--To aru kagaku no PROJECT --

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Off: ¿Saben cuantas veces perdí éste post? Dos veces. Dos malditas veces. Me sentía orgullosa del primero que hice, pero una mala pasa del foro lo mandó a la fregaa y éste... es solo mi tristeza :c

Pd: Hanni se acaba de comer a alguien huehue

Después de todo el ajetreo y el caos que por un momento se apoderó del distrito uno en su totalidad, la calma llegó acompañada de un diluvio que sorpresivamente y contra todo diagnóstico meteorológico hizo presencia en el perímetro. En esa ciudad todo era posible, seguramente se debía a una habilidad basada en ondas AIM de algún presente que quería ayudar a extinguir las llamas que afortunadamente estaban empezando a ceder.


Lo único que tenía que hacer era documentar los acontecimientos del día e investigar aquellos que quedaron abiertos a suposiciones, Chizuru tenía la corazonada de que sería información de vital importancia en un futuro.

Antes de retirarse un equipo especializado llegó a atender a los chicos de Judgement, menos mal, habían pasado por una situación difícil. Chizu no pudo evitar sentirse como una pésima líder, ese desastre se pudo evitar, si se hubiese detenido a armar un plan de acción con más cuidado, si tan solo hubiese pensado con más claridad.

Le debía una disculpa a su equipo ¿Un pastel? ¿Un día libre? lo decidiría después.

- No puedo entender cómo se nos fue tantísimo de las manos. No tengo palabras que sirvan de disculpa para todo esto. -

Una joven chica con evidente bochorno por el rumbo que habían tomado los hechos se acercó a disculparse en nombre del equipo organizador del evento, aparentemente ella había dado la orden de que ofrecieran ayuda médica al voluntariado.

-Tranquila, no es tu culpa. Nosotros nos encargaremos de dar con los culpables- La líder del distrito dieciocho intentó sacar un poco de peso de los hombros de la pobre mujer, después de todo el desafortunado suceso anterior no estaba en sus planes y por supuesto, no se habían preparado para ello.

El lugar quedó desolado dejando solo la evidencia de lo que había ocurrido, los escombros de un viejo edificio que narraba por sí solo su propia historia. Chizuru caminó hacia el borde de la acera para extender la mano y hacerle la señal a un taxi que se aproximaba a baja velocidad. El automóvil se detuvo y el conductor alzó las cejas esperando una indicación, la chica sacó un billete de su saco y se lo facilitó al chofer -somos cinco, vamos al distrito dieciocho.- le informó y antes de subir al asiento del copiloto, se aseguró de que su equipo estaba escuchándola.



Los ánimos no bajaron cuando se adentraron a la oficina del equipo de acción, el área administrativa y el equipo de información ya se había retirado, el lugar se encontraba totalmente vacío exceptuándolos a ellos y a uno que otro vago que había dejado el trabajo para el final.  

-Chicos, pueden retirarse si así lo desean, yo me encargaré del papeleo.- Afirmó Chizuru levantando el pulgar y mostrando una cálida sonrisa que ocultaba bastante bien su fatiga.

-Estaré buscando archivos y escribiendo datos que seguro nos serán inútiles después, un desperdicio de tiempo pero bueno, es parte de mi función. Si deciden quedarse estaré en la oficina en la que suelen encontrarme ¿Lo saben? Si me necesitan solo llámenme.- sugirió para retirarse y encerrarse en el pequeño y desordenado cuarto al que ella gustaba llamar "espacio de trabajo".

La pelinegra observó con detenimiento un par de cajas catalogadas como "Archivos de población 2052", a pesar de tener todo minuciosamente registrado en el sistema de información en las computadoras, mantenían ese archivo rústico y poco ortodoxo que carecía de organización, nadie en el equipo de acción se dignaba a tocarlo, a ella misma le daba pereza pensar en buscar un nombre en específico en una lista alfabética de toda la población de Gakuen Toshi.


Suspiró y se sentó en su escritorio pensando en qué sería lo primero que investigaría. Inició el ordenador y tomó una pluma que estaba recargándose en el teclado para escribir en su pequeña libreta lo que daría inicio a su búsqueda.


Ann...

Tecleó en la base de datos el nombre de la criminal que en el mejor de los casos le llevaría a nuevos descubrimientos, o al menos le daría información más detallada sobre ella. Al apretar la tecla ENTER se desplegó una lista con una exagerada cantidad de personas que compartían el mismo nombre.

Chizu se golpeó la frente con la palma de la mano, acción que de alguna manera le refrescó la memoria (?) y rápidamente agregó "MELTDOWNER" al campo de búsqueda, la cantidad de gente registrada disminuyó considerablemente.

Aún así, le esperaba una larga noche.







Después de abrir cada perfil individualmente hasta abarcar todos los resultados que el sistema de información le arrojó, llegó a la conclusión irrefutable de que...



La agotada líder se sobó las sienes en un desesperado intento por mantener la compostura, había perdido horas de su preciado tiempo buscando por el nombre incorrecto, ahora tenía que reiniciar su indagación solo con el filtro "MELTDOWNER"... Desde cero. Definitivamente ese no era su campo de trabajo, tenía que pedirle ayuda a Orochi después.

Chizuru dejó salir un largo y sonoro bostezo que se cortó gracias al ensordecedor estruendo que causó la puerta al ser abierta con furor. La chica se llevó una mano al pecho debido al susto que le supuso dicha acción, era muy tarde y no sabía si quiera si estaba sola en el edificio (Si olvidábamos que Airin residía ahí.)

¡No era sano entrar así a las habitaciones!

- ¡Discúlpeme Ryuzaki-san!... ¡Traigo noticias! ¡Noticias horribles! - Chizu arqueó las cejas con preocupación, no era el mejor momento para recibir "Noticias horribles"

- En Gakuen Toshi no se habla de otra cosa. Se han encontrado unos cadáveres en uno de los distritos, cerca del río. [...] Tenemos dos testigos... ¿Cree que necesitará ayuda con todo esto? Estaban realmente asustados, se encuentran abajo. Dicen que sucedió hace un par de horas. -

Chizuru abrió la boca esperando que saliera alguna orden pero se había quedado en shock, no sabía como reaccionar a tan impactante noticia, la había tomado por sorpresa. El recluta dejó un montón de papeles en el ya de por sí bastante saturado escritorio de Ryuzaki y prosiguió con su discurso.

- Esto también ha llegado a oídos de otras personas, me temo. Eh... eh... me he tomado la molestia de avisar a la level 5. No, no, a Marina no. Se trata de la señorita Nagase. Parece que tiene interés en verla.-

¡Tiempo! ¡Tiempo!

el sujeto siguió moviendo papeles de aquí a allá y terminó por hacer un desastre y mezclar los papeles que Chizu había ordenado previamente, hizo un patético intento por arreglarlo y se disculpó apenado - ¡Ay! ¡Ryuzaki-san, lo siento tanto! Eh... eh... sí, llegará pasado mañana. Lo habitual, creo.Ya sabe cómo es ella. Son amigas, ¿verdad? -

-Si...- la aún atónita líder ayudó al joven que profanó la paz de su oficina a levantar los papeles que había tirado con sus torpes movimientos.

-Entonces... ¿cuántos miembros de Judgement estarán mañana en el distrito 8? Creo que han solicitado unos cuántos para una... eh... conferencia religiosa. ¿Hellen's Church? [...]-

-¿Conferencia?- Chizu desvío la mirada del papel que había levantado y la clavó en el hombre que no había parado de hablar desde el momento en que cruzó la puerta.

-Nadie me informó de ninguna conferencia, mi equipo estará ocupado mañana aquí, en la oficina - puso las hojas en el escritorio y talló sus ojos levantándose un poco las gafas.

-¿Hay algo más en lo que pueda ayudar? -

-Solo... Solo apunta los datos de los testigos abajo y pídeles un taxi para que se vayan a casa. Tu deberías hacer lo mismo. -

Una segunda chica que aparentemente se había quedado a terminar el excedente de trabajo entró con tazas de café para los presentes ¿Quién había decidido quedarse? Fuese quien fuese, tenía que retirarse ya.

-Chicos, es todo por hoy, voy a cerrar - se dirigió a las escaleras palpando su frente, tanto su fallida investigación como la ola de tragedias que le habían llegado en un instante hicieron que un punzante dolor de cabeza apareciera de un momento a otro.

¡Ni siquiera le había dado tiempo de investigar sobre marina! ¡O sobre la habilidad que había causado el diluvio!

No pudo ser un día mas estresante.


La mañana del día siguiente llegó con una sorpresiva rapidez, Ryuzaki arribó con entusiasmo a la oficina desde las ocho puesto que ese día no era laboral, a pesar de ser fin de semana, los institutos que daban clase los sábados cancelaron toda actividad programada, aparentemente lo habían dado libre para que la población entera pudiese asistir a esa conferencia que la iglesia había organizado.

Chizuru se había encargado de despertarse temprano para hornear un apetitoso pastel de chocolate especialmente para sus juramentos ♥ se lo merecían después de todo.

Dejo el postre en la mesita de café que se encontraba en el centro de la oficina del equipo de acción y se dirigió a la pizarra para escribir las actividades del día "4 DE DICIEMBRE", los chicos deberían verlas al llegar como era costumbre.

(A excepción de Airin que las vería apenas se diera cuenta que Chizu escribió en la pizarra)

Contra todo pronóstico, el rescate de la gente al interior del edificio fue mucho más simple de lo esperado. De alguna manera sus palabras habían logrado que la gente tomara consciencia de su situación y estuvieran dispuestos a cooperar.
Lo cual lo hizo sentirse muy extraño, algo intermedio a la incomodidad y la felicidad.
Y es que en general nunca nadie le hacía caso, o peor aún, ni siquiera lo notaban. Que de pronto una multitud estuviera siguiendo sus instrucciones era algo casi aterrador, aunque lindo al fin y al cabo.
Además, exceptuando el hecho de que un tipo extraño empujó a un chico sin razón alguna para luego irse solo y que aquello estuvo a punto de provocar caos colectivo, todo había marchado perfectamente, como en el sueño de cualquier rescatista (?).
Ambos chicos esperaron a que todos salieran para luego seguirlos, como una forma de evitar que alguien se quedara atrás -Creo que está todo en orden- Le murmuró a su compañero segundos antes de que su líder los contactara por el comunicador. Al parecer habían terminado justo a tiempo.
El chico salió junto a Orochi para encontrarse con un extraño y refrescante panorama
¿Estaba lloviendo?
Pues claro que sí, es solo que no era una lluvia común, era una lluvia ¿Furiosa? ¿Desesperada?
En fin, no sabía si había sido un golpe de suerte u obra de algún chiquillo que quería ayudar. Lo importante es que había funcionado.
Después de un día agotador, el trabajo de Judgement había finalizado.
Antes de volver al distrito 18, un equipo médico vino a brindar ayuda a los heridos, entre los cuales se encontraba Daigo como un “herido no tan herido”. Tenía una quemadura en el brazo.
No era muy grave por lo que con un par de curaciones y una venda ya estaba todo bien. Solo había que darle tiempo a su capacidad de cicatrización para que estuviera como nuevo (?).
Minutos más tarde su líder ya había conseguido un taxi con destino a su segundo hogar en el distrito 18, la oficina. 

-Chicos, pueden retirarse si así lo desean, yo me encargaré del papeleo.-

Aunque dejar a Chizuru sola no era una idea que realmente le agradara, su cuerpo estaba lo suficientemente cansado como para querer irse a casa lo más rápido posible.
-Lo siento Chizu, me gustaría quedarme pero estoy muerto- Dijo para luego hacer un gesto de despedida -Nos vemos mañana, chicos- Finalizó con una sonrisa y se marchó.


A la mañana siguiente, de manera casi milagrosa, Daigo se despertó temprano, fresco como una lechuga (?). Había sido sin duda uno de los sueños más reparadores de su vida. Al levantarse, lo primero que hizo fue dirigirse hacia la ducha porque apestaba... apestaba a muchas cosas. De hecho nunca había apestado así, era como un futbolista ahumado.
La que se suponía sería una agradable ducha terminó siendo un pequeño martirio gracias a la quemadura de su brazo, la cual no congeniaba con el agua caliente. Pero la ducha era necesaria y el agua fría no era una opción para una mañana de invierno, así que a sacrificarse no más, si al fin y al cabo solo a él se le ocurre sacarse la chaqueta en un incendio.
Cuando hubo terminado ya no era tan temprano, de hecho iba casi tarde.
Se vistió rápidamente y salió de su hogar, con el estómago dolorosamente vacío.
"Tengo tanta hambre que mi estómago se está digiriendo a sí mismo" Era el estúpido pensamiento que se paseaba por su cabeza mientras iba camino a la oficina de Judgement.
Al llegar, encontró a un Asuta muerto en el sofá y un mensaje en la pizarra.
"Consigan café y galletas" -...- "¡Hay postre!" Miró a Asuta y salió del lugar sin decirle nada. Ese chico si que debía estar molido.

Se dirigió a su lugar predilecto y compró MUCHAS galletas y un tarro de café. Hubiera llevado cinco cafés de máquina sino fuera porque no es un pulpo.
Cuando hubo llegado nuevamente, dejó todas las cosas en la mesa de centro y sacó algunas galletas para desayunar improvisadamente, sin los demás. Todo un malote.
Luego de evitar la autofagia de su estómago, se dignó a saludar a su líder
-¡Buenos días, Chizu!- Le dedicó una radiante sonrisa y luego se fue a sentar a su silla de siempre.


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Off: Bueno, Dai no saludo a Chizu al llegar porque mi mentecilla pensó que no estaba en la... como salita de entrada (?) y luego me dio paja editar a poner el saludo al principio, asi que pico (8 ahdjkaskj se que habían mas weas que debía aclarar pero oops se me olvidaron. Tampoco se si Ai estaba visible (?) en ese momento asi que no la saludé ):
Sorry por cualquier dislexia habida y por haber tengo paja y se me pega el foro halp ):

El quejido sordo de la puerta al abrirse, tan pacífico comparado con el brutal golpe con la que se cerraba (obviamente causa de una patada que no quería ser brusca por más que siempre lo hacía) y que lo sucedía a diario era la característica forma de presentarse de Orochi al trabajo. Todos sabían quién había llegado sin tener que alzar  la cabeza y antes de que el saludo matutino se los indicara.

— Buenas —gruñó el pelinegro a su celular mientras entraba en la sala y sólo levantó la mirada una vez que el aparato yaciera de nuevo en el morral que cargaba, lejos de sus rápidos dedos. Un bufido burlón escapó de su boca ante la imagen del chico nuevo despatarrado y desvanecido sobre el sofá como si no hubiera conciliado el sueño por más de tres días.

Mas no lo culpaba. El predicamento pasado hubiera dejado molido a cualquiera y Hasegawa en especial había cumplido con más de su parte de las tareas. Tenía derecho a unos minutos extras de sueño. Aquel viernes había tenido demasiados giros indeseados para el gusto de Riki. El alboroto en la feria, de la mano con el incendio y la caótica evacuación... la quemadura de Daigo... "Dai" Le sorprendió encontrar que, vaya, el tardío chico había llegado antes que él para recibirlo. Su imagen excéntrica, peleando por no hacer obvia la cantidad de galletas que pretendía esconder entre su ropa sentado en su sitio de siempre le arrancó una pequeña sonrisa de alivio. Un día en el que no tenía que esperarlo para conversar era más raro que la aparición de un nuevo level 5.


Caminó detrás de la silla de Dai y le arrebató furtivamente una de sus galletitas, llevándosela a la boca antes de que tuviera tiempo de reclamar mientras palmeaba su hombro con la otra mano— Hey, herido de guerra —saludó aún con algo de comida en la boca. Tragó en lo que caminaba a su propio lugarcito en la oficina y arrojaba sus cosas allí. Estaba cerca de su amigo, no le preocupó acabar allí nomás la charla pero se aseguró de quedarse un poquito más cerca del peliazul que de costumbre— ¿...Cómo está tu brazo?

Contra el deseo de quedarse y asistir un rato a Chizuru, Orochi había abandonado el cuartel detrás de Daigo la noche anterior para ofrecerse a acompañarlo a casa y asegurarse de que el idiota no se estaba muriendo en secreto. Lo hubiera invitado a tomar algo de no ser porque ambos estaban demasiado agotados incluso para beber y uno de ellos andaba vendado. Eventualmente harían tiempo para salir de joda, pero el asunto de la quemadura —dejando de lado cuan tonta y leve era— resultaba más importante ahora para el muchacho.


— No queremos bajas, nos retrasan —bromeó más tarde, para aliviar la situación y por fin quitarle el ojo de encima al chico. Tenía una computadora que encender y una pizarra con su nombre en letras grandes escrito de la cual hasta ahora no se había percatado. "¿La meltdowner, eh?" la silueta de la loca mujer ocupó su cabeza por unos segundos, el tiempo que le tomó levantarse y caminar casi a zancadas hacia su líder en lo que la notebook se alistaba.

— Ryuu-kun —murmuró, llamándo su atención como si se tratara de algo clandestino lo que discutían. Por si no había quedado claro que lo sentía, se disculpó una vez más antes de ir al punto—. Perdón por ayer, en verdad me hubiera gustado quedarme y echarte una mano... —cabe aclarar que Chizuru no tenía idea de la verdadera razón por que que Orochi había abandonado la oficina. Pero vamos, un par de mentiras no le hacen mal a nadie.

— ¿Conseguiste tú algo sobre la Meltdowner? —claro que podía trabajar desde cero, pero preguntar por una base de empiezo nunca estaba de más.


¡Qué diablos, por cierto! ¿Por qué era el único con una tarea real en el pizarrón?

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— Ten cuidado de no perderlo, pues.

Observó la silueta de Elijah perderse en la penumbra del túnel sin mover un solo dedo al respecto. Ya no había motivo por el que seguirlo, el joven mago les había guiado exactamente a lo que estaban buscando y qué mejor evidencia que lo que a sus pies pudriéndose yacía.

Por primera vez en un buen rato deshizo en un suspiro la burlona sonrisa de sus labios mirando el cadáver por un par de minutos más antes de correr el rostro sin vida del camino de sus ojos con expresión grave y un poco más de fuerza que la necesitada. Aquel no era uno de los suyos, pero hubiera mentido al decir que no lo conocía. En la profesión se conocen entre ellos y —aunque sin respeto alguno por el sujeto— una cosa tenía en claro: allí estaban matando magos, y alguien tenía que pagar.

— Vámonos, Cordelia. Antes de que se nos pegue el hedor a muerte.


Había noticias de vuelta en la base de Divina Virtute. Varios de los grupos de investigación que había ordenado horas atrás ya se encontraban presentes una vez más en el edificio, y aquellos que no ya estarían llegando. Mas la masiva ausencia jamás impedía el avance del tiempo, y por ende tampoco los reportes al final del día.

Un pequeño silencio se alzó en el salón principal con la llegada de Irimë y Cordelia a su lado, miradas expectantes tornándose hacia él que el joven mago simplemente dejó a un lado con un suave gesto y una sonrisa. Los hallazgos se discutirían más tarde. Buen trabajo a todos. Déjenlo instalarse primero.

Despachó a Delia prometiendo estar para ella así como para el resto en lo que necesitara y se encaminó por los largos pasillos hacia su enorme salón del trono. El eco de los tacones de sus zapatos sobre la cerámica del suelo y el profundo quejido del portón al abrirlo de alguna manera lo reconfortaban. Los sonidos de su hogar.

— Siempre a tiempo.

Un prolijo sobre que reconoció al instante reposaba en el asiento de su rojo trono. Se acercó a tomarlo pero no se sentó a ocupar su lugar, sino que siguió camino hasta una de las puertas al fondo del salón; a la derecha, para ser más específico. Jugueteó unos segundos con la textura del satinado símbolo de Divina Virtute que siempre sellaba estas cartas en la profesión y confidencialidad, pasando delicadamente su índice por sobre el mismo hasta que se decidió a abrirlo con cuidado de no dañarlo a mitad de camino (era un hábito de él procurar no romper en dos el símbolo) y, mientras con las uñas de una mano se ocupaba de aquello, la otra tanteó la madera tallada de la puerta buscando el picaporte.




La modestia no era uno de los fuertes de Irimë, y el extravagante mundo alterno que existía cruzando el umbral a su habitación era prueba de aquello (por si llegaba uno a necesitar más). Pergaminos, libros, elíxires, plantas, objetos mágicos de todo color y tamaño llenaban el cuarto de pies a cabeza convirtiéndolo en un laberíntico almacén de las más preciosas cosas. Uno incluso pensaría que las paredes se extendían más de la cuenta, convirtiendo el sitio en uno casi tan grande como la sala del trono. Era dificultoso caminar a ojos ciegos sin correr el peligro de arruinar algo, pero el rubio líder avanzaba con decisión y calma conociendo cada centímetro del lugar. Con su mano libre desabrochó el saco que usaba de capa y lo colgó vago en un perchero viejo que apenas se notaba entre el ordenado desorden. Actoseguido ubicó una pequeña silla y la acomodó frente a la chimenea. Un fuego eterno crepitaba dentro, calentando la habitación y delatando su supernatural origen en el hecho de que ningún humo se despedía de éste. Echó su peso sobre el asiento y, por fin, se dedicó a leer.


Los reportes solían llegar en las últimas horas del día con las noticias que aparecerían en los periódicos a la mañana e info relevante para la organización. Divina Virtute estaba más entrometida dentro de Gakuen Toshi de lo que uno hubiera pensado, sus espías logrando interferir incluso con los medios de prensa. Pues bien, el primer informe no contenía nada nuevo para Irimë. Echó una ojeada a cómo serían presentados los sucesos del subterráneo, asegurándose de las repercusiones que podría tener en ellos y pensó un instante en Elijah y su mascota. Hellen's Church corría peligro si el asunto se indagaba más profundo, la clandestinidad de Divina Virtute la mantenía en secreto por ahora. Sonrió. Hoy había sido un día útil.

Y hablando de iglesias, parecería que sus queridos amigos de Hellen estaban encabezando una fiesta sin invitarlos. Los ojos de Irimë brillaron en expectativa e interés, leyendo atento el listado de asistencia. Esto era importante. Debían de estar presentes.


¿Pero, cómo? Después de los acontecimientos de ese día la prioridad sería mantener a Divina Virtute fuera, Irimë no podría presentarse ni siquiera disfrazado sin correr el riesgo de que lo descubran. Y lo mismo para los miembros más antiguos. Había que ser cautelosos.


Así que dio el aviso. Kohaku Kyra y Apeldan Stan, se los requería en el salón del trono.



Lanzó la carta y su contenido a la chimenea, no se molestó en ver la información que ya había quedado grabada en su cabeza arder. Sin tomar su capa abandonó el cuarto trabando la puerta con un giro de más del picaporte y se alistó para recibir a los más nuevos miembros de Divina Virtute. Estuvieron allí en cuestión de minutos.

— ¡Kyra, Stan! —los recibió con brazos extendidos, ubicándose frente a ellos—. Sé que hoy ha sido un día agitado, pero tengo otro trabajo para ustedes. Mañana al mediodía se organizará una conferencia de la mano de Hellen's Church en el Distrito 8. Un nido de magos, probablemente el cebo perfecto para nuestra querida CAPSULE, y los necesito a ustedes allí para controlar lo que está pasando —prosiguió—. La iglesia está al tanto de las desapariciones de los magos, es probable que toquen el asunto, pero lo más importante es que estén alertas a cualquier movimiento extraño. Sean discretos, pero no escatimen en sus acciones.

Hizo una pequeña pausa antes de continuar, lo más importante ya estaba dicho.

— Necesitaré oír sus reportes más tarde.


Una vez que los dejó ir, la tarde transcurrió rápida y sin contratiempos. Una nueva reunión sirvió para poner a todos al día con los hallazgos de cada uno sobre las desapariciones, el de Cordelia e Irimë causando particular enojo dentro de las masas. Pasado el encuentro gran cantidad de miembros se marcharon a sus hogares, o a las habitaciones comunes en el subsuelo del castillo (subterráneo también). Así que era cierto lo que sospechaban, después de todo.

Pero ahora que tomaban acción, no estaban dispuestos a bajar los brazos.

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OFF: THERE WE GO. El gay de Orochi se está asomando y finalmente posteo con Irimë. Kyra y Stan, descansen esta noche luego del anuncio de Irimë y diríganse a la conferencia del Distrito 8.

Día libre por ahora para los que no he mencionado B)

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Off: no sabía hasta donde dejarlo, así que ahí lo dejé (?)
Éste será el Hannibal más relajado que encontrarán en todo el rol, quizá (?)

ACLARACIONES
En definitiva... Tanto Hanni como Cameron pueden elegir si seguir a Elijah arriba o quedarse abajo e interactuar con Danny. Y viceversa, claro está.
La trama se dividirá a continuación en dos partes de nuevo, los que vayan a encontrarse con Julys arriba en la azotea, y los que queden abajo en la conferencia. De igual modo el segundo grupo también puede subir (con Danny incluída). Se puede inventar cualquier otro detalle adicional que pueda aportar a la trama dentro de los límites establecidos 8)

CAUGHT IN THE FIRE, SAY OH:

Un pulsátil dolor de cabeza como resultado de unas sacudidas desconocidas hicieron aparición justo después de encontrarme rodeada de una espesa niebla. Tomando en cuenta que era lo único que mi vista podía alcanzar, no dejaba de preguntarme que hacia allí, el porqué este sitio era inmune a mis poderes y más aun, ¿Por qué no podía moverme de donde estaba parada?

Mi sentido del olfato percibió rápidamente la incineración de algunos árboles y, aun haciéndome las anteriores interrogantes, una nueva se formulo en mi cabeza: ¿En qué parte de este lugar hay vegetación y porque están intentando acabar con ella?  No sentía nada más que un calor abrasador que en vez de hacerme algún tipo de daño, hacia que mis signos vitales antes inestables debido al descontrol, volvieran a la normalidad.

Descontrol… ¡Exacto, Eso era la clave de todo esto! Este era el sitio al que iba cada vez que eso pasaba. Lo único que tendría que hacer es conectarme con las sensaciones de mi yo real para salir de aquí.

— Vamos, Akyra, no te permitas perder el control —. Una voz paralizo mis sentidos. ¿Robin…?

— ...Por favor, vuelve —. No te acerques... A este punto, encontrar la causante de las sacudidas fue fácil de percibir, pero aun así, si no despertaba pronto, esta rubia platinada sufriría las consecuencias de los posibles actos que cometería en caso de no despertar como yo misma. Tienes hagallas para estar haciendo esto, Soloviev.

Un sinfín de susurros llamándome fue lo siguiente que se escucho e hizo eco entre toda la densa niebla. Por alguna razón, la condensación de la misma estaba concentrándose cada vez mas alrededor de mi y los murmullos antes dichos con desesperación, aumentaban su rapidez. Tengo que despertar, maldición.

Percepciones Kyra… ¿Cuales son las impresiones que comunican tus sentidos? Las manos de Robin sobre mis hombros... El tenue olor a quemado… Unos latidos acelerados… Mi palma tocando la rocosa carretera… Mi nombre que recién dejó de ser emitido por causas desconocidas de mi parte...

Abrí mis ojos exaltadamente y empuje a Robin con una fuerza sobrehumana para alejarla de mí lo antes posible.

— ¿¡Se puede saber en que estabas pensando!? —. Mi respiración para el momento en que le grité se encontraba ausente, por lo que al tomar la primera bocanada de aire me vi obligada a toser unas cuantas veces para después permitirme nivelarla y tratar de calmarme un poco.

El estado de Robin no era el mejor de todos y sentía la culpa expandirse por mi pecho mientras mi conciencia me advertía que tenía que agradecer por el -demasiado arriesgado- acto que acababa de cometer. Suspire pesadamente y cuando pude pararme con una leve dificultad, me acerque a ella. Supervise que las quemaduras que le había causado no fueran tan graves y, por el bien de ambas, no llegaron a tal punto de serlo. Le tendí mi mano para luego decir:

— Escucha… No vuelvas a hacer eso en lo que te resta de existencia. Nunca sabes de qué manera puedo reaccionar o si soy yo la persona que despierta -. No esperaba que entendiera del todo mi ultima oración, por lo que cuando ambas nos encontrabamos de pie, le di la espalda y vislumbre mi mochila bajo un dispositivo de limpieza destrozado.

Al momento de tomarla, observe la poca cantidad de cenizas que quedaban de la chica que asesine, pensando que las demás se habían esfumado con el viento.

— Debemos regresar.

Comencé a caminar sin molestarme en esperarla. Era demasiado increíble todo esto.

El gruñido que emití al pensar aquello sonó mas como un puchero, haciéndome esto enojar mas.

Luego de hacer unas preguntas a algunos transeúntes y observar -por segunda vez- en qué lugar se fomento el desastre, me dispuse a irme completamente de ese lugar y para la próxima, empacar un repuesto de ropa.


Llegue a mi departamento para cuando recibí el aviso de que nuestro jefe nos había citado a mí y a un tal Apeldan Stan al salón del trono. Luego de hacerme un veloz cambio de ropa, salí disparada a la base secreta de Divina Virtute.

— ¡Kyra, Stan! — Hablo Irimë para cuando estuve acercándome a el y, aparte de mi, un chico pelinegro para nada fiable. — Sé que hoy ha sido un día agitado, pero tengo otro trabajo para ustedes. Mañana al mediodía se organizará una conferencia de la mano de Hellen's Church en el Distrito 8. Un nido de magos, probablemente el cebo perfecto para nuestra querida CAPSULE, y los necesito a ustedes allí para controlar lo que está pasando — Tiene que estar bromeando... ¿De la mano con los religiosos? Froté con mis dedos los tensos músculos de mis sienes al pensar en como sería una situación como esa e intente mantenerme pacifica al decirme a mi misma que todo lo que Irimë planeaba, siempre tenia un motivo válido. — La iglesia está al tanto de las desapariciones de los magos, es probable que toquen el asunto, pero lo más importante es que estén alertas a cualquier movimiento extraño. Sean discretos, pero no escatimen en sus acciones. — Pausó brevemente tras decir todo eso — Necesitaré oír sus reportes más tarde. — Si, necesitare investigar a cierta persona para preparar un reporte decente. Suspiré algo resignada por todo lo transcurrido en este día y me fui de allí sin dirigirle alguna otra mirada a mi nuevo compañero de misión.


Había despertado antes de que la alarma sonara de nuevo. Me limité a investigar con mas profundidad sobre Espers, descubriendo gracias a eso una nueva habilidad que poseíamos todos los magos sin darnos cuenta. ¿Como saber si alguien es Esper? Existe una capacidad que adquirimos ya después de estar un largo tiempo rodeado de los de nuestra especie. Esa misma, era una afinidad de suponer quien podía ser uno de nosotros o no, algo que estaba bastante ligado con la intuición y que, cuando esta aumentaba una creencia sobre otra persona, podrían haber muchas posibilidades de que esa suposición fuera cierta. He aquí entonces parte de la explicación del porque aquella chica me daba mala espina. Aunque si ese fuera el caso, igualmente se delató a los pocos segundos... No te enfoques en esto ahora, Akyra.

Me alisté antes de lo esperado para la conferencia. Mantenía mis manos en los bolsillos de mi gabardina escarlata afelpada, pensando en si este preciso color haría que recibiera miradas no requeridas de mi parte. Me encojí de hombros en caso de que eso llegara a ser así y me encamine directo al Distrito 8.

Justo a medio camino, el ambiente se tensó en cuanto me encontré con Stan. No tuve ningún interés en tener alguna conversación con el, por lo que el silencio perduró hasta que llegamos al sitio acordado. Mis ojos brillaban al recordar quienes serían nuestros acompañantes y ladeé una media sonrisa debido a ello. Esto sera divertido.

Mientras daba pequeños sorbos a mi café y entrecerraba los ojos, el humo calido me apasiguaba. Deje la jarra en la mesa, mientras con asombro miraba a keiko, mas incomoda que nadie.
Su cara lo rebelaba todo, esta no era su pecera (?) incluso los hombres la miraban como bicho raro, era de esperarse, esos vestidos que usaban… solo en Disney se conseguían.
Y como sino fuese lo bastante desentonada inquirio con una frase que se oyo en todo el lugar: “Ann... este lugar es una porquería”. La gente se detuvo en falso y nos quedo viendo en silencio por unos segundo prolongados. Para después volver a hablar mas natural.
Al cabo de una horas, que volaron como rayos, ya era muy tarde. Keiko se despidió igual de melosa que siempre y se fue sin mas. Sonrei en mis adentros, “la pequeña debía dormir sus horas”. Bueno, asi debía ser.
Por mi parte me quede hasta que cerraron el lugar (como era costumbre) y me fui hacia el centro. Cruce algunos puentes y por fin llegue a lo que medianamente podia llamar hogar. Una plaza grande con una edificación en rotonda con algunos departamentos. Grande he iluminado, ya era lo bastante tarde, asi que no había tantas personas como en el dia. Entre por una de las grandes puertas marrones y subi un par de escaleras. Habri las puertas y camine hacia mi habitación, otro dia mas divina virtute. Otro dia mas en que te dejo vivir.
Me valancee y cai en falso en la cama, donde junto a ella, yacia en una mesa un portarretrato.
Aquella mujer de la foto, no era mi madre, nisiquiera por sus venas corria mi sangre… pero fue la única persona que realmente… lo entendia.
Era de las pocas Meltdowner que existían en Gakuen Toshi, por lo tanto de las mas peligrosas. La gente no tenia idea, de que si quisiera, la mataria en segudos… pero aquello no tendría sentido, sino hubiera un propósito.
Las luces de las calles empezaron a apagarse, debía descansar ahora…

Al siguiente dia…

Me desperté a las aproximadas 6 de la mañana.
Con mirada de rabia, ojeras y deliñados cabellos, me había despertado en falso… no podia dormir. Tenia que ser una broma.
Tome una chaqueta de cuero y mis botas. Fui hacia la entrada y visualice la moto mas próxima. Donde un joven se disponía a arrancar, sin pensar que YO aparecería tras el.
-Llévame a donde YO te diga AHORA.-  sonrei lo mas aterradoramente posible. No estaba de humor.
-¡P-ppperoooo quien eres Tuuuuuu?! ¡ JUDGME--- intento reaccionar a la defensiva, pero pare su chousito cuando destrui uno de sus espejos retrovisores con un rayo Meltdowner. -Me llevaras y seras muy feliz.-  el muchacho entre tartamudeos acepto el trato.
Condujo hasta un lugar poco comprometedor para capsule, y me vaje de un salto tirándome al vacio sin mas, el chico siguió conduciendo aun con el asombro.
Yo me aleje entre el humo y despues de algunos pasos de seguridad llegue a las instalaciones de capsule. Me abri el paso entre los encapuchados científicos y entre a una de las cámaras de practica que adecuaron para sobrellevar mis ataques.
Al cabo de algunas horas termine exhausta. Sali de la cámara y tome una toalla para secarme el sudor. Era hora de la reunión.
Todo fue puro bla bla, hasta que sin mas marina solto la palabra que mas odiaba en la vida… “magos”.
Era una momento cumbre, para exterminar magos. Pero NO! Debíamos infiltrarnos por una tontería de listado. Sin embargo si teníamos la suerte de encontrarnos con el tipo ese líder de la iglesia, tal vez… me las arreglaría para darle “una sorpresa”.
También nos presento a un rubio. El “Copycat”, se veía un inútil, pero por algo tenia tal aparato. Al final, keiko termino con una pregunta que nos estremeció a todos. “yuka”. Habia rumores desde ayer pero… -A mi también me interesa saber sobre ella.-  me cruce de brazos esperando palabras de marina.

Off: perdon la demora ni cuenta de la actu~

El joven chico rubio mantuvo se mantuvo cabizbajo evitando cualquier tipo de contacto social hasta que su líder se presentara y decidiera que ya había sido suficiente diversión para un día.

¿Cuanto más iba a tardar? ¡se sentía enfadado! y lo peor es que no tenía idea de por qué. Takauji tembló al sorprenderse cuando un impacto no muy delicado tocó uno de sus hombros.

– KittyCat! ¿Estás bien? Te vi caer junto a las plantas del edificio…

¡Era ella, Marina! Decidió regresar por él a final de cuentas, no es que el inocente muchacho lo hubiese dudado un solo segundo, después de todo Marina era su jefa, confidente ¡Su amiga! Levantó ambas cejas y sacudió los hombros mientras mantenía una mirada recia, no se había hecho más que un raspón o dos... O tres o cuatro ¿Qué mas daba?

La Electromaster se abrió paso hasta la preocupada líder del distrito 18 que se encontraba con sus compañeros de equipo, parecía ocupada pero ¡Hey! estaban hablando de Marina, esa chica nunca tomaba en cuenta la situación ajena, en su jerarquía ella siempre era primero.

- En fin, hora de irse. Chizuru, si hay algo en lo que pueda ayudar, ya sabes dónde encontrarme. See you  —

La poderosa nivel 5 de Gakuen recitó con total naturalidad un discurso que se escuchaba más que convincente y dejó en claro que esa no sería la última vez que se verían, la pelinegra de anteojos seguramente seguiría trabajando bastante arduo por encontrar respuestas y era responsabilidad de Marina deslindarse de todo problema.

El chico hizo una insignificante reverencia a los miembros de Judgment para despedirse con educación, siendo ésta interrumpida por el repentino jalón que Marina le propinó cuando se dio cuenta que su refinado vehículo había arribado a escena ¡Era hora de irse!

Takkun se acomodó en el asiento trasero y meneó su cabello como lo haría un Golden retriever, sacudiéndose el agua que lo había empapado en un segundo, mientras tanto escuchó las quejas de la glamourosa chica que, aparentemente no estaba acostumbrada a ese tipo de situaciones tan poco elegantes.

– Yo iré a mi casa, tengo cosas que hacer, y ya es muy tarde. Mañana comenzaremos a investigar así que más vale que estés preparado. Byebye -

-Descansa Marina ¡Chao!- se despidió levantando la mano y ondeandola mientras el auto desaparecía a la distancia. Takkun se encontraba herido y agotado, seguramente solicitarían de su presencia muy temprano como era costumbre, lo más inteligente sería descansar.


Eran aproximadamente las 9:30AM cuando un par de científicos entraron a la cámara donde se encontraba Takauji y empezaron a toquetear el "Copycat" antes de que el chico pudiese ponérselo encima.

¿Lo estaban ajustando otra vez? ¡Demonios! Suspiró ante la posibilidad de tener que usarlo en una situación riesgosa de nuevo ¡No se sentía preparado!

Cuando el rubio procedió a colocarse el pesado equipamiento metálico que se hacía llamar "Copycat" el científico que lo visitaba con más frecuencia le hizo una seña con la mano, indicándole que se apresurara, el trabajador apuntaba hacia la sala de conferencias donde seguramente había algún tipo de reunión de la cual no se había enterado por distraído, solía pasar. Takauji se apresuró y empujó la puerta con fuerza, en efecto, había unas cuantas personas escuchando con atención a Marina.


-¿Q-qué? - Súbitamente toda la atención de la sala se dirigió a él y lo hizo sentir un pesado escalofrío recorrer su espina dorsal, no se sentía bienvenido. La chica continuó dialogando sobre el funcionamiento y las investigaciones, cosas técnicas y parloteo, parloteo, blah blah. Cuando la explicación sobre el proyecto terminó, la Electromaster puso ambas manos en los hombros del bastante confundido chico y le dijo (de manera sospechosamente sugestiva) que le acompañase a quién sabe donde.

Takkun tragó saliva de manera áspera cuando sintió las filosas miradas de algunos presentes ¡¿Q-qué había hecho mal?!

A todo eso, el equipo de captura preguntó que había pasado con esa integrante que desde el día anterior no aparecía ¿Yuka? ¡Cierto! ¿Cómo haría Marina para darles la noticia de una manera... Sutil?




Chizuru se sentó en su ya bastante habituada silla en la "sala de espera" que daba frente a la puerta de entrada abierta y que encaraba la escalera, si corría con algo de suerte, sus amigos subirían por ellas en cuestión de nada.

Mientras esperaba hojeó con detenimiento las pocas notas que alcanzó a realizar el día anterior intentando convencerse a sí misma que no eran del todo inútiles. No pasaron más de cinco minutos cuando Asuta entró con pesadez dando pasos flojos y desplomándose en el sofá apenas tuvo la oportunidad, parecía no tener energía para vivir. (?)

-¿Asuta?- Chizu se levantó dejando el cuaderno en la mesa para café y le puso una mano en la frente a su compañero con la intención de comprobar su temperatura -No tenías por qué presentarte si te encontrabas mal- A pesar de que no parecía tener fiebre la fatiga era evidente, la pelinegra no pudo hacer más que apapacharle un poco y cruzarse de brazos para dejarle descansar por el momento. Observó su reloj y exhaló con exageración ¿Llegaran tarde otra vez?

Ni hablar, solo por ese día lo dejaría pasar sin darles el ya bastante agobiante Chizusermón, se lo merecían después de todo. La chica se puso a investigar un poco más en la base de datos digital que se encontraba en su oficina, se distrajo tanto que no se dio cuenta cuando alguien llegó... y se fue... y volvió a llegar. (?)

-¡Buenos días, Chizu!- Se trataba de Daicchin, su presencia casi siempre suponía la llegada de su íntimo compañero de travesuras, Orocchin. La líder del distrito salió de su oficina y cerró la puerta detrás de ella para encontrarse con el recién llegado y... Asuta que parecía haber conciliado el sueño, daba algo de envidia verle tan cómodo.

-Buenos días - lo saludó y le regresó la sonrisa con calidez.

— Buenas — Acorde a la predicción de Chizuru, el miembro restante del equipo arribó al instante haciendo su ya característica entrada despreocupada. La chica se sentó en la silla que había ocupado con anterioridad y cruzó una pierna dándoles algo de tiempo para charlar entre sí.

— Ryuu-kun — Llamó su atención el susurro (algo perturbador) de Orocchin y alzó las cejas esperando la cuestión de su compañero.

—. Perdón por ayer, en verdad me hubiera gustado quedarme y echarte una mano... —

-No hay problema, no se perdieron de nada, tu sabes... Papeles por todos lados y ese tipo de cosas tediosas de las que me puedo encargar sola. - Una mentira blanca, esa noche pasaron tantas cosas que terminó siendo lo idóneo que todos decidieran retirarse.

— ¿Conseguiste tú algo sobre la Meltdowner? —

-Oh, veamos. - echó un vistazo a la habitación hasta que ubicó la libreta que dejó en la mesa donde se encontraban los aperitivos y se acercó a la misma para poder alzarla y pasar algunas páginas buscando la información que le servía -Hmm, muy poco - se encogió de hombros -Se me da bastante mal la búsqueda de data- rió avergonzada de sí misma y afinó la garganta para leer en voz alta lo que había conseguido -Bueno, sabemos su habilidad, hay una cantidad realmente limitada de meltdowners en Gakuen, sin embargo igual tomaría tiempo visitarlas a todas una por una. - pasó de página -La chica se presentó como Ann, el cual es un nombre falso - cerró la el cuaderno con brusquedad -Lloré internamente por horas cuando me di cuenta- suspiró y dirigió la mirada al chico para concluir dándole los datos que sabía de memoria -por lógica podemos deducir que trabaja para una organización clandestina y que su propósito era ser una distracción mientras algo más grande se llevaba a cabo en otro sitio, obviamente puedo estar equivocada. Lo dejo en tus manos Orocchin. -

Chizu observó como Airin se incorporaba al grupo, era común que se retrasara un poco ya que a pesar de dormir en la oficina, siempre se tomaba su tiempo para meditar y ese tipo de cosas que requerían las habilidades psíquicas. La peliblanca se acercó a ella y se sentó a su lado, extendiéndole un pequeño peine negro que solía utilizar para desenredar su larga cabellera, seguramente sugiriendo que la peinase. Obviamente Chizuru accedió de inmediato, se levantó y colocó detrás de la Rapport para empezar a cepillarla con delicadeza.

-¿Si conoce que tengo empatía verdad? [...] -

sonrió mientras dejaba el peine a un lado y separaba tres mechones con agilidad usando sólo las manos, dejó un poco de cabello suelto para que luciera su longitud.

[...] "¿Supongo que en niveles más altos el Rapport hará cosas distintas? ¿¿O al menos pueda graduar el 'volumen' de mi 'voz'??-

-Lamento no poder responder a eso Aicchin, tu habilidad es única, no sabemos casi nada sobre los Gemstones.-

"Pero mientras tanto, trato de concentrarme para escuchar al resto. Eso no fue necesario hacer con Miss Marina."

¡Marina! La conversación llegó a un punto clave que sería mejor escuchar con atención, la poderosa Electromaster era uno de los tópicos más importantes a tocar ese día, no descansaría hasta obtener una respuesta decente con respecto a esa mujer.

"Con ella... es como si su 'voz' se rechazara al cambio... ¿Tal vez sea por su personalidad? ¿O alguna habilidad?"

Chizu terminó de trenzar la pequeña porción de cabello que tenía en sus manos y la dejó caer por sobre el pelo suelto que recorría con facilidad la espalda de Airin en su totalidad, luego, llevó un dedo a su mentón. -Marina es una electromaster nivel cinco, seguramente puede dispersar las Ondas AIM a su gusto y lo más probable es que ni tú, ni yo, ni nadie pueda atravesar su barrera electromagnética, después de todo casi el 100% de los Espers funcionan a base de AIM. - guardó silencio un momento tratando de poner las ideas en orden mientras intentaba mantener en su lugar el peinado de Airin.





"También, estuve investigando un poco [...]"

Chizu sacudió un poco la cabeza para volver a la conversación, escuchó con atención cómo Airin se había molestado en continuar la investigación que ella había dejado "onhold" y rió por lo bajo ante el evidente sobre esfuerzo de la chica, era adorable. la Seitokaichou se sentó a su lado cuando terminó por completo con el cabello de la peliblanca y ladeó la cabeza cuando la charla rozó lo inimaginable.

"¡¿... un mago?!"

La líder se llevó una mano al pecho intentando canalizar la emoción que inconscientemente se le había contagiado ¿Tanto le alegraba la idea de un mago a Ai? No obstante, la felicidad se convirtió  en decepción cuando Airin sacó a relucir su segunda teoría, la cual era la más lógica si se ponían a pensar que en Gakuen Toshi no se permitía la estadía de los susodichos "magos" puesto que éstos se negaban a tomar el System scan.

"Aunque un mago... ¡No hay que descartar esa opción!"

-De hecho es una opción viable- La pelinegra sonrió y levantó el dedo índice dándole entrada a su explicación. -Un diluvio no es algo que un Esper normal inferior a nivel cuatro pueda hacer, podemos considerar que no era una habilidad basada en AIM por el simple hecho de que Marina se mojó, siendo que puede dispersar las ondas. - se acomodó las gafas con el mismo dedo índice que mantenía en posición -No le tengo mucha fe a la existencia de los... "magos"- rió -son solo habilidades que aún no llegamos a comprender.- finalizó y se puso de pie para que le fuese más fácil alcanzar el tarro de café que Daigo había llevado.

-Voy a preparar el café, tenemos que discutir esto entre los cinco y va a ser el "Caso del distrito 18", nadie nos escuchará cuando les contemos nuestra loca teoría mágica. - intentó que todos los presentes pudiesen escucharla mientras hacía un arduo esfuerzo por abrir el tarro.

-Por cierto, quedaste super linda.- observó de reojo a la chica que ella misma había peinado, le sorprendía su increíble talento para ese tipo de cosas.

Mi cuerpo comenzaba a reaccionar mientras a lo lejos escuchaba voces, no se cuanto tiempo habre dormido pero mi mente oscilaba de forma absurda, casi como acto-reflejo me levante con un rostro dormilon que daba entender mi fatiga excesiva y por otro descuido y molestia de mi cabello termine quitandome la liga que lo mantenia en coleta haciendo que ahora pareciera mujer al 100%, mientras comenzaba a recordar donde me encontraba mi rostro... bueno... creo que un bostezo no ayudo mucho hasta que mi mente recobro sus 5 sentidos...

-Are...- casi al instante me sonroje

No sabia ni donde meterme, por que no podia simular que seguia dormido, si se preguntan de por que...

Salude a todos mientras bostezaba por reflejo mientras me desarraglaba el cabello, pero no se como me veian los demas ya que aun con toda la verguenza tuve que atender al hambre que me molestaba asi que rojito y con cabello suelto comi galletas y unos cuantos aperitivos...

Sin darme cuenta escuchaba un extraño sonido al fondo de todo, como si algo molestara mi oido, sin prestarle mucha atencion pense que fuese debido a que recien me levantaba, aunque ahora tendria problemas por mi apariencia, como pude me arregle con los dedos el cabello aun dejandolo suelto mientras suspiraba y no se alejaba el color rojito de mis mejillas

-Y que tenemos para hoy Ryuzaki-san. - dije mientras terminaba de "arreglarme"

Aunque sabia que habia que indagar sobre los sucesos pasados y me intrigaba saber como acabo "realmente" aquello queria cambiar un poco lo que molestaba mi mente al menos por un rato y saber que tenia planeado Ryuzaki para nosotros hoy, ademas de las tareas matutinas...

Stan:

El recorrido fue algo largo,  pero Stan no dejaba de pensar en la cantidad de gente que abría seria un verdadero fastidio, al igual de magos y lo que podía suponer carne fresca para los de capsule, Si el líder ha de enviarlo, es porque se puede esperar algo en aquella reunión. Saco sus lentes para sol y se los coloco, le molestaba que la gente lo estuviera observando, miro de reojo a su acompañante,y vio en ella un resplandor, le dio una ligera curiosidad por saber el motivo tal vez un posible encuentro de colegas, a pesar que aguafiestas de la iglesia no les cayera bien, no se podia excluir la habilidad
magica que tenian. 

El lugar era concurrido y la conferencia empezó con una larga charla del viejo, Stan miro todo a su al redor, rodeando con su vista el perímetro de la zona, miro con curiosidad las cámaras que se encontraban,el discurso de aquel viejo no le importaba mucho, pero  que  seria de la ciudad con las decisiones de la iglesia.
Para stan los objetivos de la iglesia no estaban claras, no se podía  confiar en unos santurrones o ¿se podría?.

Llego la hora de un descanso de pues de tantas palabras, hasta ahora él permaneció al lado de su compañera, pero no era tan oportuno  estarlo, ya que él no tenia muy buena pinta, podrían sospechar de él si es que algo ocurriera, así que lo mas conveniente seria la separación, no sin antes claro estar prevenido y seguro de una posible comunicación con esta; su puso que algo como esto sucedería, asi que había traído consigo una especie de intercomunicador en forma de llavero, en el cual se podía activar con un supuesto botón en forma de cruz plateada, un perfecto camuflaje, lo saco de su bolsillo, miro a su compañera y extendió su mano esperando que lo tomara 

-Creo que es hora de tomar caminos diferentes y rodear mas campo, ¿no lo crees?- dijo sosamente entregándoselo -Cualquier cosa sospechosa o un percance comunícame- hizo una ligera mueca amistosa, como si la conociera de toda la vida y dio media vuelta, sin rumbo especifico, lo único que quería era tirarse un buen cigarro, no obstante podia comprar alguno  por ahi.

Miro atentamente el panorama  diversos puesto , se preguntaba  si en realidad esta conferencia podria traer verdaderos problemas, el efe habia dicho  sobre intervención si fuera necesaria, el estaba preparado para lo que fuera, tan solo pensarlo le causaba un minimo placer por la acción, sus pensamientos fueron bruscamente interrumpidos por un golpe contra un ser no identificado, quien le dio un empujón hacia atras, cosa que nose movio mucho de su sitio, seguido de palabras indefinibles, este le hecho una mirada de  pies a cabeza, no era mas que una joven de facies finas ,en perfecta forma fisica y de rubia cabellera que no tardaria pronto en quedarse calva, si es que no le pedia disculpas por atravesarse en su camino, sin embargo esta unas palabras que no lo dejaron del todo conforme, la miro por detrás neutralmente -Rubia desteñida..- murmuro, el le dio un apodo para acordarse, ya que la tendencia de por aqui es ser rubio.


Seguí con mi trabajo concentrarme en personas totalmente sospechos, pero ni modo ,se le haría mas facil si abarcar a ciudad en una posición, seria bueno desde la azotea, pero me intrigaba si es que la iglesia tenia una especie de habitaciones secretas al igual que su grupo.

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