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--To aru kagaku no PROJECT --

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/Capsule/ - /Distrito 07: Cancha de baseball/
~Ann y Takkun~

La muchachida de doradas hebras arrugó la nariz al escuchar la voz de su compañera imitarla de una manera sumamente pésima -Dudo mucho que de tu boca salgan cosas de importancia- le respondió casi de inmediato para luego soltar un suspiro dejando que aquel enojo pasajero se desvaneciera, ojala Ann pudiera hacer lo mismo porque su odio se notaba, hasta casi parecía que un aura negra le contorneaba la figura mientras ambas se sostenían la mirada. Luego la peli-negra comentó que las recompenzas de Marina no le interesaban en absoluto pero... -La oíste cierto, “un solo error mas” serás la responsable de cubrir mi trasero la próxima vez, escuchaste bien keiko.- ¿Qué? ¿Quéquéqué?... Bagashama infló infantilmente sus mejillas en señal de pura molestia ¿Quién se creía ella para decirle eso?, la rubia no era una guardaespaldas o clase barata de niñera para andar cubriendole el trasero a alguien -Conejito y yo te ignoraremos por completo hasta que se te pase lo idiota- se limitó a responderle apretando con firmeza entre sus brazos a su amado peluche.

Luego de que Ann preguntara en dónde diablos estaba metido el "Copy" este apareció por la puerta con segundos de diferencia. Luego de una corta explicación de que el "copy" era el aparatejo de su espalda y él (como ya todo el mundo lo sabía) repitio que su nombre era Takauji. Keiko puso los ojos en blanco esperando a que llegara a la parte importante de la reunión. -Asumo que Marina ya les dio las instrucciones también, así que ya sabrán que pasaremos juntos la tarde ¡Tenía muchas ganas de salir con ustedes!-, -Yupii- dijo la Mental Out entre medio de la charla con un claro tono sarcástico -Siempre están juntas y todo eso, me hace un poquillo de ilusión formar parte del grupo- Luego de los suaves empujones del chico en las espaldas de las muchachitas para que se pusieran en marcha, sin tiempo a objetar nada las tomó de las manos y las sacó de Capsule, ella no se opuso a que la arrastrara de esa manera más en el fondo agradeció el hecho de estar usando guantes.

Llegaron al distrito 7, puntualmente a una cancha de baseball. Sus ambarinos ojos se pasearon curiosos por el panorama y dió algunos suaves golpes en el suelo con la zuela de su brillante zapato tanteando el terreno ignorando la historia de Takkun, desde siempre había sido una niña mimada, era una princesa e ingresar a lugares como ese siempre le habían parecido desagradables sobre todo cuando veía a los niños sudorosos correr tras una pelota, se podía decir que esta, y por más raro que sonara, era su primera vez en una cancha de baseball. -sé que no les caigo muy bien, no entiendo por qué realmente- aquello llamó su atención haciendo que dirigiera sus ojos hacia el cuerpo del chico, no respondió nada ante lo dicho porque ella misma sabía que su odio no tenía solidos simientos, no era idiota, pero le era imposible remediar aquello por el momento porque cada vez que se le pasaba por la cabeza ser amable, la imágen de Marina hablando tan comodamete con él se le cruzaba por la mente y eso le molestaba.... le molestaba mucho. –haré lo posible por no lastimarlas, yo estaré conforme con que no me maten.-

La acción comenzó, el rubio soltó una palabra que Keiko no entendió pero que inmediatamente tuvo efecto en el entorno. Bagashama subió su vista hacia el radiante cielo que lentamente se cubría de nubes para que luego largaran una ligera llovizna -AGGHH- se quejó la chica cubriendo instantáneamente y de manera bastante pobre su cabeza con ayuda de su gordo conejo de peluche -Si mi cabello se llena de rizos incontrolables por tu culpa juró que te patearé en dónde más te duela- le amenazó frunciendo el ceño notoriamente pero pronto su expresión cambió a una de dolor cuando sintió que algo le pinchó el brazos y seguido más zonas de su cuerpo, ¿¡Agujas de hielo!? ¿Qué? -¡E-eso duele!- se movió con rapidez de lado a lado en un vano intento de esquivar aquellos pinches helados casi invisibles.... claramente no funcionó y aquello solo hizo que su ira fuera en aumento -¿Sabes qué? ¡Terminaré esto yo misma en este momento!- se paró firme en un solo lugar y clavó sus ojos en Takkun. Podía sentir como se adentraba en su mente, como finas y etéreas culebras que volaban por el aire sin que nadie las notara. La mueca de una media sonrisa se pintó en sus labios -Nadie se mete con Keiko- pronunció intentando mientras tanto hacer que las agujas fueran redirigidas hacia él. Controlar al chico era pan comido pero controlar al feo aparato de su espalda era otra cosa...

*toc*

-¡Ittai!- se quejó la rubia llevando rápidamente una de sus manos a su cabeza para sobar la adolorida zona, funciendo el ceño llevó su mirada hacia el piso... y allí vió al responsable del golpe. -Oh oh...- levantó la vista hacia el cielo y... -¡La putis!- insultó a los cuatro vientos cuando vió que se avecinaba una lluvia de Granizo. ¡Tenía que detenerlo! Pero... si en vez de frenarlo ¿lo hacía más grande? ¿Y si desataba el diluvio universal? ayy no ¡ayy no!. Hurgó en la mente del chico lo más que pudo intentando detener eso mientras se cubría la cabeza con su peluche del granizo pero de todas formas el hielo terminaba golpeando duramente su cuerpo, necesitaba refugio en ese instante o un milagro... lo que vienera primero.[/b][/color]

--To aru kagaku no PROJECT --

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/Esperando el autobus/ - /De regreso a Capsule: Sala de reuniones/
~Gatito sal de donde quiera que estes (?)~

Ya casi podía sentir la tela de aquellos vestidos rozar las palmas de sus enguantadas manos, el aroma de aquella tienda gothic lolita que se encontraba en aquel lejano distrito, oh si, ropa nueva para estrenar frente al mundo y deslumbrar con su cautivadora figura. Seguramente también deslumbraría a su lider, al menos eso esperaba. -Hihihi- no podía evitar reír bobaliconamente en voz un tanto baja y feliz a medida que dentro de su mente ideaba extraños planes en base a las nuevas prentas que planeaba adquirir mientras esperaba a que llegara el autobus. Hubiese llamado a su "chofer personal" si no fuese porque por alguna extraña razón no podía contactarse con él, ¿A caso había muerto o qué?, maldito vago, maldito vecino y porqueria, pero ciertamente útil, de auto que poseía. Ya veía el autobus a lo lejos cuando... *ring ring* su telefono celular sonó dentro de su pequeño bolso, al sacarlo pudo comprobar que había recibido un mensaje de texto ¡oh dios!.

De: Marina ♥

“Olvidad lo que os dije de tener un día libre, me ha surgido algo importante y tendréis que hacer algo por mí mientras estoy fuera. El Copycat os estará esperando en la Sala de Reuniones y os dará instrucciones de lo que hay que hacer.”

-Sigh~- soltó un notorio suspiro al mismo tiempo que sentía una fria brisa que golpeaba su cuerpo y levantaba un poco sus largas y rubias hebras debido al rápido autobus que pasó de largo a su lado. Adiós a su nuevo outfit, hola a más trabajo en Capsule. ¿Porqué tenía que pasar su tarde junto a aquel rubio-roba-Marinas, ¡No era justo!.

Sin poder objetar nada al respecto no le quedó otra más que dar media vuelta y regresar dando perezosos pasos de regreso a la enorme instalación de Capsule. Una vez dentro sin mayores distracciones se dirigió a la dichosa sala de reuniones, abrió la puerta con una sola mano mientras que con la otra sujetaba firmemente a su mullido conejo, sin prestarle mucha atención al interior habló en voz alta -Bien gatito, vamos a hacer esto rápido que no tengo todo el día para gastarlo contigo- siquiera sabía si él estaba dentro o no, simplemente lo dijo.

--To aru kagaku no PROJECT --

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/capsule: Sala de reuniones/ - /En direccion a las tiendas de ropa de por ahí/
~Marina, Orochi, Ann y Takkun / sola~

La rubia infló infantilmente sus mejillas en señal de molestia ante las palabras de su compañera, había momentos en los que verdaderamente su modo sarcástico de hablar le sacaban de quicio, pero bueno, a fin de cuentas la quería por lo que rápidamente soltó un corto suspiro y relajó nuevamente las facciones de su rostro pintando una tenue sonrisa sobre sus carnosos labios. La paz y la tranquilidad que reinaban en la sala de reuniones no duró demasiado, luego de que la bella y fantabulosa Marina terminara de hablar, Ann mostró arrebato de ira que se exteriorizó cuando ella se lanzó como toda una fiera sobre el extraño pelinegro hizo que Keiko se levantara sorprendida de la silla -Marina que hace el aquí… maldición… quieres que lo mate.- oh por dios, ¡Oh por dios! ¿¡Qué haces idiota!?, ahora keiko jamás en la historia de la humanidad iba a obtener su preciado premio si Marina se enojaba. Maldita perra eso no es justo.

Bagashama ignoró por completo el hecho de que su compañera había gritado que el chico había estado en el distrito uno, realmente la rubia de ojos dorados no lo recordaba, la mayoría de los hombres eran una presencia poco relevante en su vida. -That’s enough!- exclamó su jefa para luego lanzar una pequeña muestra de sus poderes, un rayo que casi le cae al chico rubio que recién entraba a la sala. Mientras Takkun iba a ser social con la enfadada Ann, Marina explicó que el chico pelinegro pertenecía a "Judgment" remarcando las comillas y todo dando a notar en demasía que se trataba de un infiltrado en aquella organización y que probablemente jamás lo habíamos visto dar vueltas por Capsule debido a que se la pasaba más tiempo fuera que dentro de las instalaciones. -Ah~ ¿No es perfecto tener una fuente de información así? No seáis malos con él. Su labor es importante.- Keiko asintió con un suave movimiento de su cabeza, realmente en el fondo le daba lo mismo que él estuviese o no de su lado. Mientras aquel chico no se entrometiera con su amor hacia Marina sus planes, no iba a haber necesidad de tratarlo mal.  

Takkun finalmente soltó una importante información, ahora poseía nuevos poderes. Realmente era una noticia interesante, pero Keiko no lo demostró en su rostro o modo de actuar, ya que... se sentía un poco celosa, ¿por qué?, realmente no podía encontrar un motivo en concreto. ¿Tal vez era porque ahora su jefa iba a pasar el resto del día con él y no con ella? ¿Eso?... oh dios, que celosa que podía ser la jóven mental out, debería de remediar eso en un futuro cercano. -Ah, tenéis el día libre. Orochi, intenta no hacer esperar a tu queridita jefa. Seguro que tendrás cosas importantes de las que informarme. Kittycat, nos vamos~.- esas fueron sus últimas palabras antes de salir del lugar soltando detrás una imaginaria estela de brillos de su ondeante cabello movido por la brisa (?).

Un nuevo suspiro se escurrió por entre sus labios, ¿Con qué día libre eh?, ¿Qué hacer ahora?. Durante un instante se planteó el sobre si seguir a su lider, pero a fin de cuentas descartó esa posibilidad, iba a quedar como una sucia psicopata obsesiva si la perseguía tanto (?). ¿Por qué no dar un corto paseo por la ciudad?... ¡Oh!, cierto que a su tienda favorita le había llegado un nuevo cargamento de atuendos estilo gothic lolita. Le dirigió una última mirada a los presentes de la sala, soltó un alegre -Nos vemos- antes de salir de la sala y posteriormente de la imponente instalación de Capsule. -Fashion. Put it all on me. Don't you want to see these clothes on me ♫♪- canturreó alegre por lo bajo con un ingles que verdaderamente daba pena y que podía hacer que cualquier extranjero quisiera cortarse las orejas al puro estilo Van Gogh (?). Pero poco importaba eso, ¡A comprar ropa nueva se ha dicho!. Yey~

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/capsule: Sala de reuniones/
~Con Marina y un pelinegro - Luego se suma Ann~

Si la Mental out hubiese nacido con la cola de un perro pegada en su trasero, lo más seguro es que en ese momento se hubiese estado moviendo de un lado a otro con suma rapidez y felicidad. Chilló agudamenente de manera interna cuando sintió el tacto de su jefa rozar con delicadeza la blanca piel de su mano al tomar la hoja con los nombres que tanto necesitaba. Una amplia sonrisa se dibujó en los labios de la rubia quién sin esperar un segundo abrazó su peluche con forma de conejo en un vano intento de reprimir la emoción. Oh dios, ¡Su premio se acercaba! ¡hehehoho!, ¿Qué iba a darle Marina?. Instintivamente Keiko levantó un poco sus labios formando un besito esperando recibir lo que deseaba, pero...

- That’s right, you did it well. — pat, pat. La bella muchacha de ojos azules le dió unos suaves toquecitos en la cabeza. -¿A-are?- eso no era lo que había esperado por lo que la alegría bajo unos cuantos niveles. Aún así no se sentía decepcionada, o bueno, al menos no la demostraba. Eso pasaba cuando una persona esperaba demasiado de otra, debía de empezar a bajar un poco sus esperanzas y ser más pasiente, no podía pedirle el mundo a Marina cuando ella misma no había hecho las cosas con gran eficacia en la misión pedida. *La proxima lo haré aún mejor* se dijo así misma en su mente recobrando los animos y dandose más esperanzas para el futuro.

Luego de eso - Marina.- un nuevo individuo entro en escena interrumpiendo el momento especial que Keiko tanto había querido tener junto a la chica del lacito. Instantaneamente frunció el ceño y clavó sus dorados ojos en el masculino cuerpo que tenía delante casi como si intentara matarlo con los ojos. No tenía nada de especial aquel individuo, cabello corto negro, una mirada fria o probablemente desinteresada y... bahh, ni valía la pena seguir describiendolo. Pero ahora que lo pensaba un poco, la rubia creía haberlo visto alguna vez dando vuelta por las instalaciones, ¿Quién era en realidad él?.

Tomo asiento en una de las cómodas sillas que se encontraban en la sala de reuniones y escuchó con cierta atención a las palabras del chico de negruzcas hebras mientras ella jugaba con las patitas de su peluche. Era alguien que poseía mucha informacion y en el fondo Keiko no pudo evitar sentirse celosa, ella quería ser la única que le diera cosas importantes a Marina, al menos en el día. ¡Eso no era justo!. Luego de unos minutitos su jefa le dió las últimas palabras al chico - Avísame si sucede cualquier cosa. No quisiera que algo me pillara desprevenida, you know.-, Keiko levantó la mirada y esbozo una amplia sonrisa cuando sus ojos se cruzaron con los de ella. La otra rubia le preguntó dónde estaba Ann, ante esto la Mental out tan solo levantó sus hombros y negó con suavidad, no tenía la menor idea de dónde se encontraba su compañera, ¿iba a tener que ir a buscarla?

No, no había falta, allí estaba entrando ella. -Tarde- le espetó la jóvencita a la chica de cabello negro quién por alguna extraña razon iba descalza y con una blanca bata. Siguió con la mirada el silencioso recorrido que hacía su compañera hasta una de las sillas y dejaba sus botas a un lado. -¿Dónde estabas y por qué vistes así?- le preguntó curiosa Keiko mientras inclinaba su cabeza ligeramente hacia la derecha, -Hemos hablado de cosas importantes- le comunicó rápidamente -Pero bueno, supongo que lo que estabas haciendo era más importante ¿verdad?- casi parecía como si a propósito la rubia intentaba hacer notar aún más la falta que Ann al llegar tarde, pero por primera vez en la vida (?), no era así. Crease o no para keiko, Ann era una amiga importante así que su modo de hablar no había sido intencional, pero bueno, las costumbres se mantienen y era casi automatico que soltara frases de ese tipo.

--To aru kagaku no PROJECT --

Spoiler:

/En el sótano de la sala de conferencias/ - /Instalaciones de Capsule (Sala de reuniones)/
~Sola / Con Marina~

Lo había logrado, ¡LO HABÍA LOGRADO, OH SI!, no podía creerlo, su arrebato de valentía había surtido efecto y de un manotón le arrancó de las manos al hellenfanático aquella lista que tanto necesitaban. Misón completa, ya podía tachar aquello de su hoja de tareas. ¡Marina iba a felicitarla cuando la viera! ¡Eso era seguro!. Pero no era momento para festejar, el lugar se estaba cayendo a pedazos sobre sus cabezas y Keiko no tenía dentro de sus planes morir pronto, al menos no antes de lograr besar a su jefa.

Todo era un desastre, la batalla se volvía cada vez peor, y a pesar de que no le importo demasiado, vió como aquella "chica" a la que estaba controlando cayó al suelo por un trozo de hielo clavado en su pierna terminando así con su objetivo de cuidar a ambas chicas de Capsule, ya no servía de nada seguir controlandola. La rubia apretó con fueza la lista entre sus dedos arrugando ligeramente el papel y giró rápidamente su cabeza para observar a su compañera -¡Ann!- gritó su nombre totalmente preocupada al momento que veía como aquel hombre de hebras blanquecinas lanzaba un poderoso ataque contra la pelinegra. Durante un instante la imaginó muerta, fria e inerte sobre el suelo al haber sido atravezada por aquel haz de luz, pero no fue así, Takkun apareció de la nada para salvarla un milisegundo antes de que la imaginación de la Mental out se volviese realidad. -Dios mio- se escurrieron aquellas palabras suavemente por los labios de Keiko mientras intentaba recobrar el aire del susto, eso si que fue suerte. Ann debía de sentir que había nacido de nuevo. Otra persona llegó a escena y realizó más estragos, pero Keiko no iba a quedarse a observar lo que sucedía por lo que salió corriendo detrás de sus compañeros para salvar su trasero y lo único importante que poseía entre sus manos.

~Al día siguiente~

Con energías renovadas, luciendo un brillante cabello que despedía aroma a flores y con sus heridas vendadas, Keiko se dispuso a ir a las instalaciones de Capsule. Abrazó con fuerza su peluche de conejito y el objeto de la misión mientras esperaba a que su chofer personal (su inútil vecino) pasara con el auto para que la llevara a destino. Una vez hecho eso y ya dentro de las instalaciones, luciendo una amplia sonrisa en sus labios caminó por los pasillos sin mayores distracciones, tan solo se detuvo un milésima de segundo para preguntarle a uno de los cientificos dónde se encontraba la bella de Marina, luego de eso, siguió su rumbo directo a la sala de reuniones.

Arregó su cabello y alisó su negro vestido con suma rapidez, luego de eso abrió la puerta con suavidad con su mano izquierda, quién también sostenía a su peluche, mientas que con la otra sostenía el papel escondido tras su espalda. Sintió como su corazón rápidamente tomaba un ritmo acelerado, de pronto se sentía muy emocionada por decirle sus logros a la rubia con el lacito rojo, muy feliz por haber conseguido lo pedido a pesar de que para hacerlo destruyeron todo un edificio... pero aquello fue un detalle menor ¿verdad?, nada de mucha importancia, una sala de conferencias menos no le hacía nada de malo al mundo (?). Su sonrisa se amplió aun más cuando vió a Marina levantar su vista de la computadora para clavarla en su cuerpo. -Well, ya que tu compañera está tardando tanto en venir, comenzaremos el interrogatorio.- interrogala toda hmm si - Ahora me vas a decir qué demonios hicisteis en el sótano para que el edificio se cayera a pedazos.- su tono de hablar fue agresivo y bastante autoritario, pero Keiko no se inmutó ante aquello, estaba fantaseando, planeando con exactitud que palabras iba a decirle para quedar como la heroína de la historia, la reina y diosa que consiguió por si misma cumplir con el primordial objetivo. Pero ¡eh! ¿Y que pasaba con Ann?, era su compañera y en el fondo... la quería, la apreciaba, no podía no compartir el crédito con ella.... ¿o tal vez si?.

– ¿Qué escondes ahí? — volvió a la realidad con aquella pregunta luego de haber ignorado sin quierer algunas anteriores palabras que salieron de la boca de la rubia super diva. -Hehehee- rió de manera bobalicona la mental out sintiendo como sus mejillas se calentaban y se coloreaban de un suave rosa. ¡Era momento de brillar como una estrella!. Rápidamente sacó la lista detrás de su espalda y la dejó colgar de su mano sosteniendola delante del rostro de Marina -¡TACHÁAAAN!- canturreó alegre con tono fuerte y victorioso, -Que sorpresa ¿no crees?, ¡Conseguí la lista yo sola!... bueno... en realidad con un poco de ayuda de Ann- lo de Ann lo mencionó con un tono super bajo de voz ya que tenía que aprobechar el momento, no todos los días tenía la oportunidad de mostrarse así ante la lvl 5. Se acercó a la fémina que tenía en frente dando un par de pasos, lució una de sus mejores sonrisas patentadas para pastas dentifricas y le peguntó dulcemente -¿No crees que merezco un premio al tener esto?- levantó repetidas veces ambas cejas de su rostro sin dejar de sonreir para dar a entender que su pregunta tenía un atrevido doble sentido. HEEHE HOHO.

--To aru kagaku no PROJECT --

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/Sótano/
~Ann, Cameron, Julys y el tipo de la lista (?)~

Por un momento pareció que su plan había funcionado, pero no... no fue así. Triste la vida. Pensó en arrebatarle aquella lista de entre las manos y luego salir corriendo pero nada pudo hacer ya que alguien irrumpió en el lugar y por ende... se entrometió en los planes de la gran y fantabulosa Capsule. Una figura se descubrió saliendo detrás de unos estantes, tenía una brillante melena blanquecina y portaba la misma ropa que todos aquellos seguidores de hellen. -Oh... Estos pobres residentes del bando científico no saben respetar nada.- la rubia arqueo una de sus cejas y clavó sus ambarinos ojos en la masculina que tneía delante, casi parecía que sus brillantes orbes perforaban como jabalinas el cuerpo del hombre.

Escuchó la voz del señor sin poder creer lo que decía. ¿Aparatos que los carga el demonio? ¿Artilugios que afectaban nuestro sentido de razonamiento? ¿Qué?. *Oiga señor, la única persona que tiene el cerebro quemado es usted* pensó Keiko frunciendo el ceño notoriamente. Y así fue como, luego de un corto intercambio más de palabras... todo el plan se fue por el inodoro, oh si, una batalla dió comienzo dentro de aquella biblioteca.

Torpemente la Mental out esquivaba aquellos rayos de luz que el hellenfanático les lanzaba. Muchos de ellos lograron lastimar su blanquecina piel y de igual manera, también deterioraban el entorno en el que todos se encontraban. -Hahaha… ¿Es eso todo lo que la ciencia es capaz de hacer? Realmente es una lástima no haber nacido con este don y haber hecho uso de herramientas satánicas para poder sentirse superiores a nosotros los magos.- ¡E-Estaba loco! ¡Dios mio! ¡Ayuda!. La rubia comenzó a sentirse nerviosa y su estrés se disparó en todas direcciones cuando vió a su compañera atacar también utilizando casi todo su poder y con eso... haciendo que el edificio comenzara a retumbar, ¡Estaban destruyendo todo! ¡AAAaAhHHh!.

Todo iba de mal en peor, ¡incluso un pelinegro que salió de la nada se atrevió a meterse en la batalla!, nonononono ¡NO!. Keiko miró nerviosa a los alrededores intentando encontrar un lugar para esconderse como una rata, ¡pero no!, ¡No podía hacer eso!.... ¿Qué pensaría Marina de ella si hacía eso?, debía de conseguir aquella lista como fuese. Tragó espeso y miró a la "muchacha" de largas hebras oscuras (Asuta) que estaba controlando para darle una simple órden -Protegenos a Ann y a mi a como de lugar- ella no estaba segura si aquella chica poseía poderes o no, pero poco le importaba, por lo menos serviría de distracción.

Buscó rapidamente con la mirada al hombre que tenía la lista, ¡era su oportunidad!, los atacantes estaban distraidos con Ann, ¡No había tiempo que perder!. Practicamente se lanzó como gata rabiosa sobre el hellenfanático que tenía la lista para intentar arrancársela de las manos.... tan solo esperaba no morir en el intento. ¡Esto es por ti MarinaAAAHHHFGGG!