único que recuerda: sangre por todas partes, tipa en el suelo con los sesos regados, luces de quirófano y una larga recuperación.
Después del horrible suceso, Rafa a sus 19 años pensó en no meterse con más tipas locas, las mujeres no son más que problemas, lo único que hacían eran satisfacer necesidades de hombres; eh por ello que su padre nunca se casó después. El resto de su tiempo, prefirió hacer trabajos de su padre desde su propia casa (guarida) y decidió dedicarse en sus estudios universitarios y el negocio, pero un día conoció a un chico, quien le cambiaria y enseñaría una perspectiva diferente, ese era Evan Winder, ¿Qué como lo conoció? Pues simple, en una de las tiendas de starbuck y por curiosidad de la vida se encontraron nuevamente en una convención de comics y videojuegos, al principio le agradaba por compartir alguno que otros intereses, así como su cierto atractivo *Sería una locura estar enamorado* pero así fue, compartían sus locas travesías y una que otra experiencia, se volvieron muy cercanos y paso lo que nunca pensó, Ese Evan era todo fuego y le gusto mucho; eh justo ahí que ambos se hicieron novios; y como Rafael era buen consentidor, decidió ir con Evan hacia un pueblo, ya que él insistía con aquello…
?Descripción fisica
Un chico de 1.75 de altura,es una perfecta combinación entre una gringa y un latino, tes algo blanca, al estilo bronceado, delgado pero atlético debido a que hace deporte, cabello azabache y alborotado y poseedor de ojos color miel claros, tiene un pequeño y sexy lunar debajo del ojo izquierdo, asi como perforaciones y pirsin en sus orejas y uno a nivel de su ceja, tiene un tatuaje de una estrella en el hombro izquierdo y en su omoplato tiene un cicatriz de la bala.
Suele usar, unos pantalones jeans o bermudas, con su camiseta, su chaqueta con capucha y su correa con broche en forma de estrella, unos botines, bien aveces usa una bufanda pero solo para el frio.
Cute expresion
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?Miedos:
-Que muera su padre o Evan , teme de perderlos, se sentiría muy solo sin ellos.
- Las serpientes y Armas de gran calibre (metralladores)
- Su madre y chicas locas
-Ir nuevamente la Quirofano
?Extras
Le gusta:
+ Empresas
+ Entretenimiento ( commis, videojuegos, etc)
+ Ejercicio y el Basket ball
+ El chocolate , las manzanas y bananas y todo de starbuck
+ Gente con actitud y Evan
+Fumarse un buen cigarrillo
+Las mascotas, más que todo los gatos
+Sexo y poco alcohol
No le gusta:
-Zanahorias
-No Poder terminar lo que se propone
-Enfermarse
-Ser interrumpido
-Aislamiento
-Ignorar sus necesidades
-Pruebas -Fallidas
- Que le digan chucherías
- Las Mujeres tetonas con malas intenciones.
?Lleva una bufanda de color carmín para el frio, asi como su encanto por las chaquetas .
?Tiene pirsin y perforaciones alrededor de su oreja, que o hacen ver cool
? Antes del suceso era heterosexual, pero prefiera no saber mas de mujeres y le es fiel a Evan, con su sexy lunar.
? A pesar que paresca serio, no lo es del todo simplemente se ve aburrido, y suele molestar a evan con comentarios sobre las chicas u otros chicos, para causarle celos. (lol)
? A podido contactar con Nicole Cooper, pero solo por negocios , cuando esta le saca de quicio solo habla de sus falsos pechos para molestarla.
//Silents Hill (Wood Side - Habitacion 202)//
- Evans
Era de hecho él estaba rendido a tus pies, y tu a los suyos. No hay nada mejor que el mismo encuentro de dos cuerpos ardientes y ansiosos , después de una larga separación, asi mismo demostraban lo mucho que se estimaban y amaban, entregándose mutuamente, en una inmensa lujuria y pasión, Por tu parte lo dejarías satisfecho y dándole la mas placentera sensación a cada terminación nerviosa de su cuerpo. Pudiste ver la máxima expresión en su rostro, cada vez que lo hacías tuyo, al igual sentí una cosquillas cada vez que mencionaba tu nombre.
Acabaste echado al lado del quien amabas, algo agotado y deseoso de un segundo round, sin embargo parece que el cansancio te alcanzo, tomarías un descanso, abrazaste al pelinegro manteniéndolo cerca de ti, y lo que dijo fue un elogio para tus oídos, sin mas afirmaste con un beso depositado en su frente y cerrasteis los ojos conciliando un poco el sueño, sentiste esa sensación de paz casi un momento perfecto, como solías decirte, cada vez que sentías aquella simetría y completa felicidad en tu entorno.
Realmente ni tenias noción del tiempo que transcurrió desde que habéis pegado el ojo, encogiste ligeramente los hombros ante aquel ruido inminente que escuchaste, algo realmente molesto, una especie de sirena, que bien podría ser de una ambulancia o una patrulla, que te importaba en ese momento, tapaste uno de tus oídos con la mano, oponiéndote a la idea de querer levantarte, no obstante él ya no estaba tu lado *Habrá ido al baño* pensaste y sin más abriste perezosamente los ojos y toparte con una espesa y gran oscuridad *m…que rayos, debo encender alguna luz*; cuando escuchaste la voz temerosa de tu novio llamándote, giraste tu cabeza en dirección de llamado a la vez que se sentaste rápida mente, pero no podías visualizar nada; Intentaste tantear alguna lámpara pero no había nada a tu alrededor solo las sabanas que te cubrían.
De a pocos la oscuridad se aparto, suponiendo que la luz tenue de la luna dio paso a una pequeña iluminación de la recamara y vistes ahí a Evans, quien de inmediato se refugió entre tus brazos, tú te preocupaste en ese momento, quizá vio algo desagradable un rata (¿?), -Tranquilo, estoy aquí- dijiste dándole refugio. Y buscaste la causa del su temor, para toparte con algo realmente impactante, que hizo recorrer un frio en toda tu espina dorsal; se trataba de la habitación, estaba tan cambiada, desaliñada, sucia, desorganizada un tremendo caos, como si un torbellino hubiera desatado su furia.
*Que carajos paso aquí*
Al igual que Evans te incorporaste para tomar tus prendas y envainártelas, pensabas ir a hablar seriamente con el administrador, sobre una posible broma de mal gusto. Justo cuando disponías de amarrarte los zapatos viste un caja negra brillosa, algo reluciente, cosa que contrastaba con el lugar *¿Cuándo es que apareció?*. Ciertamente no te habías dado cuenta si esa caja fuerte siempre estuvo ahí o es que alguien la vino a dejar. Te acercaste a ese, debía contener algo quizás valioso en su interior, debías introducir un código si es que querías ver su interior, pero no tenias ni idea cual seria, viste un papel tirado a su lado, tenía un mensaje extraño, volteaste la hoja y había un especie de letras y numero, *Un código, puf que fastidio* Tomaste el celular para contactarte con la central del edificio para ver si te daban razón de aquello, pero este no servía, al parecer el alejarte tenía sus desventajas. Volteaste a ver el rostro temeroso de Evans que ahí se hallaba, así que volviste junto a él dándole un abrazo y le mostraste aquella nota.
-Recuerdas, si esa caja estuvo siempre ahí- le preguntaste para abrir la puerta y mirar al exterior, que parecía estar en el mismo estado que la habitación, esto no era una broma, regresaste donde Evans,-Tenemos que salir de aquí, pero antes…- tomaste su mano, topándote nuevamente con aquel papel, agudizando tus ojos revisastes nuevamente la descripción quizás las operaciones sean la clave, solo que faltaban dos números y una operación, decidiste resolver aquel problema, los números parecían estar en forma creciente por lo que debían estar aumentando de a tres, a que viste la distancia entre la U=6 y la I=9 y después si seguías podría ser la S=12 y así podías coincidir con la E=15 y por ultimo restarle a la u -3 , dando O=3.
Finalizando pues la clave ser: 7 4 -6, no tener la costumbre abrir cajas fuertes se hizo presente, pero sabias que el -6 podía ser que giraras en sentido contrario 6 veces, miraste a evans tomando le de la mano conduciéndolo hacia aquella misteriosa caja –Puede ser que la clave sea… 7 4-6 –algo dubitativo, poniéndote delante de evans y sin mas introdujiste los dígitos moviendo la perilla.
No estabas tan ansioso de abrirlo, pero en esas circunstancias es mejor saberlo y posiblemente al mismo tiempo hayas caído en la trampa.
off: Lamento la mega demora Q.Q te hize esperar mucho, que rayos nana e-e espero este bien la clave?,anyway lo compensare.
Bianchi- Roler
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
Mini-Actu
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Demian & Andrew
- Spoiler:
- Andrew, pobre alma en desgracia. Estar al lado de un hermoso muchacho rodeado de tal desagradable situación, que asco, un verdadero fiasco. Tus vacaciones y viaje de ensueño arruinados por completo y para empeorarlo todo, tu curiosidad sobre los papeles no fue la mejor acertada.
Una cruel verdad se desplegó ante tus ojos, algunos de esos papeles eran páginas arrancadas de libros, otros, no tenían absolutamente nada, por allí entre medio de la mugre había un escrito a puño y letra... conocías muy bien esa caligrafía... ¿madre?.
“Yehuda… ¿por qué?... ¿Por qué? ¿POR QUÉ!?”
¿Qué era ese papel? ¿Por qué tenia la letra de tu madre? ¿Qué estaba sucediendo?.
Debajo de este papel habían algunas fotografías, tuyas y de Demian en diversos momentos y etapas de sus respectivas vidas. Recuerdas perfectamente el haber atravezado aquellos momentos, pero no recuerdas haber posado delante de una camara para conmerorarlos. Qué extraño ¿no?.
Un fuerte pitido comenzó a resonar en tus oidos, uno doloroso y palpitante que hacía que desearas con todo tu corazón arrancarte la cabeza para detenerlo.“Die, die, die, die, die"
Aquello resonaba en tu mente una y otra vez, cada vez más fuerte, más insistidor y tenebroso. Muere, si, aquella fémina y fantasmagórica voz quería verte muerto en el suelo.
Por otro lado, Demian no podía estar tranquilo, la voz también comenzó a acosarlo de igual manera, con su doloroso pitido de trasfondo.“Kill him, kill him, kill him, kill him”
Era el mensaje que recibia una y otra vez. La órden era sencilla, matar al muchacho que negruzcas hebras que tenía delante, pero... ¿Era capaz de hacerlo? ¿Sería bueno aquello?. No por nada teniá una bala en aquella gélida arma que sostenía entre sus manos.
Por otro lado, el corazón del nuevo cuadro con la mujer cobró “vida”, aquella pintura latía a un ritmo acelerado creando la perfecta percusión de fondo para los momentos de suma tensión.
¡Rápido! ¡No queda mucho tiempo! ¡Hagan algo!
~~~~~
Nicole
- Spoiler:
- ¿Ya te vas? ¿Tan pronto?, y yo que con cariño te había invitado a Silent Hill. Nicole Amelia Cooper, eso no es cortés.
Pero no te preocupes, dentro de todo soy un alma bondadosa, pasaré aquello por alto. En fin, te comentaré que fue lo que viste dentro de aquel añejo libro.- W. S.:
- "Hubo una vez un bebé y una madre
conectados mediante un cordón
mágico. Pero un día el cordón fue
cortado y la madre se durmió.
El pequeño se quedó solo.
Pero el crío hizo muchos amigos
en la Wish House y todo el
mundo lo trataba muy bien.
El pequeño era feliz.
Sus amigos le explicaron cómo
despertar a su madre.
Y el crío fue enseguida
a despertarla.
Pero la madre no despertaba.
Por mucho que lo intentase,
ella no se despertaba.
Porque a quien estaba tratando
de despertar era, de hecho,
al Diablo.
El niño se sentía defraudado.
Pobre criatura.
El niño lloraba y lloraba y lloraba.
Cuando pensaba en la madre,
recordaba la sensación de estar
conectado a ella mediante
el cordón mágico.
Y entonces, un rayo de luz
bajó del cielo.
La luz era muy cálida e hizo
que el niño se sintiese bien.
Cuando el niño se miró la mano,
vio que en ella sostenía
el cordón mágico.
Con el cordón aferrado a la mano,
el crío se durmió dulcemente."
Hermoso, bello relato ¿no crees?, pero bueno, aquella historia no tiene nada que nos interese... por el momento, lo que nos atañe a ambas es el señalador. Si aquel trozo de cartón rojizo con una serie de números escrito a puño y letra: 4964. Será mejor que lo cuides, puede que lo necesites más tarde para algo.
El aire del pasillo se notaba espeso y humedo, a uno le costaba un poco respirar mientras estuviese allí dentro, pero... ¿Eh? ¿Cómo? ¿Aún tienes ganas de irte? ¿Estas completamente segura?. Agudiza tu oido y escucha un poco mejor tu entorno para cambiar de idea.
Ahh, ese sonido, es como un coro de ángeles. Una solitaria alma siendo torturada por allí en alguan zona de Wood Side, complejo de apartamentos en el que te encuentras. ¿Qué harás ahora?, aquellos gritos masculino se escuchan muy fuertes y desgarradores, tanto que llegan hasta el piso en el que estabas. ¿Aún estás segura de querer bajar las escaleras sola e ir en dirección a la salida?.
Pero en fin, todo es desición tuya. Recuerda que en el pasillo en el que estas, en las paredes hay un mapa que seguro te intereserá ver (o al menos captará tu vista durante un instante) ya que tiene pintado algunos datos que podrían resultar útiles.[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
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Rafael y Evan
- Spoiler:
- No se podía esperar menos del hijo de un reconocido empresario, adivinar la contraseña se una caja fuerte realmente fue pan comido. 7 – 4 – 6 fue la respuesta ganadora. Felicidades, pronto verás tu premio... tan solo sigue leyendo.
- Spoiler:
- »Nombre: Evan Widner
»Edad: 22
»Personalidad:
A simple vista uno puede pensar que es alguien serio y reservado debido a la expresión neutra que casi siempre lleva en su rostro; pero nada está más alejado de la realidad. Evan es alguien alegre, despreocupado, un tanto expresivo y muy amable; no duda hacer amigos con todo el mundo y reirse con ellos de las cosas de la vida. Cuando quiere algo, no te lo dirá directamente, se mostrará enigmático o actuará de manera extraña, cosa que puede llegar a frustrar mucho a los demás al no saber que es lo que desea en ese momento; y si no consigue lo que buscaba, es capaz de enojarse (aunque esta clase de enojo se esfuma con el correr de los minutos).
A pesar de sus 22 años (y que casi no se le notan) se comporta un tanto infantil con las personas cercanas a las que les tiene confianza, como por ejemplo, su novio Rafael Mclein. Cuando está con él no teme en hacerle mohins aniñados con tal de hacerle sonreir, además, de que cuando está a su lado se comporta como todo un idiota enamorado.
No tiene una gran actitud, le cuesta decirle la palabra "no" a la gente cuando esta le pide favores y cuando esto sucede, suele deprimirse un poco ante su falta de caracter, pero está trabajando duramente para remediar aquello y así poder ser una persona fuerte de una vez por todas.
No puede controlar muy bien su genio, se enoja con facilidad y es un celoso hasta la médula. No es de esas personas que andan insultando por la vida o creando conflictos, pero no dudará en crear uno si se siente amenazado o herido.
»Historia:
Nació en la cidad de Fresno - California bajo una familia de clase media compuesta por su madre, una hermosa mujer llena de vitalidad, su padre, un hombre un tanto riguroso y severo pero de buen corazón y su perro collie. Parecía ser la familia perfecta, aunque habían muchos secretos de trasfondo; prácticamente núnca pudo saber con exactitud que hacía su madre cuando era más jóven, o si tuvo alguna pareja antes de que él naciera, por alguna razón la mujer siempre evitaba el tema.
Más, a pesar de aquellos secretitos, la vida era tranquila. Desde pequeño Evan pudo darse cuenta de que aquellas historias donde la princesa siempre se enamoraba del principe le parecían un tanto extrañas o... es decir, ¿Por qué el principe no podía enamorarse de otro príncipe?. Desde ese momento comenzaba a fantasear con aquel tema, solo veía a sus compañeras de colegio como simples amigas y a los niños con otros ojos. No era muy consciente del tema, por lo que no temía contarle a sus compañeros sobre lo que sentía en su corazón a lo que pronto comenzó a recibir un trato hostil por parte de los jovencitos. "Maricón", "Niñita", "Eva la princesa" eran algunos de los crueles apodos que le ponían. Su madre no tardó en darse cuenta de lo sucedido, no estaba muy de acuerdo que desde tan jóven decidiera "enamorarse" del sexo masculino, pero no lo culpaba, nada podía hacer, a lo que trató de darle todo su apoyo ante el tema.
A medida que iba creciendo el trato se volvía cada vez más hostil. Los adolescentes podían ser realmente molestos y crueles cuando se lo proponían, a partir de los 13 años dejó de mostrarse como una "alegre personita" ante el bullying y comenzó a responder de manera agresiva. Tuvo muchos problemas en el instituto, pero así logro hacer que el mal trato disminuyera, no en su totalidad, pero lo suficiente como para poder vivir normalmente. Al menos eso creía...
Fue una noche, no una cualquiera, la de su cumpleaños numero 14 cuando un cruel ataque a su casa comenzó. A los pocos minutos de que sus padres salieran a hacer unas pequeñas compras al super para darle a Evan su cena favorita, las ventanas de su casa poco a poco fueron pintadas con huevos que usaban los abusivos homofobicos de su salón como proyectiles. Se escuchaban las carcajadas y amenazas por parte de los jóvenes. El techo y los pinos de la entrada de su casa fueron llenados de papel higiénico y el porton de la cochera poseía pintado con aerosol negro unos dibujos bastante indecorosos.
Ellos se lo buscaban, querían pelea, iban a tener una pelea con Evan. Reuniendo valor, salió de casa para hacerles frente, pero para su mala suerte, su Collie también salió para ahuyentar a los muchachos. El perro estaba viejo, poco podía correr y se cansaba al instante, fue una presa muy fácil para la bola de mugrosos quienes decidieron torturarlo a golpes frente los ojos de Evan hasta matarlo. Los sucesos parecían ser de película, una de terror para el muchachito de ojos celestes, no podía creer lo que acababa de ocurrir, pero lo que si tenía en claro en su cabeza era que... iba a tomar venganza en ese mismo instante.
Su arma fue el recién comprado cuatriciclo color azul que le habían regalado esa misma mañana. Abrió la cochera y arrancó con suma potencia el vehículo, perdió el control y atropelló brutalmente a uno de los jóvenes que le estaba haciendo bullying aplastando su pecho con una de las ruedas matándolo al instante. El resto del grupo salió despavorido ante el incidente dejando todo atrás; segundos más tarde sus padres llegaron de hacer las compras, la escena con la que se encontraron no fue nada bonita, ni para Evan lo era.
Nadie sabe como, ni como fue posible que empacaran tan rápido sus cosas, pero lo que si se sabía era que al día siguiente ya no había rastro de la familia allí en Fresno. Se mudaron al estado de Arizona empezando de cero así una nueva vida. Evan tratando de dejar atrás los recuerdos de aquella noche comenzó a buscar hobbies o actividades para distraerse, los comics y los videojuegos fueron su nueva pasión. Colegio nuevo, amigos nuevos y mantuvo en completo secreto su sexualidad ante estos (al menos hasta lograr muchisima confianza con ellos); así fue como pudo volver a tener una vida tranquila después de mucho tiempo.
A los 15 años, luego de salir de un local de videojuegos pasó por un Starbucks para pedirse un mocachino, allí fue cuando conoció a Rafael Mclein. Pensó que aquel encuentro había sido como el de cualquier otro, dos extraños que se conocieron y que muy probablemente no se iban a ver núnca más en sus vidas, pero no fue así. Tiempo después lo volvió a encontrar en una convención, lugar en el que platicaron de sus intereses hasta quedarse sin voz. Rafa parecía ser un buen muchacho por lo que pronto se convirtieron en amigos, aunque... luego de algún tiempo Evan comenzó a mirarlo como algo más. Pasó mucho tiempo hasta que el jóven se dignara a confezarle sus tentimientos a Rafa quién por suerte los aceptó. Por fin para Evan, luego de tantas tormentas y días grises, un hermoso arcoiris se mostró en su vida.
»Descripción física:
Evan es un jóven alto, midiendo 1.70m y de complexión delgada ligeramente atlética, no es de hacer mucho deporte, pero sale a hacer ejercicio muy de vez en cuando. Su cabello es negro y está muy bien cuidado, es lacio y usualmente lo peina todo hacia atrás utilizando bastante gel para fijarlo, aunque por alguna casualidad de la vida hay un par de mechones que se resisten a ser tratados bajo este producto por lo que se levantan.
Su tez es pálida y sin imperfecciones, ni una cicatriz, ni tatuajes, ni nada. La única marca que posee es un pequeño lunar en su mejilla izquierda. Su rostro al ser tan blanco, cuando se pone nervioso, sus mejillas se colorean de manera muy notoria de un fuerte rojo, pero cuando no está en ese estado, lo que resalta en su cara son sus grandes ojos celestes.
Su manera de vestir es sencilla, pantalones negros, zapatos, una camisa de mangas largas aunque suele doblarlas hasta sus codos, unos tirantes para sostener su pantalón a pesar de que use un cinturón, y si hace frío cubre su cuello con una larga bufanda amarilla.
Evan 1
Evan 2
Evan 3
»Habilidades:
- Sabe manejar un solo tipo de arma, una simplona pistola 9mm
- Suma facilidad para recordar textos, basta con leerlos una o dos veces para que queden en su mente de manera definitiva.
- Tal vez no sea una habilidad y sea solo mucha suerte, pero no le cuesta mucho encontrar objetos perdidos o cosas similares.
»Miedos:
- Volver a tener un ataque de ira y matar a otro ser humano por "accidente".
- Conducir, desde el día del incidente se ha negado completamente a aprender a manejar correctamente.
- Que algo le suceda a sus seres queridos.
- Ver la muerte de algún animal, inmediatamente se le vienen a la cabeza los recuerdos de su mascota.
»Extras:
- Comparte el mismo lunar en la mejilla con su novio.
- Si se dejara el cabello al 100% natural y solo le pasara un cepillo para pseudo acomodarlo, se parecería mucho al de Rafael.
- Posee una leve asma (esta es la razón por la cual no hace mucho deporte).
- Ama los videojuegos y comics, tiene amplios conocimientos en esos campos.
- Adora el chocolate.
-Es el uke de Rafael.
- El mismo hizo la bufanta amarilla que usa en los días frios.
- Odia que Rafa lo haga sentir celoso, pero bueno, cosas de pareja (?)
- Dibuja como los dioses pero por alguna razón le averguenza mucho que la gente sepa aquel don.
- Posee Acrofobia: Miedo a las alturas.
»Color de roleo: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
/Silent Hill: Wood Side Apartments (202)/
~Con: Rafael~
A pesar del panorama que los rodeaba, el jóven Evan jamás se sintió más seguro entre los brazos de su amado. Que insignificante se volvían todos los aterradores cambios cuando uno estaba al lado de la persona en quién más confiaba, pero no se podían conservar esa seguridad por siempre, tenían que salir de allí pronto.
Con cierta decilución se separó de los brazos de Rafa para observar como este iba hacia una... ¿Caja fuerte? ¿Qué? ¿Y eso de dónde había salido?. Miró curioso como el muchacho que tenía delante se desenvolvía tranquilamente ante la extraña situación tomando del suelo una curiosa tarjeta. Pronto los brazos de Rafa lo rodearon nuevamente -Recuerdas, si esa caja estuvo siempre ahí- negó rotundamente, no estaba allí, estaba completamente seguro de que la caja fuerte antes no estaba. Si se hubiese encontrado dentro de la habitación con anterioridad, habría hecho mención sobre el tema... o como era natural en él, habría tropezado por no verla.
Cuando su novio fue a mirar el exterior, Evan se asomó desde lo lejos... ¡WOW! ¡el pasillo estaba en iguales condiciones! ¿Qué estaba pasando?, claramente todo aquello no era natural, es decir... ¡no podía ser natural!. La preocupación embargó nuevamente su cuerpo, queria salir corriendo hacia la salida, pero por otra parte le daba miedo salir al pasillo y encontrarse con algo mucho peor de lo que veía dentro de su habitación. Sus manos comenzaron a sudar asquerosamente mientras su respiración se agitaba una vez más, ¿A caso todo lo que sucedía era alguna especie de castigo divino por ser gay? ¿Era eso? ¿Algo más? ¿Por haber matado a aquel niño hace.... hace....? ¡No! ¡No era momento de recordar aquello! ¡no ahora!.
-Tenemos que salir de aquí, pero antes…- No Rafa no digas eso, no digas "pero antes", ¡había que salir!. Más a pesar de todo lo que quería Evan en ese momento, no se negó ante las palabras del muchacho, no podía decir que no.... tsk... que débil. Vió como su pareja se ponía manos a la obra con la caja fuerte mientras el muchacho de ojos azules no podía dejar de mostrarse ansioso. El jóven de ojos rojizos lo buscó y tomándole de la mano lo guió hasta la brillante caja, luego este le dijo que la respuesta podía ser 7-4-6, y finalmente... la introdujo.
Tic tic tic tic.... tic tic tic... tic tic tic......
¡CLACK!
¡CLACK!
¡La caja se abrió!. Evan no pudo esperarlo y tomó la manija de la puerta de la caja fuerte para dejar mostrar el interior.... p-pero.... ¡QUE ERA ESO QUE ESTABA DENTRO!
Había una pequeña almohada sucia dentro del objeto, sobre la almohada se encontraban unos extraños y cortos mechones rubios, también habían uñas cortadas y... y.... -*Blupr*- tapó automaticamente su boca con una de sus manos para evitar vomitar del asco al ver aquel ojo marron y casi marchito mirandolos a ambos. Pero bueno, no todo el contenido era malo, al lado de aquellos objetos humanos por así decirlo, descanzaba una hoja de papel plegada en varias partes. Con temor y la mano temblandole como gelatina tomó aquella hoja.
Inmediatamente retiró la mirada del almohadón y se dedicó a desdoblar su nueva adquisición... ¡un mapa! ¡Genial!. Inmediatamente el jóven de negruzcas hebras se lo mostró a su pareja -¡Mira Rafa!- parecía un niño en navidad, es decir... ¡Era un mapa! ¡Con esto iba a ser sumamente fácil salir del pueblo! ¡SI!..... si como no, pero uno no perdía nada con soñar.
- Mapa del pueblo:
~¿Qué hacer?:
- Ya somos libres de explorar el edificio :$
~~~~~
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-Isaac Gadner – Alerta roja
-Nicole Amelia Cooper – A salvo
-Cecil Denholm – Alerta roja
-Michael Sands – Alerta roja
-Marcus Ryan - Muerto
-Rafael Mclein – A salvo
-Evan Widner – A salvo
-C. Scarlette Bonetti – A salvo
-Andrew Fitzgerald. – A salvo
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Nanix01- Roler
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Calles // Hotel Blue Creak - Habitación // Corredores del Hotel
La cosa estaba comenzando a ser molesta, demasiado molesta para ser sincero. Día tras día, la misma cosa, el mismo sueño, los mismos detalles. ¿Por qué?¿Simplemente por yo?¿Por que atormentar mi paz?.
Acababa de terminar el colegial y las cosas estaban tranquilas en casa, tranquilas quitando ese constante sueño de hace días. Y ese constante e irritante sueño fue lo que me llevó a dejar mi dulce hogar, arriesgarme a dejar a mi hermana y a salir a buscar respuestas.
POR QUE YA NO LO SOPORTO.
Ahora, a medio camino, en un auto rentado, iba en dirección a la dichosa ciudad. Aparentemente ese fin de mundo no tiene aeropuertos, y de Manhattan quedaba demasiado lejos. Tuve que tomar un avión hasta una ciudad vecina y luego rentar un auto. Las calles eran bastante tranquilas, demasiada tranquila, a cada kilometro que avanzaba la señal de mi celular empeoraba. -Esto será jodidamente irritante-
Y llevó unas horas para llegar, cuando finalmente llegué, estacioné el auto enfrente al hotel que me quedaría que conseguí encontrar gracias a un mapa para turistas.
El hotel no tenía una mala apariencia. No de verdad.
Ya era algo tarde, quería una ducha y luego relajarme, por lo que tomé mi maleta con unas cuantas ropas, una laptop con juegos y mi celular y entré. Por dentro las apariencias eran mejor aún. Lindo y elegante, un buen gusto.
"Creo que no será tan malo quedarse aquí"
Entré y caminé por los corredores, en la recepción pedí las llaves y subí los tres pisos ya que el vejestorio no tenía elevador.
Mi habitación era al lado de las escaleras, entonces no fue dificil encontrarlo.
"307"
El número que leí.
Al entrar, lancé mi maleta en la cama y me metí a la ducha.
TARDÉ. Con todas las letras en el baño. ¿Que horas eran cuando salí? Me encaminé en mi maleta, sin blusa y unos shorts y zapatillas, la toalla en la cabeza y tomé mi celular.
21:45 ...
-¡QUE MIERDAS!-
De la nada comenzó un chillido horrible, me tapé los oídos e incluso cerré los ojos, ese ruído ensurdecedor me lastimaba. Entonces decidí abris los ojos.. y...
No veía nada.
NADA.
Todo estaba negro y si por si fuera poco tardó años en salirse de ese estado.
Pero cuando volvió, las cosas estaban diferentes.
Muy diferentes.
Parecía que el hotel había envejecido 30 años y pasado por un Apocalipsis Zombie. Ventanas viejas y oxidadas, algunos vidros rotos, muebles corroidos, viejos, manchados. Las paredes con Moho.
"Que demonios le sucedió a este lugar..."
Ok, lo admito, comenzaba a ponerme un poco irritado y molesto...y preocupado.
Decidí salir a los corredores...y averiguar..
-Que demonios pasó aquí...Creo que me retracto cuando dije que no sería tan malo..-
Thama- Moderador
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