« Stalkers » [Rol]

Recuerdo del primer mensaje :

Spoiler:

Cap. 1.- En una helada celda.

Estaban sorprendidos ¿Cómo no estarlo? Si la persona más inútil que conoces de la nada se convierte en tu mayor problema, ¿Cómo te sentirías? A juzgar de la cara de los grandes líderes de Tuteur Danger, estaban muy muy conmocionados. Uno a uno, los mejores Stalkers fueron siendo atrapados y aprisionados, algunos tuvieron la mala suerte de que sus Blancos habían sido asesinados en el proceso de captura.
Así que ahí estaban todos, dentro de celdas en algún lugar de los Países Nórdicos congelándose lentamente. Aún no sabían qué era lo que Untitled tramaba, pero escapar sería algo muy difícil en momentos así. Sin armas ni sus blancos cerca, todo estaba perdido para los Stalkers.

Sin embargo, había un alguien que jamás les dejaba bajar la cabeza, era el estratega de Stalkers, Ryu. Un sujeto tan optimista que quizá sería capaz de sacar de su tristeza al sujeto más desesperado y triste del mundo, no solo optimista, también hábil para crear rutas de escape, invasiones y todo tipo de cosas… No por nada era la “reencarnación” de uno de los mejores estrategas de la primera guerra mundial, con una personalidad muy retorcida, claro. Ryu creó un plan, un plan en el que estarían entregadas sus últimas esperanzas, 8 de los 10 mejores Stalkers de Tuteur Danger escaparían de ese lugar ¿Qué porqué 8 en lugar de los 10? Porque los dos últimos estaban desaparecidos, solo por eso, -ejem- volviendo al plan, estos 8 chicos escaparían por una bien planeada ruta creada por Ryu, saldrían de prisión, encontrarían a sus blancos y con su ayuda harían una llamada de alerta hacia las demás bases de Tuteur Danger creadas por el mundo para que fueran al “Cuartel General” a exterminar a los Anonimos de Untitled. Simple, fácil de recordar, era perfecto ¿no?

La primera fase del plan, la fuga, había sido todo un éxito, los Stalkers elegidos no habían batallado casi nada en escapar de aquella prisión, incluso pareció como si les hubieran dejado, pero… quizá luego se arrepentirían. Luego de escapar,  se separaron por parejas, no era buena idea irse todos juntos, pero tampoco lo era irse cada quien por su cuenta, así que así fue como se dispersaron. Su punto de encuentro sería Noruega, el lugar donde se encontraba el Cuartel General de Tuteur Danger, pero antes de siquiera considerar en comenzar la fase dos del plan, tenían que encontrar a sus blancos, re-abastecer sus provisiones y armas.
Me pregunto si la suerte le sonreirá a éstos chicos~ ¿Será que podrán darle la vuelta a ésta rebelión? Heh, esperemos a verlo…




~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Aclaraciones:

Stalkers y sus respectivos Blancos~

Sveinn Jenssen - Rio Petturi
Sofía Tiane - Haru Mildori
Elena Ivanov - Surianne Salmon
Pain Suldier - Akano Yimoto
Sally Walker - Tachibana Kanade
Sean Westly - Lenore Colville
Ailin Winter - Ren Nightwalker
Bodgan Tanjevic. - Viktor Záitsev
Chisato Shiina - Junpei Yoshida
Romeo di Pietro
Valentine Autumn Black
Stan Garrison - Yue Del Atrio
Niamh Borchgrevink
Matthew Liddell - Jack Nash


Lugar donde se lleva a cabo el rol: Oslo, Noruega.
-Pueden explicar como es que sus pj's llegaron ahí, si quieren~-
Temporada: Otoño. Hace frío, MUCHO frío xD
Época: 2016 Me la acabo de inventar lml
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Ya conocen las reglas, chicos~
Este rol será estricto y va para largo >:l
Les pondré algunas reglas mías:

Spoiler:

Bueh~
Eso sería todo c:
Have fun, my little rascals~

Cualquier pregunta o duda, háganla por Mp~

Fichoja:

Avance dos pasos y por más que lo intente no pude seguir avanzando, me voltee a mirar a Kanade quien me impedía marcharme. *¿Cómo es posible…? * Me pregunte observándola con cierta sorpresa y me fue imposible disimular la tenue sonrisa que se dibujo en mis labios al encontrarle algo interesante a mi Blanco.
-Gracias- Dijo suavemente y con el rostro inexpresivo. Se quedo unos minutos en silencio, aparentemente procesando lo sucedido, y finalmente me soltó.  Volví la vista al frente y comencé a alejarme e incluso con esa voz tan suave que Kanade poseía, logre escuchar lo último que dijo. -Espero...me sigas protegiendo- Me causo un  poco de gracia. *¡Que inocente! Debe pensar que la protejo por gusto.*  Me dije.

Nuevamente detuve mi andar al escuchar una voz femenina y me voltee rápidamente temiendo que perteneciese a la policía. Pero en lugar de eso, me encontré con una chica pelinegra que llevaba pantalones militares y un parche en el ojo. Junto con ella, apareció un chico rubio. *Un Stalker…* Pensé inmediatamente después de ver al rubio. *¿Pero quién es ella?* Esa pregunta sin respuesta logro hacerme desconfiar de ellos y por este motivo, en ningún momento volví a quitar mi vista de ninguno de los recién llegados.
La chica del parche menciono que habíamos hecho un buen trabajo acabando con… ¿Cuál fue la palabra que utilizo para referirse al monstruo gelatinoso? Zret…no… Zeratino… Sí, creo que esa fue la palabra que utilizo. Me sorprendió que una humana, o al menos alguien que aparentaba serlo, supiese el nombre de aquella criatura tan extraña. Segundos después nos advirtió acerca de la policía y nos invito a su casa para poder tratar a los heridos. *¿Podemos confiar en ella?* Me pregunte y observe a mi Blanco, no tenía ni la menor idea de si estaba herida o no.

Las sirenas de las patrullas de la policía se escuchaban cada vez más cerca y eso hacía que la chica del parche se impacientara. Camino en dirección contraria a la dirección de donde provenían  las sirenas, seguida de cerca del chico rubio, ambos levantaron a los dos heridos y caminaron hacia una van familiar.  Cuando la vi pateando la cerradura de la puerta, supe que el auto no era suyo y mi desconfianza se acrecentó. Ambos extraños depositaron en la camioneta a los heridos y la pelinegra nos llamo a abordar.
Mis ojos se fijaron en mi Blanco, quien me comento que iría y comenzó a alejarse en dirección a la camioneta. Me dedique a observar tranquilamente como se marchaba, al mismo tiempo que terminaba el café de un solo sorbo.
- ¿Qué esperan? Muevan sus congelados traseros hasta acá o vayan a prisión.- El grito del rubio me hizo entrar en razón, mi misión era vigilar a mi Blanco y protegerla para seguir viviendo. Tire el vaso en el primer cesto de basura que vi y subí resignada a la camioneta. Una vez que todos se encontraban dentro, la pelinegra acelero la camioneta y condujo, con la velocidad que tan solo un demente usaría en calles cubiertas de nieve, hasta su casa.

Baje de la camioneta y observe más detalladamente la casa, la cual más bien parecía un cuartel del ejército. *Esto explica un poco su gusto por los pantalones militares.* La chica del parche y el rubio bajaron a los heridos y caminaron hacia la entrada. Los seguí de cerca y al entrar, no fue mucha mi sorpresa al ver que se trataba de un verdadero cuartel del ejército. Había armas por doquier, algunos maniquíes vistiendo trajes militares y versiones a escala de aviones de guerra y tanques, también algunos paracaídas y fotografías de personas que parecían formar parte del ejército. La pelinegra llamo a su abuelo, el cual comenzó a regañarla y a golpearla con su bastón, ante esta escena tan graciosa, no hice más que apartar la vista para no reírme. Tanto el rubio como la pelinegra desaparecieron con los dos heridos, el abuelo de la pelinegra no tardo en hacer lo mismo, pero antes nos pidió que esperáramos tranquilos.
No estoy seguro de cuando tiempo paso, pero finalmente la pelinegra y el rubio volvieron, la chica del parche se sentó en el suelo, mientras que su acompañante se sentó en una mesa alejada de los demás. Por unos minutos me quede observando al rubio, sin duda era alguien muy misterioso y eso junto con mi desconfiada personalidad no ayudaba a que mi estadía en aquel cuartel se extendiese demasiado. Mis ojos se apartaron de él en cuanto la pelinegra dio a entender que sabía que los Stalkers habíamos estado en prisión.

- Oh, no me he presentado, mi nombre es Rio Petturi y aquél amargado de allá es Sveinn. – Se presentó y también a su acompañante, quien se limito a soltar un bufido de cansancio y fastidio. – Aquel anciano gruñón era mi abuelo, es Médico Militar, así que podrá curar a sus amigos en un santiamén~- Comento volviendo a sonreír, sabiendo aquello ya no había demasiados motivos por el cual desconfiar de ella, aparte mi vista de ella y busque a Kanade, me alivio encontrarla tranquilamente sentada.
Me dirigí junto a mi Blanco y me senté a su lado, segundos después Koko se presento ante Rio y comenzó a interrogarla, sus preguntas eran precisamente las que muchos nos estábamos haciendo en ese mismo momento. Observe a Rio, ella parecía no incomodarse con la penetrante mirada de Koko, en cambio, su sonrisa se agrandaba aun mas, hasta que finalmente soltó una risa.
-Bueno, esas preguntas son fáciles de responder~ Aunque no lo creas, ayudarlos fue solo un acto de amabilidad, ciertamente nosotros solo pasábamos por ahí cuando esa cosa apareció~ - Dijo mirando a Koko directamente a los ojos, parecía como una especie de desafío. - La razón del porqué se como se llaman es porque los he investigado, no puedes acabar con tus enemigos si no sabes nada sobre ellos ¿no?~ He estudiado a cada uno de los monstruos que los Stalkers conocen en Tuteur Danger~ - Siguió respondiendo las preguntas de Koko, por un par de segundos sentí la mirada de Kanade sobre mí, pensé que me preguntaría algo, pero volvió a apartarla en completo silencio.

- Sí, nosotros sabemos como acabar con ellos ¿Por qué no los ayudamos? Simple~ Porque si lo hacíamos, ustedes no iban a saber como acabarlo. - Su mirada se volvió más severa. -Hay muchos de ellos rondando en Osslo, más ahora, si nosotros les ayudábamos y se topaban con otro no iban a saber qué hacer ¿o si?~ - Se justificó encogiéndose de hombros, luego se levanto y sacudió su ropa. Saco unas mantas de un cajón, le dirigió unas pocas palabras a Koko y luego le dio una manta a ella y otra a una pelirroja que tenía el rostro tan rojo como su cabello.
Rio dijo que tenía hambre y se fue a la cocina. Me quede en silencio analizando sus respuestas, eran bastante creíbles y solucionaron en gran parte las dudas que tenía, además tenía un poco de hambre y fuera hacia bastante frió… no me vendría mal quedarme allí y vigilar a Kanade.

Los días pasaron con prisa y en prácticamente nada ya llevaba dos semanas conviviendo  con Rio, Sveinn y los demás. Rio consiguió un departamento de dos pisos que contaba con 8 habitaciones a donde nos vimos obligados a mudarnos. En esas dos semanas y media, no salí demasiado del departamento, ya que cuando lo hacía tenía que evadir policías y monstruos del Mundo No-Visto. Aquel incremento, sin motivo, de monstruos en la ciudad me resultaba extraño. En una de las oportunidades en que salí, busque mi katana que se encontraba oculta en la casa de Kanade y también compre ropa mas abrigada, ya que mi querida chaqueta me había acompañado en muchas batallas y cada vez  contaba con una tela más fina y sensible.
De vez en cuando prestaba atención a las noticias de la TV, por los reportes se podía decir que no era simplemente la ciudad de Oslo la que lo pasaba mal. Sino también otras ciudades de la zona eran devastadas por terremotos, ventiscas, sismos y demás “desastres naturales” que de naturales no tenían nada.

En una junta nocturna entre los Stalkers y Rio, acordamos que saldríamos de Oslo un par de días para entrenar, tanto los Stalkers como los Blancos. - No puedo permitir que los Blancos se encuentren estorbando nada más. No hay soldados inservibles en mis tropas y si alguno quiere hacerla de inútil, lo obligaré a olvidarse de esa idea. – Dijo Rio con aire de superioridad… un tono que a más de a uno, incluyéndome, le molesto.


Y así fue como todos terminamos abordando nuevamente la van robada y dirigiéndonos a algún extraño lugar que Rio nos tenía preparado. Durante el trayecto, hicimos una parada en un pueblito a las afueras de Oslo, lugar en el que se nos unieron dos integrantes más, un Stalker y un Blanco. Tal y como había hecho con nosotros, Rio los trato como si fuesen amigos de toda la vida y los obligo a abordar la van.

Transcurrió un tiempo indefinido para mí, ya que en algún momento del viaje me quede dormida, y finalmente llegamos a un campo militar. No me sorprendió en lo absoluto, estaba  bastante segura de que Rio nos llevaría a algún lugar que tuviera la palabra “militar” en ella. El lugar era enorme, lleno de árboles extraños y animales de dudosa procedencia. Lo peor era el clima… que seguramente se hallaba a varios grados bajo cero y para empeorarlo un poco más, se avecinaba una tormenta. Pero como yo tenía por costumbre, intente verle el lado positivo y ese, obviamente, era la gran cabaña con abastecimiento para todos.
Entre en la cabaña y en segundos note que la temperatura que hacia fuera y dentro era prácticamente la misma, mi vista se dirigió a la chimenea que permanecía apagada, me encogí de hombros y fui a sentarme a un rincón, donde intente entretenerme un poco con la electricidad que jugueteaba entre mis dedos. Varios Blancos y Stalkers comenzaron a entrar a la cabaña y cada uno se puso a hacer lo suyo.

No paso ni media hora cuando la puerta de la cabaña se abrió abruptamente, levante la cabeza y me encontré con Rio parada en la puerta.- ¿Qué? ¿También esperarán a que les venga a dar de comer en la boca?- Pregunto cruzándose de brazos. *No realmente…* - ¡Así no sobrevivirán ni 1 min. dentro de esa jaula! – Exclamo con fastidio, quizás fue mi imaginación o quizás realmente estaba tratándonos como a unos soldados.
La pelinegra tomo un par de troncos y los lanzo dentro de la chimenea, con ayuda de Sveinn  estos se encendieron avivando la chimenea.
- ¡Listo! ¿Tan difícil era?- Nos cuestiono. Para mí no hubiese sido difícil, pero no tenía razones para hacerlo, después de todo yo no era la única Stalker allí. - Estamos en guerra, soldados, aquí no vendrán sus mamis a sacarlos ni podrán decir 'Espera que no encuentro mi rifle' en medio campo de batalla! Si se duermen... ¡Se mueren!- Comenzó a regañarnos como si fuésemos unos simples humanos debiluchos, me resultaba un poco molesto… ¿acaso olvido que también se estaba dirigiendo a los Stalkers? Lance un suspiro y observe el fuego de la chimenea.

Por lo visto a Rio le gustaba cambiar drásticamente el tema de la conversación, ya que de un momento a otro se encontró hablándonos de la comida y  de lo que debía hacer cada grupo. - 'Damitas', síganme. Prepararán la cena. En cuanto a las señoritas, suban al 2do piso a traer las mantas y almohadas con las que dormiremos. El 2do piso tiene una 'herida de entrenamiento' y no es habitable por el momento. – Al ver que pasaron unos segundos y que nadie se movía hacia ninguna dirección, volvió a especificar. - Los niños a la cocina y las niñas a cargar cosas. –
Cargar cosas no era lo mío, así que solo me dedique a suspirar nuevamente. Me levante y observe como los chicos seguían a Rio hacia la cocina.
-Bueno... ¿QUÉ ESPERAN?- Nos grito Sveinn *Otro más con complejo de General* -¡Muevanse!- Agrego, me dirigí a las escaleras junto con las demás chicas y al estar en el segundo piso observe fijamente, por un momento, la “herida de entrenamiento” a la cual ser refería Rio. -Será mejor que se apresuren a bajar todo eso- Oí la voz de Sveinn y dirigí mi mirada fulminante hacia él. El se limitaba a estar recargado en una pared mientras observaba, con una sonrisa burlona, como las demás empezaban a bajar las mantas. *Este tipo es intolerable.* Me dije cargando todas las mantas y almohadas que podía, me resultaba injusto que siendo Sveinn siendo un hombre solo se quedase ahí observándonos con diversión como si fuésemos unos conejillos de india con los que estaba experimentando.

-Si alguna necesita ayuda...- Oí un murmullo de parte del rubio, lo mire extrañada y me sorprendí al encontrar una sonrisa amable en su rostro. -Que ni siquiera piense en pedirmela- Dijo soltando una carcajada, lo mire con el ceño fruncido y pude sentir como la llama azul de mi ojo izquierdo quería aparecer. *Un día de estos…* Me dije apretando los dientes y camine hacia el primer piso para dejar las mantas y las almohadas.
Mi rutina de bajar y subir al segundo piso para bajar las mantas y almohadas se repitió por un par de horas, no solo eso, sino que el muy abusador de Sveinn nos hizo bajar cosas innecesarias como mochilas y mesitas de noche, aunque claro no estábamos en posición de protestar, pero si me había hecho una promesa a mi misma… un día de estos me vengaría. Sveinn no se conformo solo con hacernos bajar un millón de cosas, sino que también nos obligo a tender las sábanas en el suelo y preparar todo para dormir. Termine tan agotada que, al igual que muchas de las chicas, me tire en lo que sería mi cama para descansar unos minutos, aunque no fue posible ya que los gritos provenientes de la cocina y los sonidos de cosas rompiéndose no hicieron más que darme una fuerte migraña.

Finalmente luego de un buen rato, el silencio reino en la cabaña y Rio salió a preparar la mesa, con platos, vasos y cubiertos. Una vez terminó con los cubiertos, pasó a comenzar a sacar la comida a la mesa mientras los chicos limpiaban el desastre que habían hecho en el proceso de prepararla. - ¡La comida está lista!~~ - Exclamó la pelinegra poniendo sus manos en su cintura con pose de victoria. Me levante con desgano, me dirigí hacia la mesa y me senté en uno de los asientos desocupados.
Rio se sentó en la cabecera de la mesa y aparentemente tenía planeado comunicarnos algo, pero esto fue interrumpido por una pelea que se desato en la cocina. Sveinn tuvo que intervenir en la pelea, mientras que Rio vacio una lata de sopa de fideos instantáneos. La pelinegra como una buena líder se dirigió a la cocina y regreso con un filete para que uno de los causantes de la pelea se pusiera sobre su moretón y saque la conclusión de que también le había dado uno al otro chico.

Rio se sento nuevamente en el lugar que había ocupado momentos antes. - Muy bien, todos~~ Pueden comenzar a comer. Mientras lo hacen, les hablaré de lo que haremos mañana. Pero antes de ello ¿Alguna pregunta inteligente que alguien quiera hacer? - Rio comenzó con su discurso, no tenía ninguna pregunta por ahora y tan solo me limite a probar el estofado que habían hecho los chicos con ayuda de la pelinegra.- ¿No hay ninguna? Bien. Continuemos a lo importante. – Rio continúo, al mismo tiempo que tomaba otro bote de fideos instantáneos y lo abría para que se enfriaran un poco. - Bien, como ustedes saben, hemos venido a éste lugar para entrenar. Si no lo sabían, ahora lo saben~  El entrenamiento será de lo más básico, militarmente hablando, por lo menos para los Stalkers... Comenzaré por explicar nuestra zona de entrenamiento. Es un área creada artificialmente con un diámetro de 50 millas. Dentro de toda ésta área de entrenamiento hay todo tipo de plantas y animales que habitan en la zona. Desde carnívoros hasta herbívoros y otros animales raros, es como un zoológico gigante. Oh, y también hay monstruos del mundo no visto. – En cuanto dijo “Monstruos de mundo no-visto” rápidamente la observe intentando descifrar que función ocupaban esos estúpidos monstruos en su plan de entrenamiento. Su risa no hizo más que ponerme los pelos de punta, los humanos no podrían enfrentarse a esas cosas solos y simplemente rogaba que la pelinegra no estuviese tan loca como para ponerlos bajo semejante peligro.

- Fue muy divertido meterlos a todos ahí~ - Dijo con orgullo mientras tomaba su sopa instantánea y comía fideos. - Como sea, justo en el centro del área de entrenamiento hay una "Zona Segura" con 1.5 kilómetros de diámetro. En esa zona hay un helicoptero lo suficientemente grande como para cargar 3 tanques, así que, creo yo, serán suficientes para sacarlos de ahí. Además de que hay una torre de control abastecida con comida y todo lo que se les ocurra para sobrevivir por 1 semana. Creo que sigue intacta, a decir verdad tengo alrededor de 2 meses sin ir~ - No tenía ni la menor idea de lo que pasaba por la cabeza de Rio y no podía seguir comiendo sin saber que les deparaba a los pobres Blancos. En cambio, la pelinegra seguía dando otro bocado a sus fideos como si nada.
-Así que, como ya lo habrán deducido,  lo que vamos a hacer es: ¡¡Una prueba de supervivencia de 3 días!! - Exclamo aún más orgullosa mientras nos apuntaba con su tenedor, deje escapar un bufido lleno de fastidio y cansancio, había convivido 2 semanas y media con aquella pelinegra y con todos los demás, y si algo había aprendido es que una vez se le metía algo en la cabeza era difícil sacárselo… ¿acaso yo no soy igual?

- De ésta manera, los blancos inútiles podrán darse una idea de qué es a lo que se enfrentan~ Así mismo, los Stalkers podrán desempolvarse un poco. - Sonrió con diversión y un poco de malicia. - Mañana, exáctamente a las 630 horas, un helicoptero llegará aquí. En ese helicoptero subirán todos los blancos y, bueno, los haré saltar desde ahí en distintos puntos del área de entrenamiento. Obviamente les daré paracaídas y una mochila con cosas que podrán servirles para sobrevivir mientras sus Stalkers los buscan. Espero que sepan usarlas... De cualquier manera, si se niegan a saltar, los empujaré. - Se encogí de hombros y dio otro bocado a sus fideos, mire a Kanade preguntándome si ella se atrevería a saltar. - Mientras tanto, los Stalkers tendrán que esperar en la entrada terrestre del área de entrenamiento hasta las 730 horas para poder entrar a buscar a sus pequeños blancos~~. – Termino su explicación y sorbió un poco de su sopa.
- Para resumir, es: Buscar, encontrar, proteger y llegar a salvo~ Sencillo ¿no? Ah, pero claro que, los blancos que no logren pasar ésta prueba... Bueno, creo que es un caso muy triste para sus Stalkers ~. –Entendía un poco el punto de Rio, aquellos que no pasaran esta prueba tan “sencilla”, ¿que podrían hacer al enfrentarse a Untitled? Serian inservibles y era mejor deshacerse de la gente que solo significaba un estorbo. - ¿Alguna pregunta? –

Todos alrededor de la mesa se quedaron en silencio, nadie parecía tener una pregunta o más bien no se
atrevían a preguntar. Entonces alguien rompió el silencio, alguien que jamás en mi vida pensé que se atrevería hablar ante tantas personas… si, se trataba de nada más y nada menos que de mi Blanco, Kanade.
Empezó con vanos intentos de formular una pregunta, pero luego de dos intentos finalmente se dispuso a hablar. -¿Por que..la insistencia de protegernos?¿Por que..los stalker..ellos dan su vida para..nosotros?No lo entiendo..¿por que..por..por que no ..no dejarnos morir?- Su voz era tan suave que parecía que en cualquier segundo se apagaría, de todas maneras pude escuchar perfectamente su pregunta y en ese momento quise ser tragada por la tierra. Era mi error… yo no se lo había explicado, pero ella tampoco hacia un esfuerzo en hablarme, más bien parecía evitarme todo el tiempo… *¿Acaso la intimido?* -Es decir..si..si morimos¿Que les pasa..a nuestros..stalker?- Agrego.
El recipiente que contenía la sopa instantánea que estaba en la mano de Rio se hizo añicos, la observe con un poco de sorpresa. No parecía estar enfadada, pero el aura que la rodeaba seguramente resultaría intimidante para mi Blanco. Rio sacudió su mano empapada por caldo caliente de sopa y se di un golpe en la frente.
- ¿E-enserio eso es lo que quieres preguntar?... - Le pregunto a Kanade, aparentemente haciendo un gran esfuerzo para calmar su tono de voz. Al final termino golpeando la mesa, lo cual exalto a más de uno, yo en cambio deje de prestarle atención a la conversación e intente terminar mi comida, a sabiendas de que Rio haría desaparecer las dudas que mi Blanco tenia.

-Mi Stalker Sean desapareció, ¿que debo hacer ahora?- Oí la voz de una niña pequeña y supe que se trataba de Lenore, levante la vista y la observe, me daba un poco de pena que a ella también la sometieran a aquel peligroso entrenamiento, para empeorarlo llevaba un buen rato sin ver a Soa… no le perdonaría si dejaba morir a una pobre niñita. Seguramente el muy idiota estaba por ahí intentando ligar con alguna chica y se había olvidado completamente de Lenore, de solo pensarlo clave fuertemente mi tenedor en unos de los pocos trozos de carne del estofado que quedaba en mi plato. *Detesto a la gente irresponsable…* Me dije, aunque últimamente yo también estaba siendo irresponsable, aunque estaba en la misma casa que mi Blanco no me había aparecido frente a ella desde hace bastante tiempo, seguramente pensaría que me había olvidado de que tengo que protegerla, cuando eso en realidad estaba muy alejado de la realidad. Prometí protegerla y así lo haría.

Otros Blancos dieron a conocer sus preguntas, mientras los demás seguían o intentaban cenar. De repente el rington de un celular inundo la sala y resulto ser el de Rio, quien lo uso como excusa para salir fuera de la cabaña y dejar de responder aquellas preguntas que tanto le molestaban.
No pasaron ni veinte minutos para cuando Rio estaba de vuelta en la cabaña. Volvió a pararse en la cabecera de la mesa y aplaudió dos veces para llamar nuestra atención.
- Muy bien, chicos. Les recomiendo que descansen lo más que puedan y duerman cerca del fuego. Coman lo suficiente y no se empachen. Una gran tormenta se avecina, espero que sean capaces de soportarla. – Nos comunico con una sonrisa ladina y se marcho hacia el segundo piso. *Parece que me robo la idea…* Me dije, ya que había planeado ir a dormir al segundo piso para no tener que soportar los ronquidos de los demás.

Y así, la noche llegó y junto con ella una gran tormenta. Hacía un frío que carcomía hasta los huesos, pero mi abrigo, las mantas y el fuego de la chimenea ayudaban a contrarrestarlo. Gracias a ello me dormí en el momento en que caí en la cama, había sido un día muy largo y el que nos esperaba lo seria aun mas, no tenía tiempo para preocuparme por la tormenta.


Entreabrí los ojos, somnolienta me los refregué y mire alrededor. Ya había un par de camas vacías, así que me estire un poco y finalmente me levante. Tendí mi cama y salí afuera al mismo tiempo que ataba mi cabello en dos coletas. Me lleve una enorme sorpresa al encontrarme con un helicóptero afuera de la cabaña.
- ¡Buenos días, cabos!- Nos saludo Rio, deje escapar una risita silenciosa y vi a Sveinn y a Kanade entrar en el helicóptero, la curiosidad me impulso a hacer lo mismo y en cuanto estuve dentro busque a Kanade con la mirada, me acerque a paso firme y le dije. –Se que nuestra relación no es la mejor, pero de todas maneras esfuérzate en sobrevivir y ten por seguro que te encontrare.- Sabia que mi cara de poker no le resultaba agradable, así que me esforcé por dibujar una pequeña sonrisa para tranquilizarla, pero solo conseguí poner una cara tenebrosa que la asusto aun mas. Al ver su cara, suspire y me senté. *¿Qué clase de motivación es esa?*

PD: Finalmente pude volver :D! Creo que nunca antes había escrito tanto ._.
PD 2: Pobre Walky, intenta ser simpática y no le sale :(

Spoiler:

La cena había continuado con una especie de pregunta-respuesta por parte de Rio, donde ella de mala gana contestaba, no se por que de la actitud tan cínica de ella pero sus razones ah de tener... o al menos eso quería pensar

Mientras transcurría el tiempo en la mesa Rio recibió una llamada de parte de alguien que supongo que estaba al tanto de nuestra situación, sin darme cuenta ya había acabado mi comida...

Que tan concentrado estaba en lo que ocurría que solo me sentía como un fantasma en el aire, observando las reacciones de cada uno de los presentes, aunque las preguntas que se habían hecho no ayudaban mucho a lo que tenia en mente, decidí no molestarme en poner de peor humor a la Señorita con auges militares
...

Cuando recién terminábamos de comer Rio predijo una tormenta y nos dio palabras de aliento... a su manera

- Muy bien, chicos. Les recomiendo que descansen lo más que puedan y duerman cerca del fuego. Coman lo suficiente y no se empachen. Una gran tormenta se avecina, espero que sean capaces de soportarla. -

Al parecer se había calmado esa pequeña y grande molestia que formo cuando nos daba respuestas a la hora de comer, todo se había calmado a mi ver, ahora mi cuestión era donde iba a dormir y mas aun si podría hacerlo, ya que no me era difícil dormir en casas ajenas o lugares desconocidos

El tiempo pasaba y todos habían decidido sus lugares para dormir, en mi caso solo me arrincone en la esquina que daba vista a la puerta y las escaleras al segundo piso, el frió y la tormenta que había comenzado hacia mas difícil el hecho de conciliar el sueño así que solo bostezaba ocasionalmente y pensaba en que hacer, debido a que apenas y tenia parte de mis pertenencias entre mis bolsillos aunque mi identificación no la encontraba, debido a eso me asuste unos segundos, pero regrese a la normalidad ya que a estas alturas lo material podía dejarlo como desechable

-Que frió...- decía como susurro mientras me hacia bolita y ocultaba entre la manta que tenia

Sabia que era mala idea dormir en esta situación, así que solo podía soportarlo pero por una extraña razón, el frió comenzó a desaparecer de la nada y sin darme cuenta... mis ojos se cerraron... y...
...

Ya era de mañana,  se me hacia un tanto difícil alejarme de aquellas sabanas... pero... parece que había algo mas entre las sabanas que me proporcionaba confort...

Mire a mi alrededor y note que había otra manta ademas de la mía... solo podía pensar que alguien me había hecho compañía, pero... quien

OFF: Ya termine... espero y todo ande bien... disculpen la ausencia... estuve trabajando como Negro en esclavitud, y ayer fue mi día de descanso, ya soy libre al menos hasta que me digan lo contrario...
A ver... díganme quien fue la piadosa persona que compartió calor con Ren... XD

{ Comedor/Sala de estar de la cabaña » Frente al helicóptero }
-Con todos, en especial con Shiranui-

-¿Po...por qué?

Una débil voz finalmente alzándose por sobre el silencio que hasta entonces reinaba en la habitación hizo a Junpei volver en sí y abandonar sus pensamientos por un minuto. Al igual que varias cabezas, sus ojos carmín buscaron a donde la chica que había hablado se encontraba sentada y se clavaron como dagas en su rostro. Se trataba nada más y nada menos que de aquella niña a la que no había oído emitir sonido alguno desde la adición suya y de su Stalker al grupo, una joven delgada y bajita que parecía amenazar con volarse ante la más mínima brisa de invierno. Luego de una pequeña pausa ésta volvió a hablar, formulando así una pregunta a la que por lo menos el rubio Blanco conocía respuesta.
Frunció ligeramente el ceño ante el hecho de que Kanade no supiera realmente cual era la situación tanto de ella como de su Stalker, y procedió a escuchar con cierta diversión y cuidando de no soltar alguna que otra carcajada la exagerada reacción de Rio y cómo desechaba cual basura la duda de la pobrecilla.
Era cierto; la tarea de un Stalker era cuidar con devoción la vida de su Blanco, pues ésta era la suya propia. Si se apagaba, así lo haría la de su guardián. "Qué romántico" se dijo con sarcasmo.

Y sin embargo, no era algo en lo que le gustara pensar. Miró por un momento a Shiranui, cabizbaja a su lado, y contuvo un fuerte bufido. No mucho tiempo había pasado desde que se conocieron cuando ella se lo dijo, pero sí el suficiente como para que Junpei se encariñara de ella. Sentía que era la única que no le daba la espalda, a quien podía llamar realmente una amiga, y tener que oír que su bondad venía de la mano de la conveniencia era como recibir una puñalada por detrás. Lo hacía sentir aún más solo que antes.


Cuando más de los allí reunidos se atrevían a dar a conocer sus preocupaciones y consultas, el fuerte tono de celular de la milica y su repentina salida dieron cese al interrogatorio. Junpei tomó ésto como una señal para continuar su cena, así que retiró de su rostro el pútrido y molesto filete que ya lo tenía harto y se abalanzó contra su segundo plato de arroz, que para la vuelta de Petturi ya se encontraba vacío.

- Muy bien, chicos- Interrumpió la fornida mujer, dando palmadas para llamar la atención de todos. "Sigue haciendo eso y te arrancaré los dedos"
-. Les recomiendo que descansen lo más que puedan y duerman cerca del fuego. Coman lo suficiente y no se empachen. Una gran tormenta se avecina, espero que sean capaces de soportarla- comentó con una sonrisa de oreja a oreja antes de marcharse escaleras arriba. Como si las cosas ya no fueran difíciles.

Aprovechando el fin del discurso de la supuesta líder, el muchacho se retiró de la mesa y caminó en dirección a la puerta para salir por un momento de la cabaña, pero se detuvo en seco con sólo abrir la puerta: el interior del lugar era bastante cálido en comparación con el excesivo frío del exterior que le heló hasta la sangre en apenas unos segundos.

"Mierda..." maldijo, cerrando detrás de sí y llevando una mano al bolsillo interno de su saco mientras exhalaba una buena vaharada de aire que pudo ver en forma de humo salir de su boca y perderse en el ambiente. No iba a volver a entrar de inmediato, todos lo habían visto marcharse y sería ridículo, parecería un tonto si así lo hacía. ¡Hahahahaha! No. No señor. Se quedaría afuera a congelarse un rato, nadie adentro lo consideraría un idiota y todos estarían jodidamente felices.

Sentándose en una de las esquinas de la fachada para mantener algo de calor, su mano se retiró de la prenda con un cigarrillo como trofeo mientras la otra ya tenía el encendedor dispuesto. Lo sostuvo entre los labios mientras lo prendía y cerró lentamente los ojos, aspirando y dejando el sabor del tabaco disolverse en su interior. Había adquirido con el tiempo la costumbre de fumar luego de las comidas y pensar en ello le traía una sonrisa a su rostro.
Se sentía un viejo.

Se dedicó a observar el gélido paisaje mientras dejaba que los finos lazos azules de humo salieran danzando de su boca. Rio tenía razón, una fuerte tormenta amenazaba con caer sobre ellos pronto. Chasqueó la lengua antes de acercar nuevamente el filtro del cigarro. Mañana sería un día duro, pero no podía morir. No iba a morir. El hecho de si quería o no hacerlo no era de importancia en ese momento. Como había dicho antes en su cabeza, su vida la compartía con su Stalker. Y ella no caería por culpa suya.


El caer la noche Junpei ya se encontraba refugiado debajo de casi tres sábanas y mantas junto al fuego de la chimenea. No era el mejor lugar de todos —de hecho, el par con quienes había sufrido el altercado en la cocina se habían ubicado muchísimo más cerca—, pero estaban mejor que en la otra punta del cuarto. Quitó la cabeza de la almohada y la alzó para mirar un reloj que colgaba de la pared. "Las 3 AM. Duérmete ya, imbécil."
Claro que era más fácil decirlo que hacerlo... al menos para él pues, como pudo observar rápidamente, parecía ser el único todavía despierto. Haciéndose un ovillo se acomodó dentro de las cubiertas que a pesar de ser tantas no servían para contrarrestar el frío. Se volteó en la improvisada cama para encontrarse con Shiranui, descansando plácidamente a su lado. "Qué envidia..." pensó observándola, y esbozó una sonrisa débil. Discretamente se apegó un poco al cuerpo de la joven, con cuidado de no despertarla ni de él tocar su labio golpeado que comenzaba a doler bastante más que antes (era afortunado de poder abrir y cerrarlo con naturalidad) y la arropó, acomodando las frazadas para que los taparan a ambos. Movimiento cerca de ellos cortó el momento de afecto de Junpei y lo obligó a volver a acostarse. Tenía que descansar, maldita sea.
Se entretuvo por un rato mirando el baile de las flamas en la hoguera y escuchando su crepitar, perdiendo su lucidez poco a poco hasta que por fin pudo conciliar el sueño.

A eso de las 6:30 lo despertó el fuerte y característico sonido de las aspas de un helicóptero al girar. No era el primero en levantarse ni tampoco el último, Chiisato ya estaba afuera esperando cuando él terminó de prepararse. Las ojeras delataban las escasas 3 horas que había dormido, pero al menos logró hacerlo y la tormenta ya había parado. Mas aún era de noche y el frío todavía calaba hasta los huesos. Varios Blancos ya habían subido al vehículo, el también se dispuso a abordar cuanto antes.

-Bien...- susurró una vez cerca de su peliblanca compañera. Comenzaba a notar que estaba nervioso por lo que le esperaba. Sus manos temblaban y no por el frío, así que procuró esconderlas en los bolsillos de su saco que con ese clima tan fresco era para lo único que servía -. ¿ Estás lista?

===


OFF: ¡Bienvenida de vuelta, Louise  !

Spoiler:

/Comedor/ - /Sala de estar/ - /Frente a un helicoptero/

Haru tampoco había visto a su Stalker desde hacía rato; tal vez estaba junto a mi querido Sean... ¿Quién sabe?. Rio evadió de cierta manera nuestras preguntas; no decidí insistir por lo que seguí comiendo de lo que tenía enfrente. Al poco tiempo ella se retiró del comedor; aunque no tardó mucho en regresar para aplaudir llamando nuestra atención. - Muy bien, chicos. Les recomiendo que descansen lo más que puedan y duerman cerca del fuego. Coman lo suficiente y no se empachen. Una gran tormenta se avecina, espero que sean capaces de soportarla. - dijo con una sonrisa, luego de eso... volvió a marcharse... ¿Una tormenta?... *Si que va a ser una larga noche* pensé.

Tal como había dicho Rio... junto con la noche, llegó la tormenta seguida de una ola polar de frío... para nuestra suerte, ella nos había proporcionado más frazadas con las cuales así podríamos sobrevivir a esa fría, espeluznante e intranquila noche. Me acerqué a la chimenea y me envolví como un capullo para poder dormir, aunque se hacía un poco dificultoso, no por el hecho de que había una tormenta, sino que dentro de todo me sentía sola sin la compañía de Sean... *¿Dónde te has metido?* pensé un tanto entristecida. De prontó sentí que alguién me rodeaba con sus brazos, por lo que destapé mi rostro de la manta para poder ver de quién se trataba.... ¡Era Sean!. -¿Dónde estabas?- le pregunté con cierta preocupación, pero el no me respondió tan solo se limitó a secar con su pulgar aquellas pequeñas lágrimas que habían estado a punto de escapar. En fin... ya no importaba nada más... Sean, estaba a mi lado de nuevo; no sabía si él iba a volver a irse otra vez a quién sabe dónde, pero por lo menos, estaba conmigo en esa horrenda noche.

Pude dormir a la perfección a pesar del clima, por lo que amanecí con una gran cantidad de energía desbordante; Sean no estaba a mi lado, pero posiblemnete se encontraba en las cercanías... Esa mañana salí envuelta con una manta y con Ragamuffin en brazos hacia el exterior de la cabaña, allí estaba Rio... detras de ella se encontraba un gran helicóptero... -¡Buenos días, cabos!- saludó con gran energía, al parecer la noche no le había afectado en nada... capaz que ya estaba bastante acortumbrada. -Buenos días.- saludé yo también esbozando una gran sonrisa. El primero en entrar al helicópeto fue el compañero de Rio, la segunda la bella chica de apariencia sumamente tímida y bueno... el resto comenzó a aparecer con el correr de los segundos. Por allí vi caminandoa Sean por lo que atrapé su atención con el movimiento de mi brazo apuntando al helicópeto haciendo alución a que debíamos subir en él. Aún envuelta en aquella manta esperando a que Rio no se moletara por el hehco de que la estaba usando, abordé el helicóptero...

En: La cabaña, frente al helicóptero
Con: Todos, más con Junpei.

Una vez finalizado el discurso de Petturi las miradas de preocupación y angustia empezaron a intercambiarse en la mesa, se veían unos a otros, probablemente pensando que sería de ellos, si morirían o vivirian.

Rio había preguntado si teníamos dudas que despejar, era obvio, TODOS tenían dudas. Lo que faltaba era valor, valor para dirigir la palabra a tan intimidante personaje.

Para sorpresa de todos no fue el más valiente quien rompió el silencio... Al menos no era la imagen que daba, era una chica, pequeña e indefensa que soltó una pregunta sobre la conexión que tenían los stalkers con sus blancos, ¿Acaso no les habían contado ya?

Chisato se exaltó, poco más y tiraba el cubierto por ahí sacándole el ojo a alguien, la manera en que la militar contestó no fue muy discreta.

¿Esperaba ganarse su confianza siendo así con ellos? Pobre chica, la humilló por algo que no tiene sentido, si nadie se lo comentó antes estaba en todo su derecho de desconocer la situación.

se dedicó a jugar con la comida en el momento que la mesa encontró un poco de paz, Shiranui siempre fue lenta para comer y eso podía acabar con la paciencia de varios.

Se dio cuenta que alguien había abandonado la mesa cuando escuchó el azote de la puerta ¿Rio había salido al intenso frío? Que bárbaro ¿En que situación se creían que estaba el clima? No pasó mucho tiempo cuando el Stalker que golpeó a Junni se levantó también y desapareció del rango de visión, ambos volvieron casi al mismo tiempo, algo estaba pasando.

- Muy bien, chicos. Les recomiendo que descansen lo más que puedan y duerman cerca del fuego. Coman lo suficiente y no se empachen. Una gran tormenta se avecina, espero que sean capaces de soportarla. -Advirtió, probablemente eso fue lo más amable que Chisato le escuchó decir a esa mujer. Empujó el plato aún con unas cuantas sobras encima, tenía mucho apetito, pero bastó un poco para llenar el pequeño estómago de Shiranui, lo que importaba en ese momento era descansar, estaba en sus manos completar con éxito esa ridícula prueba y no podía permitirse fallar, por él.

Por él... ¿Donde se había metido? buscó a su blanco con la mirada por toda la cabaña ¿se había salido?... ¿En qué momento? era bastante patético perderle de vista mientras pensaba en cómo le protegería. Suspiró, probablemente el estaría mejor solo. Shiina era ese tipo de persona que ignoraba las virtudes y agravaba los defectos.

Pensó en esperarlo para dormir pero conociéndolo se negaría o enojaría, posiblemente ya lo había irritado lo suficiente preocupándose por el accidente que tuvo en la cocina, lo mejor sería dejarlo en paz.

Fue de las primeras en irse a dormir, se acomodó como pudo cerca de la chimenea con la vaga esperanza de que eso le facilitaría el sueño. Poco a poco se fueron sumando personas a las cercanías del fuego, entre ellos Jun, que se había arropado al lado de Chisato.

Ella le ignoró toda la noche, no quería distraerlo, no quería ser una pesada y muchísimo menos un estorbo. Su mente se inundó de una increíble cantidad de cosas negativas cuando sintió el suave contacto de su compañero, le estaba arropando, a pesar de todo él estaba preocupado por que Chisato pasase una noche cómoda.

Junpei era una buena persona, más que eso, era un amor. Se sentía afortunada de ser una de las pocas personas que podía darse cuenta de ello y con eso en mente, durmió con tranquilidad.

La noche pasó tan rápido que ni siquiera sintió que hubiese dormido algo, pero no le importó, se sentía llena de energía y determinación. Iba a dar lo mejor de sí y ambos saldrían sanos y salvos de esa locura. Apenas estuvo lista salió a presenciar la partida de los blancos, acatar instrucciones y demás.

-Bien...- escuchó y observó cómo Junpei se acercaba, su expresión era horriblemente falsa, no quería preocuparla.
-. ¿ Estás lista? - Le preguntó

-Nunca estuve más lista en mi vida, Junni - dijo y alzó una mano a la altura de la cabeza del rubio para acomodarle el cabello que caía sobre su cara y poder apreciar la herida en su ojo, se veía mucho mejor.

-No voy a permitir que te suceda nada más, en realidad el hecho de que mi vida esté ligada a la tuya me importa poco, si no fuese así lo haría igual - Sonrió, posiblemente porque sabía que el comentario le desagradaría a su blanco, pero era algo que quería decirle antes de su partida. Era probable que no le volviese a ver nunca.

Mordió su labio inferior intentando contenerse, los sentimientos iban a poder con ella una vez más, suspiró y abrazó a su blanco de manera rápida y sorpresiva , él obviamente lo rechazaría si ella se lo pidiese y no le extrañaría si le daba un rodillazo en el estómago para quitársela de encima (?) -Cuídate Jun- le susurró mientras luchaba desesperadamente por que no se notase su debilidad.

La comida continuó con alguno que otro infortunio, ya que una de las chicas le preguntó a Rio varias cosas, cosas que le quitaron la paciencia. Como por ejemplo: Qué nos ocurría si ellos morían...Me pareicó curioso que esa pregunta no se la hubieran respondido antes, pero no es como si fuera mi problema, así que continué comiendo. Además, la pequeña niña adorable preguntó por lo que debía hacer ya que su stalker no aparecía. Me preocupé un poco si soy honesta, quizás ella tampoco era mi problema pero...era muy adorable. No lo soportaba (?)

Después de eso, cuando ya me había llenado por completo, noté que debido a mi ensimismamiento o más bien mi estado adormilado no me había percatado de que Rio había salido de la cabaña, pero sí vi cuando regresó, intercambió extrañas miradas con Sveinn y nos habló, no dije nada, sólo la miré- Muy bien, chicos. Les recomiendo que descansen lo más que puedan y duerman cerca del fuego. Coman lo suficiente y no se empachen. Una gran tormenta se avecina, espero que sean capaces de soportarla. -Hice una mueca, mald*tas tormentas, cómo las odiaba.

No presté mucha atención al momento de dirigirme arrastrando los pies a la zona donde habíamos dejado las cosas para dormir, estaba bastante cansada la verdad. La noche llegó y yo moría de frío, envuelta lo más posible en dos mantas, parecía una oruga (?) temblaba, mi nariz estaba helada y el aire frío lastimaba mis pulmones. Se podía escuchar con claridad el viento azotando las paredes y desde el piso de arriba con la "herida de guerra" caían uno que otro residuo de nieve.

Vi que mi blanco, como todos los demás, temblaba de frío. Suspiré, ni loca iba a hacer de peluche, pero debían de sobrar mantas, trajeron muchas y varios si se cubrían más morirían asfixiados (?) así que tomé otra manta y la puse a su lado, así por lo menos no moriría de hipotermia antes de la prueba. Volví a mi rinconcito y me enrollé como oruga nuevamente, y a los segundos el cansancio me ganó, no pude más que quedarme dormida.

-----------------------------

Había amanecido y desperté con el sonido del helicóptero, me sentía extraña, estaba cansada pero al mismo tiempo llena de determinación y energía, tenía frío, pero lo ignoraba. Era sencillamente extraño.

Salí de la cabaña para observarlos a todos ahí, incluyendo al Sr. Helicóptero salido de la nada (?) -¡Buenos días, cabos!- Respondí al saludo de Rio levantando mi mano. Pronto los Blancos partirían, quizás debí haber puesto un GPS en una de las muelas de Ren hace años (??) pero ya era un poco tarde para pensar en ello. En cuanto salió de la cabaña me le acerqué en silencio. Me quedé observándolo unos segundos, evaluando lo que debía decir-Sabes lo que ocurrirá ahora ¿No?-Dije, tratando de no ser demasiado fría...sin muchos resultados, el clima no ayudaba-Por una vez...Sólo...No te busques problemas y sobrevive un rato-Murmuré y desvié la mirada inmediatamente, cruzándome de brazos-Ten cuidado-Susurré realmente preocupada, obligándome a mi misma a soltar aquello. El orgullo era algo difícil de dejar de lado para mí.

---------------------------------

Spoiler:

[center]

Tachibana Kanade:

{En algún lugar fuera de Oslo}
[Con todos.]
-----------------------------------------------------------

Me encontraba esperando que todos entreraran y ya el helicoptero comenzara volar, quería acabar con esto rápido, lo malo sería -después de esto, viene algo peor.- Quería tanto volver a mi acogedora casa
¿Y que estaría haciendo mamá y papá? no aparezco a ya tres días.
De pronto veo unos pies frente a mi y levanto lentamente y, como siempre, tímidamente y veo a mi stalker-y esta de donde salió-pensé asustada y retrocediendo mi cuerpo hacia atrás.
–Se que nuestra relación no es la mejor, pero de todas maneras esfuérzate en sobrevivir y ten por seguro que te encontrare.- dijo, mientras hablaba fui encarnando mi ceja pero rápidamente fruncí el ceño -pero que demonios..- todo eso fue por su sonrisa sombría -¿que se supone que quiere con eso?- si eso era motivarme, se equivocó y se dio cuenta, suspiró y se sentó a mi lado.
-Tienes que decirle algo-pensé ¿pero qué?. Abrió mi boca pero ningun sonido salió.-Ahh-solté finalmente-Sobreviviré...así que..intenta encontrarme-¿Que clase de apoyo es eso!? soné completamente mandona -estúpida, estúpida, estúpida-comencé a decirme.
Quince minutos de momentos incomodos al lado de mi stalker fueron para cuando por fin la chica parche se decidió a sacar a todos los stalker afuera, luego de unas palabras y entregarnos una mochila, para nuestro alivio, con todo lo necesario,  el helicoptero comenzó a mover sus alas y pronto subió en el aire, mi corazón se achicó y sentí como si lo apretaron, cerré mis puños bastante nerviosa
-es el momento...y no tengo buenos presentimientos-

Off:
Louise querida amor de mi vid que me ha abandonado (?) Aham..mucho drama.
Cuidado con el Mindcontrol cuando roleas :'l realmente Kanade no es fácil de asustar, es solamente estúpidamente tímida.

Spoiler:

~A las afuera de la Cabaña- Helicóptero~

Aun pensando en como pudo dormir... me levante pues al parecer nos llamaban para que saliéramos, siendo casi el ultimo en hacerlo me quede casi pasmado por el helicóptero que ahí se encontraba, en ello una voz me recordó que estaba ahí a mi lado

-Sabes lo que ocurrirá ahora ¿No?-
-Por una vez...Sólo...No te busques problemas y sobrevive un rato-
-Ten cuidado- dijo Ai casi asustándome, pero su voz empezó a hacerse mas muda

Mientras mis pensamientos se amontonaban en mi cabeza y trataba de descubrir las palabra de aliento de Ai, ni me di cuenta cuando ni como subí a este vehiculo...
La voz de Rio me devolvió los sentidos

- Muy bien, chicos, estuvo bueno de despedidas y esas cosas. - dijo mientras subía

- Stalkers, bajen de aquí. - señalo hacia afuera mientras parece que le dijo algo mas a Svain pero no alcance a escuchar, sin decir mas se dio a la tarea de sacar unas cosas de entre los compartimientos del helicóptero

- Dentro de ésta mochila están las cosas necesarias para que sobrevivan un tiempo. Tales como: 5 botellas de 1 litro agua, 5 latas de comida, 1 cuerda, 1 cuchillo de explorador, una linterna, un par de piedras para encender fogatas, una bolsa de dormir, una lona grande, una brújula y una bengala. Solo una. - dijo mientras decía la cantidad de las cosas con sus dedos.  - La bengala es un regalo de mi parte, con el podrán revelar su ubicación, pero ésto es bueno y malo a la vez. Bueno por el hecho de que así podrán saber donde están y lo malo por eso mismo, ya les he dicho que no están solos en ese bosque. - Al escuchar esto me quede con cara rara, o al menos eso creía

- Cada uno de ustedes tendrá una mochila de éstas, no creían que los tiraría así nada más ¿verdad? - comenzó a repartir las mochilas - Úsenlas con sabiduría. -

Al terminar de decir eso, se dirigió hacia los que se quedaron fuera, y empezó a darles otras cosas y mas explicaciones tardo un poco así que solo abrí un poco la mochila y pensar como "sobrevivir" mientras pensaba en ello escuche el cierre de la puerta antes de decir algo solo pude ver como se alejaban del  helicóptero debido a que Rio no pensaba tenerlo mas tiempo en tierra...

-Hubiera querido decirle... al menos algo- pensé

No tardamos en elevarnos y a mi ver nuestra conductora disfrutaba del momento, o algo parecido, solo suspire mientras veía el paisaje invernal y cerraba la mochila...

Dudaba que pasara todo sin nada extraño, pero con las hermosas palabras de aliento de nuestra Conductora Teniente  Rio... eso era lo ultimo que pasaria

Despues de rebuscar el lugar y de tal charlota, mas que solo escuchaba bla..stalker..bla..blancos.. bla peligro..bla.. muerte *Esperen que muerte?* me quede pasamado, yo realmente antes pensaba que no valia nada, pero sofia me hizo ver otra perspectiva, gracias a ella creo que aun sigo vivo, en fin todo esto no me hecharia a perder mi apetito asi como un camello (?) debore todo lo que tenia, no podia desperdiciar lo que habia, incluso tenia un competidor, aquel chico rubio stalker que al igual que yo deboraba toda comido a su vista.
Al fina termine con la panza llena y corazon contento, era hora de dormir, pero con este frio no se si lo lograria, Rio nos alcanzo unas mantas, la agarre como si de un oso de felpa se tratara -Espero no tener problemas con este frio espeluznante~- murmure ante ellos recibi una revoloteada de cabello y escuchar - aquien le dices espelusnante cabeza de chorlito- esa voz era familiar - koko- exclame para despues lanzarme y abrazar sus piernas, esta me meneo como si de un bicho pegado se tratara y despue despegarme, con la manta me abrgio y despues decir un buenas noches algo cortante, aun asi me senti feliz de volverla a ver, esta por su parte se fue a su lugar y despues mis ojos no vieron mas que un fondo negro, me senti algo seguro al verla y sinmas me dormi.

Era casi de madrugada, cuando escuche un ruido que me hizo despertar, bueno habia dormido en cierta forma bien, aunque de vez en cuando sentia frio, ya estaba un tanto acostumbrado al clima despues de vivir con la friolenta koko,ademas un poco de frio me hacia bien a mi herida, ya que calmaba un poco el dolor.

Un gran helicoptero aparecio delante de nosotros, me asombre ante tal maquina, era algo impresionante, nos hicieorn subir como un rebaño de ovejas se tratara y despues alzamos vuelo, di una enorme sonrisa *Estoy volando* pense para mialgo euforico, ais que durante el vuelo asome mi cabeza por la ventana viendo el tremedo cielo y el aire frio que me causaba unos pequeñso escalofrios.

Hicimos una parada en algun lugar ahi nuestros stalker bajaron, no s eporque presenti algo malo, mi expresion cambio a una seria, vi como koko se despedia, y con ea expresion de siempre de un no te preocupes te encontrare, pero sentia que algo no iria bien, pero en fin confiaria en ella, asi que aspire una vez mas y di una ligera sonrisa alzandole la mano.

- Dentro de ésta mochila están las cosas necesarias para que sobrevivan un tiempo. Tales como: 5 botellas de 1 litro agua, 5 latas de comida, 1 cuerda, 1 cuchillo de explorador, una linterna, un par de piedras para encender fogatas, una bolsa de dormir, una lona grande, una brújula y una bengala. Solo una. - dijo mientras decía la cantidad de las cosas con sus dedos. - La bengala es un regalo de mi parte, con el podrán revelar su ubicación, pero ésto es bueno y malo a la vez. Bueno por el hecho de que así podrán saber donde están y lo malo por eso mismo, ya les he dicho que no están solos en ese bosque. - empezo a decir la peli-negra *Oh cierto, concentracion* pense ya que tambien estariamos en prueba de supervivencia, daria lo mejor de mi, - Cada uno de ustedes tendrá una mochila de éstas, no creían que los tiraría así nada más ¿verdad? - comenzó a repartir las mochilas - Úsenlas con sabiduría. -
dijo esta *Eh? voy a volar de nuevo?* me formule una inquietud, en fin segui escuchando y revise mi mochila, y como dijo habia todo esto, tendria que ser prudente y conciente de ello, cosa que se me daba mal.

Alzamos nuevamente el vuelo quien sabe a donde, pero de seguro pronto nos lanzaria, solo esperaba que sean de dos, en fin me coloque la mochila como abrazandola, ya que nos darina paracaidas no? *Nos daran?* mire a rio, aquella cara medio sicotica me alarmo un poco, ais que intente mirar a otro lado y vi a la chica insegura de antes creo que era kane..kanade, su manos parecia temblar un poco o es que er ami imaginación, mirfe a los demas algunos teniana cara de preocupación, tome la mano de kanade y le dije -Ahi que dar lo mejor de nosotros~- le dije con una sonrisa y despues mirar a leonore, esperaba que la lanzarana a ella nates que ami, asi podria irla a buscar, sentia la necesidad de cuidarla.


Off: lamento el mind control es que era necesario -w-~
listo lamento la demora ouo

Ficha:

Luego de que todos los Blancos habían subido al escandaloso helicóptero, Rio no hizo más que cortar la emotividad del momento con una sierra eléctrica (?) diciendo que ya estaba bueno de despedidas y demases. Nos ordenó bajar, y yo di unos pasos atrás con cautela, no quería que un helicóptero en pleno despegue me rebanara la cabeza o algo así.

Rio explicó unas cuantas cosas a los Blancos que, quizás, no quería que nosotros escucháramos. noté que les entregaba "algo" a los blancos. En fin. Eso no cambiaba para nada mi situación. Se dirigió a la puerta dándose la vuelta y nos habló a nosotros los Stalkers. -Dentro de una hora, aquella puerta se abrirá por sí sola y tendrán 1 min para pasar por ella antes de que ésta se cierre de vuelta. No puedo dejarla abierta por más tiempo por que hay quienes quieren salir de ahí.-Explicó mirándonos desde arriba del helicóptero "Quienes, ¿cómo quienes?" Surgió la interrogante en mi cabeza, pero por la actitud de Rio definitivamente NO quería averiguarlo- En cuanto entren, tendrán que buscar a sus Blancos, no creo que quieran hacer otra cosa. A ustedes no les daré absolutamente nada. Se supone que ya están capacitados para sobrevivir en éste tipo de situaciones, así que confío en sus habilidades. - y se dirigó a Sveinn. - Lo mismo va para ti. - Sacó de sus bolsillos una cajita con un radar - Ésta cosa es un radar o algo así, está conectada al Helicóptero. Si tiene una falla mecánica, éste foco se iluminará de color amarillo. Si logramos llegar a nuestro destino, será verde. Y, si algo extraño le sucede al Helicóptero, se iluminará rojo.  Es para que se relajen un poco. - y mantuvo una seriedad que honestamente me incomodaba -No hagan nada imprudente si aparece alguna luz roja o amarilla, se los advierto. - Asentí, suspirando, evidentemente este no era un lugar que daba cabida a las fallas.

Y con eso, dio media vuelta dispuesta a irse junto con los blancos-Les deseo suerte~ -Y cerró la puerta tras de sí. Tuve un presentimiento horrible que me recorrió la espina dorsal dándome escalofríos y llamando mi atención. Las hélices del helicóptero empezaron a girar, y yo retrocedí un par de pasos más, cubriendo mi frente con mi antebrazo, evitando que mi cabello se revolviera más de la cuenta. Luego, lentamente, el helicóptero levantó vuelo y se dirigió hasta aquella zona...tan extraña y siniestra.

Inspirando profundamente, saqué el arma que aún guardaba entre mis ropas, la revisé, le quedaban exactamente tres balas, Tendría que usarlas MUY cuidadosamente. Busqué en mi bolsillo y saqué dos pequeñas
gomas para el cabello [Off: ligas, cómo le digan] y me lo recogí en esas dos grandes trenzas, así tendría más movilidad y menos calor. Muy útil para esta ocasión además de que me las podría arreglar para otras cosas con eso.

Pacientemente, terminé con mi cabello y esperé...Definitivamente tendría que sacar a Ren de ahí. Y lo más rápido posible.

BOOM.

Estaban Muertos.

Para su extraña suerte o como quieran llamarlo, la enorme puerta del Campo Militar comenzó a abrirse, lenta y pesadamente...

¿Por qué?

Mientras tanto, un sonriente joven de cabellera pelirosa se encontraba jugueteando entre los mecanismos de las rejas de seguridad del Campo Militar, había estado curioseando un rato y 'accidentalmente' había accionado una de las tantas puertas del Campo Militar.
- Ups~ - dijo el chico sonriendo con diversión mientras bajaba una de las palancas del cuarto de control.


~~~~~~~~~~~

Por otro lado, en alguna parte de esa inmensa selva artificial, se encontraba una chica con sombrero sentada al lado de una fogata, cuando un inmensa explosión salida de la nada le hizo levantarse abruptamente. No había sido muy lejos de donde se encontraba, y aquella nube de humo negra que se elevaba al cielo era otra señal.





~~~~~~~~~~~

Y, por otro lado, aún más profundo en la selva y rodeados de varios cuerpos de Monstruos del Mundo No-Visto muertos a su alrededor, se encontraban otras dos siluetas. Una de ellas, la mayor, levantó la mirada al cielo al escuchar una explosión y sonrió con diversión.









^v^v^v^v^v^v^v^v^v^v^v^v^v^v^v^v^v^v^v
Clima: Nublado con altas probabilidades de Lluvia. (No nieve)
Temperatura: 10 °c (está bastante cálido en comparación a la tormentosa noche anterior.)
Ubicación: Alguna parte cercana a Oslo... en un Campo de Entrenamiento Militar.
Hora: 8:08 am.

Aclaraciones~:

Spoiler:

Por el momento el comedor se vio envuelto en tranquilidad… o al menos eso aparentaba.  Trate de aprovechar dicha atmósfera  para seguir abasteciéndome de comida.  Todo culmino en una sonora musiquita, se trataba más específicamente del ringtonel del teléfono de la señorita militar. Curioso observe como salía de la cabaña para atender la llamada, al mismo tiempo mi stalker se levantó  -Iré a buscar otro filete, sigue comiendo.- A penas reaccioné cuando ya se había ido, largué un suspiro. Cuando me di cuenta Bodgan había regresado, con el filete que había ido a buscar.

Fueron alrededor de 20 o 30 minutos en los que estuve observando mi plato vacío, mi estómago ya se encontraba en su 100% de satisfacción, al punto de que si llegaba a comer un bocado más de lo que fuese segurísimo que botaba todo, finalmente Rio regresó.  Aplaudió dos veces para que todos le pusieran atención y luego dijo -Muy bien, chicos. Les recomiendo que descansen lo más que puedan y duerman cerca del fuego. Coman lo suficiente y no se empachen. Una gran tormenta se avecina, espero que sean capaces de soportarla.- Sonrío, posteriormente se desvaneció por las escaleras que daban al segundo piso.

...Y ella no podía estar más en lo cierto. La tormenta no tardó en llegar apenas cayó la noche, y el frío había incrementado… aunque fuese increíble. Me aseguré de devolverle su chaqueta a Bodgan, no me gustaba la idea de que él se enfermase por mi culpa… aunque, ¿podía alguien como él sucumbir ante los microbios? (?)

-Huh este frío realmente puede conmigo…- Dije en un susurró apagado. Realmente no estaba acostumbrado  a este clima tan helado, vale, de por si mi país natal es Rusia pero… me la pasaba estando en lugares con calefacción y aire acondicionado como si no pudiese vivir sin ellos, en fin… Afortunadamente Bodgan me propuso que durmiésemos cerca uno del otro para compartir las sabanas, por más que fuese de espaldas no dejaba de resultarme algo… incómodo.  Sin embargo, este no fue un hecho que me haya dificultado conciliar el sueño (si ni siquiera el temor por la prueba del día siguiente podía), para nada, el cálido fuego de la chimenea fácilmente me arropó.

[…]

Mis parpados temblaron, abriéndose a los segundos costando un poco acostumbrarse a la luz de la chimenea. El silencio reinaba en esa habitación, dejando oírse con claridad los truenos y relámpagos de aquella fiera tormenta, que probablemente había sido la que provocó que me despertará repentinamente.  Volví a cerrar los ojos, tratando de volver a dormirme, pero entonces sentí algo… no, más bien alguien… -¿B-Bodgan?-  Él…él… ¿me está abrazando? N-no más bien está apoyando su brazo en mi estómago, ¿…no? Hice un movimiento involuntario con mi mano y sin querer rocé los dedos de él, la temperatura al instante se subió a mis mejillas, estaba demasiado cerca…

Sin darme cuenta volví a caer dormido, y al despertarme ya era de mañana. Todos estaban ya alistándose para salir… cuando vi a mi stalker sentí un poco de vergüenza por lo de anoche, pero teniendo en cuenta que el frío ni se sintió por aquella acción suya, aquel sentimiento se había esfumado, y la verdad… que había dormido bastante cómodamente esa noche.

Al salir nos hallamos frente a frente a un helicóptero, si, ese helicóptero. Frente nuestro también estaba la señorita militar, saludando con una energía digna de envidiar. De pronto los nervios empezaron a atacarme. -¿Todo listo, Viktor?- Cuestionó Bodgan mientras me sonreía de una manera un tanto peculiar, respire hondo y asentí, de verdad estoy haciendo lo posible para prepararme mentalmente -En todo momento necesito que estés consciente y pienses, pienses y pienses. Si logro ubicarte por tus pensamientos podremos encontrarnos con mayor  facilidad, si logras encontrar algo que funcione como arma o un escondite que te mantenga a salvo durante la noche ni se te ocurra pasar de ellos. Y por favor, ve con cuidado, no confíes en ningún otro Stalker. - Me sorprendieron un poco sus palabras, pero sabía que su vida estaba ligada a la mía, y yo… yo realmente no buscaba hacer una estupidez y poner mi vida en riesgo, porque la vida de él estaría en riesgo también.

-L-lo tengo Bodgan, haré lo posible para comunicar todo lo que haga, encuentre, vea…- Hice una pequeña pausa, rascando mi mejilla -...a mí mismo- Me parecía algo irónico pero era lo correcto, si quería que mi stalker me escuchara debía pensar, cualquier cosa que hiciera, para que él lograra escucharme. Debíamos aprovechar esa ventaja nuestra lo máximo posible. –Lo mismo va para ti… cuídate…. Cuídate mucho- Dije a su mente con una seriedad impropia mía, queriendo suavizarlo con una sonrisa nerviosa al final.

Entré al helicóptero casi siendo el último de todos los blancos en subir, apretando mis puños.

Los minutos parecían horas estando arriba de ese helicóptero antes de esto iba lo de la mochila con provisiones y esa wea, pero como no me di cuenta y luego ya me dio paja ponerlo hagan como si Viktor la agarró y la tuvo todo el tiempo encima, por nada del mundo pensaba soltarme del costado en que estaba sosteniéndome -¿P-p-por qué se mueve tanto? Y encima parece que se avecina otra tormenta….- Mis pensamientos eran todo un revoltijo,  tanto que para devolverme los sentidos se necesitó de una turbulencia que casi me hizo caer sentado.

- Muy bien, todos. Pongan atención que solo lo explicaré una vez.- Rio había salido de la cabina de mando, y allí estaba abriendo una caja con paracaídas. Se aceró al chico de cabello rubio cenizo que casi me daba una paliza antes. A contra suya le colocó el paracaídas y le enganchó una mochila en éste, puse extrema atención a todo lo que hacía porque estaba consciente de que luego me tocaría a mí hacer eso.  Ella nos indicó que mirásemos, mientras nos señalaba los broches que unían al paracaídas con la mochila que había puesto antes. -Les recomiendo no tocar ésto.- Claro que no lo haré…  -Ahora, el cordón azul es el Paracaídas Principal. - exclamó señalando el cordón indicado. - Y éste rojo es el Paracaídas de Emergencia. Deben contar 30 misisipis para luego abrir el Paracaídas Principal. Si el Paracaídas Principal se atora o no sale después de 10 misisipis de haberlo liberado, no duden en usar el Paracaídas de Emergencia. ¡Pero tengan cuidado! Si halan los dos al mismo tiempo, ninguno se activará. – Explicó ella alzando más la voz para que le escucháramos claramente, el viento pegaba con fuerza  que tapaba los oídos y el ruido de las hélices no ayudaba para nada. -Una vez estén por llegar al suelo, ni se les ocurra caer con ambos pies al suelo ¡O se romperán las piernas! Deben caer con un pie y rodar por el suelo hasta detenerse, tampoco se les ocurra hacer ésto antes, o se lastimarán la espalda. - Continuó su explicación. Luego acercó al chico rubio a la compuerta y la abrió para posterior asomar su cabeza. -¡En 5 min estaremos sobre una pradera, es el mejor lugar para saltar, así que apresúrense! – He…hey  ¡espera un segundo! Cómo diablos espera que…en ese poco tiempo y con una explicación tan desmesurada….

De pronto un escalofrío me recorrió la columna, ¿qué está--? -¡¡Cambio de planes!!- De la nada la señorita militar le estaba ordenando al chico que saltara, como era de esperarse él reaccionó incrédulo, incapaz de entender que diantres pasaba por la mente de esa mujer. Ante los atónitos ojos de todos, Rio se hartó y terminó por lanzar por su cuenta al rubio de una patada. -¿Quién sigue?- Sentí mis piernas temblar a penas ella se dio la vuelta hacía nosotros -¿Acaso hará lo mismo con todos? cuál… ¿¡cuál es su problema!?- Ni 1 minutos habrían pasado y ya había tirado a otro chico por la compuerta, traté de memorizar la mini-explicación que le había dado –Tengo que grabarlo en mi cabeza, como si este fuese un puzzle de esos difíciles por resolver…. Azul paracaídas principal, rojo de emergencia… 10 misisipis….- No pude seguir  concentrándome en memorizar porque otra sacudida del helicóptero, ahora sí, me hizo caerme dándome un grave golpe en la parte trasera.

La militar, que casi había salido volando sino fuera porque reacciono rápido y se sujetó de una de las cajas, salió corriendo con rapidez al cuarto del piloto, gritándonos al resto que quedaba que nos colocáramos los paracaídas. Como pude me puse de pie y fui a tomar uno, como esperaba, fallé casi completamente al intentar ponérmelo…

Tarde tanto en acomodarlo correctamente que Rio había regresado y lanzado a otro blanco más fuera del helicóptero. Ya sólo quedábamos 5…

El helicóptero se sacudió por incontable vez, obligándome a girar mi cabeza hacía un costado, en ese momento noté a la niña entre nosotros, reprimida en un costado. Si yo tengo miedo, ¿cómo estaría ella? Es tan pequeña y todo esto debe de ser un golpe bastante difícil de asimilar a su corta edad, realmente no debería estar acá… podría estar jugando con sus muñecos, o al menos como yo a esa edad, con una gameboy. Sentí un poco de pena, más por el hecho de que, eh… no puede ser…. ¡e-ella no puede saltar sola!

La señorita militar antes de que yo pudiese decir una palabra estaba alzando a la rubia y colocándole una de esas mochilas, y en un parpadeo estaba frente mío entregándome a la menor, un sonoro “qué” escapó de mis labios. La sostuve de todas formas porque si no ella la dejaría caer en el suelo sin piedad alguna. Aseguró la mochila de la pequeña a mi paracaídas. - Quieras o no, eres el único que puede llevarla.- Ella llevaba razón… era yo quién se estaba preocupando por la chiquita en un principio, p-pero realmente yo no era la mejor opción… ahí iban los nervios de nuevo, una cosa era saltar solo y otra muy diferente era saltar con una niña que no aparentaba más de 10 años. No podía despegar la vista de la militar, mirándole como un borrego al que estaban a punto de degollar -¡En tu caso tendrás que rodar y girar para que Lenore caiga sobre ti, también podrías soltarla en el aire y dejarla caer por ahí, pero eso ya es tu decisión! – Estuve a punto de preguntarle cómo demonios hacía yo algo tan poco realista, pero sólo un grito salió de mi garganta cuando ya nos encontrábamos cayendo -¡¡¡SUERTE!!! – Nos deseó desde el helicóptero… -¡PARA QUÉ DIABLOS QUIERO LA SUERTE EN UN MOMENTO ASÍ!- Exclamé a todo pulmón, mi respiración estaba realmente entrecortada, sino moría aplastado contra el suelo me asfixiaría allí mismo... ah, ¡piensa positivo!

-A..a ver.. ¿Lenore? N-no te preocupes, podremos llegar al suelo a salvo, s-sólo mantén la calma, ¿si?- Aunque ahí el que estaba notablemente más salido de calma era yo –Ugh… 1 misisipi…. 2 misisipis… 3 misisipis…. 4…- Posicione mi dedo en el botón rojo… no no ese no era, rápidamente cambie al azul, eso me desconcertó y perdí la cuenta. Empecé de nuevo. Cuando llegué a 30 lo presioné con fuerza… lo presioné otra vez… y una vez más….

MALDITA SEA.

El suelo estaba cada vez más cerca, esta vez sí le di con fuerza al botón azul, de inmediato el paracaídas de emergencia se activó. Que gran alivio. ¡Pero el viento era muy fuerte y caíamos muy rápido! Como pude trate de estabilizarlo con las manos, mis pies ya casi estaban por rozar el piso… -Qué se supone que dijo qué haga… ¿¡qué se supone que dijo que haga!?- La paranoia me estaba dominando, tanto que no sé si fue instinto o si realmente había comprendido lo que me había indicado hacer; pero con un movimiento raro de mis pies que hice aterrizamos y terminamos rodando en el suelo, cerré los ojos e hice lo posible para pegar a Lenore a mi cuerpo y que ella no se lastimará. Me hice varios rasguños y moretones hasta que finalmente mi cuerpo paró de rodar. Con esfuerzo abrí los ojos.

-Es…- Tosí un poco, tratando de reincorporarme, para ver a Lenore, había tragado algo de tierra entre todo eso –Estamos vivos… no…no puedo creerlo…- Inconscientemente sonreí, de verdad no lo podía creer, que hayamos llegado al suelo a salvo, e-es una bendición… esas lastimaduras realmente dolían, pero la sensación de que pudimos lograrlo superaba el dolor por mucho.

-Te encuentras bien, ¿verdad?- Pregunté a Lenore, justo después se oyó un fuerte estallido… ¿acaso el helicóptero había chocado o quizás algo más? No quise hacer comentario alguno, para no espantar más a la pequeña con mis ideas.

Bodgan…. Todos… ojalá también estén bien….

¿Como expresar el miedo que tenia? No creo que haya palabras para eso..¿Como expresar lo confusa que estaba?¡Ni yo lo entendía! Por dentro de mi misma había dado un cambio radical, mi cabeza pensaba mas, sentía mas y procesaba mas....pero por fuera..seguía la misma muda que no puede socializar. Y eso podía comprobarse .......ahora.
Sentí como un chico, para ser exacta, aquel chico con el cual 'ya he convivido', me tomaba la mano y con una sonrisa en su cara me decía -Ahi que dar lo mejor de nosotros~- y yo, y yo no podía decir nada. Bajé mis ojos timida y muda, pero no solté su mano, me reconfortaba de aluna manera.
Luego de eso, nada pasó por mis oídos, todo mi mente estaba procesando todo esto, que haría para sobrevivir, para llegar a aquella torre con suministros, cuanto tardaria mi stalker para encontrarme o si podía yo misma llegar de nuevo a las cabañas del acampamento ¿Pero que tan lejos estabamos? No lo sabía on exactitud, pero era bastante, pues calculando por sentido habiamos volado mas o menos durante 25 o 30 minutos. Podía sentirse,por buena suerte, como la temperatura estaba mas calida, a comparación de anoche, y eso me facilitaba, no puedo moverme mucho en el frio.
Pero de pronto, levanté mis ojos por un mal presentimiento,podía escuchar afuera, de alguna manera, el viento ponerse mas fuerte, intenté ignorar nada mas, pero fue imposible cuando el maldito helicoptero comenzó a zarandearse, cerré los ojos sujetandome fuerte a donde me encontraba, consequentemente, solté la mano del chico, Haru, que me la sostenia. Durante segundos fue así hasta que finalmente se calmó ¿Pero podría decirse que la cosa se calmó? El hecho de ver a la chica parche salir de la cabina de piloto, con aquella típica sonrisa sarcástica y incluso emocionada de nuevo me dio un escalofrío por dentro- Ehh..las cosas no van bien,no van bien- pensé, nada era bueno cuando ella se emocionaba segun lo que pudimos aprender.
Tomando su primera victima y ordenando atención, colocó al chico a la fuerza un paracaídas y le enganchó lo que eran nuestra mochila de suminstros y cosas para sobrevivir recomendando que no lo toquemos de una manera 'bromista'. Poco se le escuchaba, el viento era fuerte, las elices hacian mucho ruido y aún ella gritando su voz sonaba bajo, por eso traté de poner mas agudizado mi sentido auditivo, si no me perdería algo importante.
Ahora, el cordón azul es el Paracaídas Principal. - desde ahí todo mi atención fue dirigida a su mano que mostraba lo indicado - Y éste rojo es el Paracaídas de Emergencia. Deben contar 30 misisipis para luego abrir el Paracaídas Principal. Si el Paracaídas Principal se atora o no sale después de 10 misisipis de haberlo liberado, no duden en usar el Paracaídas de Emergencia. ¡Pero tengan cuidado! Si halan los dos al mismo tiempo, ninguno se activará. - con suerte lo escuche por que alzó su voz, intenté gravar todo eso rápidamente en mi cabeza, ¿pero quien tenía cerebro para procesarlo en momentos así? de igual manera, lo intenté por mi bien - Una vez estén por llegar al suelo, ni se les ocurra caer con ambos pies al suelo ¡O se romperán las piernas! Deben caer con un pie y rodar por el suelo hasta detenerse, tampoco se les ocurra hacer ésto antes, o se lastimarán la espalda. - eso por alguna razón yo lo sabia. Observé que abria la compuerta por donde saltariamos, a fuera, podía verse el cielo nublado y con fuertes vientes-Oh genial, una tormenta- pensé ¡Es lo que nos faltaba para saltar! - ¡En 5 min estaremos sobre una pradera, es el mejor lugar para saltar, así que apresurence! - la escuché levemente, pero apesar de eso, no logré levantarme y tomar el paracaídas por que por alguna razón senti una rara presencia que me hizo tener escalofrios.
Repentinamente, la chica parche ordenó al chico que saltara ahora,quien palido no se lo creyó y por mas que le repitiera se negaba -salta o será peor-pensé observando con miedo y tal como predije la cosa se puso peor pues esta le pateo haciendo caer y gritando que no olvide lo que explicó, comencé a ponerme algo palida mirando hacia afuera donde cayó el chico y como otro mas caía a la fuerza, pues nadie quería saltar. Otro golpe de viento hizo que el helicoptero se sacudiera y por consequencia que la chica parche casi saliera volando, me levanté de un golpe asustada pero esta logró sujetarse y volver, al entrar nos ordenó ponernos los paracídas y fue al piloto, caminé hasta la caja y tomé un paracaídas pero no me lo puse por que mis ojos vieron una cosa extraña, el cual no consegui identificar.
Pálida, horrorizada, observé hacia afuera paralizada allí. La chica volvió y otra victima mas se fue, Haru. Yo aún seguía mirando pálida hacia afuera cuando otra sacudida hizo que cerrara los ojos y perdiera el equilibrio cayendo hacia el fondo del helicoptero.
Cuando logré pararme observé como la chica colocaba  a una niña con un chico -¿¡Los lanzará a los dos juntos!?- me desesperé observando eso sorprendida, era demasiado , demasiado peligroso...Aunque ella es solo una niña...pero..-dios- susurré mirando como el pobre chico era lanzando por la puerta.
Nuevamente el helicoptero volvió a zarandearse, y y o de nuevo cerré los ojos sosteniendome
¡Mierda! ¡Esa cosa realmente me está sacando de quicio! -Arí los ojos ya asustada y sorprendida -¿Esa....cosa?- susurré. Alguien nos perseguia ¿Ya tan rápidp? Al escuchar que dijo que nos sujetaramos lo hice fuerte y me preparé para lo que no sabía que vendría, algo en mi me decía que la cosa se pondría peor...mas aún.
Y de la nada allí esta, un estruendo , una exploción -My god ¡Voy a morir!-pensé aterrada con los ojos lo mas fuerte que podía cerrarlos. Si al comienzo de este vuelo dije que estaba aterrada ¡es ahora que SI ESTOY ATERRADA!. Me sujete con toda la fuerza, el helicoptero giraba y giraba y creo que voy a vomitar..
¡Kanade, Suriane, Akano, apresúrense y tomen un paracaídas, no importa si no se lo ponen bien, solo aferrence a el si quieren vivir![/b] - Abrí los ojos y le clave la mirada a esa loca. Pero por mas que quisiera gritar tenía que hacer algo así con mucho esfuerzo me levanté y me ajuste de alguna manera el paracaídas, Pero luego e eos me quedé petrificando mirando mi ajuste, cuando sentí las manos de la chica la miré aterrada pero atenta a lo que me decía - ¡¡Escúchame bien, Kanade, debes saltar como si fuese una 'bola de cañón' a una piscina!! ¡¡Debes contar hasta 30 y luego extender tus brazos y piernas para abrir tu paracaídas 20 seg después!! ¡¡¡HAZLO YA!!! ]asentí pero luego me aterré mas cuando me empujó fuera -Kyaaaaaaa!!!!-grité por 7 segundos asustada, era la primera vez que mi voz nosaba tan fuerte, dejé de gritar para hacer un esfuerzo sobrehumano para girar en el aire y terminar cayendo de espalda..Mis ojos se abrieron como platos,mis pupilas se achicaron y empalidecí, me impacte, aterré mas, soprendí todos los sentimientos posibles al ver aquel ser que seguía nuestro helicoptero.
Rápidamente me giré para poder abrir el paracaídas, con 4 segundos de atraso lo abrí..todo ok.De pronto el viendo comenzó a llevarme hacia a un lado , para caer sobre un árbol. -¡Maldita sea!-exclamé , por mas que intenté contradecir no puedo.
¿Como acabé? Colgada entre las ramas de un árbol con el paracaídas atorado en ellas. De alguna manera estaba ilesa.
Creo que quedé media hora intentando salirme del paracaídas cuando lo logré, por mi mala suerte caí del árbol sufriendo raspones con las ramas y además lastimarme levemente el tobillo al aterrizar.
-Ittaiiii....-me quejé. Miré al rededor y suspiré para levantarme. Solo me restaba una cosa. Caminar.
Y así me puse a caminar atentamente por los lugares, creo que lo hice durante mas una media hora.

Observava a nuestra ultima victima, mas bien estaba sentada sobre él cuando escuché la explosión~Escuché a mi compañero y levanté la cabeza y me dispuse a observar el humor del helicoptero caído y a lo lejos el causante de eso. Sonreí ampliamente, de manera torcida y de quien plenaeba algo. Di un salto y me sujeté de la rama de un árbol, con un giro acrobatico terminé con los pies en la rama, lo hice una vez una ramas mas arriba y observé hacia donde había caído el vehiculo de vuelo~
-¡Rápido~ veamos como se llevaran los conejos de Rio~!-exclamé emocionado a mi compañero.

----------

Off: No lo resistí :'l tenía que hacerlo (?)
Demmo~ Yue linda no le puse su nombre por que quiero darle misterio
Aún no pueden saber quien es ewé o al menos eso quiero (?) Pero si le tengo que poner la ficha  y el nombre lueo lo hago cuando vuelva a casa x'D

Spoiler:

~Helicóptero... Caída libre/ pradera~

La situación en nuestro viaje no era completamente molesta, al parecer todo iba bien... aunque como cabria de esperar... nuestra suerte nunca fue buena y este día no seria la excepción

No tomaba bien el tiempo, pero sentí una escalofriante sensación en mi espalda y acto seguido, Rio se levanto del asiento del conductor y empezó a darnos una nueva explicación al parecer, nos iba a dar clases de paracaidismo, aunque sentía algo raro en sus palabras, pero no era la primera vez...

Acto seguido y mientras aprendía como se colocaba el paracaídas, escuche un golpe contra el viento, solo pude ver como Junpei había sido arrojado al vació o mas bien pateado a el... una nueva sensación de peligro recorrió mi espalda y mas por el hecho de que Rio fue directo a mi arrojándome otro paracaídas , me ayudo a colocármelo mientras me llevaba a la puerta, recordándome las instrucciones y sin decir agua va...

-Eh... ehhhhhhhhh- fui arrojado

Si... en realidad o deje la mente en aquel helicóptero... o simplemente la adrenalina se me fue hasta el piso, aun cuando sentía miedo, horror, y tal vez... un poco... de éxtasis (por lo divertido)...

La razón de esto... por que me olvide completamente de contar... ni se cuanto tiempo llevaba pero estaba claro que pude escuchar un extraño sonido que claramente fue la razón de que volviera en Si, ademas que cambio mi trayectoria en la caída, un extraño viento me habia desviado de mi rumbo.

Debido a que no podía saber realmente la velocidad con la que caía y menos la distancia contra el suelo sin mas abrí el primer paracaídas, debido al mal clima y tomando en cuenta el área abajo de mi sabia que en menos de unos minutos estaría en peor situación de la que ya me encontraba, no se como estaría Junpei, pero estaba claro que si seguíamos las indicaciones, no saldríamos ilesos

-Espero no equivocarme...-

Como pude trate de sacar el cuchillo de mi mochila pero debido a los fuertes vientos parte de lo que había en ella cayo en el bosque, sabia que era el mayor riesgo que iba a correr por lo que hice, pero era la forma mas segura de descender, mire a mis alrededores, notando un lago a una distancia considerable antes de empezar a llegar a los últimos metros para caer, mire otra vez pero ahora hacia donde se dirigía el helicóptero y note un rastro de humo negro en el aire a la lejanía, sabia que no podía pensar en los demás, cuando mi situación no era la mejor

No faltaba mucho para tocar suelo, pero por suerte me dirigía hacia un campo abierto, no perdí mas tiempo y empece a cortar parte de los cordones que me unían al paracaídas, al momento que vi que faltaba poco di un tirón hacia abajo y me arroje contra la nieve cayendo con leve dolor gracias a la nieve amortigüe la caída mejor de lo que esperaba, pude reincorporarme sin dificultades, pero debido a la ropa no sabría si tendría un golpe severo, el caso era que tenia que volver al bosque, no solo para recobrar lo que se había caído de mi mochila, mas importante para buscar a Junpei, ambos deberían estar en direcciones parecidas, ademas que tendría que ir hacia un lugar... mas cubierto...

La pradera era el lugar mas fácil y seguro para descender, pero no protegía en nada de las condiciones climatologicas frías de Oslo, tratando de no respirar muy rápido, tomando el cuchillo con firmeza y mirando a cada momento lo que me rodeaba, empece mi travesía para adentrarme al bosque...

/Helicoptero- bosque/
-Con todos -solo-
La prueba estaba por comenzar, el aire se ponia algo denso, y de una forma a otra el helicoptero se zarandeo fruscamente, hacienod que soltara la mano de kanade y chocara contra  el frio metal del helicoptero (?), ais mismo me sujete  de alguna parte, y despues ya haberse calmado un poco vi a Rio junto a nosotros, *y quien va conduciendo* ante la idea me aterrorize, no s eporque presentia que lo hacia a proposito.
Muy bien, todos. Pongan atención que solo lo explicaré una vez. -  grito la peli-negra ante el ruido aturdidor de la helice, mientras cogia al chico problematico y lo manejaba a su antojo,
color=#916e05]Les recomiendo no tocar ésto.[/color] - les dijo con broma. - Ahora, el cordón azul es el Paracaídas Principal. - exclamó señalando el cordón indicado. - Y éste rojo es el Paracaídas de Emergencia. Deben contar 30 misisipis para luego abrir el Paracaídas Principal. Si el Paracaídas Principal se atora o no sale después de 10 misisipis de haberlo liberado, no duden en usar el Paracaídas de Emergencia. ¡Pero tengan cuidado! Si halan los dos al mismo tiempo, ninguno se activará. - escuchaba atento como eso dependiera mi vida *cordon azul primero y luego rojo, azul-rojo* repase por mi cabeza  Una vez estén por llegar al suelo, ni se les ocurra caer con ambos pies al suelo ¡O se romperán las piernas! Deben caer con un pie y rodar por el suelo hasta detenerse, tampoco se les ocurra hacer ésto antes, o se lastimarán la espalda. - continuó su explicación.*No quiero ms costillas rotas* Luego acercó a Junpei a la compuerta y la abrió para luego asomar su cabeza. - ¡En 5 min estaremos sobre una pradera, es el mejor lugar para saltar, así que apresurence! - un tremendo escalofrios senti por mi columna, podia sentir el aire violento queriendo entrar en mis huesos, ¡¡Cambio de planes!! - dijo esta alze la cabeza par amirarla y ver como obligaba al chico a saltar,  pero este se negaba, yo de él hubiese salido hace rato, peor aveces el momento puede producir un miedo terrible y lo entendi, la pelinegra pateo la chico votandolo del helicoptero, mientras este gritaba quien sabe, no se porque me burle internamente.- ¿Quién sigue? ante su voz me estremeci, aun no estaba preparado mentalmente, *calma, calma* pense ¡No tenemos tiempo! ¡Ren, tú sigues! dijo cogiendolo y colocandole el paracaidas -Recuerda. Azul Principal, Rojo Emergencia. Cuenta hasta 30 misisipis y abres el Paracaídas Principal, debes esperar 10 Misisipis para abrir el de Emergencia si el Principal no lo hace.  para despues arrojarlo al vacio, el gelicoptero se estremecio de nuevo haciendo que la peli-negra se cayera y yo sali chocando de nuevo contra quien sabe, ¡Vayan colocándose los paracaídas! ¡En un momento se los acomodaré bien! - la escuche decir, saliendo apresurada a la cabina del piloto, mire por un instante a leonore y le toque su cabeza y le susurre [color=#24578a]-No tengas miedo, yo te buscare...- le dije algo serio y despues soltarla, me altere un poco al ver a Rio de regreso, sin mas cogi un paracaidas colocandomelo, algo desordenado, pero para eso rio me lo acomoda, abrocho mi mochila de utensilios - ¡No olvides las indicaciones! - me dijo ya en la puerta, mientras la abria, en ese instante senti una mezcla de sentimientos,  temor, adrenalina, seriedad, nervios, etc, dedique una ultima mirada a los blancos y a Rio, *Te encontrare , ya veras* pense  para despues ser lanzado fuera del vehiculo.

Por esos instantes senti el aire en mi cara y el resto de mi cuerpo, estire los brazos, cerrando los ojos por segundos *Volando* ahora ya sabia como se sentia un ave volando, sentia pura adrenalina y por un instante en mi vida me sentia feliz (?) al abrirlos me tope con un inmeso panorama, veia extensas zonas verdosas y otras marrones, esta vez parecia dar vueltas y vueltas, desorientandome y haciendo mas rapida mi caida, *Rayos me olvide de los misisipis* pense ahora si atemorizado, sin mas jale del cordon azul, extendiendose una gran capa que me hizo parar en el aire y desender lentamente, caeria entre los arboles, mientas a los lejos vi un rastro negrizo, solo esperaba que los demas hubiesen saltado a tiempo.

En tanto a mi un monton de ramas me daban la bienvenida, sin contar los rasguños y golpes en mis brazos  y piernas,para quedar suspendido en el aire a un metro del suelo -Argg...- gruñi  y despues moverme como gusano intentando  bajar, no obstante por tanto movimiento el paracaidas se rasgo cayendo de trasero al suelo y  pedazos de paracaidas sobre mi.

Me levante con dolor osbando mi parte trasera y  analizando el lugar *Creo que cai demasiado lejos de lo seguro* desate mi mochila de provisiones y el paracaidas, iba a marcharme pero talvez esos pedazos me harian de ayuda asi que corte un gran pedazo  y me cubri con este, podria usarlo de camuflaje o por si se le ocurria llover, sin mas me dirigi de frente, si mas bien no recuerdo habia visto un espacio rocoso, podria vizualizar algo mas, asi mismo creo que en direccion opuesta habria  se encontraba leonore y los demas. Asi que me dirgi a las rocas[/color][color]
  [/color]

Fichoja:

Poco a poco, los Stalkers y Blancos faltantes fueron abordando el helicóptero. En mi asiento no hacia mas que jugar con un mechón de cabello de una de mis coletas, note que mi Blanco parecía distante y no pensaba seguir dañando mi orgullo para hablarle.
Como si mi Blanco se hubiese dado cuenta de lo incomoda que me encontraba, rompió el silencio diciendo. -Sobreviviré...así que..intenta encontrarme- Sonreí para mis adentros, obviamente iba a encontrarla, no sabia como, pero lo haría.

Rio quien llevaba un buen rato afuera, finalmente decidió entrar al helicóptero para brindarnos unas palabras un tanto filosas. - Muy bien, chicos, estuvo bueno de despedidas y esas cosas. - Nos dijo poniendo sus manos en su cintura. - Stalkers, bajen de aquí. - Nos ordenó apuntando el exterior con su pulgar. Desde el principio había estado presente en mi mente que cabía una gran posibilidad de que no nos dejaran viajar con nuestros Blancos, aun así me había entusiasmado innecesariamente al creer que viajaría por primera vez en helicóptero. Rio volteó a ver a su compañero, quien llevaba un buen rato con una estúpida sonrisa en el rostro. - Sveinn, tú también. -Su mirada era neutral, en cambio la de Sveinn era de enojo y quizás algo de desilusión. Reí por lo bajo, no porque la situación me resultase divertida, sino para molestar a Sveinn. Me dirigí a la puerta para bajar de una vez por todas, estaba impaciente por comenzar cuanto antes aquel "entrenamiento", mi salida fue interrumpida por Sveinn quien choco conmigo al bajar rápidamente del helicóptero. Apreté los dientes y contuve mis ganas de gritarle unas cuantas verdades. *Actuar como un niño pequeño solo porque no lo dejaron volar en helicóptero... es patético.*

Una vez los Stalkers bajaron, Rio se mantuvo dentro del helicóptero a hacerle compañía a los Blancos o tal vez para explicarles algo de suma importancia que nosotros no debíamos saber. Finalizada su tarea, se acerco a la puerta para charlar con nosotros. - Dentro de una hora, aquella puerta se abrirá por sí sola y tendrán 1 min para pasar por ella antes de que ésta se cierre de vuelta. No puedo dejarla abierta por más tiempo por que hay quienes quieren salir de ahí. - Nos explico e inmediatamente mi vista se poso en la puerta que Rio había mencionado. - En cuanto entren, tendrán que buscar a sus Blancos, no creo que quieran hacer otra cosa. A ustedes no les daré absolutamente nada. Se supone que ya están capacitados para sobrevivir en éste tipo de situaciones, así que confío en sus habilidades. -
Le dirigió unas palabras a Sveinn, luego buscó algo entre sus bolsillos y sacó una pequeña cajita similar a un radar. - Ésta cosa es un radar o algo así, está conectada al Helicóptero. Si tiene una falla mecánica, éste foco se iluminará de color amarillo. Si logramos llegar a nuestro destino, será verde. Y, si algo extraño le sucede al Helicóptero, se iluminará rojo.  Es para que se relajen un poco. - Nos dijo manteniendo su seriedad tan poco usual, que en lugar de tranquilizarme me ponía mas nerviosa. -No hagan nada imprudente si aparece alguna luz roja o amarilla, se los advierto. -

- Les deseo suerte~ - Sonrió de forma macabra y cerro la puerta. Poco después, las hélices del helicóptero comenzaron a girar, retrocedí un par de pasos y utilice una de mis manos para cubrir mi frente. Cuando las hélices tuvieron la velocidad necesaria, el helicóptero se levantó en vuelo y se dirigió hacia las entrañas altas de aquella prisión infernal...
Me cruce de brazos y me recosté a la pared de la cabaña, siguiendo con la vista el helicóptero que a cada segundo se alejaba mas y mas, hasta finalmente desaparecer de mi campo visual.
Como era de esperarse, Sveinn hizo acto de presencia diciendo un comentario pesimista, al cual no le preste demasiada atención, ya que mi todos mis sentidos estaban muy concentrados en el ambiente y el radar.
Ya habían pasado alrededor de 30 minutos y el radar seguía sin hacer nada, quizás solo estaba siendo paranoica o el radar que nos había dado Rio no funcionaba. El cielo parcialmente nublado se nubló completamente en un abrir y cerrar de ojos, vientos fríos y huracanados comenzaron a correr, haciendo que un escalofrió me recorriera de pies a cabeza. Se aproximaba otra tormenta, eso era obvio. También era obvio que esas condiciones no eran muy aptas para volar un helicóptero, bastaba con tener tan solo un poco de razonamiento para darse cuenta.

De la nada, el radar, que creí que no funcionaba, cambio a Amarillo e inmediatamente cambió a Rojo. Unos minutos después, un estruendoso estallido se hizo escuchar, seguido de una nube de humo negra. Con rapidez separe mi cuerpo de la pared y descruce mis brazos, para observe la nube de humo negra con preocupación.
Me alarme y mis nervios aumentaron cuando vi a Pain y Elena caer al suelo, se retorcían de dolor y a los pocos según dejaron de moverse. Ya no había nada que hacer... estaban muertos. Dirigí mi mirada a la enorme puerta del Campo Militar, ahora estaba mas inquieta que antes, quería que se abriera de una vez y poder entrar a buscar a mi Blanco. Como si mi pensamiento fuese escuchado por algún ser divino, la puerta comenzó a abrirse, lenta y pesadamente... Me pareció una eternidad, pero finalmente se abrió por completo, vi a varios Stalkers echarse a correr en su dirección, observe por un segundo los cuerpos sin vida de Elena y Pain, para luego imitar a los demás y aventurarme en aquel desconocido Campo Militar en el que se hallaba Kanade.

Apenas comencé a correr dentro de aquel infernal lugar, note que había una especie de montaña muy cerca de donde me encontraba, fácilmente podría intentar escalarla y observar desde un lugar mas alto el terreno, pero también corría el riesgo de fallar y terminar rompiéndome algo, lo que menos quería era seguir complicándome las cosas, por lo que rápidamente desistí y seguí corriendo. A mi izquierda podía como el paisaje comenzaba a llenarse de arboles: seguramente se trataba de una zona boscosa.
Mire hacia el cielo, lo mejor seria correr por la pradera, ya que si entraba al bosque quizás los arboles cubrirían la poca iluminación que el cielo nublado brindaba. Claro, mis ojos me permitían ver en la oscuridad, pero planeaba usar ese poder solo en ultima instancia. *¿Que puedo hacer? Si grito su nombre daré mi localización a los monstruos del Mundo No-visto y seré una presa fácil.* Me dije, comenzando a correr más despacio.  *No puedo arriesgarme, todavía es muy pronto...*

Ficha:

*Frente a la cabaña, esperando/Entrando por la amenazadora puerta (?)*

Me senté en una roca enorme cubierta por la nueve de la tormenta anterior, mientras esperaba. El ambiente estaba aún frío, pero nada comparado con las corrientes heladas de horas anteriores. Froté mis manos entre sí, dándoles calor, y haciéndome a la idea de lo que estaba por ocurrir. Observé el radar, impaciente, la luz seguía apagada. Esperé. Uno, dos, tres, quince minutos. Sentía un mal presentimiento y la presión sobre mi. Dieciséis, veinte, veinticinco. Volteé a mirar al radar de nuevo, y, mientras lo miraba, el alarmante color amarillo hizo aparición en la luz. Falla mecánica. Me levanté, expectante, y di unos pasos al frente. Segundos después, que me parecieron horas, la luz pasó a ser roja. Empalidecí, si es que eso era posible para mi blanco rostro y para el frío que hacía. Y luego, unos momentos más tarde, un estruendo se hizo escuchar, levanté mi mirada hacia la dirección de donde provino el sonido, vi humo. Esto era malo. Muy malo. De repente, Pain y Elena cayeron al suelo, como si sintieran un intenso dolor, los miré con horror. Segundos después estaban muertos.

Giré mi vista de nuevo hacia la nube de humo negro, visiblemente preocupada, observé las palmas de mis manos, yo seguía con vida, así que Ren también, pero eso no descartaba la posibilidad de que estuviera malherido en ese infernal lugar. Momentos después, la pesada puerta que habría paso hacia ese sitio comenzó a abrirse. lenta y tomándose su tiempo, con una parsimonia que me alteró los nervios todavía más. Apreté los puños un poco, cuando la puerta se abrió por completo, no fui la única en echarme a correr inmediatamente en su dirección.  Al entrar por la puerta miré a mis dos lados, por un lado estaba una zona rocosa como de montaña, no me pareció buena idea ponerme a escalar, además de que gastaría mis energias más rápido. Al observar el lugar me dio la percepción de que era enorme, pero curiosamente redondo por lo que podía notar de las paredes tras de mi, y lo que podía adivinar del resto. Frente a mí se extendía una amplia pradera, y a mi derecha un bosque. Evalué mis opciones. La zona rocosa quedaba descartada, la pradera...era fácil avanzar por ahí, pero si habían tantos peligros como decían aquí, en el bosque quizás tendría más maneras de esconderme, más sin embargo era más tardío de avanzar. Decidí avanzar un poco más por la pradera, y pronto me adentraría en el bosque, siempre atenta a lo que me rodeaba, y aprovechando para pensar en cómo demonios iba a encontrar a Ren.

Mini-Actu.  Viktor & Lenore:

-El siempre atento Narrador de Carteles.

Mini-Actu. Kanade:










Mini-Actu.  Bodgan:







v^v^v^v^v^v^v^v^v^v^v^v^v

Mini-Actu. Ren:









Mini-Actu.  Haru:








Mini-Actu. Walky:








Mini-Actu. Ailin:










DATOS GENERALES

Clima: Algo húmedo con una leve llovizna.
Temperatura: 13 °c (está bastante cálido en comparación a la tormentosa noche anterior.)
Ubicación: Alguna parte cercana a Oslo... en un Campo de Entrenamiento Militar.
Hora: 9:28 am.

~Les recomiendo, chicos y chicas, que lean Todas las Actualizaciones, pues puede ser que hayan pistas en ellos que ayuden o salven los traseritos de sus pj's

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~