« Stalkers » [Rol]

Recuerdo del primer mensaje :

Spoiler:

Cap. 1.- En una helada celda.

Estaban sorprendidos ¿Cómo no estarlo? Si la persona más inútil que conoces de la nada se convierte en tu mayor problema, ¿Cómo te sentirías? A juzgar de la cara de los grandes líderes de Tuteur Danger, estaban muy muy conmocionados. Uno a uno, los mejores Stalkers fueron siendo atrapados y aprisionados, algunos tuvieron la mala suerte de que sus Blancos habían sido asesinados en el proceso de captura.
Así que ahí estaban todos, dentro de celdas en algún lugar de los Países Nórdicos congelándose lentamente. Aún no sabían qué era lo que Untitled tramaba, pero escapar sería algo muy difícil en momentos así. Sin armas ni sus blancos cerca, todo estaba perdido para los Stalkers.

Sin embargo, había un alguien que jamás les dejaba bajar la cabeza, era el estratega de Stalkers, Ryu. Un sujeto tan optimista que quizá sería capaz de sacar de su tristeza al sujeto más desesperado y triste del mundo, no solo optimista, también hábil para crear rutas de escape, invasiones y todo tipo de cosas… No por nada era la “reencarnación” de uno de los mejores estrategas de la primera guerra mundial, con una personalidad muy retorcida, claro. Ryu creó un plan, un plan en el que estarían entregadas sus últimas esperanzas, 8 de los 10 mejores Stalkers de Tuteur Danger escaparían de ese lugar ¿Qué porqué 8 en lugar de los 10? Porque los dos últimos estaban desaparecidos, solo por eso, -ejem- volviendo al plan, estos 8 chicos escaparían por una bien planeada ruta creada por Ryu, saldrían de prisión, encontrarían a sus blancos y con su ayuda harían una llamada de alerta hacia las demás bases de Tuteur Danger creadas por el mundo para que fueran al “Cuartel General” a exterminar a los Anonimos de Untitled. Simple, fácil de recordar, era perfecto ¿no?

La primera fase del plan, la fuga, había sido todo un éxito, los Stalkers elegidos no habían batallado casi nada en escapar de aquella prisión, incluso pareció como si les hubieran dejado, pero… quizá luego se arrepentirían. Luego de escapar,  se separaron por parejas, no era buena idea irse todos juntos, pero tampoco lo era irse cada quien por su cuenta, así que así fue como se dispersaron. Su punto de encuentro sería Noruega, el lugar donde se encontraba el Cuartel General de Tuteur Danger, pero antes de siquiera considerar en comenzar la fase dos del plan, tenían que encontrar a sus blancos, re-abastecer sus provisiones y armas.
Me pregunto si la suerte le sonreirá a éstos chicos~ ¿Será que podrán darle la vuelta a ésta rebelión? Heh, esperemos a verlo…




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Aclaraciones:

Stalkers y sus respectivos Blancos~

Sveinn Jenssen - Rio Petturi
Sofía Tiane - Haru Mildori
Elena Ivanov - Surianne Salmon
Pain Suldier - Akano Yimoto
Sally Walker - Tachibana Kanade
Sean Westly - Lenore Colville
Ailin Winter - Ren Nightwalker
Bodgan Tanjevic. - Viktor Záitsev
Chisato Shiina - Junpei Yoshida
Romeo di Pietro
Valentine Autumn Black
Stan Garrison - Yue Del Atrio
Niamh Borchgrevink
Matthew Liddell - Jack Nash


Lugar donde se lleva a cabo el rol: Oslo, Noruega.
-Pueden explicar como es que sus pj's llegaron ahí, si quieren~-
Temporada: Otoño. Hace frío, MUCHO frío xD
Época: 2016 Me la acabo de inventar lml
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Ya conocen las reglas, chicos~
Este rol será estricto y va para largo >:l
Les pondré algunas reglas mías:

Spoiler:

Bueh~
Eso sería todo c:
Have fun, my little rascals~

Cualquier pregunta o duda, háganla por Mp~

{ Fuera de la cabaña » Helicóptero » Bosque }
-Con Shiranui » Con el resto de los Blancos » Sólo-

Junpei dejó las manos de Shiranui correr por su frente, aún con las suyas guardadas en los bolsillos de su saco y sin inmutarse demasiado. Apenas desvió ligeramente la mirada cuando se percató de que el motivo de la chica era revisar su moretón. En realidad, incluso le gustaba un poco que lo tocaran de esa forma. Lo que lo incomodaba era la preocupación de su Stalker.

-No voy a permitir que te suceda nada más- comenzó a hablar ésta, sonriéndose a sí misma ante la mueca de disgusto que esbozó el rubio -. El hecho de que mi vida esté ligada a la tuya me importa poco, si no fuese así igual lo haría.

Dando un fuerte chasquido con la lengua, Junpei amagó un pequeño paso hacia atrás para separarse y quitó las manos de su refugio. Había escuchado claramente la voz de Shiranui quebrarse al final de la oración y no podía soportar las despedidas. Menos cuando eran así.

Simplemente no consiguió hacerlo. La albina se abalanzó contra él, aprisionándolo en un fuerte abrazo que inmovilizó a Junpei no sólo por la presión del mismo sino por lo sorpresivo e inesperado de éste.
Todo su ser se congeló en ese instante. Sólo sus ojos rojos y felinos —aunque estáticos al principio— conservaban la habilidad del movimiento, y comenzaron a saltar disparados enfocándose en la joven y en si una y otra vez. "Chisato..."
Una descarga de sentimientos acribilló el pecho del muchacho y le hizo recordar una vez más de lo que todo eso se trataba. ¿Qué tal si no volvía a verla? Se había malacostumbrado a tenerla cerca, siempre a su lado para él. ¡Era Shiranui, después de todo! ¿Dónde más podría estar...?

¿Y si, por alguna vuelta loca del destino, ya no fuera así?
...Entonces nada tendría sentido para él.


Por un momento cruzó por su cabeza la idea de que si se separaban entonces iba a perderla para siempre y el vacío en su interior se hizo más grande. Se fijó un momento en ella, en la única persona a la que podía considerar cercana. Repasó con la mirada su fino y largo cabello y cómo su delgada figura hacía tanto contraste en el agarre que la fijaba a él. Quería sentirla en sus brazos. Corresponder. Hacerle saber que, para él, ella era todo.
Pero no importaba cuánto lo deseara, sus extremidades parecían clavadas en su lugar y entonces Junpei sintió que se ahogaba en unas fuertes ganas de llorar. Era tan cobarde que ni siquiera era capaz de abrazar a su mejor amiga. "Qué me pasa..." ¿Qué le pasaba? Ante aquella situación valdría lo mismo que un tesoro volver a tenerla. ¿Por qué hasta entonces no pensó en éstas cosas? ¿¡Por qué no podía abrazarla!? "Perdóname...perdón..."

¿Qué estaría pensando ella? 'Monstruo, ni ahora se digna a mostrarme cariño'. En verdad lo lamentaba. En verdad lamentaba haber nacido tan inútil.

El susurro de la chica le anunció que el tiempo se agotaba, y la desesperanza de Junpei no hizo más que aumentar. "¡Espera, no...!" gimoteó en su mente cuando Shiranui empezó a separarse. La quería. La quería mucho. Era su familia, su hogar. No podía recompensarla ni de esa forma tan burda, ni de muchas otras no tanto. ¿En verdad estaba dispuesta a cargar con el peso que él representaba si no se le hubiera sido impuesto? ¿...Cómo era posible eso?

-...Hm.

'Hm'. Todas sus emociones resumidas en un 'Hm'. "Eres patético..." se dijo. En verdad tenía ganas de golpearse. Pero no había más que hacer. Su oportunidad se había perdido.

Y, aún lamentándolo, subió al helicóptero casi sin mirar atrás.



Se sentó en uno de los pocos asientos libres que quedaban, era casi uno de los últimos en abordar. Observó de reojo a sus compañeros Blancos; no había uno solo que no espejara el rostro serio del que tenía al lado. Los nervios podían sentirse en el aire mientras otras dudas e inseguridades comenzaban a llegar a la cabeza de Junpei. Nunca había hecho paracaidismo. Es más, estaba en su lista de cosas que de preferencia no haría en toda su vida. Ah, se quería bajar.

Pero en cuanto ese pensamiento se le vino encima, Rio entró en el helicóptero y echó a los Stalkers que se habían subido de allí. Incluso al suyo. "¿También ella va a jugar a esta estupidez...?"
Sin perder tiempo, la milica sacó varias mochilas —una por cada presente— y recitó lo que contenían antes de repartirlas y marcharse a hablar con los Stalkers que afuera esperaban sus propias indicaciones. Él recibió la suya y la abrió en cuanto la tuvo entre sus manos, revisando que nada faltara.

Basicamente, adentro había agua, comida enlatada cuyo sabor debía ser asqueroso, un equipo de exploración y una bengala. "Lo justo y necesario para que Rio pudiera divertirse un rato." Apretó los dientes y frunció el ceño, recostando la espalda en su lugar y cerrando los ojos con cansancio. Ojalá terminara pronto.



...No recordaba en qué momento el sueño lo había vencido, pero aparentemente se había dormido gran parte del viaje y sólo una repentina turbulencia fue capaz de devolverlo a la lucidez. Se apresuró a tomar su mochila y cerrarla en cuanto la vio saltar ante la sacudida, y se quedó pensando en que tal vez no había sido algo demasiado malo descansar aunque fueran otros 20 minutos. No había dormido casi nada, después de todo. El rubio volteó a mirar por la pequeña ventana de la compuerta, y pudo notar que finalmente habían despegado, ni se había percatado.

Rio salió de golpe de la cabina del piloto, y el chico no pudo evitar hacerse para atrás cuando vio que se dirigía precisamente hacia él - Muy bien, todos. Pongan atención que solo lo explicaré una vez - exclamó, obligándolo a ponerse de pie.

- ¿O-Oye, qué te pasa? - gruñó éste, pero ella lo ignoró por completo, concentrada en colocarle el paracaídas y ajustando los arneses con una fuerza que no era necesaria. "¿Qué soy, tu maniquí de pruebas?" Rio unió la mochila de provisiones al sistema y luego le habló al grupo entero.

- Ahora, el cordón azul es el paracaídas principal... y éste rojo es el paracaídas de emergencia. Deben contar 30 Mississippis para luego abrir el paracaídas principal... - comenzó la charla informativa, señalando y tirando descaradamente del muchacho en cuanto así lo quería. Junpei se debatía entre prestar atención o encajarle una trompada - ...Una vez estén por llegar al suelo, ni se les ocurra caer con ambos pies ¡O se romperán las piernas! Deben caer con un pie y rodar por el suelo hasta detenerse, tampoco se les ocurra hacer ésto antes, o se lastimarán la espalda.
¿Eeeh? ¿Qué era todo eso? ¿Romperse una pierna? "E-Espera, repítel— WOWOWOW QUÉ HACES, MUJER." Rio tiró de Junpei hasta acercarlo a la compuerta y, abriéndola, lo hizo asomar la cabeza por ahí. Observó con una terrible mueca de espanto la altura a la que se encontraban, volando entre las nubes. Ahora no se quería bajar - ¡En 5 min estaremos sobre una pradera, es el mejor lugar para saltar, así que apresurence!

En el mismo instante en el que terminó de gritar eso, un nuevo sacudón agitó el helicóptero y casi arroja a Junpei fuera de éste si no hubiera clavado hasta las uñas que no tenía en los bordes de la abertura. Hizo fuerza para volver a meterse, pero la militar parecía no estar dispuesta a permitirlo.

- ¡¡Cambio de planes!! - Gritó de la nada - ¡Junpei, salta YA!
- ¿¡Q-QU-QUÉ!? - preguntó, incrédulo. La desesperación del chico bien podía palparse. Era casi divertido verlo así, no era cosa de todos los días un Junpei tan asustado.
- ¡QUE SALTES YA!
- ¿¡E-ESTÁS DEMENTE!? ¡¡NO!!
- ¡¡SALTA DE UNA MALDITA VEZ!!


Lo pateó. Literalmente lo pateó fuera del helicóptero, y Junpei no pudo hacer más que chillar de horror.
- ¡¡NO OLVIDES LO QUE LES DIJE!!
- ¡¡HIJA DE PUUUUUUUUUUUUUUTAAA...!!

De todas las formas posibles, él no quería morir así.




"...22 M-M-Mississippis... 23 M-Mississippis..."

Había comenzado tarde la cuenta de los Mississippis, y eso no hizo más que aumentar su ansiedad. Miró hacia arriba un momento, ya había perdido hacía rato el helicóptero. Maldita Río, cómo se atrevía a tirarlo así... Por otro lado, estaba cayendo dentro de lo que parecía ser puro bosque. Las ramas iban a doler.

"...¡30!"

Jaló con todas sus fuerzas del paracaídas para abrirlo en cuanto ese mágico número apareció en su mente. La repentina subida lo dejó sin aire por un segundo y le dio el tiempo suficiente para llevar sus brazos al rostro como protección y adquirir una suerte de posición fetal que lo defendiera de los árboles que tan peligrosamente cerca se encontraban. Aunque con el tiempo justo, la verdad era que había abierto el salvamiento bastantes segundos tarde.

Las copas del bosque se tragaron a Junpei en un abrir y cerrar de ojos, arañando cada parte desnuda de su cuerpo y rasgando y destruyendo el paracaídas. Cayó varios metros así, sujetando también la cola de su saco para que la ropa no sufriera demasiados daños, hasta que se enganchó en una rama lo suficientemente gruesa y firme y allí quedó colgando a escasos metros del piso.

-Haa....haa...

Respiración agitada, brazos rasguñados, oídos tapados y una gran sonrisa. No podía creer que lo había hecho. No podía creer que estaba vivo.


-Haa...haahah...hahahaha!






Una vez más calmado, comenzó a hartarse de estar suspendido allí. Además el juego ya había comenzado, y si se quedaba como anzuelo no tardaría en venir un pez a tragarlo. Echó un nuevo vistazo abajo para comprobar la altura a la que se encontraba, no iba a romperse nada si se arrojaba con la poca distancia que lo separaba del cesped. Así que así lo hizo. Desabrochó con cuidado el arnés que lo sujetaba a lo poco que quedaba del paracaídas, ambos broches a la vez para no estamparse contra algún tronco y—


-¡Oof!


De cara al suelo.



Con la mochila colgando de su hombro, el joven rubio caminó y caminó hasta llegar a un pequeño claro en el bosque. Entró con cuidado al mismo para recibir un poco de la luz del día que hasta entonces le había sido casi completamente negada gracias a la espesura de la floresta, y aprovechó para sentarse a descansar, examinar mejor su cuerpo y ropa y asegurarse de que nada se había perdido.

Afortunadamente no eran tantas ni tan graves las heridas, apenas algunas sangraban un poco y con solo pasar sus labios por ellas dejaron de hacerlo. Su vestimenta también había salido ilesa. Todas sus pertenencias estaban en su lugar. Se sonrió a sí mismo. No se había lastimado y hasta ahora estaba en un lugar bastante tranquilo. Tenía buena suerte.








"¿¡Q-Qué fue eso!?" exclamó para sus adentros, poniéndose de pie en el preciso momento en el que una fuerte explosión cortó como filo de espada la calma y el silencio que inundaban la zona. Junpei dirigió su mirada al cielo, y pudo ver a una distancia que no supo distinguir una enorme cortina de humo negro abriéndose paso y tapando las nubes. Era humo de fuego.

-Nng...

Pateando la mochila para alzarla, la tomó en el aire y se la colgó una vez más antes de salir a las carreras fuera del prado y otra vez al bosque, en dirección al humo. Después de andar un rato más, pudo vislumbrar el fin de la arboleda y se dirigió enseguida a éste.

Había comenzado a llovisnar, pero aparte podía escuchar otra fuente de agua fluyendo. ¿Un río, tal vez?

{ Base de control » Surcando los cielos }
- With his lonesome self~ -

Ni siquiera él sabía cómo sus andadas lo habían llevado a seguir de cerca la pequeña excursión de aquel grupo de Blancos y Stalkers a través del cuarto de control y cámaras en lo más alto de la montaña junto al campo militar que ellos habían tomado como refugio.

Hamacándose en la silla de comando, a través de las pantallas y la gran ventana que daba al exterior fue testigo de todo. De la salida del helicóptero, de las reglas del 'juego', de cómo éste caía después de ser atacado por una monstruosa serpiente voladora.

De la muerte de dos Stalkers de vuelta en la base. De la desesperación de sus compañeros por no saber qué estaba pasando.

"Ah..." suspiró, conteniéndose ante la morbosa escena y agachando la mirada como una muestra de lamento por los recién caídos. Los cuatro."...eso no está bien."


Con sus ojos fijos en el panel de acciones, de pronto una sonrisa ladina se dibujó en su rostro y espantó el ambiente lúgubre que él mismo había creado. "¿Y qué pasa si...?" comenzó, inclinándose hacia adelante y posando lentamente su mano en una de las palancas que tenía al frente para accionarla, su función bien se explicaba debajo con tan sólo dos simples palabras:

'Puerta Principal.'


- Ups~




Luego de deleitarse con el producto de su cometido, el joven pelirrosado saltó fuera de la silla y corrió a por el báculo que descansaba en una esquina de la habitación, saliendo por la gran ventana segundos más tarde decidido a seguirse entrometiendo. Sus ojos color miel pasaron a un rabioso fucsia a la par que, sin el más mínimo dejo de temor en su cuerpo, se arrojaba por el acantilado.


Luego de una pequeña caída aterrizó a mitad del aire sobre el enorme lomo de un colosal insecto similar a una polilla y se alejó, surcando los cielos a una velocidad remarcable en vigilancia de los Blancos y siempre mirando hacia atrás buscando aquel monstruo que había logrado derribar el helicóptero. Sabía que seguía rondando, y no le iba dar el gusto de volverlo su presa.

Spoiler:

Al parecer el clima se veía extraño, así que decidí buscar lo antes posible el rió, sino me equivocaba solo tenia que seguir recto, pero antes de siquiera ir a la mitad del camino empezó a lloviznar aunque no era fuerte, era peligroso que me llegara a mojar puesto que el frió podría hacerme pasar un mal rato y tener hipotermia...

Cuando empece a mirar a mi alrededor buscando donde refugiarme... una escalofriante sensación recorrió mi espalda, el sonido se desvaneció, como si alguien o algo me observara, sentía como mis pies fueron encajados en la tierra por el miedo... el cual... se desvaneció

Era como si el tiempo hubiera sido detenido unos segundos, el frió aun recorría mi espalda y sabia que no era por el clima, quería descubrir cual fue la razón, pero esto no era un juego, sabia que si mi cuerpo me estaba advirtiendo y era por eso que no debía adentrarme mas hacia ese rumbo...

Mis pensamientos iban sin rumbo fijo, pero no era hora de quedarme parado... fui a cubrirme bajo un tronco caído, no sabia cuanto tardaría la lluvia en cesar y mas aun si empeoraría pero era muy seguro, que no había lugar seguro... donde me encontraba

No podía volver en mis pasos, el clima me arruinaría y no podía seguir adelante sin tener que lidiar con "eso" aunque buscar a los demás seria mas seguro, pero no podía saber lo que sucedería, sin que diera el primer paso... solo suspire

-Que mala pasada- dije susurrando al aire

Había recuperado gran parte de lo que tenia originalmente en la mochila, pero había perdido la brújula, una de las piedras y 2 provisiones de agua se rompieron con la caída...
Todo lo demás pude encontrarlo... pero fue muy poco a comparación de lo que perdí ya que no sabia hacia donde ir y era imposible prender fuego... al menos con este clima y para terminar se daño la lampara, podía decirse que tenia mala suerte, mas de lo usual...

Sin desdoblar la lona completamente... me empece a mover usándola como paraguas pesaba un poco pero era lo mejor que podía hacer, ademas que me servia como camuflaje, por la cantidad de nieve que caía de los arboles y el blanco paisaje bajo mis pies... aunque no quisiera, solo podía seguir hacia el lago y de ahí seguir su cause...

Una vez transmitidos los más sinceros sentimientos de Shiina en un cálido y eterno abrazo, se separó de su blanco y depositó en él toda la confianza del mundo. Su visión estaba nublada gracias a la exagerada cantidad de lágrimas que empezaron a brotar una vez que se aglomeraron en el arco inferior de sus ojos.

Él no se veía muy nervioso, tampoco parecía muy contento con la melodramática despedida de su Stalker pero no se podía evitar, probablemente estaba molesto. ¿Lo había avergonzado, quizás? Ella se mordió el labio inferior, no era posible que ni siquiera en un momento tan crítico fuese capaz de hacer feliz a Junpei. Él demostró su indiferencia simplemente alejándose y subiéndose al helicóptero con sus semejantes, no dijo nada, no hizo nada...

Simplemente la dejó atrás.

No era la gran cosa. No iba a engañar a nadie, sobre todo no se iba a engañar a sí misma, Junpei era Junpei y ella para él era solo "Shiranui", ni su hermana, ni su novia, ni su madre, ¿Su amiga?... Para él solo era "Shiranui". Él tenía que disculparle por ser tan... Ella, por no cumplir sus expectativas, sí, se disculparía la próxima vez que se vieran, esa sería su motivación.

Shiina no le quitó la vista de encima hasta que Rio se atravezó entre ellos para dialogar con los Stalkers.

-Dentro de una hora, aquella puerta se abrirá por sí sola y tendrán 1 min para pasar por ella antes de que ésta se cierre de vuelta. [...] - Reafirmó, era una instrucción que Shiina tenía presente desde que lo mencionó en la cena. Petturi siguió dando indicaciones, al parecer las cosas serían un poco mas laboriosas para los stalkers porque eran más "capaces".

...Se suponía.

-Ésta cosa es un radar o algo así, está conectada al Helicóptero. Si tiene una falla mecánica, éste foco se iluminará de color amarillo. Si logramos llegar a nuestro destino, será verde. Y, si algo extraño le sucede al Helicóptero, se iluminará rojo.  Es para que se relajen un poco.- Por alguna razón el comentario puso más tensa a Chisato, ¿La causa? seguramente es que fuese debido a la inusual actitud que había adoptado la militar, era algo SERIO con mayúsculas.

Dicho eso y un par de cosas más se marchó, abordó en el helicóptero y no se andubo con rodeos, simplemente lo encendió y lo elevó, todo pasó en un abrir y cerrar de ojos, estaba sucediendo y no había vuelta de hoja, la aeronave se alejó y obligó a Shiina a secar las lágrimas que nunca dejaron de salir para que ésta pudiese ver como su blanco se alejaba al horizonte.


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La espera se veía a si mísma infinita, el aire era pesado, nadie cruzó palabra con nadie en ningún momento, todos tenían la mirada clavada en el susodicho radar, probablemente ni siquiera servía, no tenían muchas razones para confíar ciegamente en las palabras de "esa mujer", la pequeña luz parpadeante del dispositivo se mantenía pasiva y pacífica.

-Tengo la impresión de que muchos de ustedes moriran hoy-

"En el mejor de los casos, tú" pensó Shiina, no era el momento para hacer un comentario tan pesimista y de mal gusto ¿Quién se creía este sujeto? Era un imbécil.

Pasaron cinco, diez, veinte minutos y la situación no cambió, en realidad era increíble que esas personas se conociesen entre sí... ¿Lo hacían? No era un dato al que hubiese que darle relevancia, el clima no se veía muy óptimo ¿Cómo les iría?... ¿Estarán a salvo? esas eran las cuestiones importantes.

Shiranui dejó de prestar atención a lo que sucedía en el entorno para sumergirse en sus pensamientos ¿Les enseñaran cómo saltar en paracaídas? ¿No había una niña con ellos? las preguntas seguían surguiendo y ninguna tenía respuesta, podría decirse que lo más cercano a una "respuesta" que tenían en ese momento era ese horrible e inútil radar que ni siquiera...

¿CUANDO FUE QUE CAMBIÓ A AMARILLO?
¿QUÉ SIGNIFICA ESO?
¿PORQUÉ CAMBIO A ROJO?
¿ESTÁN EN PROBLEMAS?
La gravedad de las interrogantes aumentó, Shiina se puso ambas manos en la cabeza ¿Iba a llorar otra vez? No tenía idea si quiera de qué estaba sucediendo y sus labios empezaron a temblar cuando notó que el resto de los Stalkers estaban saliéndose de sus casillas también.

¡Estaba roto! Esa cosa estaba poniéndolos nerviosos a todos en vano, ESA PORQUERÍA INÚTIL estab..

...

¿Un... relámpago? llevó la vista hacia una nube de humo negra se que formó con una preocupante rapidez, eso definitivamente no había sido un relámpago, desgraciadamente no lo había sido.
La situación estaba por ponerse peor todavía, esa nube de humo había sido el helicóptero, fácil deducción.

ERA FÁCIL DEDUCIRLO CUANDO DOS DE LOS STALKERS CAYERON AL PISO EN INTENSO DOLOR, nadie hizo un esfuerzo por ayudarlos, sabían que estaban muertos, sabían que el helicóptero había caído y que habían muerto los blancos de las personas que acababan de perecer ahí.

Shiina se llevó una mano al corazón y rogó por la seguridad de Jun. La puerta empezó a abrirse ¡Gracias a dios! Todos los stalkers salieron en su desesperación en busca de sus chicos, Shiina quiso detenerlos, quería pedirles que cuidasen de Junpei si lo encontraban primero que ella, quería decirles que ella cuidaría de sus blancos a cambio pero, todos se veían tan autosuficientes, tan capaces, ¿Quién era ella para hacerles una petición así? Probablemente nadie confiaba en ella si quiera, es más, ¡No sabían su nombre! La conocían como "La stalker del chico rubio problemático de la cocina". Tendría que hacer las cosas sola.

Una vez sus pensamientos puestos en orden, se puso a correr y avistó una montaña cercana a la zona, era alta y le daría un rango de visión amplio, no lo pensó dos veces y se acercó, levantó la mirada para calcular la altura de la serranía y se teletransportó a la cima, habiendo mal calculado poco más de un metro, aterrizó con mucha rigidez y sus rodillas se lastimaron, haciendo que esta cayese hasta la próxima saliente que fue la que detuvo su caída. Tosió dos o tres veces debido al polvo que inhalo cuando resbaló por la pendiente y luego dispersó el poco que quedaba en el aire para hacer más claro el paisaje.

Había un río. Junpei era inteligente, cualquier persona intentando sobrevivir en un ambiente hostil sabe que un río es prácticamente lo único que necesitas, el agua te hidrata y te limpia, la corriente te guía. No había tiempo que perder, Shiina tomó una enorme bocanada de aire y observó el río a la lejanía calculando nuevamente la distancia, una vez hecha la premeditación con mas cuidado, se teletransportó al otro lado del río con éxito, había empezado apenas y ya se sentía agotada, ahora tenía la torrente a su espalda y un espeso y aparentemente enorme bosque frente a ella, lo mejor sería caminar un poco antes de teletransportarse nuevamente.

Fue bastante tiempo de caminata, aunque quizá podría decir que valió la pena. ¿Será? Creo que sí. Llegué a una pradera, no había tantos árboles, era mas campo.  Los problemas allí eran menores, pues era imposible no ver algo llegando a mi con tanto espacio abierto y poco escondite.
Me senté en el medio de allí y decidí descanzar, lograba escuchar las corrientes de un río...¡¡UN RÍO!! Moría de sed, era perfecto, ¿y quien sabe? pesque. Todo dependía de mi suerte.
También tenía que buscar refugio, la lluvia comenzaba caer, podía sentirla, levanté mi mano y las sentía en mi palma de la mano. Por otro lado veía unas montañas, me daba cierta inseguridad ir allí, así que decidí mejor no seguir ese camino. Adentrarme a un bosque tras refugio? era demasiado temprano para arriesgarme a peligro. Mi mejor opción era seguir el río, luego adentrarme mas a la pradera para ver si encontraba el dichoso refugio citado por la chica parche.
Me levanté y comencé a caminar, era fácil seguir los ruidos de la corriente, teniía una muy muy buena audición no calculaba mucho tiempo hasta llegar allí.
....¿Pero que me esperaría allí? ¿un animal salvaje?..¿O un monstruo?
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off: Se puede demandar el hecho como trampa no ver el la imagen del mapa?  
YUE MUJER EXIJO EL MAPA EN EL FACE PUBLICADO EN MODO PRIVADO PARA MI

Spoiler:

[Campo de entrenamiento: Bosque]
-Solo-

Después de asegurarme de que todos los Stalkers avanzaran unos metros más allá de la puerta sin ser devorados o destrozados por alguno de esos monstruos decidí que era hora de entrar, lo hice a paso lento y calmado, no tenía ninguna prisa por encontrar a Rio ya que resultaba obvio que ella sabría como cuidarse, no tenía ni un pelo de tonta y era fuerte... muy fuerte aunque me costara aceptarlo.
-¿Y ahora para donde?-me pregunté mientras me detenía después de caminar un rato en línea recta.
Comprobé que mi espada estuviera en su sitio y tomé una decisión mientras respiraba profundamente, la llovizna que acababa de hacerse presente me obligó a retomar el paso a un ritmo más rápido, eso estaba mal, si el clima empeoraba me encontraría en serios problemas, sería como un humano más con conocimientos acerca de como utilizar una espada, mi fuego no serviría de nada en un lugar así, abandoné los pensamientos complicados justo cuando me interne en el bosque, posiblemente una de las peores decisiones de mi vida, claro, después de haber decidido conducir como un loco aquel día pero en fin...
-Veamos que me depara la suerte-canturreé mientras desenfundaba mi espada.
Había dado menos de diez pasos cuando con cierta dificultad logré escuchar como alguien avanzaba detrás de mi, ¿estaba de broma? Esta parte del bosque era para mi solito y no iba a permitir que ningún otro Stalker me lo quitara. Sin pausar mi andar comencé a idear el plan perfecto para deshacerme del singular intruso, debía ser rápido pues dudaba mucho que el tardara en abordarme más sin embargo alguien se unió a nuestro paseo. Di media vuelta sosteniendo la espada con ambas manos, listo para atacar pero me detuve al ver que mi seguidor ya se encargaba de eso.
-Pero si es el guapetón de Sean-solté mientras lo observaba pelear.
¿Debía ayudarlo?, sonreí ligeramente y guardé la espada en su funda, me interesaba ver como se las ingeniaba solo con un monstruo del mundo no visto.
-¡Vamos, ya casi lo logras!-grité divertido.
El monstruo estaba tan entretenido con Sean que no siquiera me volteó a ver, aunque me costara aceptarlo el chico estaba dando buena pelea hasta que...
-Ups...-susurré antes de huir del lugar.
No me apetecía mucho la idea de quedarme a observar como se celebraba un banquete de "Seanbrochetas" y luego terminar de la misma forma así que lo mejor era ahorrar energías, no tenía idea de hasta cuando mejoraría el clima.

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Off: He regresado nenes

Spoiler:

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Mini-Actu. Junpei:

De una forma u otra lograste llegar a los alrededores del río, el acercarte o no a este pasó de ser tu decisión a algo meramente obligado debido a que de un momento a otro un ciento de insectos sub desarrollados aparecieron a tus espaldas y no dudaron en perseguirte con tal de obtener un trozo de ti, quedarse a enfrentarlos sería una idea muy estúpida ¿no?...
En fin, gracias a esto el destino te ha cruzado con un rostro ligeramente familiar, te has topado con Ren en el río pero al parecer el también trae compañía.


Mini-Actu. Ren:

Tu "agradable" caminata bajo la lluvia parecía ir de maravilla, incluso tenías un plan en mente pero con lo que no contabas era que una manada de lobos comunes pero lobos al fin aparecieran en tu camino, ellos amablemente te dieron el tiempo suficiente para que te echaras a correr como si no hubiera un mañana para luego ir tras de ti, ¿lograrías burlarlos? Aun con esta pregunta en tu cabeza y la adrenalina al 100% de un momento a otro te encuentras con un Junpei bastante agitado, da la impresión de que por ahora el no te será de mucha ayuda ¿o si?


Mini-Actu. Shiranui, Bodgan y Sally:

Tal vez fue la casualidad o el destino lo que provocó que ustedes tres se encontraran en el mismo brazo de río. La pequeña treta que Bodgan decidió jugarle a Shiranui ha surtido el efecto deseado pero antes de que la ingenua Stalker cruzara el río algo enorme salió de este, una muy casual y enorme anguila eléctrica ha decidido salir a saludarlos, ¿como la recibirán?
Por su parte, Sally cuenta con la cómoda opción de salir huyendo de ahí aunque también podría ayudar a los chicos... Meh! ¿quien rechazaría la oportunidad de pelear con un ser tan interesante?


Mini-Actu. Kanade:

Antes de que tu buena audición te llevara hasta al río has puesto tu atención en otra cosa, un llanto de mujer bastante cerca de donde te encuentras ha provocado que cambies ligeramente de rumbo. La imagen de una andrajosa chica ha aparecido frente a tus ojos, luce lastimada y temerosa por lo que tu buen corazón no ha resistido y en segundos acortaste la distancia que las separaba, aquella hermosa chica te ha mirado feliz, seguro crees que esta aliviada porque alguien la encontró... pues no.
De un segundo a otro su forma paso de una joven mujer a la de una horrenda y enorme araña, caíste redondita en su trampa ¿será este tu fin?

Enorme Araña

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Haru Mildori:

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Las ramas eran algo espesas pero lamenos esos trozos de paracaidas me protegian de la lluvia, a lo lejos divise un alo de humo *Oh~ pueden ser alguno de mis compañeros* imagine o almenos rastros del avion caido, no perderia nada con investigar, asi que me apresure y corri dando largas sancadas antes de que aquel rastro desapareciera por culpa de la lluvia, tenia que encontrar algo antes que ese algo me encuentre a mi por descuido, en el camino cogi una rama, la utilizaria como arma (?) no queria desperdiciar el cuchillo ya que es demasiaod util al igual que una rama puntosa.

-¿¡Tu también quieres que te de como a tu novio, basura!?- Resonó en la cabeza de Shiranui el inconfundible tono de voz de su blanco, tan agresivo e intimidante, definitivamente era él ¿Estaba ahí? No estaba del todo segura del origen del sonido, pareció simplemente escucharse, no venía de ninguna dirección en específico.

Pero... ¿Que si quiere que le dé como a su novio? analizó la frase en su cabeza mientras su mirada lo buscaba desesperadamente entre los árboles.

-¿Junni? ¿Que si mi novio qué? - intentó comunicarse con él haciéndole una pregunta con la vaga esperanza de que le contestase. Nada.

-JUN, YO NO TENGO UN... - Su mirada se cruzó con la de otra persona, no la que ella estaba buscando -...Novio - concluyó su frase y dejó salir un suspiro ante la decepción de que ese diálogo había provenido de... él.

El stalker que aparentemente se había peleado con Junpei. No había que alarmarse, encontrarse con alguien que no era el objetivo principal no era malo, podía usarlo a su favor, no estaba segura de cual era la habilidad de ese chico pero un poco de ayuda no le vendría mal, no había pasado si quiera el primer día y ya se sentía morir, su vago control de la tele-transportación le había consumido mucha de su energía vital, le había causado heridas y apenas podía mantenerse en pie.

Luego de un incómodo silencio notó que el stalker no estaba solo, había una más. ¿No era eso una gran super coincidencia? Ella no tenía energía para ayudarlos a cruzar el río a ambos, ni siquiera estaba segura de si podría cruzarlo ella misma de vuelta.

-¿Quieren cruzar el río? - les preguntó a ambos con su característica y casi inaudible (?) entonación.

-Les ayudaré, pero tendrán que pagarme el favor de vuelta - los condicionó y clavó los pies con fuerza al piso, levantando un poco de polvo, tenía que regresar y conociéndose a sí misma caería al río y quedaría en ridículo frente a todos mientras intentaba lucirse (?) así que se concentró y empezó a contar las coordenadas con extremo cuidado. Uno... dos...tr...tre...


¿¡TRES?! su metódica cuenta se vio interrumpida por una...¿Qué era eso? ¿Por un cocodrilo? No ¡Una serpiente! Una para nada sutil.

Entró en pánico, si esa cosa llegaba a dirigir su atención en ella estaría frita (Literalmente, ¿entienden? Frita, es una anguila eléctrica (?) ) su cuerpo empezó a temblar en totalidad, inclusive llegaba a verse exagerado, empezó la cuenta una vez más pero el sonoro rugir de la extraña bestia le distraía cada tanto y le hacía empezar de nuevo.
-Chisato, tranquilízate - se dijo a sí misma con la voz quebrada, estaba a punto de llorar... Otra vez. Estaba a punto de reflejar lo inútil y débil que era ante todos por milésima ocasión, que vergüenza.

Tenía que hacer algo, por ella y por los demás. Levantó la mirada y ésta se incrustó en Bodgan, basta de cálculos estúpidos, tendría que dejar de ser tan "Shiina" y empezar a ser más... más "No Shiina".

Chasqueó los dientes y dio un par de pasos hacia atrás ¿Los iba a dejar ahí? ¿Dejaría en claro que era una cobarde?

No.

Cuando alcanzó la distancia adecuada, empezó a correr con una impresionante velocidad, su largo cabello le estorbaba a la visión, el polvo que levantaba también, estuvo a punto de tropezar un millón de veces pero no fue excusa para efectuar un salto que la dejó a mitad del camino y unos segundos antes de tocar la feroz corriente, desapareció para materializarse a escasos centímetros de Bodgan y tomar ambas de sus manos con agresividad, su respiración estaba agitada y el estómago se le comprimía, era una sensación horrible. Su atención se trasladó a Sally -Discúlpame, no puedo llevarlos a ambos - reverenció  con la cabeza suplicando su perdón y apretó con fuerza las manos de Bodgan, las coordenadas ya no importaban, cualquier lugar que fuese lejos de ahí estaba bien, lo intentó innumerables veces, sus intentos fallidos eran evidentes, podía verse como la materia desaparecía y aparecía en el mismo lugar una y otra vez, tenía que darse prisa, esa cosa no les tendría piedad si los atrapaba. Cada intento fallido la hacía enojar más, apretaba con mas intensidad las manos del rubio cada que lo malograba, incluso parecía mentira que una chica tan pequeña fuese capaz de aplicar tanta fuerza (?), se hartó, su frustración fue el la clave para concluir tan ridículo circo, finalmente pudo tele-transportarlos a ambos a algún lugar en el bosque que estaba al cruzar el río ¿Probablemente? Eso era lo de menos, lo había conseguido, ambos estaban bien, a salvo.

soltó una pequeña queja para luego caer de rodillas y a continuación, dejar caer el resto de su cuerpo.

-Creo que éste es un buen lugar para descansar - Estaban en medio de la nada, susceptibles a cualquier tipo de peligro, pero en ese momento descansar era su prioridad.

¿Que pasaría con la otra Stalker? Shiranui no podría dejar de sentirse culpable nunca, ojalá ella la perdone algún día.

Off: PD: Shiina puede teletransportar cositos sin tocarlos, pero le toma más trabajo y ya estaba super ohmygod de cansada ahí (?) no lo olviden *flies away*

Las cosas iban perfecto, perfecto, a paso moderadamente rápido me acercaba al río, todo al pie del plan...but..esperen ¿Qué era eso? De pronto comencé a escuchar un llanto, llanto de mujer ¿Y si era un blanco? ..Comencé a caminar en dirección de donde venia aquel llanto, no era lejos, pronto noté una mujer, parecía lastimada, asustada, -Tienes que ayudarla- pensé. Tragué saliva y me acerqué ¿Pero por que sentía una mala sensación? Claro, cuando me acerqué bastante a la mujer esta sonrió y  se ¡¡TRANSFORMÓ EN UNA MALDITA ARAÑA!! -Oh fuck fuck fuck fuck ¿Que hago!?- pensé, retrocedí una pierna ¿Corría?¿Luchaba?
Agua! necesitaba agua ¿Ella lucharia en el agua? Como sea. Tenía que correr y eso hice, patéticamente corrí hacia el río para poder tener una ventaja.

------

Off:

Spoiler:

*En medio del bosque*

De repente, en medio de mi caminata por el bosque, mientras me quedaba unos segundos observando alrededor, se escuchó algo parecido a una voz. ¿Una voz de hombre? ¿Me llamaba? La voz sonaba estrangulada, herida, ¿debería ir a ver? quizas fuera Ren.

Luego recordé donde me encontraba y me debatí internamente unos segundos sobre si debía ir o no a ver...Sin poder resistirme mucho, caminé en dirección a la voz, quizás no fuera Ren...quizás otro Blanco, pero nunca estaba demás asegurarse...reparé tambien en que a pesar de no ser un frío glacial, aún podía ver incluso mi respiración salir y volverse un ligero soplido del color de la nieve.*Conociéndolo quizás ya esté herido, debo ir a revisar* La voz se fue escuchando más cerca, moví varios grupos de hojas y arbustos para poder seguir avanzando. Hasta que la voz se escuchó justo en frente...¿Sería él?.

Spoiler:

~Bosque...~

Al parecer todo iba bien, no había nada de que preocuparme... o mas bien eso pensé puesto que aunque era ilógico que los animales cazaran en plena lluvia (por varias razones aparte) me alcance a topar con una pequeña manada de lobos que lo mas seguro se retiraba debido al clima, pero para mi mala suerte mi lona hizo un ruido que los alerto, tanto por el hecho de estar en peligro o que la cena vino a ellos y con la continuación de mi mala suerte, la lona se había atorado entre una raíz que sobresalía del suelo lo cual provoco dos cosas...

Descubrir donde estaba... al caerse de mis manos
Y hacerles notar que era su pequeño festín...

No tenia derecho de pensar que hacer o a donde huir, sin mas salí corriendo rumbo hacia el lago, deje de lado la lluvia y el clima puesto que escapaba de mi muerte, no sabia cuanta distancia había realmente entre los lobos y mi persona, pero no me inmutaría a averiguarlo, a lo lejos empece a mirar que había alguien mas rumbo hacia donde iba, no era momento de hablar, ademas se veía que también corría de algo...

Deje en blanco mi mente unos segundos, pensando en lo mejor que podíamos hacer...

-Ok.... nada- pensé al continuar mi maratón por la vida

A escasos metros de toparme con Junpei señale mi brazo hacia donde seria la ruta que podríamos tomar ambos, aun si fuesen otros lobos, cualquier animal pelearía con otro para saborear su comida si este interfiriera en su camino... o al menos eso esperaba

{ Linde del Bosque }
-Con Ren e indeseada compañía-

Saliendo de entre los matorrales y árboles que indicaban el fin del bosque, Junpei descubrió estar mucho más cerca de aquella fuente de agua —que al final había resultado ser un río— de lo que hubiera esperado. No se encontraba a una cuadra, pero una caminata de diez minutos sería suficiente para alcanzar la orilla.

La pequeña pausa que hizo para apreciar el paisaje y calcular la distancia de la corriente le bastó como descanso luego de la carrera que lo llevó hasta allí en primer lugar, así que se dispuso a movilizarse de nuevo cuando—



...Eso no era el sonido de nada bueno.
A sus espaldas oyó ese mismo gruñido repetirse una y otra vez, pero no parecía provenir de un solo lugar. Tenía compañía y, a juzgar, una muy numerosa.

Hábilmente retiró de la mochila la navaja que se le había sido otorgada con la misma y se giró para enfrentar a lo que fuera que estaba acechando. Cual fue su sorpresa al descubrir que el hacía segundos desolado camino que había transitado para salir del bosque ahora se encontraba bloqueado por un...dos...tres...cuatro... una horda de enormes y espeluznantes ojos compuestos completamente fijos en él. La forma de los mismos le provocó nauseas y tuvo que apretar los labios con fuerza para contener una fuerte arcada: esos monstruos eran insectos gigantes a por nada más que su pellejo y ese cuchillito de morondanga no iba a servir de mucho contra esas criaturas.

Tenía que volar.



Esa marcha de diez minutos la transformó en una corrida de tres, todo el tiempo agradeciendo para sus adentros haber entrado al equipo de carreras durante la primaria. Pisándole los talones  se arrastraban detrás de el por lo menos siete colosales escarabajos sedientos de su sangre. "¿¡QUIÉN ME MANDÓ A METERME EN ESTO!?"
No era la primera ni tampoco la última vez que se cuestionaría eso.



Para bien o para mal, en su huida descubrió cada vez más cerca de silueta de uno de los blancos del grupo, Ren. El ápice de felicidad que sintió fue pisoteado en medio segundo cuando se percató de que el albino tampoco estaba solo. ¿Eran los lobos más mortíferos que esos bichejos? Sinceramente no quería quedarse a averiguarlo.

Pronto Junpei y Ren corrían a la par cabeza con cabeza, le llamó la atención que aquel enclenque pudiera mantener su paso. Este último tuvo la idea de correr río arriba, esperando que ambas manadas chocaran y se entretuvieran lo suficiente entre ellas como para olvidarse de sus presas.


Cinco minutos más tarde el cenizo rubio cerró con fuerza los ojos intentanto acelerar, pero la triste verdad era que su cuerpo ya se estaba cansando y reduciendo la velocidad lentamente. Lo habían arrojado antes que al resto y era comprensible, pero a la vez ese simple hecho podía resultarle fatal. Inconscientemente comenzó a tomar aire por la boca y no pudo dejar de hacerlo cuando se dio cuenta. Pero sus piernas ya no respondían, se movían y seguían corriendo por lo que parecía ser cuenta propia. Algo bueno, si se lo preguntan, pero a ese ritmo no era capaz de detenerse solo. Si cualquier cosa se le ponía enfrente lo más probable era que se la llevara brutamente por delante.

Sólo un pensamiento daba vueltas en su cabeza en aquel instante.


"¿Dónde estás, Shiranui?"

{ Orillas de un río }
- Con dos señoritas,a decir verdad, una más dulce que la otra -

Pasados alrededor de quince minutos dando vueltas en el aire, el pelirosado vislumbró lo que podría ser un llamado de ayuda allí abajo en la tierra. Una del grupo, la pequeña de cabello blanco, se acercaba a otra chica que —notó enseguida— no pertenecía al resto. Frunció el ceño, comandando a su enorme montura el descenso en los lindes del bosque junto a la jovenzuela. Tal vez ella no podía verlo, pero él estaba seguro de que la desconocida no iba a hacer más que traer problemas.

Una vez cerca del suelo firme, la gigantesca polilla desapareció tan repentinamente como apareció en las montañas, dejando al muchacho caer sobre el suave colchón que formaba el césped. Irguiéndose en cuanto pudo, corrió hacia unos arbustos para observar mejor la escena que para ese preciso instante comenzaba a tornarse cien veces más macabra.

Entrecerró los ojos como respuesta a la repulsión que la grotesca transformación de esa niña bien supo provocarle. ¿NIña, decía? De eso ya no quedaba rastro en lo que se había convertido en una enorme, veloz y letal araña a la caza de esa mosquita albina que inocentemente había caído en su red.

Sujetó con firmeza el báculo en su brazo derecho y rápidamente lo giró en dirección a la bestia, llevando consigo una enorme corriente de aire que no tardó en convertirse en un enjambre de miles, millones de pequeños insectos que volaron como dagas tajantes hacia el cuerpo del arácnido. La velocidad a la que fueron proyectados logró que varios rasguñaran o se incrustaran en su torax y abdomen, numerosas heridas que, aunque no fueran letales por su cuenta, vaya que eran molestas y dolorosas.

Aprovechó la sorpresa de ambas para saltar con agilidad hacia escena, ubicándose entre la chicuela y aquel monstruo voraz atento ante cualquier movimiento que se le pudiera ocurrir al último. Abrió la boca para curvarla en una gran sonrisa, alzando la voz ante la emoción.


- ¡No me esperabas a mí! ¿Verdad~?

Realmente no pude correr mucho, el bicho ese no era estúpido, para nada, con esa su telaaraña acabó atajando mi pie y yo caí bastante duro contra el piso. Me giré a verlo, estaba en pánico ¿Qué hacer? Él me veía con cara de aparitivo y estava atrapada.
Cerré los ojos asustada -¿Acabó?- pensé.
Pasó...pasó...pasó......¿Ok , ese monstruo no va atacar?
- ¡No me esperabas a mí! ¿Verdad~?escuche de pronto, abrí los ojos sorprendida y vi la araña que tomó herida, fijé mi mirada en el chico y comencé a quedar nerviosa ¿Lindo no?.
Ante su respuesta simplemente negué con la cabeza
-¿Qui-e-en eres?-

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Ficha:

{Bunquer}
Aquellos dos días habian sido eternos, estar ahi encerrados me estaba volviendo loco, apenas podíamos hacer nada, solo examinar la zona, controlar lo que pasaba. Demasiado peligroso el lugar.

Todo se tornaba tan aburrido y tedioso, ya creía que nunca ibamos a salir nunca de allí cuando oí algo, una explosión. Una ligera sonrisa se dibujo en mi rostro, no sabía que era pero aquello era la señal que necesitaba.
A medida  que pasaba el tiempo iba notando algo extraño, notaba la inquietud de las criaturas afueras.
-Esta pasando algo ahi fuera-dije algo inquieto a mi compañero-Quiero salir ya...esto es horrible..-en realidad iba a salir si el quería o no.
Podía quedarse allí si quería pero yo no aguantaba más.

Un rugido ensordecedor hizo retumbar el bunque, yo me quede quieto, aquel rugido me había estremecido y no solo a mi, las criaturas temían ese rugido.

Miré a mi compañero decidido-Voy a salir-coloque mi latigo y mis dardos y me ecamine hacia las escaleras del bunque.

Spoiler:

Después de mi pequeño encuentro con Junpei y el correr codo a codo, escuche lo que posiblemente seria la pelea entre aquellos seres por degustar nuestra carne...
Mentiría si dijera que no tenia la curiosidad de ver la fiera batalla entre nuestros persecutorios... pero no iba a dejar de correr para esperar como alguno ganaba y siguiera dándome caza, perdí la noción de la distancia que llevábamos hasta que escuche un golpe...

Por fin me detuve y dirijo mi mirada a mi compañero, estaba exhausto, realmente ni yo mismo me había dando cuenta, mis piernas temblaban y me faltaba un poco el aire así que decidí buscar un refugio, escuchaba como el agua fluía cercas, así que decidí investigar, pero no podía dejar a mi compañero por lo cual lo medio cargue apoyándolo en mi hombro de mi lado derecho seguía el bosque y por el izquierdo, había un lindero que terminaba en mas bosque, lo mas seguro es que en medio debía estar el rió o riachuelo solo suspire al encaminarme poco a poco con mi compañero a cuestas

Llegue al lindero del rió, parecía apacible, al menos por el momento estábamos en calma no podía descansar al cien cuando sabia que incluso del rió podría salir algo que amenazara nuestras vidas, asi que estaba un poco alejado por si acaso, busque entre las cosas de Junpei y tome la lona, era lo suficiente grande para cubrirnos a ambos así que nos arrope con ella, pensaba en hacer fuego, pero era pésima idea... seria como dar una señal gigante de "miren aquí hay comida"

Deje descansar a junpei y salí a revisar los alrededores, por el momento no había nada de que preocuparme, pero con junpei en ese estado, lo ultimo que podía hacer era huir de lo que fuera, así que tome tanto su navaja como la mía para remover parte de la nieve y parte de la tierra, puesto que así no se nos congelaría el cuerpo... Lo lleve a ese hueco y lo pseudo enterré y coloque la lona encima de el... al estar dormido lo ultimo que debería pasar seria el frió, aunque lo escondí, no dejaba de revisar sus signos para saber sino lo había perdido---

De la nada un estruendo hizo temblar el bosque, realmente algo malo había pasado pues un escalofriante frió rodeo toda mi espalda, fácilmente diría que fue un rugido, pero había algo... mas, varias aves salieron volando de los alrededores y al parecer mi compañero también lo sintió lo cual hizo que reaccionara y por ende me diera un leve susto

Di un leve suspiro pues, parece que no estaba herido o mal...

-Hey, estas bien Junpei- dije sin dejar de prestar atención a nuestro alrededor

La sensación de alivio no duro mucho, pues la escalofriante sensación se volvió mas fuerte

-Hay que movernos- dije seriamente al darle su navaja

Señale hacia mas arriba de nosotros pues parecía haber una especie de malla o algo que protegía algo, o nos dividía de algo para bien o mal, había mas altura hacia allá así que podríamos ver mas de nuestra ubicación

La lluvia era un contratiempo, para mi ya que las rocas estaban algo resbaladizas, por casi me caigo *Tsk, esto nome pasa tan amenudo* pense refunfulñando, almenos podia ver cierta parte del lugar, mas lugares rocosos y a lo lejos una extansa manata verdosa, bien y ahia donde era el rastro, vi alo lejos una hilo del humo negro por lo que yo pensaba que posiblemente seria el helicoptero, sui caminando hastallegar al finalde esa montaña, ea algo agotador, pero no me rendiria.

*Arggg. falta poco para que desaspresca debo moverme rapido* pense para mi y seguir mi camino.

Aquella vara fue muy util, segui caminado por la pradera -Seria bueno tener alas en este momento..- murmure para mi mismo hasta que escuche un sonido de las ramas, deje de caminar y examinar el lugar, las ramas no dejaban de sacudirse y montones de hojas comenzaron a caer de éstos.

Hasta que cayó un pequeño vulto negro al césped , haciendo que retrocediera *¿que es eso..?* pense por un momento, y en ese moemnto imagin as miles de cosas que podian ser *Algo comestible, una piedra, algun mountruo o animal , estara vivo (?)* fue lo ultimo que pense asi que me acerque con prudencia y empeze a picarlo con la vara de madera , hasta que este vulto se movio *Esta vivo* levantando su cabeza para observame, vi esos alargados ojos (?) en su diminuto cuerpo, parecia un fantasma algo mono o un peludo cucachita, hacia que sintiera algo tierno por este, baje  la vara y me acerque un poco mas a este, pero despues una tirana sonrisa se asomo en su cara con un parde garas mas en su diminuto cuerpo.

Retrocedia hacia atras con una cara palida, lo que antes era una cosa debil se convirtio en algo peligroso , cogi nuevamente la vara al escuchar aquella risa de diversion  -eh ? de..que te ries cosa..- murmure aunque no me entendiera, para despues fijarme que estaba rodeado mas de estas cosas, *donde te metistes koko* pense por un instante en mi stalker, en estas situaciones lo mejor seria algo de fuego, pero seria demasiado tarde en hacerlo mas que todo con esta humedad .
Empeze a mover la vara con cierta brusquedad intentando alejar a esas .criaturas -shu..- exclame, moviendo la vara  torpemente, cogi alguna lata de comida para aventarselas,supuse que talquez tendrian hambre (?), aunque dudo que os fantasma les guste eso.

Ante eso se esucho un tremendo rugido
GRR.....

Me hizo estremecer, asi mismo observe a los fantasmas distraerse, -Piernas para que las tengo...buaa.- murmure para salir corriendo, interponiendo la vara enfrente mia.

A medida que avanzaban a las carreras se internaron en una zona completamente cubierta por nieve a diferencia del pequeño espacio verde donde el par se había encontrado y donde, para su alivio, aquellas bestias habían permanecido peleando.

Pero, una vez más, su felicidad fue pasajera y se esfumó en el momento en el que dio sus primeros pasos dentro del grueso manto blanco que no parecía pretender volverse menos espeso. Requería más esfuerzo por parte de Junpei alzar su pie una vez clavado en la nieve y si ya estaba al borde en el césped esto era suficiente. Su cuerpo reclamaría el descanso que no pudo conseguir durante toda la noche y mañana, de una forma u otra. Fue cuestión de tiempo para que su izquierda quedara atascada y lo llevara de bruces directamente al piso.


-Ugh...

Permaneció inmóvil en esa pose todo lo que pudo, sintiendo los latidos de su corazón y extremidades mientras intentaba en vano recuperar el aire, que estaba tan helado que dañaba su garganta y nariz. "Haa... haa... no pue— no puedo más..." apretó los puños, arrastrando consigo la nieve, y cerró los ojos. Encontraba cierta extraña paz en hallarse tirado en el medio de la nada, como si las cosas a su alrededor no existieran. Como si jamás hubiera conocido a la persona que ahora levantaba cuidadosamente su peso y lo guiaba para continuar la marcha, aprovechando que estaba demasiado exhausto como para quejarse del contacto indeseado.
"Maldito sea el momento... en el que te dejé traerme hasta acá..."




Luego de otra algo extensa caminata, Ren pareció encontrar finalmente un buen lugar para descansar entre un par de árboles algo alejados del río, pero no lo suficiente como para perderlo de vista. Una vez de vuelta reposando en el suelo, el cenizo rubio se recargó contra un tronco y suspiró con ganas. ¿Qué hacer ahora? Su primera idea fue agradecerle la ayuda a su compañero, pero no duró en su cabeza ni por más de tres segundos. Esa clase de actos hacia él no hacían más que ponerlo sumamente incómodo y confundido.

Se dedicó por un tiempo a observar al joven albino revolver entre sus cosas, sin la fuerza suficiente como para decirle basta ni para impedir que lo tapara con la lona que traía en la mochila. Vivir en un sitio tan gélido como Noruega había servido para insensibilizarlo ante las bajas temperaturas, y a juzgar por la luz que se dejaba ver entre las nubes de lluvia no podían ser más del mediodía. Pero si no iba a darle las gracias a Ren, lo mejor sería cerrar la boca y aceptar la amabilidad. Ahí fue su primer cabezada, a la que siguió otra... y otra.

Antes de darse cuenta, había caído profundamente dormido.










Un estrenduoso rugido, proveniente de alguna parte de la zona de entrenamiento lo arrancó desgarradoramente de su soñar, haciendo todo su cuerpo dar un pequeño brinco de sobresalto.
Un grupo de aves que parecían haber estado escondidas detrás de ellos huyó volando de los árboles que las refugiaban, alertadas también por el espantoso sonido.

Comenzó a ponerse de pie cuando Ren finalmente notó que había despertado y no tardó en preguntar por su bienestar. El muchacho frunció ligeramente el ceño y asintió con la cabeza a modo de vaga respuesta.

-Hay que movernos- Dijo el otro, entregándole una navaja que al parecer era la suya. Junpei la guardó con rapidez en su mochila junto con la lona que había usado para taparse, y se la colgó al hombro una vez lista.

-...Vamos, sigamos río arriba- Decretó comenzando a caminar sin darse tiempo a escuchar una objeción del peliblanco.


Vaya, alguien solía levantarse mandón.





















El pelirrosado frunció el ceño al oír el mortífero llanto de la bestia arácnida, sin borrar aquella burlona sonrisita que traía dibujada en el rostro -Ya... ya... - murmuró, ubicando su báculo entre medio del monstruo y su propio cuerpo vista la posibilidad de un pronto ataque.
- No sé si a tu novio sí, pero a mí no me gusta cuando las chicas gritan tanto~

Apenas hubo terminado de pronunciar esas palabras de connotación dudosa, una de las letales cuchillas que la araña gigante tenía por patas pretendió asestarse con sorprendente velocidad en el pecho del joven, pero tal acto sólo quedó en un mero intento fallido cuando el chico —que esperaba la primera estocada de la criatura— se hizo a un lado con una agilidad aún más sorprendente.

Sin dejar de aprovechar las aperturas que su enemiga le proporcionaba, una nueva horda de insectos que parecía salir prácticamente de detrás del muchacho como por arte de magia arremetió contra la cabeza y vientre de esta, buscando cegarla con golpes y rasguños en sus delicados ojos. Aprovechó el ataque para girar un poco hacia atrás la cabeza, buscando a la pequeña damisela a quien intentaba proteger y guiñándole uno de sus ahora rosados ojos una vez localizada.

- ¡Rosse di Pietro, al vostro servizio!



Mas toda pizca de carisma pronto fue remplazado con una expresión de sorpresa e intriga cuando, de la nada, un fuerte estruendo se hizo escuchar alrededor de todo el bosque. Jamás había escuchado algo igual... y vaya que no le hubiera gustado tener que volver a hacerlo. "¿Oh?" Rosse alzó inconscientemente la cabeza, distanciándose por completo durante un par de segundos del combate.

Segundos que, por más pocos que fueran, podrían costarle la vida.

Fichoja:

De alguna manera había terminado siguiendo a Bodgan o quizás el me siguió a mi y se adelanto (?), vaya uno a saber como sucedieron realmente las cosas... En fin, detuve mi andar a unos dos metros detrás de él y me cruce de brazos mientras lo observaba, como de costumbre mis pasos eran tan silencios que no noto mi presencia o quizás lo noto, pero no quería perder tiempo intentando hablar con una chica que generalmente, como mucho, solo dice 20 oraciones por hora.
Un arroyo bastante ancho y con una corriente peligrosa con bloqueaba el paso. *¡Mierd*!* Me dije inmediatamente después de verlo, por lo visto el paisaje no me ayudaría a encontrar a Kanade cuanto antes.
El sonido de unos arbustos misteriosos me saco de mis insultos mentales y cuando quise intentar averiguar que era lo que se encontraba detrás, algo enorme cayo al arroyo o se deslizo más bien. Mis ojos celestes se quedaron abiertos como platos observando los rápidos, hasta que una especie de aleteo me distrajo nuevamente, por un segundo jure que venia detrás de mi, por lo que gire mi cabeza alarmada, pero no había nada.

*Quizás estoy demasiado paranoica.* Pensé dando un suspiro y devolviendo mi cabeza a su posición anterior, los monstruos del mundo no-visto no vendrían por mi, no habiendo tantos blancos desprotegidos a quienes devorar y tantos stalkers con los cuales tener una pelea -seguramente- más entretenida que la que yo podría brindarles.
Sentí el frescor de unas finas gotas de agua en mi rostro y no pude evitar elevar la vista para observar la llovizna  que había comenzado a descender sobre el campo militar.
Un sonido eléctrico artificial había estado sonando desde que los arbustos comenzaron a moverse, pero en cuanto eleve mi cabeza al cielo, para admirar la fina lluvia, se detuvo.
Note la inmovilidad de Bodgan, asi que baje la cabeza y note que del otro lado del rio había una stalker, Shiranui.
-¿Quieren cruzar el río? - Formulo la pregunta al aire y de alguna forma logro encontrar el camino hasta mis oídos, en respuesta me encogí de brazos, quería cruzar el rió, pero no quería aceptar la ayuda de otra persona. -Les ayudaré, pero tendrán que pagarme el favor de vuelta - Menciono luego, enarque una ceja. *¿Es broma, no?* Pensé, no creí que bajo estas circunstancias los demás stalkers fueran capaces de pensar en su propio beneficio.

De la nada una gran anguila eléctrica salio del agua, sonreí de lado al ver al monstruo, tenia muchas ganas de desquitar mi frustración con él. Por su parte, Shiranui pareció aterrorizarse de la criatura, pero luego se alejo y segundos después comenzó a correr velozmente, en un abrir y cerrar de ojos estaba prácticamente volando sobre el arroyo y la criatura -bastante tonta, he de admitir- se quedo observando a Bodgan en lugar de aprovechar su oportunidad para devorarse a alguien -no es que quisiera que se comieran a Shiranui, pero muchas veces me molestaba la torpeza de los monstruos-.
Volviendo con la chica voladora... Shiranui comenzaba a descender rápidamente hacía el centro del arroyo, pero mágicamente se transporto al lado de Bodgan. *Teletransportacion... un poder bastante útil para circunstancias como estas.* Admire brevemente las habilidades de la otra stalkers, aunque rápidamente parte de mi pequeña admiración hacia ella se perdió en cuanto pronuncio... -Discúlpame, no puedo llevarlos a ambos - Hizo una reverencia con la cabeza, intentando disculparse de algo que no debía, al fin y al cabo no tenia obligación alguna para tener que llevarnos. Varias veces el intento de teletransportacion fallo y también el intento de Bodgan de girar la cabeza y observar mi rostro, antes de lograrlo desaparecieron.

Me quede observando en silencio el lugar donde segundos antes habían estado ese par de stalkers. No importaba que me hubiesen dejado allí junto con un monstruo, pero de alguna manera mi humana interior, aquella que seguía intentando creer que las personas son bondadosas incluso a pesar de que un grupo de esas bondadosas personas la mato, si se vio afectada. Sally era demasiado inocente para el mundo hostil al que me había tenido que adaptar, siempre creyó que los stalkers se ayudaban los unos a otros y eran buenos compañeros, pero cuanto más tiempo pasaba junto con mis pares, comprendió que sus creencias eran una absurda tontería y aun así todavía insiste en verle el lado positivo a todo. En algún momento, termine sepultando a Sally en mi interior, la encerré en un ataúd con millones de candados creyendo que no volvería a molestarme, pero aun hoy ella se rehúsa a desaparecer del todo y a dejarme hacer mi trabajo en paz. Por otro lado, Walky, quien soy ahora o quien me gusta decir que soy, es diferente. Ella no se deja conmover con ninguna cosa y mucho menos se lamenta por el comportamiento de sus pares, al contrario... ser stalker para ella, para mi, es un trabajo peligroso, no solo por los monstruos que hay que enfrentar, sino porque también es muy difícil llegar a confiar en alguien y cuando lo haces corres el peligro de salir lastimado o de que tu inexistente corazón se haga añicos por una tonta fantasía de que todo vuelve a asemejarse a cuando aun estabas vivo.

Me hundí por un par de minutos en aquellos pensamientos tan estúpidos, inesperadamente aquel alucinante y a la vez intimidante criatura emitió otro sonido gutural que exigió mi atención. Eleve la vista y lo encontré aun levemente erguido dispuesto a atacar. -Lo siento, no fue mi intención hacerte sentir ignorado.- Sonreí como una demente y entre mis dedos comenzó a correr la electricidad. -Bicho, mis más sinceras disculpas, no tengo tiempo que perder contigo... tengo que encontrar a mi blanco.- Dije lanzandole un rayo, nunca me había enfrentado a ninguna criatura que tuviera poderes semejante a los míos, así que no sabia si podría matarla tan fácilmente, solo había tenido en cuenta que la mitad de su cuerpo se hallaba en contacto con el agua y que además continuaba lloviznando levemente, lo que cuadriplicaba mi poder eléctrico, aunque no sabia si la anguila también seria capaz de absorber electricidad como yo.
Sin esperar a ver los resultados de mi anterior ataque, me encorve para recoger un par de piedras de tamaño mediano que había a los costados del arroyo y luego de cargarlas de mucha electricidad se las lance todas a la vez.

Entonces detuve mi "ataque" y una idea brillante y alocada invadió mi mente: matar a la anguila gigante y utilizar su pesado cuerpo para cortar la corriente del arroyo, de modo que al meterme al agua y ayudarme del cuerpo de la anguila para pasar al otro lado, la corriente no fuese capaz de arrastrarme.
Desvaine mi katana que llevaba varios días sin probar sangre monstruosa y mire desafiante a la bestia, al mismo tiempo que la habitual llama azul se encendía en mi ojo izquierdo. *Es hora de llevar a cabo esta locura.*
Un feroz rugido llego hasta mis oídos y logro hacerme estremecer, en minutos se creo un gran revuelo en aquel lugar, las extrañas aves del lugar volaban sobre mi cabeza completamente despavoridas, los animales y criaturas parecían alteradas, pues en la oscuridad de los bosques se oía mucho movimiento. Observe a mi oponente y note que también había algo extraño en ella. *¿Que esta sucediendo?*

OFF: Intente hacerlo lo más resumido posible y no estoy segura de haberlo conseguido, en fin, lamento siempre desaparecer de un día para el otro y volver de la misma inesperada manera :/

...
La nieve estaba haciendo que la sangre de Shiranui se enfriara, no es que fuese su decisión tirarse al piso a tomar una siesta, y era bastante conciente de que no había tiempo para ello, mucho menos en ese instante, ahora sabía las horribles cosas que merodeaban el lugar y no podía permitirse ser débil nunca más, tenía que encontrar a Junpei.

-Te debo agradecer infinitamente por lo que has hecho.- Agradeció el stalker que ella había decidido traer consigo ¿Lo había salvado por Conveniencia? No, no había manera, nisiquiera sabía que habilidad tenía ese sujeto, cual sea que fuese la razón era demasiado tarde para reflexionar sobre ello, aunque quisiera no podría regresar por la otra chica y eso realmente destrozó la buena voluntad de Shiranui.

Cerró los ojos ignorando cualquier conversación que su compañero probablemente trató de entablar, estaba cansada, ella realmente quería conocerle pero no estaba en condición, no era capaz.

-¿Te parecería adecuado formar una alianza?- ¿Una alianza?

- En estos momentos intente com...el mensaje le llega...se encuentra con... el tuyo, le... compañía -  dejó de prestar atención cuando el frío de la nieve la arrulló al cerrar los ojos, se sumergió en sus pensamientos, o quizá simplemente estaba empezando a perder la conciencia debido a la baja temperatura que su cuerpo estaba empezando a adoptar y que, combinado con su pésima condición y su horrible estado físico, no hacían una bonita fórmula.

- Esto es raro... demasiado silencio... - Shiranui abrió los ojos ante el comentario de su acompañante para averiguar si éste estaba hablando con ella, se llevó una mano al pecho para sentir sus propias pulsaciones, las cuales se aceleraron un poco al notar que el chico la estaba observando, intentó levantarse poniendo todo el peso de su torso sobre el brazo y extendiéndolo, como si se tratara de un gato hidráulico.

- ¿Necesitas que haga algo por ti? - Ésta vez el diálogo del rubio iba dirigido a su persona, ella levantó la mirada y la clavó en la del chico por unos segundos, antes de continuar con su agobiante lucha por ponerse de pie.

-Estoy bien, gracias... Bodgan ¿Cierto? - le cuestionó, aunque estaba bastante segura la veracidad de sus palabras, lo había escuchado mencionar antes.

-¿Sabes mi nombre? Me llamo Chisato, puedes decirme Shiranui, si tú quieres - le sonrió, una débil y delicada sonrisa pero a final de cuentas, sincera.

Empezó a sacudirse la nieve de la ropa, a pesar de que la temperatura era agradable, haberse tirado en la nieve no fue la mejor de las ideas, aún peor con la ligera llovizna que llevaba rato cayendo.

-¡Una alianza! - Retroalimentó el comentario que Bodgan había hecho con anterioridad, dejando salír una risa estúpida que solo obvió lo feliz que le hacía tener un aliado, siendo ella tan inútil por si sola.

-Muy bien, cuida de mí porfavor. - reverenció e hizo una pequeña mueca, el movimiento le había causado un poco de dolor.

Habiendo concluído con su asombrosa apertura del equipo "Bodshii" comenzó a caminar a paso seguro -Bodgi- susurró para si misma y continuó con su marcha hacia la profundidad del bosque.