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『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
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bread.png
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L U C H O
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Adeline
22 participantes
Página 4 de 8.
Página 4 de 8. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
Recuerdo del primer mensaje :
> Puppetmasters: Hemfelt, Angie <
> Puppets: Every single character of this madness <
. . .
Quizá después de tantos sucesos inexplicables hayas olvidado lo que has hecho durante el tiempo que llevas en éste lugar. No sería mala idea echarle un vistazo a tu fortuna para recordar aquello que has hecho y que ha podido darte alegrías... o problemas.
Fecha de la próxima actualización:
28 - O2 - 2O16
> Puppetmasters: Hemfelt, Angie <
> Puppets: Every single character of this madness <
. . .
Kisaragi Academy o Kisaragi Gakuen, es una escuela localizada en la provincia de Hokkaido, Japón. No es como si fuera reconocida regional, nacional o mucho menos internacionalmente, ya que es un instituto cualquiera, con estudiantes cualquiera.
Sin embargo, bien se sabe que antes de ser construida, hubo una escuela primaria que tenía por nombre Heavenly Host Elementary School. Se rumora con frecuencia que Heavenly Host fue demolida por una serie de hechos terribles de los que fueron testigos sus paredes.
Pero como todo rumor, quizá sean calumnias de la gente, y lo más probable es que sean idioteces que dice la gente. Leyendas urbanas, como las hay en toda comunidad.
Sin embargo, bien se sabe que antes de ser construida, hubo una escuela primaria que tenía por nombre Heavenly Host Elementary School. Se rumora con frecuencia que Heavenly Host fue demolida por una serie de hechos terribles de los que fueron testigos sus paredes.
Pero como todo rumor, quizá sean calumnias de la gente, y lo más probable es que sean idioteces que dice la gente. Leyendas urbanas, como las hay en toda comunidad.
Quizá...
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>> CORPSE PARTY: NEW GENERATION - C A P Í T U L O 1 <<
- PARTE 1 - “Sachiko, te lo rogamos” -
Kisaragi Academy – Afueras del instituto - - > Aula 2 – A. [20:36 horas || Viernes, 22 noviembre del 2013]
. . .
>> CORPSE PARTY: NEW GENERATION - C A P Í T U L O 1 <<
- PARTE 1 - “Sachiko, te lo rogamos” -
Kisaragi Academy – Afueras del instituto - - > Aula 2 – A. [20:36 horas || Viernes, 22 noviembre del 2013]
Así que, finalmente había llegado el día. El día del que los alumnos del 2–A de Kisaragi Academy habían estado haciendo mención durante un par de semanas. Al principio era el plan de unos pocos, pero gradualmente y por razones naturales ¡malditos cotillas! se convirtió en el plan de todo un curso.
Para hacer honores a lo cierto, en mayoría no lo tomaban como un asunto muy importante que digamos, ni con toda la seriedad del mundo, pero era algo que necesitaba planificación al ser ilícito. Como una decisión colectiva, se había decidido que se verían a las afueras del instituto del que todos eran alumnos para entrar a este por medios inusuales, para entonces colearse en su propia aula de clases en horas de la noche de la actual fecha.
Sus objetivos; efectuar un inofensivo ritual propuesto por un chico del alumnado, comer una que otra botana, charlar un rato y quizá contar algunas historias de miedo para más tarde volver a casa y esperar por su tan añorado fin de semana luego de una dura jornada de exámenes.
Sería divertido, “¿Por qué no?”. Se lo tomaban también como un pequeño escape.
Quizá ese no era el propósito general, cada uno tendría su razón del por qué estar ahí, unos sentían curiosidad o aburrimiento, otros sucumbieron a la presión social, unos pocos más ni siquiera sabían de qué iba el asunto y los restantes quizá de veras querían efectuarlo por su propósito en sí “estar juntos por siempre”, en fin, ya eso estaba marcado individualmente.
Pasado un rato, después de que todos (o casi todos) fueran puntuales con el acuerdo, se podía apreciar que su plan estaba marchando a la perfección, lograron escabullirse por medio de una ventana localizada en la parte posterior de la institución hacia dentro de las instalaciones sin ser vistos, lo cual era un gran logro al ser tantos chicos.
Para hacer honores a lo cierto, en mayoría no lo tomaban como un asunto muy importante que digamos, ni con toda la seriedad del mundo, pero era algo que necesitaba planificación al ser ilícito. Como una decisión colectiva, se había decidido que se verían a las afueras del instituto del que todos eran alumnos para entrar a este por medios inusuales, para entonces colearse en su propia aula de clases en horas de la noche de la actual fecha.
Sus objetivos; efectuar un inofensivo ritual propuesto por un chico del alumnado, comer una que otra botana, charlar un rato y quizá contar algunas historias de miedo para más tarde volver a casa y esperar por su tan añorado fin de semana luego de una dura jornada de exámenes.
Sería divertido, “¿Por qué no?”. Se lo tomaban también como un pequeño escape.
Quizá ese no era el propósito general, cada uno tendría su razón del por qué estar ahí, unos sentían curiosidad o aburrimiento, otros sucumbieron a la presión social, unos pocos más ni siquiera sabían de qué iba el asunto y los restantes quizá de veras querían efectuarlo por su propósito en sí “estar juntos por siempre”, en fin, ya eso estaba marcado individualmente.
Pasado un rato, después de que todos (o casi todos) fueran puntuales con el acuerdo, se podía apreciar que su plan estaba marchando a la perfección, lograron escabullirse por medio de una ventana localizada en la parte posterior de la institución hacia dentro de las instalaciones sin ser vistos, lo cual era un gran logro al ser tantos chicos.
Al llegar a su destino, se dedicaron a arrimar pupitres para hacerse un espacio en el centro del aula, en donde se sentarían en círculo para poder compartir con mayor facilidad. Habían tenido suerte, cuando llegaron, el cielo se encontraba nublado, pero la llovizna no empezó a caer hasta que llegaron adentro.
En el salón sólo podían escucharse las voces de los presentes, uno que otro sonido de ambiente nocturno y por supuesto el sonido de las gotitas de agua chocando contra las ventanas. En cuanto a la iluminación, era escasa ya que era proporcionada por una sola vela puesta en el suelo, justo en el medio del susodicho círculo. Estaban todos, sí, todos milagrosamente habían venido, y estuvieron a tiempo, pero...
No, espera, no todos, faltaba alguien primordial. El primero que propuso todo.
Komatsuzaki Mirai, el joven que había propuesto el ritual con tanto entusiasmo, y quien debía indicar a sus compañeros lo que debían hacer con exactitud según el artículo que había encontrado en línea, no estaba entre el grupo de jóvenes ¿Dónde demonios estaba, entonces?
En el salón sólo podían escucharse las voces de los presentes, uno que otro sonido de ambiente nocturno y por supuesto el sonido de las gotitas de agua chocando contra las ventanas. En cuanto a la iluminación, era escasa ya que era proporcionada por una sola vela puesta en el suelo, justo en el medio del susodicho círculo. Estaban todos, sí, todos milagrosamente habían venido, y estuvieron a tiempo, pero...
No, espera, no todos, faltaba alguien primordial. El primero que propuso todo.
Komatsuzaki Mirai, el joven que había propuesto el ritual con tanto entusiasmo, y quien debía indicar a sus compañeros lo que debían hacer con exactitud según el artículo que había encontrado en línea, no estaba entre el grupo de jóvenes ¿Dónde demonios estaba, entonces?
¿Ahora qué? Había algo de bullicio, los estudiantes, al ser jóvenes, se impacientaban con facilidad.
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Créditos a Adeline y a Jack por la fantástica intro \o
En memoria de Toyotomi Sukey.
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Créditos a Adeline y a Jack por la fantástica intro \o
Abadeer, Marceline | ↔ | Devlin |
Hayashida, Saneatsu | ↔ | Adeline |
Itō, Kikuri | ↔ | Cary Milla |
Itō, Mizuki | ↔ | Nanix01 |
Lane, James | ↔ | Zorra |
Mitsukuri, Helena | ↔ | Hemfelt |
Nakae, Rintaro | ↔ | Angie |
Niiya, Adachi | ↔ | Cutethulhu |
Nunotaba, Ruri | ↔ | Angie |
Rice, Casper | ↔ | L u c h o |
Sonoda, Haruichi | ↔ | L u c h o |
Sonoda, Tomoyo | ↔ | Thama |
Tatsuya, Kai | ↔ | Bianchi |
Yamaoka, Michelle | ↔ | Koga |
Fallecidos | Desaparecidos | ||||||
Hagiwara, Koi | ↔ | Sarandonga | Ichida, Sakura | ↔ | MissNikkiLotte | ||
Komatsuzaki, Mirai | ↔ | Jack | Hyata, Kai | ↔ | CROOKED | ||
Taiyou, Nidai | ↔ | Naru | Shinzato, Ryo | ↔ | Shikuko | ||
Kuromuzawa, Yoko | ↔ | Poppie | |||||
Yasashi, Yoi | ↔ | Captain |
En memoria de Toyotomi Sukey.
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Quizá después de tantos sucesos inexplicables hayas olvidado lo que has hecho durante el tiempo que llevas en éste lugar. No sería mala idea echarle un vistazo a tu fortuna para recordar aquello que has hecho y que ha podido darte alegrías... o problemas.
Fecha de la próxima actualización:
28 - O2 - 2O16
Última edición por Zorra el Lun Feb 15, 2016 4:27 pm, editado 13 veces (Razón : EDITADO POR PETICIÓN DE LA NUEVA ROLE MASTER)
Adeline- Roler
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Humor : You. ARE. HENTAAAAI!
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
••••••••
Nuts.
☢ Aula 2 – A. ☞ Aula 2 – A (Dimensión alterna). ☢
- I FORGOT WHAT LANDED ME ON YOUR BLACKLIST:
- ☠ N O M B R E ☠Marceline [Marcy] Abadeer.☠ E D A D || O R I E N T A C I Ó N S E X U A L ☠17 años, Heterosexual.☠ P E R S O N A L I D A D ☠En pocas palabras, es la típica chica que comete bullying contra los demás. No es como si se excediera en ello, no, sólo un par de apodos graciosos, burlas inofensivas y bromas pesadas que, en la mayoría de los casos, tienden a salirse de control. A Marceline le gusta aparentar lo que no es, esconderse del mundo puede ser algo que se tome muy en serio y tal vez por esto quiere que la confundan como alguien malvado.
Quien la conoce, podrá asegurar que es una amante de lo éxito con un sentido del humor inigualable y una extrovertida buscadora de peligros que no descansa hasta encontrar uno de un alto nivel. Si hay algo a lo que ella jamás le temería, es arriesgarse por algo o alguien.
Detesta cuando intentan meterse con las personas que le importan, y, de hecho, una de las razones por las que tiene esos ataques de ira que pueden llegar a ser incontrolables, es porque en su cabeza no hay lugar para soportar la idea de que este bien que fastidien a alguien a quien le tiene un gran cariño; no hay ninguna razón que impida que ella defienda a su círculo de amigos.
Algo que la vista no alcanza a ver, es que esta chica sabe cuando y como guardar un secreto. La verdad es, que respeta lo que la gente comparte con ella y su máxima creencia es que no deberías compartir algo ajeno como si fuera propio. Ella no tendría que estar hablando de la vida de alguien con los demás y esto es algo que ha tenido claro desde muy pequeña.
Cuando a Marceline se le da la oportunidad de componer, no hay nadie quien pueda acaparar su atención más que su música. Se dedica enteramente a hacer lo que mas le gusta, expresando en cada nota, acorde y verso aquellos pensamientos y sentimientos que no puede expresar en público, cuidando siempre de que sus equivocaciones no sean muy seguidas, corrigiendo lo que esta mal o intentando mejorar el más mínimo detalle... se incrusta con totalidad en su mundo y plasma en una canción lo que una oración sin melodía no puede transmitir, todo esto con la mayor concentración de todas.☠ D E S C R I P C I Ó N F Í S I C A ☠La complexión alta [1,69cm] y delgada [56kg] de Marceline esta recubierta por una piel blanca en exceso y tersa al tacto. El rostro de esta estudiante se compone por unos almendrados ojos color vino —a veces tienden a confundirse con un tono carmesí— rodeados de gruesas pestañas, una respingada nariz y labios finos y pálidos.
En el lado izquierdo de su cuello pueden apreciarse dos lunares que se asemejan a las marcas de una mordedura de vampiro. Dueña de una cabellera azabache prolongada hacia sus tobillos, bastante difícil de mantener si se lo preguntan.
Si hay algo además de su bajo que adore en este mundo, son los delineadores negros; siempre se le verá usando alguno aún si de irse a dormir se trata.
Su vestimenta se basa en prendas de tonos oscuros, (negro, gris plomo, cobre, escarlata, entre otros) y comprenden modelos tales como franelillas pegadas con algunas camisas manga larga holgadas de estampado cuadrille, jeans ajustados y sin falta alguna, botas vaqueras o, exclusivamente Roxy.• ☠ •☠ H I S T O R I A ☠Nacida en Filadelfia, Pensilvania (Estados Unidos), dada a luz por una madre que nunca conoció. Su padre Hudson Abadeer, jamás le ha hablado de ella o inventado alguna excusa como razón de su ausencia. Así mismo, el representante mencionado, nunca ha estado desocupado por el trabajo y sufre una terrible adicción a este; no se ha molestado en brindarle atención a su única hija, creando un vinculo hostil entre ambos porque nunca demostró preocuparse por ella con sinceridad.
Sus años en la primaria se basaron en la desaprobación de sus compañeros y en como hicieron de su normal vida, una difícil de sobrellevar. Su único amigo en la infancia fue Kai Tatsuya, que cursó en el mismo instituto que ella la educación básica. La impresión se adueñó de Marceline cuando el se interesó en conocerla y comenzó a entablar conversaciones —cada vez mas agradables— a diario, mostrando una ávida curiosidad por saber mas de su persona. No transcurrió mucho tiempo para que a sus ojos el se viera como una amistad que no cambiaría por nada, Kai era el perfecto incentivo que hacia que pudiera olvidarse de que era el principal y mas inofensivo blanco de los abusivos. Tan rápido como llego a su vida, se fue de ella al mismo ritmo por el motivo de una repentina mudanza al extranjero, dejándola completamente sola, intentando afrontar en vano lo que esas despreciables personas le hacían.
Cuadernos rotos, objetos robados, burlas y humillaciones en público, almuerzos arrebatados... las cosas cliché que cualquier victima del Bullying sufre hicieron que entrara en una depresión que parecía ser infinita. Queriendo combatirla, trató de medicarse con antidepresivos que, según internet, eran ideales para hacer desaparecer tales humores, resultando inútiles en lo que su estado de ánimo de respecta.
A la edad de 15 años encontró su adicción por el rock y se dispuso a someterse a un cambio radical físico e interno. En un corto resumen, fue expulsada de nueve escuelas diferentes debido a esta nueva actitud, siempre alerta para jugarle bromas a cualquiera. Nunca se arrepintió de ello porque, sabía, de todos modos, que esas escuelas con altos rangos que escogía su padre para ella no eran las adecuadas para su nuevo yo. Un sinfín de consecuencias sobre ninguna otra aceptación en otros institutos hizo que su padre se cansara de hacerla razonar y se mudaran a un país con un estricto nivel de educación: Japón.
Marceline supo que este sería un nuevo comienzo y se concentró en los beneficios que su cambio le trajo: se sentía mejor consigo misma y no estaba dispuesta a dejarse intimidar por alguien una vez mas —razón por la que intenta parecer malvada—.
Durante aquellas experiencias, aprendió a tocar la guitarra eléctrica, y más a su preferencia: el bajo. Su actual bajo-hacha lo obtuvo por la compra que hizo en una venta de garaje en su antiguo vecindario. Después de haberle salvado por el estado en que se encontraba, fue para ella como un objeto a añadir a la lista de Cosas que salvas en caso de que haya un terremoto.
Actualmente, esta a gusto en Kisaragi Academy y ha conseguido amistades irreemplazables. Se enorgullece de haber superado aquella etapa de su vida y vive el día a día sin recordar su tormentoso pasado.☠ G U S T O S || D I S G U S T O S ☠ⓈⒾ➔ Las manzanas son su obsesión. Tiene su propio cajón personalizado en la nevera de su casa que tiene un amenazador mensaje para que no se metan con su fruta favorita.➔ Si tuviera que escoger una banda para sentirse identificada, AC/DC ocuparía el primer puesto. Tiene al menos unas cincuenta camisetas.➔ Los riesgos o peligros que conducen a su adicción a la adrenalina.➔ Los french pastries son una delicia para su paladar.➔ Colecciona plumillas con ilustraciones góticas.➔ No es de las chicas que se pinten las uñas de a rato, pero si le gusta aplicarse uno que otro esmalte caoba, negro o violeta rojizo de vez en cuando.ⓃⓄ➔ Su habitación es un lugar que siempre estará a oscuras debido a su completo odio por la luz solar. A veces usa lentes de sol para ir a la escuela, pero se los quita al entrar al instituto.➔ Los peces le asquean, pero son el arma perfecta para meter en las mochilas de los demás, así que no tiene de otra que lavarse con tres jabones distintos cuando los toca. Una bomba apestosa única señores.➔ Las rutinas monótonas no son lo suyo.➔ Detesta tener que levantarse temprano.➔ Todo lo que sea rosado le parece vomitable.➔ Es una olvidadiza de primera y le frustra no poder recordar hechos de suma importancia.☠ M I E D O S || F O B I A S ☠⑴ Lo que con frecuencia se pregunta es cómo a la mayoría de los humanos pueden parecerle hermosas las mariposas. Estos frágiles insectos que desprenden un asqueroso polvo de sus alas con un insignificante intento de protegerse y que de cerca son tan aterradores y horripilantes que no aguantaría ni cinco segundos con la mirada fija en ellos, son los protagonistas de todas y cada una de sus pesadillas. Marceline no sabe como explicarse esto, pero tiene mas que claro su fobia (motefobia o lepidopterofobia) hacia estas criaturas.⑵Si hay algo que odie mas que estar con mala compañía, es estar por su cuenta en un momento crítico o no estar para alguien que se encuentre en dicha situación. No se considera valiente si no hay alguien a quien pueda proteger.Cuando su mal humor sobrepasa de estar en un nivel aceptable, teme descargarse demasiado con la persona que este cerca de ella. Para que esto no suceda, retiene todo lo que quiere decir que sabe que podría hacer que rompa el lazo con el individuo. No quiere, por ningún motivo, herir a sus seres queridos.⑶☠ E X T R A S ☠➔ Se ejercita únicamente para liberar estrés o rabia acumulada.➔ Su promedio no es de notas excelentes, pero sí de notas que ha sacado honestamente.➔ Toca un bajo-hacha que lleva a casi todos los lugares que va y detesta cuando le preguntan cual es el vicio que tiene con el instrumento.➔ ¿Quieres regalarle algo en su cumpleaños pero no sabes que exactamente? Si es rojo o negro, ten por seguro que la harás feliz.➔ No se le dificulta en absoluto el japonés, pero a pesar de esto, prefiere componer y comunicarse con su idioma natal (inglés).➔ El mantenimiento de su cabello requiere de dinero para al menos una docena de productos y de una o media hora de atención por día. Esta es una tarea que no puede evitar fastidiarle, pero lo hace porque si tuviera que escoger algo que le puede gustar de sí misma, una de esas cosas sería su cabello.➔ Su opción de tocar algún otro instrumento seria el banjolele.➔ Limpiar para ella es patearlo todo debajo de la cama y esperar a ver si algún día le nacen las ganas de arreglar su desastre.➔ Ha tomado muchas clases de autodefensa, por lo que es bastante buena cuando se trata de pelear cuerpo a cuerpo con alguien. Practica semanalmente para cerciorarse de que no se le han olvidado sus tácticas.➔ Ha sido contratada (unas siete veces, al menos) para cantar en una que otra fiesta de críos. Vergonzoso sin dudar, pero la paga es incomparable.☠ R E L A C I O N E S☠¿Con quien frecuenta?
J A M E S L A N ESu confidente en todo el sentido de la palabra y principal compañero a la hora de molestar a los demás. Adora irritarlo con temas de fantasmas y es la primera persona a la que busca con la vista en una reunión de amigos. Si James no está, no le interesa estar allí. Se ha apegado mucho a el y algunas veces suelen componer canciones improvisadas para terminar en ataques de risas.M I C H E L L E Y A M A O K ASe divierte molestándola ya que es una de las únicas amigas de James. Piensa que es una niña mimada que necesita que le den una lección y sin embargo, no puede evitar llevarse bien con ella. El dúo del terror.C A S P E R R I C ETiene entablada una solida amistad con este chico. Es su segundo y último amigo de mas confianza. Siempre aprovecha para tratar de unirlo a el y a James solo para cabrearlos un poco y reírse al ver tal escena.¿Personas que le agradan?S A N E A T S U H A Y A S H I D ATiene una estable amistad con el y cuando la oportunidad se presenta, inicia conversaciones casuales. Fue una vez a su casa por un proyecto que tenían que hacer juntos y terminó enamorada de tres pequeñines rubios, hermanos de Atsu. A dichos niños les cantó por toda una tarde y olvidó la actividad en pareja que tenia que terminar con el blondo, dejándole, sin darse cuenta, todo el trabajo a el.R Y O S H I N Z A T OPuede decir con plenitud que es una de las únicas personas que se dan cuenta quien realmente es y eso no le molesta. Es un gran chico y, aunque no lo conoce demasiado, tiene semejantes gustos musicales con él.¿Compañeros de clase?R I N T A R O N A K A ENo le simpatiza ni un poco. Le molesta la manera en la que pasar de mujer en mujer se ha convertido en su rutina del día. Cuando lo ve, pone apropósito una mueca, simulando que algo a su alrededor huele mal.A D A C H I N I I Y ASuele llamarlo Zombie face por su humor tan predecible. Es insistente haciéndole bromas y le causa gracia cuando se enoja, no es como si el fuera alguien que demostrara muchas emociones al público, pero vamos, es tentador de fastidiar.H A R U I C H I S O N O D ATiene severas sospechas de que puede ser un drogadicto, por ello, como resultado posee hiperactividad. No se fía mucho de su carisma actuado y le frustra que sea casi imposible molestarleporque por desgracia el no se toma sus bromas en serio.K A I T A T S U Y ASe ha vuelto a reencontrar con el en Kisaragi Academy, pero, debido a sus cambios propios, no ha vuelto a surgir la misma conexión de amistad pasada. Cree muy poco probable perdonarle el haberla abandonado. A pesar de que lo molesta llamándolo Bajareque Gamer, trata de no sacarle mucha plática y es algo indiferente a su cercanía.
••••••••
Mire por la ventana para visualizar mejor aquella estrepitosa tormenta. El bullicio que hacían las gotas de agua al caer en el vidrio de la ventana, se hundían en mis sentidos, embargándome de vergüenza al darle lógica a mis anteriores actos. Era increíble lo sola que me podía sentir y las locuras que podía llegar a cometer gracias a eso.
Suspire en un intento de no terminar de perder la fe en toda esa mierda falsa. Tenía que dejar de ser pesimista, pero aun así… todo aquello no era realismo.
Bien, Quería irme ya de allí.
— James, será mejor que… — Un fuerte estruendo me interrumpió, seguido de un sorpresivo temblor que no tardo en convertirse en un abrasador terremoto.
A pesar de llevar solo dos años viviendo en Japón, nunca jamás había presenciado esto. Y por todos los cielos… esto no era como cuando veías las noticias y sentimientos de miedo y pena se dispersaban por todo tu pecho al saber por lo que esas personas habían pasado. Esto era completamente real.
Me caí de rodillas y me obligue a tomar la calma. Recordé quienes estaban a mi lado y casi de inmediato estire mis brazos para tomar de la camisa a James y a Casper y tratar de acercarlos a mí.
Los sonidos de vidrios quebrándose y pupitres cayendo bruscamente al suelo fue lo único que oí antes de que una laminaria cayera justo a escasos centímetros de mi rostro, haciéndome cerrar los ojos y apartarme hacia atrás lo mas rápido que mi impresión me permitió. Con suerte de principiante, apenas, salí ilesa.
Los gritos retumbaron en mis oídos aun después de que acabo todo ese desastre. Estaba mirando al suelo, aun de rodillas y en shock por lo ocurrido. Dios santo...
Oí algunas voces, pero, sonaron tan lejanas que no me moleste en prestarles atención. Deje salir el aire que apenas me había dado cuenta que contenía no hace mucho y apreté lo que mis manos sostenían. Fue entonces cuando levante mi vista a mis respectivos amigos y justo cuando me dispuse a preguntar por sus estados de salud, sentí que el mismo suelo en el que estaba arrodillada perdía consistencia.
Luego de eso, un vació oscuro me consumió y me encontré a mi misma aferrándome a todo lo que pude sostener: la chaqueta que me había dado Casper.
••••••••
Era consciente de la pesadez del aire que me rodeaba, al igual que dé el terrible dolor que se apodero de mi completa anatomía.
Un zumbido retumbaba en mis odios y me sentí tan sofocada que hice un renuente esfuerzo por levantarme, no pudiendo evitar una mueca en el proceso. Mi cabeza… parecía que amenazaba con explotar en ese mismo instante.
Lleve la palma de mi mano izquierda a mi frente, queriendo aliviar aunque sea un poco el dolor en esa área y tratar de consolarme al mismo tiempo.
No podía creer lo que había pasado. Se supone que uno debe tener conocimientos básicos para cuando ocurren estas cosas. Y pensar que jamás me moleste en conocer del tema o investigar aunque fuese algo objetivo… Este debía de ser alguna clase de cruel karma gracias a mi irresponsabilidad.
Abrí mis ojos con la intención de ver el suelo en el que estaba sentada. ¿Qué clase de material de buena calidad era esta que me daba la sensación de que me caería al vació de nuevo con solo moverme?
Me pare cuidadosamente y alce la vista para lograr ver mejor en donde me encontraba. Pupitres destrozados y completamente inservibles estaban esparcidos a mí alrededor. Las paredes se veían cubiertas por una capa de mugre y pintura desgastada. El suelo, estaba en total decadencia al dejar visibles hoyos que parecían no tener final.
Estaba en un salón de clases en el que no recordaba visitar. Y vaya que le hacía falta mantenimiento… Al menos eso me aseguro la pizarra averiada poseedora de manchas rojas.
¿Acaso eso era…? No, no podía ser.
Mire por la ventana aquel oscuro cielo contrastado con lúgubres colores. Una combinación de tonos que jamás había visto y que daba una realista impresión del significado de la palabra "siniestro". Sacudí mi cabeza y me dispuse a salir de ese lugar.
Casi quise apostar a que era uno de los salones abandonados del subterráneo de Kisaragi Academy. Aunque para mi desgracia, me había recorrido todos y cada uno de los rincones de ese instituto como para saber que esta misma sala no formaba parte de él.
No me había dado cuenta lo que mis manos sostenían con tanta fuerza hasta que las alce para deslizar la ennegrecida puerta. Decidí ponerme aquella prenda a pesar de la ropa semimojada que traía encima. Fue entonces cuando un peso demasiado normal emano de mis hombros e hizo que la chaqueta se deslizara con completa facilidad.
Entre en completo estado de angustia, tocando exasperadamente mi espalda y repasando la habitación con la vista de nuevo, sin éxito alguno de encontrarlo…
No puede ser… No lo pude haber perdido…
Mi vista se nublo y me presioné los ojos con las manos.
Ahora mismo, marceline, saldrás en busca del bajo que NO perdiste. El hecho de que esta sea la primera vez que no sepas donde está, no es razón para llorar. Encontraras al culpable que te está haciendo pasar por esto y harás que se arrepienta de ello.
Me apresure a salir de allí y observe lo que me rodeaba. Si pensaba que ese salón era escalofriante, debía mirar mejor el pasillo. Justo como las películas de terror… parecía abandonado y de seguro este lugar, en general, estaba ubicado en medio de la nada.
¿En dónde estoy?
Estaba comenzando a asustarme… ¿Cuánto tiempo estuve dormida y porque no estoy en el instituto?, ¿Alguien me ha traído aquí y por alguna razón se ha llevado mi bajo? ¿Pero quien...?
¿Acaso... estoy sola…?
Última edición por Devlin el Miér Sep 10, 2014 3:36 pm, editado 12 veces
Devlin- Roler
- Mensajes : 54
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Fecha de inscripción : 11/12/2013
Edad : 26
Localización : Mundo de Celes.
Humor : Refrescante.
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
- Spoiler:
- Nombre: Mizuki Ito
Sexo//Orientación Sexual: Femenino / Heterosexual
Edad: 15
Personalidad:
¿Cómo definir a Mizuki?... creo que la mejor palabra que le queda es: Fantasma; ya que es una chica muy silenciosa, la cual rara vez emite sonido u opinión alguna, y no es porque sea anti-social, es solo porque es muy tímida. A pesar de eso, se las ha arreglado para hacer amigos, ya que en el fondo es muy amable y amistosa. Tiene una forma de ser bastante sumisa, casi todas las cosas que le ordenes, las hará sin quejarse. Tiene una paciencia milenaria (?) y eso se debe a que cuando algo no le interesa, esta aburrida, etc. se suele alejar de la realidad sumiendose en sus vastas fantasías sin fin.
Suele ser bastante infantil e inocente, le cuesta darse cuenta cuando alguien tiene malas intenciones o cuando le hablan con palabras de doble sentido. Todo se lo toma muy al pie de la letra, no es de razonar mucho y mirar las cosas desde otro punto de vista, lo que le muestran a primera impresion es lo que cree, es la verdad absoluta (?) y costará demostrarle lo contrario. Es muy asustadiza y lloriquea por todo, si de defectos hablamos, esos son los peores en ella.
Descripción física:
Mizuki es una muchacha bajita (1.58m) y de complección delgada, dándole una apariencia como el de una frágil muñeca. Su tez es bastante pálida haciendo resaltar sus megillas las cuales casi siempre están sonrojadas. Su cabello es un tanto corto llegándole hasta los hombros, ondulado y de color castaño claro. Sus ojos son dos grandes orbes de un brillante verde que acompañan a las suaves facciones de su rostro dándole un aire místico pero inocente. Su forma de vestir es bastante común, pero en extremo fenenina.- Spoiler:
Imagen 3
Imagen 4
Historia:
Esta... es mi historia... Desde pequeña puedo decir con certeza que jamás conocí a mi madre, ya que mis padres, cuando era una simple bebe, se separaron ¿Quién iba a decir que el amor entre ellos un día se esfumaría?. El vivir con mi padre no era malo, tuve una vida cómoda y feliz a su lado, o por lo menos eso es lo que alcanzo a recordar hasta mi temprana niñez; ya que un día de pronto todo aquello cambió. El tuvo que tomar un vuelo ya que el era un agente de negocios... núnca supe bien en que consistía su trabajo, pero lo que si sabía era que tenía que viajar a muchos lugares por bastante tiempo, por lo que ese vuelo no fue para nada inesperado.
Ese vuelo, fue el principio del fin... una terrible tormenta hizo que el avión en el que viajaba se desplomara creando así un catastrófico accidente. No tenía parientes que me cuidaran, y el único que había por ahí, tras enterarse del accidente se esfumó en el aire... algo me dice claramente que aquel pariente no me quería tenerme a su cargo... ni modo. Como ya no tenía padre, como era de suponerse, terminé siendo una huerfana la cual fue a parar a un gran orfanato. A pesar de que el lugar tenía a bastantes niño de mi edad (en aquella época), yo era incapaz de hacer amigos debido a mi timidez... solo tuve el valor de hablar con una niña ya que ella había sido la primera en dirigirme la palabra... Kikuri.
Poco tiempo después la dueña del orfanato nos contó a Kikuri a mi una gran noticia... ¡Eramos hermanas gemelas!... ¿Qué extraño no? Siendo que físicamente no eramos (y actualmente no somos) tan parecidas... En fin... aquella señora nos contó el resto de nuestra historia, notificantome que mi madre también había muerto en el mismo accidente de avión que mi padre... curiosas coincidencias... y para hacer todo el asunto más curioso, el universo decidió hacer que una misma familia nos adoptara a las dos juntas. ¡Genial! (por lo menos para mi) ya que desde ese momento comencé a sentirme... completa por así decirlo; ¡no todos los días encuentras a tu gemela perdida así como si nada!
Gustos:
- Todo lo romántico y la vida de princesa color de rosa (?).
- Todas aquellas comidas que sean dulces.
- Los animales peludos de tamaño mediano a pequeño.
- Cocinar, limpiar, ordenar, etc. En fin, todas aquellas cosas que hace un ama de casa.
- Leer largas novelas.
Disgustos:
- Las cosas que están a gran altura, ya que no las alcanza y se tiene que subir a una silla.
- La ropa poco femenina.
- Todas las cosas que entren en el género de horror/terror.
- Las personas que se toman todo muy a la ligera.
- Las comidas muy condimentadas.
- Los animales que son tan o más grandes que ella.
Miedos/Fobias:
-Los fantasmas, las películas de terror que traten sobre estos y las casas embrujadas.
-Las tormentas.
-Los sonidos fuertes.
-Las personas demasiado expresivas o de caracter explosivo (?).
Extras:
- Su hermana gemeladispareja ?es Kikuri Ito
- En general se lleva bien con el resto de sus compañeros. No le desagrada ninguno.
- A veces se tiñe las puntas del cabello de un color rosa muy pálido.
- Sabe tocar el violín, aunque no está muy orgullosa de eso, porque no le gusta ese instrumento.
- Es un cero a la izquierda en casi todos los deportes (menos en tenis, ese es el único que le sale bien).
Color de roleo: #c5d984
/Salòn con todos/ - /Salòn desconocido sola (3-A)/ - /Pasillo creepy/
~Dimensiòn B ~ Segundo piso~
La lluvia se hacìa màs y màs fuerte, los truenos resonaban por todas partes provocando que temblara peor que una gelatina en manos de una persona con Parkinson (?). MIrè a Kikuri y abrì mi boca para decirle que nos fueramos de una vez, pero no logrè hacerlo porque de pronto comenzò a temblar; aunque ese temblor pronto se convirtiò en un fuerte terremoto -¡AHHH!- gritè asustada y me coloquè con suma rapidez debajo de uno de los pupitres protegiendo con mis manos mi nuca en la tìpica posiciòn que se le enseña a las personas en casos como este.
Todo a mi alrededor comenzaba a hacerce añicos, los cristales de las ventanas se resquebrajaron hasta estallas... varios trozos calleron cerca de mi, pero por suerte ninguno me lastimò. Los pupitres de mi alrededor se movìan como si tuviesen vida propia hasta caer, yo tomè el mio desde las patas para que no se cayera sobre mi. *Kikuri, tengo miedo* pensè cerrando mis ojos sollozando casi en silencio esperando a que todo terminase con rapidez.
Cuando todo terminò salì debajo del pupitre y me acerquè gateando al grupo, màs que nada para arrojarme a llorar en los brazos de mi hermana, pero no logrè mi cometido ya que el suelo se hizo pedazos para luego caer al inmenso vacìo.
-¡¡¡KIKUUUUURIIIIIIIIIIiiiiiiii!!!- gritè el nombre de mi hermana a todo pulmòn hacia la nada...
-Mmmm... mmm...- comencè a quejarme a medida que recobraba el conocimiento; me dolìa el cuerpo... ¿Què habìa sucedido?. Al abrir mis ojos esperaba ver el techo de mi habitaciòn y sentir bajo mi cuerpo mi còmoda cama, pero en cambio, lo que vì fue una horrible realidad. *¿Dònde estoy?* me preguntè preocupada a medida que me incorporaba de aquel mohoso suelo de madera; Kikuri no estaba a mi lado... ¡es màs!, no habìa nadie... estaba completamente sola en lo que parecìa ser un antiguo salòn de clases.
-¿KikurI?- dije su nombre con la voz temblorosa y un tanto baja esperando a que se mostrata salìendo de entre los pupitres o algo... pero nada, ella ni nadie estaba. El lugar era simplemente grotesco, en el suelo podìa ver un gran agujero que iba hacia... la nada supongo (de todas formas no querìa averiguarlo), todos los pupitres estaban contra la pared; el ambiente en sì lucìa bastante sucio y tètrico, por no mencionar unas extrañas manchas oscuras en algunas zonas. -¿D-dònde estoy?- me preguntè de nuevo pero esta vez nerviosa, no reconocìa el lugar para nada... ¿Era un sueño?. Pellizquè mi brazo con fuerza, pero no... no despertè, al parecer era real... muy real. *Tengo que buscarla...* pensè para ir hacia una de las puertas y abrirlas, al hacerlo me peguè el susto de mi vida ya que casi ponìa un pie directo al vacìo... en el pasillo, delante de la puerta habìa un terrible agujero. Temblando como una hoja agradecì a dios (?) el hecho de haberme dado cuenta de aquel desperfecto en el suelo antes de caer.
Retrocedì y fui hacia la otra puerta, al abrirla pude comprobar que habìa un pequeño espacio por el cual pasar antes de caer por el mismo agujero en el suelo. Con lentitud pasè por aquel pequeño espacio hasta quedar a salvo (?) en medio de aquel pasillo. -¿¡Hola!? ¿¡Chicos!? ¿¡Hay alguien!? ¿¡Kukuri!?- gritè colocanto mis manos al rededor de mi boca haciendo de cuenta que era un megàfono rogando hacia mis adentros el que alguien me escuchara.
Todo a mi alrededor comenzaba a hacerce añicos, los cristales de las ventanas se resquebrajaron hasta estallas... varios trozos calleron cerca de mi, pero por suerte ninguno me lastimò. Los pupitres de mi alrededor se movìan como si tuviesen vida propia hasta caer, yo tomè el mio desde las patas para que no se cayera sobre mi. *Kikuri, tengo miedo* pensè cerrando mis ojos sollozando casi en silencio esperando a que todo terminase con rapidez.
Cuando todo terminò salì debajo del pupitre y me acerquè gateando al grupo, màs que nada para arrojarme a llorar en los brazos de mi hermana, pero no logrè mi cometido ya que el suelo se hizo pedazos para luego caer al inmenso vacìo.
-¡¡¡KIKUUUUURIIIIIIIIIIiiiiiiii!!!- gritè el nombre de mi hermana a todo pulmòn hacia la nada...
-Mmmm... mmm...- comencè a quejarme a medida que recobraba el conocimiento; me dolìa el cuerpo... ¿Què habìa sucedido?. Al abrir mis ojos esperaba ver el techo de mi habitaciòn y sentir bajo mi cuerpo mi còmoda cama, pero en cambio, lo que vì fue una horrible realidad. *¿Dònde estoy?* me preguntè preocupada a medida que me incorporaba de aquel mohoso suelo de madera; Kikuri no estaba a mi lado... ¡es màs!, no habìa nadie... estaba completamente sola en lo que parecìa ser un antiguo salòn de clases.
-¿KikurI?- dije su nombre con la voz temblorosa y un tanto baja esperando a que se mostrata salìendo de entre los pupitres o algo... pero nada, ella ni nadie estaba. El lugar era simplemente grotesco, en el suelo podìa ver un gran agujero que iba hacia... la nada supongo (de todas formas no querìa averiguarlo), todos los pupitres estaban contra la pared; el ambiente en sì lucìa bastante sucio y tètrico, por no mencionar unas extrañas manchas oscuras en algunas zonas. -¿D-dònde estoy?- me preguntè de nuevo pero esta vez nerviosa, no reconocìa el lugar para nada... ¿Era un sueño?. Pellizquè mi brazo con fuerza, pero no... no despertè, al parecer era real... muy real. *Tengo que buscarla...* pensè para ir hacia una de las puertas y abrirlas, al hacerlo me peguè el susto de mi vida ya que casi ponìa un pie directo al vacìo... en el pasillo, delante de la puerta habìa un terrible agujero. Temblando como una hoja agradecì a dios (?) el hecho de haberme dado cuenta de aquel desperfecto en el suelo antes de caer.
Retrocedì y fui hacia la otra puerta, al abrirla pude comprobar que habìa un pequeño espacio por el cual pasar antes de caer por el mismo agujero en el suelo. Con lentitud pasè por aquel pequeño espacio hasta quedar a salvo (?) en medio de aquel pasillo. -¿¡Hola!? ¿¡Chicos!? ¿¡Hay alguien!? ¿¡Kukuri!?- gritè colocanto mis manos al rededor de mi boca haciendo de cuenta que era un megàfono rogando hacia mis adentros el que alguien me escuchara.
Rol off: ¡Lo sabìa! ¡Sabìa que me iban a separar de Kikuri! xD
Otra cosa: La actu decìa que estaba en el 2-A, pero la imàgen decìa 3-A, me guiè por mi instinto (?) y puse lo segundo.
Última edición por Nanix01 el Mar Ene 14, 2014 10:25 am, editado 1 vez
Nanix01- Roler
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Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
* * *
Aula 2A // Un extraño lugar... ¿la entrada? ¿se podrá salir? // Pasillo P1 // Frente a las escaleras del segundo piso
Con: Todos // Con... todos, ¿verdad?
* * *
Todo parecía bastante tranquilo. Helena supuso que seguirían allí hasta que la tormenta cesara. No había nada que temer, era solo un poquito de agua. Bueno, quizá no era solo un poquito, estaba diluviando, pero seguía siendo solo agua, ¿verdad?
Se llevó la mano a la barbilla, pensando en la lista de cosas que tenía que hacer al día siguiente. Le encantaba enumerarlas y ordenarlas. Además... Ya había acabado todo aquí, cosas tales como este extraño ritual únicamente ocurrían en los libros de ficción que tanto acostumbraba a leer, no es que trajera consigo algo extraño. Sin embargo, sujetaba su trozo de papel con fuerza, como si realmente fuera algo importante para ella. Algo simbólico quizá.
Los truenos no paraban de hacer eco en la amplia sala, eclipsando el sonido de las voces una y otra vez. Sin embargo, no fue eso lo que la incomodó. Fue un momento en el que todo parecía haber quedado en silencio, como si de un lugar vacío se tratase. Se oyó un extraño sonido resonante, y todo empezó.
Un temblor.
No era un temblor, era más bien una sacudida.
¿Un terremoto?
- ¿Q-qué? - Fue la única e insegura frase que los labios de Helena dejaron escapar. Se llevó las manos al cabello, preocupada de que todo se pudiera venir abajo. Estaba siendo un seísmo bastante fuerte. Sí, Japón estaba preparada para enfrentar este tipo de cosas. Los edificios soportaban esto y más. Su tecnología llegaba hasta allí... Espera... ¿es eso una grieta en la pared? Tragó saliva. La puerta de salida se hallaba derruida.
- ¡Las ventanas! - Alzó la voz. Fue lo siguiente que se le ocurrió, pero eso fue antes de localizar los vidrios quebrados. Se hallaba totalmente sumida en la desesperación. ¿Preocupada? No... Ya había caído en el pánico. Ahogó un grito. No podía explicar un movimiento sísmico tan fuerte. Habría salido en las noticias. En los periódicos. En algún sitio. - ¡Estas cosas están controladas, maldita sea, ¿por qué tengo que encontrarme aquí en este momento? - Pensó, maldiciendo su suerte. Aquello no era un terremoto normal, ¿podría aceptar eso?
El lugar empezaba a tornarse oscuro. No es que la iluminación fuera demasiado buena para empezar, pero ahora cada una de las barras luminosas del techo había caído. Sin embargo, notó algo cálido que tiró de ella rápida pero firmemente, evitando que perdiera el equilibrio y cayera al suelo de rodillas. ¿Unos brazos? No eran otros que los de Rintaro. Rin... ¿Acaso no estaba asustado de igual forma? Michelle estaba sujeta a su otro brazo, probablemente igual de sorprendida de lo que estaba ella, teniendo en cuenta las muecas que estaba haciendo.
- El... el... el... suelo... - Gritó a duras penas, casi perdiendo la voz, al ver que un abismo aparecía delante de ellos. Pudo localizar a varias personas delante de ella, al otro lado del tremendo agujero oscuro que había delante de su grupo. No pudo preocuparse por nada más. Se desmayó allí mismo. Oscuridad. No vio nada más.
Se llevó la mano a la barbilla, pensando en la lista de cosas que tenía que hacer al día siguiente. Le encantaba enumerarlas y ordenarlas. Además... Ya había acabado todo aquí, cosas tales como este extraño ritual únicamente ocurrían en los libros de ficción que tanto acostumbraba a leer, no es que trajera consigo algo extraño. Sin embargo, sujetaba su trozo de papel con fuerza, como si realmente fuera algo importante para ella. Algo simbólico quizá.
Los truenos no paraban de hacer eco en la amplia sala, eclipsando el sonido de las voces una y otra vez. Sin embargo, no fue eso lo que la incomodó. Fue un momento en el que todo parecía haber quedado en silencio, como si de un lugar vacío se tratase. Se oyó un extraño sonido resonante, y todo empezó.
Un temblor.
No era un temblor, era más bien una sacudida.
¿Un terremoto?
- ¿Q-qué? - Fue la única e insegura frase que los labios de Helena dejaron escapar. Se llevó las manos al cabello, preocupada de que todo se pudiera venir abajo. Estaba siendo un seísmo bastante fuerte. Sí, Japón estaba preparada para enfrentar este tipo de cosas. Los edificios soportaban esto y más. Su tecnología llegaba hasta allí... Espera... ¿es eso una grieta en la pared? Tragó saliva. La puerta de salida se hallaba derruida.
- ¡Las ventanas! - Alzó la voz. Fue lo siguiente que se le ocurrió, pero eso fue antes de localizar los vidrios quebrados. Se hallaba totalmente sumida en la desesperación. ¿Preocupada? No... Ya había caído en el pánico. Ahogó un grito. No podía explicar un movimiento sísmico tan fuerte. Habría salido en las noticias. En los periódicos. En algún sitio. - ¡Estas cosas están controladas, maldita sea, ¿por qué tengo que encontrarme aquí en este momento? - Pensó, maldiciendo su suerte. Aquello no era un terremoto normal, ¿podría aceptar eso?
El lugar empezaba a tornarse oscuro. No es que la iluminación fuera demasiado buena para empezar, pero ahora cada una de las barras luminosas del techo había caído. Sin embargo, notó algo cálido que tiró de ella rápida pero firmemente, evitando que perdiera el equilibrio y cayera al suelo de rodillas. ¿Unos brazos? No eran otros que los de Rintaro. Rin... ¿Acaso no estaba asustado de igual forma? Michelle estaba sujeta a su otro brazo, probablemente igual de sorprendida de lo que estaba ella, teniendo en cuenta las muecas que estaba haciendo.
- El... el... el... suelo... - Gritó a duras penas, casi perdiendo la voz, al ver que un abismo aparecía delante de ellos. Pudo localizar a varias personas delante de ella, al otro lado del tremendo agujero oscuro que había delante de su grupo. No pudo preocuparse por nada más. Se desmayó allí mismo. Oscuridad. No vio nada más.
* * *
El sonido de una brisa. Agua correteando a través de alguna cañería en la pared. Eso es todo.
Helena no quería abrir los ojos. Podía notar incluso su propia palidez. Varios recuerdos alcanzaron su mente. Ir a la escuela. Encontrarse con sus compañeros de clase. El olor de la comida que iba quedando fría. El animado ambiente. El extraño ritual... Espera, ¡el terremoto! Aunque... todo parecía estar en calma ahora.
Probó a tantear con sus dedos el frío suelo. Saber que al menos sus extremidades respondían la tranquilizaba un poco. Abrió los ojos finalmente. Ya no notaba presencia alguna cerca suya. ¡Pero espera! Rin, Michelle, Koi... Todos ellos se encontraban a escasa distancia de ella cuando todo había pasado. ¿Dónde estaban ahora? Localizó la chaqueta de Rin, aún sobre sus hombros, aunque a punto de caerse. Había sido tan amable cuando había llegado... La ajustó, recolocándosela otra vez. Bastante amable había sido él como para que ahora ella dejara que le pasara algo. No, no, debía cuidarla bien.
Tras unos bruscos segundos pudo incorporarse. Miró a su alrededor.
¿Acaso alguien la había trasladado desde el aula a la entrada del pasillo? ¡La puerta principal! ¡Tenía que comprobarlo! E intentó abrirla. Su mente se paralizó unos segundos. No se movía. Imposible abrirla. Forcejeó un poco, dejando escapar pequeños grititos de pánico. Por el momento... parecía que no iba a poder salir. - ¡No! ¡N-no! ¡Tengo que salir de aquí! - Balbuceó en voz alta, horrorizada, temiéndose lo peor al ver el estado de las paredes y el suelo. No podía dejar de temblar.
- E-está bien, Helena, tranquilízate...- Se dijo a si misma en voz alta, intentando calmarse. - Unas cuantas mesas tiradas por ahí... en la entrada... Mala señal... Taquillas de la escuela... también tiradas por ahí... ¡Mala señal! - Vociferó sin darse cuenta. No le gustaba lo más mínimo el estado actual de la entrada de la escuela. Todavía le gustaba menos el hecho de que se encontraba atrapada dentro. ¿Atrapada? No, tenía que encontrar otra salida... y a los demás. Sí, ¿dónde estarían?
Había leído alguna que otra cosa acerca de la escuela. Se había documentado. Años de orgullosa tradición aceptando alumnos. ¿Cómo podía haber pasado esto? El edificio había sido siempre bastante seguro, estaba completamente convencida de que no había pasado nada fuera de lo común durante años. Y ahora pasaba esto.
Entonces localizó a alguien más en un rincón, lo que la hizo ruborizarse un poco. No quería que nadie la viera en ese estado tan vulnerable, estando tan atemorizada. Liberó la tensión de sus hombros, relajándose un poco.
La persona... estaba en el suelo. Parecía que había perdido el conocimiento, al igual que ella antes.
Era Tomoyo. ¿O debería llamarla Sonoda? Dos años en Japón y aún se estaba acostumbrando a sus costumbres.
Se acercó despacio. Tenía que comprobar si se encontraba bien.
- ¿Tomoyo? ¿Estás... viva? ¡Por supuesto, por supuesto! ¡Quería preguntar si estabas bien! ¡Sí, eso! - Aunque no recibió una pronta respuesta. - ¡Je!... tendrás que disculparme, si no despiertas... no me atrevo a quedarme aquí un minuto más... ¿Qué hago hablando sola? - Hizo lo que pudo en moverla, alejándola de los escombros. - Debo investigar, tiene que haber alguien más que... pueda ayudar. ¿Pórtate... bien? Sí, supongo... Tampoco es que puedas oirme. - Dijo, incorporándola un poco, a pesar de que la otra seguía inconsciente.
Helena se levantó, y caminó en dirección opuesta a la puerta principal. Si esta estaba atascada, tendría que buscar otra salida. Justo cuando entró al pabellón principal, en el pasillo casi sufrió de nuevo otro desmayo. El pasillo estaba hecho un completo desastre. Y a Helena no le gustaba para nada cómo se veía todo.
- ¿Q-qué? - Se paró en seco, había otro enorme abismo delante de ella, en el camino del pasillo que llevaba al aula de música. - No pienso acercarme ahí... podría caerse... - Pensó, intentando evitar seguir hablando sola. Tampoco quería acercarse a las paredes, estaban llenas de grietas... y las ventanas... ¡Sí! ¡Eso es! Tenía que abrir una y escapar, buscaría ayuda y... Quizá no. Atascada. Genial.
Se abofeteó suavemente para sacarse a si misma de su ensimismamiento. Tenía que seguir buscando, no quería quedarse más tiempo en aquel infierno ruinoso. Y su pelo estaba hecho un desastre. Tenía que salir de allí, como fuera.
Decidió comenzar a caminar por la única vía posible. Por alguna razón, su temblorosa mano sujetaba aún con fuerza aquel trocito de papel. ¿Por qué? ¿Por qué tenían que haber ido justamente aquel día?
Siguió caminando hasta el final del pasillo, y miró a ambos lados. A su izquierda se hallaban las escaleras al piso superior. A su derecha... Desearía no haber mirado a su derecha. La ventana parecía ser lo único que estaba sujetando la pared. Dio un par de pasos hacia atrás. ¿Y si se derrumbaba? Dio la vuelta y encontró su única alternativa. Las escaleras. ¿Serían estables? No se atrevía a subir. Se quedó mirándolas en silencio un buen rato.
¿Encontraría a alguien en este vacío desolado?
Helena no quería abrir los ojos. Podía notar incluso su propia palidez. Varios recuerdos alcanzaron su mente. Ir a la escuela. Encontrarse con sus compañeros de clase. El olor de la comida que iba quedando fría. El animado ambiente. El extraño ritual... Espera, ¡el terremoto! Aunque... todo parecía estar en calma ahora.
Probó a tantear con sus dedos el frío suelo. Saber que al menos sus extremidades respondían la tranquilizaba un poco. Abrió los ojos finalmente. Ya no notaba presencia alguna cerca suya. ¡Pero espera! Rin, Michelle, Koi... Todos ellos se encontraban a escasa distancia de ella cuando todo había pasado. ¿Dónde estaban ahora? Localizó la chaqueta de Rin, aún sobre sus hombros, aunque a punto de caerse. Había sido tan amable cuando había llegado... La ajustó, recolocándosela otra vez. Bastante amable había sido él como para que ahora ella dejara que le pasara algo. No, no, debía cuidarla bien.
Tras unos bruscos segundos pudo incorporarse. Miró a su alrededor.
¿Acaso alguien la había trasladado desde el aula a la entrada del pasillo? ¡La puerta principal! ¡Tenía que comprobarlo! E intentó abrirla. Su mente se paralizó unos segundos. No se movía. Imposible abrirla. Forcejeó un poco, dejando escapar pequeños grititos de pánico. Por el momento... parecía que no iba a poder salir. - ¡No! ¡N-no! ¡Tengo que salir de aquí! - Balbuceó en voz alta, horrorizada, temiéndose lo peor al ver el estado de las paredes y el suelo. No podía dejar de temblar.
- E-está bien, Helena, tranquilízate...- Se dijo a si misma en voz alta, intentando calmarse. - Unas cuantas mesas tiradas por ahí... en la entrada... Mala señal... Taquillas de la escuela... también tiradas por ahí... ¡Mala señal! - Vociferó sin darse cuenta. No le gustaba lo más mínimo el estado actual de la entrada de la escuela. Todavía le gustaba menos el hecho de que se encontraba atrapada dentro. ¿Atrapada? No, tenía que encontrar otra salida... y a los demás. Sí, ¿dónde estarían?
Había leído alguna que otra cosa acerca de la escuela. Se había documentado. Años de orgullosa tradición aceptando alumnos. ¿Cómo podía haber pasado esto? El edificio había sido siempre bastante seguro, estaba completamente convencida de que no había pasado nada fuera de lo común durante años. Y ahora pasaba esto.
Entonces localizó a alguien más en un rincón, lo que la hizo ruborizarse un poco. No quería que nadie la viera en ese estado tan vulnerable, estando tan atemorizada. Liberó la tensión de sus hombros, relajándose un poco.
La persona... estaba en el suelo. Parecía que había perdido el conocimiento, al igual que ella antes.
Era Tomoyo. ¿O debería llamarla Sonoda? Dos años en Japón y aún se estaba acostumbrando a sus costumbres.
Se acercó despacio. Tenía que comprobar si se encontraba bien.
- ¿Tomoyo? ¿Estás... viva? ¡Por supuesto, por supuesto! ¡Quería preguntar si estabas bien! ¡Sí, eso! - Aunque no recibió una pronta respuesta. - ¡Je!... tendrás que disculparme, si no despiertas... no me atrevo a quedarme aquí un minuto más... ¿Qué hago hablando sola? - Hizo lo que pudo en moverla, alejándola de los escombros. - Debo investigar, tiene que haber alguien más que... pueda ayudar. ¿Pórtate... bien? Sí, supongo... Tampoco es que puedas oirme. - Dijo, incorporándola un poco, a pesar de que la otra seguía inconsciente.
Helena se levantó, y caminó en dirección opuesta a la puerta principal. Si esta estaba atascada, tendría que buscar otra salida. Justo cuando entró al pabellón principal, en el pasillo casi sufrió de nuevo otro desmayo. El pasillo estaba hecho un completo desastre. Y a Helena no le gustaba para nada cómo se veía todo.
- ¿Q-qué? - Se paró en seco, había otro enorme abismo delante de ella, en el camino del pasillo que llevaba al aula de música. - No pienso acercarme ahí... podría caerse... - Pensó, intentando evitar seguir hablando sola. Tampoco quería acercarse a las paredes, estaban llenas de grietas... y las ventanas... ¡Sí! ¡Eso es! Tenía que abrir una y escapar, buscaría ayuda y... Quizá no. Atascada. Genial.
Se abofeteó suavemente para sacarse a si misma de su ensimismamiento. Tenía que seguir buscando, no quería quedarse más tiempo en aquel infierno ruinoso. Y su pelo estaba hecho un desastre. Tenía que salir de allí, como fuera.
Decidió comenzar a caminar por la única vía posible. Por alguna razón, su temblorosa mano sujetaba aún con fuerza aquel trocito de papel. ¿Por qué? ¿Por qué tenían que haber ido justamente aquel día?
Siguió caminando hasta el final del pasillo, y miró a ambos lados. A su izquierda se hallaban las escaleras al piso superior. A su derecha... Desearía no haber mirado a su derecha. La ventana parecía ser lo único que estaba sujetando la pared. Dio un par de pasos hacia atrás. ¿Y si se derrumbaba? Dio la vuelta y encontró su única alternativa. Las escaleras. ¿Serían estables? No se atrevía a subir. Se quedó mirándolas en silencio un buen rato.
¿Encontraría a alguien en este vacío desolado?
Última edición por Hemfelt el Vie Mayo 23, 2014 12:30 pm, editado 2 veces (Razón : Coloreando (?))
Hemfelt- Roler
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Localización : En algún lugar entre Asgard y Utgard...
Humor : Error 404: Humor no pudo ser encontrado.
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
- Spoiler:
Nombre
Casper Rice
Orientación Sexual
Masculino / Heteroflexible
Edad
17 años
Personalidad
Por dónde empezar? Podríamos decir que es un chico sumamente inquieto y ruidoso, un jodido hiperactivo, un real grano en el culo. La verdad lo es, sí que lo es, pero con él mismo, él solo, él y su sombra; no sabe quedarse quieto y suele ser insoportable a la vista. Incluso así, no molesta a los demás, no lo encontrarás jugandole bromas a sus compañeros ni mucho menos a sus profesores a no ser que alguien se meta con él. Realmente no le importan las otras personas, no los conoce ni quiere conocerlos a no ser que te muestres amigable con él, todos están al margen de lo que hace con su vida.
Le gusta vivir yendo de aquí para allá sin tener mucha idea de lo que quiere hacer, improvisando en la marcha, dejándose llevar. Suele aburrirse con facilidad de casi todo en general, por lo que siempre ha tenido problemas con sus grupos de amigos de los cuales se alejaba al poco tiempo sin mucho que decir.
Es directo, dice lo que piensa de la manera que se dibuja en su cabeza, no lo hace por querer lastimar, simplemente siente la necesidad de decir las cosas, tal vez por un impulso ingenuo o por no tener idea de que las palabras pueden llegar a molestar tanto a los demás.
Es exagerado, extremista, casi dramático. Hará las cosas que le gustan con pasión y detestará hasta el cansancio lo que le caiga mal. Igual con las personas, igual con todo lo que lo rodea.
Descripción física
Observémoslo un minuto, Casper es un chico de complexión y estatura digamos normal, se mantiene siempre en forma a causa del skate y de encontrarse en constante movimiento; su cabello es rojizo casi al igual que su mirada fogosa combinando a la perfección.
Por lo general le gusta vestir prendas sueltas, camisetas o sudaderas dos talles más grandes y bermudas frescas de colores vivos, aunque también disfruta de los colores neutros, el negro siendo su preferido, jeans desgastados y cadenas colgando de sus pantalones. Siempre podrán verlo con gorritos ya que le molesta su cabello porque casi nunca puede manejarlo.- Spoiler:
Historia
Casper nació en Estados Unidos en el seno de una familia normal. Su madre era una secretaria ocupada bajo el mando de un insoportable empresario y su padre trabajaba de contador. No tenían mucho tiempo para dedicarle a su hijo pero siempre intentaron estar presentes para él de una forma u otra. Con el tiempo las cosas se complicaron y sus padres creyeron entrar en crisis, el único escape era un trabajo bien pagado que le habían ofrecido a su padre pero para eso tenían que mudarse a Japón. Casper, con 13 años de edad, emocionado por la noticia no se negó, no le molestaba la idea de conocer otro país, realmente le parecía muy interesante.
Le costó acomodarse a su nueva vida, siendo el idioma la parte más difícil. Tuvo problemas con muchos compañeros que se burlaban de él por no saber hablar y las cosas terminaban en peleas y visitas a la rectoría. Pasó por muchos colegios siendo algunas veces expulsado y otras simplemente por no querer volver más al mismo lugar, terminando en el instituto Kisaragi donde esperaba, sería el último colegio al que asistiría.
Gustos
La música en todo momento
Andar en skate
Conocer lugares, planear aventuras
La brisa de madrugada
El otoño, las hojas secas desparramadas en el césped
La ciudad de noche
Disgustos
El calor
Que no le expliquen las cosas
Las personas que no se callan
Los gatos
Miedos/Fobias
Las marionetas, las muñecas, los juguetes, casi todos
Extras
✦ Lleva un bate con él la mayoría del tiempo
✦ Le gusta romper cosas para tranquilizarse, cree que es su forma de hacer catarsis
✦ De pequeño lo molestaban por su nombre por lo que tiene un conflicto cada vez que debe presentarse
✦ Suele buscar problemas por su necesidad de sentir un poco de adrenalina cuando se encuentra muy aburrido
✦ Le encantan las ratas, le gusta la sensación al agarrarlas y sentirlas escabullirse entre sus dedos
✦ Es repitente, lo enviaron al instituto Kisaragi luego de que ocurriera esto. Es compañero de Hayashida Saneatsu desde entonces pero nunca cruzaron palabra durante todo ese tiempo, más que un par de saludos y un pedido de ayuda con las tareas de parte del americano.
✦ Mantiene una relación hostil con James Lane, cree que es un maldito idiota que lo mira mal desde la primera vez que cruzaron palabra.
✦ La única persona a la que considera amiga es Marceline Abadeer, se siente cómodo con ella aunque le altera los nervios cuando intenta juntarlos a él y a James en la misma frase.
Color
#D02020
reunido en la sala, con todos
✖
en un lugar extraño, ¿solo?
El ritual parecía haber terminado dejando al pelirrojo con las ganas de que algo emocionante ocurriera ante sus ojos, pero no. Guardó aquel pedacito de papel en su bolsillo y tomó su bate dispuesto a largarse de allí.
Los truenos retumbaban afuera haciendo vibrar las ventanas del lugar y un escalofrío recorrió su espalda sin saber porqué, su gesto aburrido no atendía a lo que el cuerpo quería comunicarle.
- Tanto escándalo por nada.. -
bufó el idiota casi molesto por el fraude de aquel ritual, al cual realmente había asistido por entrometido y no por haber sido invitado, jamás. Quería irse, quería buscar algo mejor que hacer con su patética vida en ese momento y no verles la cara nunca más a toda esa banda de molestos, pero un ruido lo detuvo.
- ¿Pero q.. -
Bajo sus pies el suelo comenzó a temblar, maldiciones en todos los idiomas se escucharon salir de su boca y algunos gritos de desesperación de las gargantas de los demás. La sala se derrumbaba, ¿qué mierda estaba ocurriendo? Casper no lograba mantenerse en pie y creyó chocar con más de un brazo, o cabeza o trasero, todo aquello era un maldito desastre.
Se sostuvo de algo intentando mantener el equilibrio, entonces el temblor paró. Ya todo estaba bien.. ¿O no?
El americano intentó normalizar su agitada respiración, pero notó que algo le faltaba.
- Mi bate maldita sea -
comenzó a buscarlo sin éxito y fue cuando recordó que no estaba solo, en algún momento durante aquel escandalo olvidó que habían 20 chicos más junto a él y en ese instante todo parecía no haber ocurrido. Giró su cabeza en todas las direcciones buscando a la personita con la que se encontraba antes de que las paredes comenzaran a venirse abajo, pero tampoco la veía, todo pasaba tan rápido, todos estaban alterados, acelerados, asustados.
- ¡Marceline! -
Intentó llamar sin recibir respuesta
- ¡MARC.. -
Pero un estruendo lo interrumpió, y debajo suyo el piso se abrió en una desesperante caída.
...
Fuck
Los quejidos del pelirrojo se escuchaban roncos y apagados mientras intentaba recobrar el sentido. La cabeza parecía querer explotarle en cualquier momento, se sentía mareado y no lograba ponerse en pie ni ver nada a su alrededor. ¿Dónde estaba?
Apoyado en uno de sus brazos intentó recordar que había ocurrido.
¿Estoy en casa? ¿O me perdí? Estaba en el instituto.. ¿Me arrestaron?
Cientos de ideas cruzaron su mente pero no podía acomodar sus recuerdos ni entender donde demonios estaba. Se incorporó haciendo un esfuerzo pero sentía que el cuerpo se le desarmaría en cualquier momento, no había un solo rincón en él que no le doliera como si lo hubieran aplastado con un camión.
- ¿Qué es todo esto? -
En el momento que su visión empezó a acostumbrarse a lo que lo rodeaba intentó reconocer el lugar donde se encontraba, pero todo parecía tan extraño que comenzaba a confundirse aún más y la cabeza iba a estallarle en cualquier instante. Corrió hacia las ventanas esperando poder salir de ahí cuanto antes, tropezando con pequeños banquitos que no parecían ser de su instituto, nadie de su tamaño entraría en asientos tan diminutos. ¿DÓNDE CARAJOS ESTABA? Intento abrir una ventana pero no podía, por mas fuerza que hiciera, ésta no se movía ni un milimetro. Tomó un banco y lo lanzó contra el vidrio, pero rebotó sin siquiera dejarle un rasguño.
- Esto no puede estar pasando.. -
Quiso gritar de la desesperación, pero sintió miedo. Estaba solo.
Las manos comenzaron a temblarle y un sudor frío recorrió su rostro, su espalda y todo su cuerpo se entumeció inmovilizándolo por completo. Debía ser una maldita pesadilla, no era real.
De pronto, un ruido le llamó la atención. Se giró en dirección a donde suponía había algo, pero una sensación de vacío lo llenó por completo. Un paso más adelante no había suelo, un paso más y caería al vacío.. seguro aquel temblor abrió la tierra por la mitad, no había otra explicación.
Pudo ver del otro lado a un chico de cabello rojizo, por unos segundos creyó que era él mismo, su cuerpo frío y muerto a causa de la caída y él, el fantasma Casparín haciendo uso de su buen nombre, una pobre alma en pena observando lo que había dejado atrás en un estúpido accidente; estuvo a punto de perder la cordura y arrancarse los ojos, pero lo vió moverse.
- ¡OYE! ¡HEY! ¡PSS! -
Comenzó a gritar, chistar, silbar y llamar de cualquier forma a aquel chico intentando recibir una respuesta de su parte. Creía reconocerlo, aunque quizás en esa situación llegaría a verle cara conocida a cualquier cosa que se le cruzara con tal de no sentirse solo.
Pudo ver que la bracha entre él y el pelirrojo no era del todo grande, pero no estaba muy convencido con cruzar hasta allí. Tenía miedo de lo que pudiera llegar encontrar.
✖
en un lugar extraño, ¿solo?
El ritual parecía haber terminado dejando al pelirrojo con las ganas de que algo emocionante ocurriera ante sus ojos, pero no. Guardó aquel pedacito de papel en su bolsillo y tomó su bate dispuesto a largarse de allí.
Los truenos retumbaban afuera haciendo vibrar las ventanas del lugar y un escalofrío recorrió su espalda sin saber porqué, su gesto aburrido no atendía a lo que el cuerpo quería comunicarle.
- Tanto escándalo por nada.. -
bufó el idiota casi molesto por el fraude de aquel ritual, al cual realmente había asistido por entrometido y no por haber sido invitado, jamás. Quería irse, quería buscar algo mejor que hacer con su patética vida en ese momento y no verles la cara nunca más a toda esa banda de molestos, pero un ruido lo detuvo.
- ¿Pero q.. -
Bajo sus pies el suelo comenzó a temblar, maldiciones en todos los idiomas se escucharon salir de su boca y algunos gritos de desesperación de las gargantas de los demás. La sala se derrumbaba, ¿qué mierda estaba ocurriendo? Casper no lograba mantenerse en pie y creyó chocar con más de un brazo, o cabeza o trasero, todo aquello era un maldito desastre.
Se sostuvo de algo intentando mantener el equilibrio, entonces el temblor paró. Ya todo estaba bien.. ¿O no?
El americano intentó normalizar su agitada respiración, pero notó que algo le faltaba.
- Mi bate maldita sea -
comenzó a buscarlo sin éxito y fue cuando recordó que no estaba solo, en algún momento durante aquel escandalo olvidó que habían 20 chicos más junto a él y en ese instante todo parecía no haber ocurrido. Giró su cabeza en todas las direcciones buscando a la personita con la que se encontraba antes de que las paredes comenzaran a venirse abajo, pero tampoco la veía, todo pasaba tan rápido, todos estaban alterados, acelerados, asustados.
- ¡Marceline! -
Intentó llamar sin recibir respuesta
- ¡MARC.. -
Pero un estruendo lo interrumpió, y debajo suyo el piso se abrió en una desesperante caída.
...
Fuck
Los quejidos del pelirrojo se escuchaban roncos y apagados mientras intentaba recobrar el sentido. La cabeza parecía querer explotarle en cualquier momento, se sentía mareado y no lograba ponerse en pie ni ver nada a su alrededor. ¿Dónde estaba?
Apoyado en uno de sus brazos intentó recordar que había ocurrido.
¿Estoy en casa? ¿O me perdí? Estaba en el instituto.. ¿Me arrestaron?
Cientos de ideas cruzaron su mente pero no podía acomodar sus recuerdos ni entender donde demonios estaba. Se incorporó haciendo un esfuerzo pero sentía que el cuerpo se le desarmaría en cualquier momento, no había un solo rincón en él que no le doliera como si lo hubieran aplastado con un camión.
- ¿Qué es todo esto? -
En el momento que su visión empezó a acostumbrarse a lo que lo rodeaba intentó reconocer el lugar donde se encontraba, pero todo parecía tan extraño que comenzaba a confundirse aún más y la cabeza iba a estallarle en cualquier instante. Corrió hacia las ventanas esperando poder salir de ahí cuanto antes, tropezando con pequeños banquitos que no parecían ser de su instituto, nadie de su tamaño entraría en asientos tan diminutos. ¿DÓNDE CARAJOS ESTABA? Intento abrir una ventana pero no podía, por mas fuerza que hiciera, ésta no se movía ni un milimetro. Tomó un banco y lo lanzó contra el vidrio, pero rebotó sin siquiera dejarle un rasguño.
- Esto no puede estar pasando.. -
Quiso gritar de la desesperación, pero sintió miedo. Estaba solo.
Las manos comenzaron a temblarle y un sudor frío recorrió su rostro, su espalda y todo su cuerpo se entumeció inmovilizándolo por completo. Debía ser una maldita pesadilla, no era real.
De pronto, un ruido le llamó la atención. Se giró en dirección a donde suponía había algo, pero una sensación de vacío lo llenó por completo. Un paso más adelante no había suelo, un paso más y caería al vacío.. seguro aquel temblor abrió la tierra por la mitad, no había otra explicación.
Pudo ver del otro lado a un chico de cabello rojizo, por unos segundos creyó que era él mismo, su cuerpo frío y muerto a causa de la caída y él, el fantasma Casparín haciendo uso de su buen nombre, una pobre alma en pena observando lo que había dejado atrás en un estúpido accidente; estuvo a punto de perder la cordura y arrancarse los ojos, pero lo vió moverse.
- ¡OYE! ¡HEY! ¡PSS! -
Comenzó a gritar, chistar, silbar y llamar de cualquier forma a aquel chico intentando recibir una respuesta de su parte. Creía reconocerlo, aunque quizás en esa situación llegaría a verle cara conocida a cualquier cosa que se le cruzara con tal de no sentirse solo.
Pudo ver que la bracha entre él y el pelirrojo no era del todo grande, pero no estaba muy convencido con cruzar hasta allí. Tenía miedo de lo que pudiera llegar encontrar.
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Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
- kikuri♥:
- Nombre: kikuri Itō
Sexo//Orientación Sexual: femenino // hetero
Edad: 15
Personalidad:
Kikuri, nombre de por si extraño. La pregunta es: ¿que no se podría esperar de ella?. ¿Es feliz? en la medida de lo posible, sin temor a decir lo que “piensa y cree”, en cualquier momento. No teme revelarse e incluso llegar a los puños si esta de animos (?)
Siempre cuando abre su bocota es para mandar indirectas o ser totalmente malvada: “soy como el diablito dentro de tu cabeza que te dice que hagas cosas malas” suele decir para justificar su existencia.
No tiene ningún respeto por la privacidad de los demás y le encanta meter sus narices en las vidas de otros.
Como cosa rara, Es una persona muy linda y sociable. Siempre se la puede encontrar escondida, escuchando conversaciones de desconocidos, o en los arboles colgando de sus piernas. Es una cajita de sorpresas que jamás quisieras abrir porque te explotaría en la cara.
Descripción física:
Se podría decir que es alta, con 1.70m
Es delgada pero con un toque atlético que le da altives al caminar. Como todos los miembros de su familia, tiene una tez blanca palida papel de azúcar (?). su cabello rosáceo y ondulado es su orgullo. Que incluso llega más abajo de su cintura si lo carga suelto. Sus ojos, como los de su hermana, son una raresa mistica, ya que en ella combinan el tono rosa y verde turquesa.
Su ropa siempre resalta, por su gran sentido de la moda. Pues ama combinar su ropa y probar todo tipo de trajes. Algo que nunca falta en su vestuario son “botas”. Puede estar usando un vestido coctelero pero aun asi llevaría las mas hermosas botas nunca vistas.
http://1.bp.blogspot.com/-_T7FLg5Nu4Y/UhnXfQT6CqI/AAAAAAAAFX4/7jiiWIYpRC8/s1600/Amnesia-06-.jpg
http://0-gate.com/wp-content/uploads/2013/01/amnesia-mine.png
https://2img.net/h/i279.photobucket.com/albums/kk126/tenchilove/Anime%202013/amnesiaepisode64_zps70407d68.jpg
Historia:
Quien diria que la alegre y perversa kikuri tendria un pasado tan complicado
"Siempre, desde que tengo uso de razon, pensé que los padres eran seres que te protegerían hasta la muerte... y aunque parte de eso es verdad, el amor no dura mucho.
jamas conocí a mis padres, o por lo menos he intentado olvidarlos.
Se separaron cuando aun era un bebe. ¿que clase de amor VIL dura tan poco para incluso olvidar que una pequeña necesita de una madre y un padre?
quizás este.
Un dia, mis padres viajaron juntos en un avion, ambos tenían el mismo trabajo.
Una tormenta completo mi concepto de "hasta la muerte".
ambos murieron en aquel avión.
Sin familia ¿a donde llevarían a una pequeña sin hogar?
exacto, a un orfanato.
Siempre senti que no encajaba en aquel lugar. todos eran tan amables, y yo como siempre tan ostil. es gracioso recordarlo.
Meses después, como en las películas y sin haberlo pedido tenia una hermana.
mi madre había tenido gemelas y cuando nacimos, nos separaron.
la dulce mizuki, tan linda, tan buena, tan ingenua, tan... ¡tan estresante!
pero lo supe sobrellevar a mi manera.
Pero como algo todavía mas raro en toda esta historia, es que fuimos adoptadas por la misma familia.
somos el Yin y yang, es todo lo que dire"
Gustos/Disgustos:
-lo romántico
-tener que hacer algo como limpieza u ordenar.
+tiene una gran fascinación por las anacondas y pitones.
+postres helados
+ama las cosas afiladas.
+fastidiar a los demás
+poner apodos
+cantar
+ama las peliculas, series, videojuegos y libros de terror, thriller horror, en fin todo lo sangriento y tenebroso.
+ama leer por las noches con la ventana abierta.
Miedos/Fobias:
-las tormentas
-miedo a las armas de fuego.
Extras:
-hermana: Mizuki Itō
-Uno de sus mejores amigos es: Rintaro Nakae.
Quien ya intentó coquetear con ella una vez y le salió demasiado horrible como para volverlo a intentar (?).
-Se podria decir, que lo unicopero asi de exageradamente unico (?)bueno en ella, es su voz. Su canto es precioso y su voz conmovedora. sus canciones favoritas son Lie , Last song y Hello / How are you que canta con una gran prodigiosidad.
color de roleo: #fb85ff
salon de clases - ni idea - salón 1A - cerca de escaleras y salon 2A - cerca de el salon 3A y frente a un abismo.
DIMENSION A - Con: todos - sola.
Todo ere tan borroso… pequeñas imágenes sin sentido agolpaban mi mente: las ventanas, vidrios volando, todo temblaba, la desesperación en sus miradas, rintaro alejándose de mi, me abandono ¿Por qué?, mizusu estaba aterrada, nuestras miradas se cruzaron, permanecí de pie sin mover musculo alguno… un sueño aterrador.
Desperté totalmente adolorida mire a mi alrededor ¿estaba sola? Si, no había nadie a mi lado. Un extraño frio cargado de sensaciones horrible recorrió mi espalda. Y un incesante pitillo destrozaba mis nervios, grite por puro impulso. El lugar era oscuro.
Pronto recordé todo como un flashback
El lugar temblaba de la nada después del ritual, los chicos se intentaban proteger de aquello y yo… yo… me desmaye. No pude soportarlo –los rayos y la tormenta- pensé; recuerdo que de pequeña siempre que había una tormenta muy fuerte, el terror que me provocaba era inmenso y en el orfanato no dejaba de gritar, asustaba a todo el mundo y posteriormente desarrolle un método de defensa natural, ya que para mi, las tormentas eran mi fobia mas grande, simplemente cuando ya no podia soportarlo… me desmayaba con recuerdos casi nulos de los ocurrido.
Me levante del lugar y empece a respirar con algo de dificultad, simplemente era la sorpresa y el entumecimiento de mis piernas y brazos.
Miraba en todas direcciones a mi alrededor esa habitacion era como un circulo enorme que daba vueltas en mi cabeza. Pero… habían unas ventanas, si me asomaba, gritaba y alguien me escuchaba seguro tendría ayuda. Empecé a forcejearlas pero no se abri ni un poco, pronto me desespere y empece a gritar mientras seguía intentando abrir las ventanas –¡Mizuki! ¡Rintaro! ¡atsu!… quien sea… ¡MIZUKI!- termine golpeando la ventana con una patada.
Estaba cansada y jadeando.
me maree un poco y mi espalda impacto con una de las paredes, me queje pero no fue mucho el dolor que sentía pues mi terror era mas grande que todo ahí.
Arrimada en aquella pared mire al techo y mi mirada se centro en un extraño cartel, me gire y era un anuncio en la pared: “Heavenly Host Elementary School, aviso a todo el alumnado”
-“¿School?” una escuela- me dije, y casi sonó como un eco. –¡mizusu!- grite en reacción, al recordar que yo estaba sola y no había rastro de ella. Olvide todo: el miedo, la desesperación y el terror, y Sali con afligida de la habitación hacia un pasillo. Y me detuve bruscamente en seco. La habitacion donde me encontraba tenia una placa que decia “1 A”. negué con la cabeza, esto no tenia sentido; retrocedí lentamente absorta, irritada confundida… ¡yo jamás estaba confundida! Siempre sabia que hacer, que decir, como actuar.
Al retroceder me tope con un balde que tenia… ¿Oh por Dios! Que era eso?. No pensé en nada, solo patee el balde y Salí corriendo por el pasillo a la izquierda. Corría como si huyera no se de qué. -*porque me pasa esto… mizu…*- el lugar parecía caerse a pedazos, en muy mal estado y casi destruido. Habían muchos huecos oscuros en el piso. Yo seguía corriendo hasta que mi paso desacelero al ver frente a mí una escalera y junto a ella un cuarto con la placa “2A”.
Me detuve un momento que duro muy poco. No pensaba bajar, algo en mi pecho decia que no lo hiciera. Retrocedí unos cuantos pasos con desconfianza y gire en esa intersección a la izquierda. Hasta que me tropecé con uno de esos hoyos raros en el suelo y al caer el trozo de papel (el cual ya había olvidado que traía) salio volando de mi bolsillo hacia al frente de mi. quedándose quieto en una esquinita de lo que parecía un abismo negro frente a mi.
Me levante con dificultad, y mire a mi alrededor, note que junto al abismo o mas bien, prácticamente en el abismo, había una puerta con la placa “3A”.
Mi pedazo de papel en cualquier momento de seguro caería a ese abismo. Y tenía que recuperarlo.
Gatee hacia las orillitas del abismo y me arrastre con cuidado, estaba cerca, estire mi mano, intentando alcanzarlo con gran esfuerzo.
-ven papelito, ven.- le hablaba (?) para ver si tenia mas suerte. Un pequeño recuerdo paso por mi mente como un rayo.
–una escuela- pronunciaron sus labios.
-Elementary algo jajaja- reía inocente.
-kikuri amas estas historias cierto- me sonreía.
-vamos ki-ku-ri- y me ofrecía su mano.
Eran recuerdos que llegaron de golpe. Alguien me había contado sobre ese nombre… y ese alguien ya no estaba más conmigo.
Negué con la cabeza volviendo a la realidad, no recordaba en si que era, pero por ahora debía concentrarme en recuperar el papel ese –ven estúpido papel- le susurre con odio!
Off: perdón por la tardanza. La DIMENSION A es lo maximo! (?)
Off2: quiero ir a la enfermeria ~me intriga~
cary milla- Roler
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Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
En: Aula. // ???
Con: Con todos, especialmente Rintaro y Helena. // ???
El tan ridículo pacto Illuminati que habían realizado terminó tan pronto como empezó. Había consistido en un montón de adolescentes tirando de una hoja de papel recortada por un crío mientras rezaban para sus adentros a... ¿Una Diosa, un perro?
¿Sachiko?
Pensándolo bien ¿Que más podía esperar? Debía considerarse estúpida si pasó por su cabeza la idea de que algo "mágico" sucedería.
"¿Feliz mamá? socialicé con mis amiguitos, nos juntamos para venerar a Satán" Los pensamientos de la joven chica iban empeorando conforme pasaba el tiempo. Todos estaban ahí parados sosteniendo su respectivo pedazo de papel y para eso se había puesto sus mejores botas.
Bajó la mirada para apreciar su exquisito calzado de quinientos dólares y se percató de algo que llamó más su atención; El suelo.
El suelo se estaba moviendo, y no, esta vez no era producto de la anemia.
-¿Está...?- pensó en cerciorarse de que no era la única sintiendo las repentinas vibraciones cuestionando a los demás, pero la intensidad del temblor evolucionó de una manera increíble, haciéndose más evidente el nivel de éste cuando las ventanas y pupitres empezaron a sucumbir ante su fuerza.
Michelle dobló las rodillas en un patético intento por mantener el equilibrio, sus adoradas Madden estaban siendo un obstáculo en ese momento, habría estampado su cara contra el piso de no ser porque Rintaro evitó su caída acercándola a él y sosteniéndola con firmeza mientras la "protegía" de los daños colaterales.
Michelle apoyó la cabeza en el pecho del rubio, él estaba ofreciéndole el refugio que ella buscaba y no había manera de rechazarlo. Se percató de la presencia de Helena y cruzaron miradas por unos instantes, ambas se encontraban en una situación similar.
El fenómeno concluyó. Mitch no tardó en separarse del chico caminando hacia atrás y chocándose con lo que quedaba de los mesa-bancos en el proceso, todo había sucedido tan rápido y sus acciones habían sido un acto impulsivo. Buscó con la mirada a sus amigos, James y Marcy, luego le clavó la mirada a su amigo de la infancia con la respiración aún agitada, el crujir del piso de madera alertó el delicado sentido auditivo de Michelle y, sin tiempo de decir o hacer algo, Rintaro cayó cuando la superficie se derrumbó y antes de que ella pudiera extenderle la mano, el fino tacón de su botín perforó el entablado, haciéndola caer a ella también.
¿Iba a terminar así?
-----
-...NNGH- Michelle exhaló una considerable cantidad de aire apenas recuperó la conciencia, haciendo que se esparciera el polvo que se encontraba alrededor y provocando un par de estornudos en seco. La chica levantó el torso y examinó con rapidez el lugar, intentando incorporarse. Al ser una persona bastante acústica lo primero que notó fue un tenue sonido que parecía venir de una habitación cercana.
¿LLuvia?... No, sonaba más como... Estática.
Se puso de pie con bastante dificultad, las piernas le temblaban, -independientemente del miedo- y por alguna razón sentía los músculos adormecidos, como si su cuerpo entero estuviese repleto de hematomas.
La mirada de la joven se quedó plasmada en la puerta que dirigía a la habitación del difuso sonido, se planteó por un par de minutos si debería abrirla o no y, finalmente se decidió por ir y girar la manija para comprobar al menos si estaba sola en ese lugar
Estaba cerrada. Tocó varias veces esperando que alguien respondiese por el otro lado pero fue inútil, evidentemente no había nadie dentro.
Resiste, Michelle, resiste.
recorrió con las manos las paredes y las ventanas, estaban prácticamente dibujadas, no tenía caso intentar abrirlas, ninguna tenía la intención de hacerlo.
Resiste, Michelle, resiste.
Caminó hacia el otro lado teniendo cuidado de donde pisar, sus vagos recuerdos de lo que había sucedido antes de perder la conciencia le advertían que no era seguro caminar con paso firme por esos corredores. Un peculiar hallazgo detuvo su marcha cuando pasó por el preciso lugar en donde había despertado, no lo notó la primera vez pero...
Pequeños mechones de pelo cobrizo resaltaban con la escasa luz que provenía de las ventanas. Era su cabello.
Michelle pasó ambas manos por su cabeza, tirándose el flequillo hacia atrás y haciéndose una coleta con las manos, habían cortado su cabello mientras se encontraba inconsciente y lo habían hecho horrible.
Resiste, Michelle...
Deslizó las manos hasta sus mejillas, dejando caer su cabellera nuevamente y se mantuvo así un momento.
¿Por qué? ¿De verdad lo merecía?... ¿De verdad la odiaban tanto?
¿Quién?... ¿Donde?
Una lágrima resbaló por la mejilla de Michelle y ésta la limpio instantáneamente... Pero seguían saliendo, una tras otra.
Tenía miedo, estaba sola.
¿Estaba sola? Al final del largo pasillo en el que se encontraba logró distinguir una silueta distorsionada por la niebla que causaban sus lágrimas. Las limpió con la manga de su abrigo para alcanzar a percibirlo mejor.
¿Era... Era ese Mirai?
"Recupera la compostura idiota, recuperala."
Última edición por Koga el Jue Ene 16, 2014 10:25 pm, editado 1 vez
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Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
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-Hagiwara-san, Nakae-san... ¿les apetece ir a buscar una revenada de pizza? Porque a este paso parece que quedara no más que migajas- Comentó él al observar como el resto de los presentes prácticamente se abalanzaban sobre las pizzas que Komatsuzaki Mirai había traído, se giró sobre su cuerpo para observar a sus dos acompañantes (aunque lo cierto era que él no tenía hambre pues había comido antes de marchar de casa) y oír su respuestas, pero justo en ese momento... PLAFF. La pequeña pelinegra, Koi, chocó contra él provocando que ambos terminaran por caer al suelo, la chica quedo encima del joven de verdosa melena.
-No te preocupes por mi- Dijo mientras sonreía para demostrarle que ciertamente no resultó un problema. Acto seguido la chica le ayudo a ponerse de pie y luego ambos miraron atrás, estaba claro que Rin había cometido una picardia y había empujado a Koi, simplemente suspiro en señal de reproche.
El tiempo pasó con rapidez, el resto de los invitados a aquella pseudo-reunión ya habían hecho acto de presencia. Finalmente estaban todos. Así mismo con la llegada de los que faltaban Mirai comenzó a dar las indicaciones del ritual por el que todo mundo había venido aquí. No sonaba a nada complicado en verdad pero el joven Taiyou no dejaba de sentir una incomodidad en el pecho... ¿un mal augurio, tal vez?
Sumándole el mal tiempo que cada vez empeoraba y los truenos y rayos que no dejaban de espantar gente la característica tranquilidad de Nidai poco a poco se iba convirtiendo en preocupación y ansiedad, sin embargo se esforzaba en no hacer visibles dichas emociones e ignorar su mal presentimiento por el momento. Esta era una noche para pasarlo bien, ¿no? Él no quería ser el agua-fiestas que lo arruinara.
Por el revoltijo de su cabeza no notó que Nakae los estaba llamando a él y a Hagiwara hasta que ésta última se lo dijo, susurro un débil si y la siguió hacía la dirección donde se encontraba su amigo. Una vez estuvieron allí ambos se percataron de Mitsukuri Helena justo al lado de Rin que seguramente acababa de llegar hace instantes nada más. La saludó con el respeto de siempre y una reverencia.
Una vez oídas las pautas del ritual, al igual que el resto, procedió a tomar la muñeca y cerrar sus ojos. A medida que repetía la frase "Te lo rogamos Sachiko" en su mente la presión en su pecho cada vez era mayor, esto no le sabía para nada bien... Pero ya era demasiado tarde para intentar detener todo... demasiado, demasiado tarde.
Cuando el momento de tirar de la muñeca llegó mordió sin querer su labio inferior y masculló -Algo no está bien...- Posteriormente apretó un poco el trozo de papel en su mano y lo guardo en el bolsillo de sus ropajes.
Se quedo en silencio por el momento y observó a los demás, nada parecía realmente fuera de lugar, ¿será que se estaba hostigando demasiado?
Deberías dejar de desconfiar tanto de tu instinto.
De pronto la habitación empezó a agitarse... ¿agitarse? Más bien... temblaba, sí, un terremoto. Las piernas de Nidai temblaban igual, y no precisamente por la brusquedad en que el piso era meneado por el seísmo. Su mente estaba en blanco, ¿qué debería hacer? ¿qué está pasando? ¿por qué justo ahora? Parecía que acabaría destruyéndose a si mismo , su mal presagio se había vuelto realidad quizás, y eso lo asustaba.
Aún en el aturdimiento logró moverse instintivamente en la dirección de, parecía ser, la única mesa que no había sido derribada por la furia de aquel seísmo donde pudo sostenerse y recobrar el equilibrio. Esta clase de fenómenos naturales eran vistos con frecuencia en un país como Japón, y a pesar de él haber vivido cada uno de sus 17 años allí y pasado por más de alguno de los mencionados en esta ocasión se sentía en demasía distinto, esto no era un terremoto normal.
Cuando quiso darse cuenta el frenesí había cesado, el ahora destrozado salón de clases se vio sumido en un silencio sepulcral que no tardaron en romper para asegurarse del bienestar de sus amigos y compañeros, la vista de Nidai se movió rápidamente para localizar a Nakae, Mitsukuri, e incluso Yasashi que se encontraba un poco más lejos... Suspiro de alivio al ver que cada uno de ellos estaba bien, y por supuesto, también el resto de sus compañeros. Oh, ¿pero y Koi? ¿..en qué momento se había alejado tanto? Finalmente se soltó de aquel pupitre en el que se sostenía y al mismo tiempo se encargaba de mantenerlo fijo al suelo con la fuerza del agarre, abrió la boca para llamar a la chica de ojos ámbar a medida que se acercaba pero entonces lo tomó por total sorpresa... el suelo a sus pies ya no estaba ahí.
La mano del adolescente se estiro inútilmente en dirección a su amiga
luego sólo era la presión de su cuerpo cayendo al oscuro vacío.
...Todo se puso negro, su vista, su mismo subconsciente....
[...]
luego sólo era la presión de su cuerpo cayendo al oscuro vacío.
...Todo se puso negro, su vista, su mismo subconsciente....
[...]
Cuando despertó su cuerpo dolía como el demonio, fue difícil pero finalmente logró abrir los ojos y reunir la suficiente fuerza para sentarse. Trató de organizar sus recuerdos y entender qué diantres había pasado pero debía forzarse mucho para ello, su cabeza parecía que iba a explotar en cualquier instante.
La pregunta más importante ahora; ¿qué lugar era este? Todos indicaba que se trataba de un salón de clases, pero definitivamente no era el mismo en el que se habían colado antes. El aula lucía bastante estropeada, grandes porciones del suelo parecían haberse caído y la nula iluminación era algo que desfavorecía la situación aún más. Nidai limpió algo de sudor que se había deslizado por su mejilla y se puso de pie, justo entonces notó un peso menos en la parte trasera de su cuerpo.
Al pasar ambas manos por su espalda lo comprobó, su katana no estaba allí. Primero todo aquel desastre, la caída, este lugar extraño y como para ponerle la cereza al pastel... uno de los objetos al que más valor sentimental le tenía había desaparecido, así, sin más. Esto debe de ser un mal sueño, ¿verdad?
Pero no, claro que no lo era.
Al rebuscar en su bolsillo halló el pedacito de papel con el que había "sellado" el ritual junto a sus demás compañeros y amigos, de alguna manera aquello le dejaba bien claro que esto no era una pesadilla ni nada semejante, lo apretó un poco y lo volvió a guardar. Se decidió entonces y emprendió su búsqueda, no sólo de su katana sino que de los demás también.
Salió del salón y hecho un vistazo a la deteriorada placa del costado, ¿pero qué...? ¿Salón 2-A? Pero si antes se encontraba en ese mismo salón y era imposible que hubiese otro con el mismo nombre... ¿es que encima de todo esta no es la misma escuela donde estaba antes?
Revolvió sus cabellos e intentó no prestarle atención a un hecho tan insignificante en un momento así, debía concentrarse en su objetivo de encontrar a los demás. Y hablando de los demás justamente... Giró la vista a la derecha y se encontró con Itō Kikuri, aunque parecía ocupada tratando de alcanzar algo.
¿Debería acercarse a ella? ¿o tal vez mejor seguir con la búsqueda de sus amigos y su katana? Después de todo la pelirrosa no parecía en verdaderos problemas. Y sin embargo a pesar de las cuestiones...
-¿Itō-san, necesitas ayuda?
Nidai no era capaz de dejar sola a una dama. (?)
Vignette April Tsukinose- Roler
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Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
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[ Instituto: Aula. - Dimensión C: Algún pasillo cercano al salón 1-A. ]
« Con todos - Solo. »
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Se quedó observando el trocito de papel fijamente ¿Realmente eso mejoraría sus lazos con sus amigos? No sonaba muy realista... pero eso mismo era lo que le ponía nervioso hasta la médula.
Levantó la mirada y observó a Mirai con una leve sonrisa nerviosa. Todo había terminado ¿no es así? Ahora podría regresar a casa y... No, iría a dormir a la casa de Mirai, no quería estar solo con esa tormenta.
Consideró el acercarse nuevamente a Mirai, pero tampoco quería dejar a Atsu, así que solo se quedó donde estaba, también podría hacerle señas a Mirai para que se acercara, pues no tenía agallas para levantar su voz, le daría vergüenza.
Mientras divagaba en su mente, sintió como todo temblaba a su alrededor y levantó la mirada algo alterado. El suelo se movía, las paredes crujían, los pupitres y vidrios temblaban... Un terremoto.
- Mi-Mira.... - trató de llamarlo, pero no le salió la voz. Volteó a todos lados, tratando de buscar algún tipo de refugio, observó a Atsu con terror en los ojos, quería acercarse a él, pero sus piernas no se movían. Los vidrios de las ventanas se hicieron añicos y los pupitres comenzaron a caerse, uno de estos cayó cerca de él, haciéndole perder la poca estabilidad que tenía. Para su mala suerte, cayó cerca de algunos vidrios y algunos de éstos se clavaron en su palma izquierda. - ¡GUH! - se quejó quitando la mano rápidamente y rodándose a otro lado.
Una vez el terremoto terminó, volvió a abrir los ojos, ni cuenta se había dado cuando los había cerrado. Habían pequeñas lágrimas en ellos y su mano punzaba por los pequeños vidrios. La analizó rápidamente, un vidrio grande se había clavado y algunos pequeños, seguro no necesitaría nada más, solo eran unos rasguños. Se sacó el vidrio más grande y sacudió los pequeños, hilillos de sangre comenzaron a correr por su mano pero igual no era tan grave el asunto, se curarían solos.
Levantó la mirada, buscando a Mirai, a Atsu y a Nidai, los tres estaban bien.
- ¿E-están todos...bien?... - mientras hacía su pregunta, el suelo debajo de ellos había desaparecido. Sus pupilas se contrajeron al ver el vacío. Oh, holy freaking shit.
En términos normales, un terremoto no le asustaría, solo es un desastre natural. Se habría ocultado bajo la mesa de su casa y habría esperado a que todo terminara. Pero éste no era un terremoto en términos normales... ¿Qué no éstas cosas solo pasaban en esas ridículas historias?...
Abrió sus ojos de golpe, hubiera deseado haber olvidado lo que había ocurrido pero lo tenía todo muy presente. Sabía exactamente qué estaba haciendo, la mayor estupidez de su vida; sabía donde estaba, en un salón de clases en su escuela; sabía con quienes estaba, algunos de sus compañeros y 3 de sus amigos... Y sabía qué había ocurrido antes de perder la conciencia, un terremoto extraño y haber caído al vacío.
Se sentó en el deteriorado y sucio suelo tan rápido que se mareo un poco, pero no le dio importancia. Observó a su alrededor, temblando y respirando agitadamente. "Oh, no, por dios... ¿donde están todos?"
- ¿M-Mirai? ¿S-Saneatsu? ¿T-Taiyou? - habló con una voz temblorosa y para nada alta. Entonces escuchó un asqueroso y horrible ruido a su espalda. Giró la cabeza con lentitud y miedo, encontrándose con una pared repleta de cientos asquerosos y desagradables insectos.
- ¡HIIIIII! - soltó un grito ahogado mientras retrocedía arrastrándose por el suelo, hasta que una de sus manos no sintió el suelo y estuvo a punto de caer. Como auto-reflejo, hizo todo su peso hacia adelante para no caer y, cuando vio el agujero por el que pudo haber caído, empalideció más.
Levantó la mirada, encontrándose con paredes viejas y destruidas, agujeros en el suelo que iban a dar a ve-tú-a-saber-donde, vigas salidas de su lugar, tablones de anuncios desgarrados, cabello y... un... eso es... ¿un cráneo? ... una... ¿mano?
"Oh, mira, hehe... pero qué curioso..." Sin darse cuenta, sus mejillas ya estaban empapadas por un río de lágrimas que no parecía querer parar, estaba asustado, no, estaba aterrado. ¿Por qué le había ocurrido ésto a él? ¿Se habría portado mal? ¿Habría hecho algo malo? Quizá no debió comerse ese último trozo de pastel y debió dejarlo a su padre... Quizá no debió pedirle más dinero a su madre para comprar más mangas... Quizá no debió molestarse con Teru por no conectarse la noche pasada... Quizá no debió hacer muchísimas cosas, pero eso ya no importaba más.
Quería abrir la boca y pedir ayuda, buscar a Mirai, salir de ese lugar, pero simplemente no podía moverse, ni sus pies ni sus manos se movían y tenía la mente en blanco ¿Qué estaba pasando?...
Levantó la mirada y observó a Mirai con una leve sonrisa nerviosa. Todo había terminado ¿no es así? Ahora podría regresar a casa y... No, iría a dormir a la casa de Mirai, no quería estar solo con esa tormenta.
Consideró el acercarse nuevamente a Mirai, pero tampoco quería dejar a Atsu, así que solo se quedó donde estaba, también podría hacerle señas a Mirai para que se acercara, pues no tenía agallas para levantar su voz, le daría vergüenza.
Mientras divagaba en su mente, sintió como todo temblaba a su alrededor y levantó la mirada algo alterado. El suelo se movía, las paredes crujían, los pupitres y vidrios temblaban... Un terremoto.
- Mi-Mira.... - trató de llamarlo, pero no le salió la voz. Volteó a todos lados, tratando de buscar algún tipo de refugio, observó a Atsu con terror en los ojos, quería acercarse a él, pero sus piernas no se movían. Los vidrios de las ventanas se hicieron añicos y los pupitres comenzaron a caerse, uno de estos cayó cerca de él, haciéndole perder la poca estabilidad que tenía. Para su mala suerte, cayó cerca de algunos vidrios y algunos de éstos se clavaron en su palma izquierda. - ¡GUH! - se quejó quitando la mano rápidamente y rodándose a otro lado.
Una vez el terremoto terminó, volvió a abrir los ojos, ni cuenta se había dado cuando los había cerrado. Habían pequeñas lágrimas en ellos y su mano punzaba por los pequeños vidrios. La analizó rápidamente, un vidrio grande se había clavado y algunos pequeños, seguro no necesitaría nada más, solo eran unos rasguños. Se sacó el vidrio más grande y sacudió los pequeños, hilillos de sangre comenzaron a correr por su mano pero igual no era tan grave el asunto, se curarían solos.
Levantó la mirada, buscando a Mirai, a Atsu y a Nidai, los tres estaban bien.
- ¿E-están todos...bien?... - mientras hacía su pregunta, el suelo debajo de ellos había desaparecido. Sus pupilas se contrajeron al ver el vacío. Oh, holy freaking shit.
En términos normales, un terremoto no le asustaría, solo es un desastre natural. Se habría ocultado bajo la mesa de su casa y habría esperado a que todo terminara. Pero éste no era un terremoto en términos normales... ¿Qué no éstas cosas solo pasaban en esas ridículas historias?...
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Abrió sus ojos de golpe, hubiera deseado haber olvidado lo que había ocurrido pero lo tenía todo muy presente. Sabía exactamente qué estaba haciendo, la mayor estupidez de su vida; sabía donde estaba, en un salón de clases en su escuela; sabía con quienes estaba, algunos de sus compañeros y 3 de sus amigos... Y sabía qué había ocurrido antes de perder la conciencia, un terremoto extraño y haber caído al vacío.
Se sentó en el deteriorado y sucio suelo tan rápido que se mareo un poco, pero no le dio importancia. Observó a su alrededor, temblando y respirando agitadamente. "Oh, no, por dios... ¿donde están todos?"
- ¿M-Mirai? ¿S-Saneatsu? ¿T-Taiyou? - habló con una voz temblorosa y para nada alta. Entonces escuchó un asqueroso y horrible ruido a su espalda. Giró la cabeza con lentitud y miedo, encontrándose con una pared repleta de cientos asquerosos y desagradables insectos.
- ¡HIIIIII! - soltó un grito ahogado mientras retrocedía arrastrándose por el suelo, hasta que una de sus manos no sintió el suelo y estuvo a punto de caer. Como auto-reflejo, hizo todo su peso hacia adelante para no caer y, cuando vio el agujero por el que pudo haber caído, empalideció más.
Levantó la mirada, encontrándose con paredes viejas y destruidas, agujeros en el suelo que iban a dar a ve-tú-a-saber-donde, vigas salidas de su lugar, tablones de anuncios desgarrados, cabello y... un... eso es... ¿un cráneo? ... una... ¿mano?
"Oh, mira, hehe... pero qué curioso..." Sin darse cuenta, sus mejillas ya estaban empapadas por un río de lágrimas que no parecía querer parar, estaba asustado, no, estaba aterrado. ¿Por qué le había ocurrido ésto a él? ¿Se habría portado mal? ¿Habría hecho algo malo? Quizá no debió comerse ese último trozo de pastel y debió dejarlo a su padre... Quizá no debió pedirle más dinero a su madre para comprar más mangas... Quizá no debió molestarse con Teru por no conectarse la noche pasada... Quizá no debió hacer muchísimas cosas, pero eso ya no importaba más.
Quería abrir la boca y pedir ayuda, buscar a Mirai, salir de ese lugar, pero simplemente no podía moverse, ni sus pies ni sus manos se movían y tenía la mente en blanco ¿Qué estaba pasando?...
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Off: Fufufu~~
Por si no quedó claro, Yoi está en Shock (?) Solo está viendo a la nada con los ojos abiertos de par en par y llorando a cántaros, no se mueve, no parpadea, nada~
Adelinecchi dijo que podríamos poner cosas creepys, so~~ Hay un cadáver cerca de Yoi 'cuz fuq him (?)
Y, por último, Yoi no se lastimó tanto la mano, solo son pequeños cortes no-muy-profundos, aunque igual sangran (?)
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
- Spoiler:
- Nombre:Yoko Kuromuzawa.
Sexo//Orientación Sexual:Femenino — Bisexual.
Edad:16.Cuando estás dentro de lo que ella considera su círculo -pequeño y casi inexistente- de amigos, la Yoko que todos conocen cambia un poquito: ahora quizás ya no te hable tan dulcemente, o puede que sus sonrisas tímidas se conviertan en unas de divertidas, o incluso te puede llevar la contraria. Seguirá preocupándose por ti, pero menos abiertamente porque ella da por hecho que la conoces, y que, por lo tanto, ya sabes como se siente. De todos modos, es extremadamente atenta y, aunque no lo demuestre demasiado, cariñosa. Una cosa diferente es que tú quieras darle ese cariño.
Personalidad:
No es una chica muy complicada, y tampoco podemos decir que sea muy femenina, pero sí bastante más que muchas chicas que ve. Yoko es una chica tímida, callada, y reservada, siempre que no tengas mucha confianza con ella. No es muy complicado entrar en su vida, pero a poca gente le interesa hacerlo de verdad. Eso le ha vuelto “secretamente” solitaria, pero a los ojos de los demás, por lo que ella ha escuchado o por lo que se hace parecer, es bastante social. Se obliga a serlo, pero pocas veces siente verdadero afecto por alguien. Aun así siempre su comportamiento será tierno, y siempre estará para ayudar a los demás, y esto último es sinceramente.
Descripción física:
Mide algo menos que la media japonesa (1,45), y compensa esa altura siendo prácticamente una pluma, no llega a pesar los 50 kg y tampoco se acerca (42 kg). Así que si no estás prestando mucha atención, es difícil contar con ella, puesto que su personalidad tampoco resalta mucho.
Es delgada hacia un punto medio, cintura bien marcada y piernas y brazos esbeltos. Si algo llama la atención de su físico, es su cabello: rubio, con tonos dorados y muchísima gente se sigue preguntando si es teñido o no, pero es algo que Yoko no dirá por las buenas. Aun así, parece natural. Liso y corto por delante, procuró dejarlo largo por detrás, pero llegó un punto en el que se cansó tanto de estar pendiente de qué tan largo estaba que sencillamente lo dejó crecer. No se lo cuida mucho, y se lo corta ella; por lo que hay bastantes partes del cabello cortadas irregularmente. El pelo no le tapa los ojos, pero hay un mechón que le cae por en medio, sin llegar a molestarla.
Sus ojos son verdes y grandes. Pestañas largas y completamente negras, que le dan un aire más femenino del que ya tiene por si sola.http://25.media.tumblr.com/1bb2e341a219dabb7425818a9079b3ec/tumblr_mx0iqbPjrc1r1geyyo1_500.pnghttp://25.media.tumblr.com/a1b303a73508c7958d5ed299c6493022/tumblr_mww0o74UUL1sk5x8co1_400.jpgHistoria:Así es como Yoko ha aprendido a cerrarse ante todos; ¿Si Él, un dios en el que ella no cree pero sus padres adoran más de lo que podrían adorarle nunca a ella, ni siquiera le ha hecho del agrado de su madre—mujer que, en teoría, debería brindarte amor y apoyo—, a quién podría gustarle?
Hija de religiosos sin remedio. Si hay algo que Yoko no soporta, es que su propio padre le revise la ropa que lleva cuando sale a la calle, que, cuando ve que su hija lleva la falda dos centímetros por encima de la rodilla —con suerte, puesto que «lo ideal, Yoko, es llevar la falda por los tobillos, ¿Cómo quieres ir por la calle enseñando toda la pierna?, por Dios»—, incluso quiera bajársela él. Por eso agradece enormemente los martes y jueves que su padre se va a trabajar temprano. Pero entonces, llega su madre, criticanto el uniforme de su escuela o cualquier otra, por ser «sucio e indecoroso», criticándola a ella por haber salido con esos ojos y ese color de cabello, porque a Él no le gusta. Porque llama mucho la atención. Pero luego, Yoko es el querido ángel de la casa, el angelito de mamá y papá. Y eso es lo que, a día de hoy y a sus 16 años, aún no logra entender.
Yoko disfruta su vida con las cosas más mínimas: Yendo a clase, pensando que le gusta a la gente o que alguien siente interés por acercarse a ella, quejándose sobre los deberes, pero hacerlos con una sencilla sonrisa en el rostro, o simplemente comiendo y durmiendo. Todo lo que le haga parecer una chica feliz. Y ella considera que esa felicidad es real, porque su vida es aburridamente monótona, tiene unos padres difíciles y no es buena socializando, pero siempre puede ir peor, ¿No?
Gustos/Disgustos:
॥ GustosLos idiomas, aunque no suele practicarlos.Actuar.Bailar, pero solo ballet, también ha sido algo bastante sobresaliente en su educación.Le parecen interesantes las diferentes costumbres de distintos países.La mitologia, la griega y la nórdica por encima de las demás.॥ DisgustosSu altura. Hay gente que dice que es encantadora, pero esas personas no saben lo que puede llegar a molestar no alcanzar un sitio ni poniéndose de puntillas (?).La gente alta, que se burla de ella por ser bajita. Esas personas son las únicas que logran irritarla.El Dios que sus padres tanto adoran.
Miedos/Fobias:॥ Teme pensar en que, algún día, quizás le ocurra algo en las piernas o en la voz. Algo que le dificulte bailar y actuar. No es que fuera a pasar, pero el simple hecho de pensarlo le afecta muchísimo.॥ Sufre sociofobia.॥Teme quedarse más sola de lo que y está, o que sencillamente se cansen de ella.॥ Las películas de terror, el terror en sí. Pasar miedo o pensar que va a pasar miedo.
Extras:॥ Gracias a su padre, Yoko se ha acostumbrado a no salir con falda. Suele vestir camisas anchas que no le marquen la figura, pero con pantalones ajustados. Nada de eso que sea muy vistoso.॥ Es buena en los idiomas, sus padres han insistido mucho en esa parte de su educación.॥ En sus 16 años nunca ha estado en un mismo instituto más de dos años, pero cada uno de estos era más especial, más rebuscado. Y, sobretodo, más religioso.॥ Tiene muy poco amor propio, pero es mejor que ni te plantees humillarla. Si bien Yoko es una chica amigable, solo lo es a las buenas.॥ Forma parte del club de teatro; si hay algo que ha sacado de su madre, eso es la pasión por actuar. Es buena, pero nunca se anima con los papeles importantes.॥ Sigue practicando ballet, aunque mucho menos tiempo que antes. Llegó a hacer una amiga en la academia a la que iba de pequeña, pero tan rápido como vino, se fue.
॥ Tiene una voz muy suave y dulce, pero si te planteas asustarla, prepara tus tímpanos.
Relaciones:
॥ Su mejor amigo es Mirai Komatsuzaki, siente que es con la única persona que tiene plena confianza, tanta que incluso le habla de sus padres, y eso es algo que Yoko no hace nunca. Agradece mucho que Mirai se acercara a ella, y también agradece el rato que pasa con él, que es casi siempre. Van juntos al club de teatro, y le encanta actuar con él porque siente que es la única manera en la que puede “soltarse” de verdad. Le gusta verle comer(???).
Aula, con los demás » En... un pasillo en muy mal estado, con Rintaro.
Al parecer, eso era todo. Aún así, eso poco que habían eso consiguió que Yoko se sintiese rara, nerviosa, era la primera vez que participaba en cosas de este estilo y no podía -ni quería- evitar desconfiar de que algo malo fuera a pasar. Se levantó del suelo, sacudiéndose los pantalones para limpiarse, o sentirse limpia, porque el suelo no parecía estar necesariamente sucio. Llevó una de sus manos al bolsillo de atrás del pantalón, donde anteriormente había guardado el trocito de muñeca que le tocó al tirar de ella, y suspiró aliviada al sentirlo ahí. Quisiera o no, cuando le decían que tenía que cuidar algo, lo hacía. Se obsesionaba tanto con vigilar ese objeto que a la mínima que no se acordara de él, se empezaba a poner nerviosa. Todo por miedo a lo que pasara, o miedo a decepcionar a la persona que le había dicho que no perdiera el objeto.
—Deséame suerte~—Sonrió, mirando a Mirai. Estaba claro que se refería al tema de sus padres: que estuvieran, principalmente, dormidos. Porque si lo estaban, a la mañana siguiente y en el caso de que se hubiesen dado cuenta de que su querida hija había desaparecido, ella podría decir que fue un sueño. Y se lo creerían, porque sus padres estaban ciegos.
—Deséame suerte~—Sonrió, mirando a Mirai. Estaba claro que se refería al tema de sus padres: que estuvieran, principalmente, dormidos. Porque si lo estaban, a la mañana siguiente y en el caso de que se hubiesen dado cuenta de que su querida hija había desaparecido, ella podría decir que fue un sueño. Y se lo creerían, porque sus padres estaban ciegos.
Pero entonces algo sacudió el suelo. Sí, claro, un terremoto. Yoko llevaba tanto tiempo acostumbrada a ellos que al principio no se asustó, pero fue cuando notó que ese temblor no era normal, que la fuerza que traía en las sacudidas no eran a las que había cogido costumbre, que volvió a preguntarse qué hacía ahí. Intentó protegerse, mantenerse en pie o agarrarse en algo, pero las piernas le fallaron y acabo sentada en el suelo. Abrazó con fuerza sus piernas como reacción a los ruidos de los cristales de las ventanas rompiéndose, la catástrofe que estaban haciendo los pupitres caídos y las luces rompiéndose a poca lejanía de donde se encontraba, y escondió la cabeza entre sus piernas. En un vago intento de no escuchar nada.
El único pensamiento que se cruzó por su cabeza, y que tomó cosa de un segundo entre gritos y pupitres cayéndose, fue quiero irme a casa.
Pero en un segundo, se percató de algo: Mirai. Levantó bruscamente la cabeza de donde la tenía escondida, buscándole con la mirada, y con casi desesperación. Por un momento, se sintió sola en esa habitación. Sola, o como si solo le acompañasen fantasmas.
Seguía sin verse lo suficiente, pero si no se había movido, su único amigo estaría a su lado. Estiró ambos brazos, en un intento de abrazarle o agarrarse a su brazo para sentirse más segura, para no tener tanto miedo. O al menos, sentir que no tenía tanto miedo. Gritó su nombre, o al menos lo intentó, porque sintió como la última sílaba se le atragantaba en la garganta. Entró en pánico en cuestión de segundos, por no poder gritar, porque no le salía la voz. Así que intentó levantarse, apartándose justo en el momento en el que una de las luces del techo iba a caer sobre su espalda. Tuvo que aguantarse sobre sus rodillas, aunque estas temblaran.
—¿M-Mira...?
Pero justo cuando iba a llamarle, en ese hilito de voz que no daba más de sí, el temblor paró. Ahí fue cuando se percató de que unos pocos minutos le habían parecido una eternidad, una eternidad que, gracias, no quería volver a experimentar.
Suspiró aliviada cuando notó que podía levantarse y permanecer en pie sin ningún peligro, teniendo cuidado con los pupitres y cristales en el suelo. Echó un vistazo rápido a todos, y luego volvió a mirar al suelo, pensando que sería mejor recogerlo, porque sería peligroso que mañana estuvieran los restos del terremoto por el suelo. Se llevó ambas manos al pecho, convenciéndose a ella misma de que dejara los cristales y los pupitres en paz, que tenia que irse. Porque ahora sí, estaba muerta de miedo. Aun así, miró a Mirai.
—¿E-Estás bi...—El gritó que iba a soltar se le ahogó en la garganta. Sus pies dejaron de pisar un suelo que fuera solido, de hecho, dejaron de pisar directamente. Echó una mirada atormentada al suelo que, por lógica, debía estar ahí, pero cuando se dio cuenta, ya estaba cayendo en ese condenado abismo negro que se encontraba debajo.
Y todo se volvió negro,
sintiendo incontables punzadas en el cuerpo
sintiendo incontables punzadas en el cuerpo
†††††††††††††††††††††
Le despertó la necesidad de toser.
Entreabriendo los ojos, se incorporó de repente, quedando sentada y cubriéndose la boca con el antebrazo para toser, aunque no veía la necesidad, puesto que... no se escuchaba nada. Y eso le pareció extraño. Ladeó la cabeza cuando algo se le cruzó por su campo de visión. Por el rabillo del ojo, detectó algo (alguien) que, por varias razones, llamaba la atención dentro de ese aire tan lúgubre en el que se encontraba. Las ganas de toser se fueron cuando, efectivamente, comprobó que no estaba sola. Su cuerpo dio un respingo, conocía al chico, pero incluso si hubiese sido Mirai, se hubiese asustado. Se obligó a reprimir un grito, aunque en su lugar, de su garganta salió un pequeño ruidito agudo,pero aún así se llevó las manos al pecho, intentando controlar el susto.
Rintaro Nakae, era un chico conocido, relativamente conocido puesto que nunca había cruzado una palabra con él. Se levantó de repente, cayendo por fin en qué no estaban en el aula, en que ese silencio no era normal. Ni ese aire. Ni ese... fuese lo que fuese que estuviera en el suelo. Miró a Rintaro, alejándose un solo paso de dónde estaba, no tenía nada en contra de él, pero las malas lenguas tampoco hablaban rosas. Se dejó llevar por la opinión y las palabras de los demás, aún cuando Yoko odiaba eso. Negó con la cabeza, mirando el lugar y sintiendo náuseas nada más hacerlo. Chasqueó la lengua, un gesto que no quedaba demasiado bien con la imagen que muchos tenían de ella.
Levantó la cabeza para mirar al rubio. Estaba perdida, en un lugar que no conocía y, sinceramente, no le haría gracia conocer. Tenía miedo y él, por ahora, era su única compañía. Y quería saber si eso era bueno o malo.
—Nakae-san... —Se calló un segundo, pensando si recordaba bien su nombre. Pensó, nada más conocer la clase, en aprenderse todos los nombres a la perfección, pero por alguna razón, no podía. Pero sí, estaba casi segura de que su apellido era Nakae. Y no le gustaba ponerse en duda a ella misma. Suspiró—, ¿Por qué no estamos con los demás? —La pregunta fue simple, no le gustaba hablar mucho, no con alguien con quien no tuviera confianza.
Miró un poco más a su alrededor mientras esperaba una respuesta del chico. No quería avanzar y, por lo tanto, perderse en un lugar que no conocía, pero era lo que tenían que hacer. Y no quería ir sola.
Pero, ¿Dónde
demonios
estaba?Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
En el aula // En un pasillo perdida// Junto a Rin y Yoko
Al poco rato de guardarse el trocito de papel en el bolsillo. La tormenta cada vez era mas fuerte, la luz de los truenos iluminaban el instituto, la lluvia caía por las ventanas como cortinas de agua, parecía que iba a perdurar toda la noche. De repente empezó a temblar el suelo Koi se encontraba junto a Nidai, Rin y Helena. El temblor aumentaba cada vez más, tanto que el suelo se empezaba a agrietar. Ese temblor le resultaba al de un terremoto (siempre les ha tenido pánico), detrás suyo había un pupitre en el suelo, se inclinó y se aferró a él cerrando los ojos y del mismo miedo dejaba caer leves y pequeñas lágrimas. Levantó la cabeza, miró en ambos lados para buscar a Nidai, pero era demasiado tarde, no había nadie.Se encontraba tendida en un pasillo oscuro, abrió los ojos y poco a poco se levantó, puesto que sentía un pequeño mareo. Una vez en pie, dio una vuelta a su alrededor y vio bastantes zapatitos que le rodeaban esparcidos por el suelo. Decidió examinar detenidamente el lugar en el que se encontraba y se puso a andar. Delante suyo había una puerta la abrió y vio unas escaleras, al acercarse pudo ver que estaban bloqueadas por escombros.
- ¿Escombros? ¿Qué ha pasado aquí? - se preguntaba mientras intentaba recordar lo que había sucedido.
Retrocedió y continuó caminando por el pasillo. Más adelante vio un pasillo a su derecha que al final se hallaba una puerta enorme y robusta , por el tipo de puerta imaginó que debía ser de la entrada y fue hacia allí.
- hm... es imposible de abrir, es como si hubiese algo que lo impidiera...- se decía mientras golpeaba aquella puerta del mismo miedo que sentía la verse encerrada.
Después de intentarlo una y otra vez, aterrorizada dio media vuelta y regresó por donde había venido. A su derecha había un aula, y en una esquina a Yoko y junto a ella estaba Rin. Para poder llegar hacia a ellos, debería mantener el equilibrio para evitar caer al vacío.
Sin pensárselo dos veces, decidió ir hacia ellos manteniendo el equilibrio con los brazos extendidos para ayudarse. Koi se dio cuenta que Rin la miraba sorprendido.
- Rin no me mires así, de pequeña fui trapecista...me llamaban Koidonga, hehe - decía para aliviar los nervios.
Por fin llegó y caminó hacia donde estaban.
- Chicos, la puerta que tenía cerca, había unas escaleras bloqueadas y la puerta de la entrada no la puedo abrir sola, pesa mucho. Tendremos que ir por otro lado... - les explicaba temblando por la situación.
Sarandonga- Roler
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Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
Rin se encogió, apoyando la cabeza en las rodillas y rodeándola con ambos brazos. En serio, ¿dónde estaba? ¿Y los demás? Era estúpido seguir preguntándose eso sabiendo que no iba a hallar la respuesta en ningún lugar. Ese sitio era horrible, parecía el decorado de una de esas películas de terror en las que salen niñas con una larga melena asustando y matando gente. Dejó la mente en blanco por un instante. Podría ser… ¿Podría ser que el ritual hubiera salido mal? Él no creía en esas cosas, pero, casualmente todo ocurrió al terminarlo. Podría no ser una simple casualidad. Sin alzar su cabeza, casi automáticamente, su mano derecha se desplazó hacia el bolsillo de su pantalón, buscando el trocito de papel obtenido de la muñeca. Por alguna razón se sintió aliviado al asegurarse de que seguía donde lo dejó. Dejó escapar un profundo suspiro. De pronto, notó algo de movimiento cerca de él. La pequeña chica que yacía en el suelo se incorporó, y al notar la presencia del chico se sorprendió, o más bien, se asustó e hizo un pequeño sonido agudo con la garganta, cosa que hizo que el rubio levantara la cabeza y dirigiera su mirada hacia ella. Ésta se puso en pie y se alejó un paso de él. ¿Le incomodaba? No era algo que ocurriera normalmente, al menos no con las chicas con las que solía relacionarse. A pesar de eso, no le dio mucha importancia y observó un poco a su alrededor. Era lógico asustarse al permanecer en un lugar tan siniestro con alguien a quien apenas conoces. - Nakae-san... Escuchó cómo una suave y dulce voz pronunciaba su nombre. Alzó la cabeza y puso sus ojos en Yoko, que quedó en silencio por unos segundos, suspiró y prosiguió. - ¿Por qué no estamos con los demás? Esa pregunta llevaba rondando la cabeza de Rintaro desde el momento en el que despertó. Realmente no sabía qué responderle, se veía algo asustada. Tal vez era hora de medir un poco sus palabras al hablar con alguien, aunque sea alguien con quien no tiene ningún tipo de relación. Siempre hablaba sin pensar mucho en lo que decía, aunque no solía decir cosas malas. - Ay… Pues… No lo sé. –Quedó pensativo por unos segundos– Seguramente, al encontrarse en un lugar así habrán salido y nos estarán esperando fuera. –Respondió, pese a que no era lo que realmente creía. Pero quizás ayudaría a calmar los nervios que tanto él y –al parecer– la chica, tenían– Así que deberíamos hacer lo mismo; buscar la forma de salir de aquí y encontrarnos con ellos. –Prosiguió, mostrándole una sonrisa algo nerviosa –cosa que trataba de disimular– y poniéndose en pie. De nuevo, dio un rodeo con los ojos alrededor de la sala. Vio las escaleras por las que tenía pensado ir para acceder a la entrada. - Tenía pensado ir hacia la entrada, pero al haber ese vacío inmenso por ahí… Prefiero no arriesgarme e ir por las escaleras y bajar por el otro lado. –Dijo, y fue a echar un vistazo a las escaleras para ver la condición en la que se encontraban. Y sorpresa. Estaban derruidas. Volvió atrás, negando con la cabeza– Bien… pues… Será que ya no hay camino. Se derrumbaron. Volvió junto a Yoko, y cuando iba a dirigirle de nuevo la palabra divisó, a lo lejos, una figura haciendo equilibrios en las vigas que claramente podían verse en el suelo hecho pedazos. A medida que se iba acercando pudo reconocerla. Era… ¿Koi? ¿Qué estaba haciendo? La expresión de Rin era como… inexplicable. ¿Estaba sorprendido? Nunca hubiera imaginado a la pequeña loli haciendo esta clase de cosas. - Rin no me mires así, de pequeña fui trapecista...me llamaban Koidonga, hehe –Eso… ¿Eso era en serio? El rubio no sabía si reír, afirmar con la cabeza… O simplemente hacer como si nada hubiera pasado. Demasiadas emociones juntas. Estaba feliz de ver que Koi estaba bien, así que cuando dejó de jugar a la cuerda floja y llegó donde estaban ellos, la recibió con una sonrisa. - Chicos, la puerta que tenía cerca, había unas escaleras bloqueadas y la puerta de la entrada no la puedo abrir sola, pesa mucho. Tendremos que ir por otro lado... –Comentó, algo temblorosa. Al parecer, ella también estaba algo nerviosa, y eso contagiaba al chico. Tenía que calmarse. Al menos ahora ya no estaba solo, y encontró a una de su grupito. Era un pequeño alivio. Respiró hondo. Sólo era una escuela en ruinas, no tenía por qué pasar nada malo allí. Efectos secundarios del terremoto. Se aclaró un poco la voz y se dispuso a hablar. - Pues por lo pronto, las escaleras de este lado no son accesibles. –Respondió. Aunque pensando en lo que dijo sobre la puerta… ¿No sería una indirecta para que fueran con ella a tratar de abrirla? No. No, no, no. No se iba a arriesgar a cruzar por las vigas casi destruidas que formaban una especie de “puente” por encima del abismo. Ni en el peor de los casos. Tenía que haber otro modo de salir. Se llevó una mano a la cabeza y se acarició el pelo. Todavía había algo que comprobar: las ventanas. ¿Cómo no pensó en eso antes? Rápidamente se dirigió hacia una de las ventanas y trató de abrirla, pero era imposible. La golpeó con el codo tan fuerte como pudo, pero no obtuvo resultado alguno además de un posible moratón en el mismo. El cristal no se agrietó lo más mínimo. Miró a su alrededor en busca de algo que pudiera usar para romperlo, pero sólo había pequeños trozos de madera y… cosas que prefería no saber qué eran, era asqueroso. Sus esperanzas iban disminuyendo lentamente. ¿Qué iba a hacer? . . . - ¡AH! ¡Es cierto! Es posible que haya una puerta trasera, o salida de emergencia. Debemos encontrarla y entonces podremos reunirnos con los demás. –Indicó. Aunque estaba algo inseguro de su idea– Hay una parte de pasillo que no he investigado. Donde desperté… –Paró en seco, metió la pata. Pensó que sería mejor que no supieran que estaba inconsciente, eso sólo provocaría más angustia, por lo que trató de arreglarlo rápidamente– Digo, es que creo que me quedé dormido, pero da igual, lo que decía es que siguiendo ese pasillo, a la izquierda, hay una puerta que supuestamente da al aula de música, pero dudo mucho que haya una salida ahí. Así que sólo hay que visitar la parte derecha del pasillo, tal vez encontremos algo interesante allí. Y al terminar de contar su… "estrategia" o lo que fuera eso, se dirigió hacia el largo pasillo. Se dio la vuelta, extendió ambas manos y sonrió para que las dos chicas le acompañaran. Su estado nervioso había vuelto, no estaba seguro de si lo que estaba haciendo sería lo correcto, de si estarían bien, pero tampoco iba a quedarse ahí de brazos cruzados. No iba a quedarse sin encontrar a Helena, a Michelle y a Kikuri. Además de que Koi debía encontrar a Nidai. |
Última edición por Anshie el Miér Abr 02, 2014 7:47 am, editado 6 veces
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
- Kai Tatsuya:
- Nombre: Kai Tatsuya
Sexo//Orientación Sexual: Macho / heterosexual
Edad: 17 años
Personalidad:
Es un chico amable, inteligente, humilde y reflexivo sobre sus acciones, ya que al dormir siempre piensa en lo que hio bien o mal aquel dia y despues con lo malo aveces se atormenta, aunque trata de buscar siempre soluciones para cada problema.
No es del todo timido, solo que aveces le averguenzas cosas que llamen mucho la atencion (?), se expresa abiertamente, y si dice algo es porque es la pura verdad, casi siempre es curioso, trata de sobrellevar las cosas buena y malas de la vida, se podria decir que tambien mima mucho a las personas que las considera muy buena gente o le agrada demasiado, inclusive las proteje pero eso si cuando lo sacan de sus casillas primero trata de tranquilizarse pero aveces se le desconoce.
Con las personas que tratan mal a la gente simplemente les dice en lo que deberia mejorar (?) ol simplemente les sigue la corriente hasta ver a donde llegan,no teme a los retos sociales (?) aveces ala gente super presumida trata de refregarles en la cara que no son perfectos ya que hay mejores que ellos y traten de ser algo humildes.
Descripción física:
Esa alto casi imposible no verlo (?) mide 1.79 cm, contextura atletica, lleva el cabello medio largo y de color castaño, tiene unos ojos azulados, nariz respingada, labios delgados y finos. de tes triqueña (?) suele usar camisa, una corbata y su remera, de vez en cuando usa unas gafas a la hora de lectura. confundiendolo como un idol, aunque eso le disgusta.
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Historia: Hijo unico de una modelo britanica y un humilde hombre japones del cual se enamoro , que como se conocieron (?) es otra historia.
De pequeño fue inculcado con ambas culturas aunque mas se le daba la britanica, la mayor parte de su infancia la paso con su madre a excepcion d eun año en el cual estudio en japon de primaria en la cual conocio a una chcia de nombre Marcy la habia descubierto cuando todos se burlaban de ella, pero él quizo conocerla aceptndola como es,incluso penso que era bonita pero el fin era que se la pasaban bien, peor no todo dura para siempre ya que despues tuvo que ir al extranjero debido a que su madre viajaba por contratos y cosas de modelaje, casi siempre lo mantenia cerca, aunque este la sentia algo lejos y se ponia algo celoso por ver mucha gente alrededor de ella, introducciendolo poco a poco a ese mundo,inclusive realizo tres comerciales, pero el sintio el vacio, ya que esto no le producia felicidad (?) a cada escuela que iba simplemente lo reconocian como el chico de la tele o el comercial, casi llamando la atención de todo aquel que lo reconocia y simplemente se juntaban a el por su popularidad o ser hijo de una super modelo, ademas de molestarle los paparazis con los diestros y siniestros flashes.
Su madre sintio aquello y decidio no entrometerlo mas en el mundo del espectaculo y esas cosas, ya que sentia que podria ocurrirle algun problema o dificultad en su crecimiento, asi que lo envio junto con su padre, a japon, este le dio el debido afecto y le enseño cosas esenciales de la vida, diciendole "La felicidad no esta escrita, simplemente se hace; construye tu camino y no dejes que el poder o egoismo te atrapen" , para el era un sabio y lo escuchaba horas y horas sobre las leyendas o mitos japoneses, de él apendio leer y llevar una vida algo tranquila, como el deporte una de sus pasatiempos y distracciones y ni que decir de los videojuegos, estando en la sede principal de millones de estos. A pesar de esto se sentia algo solo, por ser unico, hubiera deseado tener a alguien como un hermano (?) pero sabia que su madre no tendria tiempo de cuidar a otro y pues su padre no siempre estaria ahi para cuidarlo el tambien tenia trabajo que hacer pues se negaba a recibir dinero de su esposa.
Cierto dia se inscribio en la academia kisaragi, empezaria una casi nueva vida o almenos eso penso; justo ahi conocio a Hyata Kai quien era una chica algo diferente, inclusive le llamo la atencion su nombre ya que era igual al suyo a pesar de ser una chica, ella podia ver a kai como un chico mas y no como uno del espectaculo.
Asi mismo se llevo una sorpresa al reencontrarse con una compañera de primaria peor no era la misma.
Gustos/Disgustos:
+Ama las gomitas, los videojuegos y jugar con el balon (?)
+ Leer todo tipos de cosas
+ Los animales
+Diseñar cualquier cosa que se le ocurra en ese momento
+Los desafios y retos
-La gente que molesta demasiado
-La gente cabrona
-Que piensen que es un idol en potencia
-Los flashes y que saquen demasiadas fotos de él (?)
- el olor del cigarro, simplemente olerlo siente la sensacion de asfixia.
- No tolera el excesivo calor
Miedos/Fobias:
-Le asustan las serpientes y pitones o alguna de su especie.
- Tiene panico a que alguien preciado muera entre sus brazos o frente a él(?)
- Morir cruelmente (?)
Extras:
-Trata de evitar llamar demasiado la atención, aunque no lo logre haciendose el desentendido (?).
-Su piel es sensible al excesivo calor
- No le molesta mucho los lujos ya cree que puede ayudar a su madre y mas que todo a su padre, pero aveces teme a perder su equilibrio mental o su preciada vida casi normal .
-Suele hablar solo buscando por si mismo respuestas.
-Suele llevar gomitas consigo mismo y compartirlas, si le niegas tratara de persuadirte hasta que las pruebes os implemente te las mete sin aviso alguno.
-Le gusta leer libros de aventuras, fantasias y otras cosas que sean de interes
-No es que le tema a la popularidad o a las chicas, solo que le sofoca demasiada atención,
Relaciones
-Tiene una fuerte amistad con Hyata Kai, ya que la considera su mejor amiga,pero tiene una relacion algo extraña.
-Esta dentro de los club de tenis , artes plasticas y baloncesto como suplente, eh ahi donde se ve con Sonoda Haruichi quien comparte con sus ocurrencias y su pasión por el deporte (?) apesar que juegue como suplente, mientras que con Alice tuvo oportunidad de jugar algunas partidas de tenis (?).
- Con las hermanas Itto frecuentan el mismo supermarket (?)
- Admira en secreto a Hayashida Saneatsu .
-Michelle de vez en cuando le da consejos de moda,aunque no sea de buena manera (?)a cambio de su tarea.
-Komatsuzaki Mirai se lleva bastante bien, podria considerarlo como un pequeño hermano travieso el cual le quita las gafas para colocarselos, aveces se averguenza cuando le dice que se ve bien con las gafas o algo por el estilo (?) y se le da bien hablar ingles con fluidez con él ya que asi no es el unnico extranjero (?), lo conocio en el club de artes plasticas al igual que james lane el cual le parece una persona sosa y el doble masculino de michelle aunque sin ser tan cool, aveces tiene algunos rocez con él ya que entiende ingles y no es un silly como lo hace llamar, pero trata de llevarlo.
-Sukey Toyotomi la ve en horas de practicas ya que para con su sonora haruchi como un chicle.
-Aveces lo comparan con Rintaro Nakae por su popularidad (?) pero le da igual.
-No entiende porque Koi Hagiwara casi siempre huye de él, a pesar que este trata de entablar alguna conversacion con ella la ve la mayoria acompañada de nidai taiyou , a excepcion de Yoko Kuromuzawa. que aveces la ve algo adorable (?)
- Marceline Abadeer fue amiga de la infanci de Kai, el aun recordana cuando jugaban, pero los tiempos pasan y las pesonas cambian como marcy quien su caracter ah cambiado radicalemnte, aveces no la reconoce, ya que ambos se fastidian aveces suele llamarla moro-chan, apesar de esto aun sabe que en el fondo puede que encuentre a la marcy que conocio hace años, y extrañamente siente una ligera atracción por esta.
Color de roleo: 27b3a3
/Colegio -Desconocido - Pasillos/
-con todos* - con Yoi-
Me Hubiese gustado que esta noche dura un poco mas pero era hora de irse a casa, de seguro estaba ahi mi padre esperándome con un largo sermón y seguro alguna historia, pero que mas daba, me hiria al igual que los demás ya que el clima empeoraba cada segundo que pasaba.
De repente se sintio un temblor, que se hizo peor, haciendo me caer al suelo junto con las carpetas de las cuales me habian rodeado, escuche como las ventanas se trizaron cayendo al suelo, la unica luz que teniamos se apago y caer en la desesperaciòn, -Argg..- es lo unico que pude soltar despues de los golpes contra esas carpetas, intente arrastrarme y encontrar a los que estaban mas cerca de mi Kai y Sakura, sin tener éxito, di gracias a todos los dioses de que el temblor alla pasado, nunca antes en mi vida habia experimentado algo como esto.
-Kai... Sakura.. Haruichi..- grite los nombres de mis compañeros para obtener respuesta de ellos, solo esperaba que se encontraran bien, trate de incorporarme pero algo o mejor dicho debajo de mi el suelo parecia trizarse *Jejej no creo debe ser mas vidrio* pense nervioso y no pensando lo peor.
Sin embargo me equivoque y caí a un tremendo vació, extendi mi mano buscando algo de donde aferrarme lo peor de todo es que no habia nada ,veia nada mas que oscuridad, por mi mente ya pasaban los recuerdos, y lamentaba no haber estado alguno de los últimos meses con mi madre y decirle lo mucho que la quiero y hubiese sido feliz si en algún momento los tres hubiésemos tenido un picni.
Abri lentamente mis ojos, *So..bre.vivi..*pense incredulamente y despues levantarme abruptamente, *Donde diablos estoy* pense y enseguida me vinieron los dolores musculares y un odioso e infernal pitido en mi cabeza, tumbando me al suelo nuevamente y agarrandome mi cabeza, queria que este infernal pitido desapareciera, y poco a poco desaparecio, tenia algunos raspones y de seguro moretones que se verian sobre mi palida test (?), esta vez me levante suavemente y volviendo en si
-¿Donde demonios estoy?-
Susurre para mi, esto no lucia como el colegio o talvez quedo asi por el terremoto,apenas podia ver con la poca luz que entraba de la noche, sin mas remedio busque en los bolsillo traseros d emi pantalon las gafas para mi desgracia estos estaban rotos, debieron hacerse trizas después de caer sobre èstos, asi mismo ahi estaba èl papel.
Puede que sea algo paranoico, pero acao habra salido algo mal en lo que hicimos, Mirai debió haber hecho un hechizo, y después mi subconsciente me cuestiono *Que tonterias estas pensando, Mirai no seria un brujo o si ?* sin mas me abofetee para entrar en una razón lógica y concentrarme en lo presente, guarde el papel nuevamente en mi bolsillo trasero.
Las ventanas estaban cerradas, habían agujeros por todas partes incluso en el techo (?) las carpetas lucían deterioradas incluso el aula olía a berrinche quizás humano o tal vez de esos roedores que caminaban por ahí. Me diriji hacia la puerta y por poco caigo en uno de los agujeros de no ser que la rata chillo cayendo primero -Wherever you're rat thanks - le dije ver en la puerta una placa que decia "1-A" , esto no era la escuela que conocia, sin mas cogí un palo de madera que había por ahí.
Me hallaba en el pasillo, pero hacia donde buscar
-Kai, Sakura, Haruichi.. Mirai..-
Grite nuevamente buscando a mis amigos, cuando voltee habia mi derecha a lo lejos vi dos sombras, -Hey!..hello..- llame la atención de los que se encontraban ahi, sin dudar corri hasta esos dos, tuve que esforzar mis ojos para ver bien, ahi estaba sentado y ¿eso eran lagrimas? , en fin lo habia visto con Mirai la ultima vez, el otro sujeto que estab ahi no sabia quien demonios era, pero al acercarme apestaba *Santos cielos esta muerto* me asuste y retrocedi.
Lo pique con aquel palo de madera incluso lo patee (?) pero no respondia, era un cadaver, mire algo ingenuo al muchacho ¿ lo habrá matado él?
Me acerque a èl y le dije -¿Te encuentras bien? - le dije examinandolo de pies a cabeza, ¿eso era sangre?, lo unico que podiamos a ser ahora era salir de ahi porque esa cosa ya apestaba y curar su herida donde sea que este, el muchacho estaba en shock, sus ojos miraban aun al cadaver, apesar que e hacia señas no respondía, parecia una estatua, sin mas decidi sacarlo de ahi, detras de èl habia una especies de escaleras, podriamos bajar pero no sabia si estaba en buen estado, no quisiera caer nuevamente asi que cogi al chico cabeza de piña y lo cargue como saco de patatas alejandolo de ahi hacia el aula donde habia estado.
Una vez ya lejos de este, lo baje y con unas palmaditas en su mejilla como para que reaccionara -Oye ¿ estas bien? ¿cual es tu nombre?- le pregunte nuevamente esperando una reacción de èl.
off: lamento la tardanza..
De repente se sintio un temblor, que se hizo peor, haciendo me caer al suelo junto con las carpetas de las cuales me habian rodeado, escuche como las ventanas se trizaron cayendo al suelo, la unica luz que teniamos se apago y caer en la desesperaciòn, -Argg..- es lo unico que pude soltar despues de los golpes contra esas carpetas, intente arrastrarme y encontrar a los que estaban mas cerca de mi Kai y Sakura, sin tener éxito, di gracias a todos los dioses de que el temblor alla pasado, nunca antes en mi vida habia experimentado algo como esto.
-Kai... Sakura.. Haruichi..- grite los nombres de mis compañeros para obtener respuesta de ellos, solo esperaba que se encontraran bien, trate de incorporarme pero algo o mejor dicho debajo de mi el suelo parecia trizarse *Jejej no creo debe ser mas vidrio* pense nervioso y no pensando lo peor.
Sin embargo me equivoque y caí a un tremendo vació, extendi mi mano buscando algo de donde aferrarme lo peor de todo es que no habia nada ,veia nada mas que oscuridad, por mi mente ya pasaban los recuerdos, y lamentaba no haber estado alguno de los últimos meses con mi madre y decirle lo mucho que la quiero y hubiese sido feliz si en algún momento los tres hubiésemos tenido un picni.
Abri lentamente mis ojos, *So..bre.vivi..*pense incredulamente y despues levantarme abruptamente, *Donde diablos estoy* pense y enseguida me vinieron los dolores musculares y un odioso e infernal pitido en mi cabeza, tumbando me al suelo nuevamente y agarrandome mi cabeza, queria que este infernal pitido desapareciera, y poco a poco desaparecio, tenia algunos raspones y de seguro moretones que se verian sobre mi palida test (?), esta vez me levante suavemente y volviendo en si
-¿Donde demonios estoy?-
Susurre para mi, esto no lucia como el colegio o talvez quedo asi por el terremoto,apenas podia ver con la poca luz que entraba de la noche, sin mas remedio busque en los bolsillo traseros d emi pantalon las gafas para mi desgracia estos estaban rotos, debieron hacerse trizas después de caer sobre èstos, asi mismo ahi estaba èl papel.
Puede que sea algo paranoico, pero acao habra salido algo mal en lo que hicimos, Mirai debió haber hecho un hechizo, y después mi subconsciente me cuestiono *Que tonterias estas pensando, Mirai no seria un brujo o si ?* sin mas me abofetee para entrar en una razón lógica y concentrarme en lo presente, guarde el papel nuevamente en mi bolsillo trasero.
Las ventanas estaban cerradas, habían agujeros por todas partes incluso en el techo (?) las carpetas lucían deterioradas incluso el aula olía a berrinche quizás humano o tal vez de esos roedores que caminaban por ahí. Me diriji hacia la puerta y por poco caigo en uno de los agujeros de no ser que la rata chillo cayendo primero -Wherever you're rat thanks - le dije ver en la puerta una placa que decia "1-A" , esto no era la escuela que conocia, sin mas cogí un palo de madera que había por ahí.
Me hallaba en el pasillo, pero hacia donde buscar
-Kai, Sakura, Haruichi.. Mirai..-
Grite nuevamente buscando a mis amigos, cuando voltee habia mi derecha a lo lejos vi dos sombras, -Hey!..hello..- llame la atención de los que se encontraban ahi, sin dudar corri hasta esos dos, tuve que esforzar mis ojos para ver bien, ahi estaba sentado y ¿eso eran lagrimas? , en fin lo habia visto con Mirai la ultima vez, el otro sujeto que estab ahi no sabia quien demonios era, pero al acercarme apestaba *Santos cielos esta muerto* me asuste y retrocedi.
Lo pique con aquel palo de madera incluso lo patee (?) pero no respondia, era un cadaver, mire algo ingenuo al muchacho ¿ lo habrá matado él?
Me acerque a èl y le dije -¿Te encuentras bien? - le dije examinandolo de pies a cabeza, ¿eso era sangre?, lo unico que podiamos a ser ahora era salir de ahi porque esa cosa ya apestaba y curar su herida donde sea que este, el muchacho estaba en shock, sus ojos miraban aun al cadaver, apesar que e hacia señas no respondía, parecia una estatua, sin mas decidi sacarlo de ahi, detras de èl habia una especies de escaleras, podriamos bajar pero no sabia si estaba en buen estado, no quisiera caer nuevamente asi que cogi al chico cabeza de piña y lo cargue como saco de patatas alejandolo de ahi hacia el aula donde habia estado.
Una vez ya lejos de este, lo baje y con unas palmaditas en su mejilla como para que reaccionara -Oye ¿ estas bien? ¿cual es tu nombre?- le pregunte nuevamente esperando una reacción de èl.
off: lamento la tardanza..
Bianchi- Roler
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Reputación : 25
Fecha de inscripción : 14/01/2012
Edad : 31
Localización : ._. que te importa!!
Humor : LOL -meme toys-
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
- Spoiler:
Nombre:
Kai Hyata
Sexo//Orientación Sexual:
Femenino//Heterosexual
Edad:
16 años
Personalidad:Descuidada y distraída, Kai es una chica que necesita que le recuerden ciertas cosas tan simples como peinarse e incluso comer ya que ella no llevará a cabo estas tareas hasta que llegue a su límite. Tiene una imaginación demasiado hiperactiva, con algunos temas suele ser muy ingenua, si le dices que viste a un alienígena casándose con un fantasma es muy probable que se lo crea pero también en posible que no puedas convencerla de que un día tiene 24 horas. Por lo general siempre anda con la mirada ausente y una expresión seria en el rostro pero en realidad es alguien alegre y amable aunque un poco rara con la cual puedes hablar de cualquier tema siempre y cuando no se distraiga y termine marchándose. Es muy difícil hacerla enojar o verle nerviosa, podría decirse que solo tiene dos expresiones: tranquila la mayor parte del tiempo y alegre cuando habla con amigos.Descripción física:Pequeña y menuda con una larga cabellera castaña que siempre lleva suelta y llega hasta el final de su espalda. Sus ojos son de un raro color lila heredados de su abuela y su vestimenta podría decirse que es bastante anticuada ya que suele ponerse vestidos esponjosos y con encajes.http://www.zerochan.net/1067356
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Historia:La familia de Kai únicamente está compuesta por sus padres y ella, sin embargo cuando era muy pequeña solían vivir también con su abuela hasta el día en que esta murió. Debido a que sus padres trabajaban todo el tiempo y su abuela ya no estaba, Kai tuvo que creer un mundo imaginario donde no se aburría ni se sentía sola, con el paso del tiempo fue creciendo, conoció a varias personas interesantes y dejo todo eso atrás pero no perdió su ilimitada imaginación.Gustos/Disgustos:
+Cosas paranormales
+Animales
+Estrellas o cualquier cosa que esté relacionada con el cielo
+Ruidos (música, voces, etc)
-Gente con mente cerrada
-Que intenten presionarla
-Burlas a sus amigos
-Traición
Miedos/Fobias:
Su mayor miedo es el sentirse sola otra vez y sufre de Entomofobia
Extras:
-Su mejor amigo es Kai Tatsuya a quien se acercó al enterarse que tenían el mismo nombre, su relación es bastante extraña pero en el fondo lo aprecia mucho.
-En sus ratos libres suele espiar a Adachi Niiya pues tiene algunas teorías sobre el (?)
-Disfruta mucho de hablar con Sakura Ichida pues piensa que su ideas son muy interesantes.
Color de roleo: #f531a7
[Salón - Salón desconocido]
-Con James-
Al parecer la lluvia y los truenos no pensaban detenerse así que todos decidimos dar por concluida la reunión y volver a casa, sin embargo un nada esperado temblor puso todo de cabeza en menos de un segundo, me limité a permanecer en el suelo hasta que las cosas regresaron a la normalidad pues mis padres me habían enseñado que ante eventos como este se tenía que mantener la calma, comprobé que todo en mi cuerpo siguiera en su sitio e inmediatamente después mi mente pensó en un nombre.
-Kai... ¿estás bien?-pregunté sin la certeza de que pudiera escucharme.
Justo en ese momento escuché su voz diciendo mi nombre y el de nuestros demás compañeros, solté un suspiro de alivio que se vio interrumpido ante la sensación de que el piso sobre el que me encontraba hincada empezaba a romperse, definitivamente no estaba preparada mentalmente para esto por lo que me resultó imposible contener el grito de terror que me provocó el sentir cuando caí irremediablemente al vacío.
No tenía la menor idea de cuanto tiempo había transcurrido desde el incidente, lo único que sabía es que había logrado sobrevivir y por el momento eso era suficiente para mí. No me apresuré mucho en intentar abrir los ojos, me parecía lógico suponer que me encontraba en el sótano de la escuela o algo parecido así que espere hasta que el dolor de cabeza menguara para comprobar mi ubicación.
Grande fue mi sorpresa al descubrir que yacía en el semi destruido piso de un salón desconocido, parpadeé un par de veces para asegurarme de no estar alucinando nada, ¿como demonios había llegado hasta ahí? Lentamente me puse de pie y ahogué un grito al ver como una gran parte del suelo caía, por suerte no me había ido con el aunque seguramente no me quedaba mucho tiempo en aquel diminuto espacio que se había salvado.
Mi mirada recorrió el lugar rápidamente y se iluminó al reconocer una figura, el chico era de mi clase y si me esforzaba un poco lograría recordar su nombre.
-Eres James, ¿verdad?-solté después de unos segundos-¿Podrías ayudarme?-agregué sin esperar una respuesta a mi pregunta anterior.
Estaba segura de que un salto mío no sería suficiente para llegar al otro lado aunque nada me aseguraba que ahí el piso fuera más resistente como para aguantarme de todas formas, tal vez James que no estaba a punto de caer podría pensar más claramente en una forma para sacarme de esta.
-Aunque no parece muy amigable...-murmuré solo para mi.
CROOKED- Roler
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Fecha de inscripción : 13/01/2012
Edad : 29
Localización : Death City
Humor : Ácido
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
- Spoiler:
- Nombre:Yoko Kuromuzawa.
Sexo//Orientación Sexual:Femenino — Bisexual.
Edad:16.Cuando estás dentro de lo que ella considera su círculo -pequeño y casi inexistente- de amigos, la Yoko que todos conocen cambia un poquito: ahora quizás ya no te hable tan dulcemente, o puede que sus sonrisas tímidas se conviertan en unas de divertidas, o incluso te puede llevar la contraria. Seguirá preocupándose por ti, pero menos abiertamente porque ella da por hecho que la conoces, y que, por lo tanto, ya sabes como se siente. De todos modos, es extremadamente atenta y, aunque no lo demuestre demasiado, cariñosa. Una cosa diferente es que tú quieras darle ese cariño.
Personalidad:
No es una chica muy complicada, y tampoco podemos decir que sea muy femenina, pero sí bastante más que muchas chicas que ve. Yoko es una chica tímida, callada, y reservada, siempre que no tengas mucha confianza con ella. No es muy complicado entrar en su vida, pero a poca gente le interesa hacerlo de verdad. Eso le ha vuelto “secretamente” solitaria, pero a los ojos de los demás, por lo que ella ha escuchado o por lo que se hace parecer, es bastante social. Se obliga a serlo, pero pocas veces siente verdadero afecto por alguien. Aun así siempre su comportamiento será tierno, y siempre estará para ayudar a los demás, y esto último es sinceramente.
Descripción física:
Mide algo menos que la media japonesa (1,45), y compensa esa altura siendo prácticamente una pluma, no llega a pesar los 50 kg y tampoco se acerca (42 kg). Así que si no estás prestando mucha atención, es difícil contar con ella, puesto que su personalidad tampoco resalta mucho.
Es delgada hacia un punto medio, cintura bien marcada y piernas y brazos esbeltos. Si algo llama la atención de su físico, es su cabello: rubio, con tonos dorados y muchísima gente se sigue preguntando si es teñido o no, pero es algo que Yoko no dirá por las buenas. Aun así, parece natural. Liso y corto por delante, procuró dejarlo largo por detrás, pero llegó un punto en el que se cansó tanto de estar pendiente de qué tan largo estaba que sencillamente lo dejó crecer. No se lo cuida mucho, y se lo corta ella; por lo que hay bastantes partes del cabello cortadas irregularmente. El pelo no le tapa los ojos, pero hay un mechón que le cae por en medio, sin llegar a molestarla.
Sus ojos son verdes y grandes. Pestañas largas y completamente negras, que le dan un aire más femenino del que ya tiene por si sola.http://25.media.tumblr.com/1bb2e341a219dabb7425818a9079b3ec/tumblr_mx0iqbPjrc1r1geyyo1_500.pnghttp://25.media.tumblr.com/a1b303a73508c7958d5ed299c6493022/tumblr_mww0o74UUL1sk5x8co1_400.jpgHistoria:Así es como Yoko ha aprendido a cerrarse ante todos; ¿Si Él, un dios en el que ella no cree pero sus padres adoran más de lo que podrían adorarle nunca a ella, ni siquiera le ha hecho del agrado de su madre—mujer que, en teoría, debería brindarte amor y apoyo—, a quién podría gustarle?
Hija de religiosos sin remedio. Si hay algo que Yoko no soporta, es que su propio padre le revise la ropa que lleva cuando sale a la calle, que, cuando ve que su hija lleva la falda dos centímetros por encima de la rodilla —con suerte, puesto que «lo ideal, Yoko, es llevar la falda por los tobillos, ¿Cómo quieres ir por la calle enseñando toda la pierna?, por Dios»—, incluso quiera bajársela él. Por eso agradece enormemente los martes y jueves que su padre se va a trabajar temprano. Pero entonces, llega su madre, criticanto el uniforme de su escuela o cualquier otra, por ser «sucio e indecoroso», criticándola a ella por haber salido con esos ojos y ese color de cabello, porque a Él no le gusta. Porque llama mucho la atención. Pero luego, Yoko es el querido ángel de la casa, el angelito de mamá y papá. Y eso es lo que, a día de hoy y a sus 16 años, aún no logra entender.
Yoko disfruta su vida con las cosas más mínimas: Yendo a clase, pensando que le gusta a la gente o que alguien siente interés por acercarse a ella, quejándose sobre los deberes, pero hacerlos con una sencilla sonrisa en el rostro, o simplemente comiendo y durmiendo. Todo lo que le haga parecer una chica feliz. Y ella considera que esa felicidad es real, porque su vida es aburridamente monótona, tiene unos padres difíciles y no es buena socializando, pero siempre puede ir peor, ¿No?
Gustos/Disgustos:
॥ GustosLos idiomas, aunque no suele practicarlos.Actuar.Bailar, pero solo ballet, también ha sido algo bastante sobresaliente en su educación.Le parecen interesantes las diferentes costumbres de distintos países.La mitologia, la griega y la nórdica por encima de las demás.॥ DisgustosSu altura. Hay gente que dice que es encantadora, pero esas personas no saben lo que puede llegar a molestar no alcanzar un sitio ni poniéndose de puntillas (?).La gente alta, que se burla de ella por ser bajita. Esas personas son las únicas que logran irritarla.El Dios que sus padres tanto adoran.
Miedos/Fobias:॥ Teme pensar en que, algún día, quizás le ocurra algo en las piernas o en la voz. Algo que le dificulte bailar y actuar. No es que fuera a pasar, pero el simple hecho de pensarlo le afecta muchísimo.॥ Sufre sociofobia.॥Teme quedarse más sola de lo que y está, o que sencillamente se cansen de ella.॥ Las películas de terror, el terror en sí. Pasar miedo o pensar que va a pasar miedo.
Extras:॥ Gracias a su padre, Yoko se ha acostumbrado a no salir con falda. Suele vestir camisas anchas que no le marquen la figura, pero con pantalones ajustados. Nada de eso que sea muy vistoso.॥ Es buena en los idiomas, sus padres han insistido mucho en esa parte de su educación.॥ En sus 16 años nunca ha estado en un mismo instituto más de dos años, pero cada uno de estos era más especial, más rebuscado. Y, sobretodo, más religioso.॥ Tiene muy poco amor propio, pero es mejor que ni te plantees humillarla. Si bien Yoko es una chica amigable, solo lo es a las buenas.॥ Forma parte del club de teatro; si hay algo que ha sacado de su madre, eso es la pasión por actuar. Es buena, pero nunca se anima con los papeles importantes.॥ Sigue practicando ballet, aunque mucho menos tiempo que antes. Llegó a hacer una amiga en la academia a la que iba de pequeña, pero tan rápido como vino, se fue.
॥ Tiene una voz muy suave y dulce, pero si te planteas asustarla, prepara tus tímpanos.
Relaciones:
॥ Su mejor amigo es Mirai Komatsuzaki, siente que es con la única persona que tiene plena confianza, tanta que incluso le habla de sus padres, y eso es algo que Yoko no hace nunca. Agradece mucho que Mirai se acercara a ella, y también agradece el rato que pasa con él, que es casi siempre. Van juntos al club de teatro, y le encanta actuar con él porque siente que es la única manera en la que puede “soltarse” de verdad. Le gusta verle comer(???).
En el lugar más tranquilizador de su vida: un lo que sea en ruinas.
Con Rintaro y con Koi.
Seguía cuestionando a Rintaro con lo único que se sentía cómoda utilizando: la mirada. Le miraba con curiosidad, pensando que quizás él tendría una respuesta lógica a las dudas que a ella le estaban comiendo por dentro, pero dentro, muy dentro, sabía que no. Que no las tenía. Porque si le observabas bien parecía tan o más perdido que cualquier otra persona. Pero Yoko se engañaba, se engañaba y seguía guardando esperanzas.
Sus cejas se arquearon levemente cuando escucho la voz del rubio, y levantó ligeramente los brazos, observándole con cierta ilusión.
―Ay… Pues… No lo sé.― Y Yoko suspiró, echando los hombros ligeramente hacia delante. Pero aún así se mantuvo mirando a Rintaro ―Seguramente, al encontrarse en un lugar así habrán salido y nos estarán esperando fuera. Así que deberíamos hacer lo mismo; buscar la forma de salir de aquí y encontrarnos con ellos. ―Pensaba que era una manera muy optimista de ver las cosas, pero no digo nada. Porque había comprobado por algún que otro medio, y porque la rubia se daba cuenta de muchas cosas aunque se las callara, que el chico también estaba nervioso.
―¿Buscar la forma de salir de aquí?―Murmuró, más para ella misma que para que Rintaro le escuchara. Se encogió de hombros, levantando la cabeza para mirar al rubio de nuevo, cuando éste se había levantando. Imitándole, empezó a observar dónde se encontraba, otra vez.
El lugar era de todo menos reconfortante, para ser sincera, era horrible. Estaba prácticamente en ruinas y parecía muy poco probable que fuese... legal, estar aquí dentro. Posiblemente la policía había puesto esos cartelitos de que era peligroso estar ahí, pero si alguna ven entraron al edificio, o no lo vieron o lo ignoraron por completo. Pero lo único que sabía definitivamente, era que ese no era su instituto, y que posiblemente no estuviese cerca de casa. Y eso le quitaba cualquier esperanza de volver, puestos a ser sinceros. Pero negó con la cabeza, autoconvenciéndose mediante gestos de que todo estaba bien, que aunque fuera la primera vez que hablara con él, lo que le había dicho Rintaro era verdad.
―Tenía pensado ir hacia la entrada, pero al haber ese vacío inmenso por ahí… Prefiero no arriesgarme e ir por las escaleras y bajar por el otro lado.
Yoko asintió con la cabeza, pero para cuando pudo hacerlo, el rubio ya se había ido. Le siguió con la mirada hasta que lo que fuera que fuera que le nublaba la vista, le impidió ver su espalda, así que se limitó a suspirar de nuevo, acercándose a una pared cercana y echándole un vistazo antes de recargar la espalda en ella. Con desconfianza, no se fiaba de que estuviera en buen estado. Además, que las mismas cosas que no quería saber que eran y estaban en el suelo, nada impedía que también estuviesen colgadas de la pared.
Ladeó un poco el rostro cuando escuchó pasos de nuevo. Iba a preguntarle cómo estaban las escaleras, y de paso a disculparse por no acompañarles, pero estaba oscuro y le daba miedo. El ambiente. Su forma de ser que no encajaba con estas situaciones. Todo. Pero, en cualquier caso, algo le hizo prestar atención a otro punto del pasillo. ¿Qué demonios era eso? Una chica, claro, eso era lo que llegaba a observar, pero su rostro no le sonaba demasiado. Aún así, parecía que se conocía con Nakae, así que eso hizo que no se pusiera a la defensiva. Pero... aun así, ¿Qué estaba haciendo? Eso era muy peligroso, podía caerse y nadie, o al menos no ella, estaba completamente seguro de lo que había ahí abajo.
Suspiró aliviada al ver que la chica había llegado a ellos sin hacerse daño.
―Chicos, la puerta que tenía cerca, había unas escaleras bloqueadas y la puerta de la entrada no la puedo abrir sola, pesa mucho. Tendremos que ir por otro lado...―Decía, con la voz algo temblorosa. Y eso era algo que Yoko entendía perfectamente, pero no podía evitar que su estado de ánimo empeorase, cosa en la que la noticia no ayudó demasiado.
―Pues por lo pronto, las escaleras de este lado no son accesibles. ―Respondía Rintaro.
Empezó a pensar. En que echaba de menos a Mirai, y en sus padres, aunque pareciese imposible, sobretodo en sus padres. Pero se obligó a cambiar de tema, pensar en otra cosa que ayudara más a esta situación tan... horrible, desesperada, sí, eso. Reaccionó cuando escuchó golpes, golpes contra un cristal. Volteó el cuerpo para mirar hacia las ventanas, y había una especialmente que Rintaro empezó a golpear con el codo. No sabía si era por desesperación, o simplemente, y lo más probable aunque no descartaría la primera idea, por escapar de alguna forma de este lugar.―Te vas a hacer daño...―Susurraba, preocupada. No podía evitarlo, pero su voz no fluía con normalidad, no con toda la que le hubiese gustado. Así que dudaba que el rubio la hubiese escuchado.
Se mantuvo mirándole, pero al paso de los segundos fue agachando la cabeza. Ya sabía que estaban perdidos, aunque intentase sacar su optimismo escondido de algún lado, estaba así: escondido. Y no podía evitar ser todo lo contrario. Quería ver a Mirai, solo eso, quería saber si estaba bien o si le había ocurrido algo. Y hasta que no lo comprobara por ella misma, no se quedaría tranquila.
Volvió a reaccionar bruscamente cuando escuchó de nuevo la voz de Rintaro, levantando ligeramente la cabeza.
―¡AH! ¡Es cierto! Es posible que haya una puerta trasera, o salida de emergencia. Debemos encontrarla y entonces podremos reunirnos con los demás. ―Yoko ladeó ligeramente la cabeza, no parecía una idea muy confiable, pero no dijo nada― Hay una parte de pasillo que no he investigado. Donde desperté…Digo, es que creo que me quedé dormido, pero da igual, lo que decía es que siguiendo ese pasillo, a la izquierda, hay una puerta que supuestamente da al aula de música, pero dudo mucho que haya una salida ahí. Así que sólo hay que visitar la parte derecha del pasillo, tal vez encontremos algo interesante allí.
Algo interesante... dudaba mucho que su concepto de interesante fuera igual que el de Rintaro, pero no puso objeción y después de ver el gesto del rubio, empezó a caminar, cerca de ambos porque sí, seguía teniendo miedo y no quería perderse, mucho menos sola.
El pasillo era más largo, y aunque no había tantos vacíos, a simple vista, ni tan grandes como por el que Koi había pasado antes, seguía siendo peligroso. Sobretodo si te desviabas y caminabas por algún lugar que no fuera por en medio.
―Este sitio es tan, pero tan, tranquilizador...―Pensaba, frunciendo ligeramente los labios en un claro gesto de molestia que no se molestó en camuflar. Estaba asustada, pero también enfadada. Y mucho. Le cabreaba que su subconsciente le quitara todas las posibilidades de hacer algo antes de intentarlo. Le cabreaba no querer intentarlo por los condenados escalofríos que recorrían su espalda a cada paso que daba. Le cabreaba pensar que todo esfuerzo era inútil.
Le cabreaba todo y nada
Era la primera vez que realmente quería estar en su habitación, o en su barrio, o incluso cenando con sus padres. Y quizás, y solo quizás, eso era lo que le enfadaba más. Pensar en la posibilidad de que si su yo interior se volvía tan desesperante, que era capaz de rezar a aquel dios que sus padres tanto adoraban. Rezarle para que la hiciera salir de ahí. Pero el problema era que ella no creía en Dios. Por lo tanto, simplemente no lo haría.
Y esos pensamientos fueron los que la hicieron descuidar y casi meter un pie en uno de esos agujeros que llevaban a la nada. Por un momento se congeló, y podía asegurar que casi, casi, de verdad. Sintió que ni siquiera podía soltar un grito o echarse hacia atrás para no caerse, aunque quizás no lo pareciera, por un momento casi entraba en pánico. Pero consiguió echar el cuerpo hacia atrás, aunque eso significase caerse sobre el suelo; era mejor que entrar al abismo de la nada. Se levantó con cuidado, tambaleándose un poquito y miró a ambos, agachando ligeramente la cabeza.
―Lo siento...―Murmuró, flojito. Asegurándose de que no volvería a pasar, se inventó una excusa que, para ser sincera, era lo que había pasado realmente―. Ha sido un descuido.
Fue ahí cuando se dio cuenta de que ya habían llegado al final del largo pasillo, por el que suponía que Rintaro había llegado a donde estaba ella, inconsciente. Hizo una vista panorámica de lo que le quedaba en frente, aunque ella solo veía escombros y más escombros, quizás había alguna puerta que se podía abrir. Aunque el ambiente de película de terror le dejaba más que claro que sería difícil. Que estaban atrapados.
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
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Nuts.
☢ Pasillo Desconocido. ☞ Aula 2 – A (Dimensión alterna). ☞ Pasillo Desconocido. ☢
- I FORGOT WHAT LANDED ME ON YOUR BLACKLIST:
- ☠ N O M B R E ☠Marceline [Marcy] Abadeer.☠ E D A D || O R I E N T A C I Ó N S E X U A L ☠17 años, Heterosexual.☠ P E R S O N A L I D A D ☠En pocas palabras, es la típica chica que comete bullying contra los demás. No es como si se excediera en ello, no, sólo un par de apodos graciosos, burlas inofensivas y bromas pesadas que, en la mayoría de los casos, tienden a salirse de control. A Marceline le gusta aparentar lo que no es, esconderse del mundo puede ser algo que se tome muy en serio y tal vez por esto quiere que la confundan como alguien malvado.
Quien la conoce, podrá asegurar que es una amante de lo éxito con un sentido del humor inigualable y una extrovertida buscadora de peligros que no descansa hasta encontrar uno de un alto nivel. Si hay algo a lo que ella jamás le temería, es arriesgarse por algo o alguien.
Detesta cuando intentan meterse con las personas que le importan, y, de hecho, una de las razones por las que tiene esos ataques de ira que pueden llegar a ser incontrolables, es porque en su cabeza no hay lugar para soportar la idea de que este bien que fastidien a alguien a quien le tiene un gran cariño; no hay ninguna razón que impida que ella defienda a su círculo de amigos.
Algo que la vista no alcanza a ver, es que esta chica sabe cuando y como guardar un secreto. La verdad es, que respeta lo que la gente comparte con ella y su máxima creencia es que no deberías compartir algo ajeno como si fuera propio. Ella no tendría que estar hablando de la vida de alguien con los demás y esto es algo que ha tenido claro desde muy pequeña.
Cuando a Marceline se le da la oportunidad de componer, no hay nadie quien pueda acaparar su atención más que su música. Se dedica enteramente a hacer lo que mas le gusta, expresando en cada nota, acorde y verso aquellos pensamientos y sentimientos que no puede expresar en público, cuidando siempre de que sus equivocaciones no sean muy seguidas, corrigiendo lo que esta mal o intentando mejorar el más mínimo detalle... se incrusta con totalidad en su mundo y plasma en una canción lo que una oración sin melodía no puede transmitir, todo esto con la mayor concentración de todas.☠ D E S C R I P C I Ó N F Í S I C A ☠La complexión alta [1,69cm] y delgada [56kg] de Marceline esta recubierta por una piel blanca en exceso y tersa al tacto. El rostro de esta estudiante se compone por unos almendrados ojos color vino —a veces tienden a confundirse con un tono carmesí— rodeados de gruesas pestañas, una respingada nariz y labios finos y pálidos.
En el lado izquierdo de su cuello pueden apreciarse dos lunares que se asemejan a las marcas de una mordedura de vampiro. Dueña de una cabellera azabache prolongada hacia sus tobillos, bastante difícil de mantener si se lo preguntan.
Si hay algo además de su bajo que adore en este mundo, son los delineadores negros; siempre se le verá usando alguno aún si de irse a dormir se trata.
Su vestimenta se basa en prendas de tonos oscuros, (negro, gris plomo, cobre, escarlata, entre otros) y comprenden modelos tales como franelillas pegadas con algunas camisas manga larga holgadas de estampado cuadrille, jeans ajustados y sin falta alguna, botas vaqueras o, exclusivamente Roxy.• ☠ •☠ H I S T O R I A ☠Nacida en Filadelfia, Pensilvania (Estados Unidos), dada a luz por una madre que nunca conoció. Su padre Hudson Abadeer, jamás le ha hablado de ella o inventado alguna excusa como razón de su ausencia. Así mismo, el representante mencionado, nunca ha estado desocupado por el trabajo y sufre una terrible adicción a este; no se ha molestado en brindarle atención a su única hija, creando un vinculo hostil entre ambos porque nunca demostró preocuparse por ella con sinceridad.
Sus años en la primaria se basaron en la desaprobación de sus compañeros y en como hicieron de su normal vida, una difícil de sobrellevar. Su único amigo en la infancia fue Kai Tatsuya, que cursó en el mismo instituto que ella la educación básica. La impresión se adueñó de Marceline cuando el se interesó en conocerla y comenzó a entablar conversaciones —cada vez mas agradables— a diario, mostrando una ávida curiosidad por saber mas de su persona. No transcurrió mucho tiempo para que a sus ojos el se viera como una amistad que no cambiaría por nada, Kai era el perfecto incentivo que hacia que pudiera olvidarse de que era el principal y mas inofensivo blanco de los abusivos. Tan rápido como llego a su vida, se fue de ella al mismo ritmo por el motivo de una repentina mudanza al extranjero, dejándola completamente sola, intentando afrontar en vano lo que esas despreciables personas le hacían.
Cuadernos rotos, objetos robados, burlas y humillaciones en público, almuerzos arrebatados... las cosas cliché que cualquier victima del Bullying sufre hicieron que entrara en una depresión que parecía ser infinita. Queriendo combatirla, trató de medicarse con antidepresivos que, según internet, eran ideales para hacer desaparecer tales humores, resultando inútiles en lo que su estado de ánimo de respecta.
A la edad de 15 años encontró su adicción por el rock y se dispuso a someterse a un cambio radical físico e interno. En un corto resumen, fue expulsada de nueve escuelas diferentes debido a esta nueva actitud, siempre alerta para jugarle bromas a cualquiera. Nunca se arrepintió de ello porque, sabía, de todos modos, que esas escuelas con altos rangos que escogía su padre para ella no eran las adecuadas para su nuevo yo. Un sinfín de consecuencias sobre ninguna otra aceptación en otros institutos hizo que su padre se cansara de hacerla razonar y se mudaran a un país con un estricto nivel de educación: Japón.
Marceline supo que este sería un nuevo comienzo y se concentró en los beneficios que su cambio le trajo: se sentía mejor consigo misma y no estaba dispuesta a dejarse intimidar por alguien una vez mas —razón por la que intenta parecer malvada—.
Durante aquellas experiencias, aprendió a tocar la guitarra eléctrica, y más a su preferencia: el bajo. Su actual bajo-hacha lo obtuvo por la compra que hizo en una venta de garaje en su antiguo vecindario. Después de haberle salvado por el estado en que se encontraba, fue para ella como un objeto a añadir a la lista de Cosas que salvas en caso de que haya un terremoto.
Actualmente, esta a gusto en Kisaragi Academy y ha conseguido amistades irreemplazables. Se enorgullece de haber superado aquella etapa de su vida y vive el día a día sin recordar su tormentoso pasado.☠ G U S T O S || D I S G U S T O S ☠ⓈⒾ➔ Las manzanas son su obsesión. Tiene su propio cajón personalizado en la nevera de su casa que tiene un amenazador mensaje para que no se metan con su fruta favorita.➔ Si tuviera que escoger una banda para sentirse identificada, AC/DC ocuparía el primer puesto. Tiene al menos unas cincuenta camisetas.➔ Los riesgos o peligros que conducen a su adicción a la adrenalina.➔ Los french pastries son una delicia para su paladar.➔ Colecciona plumillas con ilustraciones góticas.➔ No es de las chicas que se pinten las uñas de a rato, pero si le gusta aplicarse uno que otro esmalte caoba, negro o violeta rojizo de vez en cuando.ⓃⓄ➔ Su habitación es un lugar que siempre estará a oscuras debido a su completo odio por la luz solar. A veces usa lentes de sol para ir a la escuela, pero se los quita al entrar al instituto.➔ Los peces le asquean, pero son el arma perfecta para meter en las mochilas de los demás, así que no tiene de otra que lavarse con tres jabones distintos cuando los toca. Una bomba apestosa única señores.➔ Las rutinas monótonas no son lo suyo.➔ Detesta tener que levantarse temprano.➔ Todo lo que sea rosado le parece vomitable.➔ Es una olvidadiza de primera y le frustra no poder recordar hechos de suma importancia.☠ M I E D O S || F O B I A S ☠⑴ Lo que con frecuencia se pregunta es cómo a la mayoría de los humanos pueden parecerle hermosas las mariposas. Estos frágiles insectos que desprenden un asqueroso polvo de sus alas con un insignificante intento de protegerse y que de cerca son tan aterradores y horripilantes que no aguantaría ni cinco segundos con la mirada fija en ellos, son los protagonistas de todas y cada una de sus pesadillas. Marceline no sabe como explicarse esto, pero tiene mas que claro su fobia (motefobia o lepidopterofobia) hacia estas criaturas.⑵Si hay algo que odie mas que estar con mala compañía, es estar por su cuenta en un momento crítico o no estar para alguien que se encuentre en dicha situación. No se considera valiente si no hay alguien a quien pueda proteger.Cuando su mal humor sobrepasa de estar en un nivel aceptable, teme descargarse demasiado con la persona que este cerca de ella. Para que esto no suceda, retiene todo lo que quiere decir que sabe que podría hacer que rompa el lazo con el individuo. No quiere, por ningún motivo, herir a sus seres queridos.⑶☠ E X T R A S ☠➔ Se ejercita únicamente para liberar estrés o rabia acumulada.➔ Su promedio no es de notas excelentes, pero sí de notas que ha sacado honestamente.➔ Toca un bajo-hacha que lleva a casi todos los lugares que va y detesta cuando le preguntan cual es el vicio que tiene con el instrumento.➔ ¿Quieres regalarle algo en su cumpleaños pero no sabes que exactamente? Si es rojo o negro, ten por seguro que la harás feliz.➔ No se le dificulta en absoluto el japonés, pero a pesar de esto, prefiere componer y comunicarse con su idioma natal (inglés).➔ El mantenimiento de su cabello requiere de dinero para al menos una docena de productos y de una o media hora de atención por día. Esta es una tarea que no puede evitar fastidiarle, pero lo hace porque si tuviera que escoger algo que le puede gustar de sí misma, una de esas cosas sería su cabello.➔ Su opción de tocar algún otro instrumento seria el banjolele.➔ Limpiar para ella es patearlo todo debajo de la cama y esperar a ver si algún día le nacen las ganas de arreglar su desastre.➔ Ha tomado muchas clases de autodefensa, por lo que es bastante buena cuando se trata de pelear cuerpo a cuerpo con alguien. Practica semanalmente para cerciorarse de que no se le han olvidado sus tácticas.➔ Ha sido contratada (unas siete veces, al menos) para cantar en una que otra fiesta de críos. Vergonzoso sin dudar, pero la paga es incomparable.☠ R E L A C I O N E S☠¿Con quien frecuenta?
J A M E S L A N ESu confidente en todo el sentido de la palabra y principal compañero a la hora de molestar a los demás. Adora irritarlo con temas de fantasmas y es la primera persona a la que busca con la vista en una reunión de amigos. Si James no está, no le interesa estar allí. Se ha apegado mucho a el y algunas veces suelen componer canciones improvisadas para terminar en ataques de risas.M I C H E L L E Y A M A O K ASe divierte molestándola ya que es una de las únicas amigas de James. Piensa que es una niña mimada que necesita que le den una lección y sin embargo, no puede evitar llevarse bien con ella. El dúo del terror.C A S P E R R I C ETiene entablada una solida amistad con este chico. Es su segundo y último amigo de mas confianza. Siempre aprovecha para tratar de unirlo a el y a James solo para cabrearlos un poco y reírse al ver tal escena.¿Personas que le agradan?S A N E A T S U H A Y A S H I D ATiene una estable amistad con el y cuando la oportunidad se presenta, inicia conversaciones casuales. Fue una vez a su casa por un proyecto que tenían que hacer juntos y terminó enamorada de tres pequeñines rubios, hermanos de Atsu. A dichos niños les cantó por toda una tarde y olvidó la actividad en pareja que tenia que terminar con el blondo, dejándole, sin darse cuenta, todo el trabajo a el.R Y O S H I N Z A T OPuede decir con plenitud que es una de las únicas personas que se dan cuenta quien realmente es y eso no le molesta. Es un gran chico y, aunque no lo conoce demasiado, tiene semejantes gustos musicales con él.¿Compañeros de clase?R I N T A R O N A K A ENo le simpatiza ni un poco. Le molesta la manera en la que pasar de mujer en mujer se ha convertido en su rutina del día. Cuando lo ve, pone apropósito una mueca, simulando que algo a su alrededor huele mal.A D A C H I N I I Y ASuele llamarlo Zombie face por su humor tan predecible. Es insistente haciéndole bromas y le causa gracia cuando se enoja, no es como si el fuera alguien que demostrara muchas emociones al público, pero vamos, es tentador de fastidiar.H A R U I C H I S O N O D ATiene severas sospechas de que puede ser un drogadicto, por ello, como resultado posee hiperactividad. No se fía mucho de su carisma actuado y le frustra que sea casi imposible molestarleporque por desgracia el no se toma sus bromas en serio.K A I T A T S U Y ASe ha vuelto a reencontrar con el en Kisaragi Academy, pero, debido a sus cambios propios, no ha vuelto a surgir la misma conexión de amistad pasada. Cree muy poco probable perdonarle el haberla abandonado. A pesar de que lo molesta llamándolo Bajareque Gamer, trata de no sacarle mucha plática y es algo indiferente a su cercanía.
••••••••
El mismo sonido que hizo mi puerta al abrirse se hizo presente, haciendo que literalmente, me abalanzara hacia la pared más cercana. Espere por encontrar a alguien acaparando mi campo de visión. Un hombre con características de secuestrador, quizás.
Pero nadie vino.
De hecho, volví a escuchar el mismo sonido antes de que unas pequeñas pisadas hicieran un tenue eco en el suelo del pasillo deteriorado.
A causa de mi rápida adaptación a la oscuridad y el hecho de que agudice mis sentidos, podía distinguir una delicada silueta de cabellera clara.
¿Podría ser…?
— ¿¡Hola!? ¿¡Chicos!? ¿¡Hay alguien!? ¿¡Kikuri!?
Tuve que presionar las palmas de mis manos contra mis oídos por semejante grito. ¿Pero qué demonios…?
No dude ni un instante en acercarme. Esa molesta voz podría ser reconocida en cualquier parte del mundo y hacer que mi compostura regresara a la normalidad casi inmediatamente.
Mizuki Itō.
— ¿Que crees que estas haciendo? — Le pregunte con voz clara y sombría.
¿Quien en su sano juicio se pondría a gritar en un lugar como este? Lo mas probable era que de esos agujeros saliera un asesino en serie que estuvo esperando el grito de una persona ingenua para conllevar un ataque forzado que se base en torcer las extremidades y apuñalar los puntos débiles de un humano, torturándole hasta que no quede ni una ínfima gota de sangre en su desgarrado cuerpo.
¿Era esa una buena manera de morir? Considerando las circunstancias del lugar en el que estábamos, cualquier suposición era aceptable. Estaba incluso retomando seguir mi camino, desafiar mis emociones internas y dejar a esta niña aquí.
No te engañes a ti misma…
No le di importancia a su respuesta, si es que llego a hablar. El miedo en su mirada verdosa era tan visible, que llegue a la conclusión de que cualquiera notaria su vulnerabilidad en estos momentos.
Trate de meditar en busca de razones por las cuales sería bueno dejarla aquí e irme a buscar alguna salida. Y Encontré las suficientes como para hacerlo, pero no la capacidad necesaria como para tomar esa decisión.
Suspire pesadamente y me toque el puente de la nariz en un acto de reflejo, dejando ver el humor oscuro que comenzaba a emanar en mi aura inexistentemente visible.
— Escucha con atención porque no lo repetiré dos veces. Permanecerás cerca de mi y no harás nada estúpido. Llegas a abrir la boca y ten por seguro que estarás sola en esto. — Espere a que mi mirada severa le hiciera entender que no estábamos en un simple lugar abandonado e inofensivo. Tenia un ligero presentimiento de que quien quiera que sea la persona que nos trajo aquí, no tenia buenas intenciones.
Le di la espalda porque no podía mirarla mas en estos momentos. Me odiaba por dejar ver mi yo interno, aunque fuera por unos segundos.
Una ventana se encontraba en frente de mi y me sentí algo estúpida por no intentar abrir alguna antes. Lleve mis manos al borde y... sin resultados. Volví a intentarlo aplicando mas energía, pero, estaba trabada.
— Quédate aquí. — Le indique a mi única acompañante para ir de nuevo al aula en donde me desperté.
Observe que podía serme útil y tome una insignificante mesa. Había pasado por alto el tamaño de las mismas. ¿Estábamos en una escuela primaria...?
Sacudí mi cabeza y procure seguir con el objetivo que tenia en mente.
— Hazte a un lado. — Le dije cuando llegue allí.
Teniendo cuidado de no caerme por el inmenso agujero oscuro, me aleje e impulse lo suficiente, y estampe la mesa contra la ventana. El impacto hizo que la mesa cayera por el agujero, destrozándose al chocar con el suelo de lo que creo que es un primer piso.
Haz mas ruido, Marceline.
Me acerque a la ventana y deje que la incredulidad se asomara por mi rostro. No podía creer que no tuviera ni un solo rasguño.
Comence a forcejear insistentemente, dejando escapar leves quejidos por la cantidad de fuerza que estaba utilizando.
Me detuve de golpe despues de estar un par de minutos en lo mismo. Estaba respirando agitadamente mientras hacia un esfuerzo por no entrar en panico.
Calmate.
Respire profundamente y me voltee para mirar a Mizuki. Mantuve mi expresion neutra, pensando que mas podia hacer.
Las ventanas no eran una opcion. Y seria una completa demente si me pongo a abrir de puerta en puerta...
Última edición por Devlin el Miér Sep 10, 2014 3:37 pm, editado 1 vez
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Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
- Spoiler:
- Nombre: Mizuki Ito
Sexo//Orientación Sexual: Femenino / Heterosexual
Edad: 15
Personalidad:
¿Cómo definir a Mizuki?... creo que la mejor palabra que le queda es: Fantasma; ya que es una chica muy silenciosa, la cual rara vez emite sonido u opinión alguna, y no es porque sea anti-social, es solo porque es muy tímida. A pesar de eso, se las ha arreglado para hacer amigos, ya que en el fondo es muy amable y amistosa. Tiene una forma de ser bastante sumisa, casi todas las cosas que le ordenes, las hará sin quejarse. Tiene una paciencia milenaria (?) y eso se debe a que cuando algo no le interesa, esta aburrida, etc. se suele alejar de la realidad sumiendose en sus vastas fantasías sin fin.
Suele ser bastante infantil e inocente, le cuesta darse cuenta cuando alguien tiene malas intenciones o cuando le hablan con palabras de doble sentido. Todo se lo toma muy al pie de la letra, no es de razonar mucho y mirar las cosas desde otro punto de vista, lo que le muestran a primera impresion es lo que cree, es la verdad absoluta (?) y costará demostrarle lo contrario. Es muy asustadiza y lloriquea por todo, si de defectos hablamos, esos son los peores en ella.
Descripción física:
Mizuki es una muchacha bajita (1.58m) y de complección delgada, dándole una apariencia como el de una frágil muñeca. Su tez es bastante pálida haciendo resaltar sus megillas las cuales casi siempre están sonrojadas. Su cabello es un tanto corto llegándole hasta los hombros, ondulado y de color castaño claro. Sus ojos son dos grandes orbes de un brillante verde que acompañan a las suaves facciones de su rostro dándole un aire místico pero inocente. Su forma de vestir es bastante común, pero en extremo fenenina.- Spoiler:
Imagen 3
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Historia:
Esta... es mi historia... Desde pequeña puedo decir con certeza que jamás conocí a mi madre, ya que mis padres, cuando era una simple bebe, se separaron ¿Quién iba a decir que el amor entre ellos un día se esfumaría?. El vivir con mi padre no era malo, tuve una vida cómoda y feliz a su lado, o por lo menos eso es lo que alcanzo a recordar hasta mi temprana niñez; ya que un día de pronto todo aquello cambió. El tuvo que tomar un vuelo ya que el era un agente de negocios... núnca supe bien en que consistía su trabajo, pero lo que si sabía era que tenía que viajar a muchos lugares por bastante tiempo, por lo que ese vuelo no fue para nada inesperado.
Ese vuelo, fue el principio del fin... una terrible tormenta hizo que el avión en el que viajaba se desplomara creando así un catastrófico accidente. No tenía parientes que me cuidaran, y el único que había por ahí, tras enterarse del accidente se esfumó en el aire... algo me dice claramente que aquel pariente no me quería tenerme a su cargo... ni modo. Como ya no tenía padre, como era de suponerse, terminé siendo una huerfana la cual fue a parar a un gran orfanato. A pesar de que el lugar tenía a bastantes niño de mi edad (en aquella época), yo era incapaz de hacer amigos debido a mi timidez... solo tuve el valor de hablar con una niña ya que ella había sido la primera en dirigirme la palabra... Kikuri.
Poco tiempo después la dueña del orfanato nos contó a Kikuri a mi una gran noticia... ¡Eramos hermanas gemelas!... ¿Qué extraño no? Siendo que físicamente no eramos (y actualmente no somos) tan parecidas... En fin... aquella señora nos contó el resto de nuestra historia, notificantome que mi madre también había muerto en el mismo accidente de avión que mi padre... curiosas coincidencias... y para hacer todo el asunto más curioso, el universo decidió hacer que una misma familia nos adoptara a las dos juntas. ¡Genial! (por lo menos para mi) ya que desde ese momento comencé a sentirme... completa por así decirlo; ¡no todos los días encuentras a tu gemela perdida así como si nada!
Gustos:
- Todo lo romántico y la vida de princesa color de rosa (?).
- Todas aquellas comidas que sean dulces.
- Los animales peludos de tamaño mediano a pequeño.
- Cocinar, limpiar, ordenar, etc. En fin, todas aquellas cosas que hace un ama de casa.
- Leer largas novelas.
Disgustos:
- Las cosas que están a gran altura, ya que no las alcanza y se tiene que subir a una silla.
- La ropa poco femenina.
- Todas las cosas que entren en el género de horror/terror.
- Las personas que se toman todo muy a la ligera.
- Las comidas muy condimentadas.
- Los animales que son tan o más grandes que ella.
Miedos/Fobias:
-Los fantasmas, las películas de terror que traten sobre estos y las casas embrujadas.
-Las tormentas.
-Los sonidos fuertes.
-Las personas demasiado expresivas o de caracter explosivo (?).
Extras:
- Su hermana gemeladispareja ?es Kikuri Ito
- En general se lleva bien con el resto de sus compañeros. No le desagrada ninguno.
- A veces se tiñe las puntas del cabello de un color rosa muy pálido.
- Sabe tocar el violín, aunque no está muy orgullosa de eso, porque no le gusta ese instrumento.
- Es un cero a la izquierda en casi todos los deportes (menos en tenis, ese es el único que le sale bien).
Color de roleo: #c5d984
/Pasillo creepy/
~Dimensiòn B ~ Segundo piso~
-Con: Marceline-
Pasó aproximadamente uno o dos minutos sin que hubiera respuesta alguna a mi grito, por lo que decidí abrir mi boca para hacerlo de nuevo. Pero milagrosamente (?) antes de gritar, una voz me interrumpió -¿Que crees que estas haciendo?- inmediatamente me di vuelta y me pegué un gran susto al ver un rostro tan sombrio como el tono que usó en su voz, pero no alcancé a salir huyendo ya que de manera rápida pude reconocer la silueta... se trataba de Marceline.
-Yo... bueno... este...- intenté hablar, pero me ponía un tanto nerviosa estar frente a ella, creo que esta era la segunda vez en mi vida que le hablaba... -Me sentía muy sola y...- realmente no sabía que decir por lo que pequeñas lágrimas comenzaron a adornar mis ojos. -Gracias por venir- terminé por decir para quedarme obserbándola mientras jugueteaba con mis manos. La veía molesta por algo, es más hasta de su cuerpo salían extrañas ondas de color negro (?); ¿Había tenido problemas para llegar hasta mi?, ¿Vió algo que no le gustó?, ¿Estaba herida?... ¡Ho dios mio! ¡Esperaba que no estuviese herida!. -Escucha con atención porque no lo repetiré dos veces. Permanecerás cerca de mi y no harás nada estúpido. Llegas a abrir la boca y ten por seguro que estarás sola en esto.- me dijo de pronto con expresión severa a lo que asentí varias veces, *¡Muda como un mimo!* me dije ya que no quería perder para nada su compañía.
Tan rápido como llego, fue que me dió la espalda para dirifirse al lado de una ventana, puso sus manos en el borde y tiró con todas sus fuerzas para abrirla... pero nada, esta no cedía. - Quédate aquí. - me ordenó para entrar a uno de los salones, por mi parte fue a la ventana de al lado he imité sus movimientos... pero esta tampoco cedía a mis esfuerzos. - Hazte a un lado. - me ordenó ya de vuelta cargando una mesita, a lo que obedecí con rapidez... ahora que lo notaba, todas las sillas y mesas del lugar eran pequeñas *¿A caso antes este lugar había sido una escuela primaria?* me cuestioné justo cuando veía como ella arrojaba el objeto contra la ventana para intentar romperla... pero eso no sucedió.
La mesa rebotó y terminó por caer en el agujero que se encontraba cercano a nosotras. Para nuestro gran asombro... la ventana seguía intacta, ¿Podría ser que fuesen vidrios blindados?... no, no lo creo... ¿Qué clase de director se iba a preocupar en poner vidrios de esa clase en una escuela?. Marceline no lo soportó más y volvió a tirar de la ventana, pero de nuevo no hubo un resultado positivo. Al parecer se había esforzado demasiado ya que tenía la respiración agitada... -¿Estas bien?- atreví a preguntarle... -Creo que... deberíamos buscar a alguien más...- sugerí ya que... dos chicas solas en un lugar como este no era la mejor situación; vaya a saber uno si desde las sombras salía algún depravado *Espero que no* rogué ante esa posibilidad.
-Yo... bueno... este...- intenté hablar, pero me ponía un tanto nerviosa estar frente a ella, creo que esta era la segunda vez en mi vida que le hablaba... -Me sentía muy sola y...- realmente no sabía que decir por lo que pequeñas lágrimas comenzaron a adornar mis ojos. -Gracias por venir- terminé por decir para quedarme obserbándola mientras jugueteaba con mis manos. La veía molesta por algo, es más hasta de su cuerpo salían extrañas ondas de color negro (?); ¿Había tenido problemas para llegar hasta mi?, ¿Vió algo que no le gustó?, ¿Estaba herida?... ¡Ho dios mio! ¡Esperaba que no estuviese herida!. -Escucha con atención porque no lo repetiré dos veces. Permanecerás cerca de mi y no harás nada estúpido. Llegas a abrir la boca y ten por seguro que estarás sola en esto.- me dijo de pronto con expresión severa a lo que asentí varias veces, *¡Muda como un mimo!* me dije ya que no quería perder para nada su compañía.
Tan rápido como llego, fue que me dió la espalda para dirifirse al lado de una ventana, puso sus manos en el borde y tiró con todas sus fuerzas para abrirla... pero nada, esta no cedía. - Quédate aquí. - me ordenó para entrar a uno de los salones, por mi parte fue a la ventana de al lado he imité sus movimientos... pero esta tampoco cedía a mis esfuerzos. - Hazte a un lado. - me ordenó ya de vuelta cargando una mesita, a lo que obedecí con rapidez... ahora que lo notaba, todas las sillas y mesas del lugar eran pequeñas *¿A caso antes este lugar había sido una escuela primaria?* me cuestioné justo cuando veía como ella arrojaba el objeto contra la ventana para intentar romperla... pero eso no sucedió.
La mesa rebotó y terminó por caer en el agujero que se encontraba cercano a nosotras. Para nuestro gran asombro... la ventana seguía intacta, ¿Podría ser que fuesen vidrios blindados?... no, no lo creo... ¿Qué clase de director se iba a preocupar en poner vidrios de esa clase en una escuela?. Marceline no lo soportó más y volvió a tirar de la ventana, pero de nuevo no hubo un resultado positivo. Al parecer se había esforzado demasiado ya que tenía la respiración agitada... -¿Estas bien?- atreví a preguntarle... -Creo que... deberíamos buscar a alguien más...- sugerí ya que... dos chicas solas en un lugar como este no era la mejor situación; vaya a saber uno si desde las sombras salía algún depravado *Espero que no* rogué ante esa posibilidad.
Nanix01- Roler
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Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
— Eternitybox —
Una gélida dureza que sólo pudo identificar como la del suelo poco a poco comenzaba a cosquillear sus manos y mejilla derecha, cada segundo haciéndose más fuerte y real a medida que recuperaba la conciencia y sus sentidos lenta y gradualmente iban despertando.
"¿Dónde...?"
Punzantes dolores en cada parte de su débil cuerpo lo fijaban e inmovilizaban en su sitio, ni siquiera tenía la fuerza suficiente para alzar sus pestañas y examinar los alrededores. Sólo haciendo uso de su aún adormilados oído y olfato fue cómo logró deducir aunque fuere una parte de ese desconocido entorno. La habitación olía a una mezcla de humedad y putrefacción tan claras que delataban el encierro del lugar, Adachi arrugó en desprecio la nariz intentando así quitarse aquel feo hedor de encima. Por otro lado, lo único que impedía que un completo silencio se ciñera sobre él eran el suave crujir de la madera (poder escucharlo bien era otra cosa que le indicaba que estaba echado en el piso) y el lejano pero constante repiqueteo de la lluvia.
"Sigue lloviendo, huh..."
Su dulce caída hubiera arrullado al joven pelinegro de no ser porque lo condujo en ese instante a rememorar los extraños acontecimientos del día que estaba pasando. Aquel tonto ritual, el terremoto, caída libre al abismo... se trataba de un sueño, ¿verdad? A lo que sabía, podía haberse quedado dormido en cuanto se echó a la cama luego de clases y cualquier evento a partir de entonces no era más que simples construcciones de su mente. Había tenido pesadillas mucho más oscuras y bizarras que ésto, por favor. No sería nada extraño.
Pero claro, estaba olvidando un detalle muy importante. El cansancio que sentía, aliviado por la extraña paz que estar recostado en el suelo, de todos los lugares, le causaba eran demasiado reales para ser meros productos de su subconsciente. Adachi se obligó a dejar atrás el tema. Eran las secuelas del miedo.
La horrible sensación de su cerebro presionando contra el cráneo lo hizo estremecerse de pronto, tensando cada fibra de su ser en el intento de ahogar un sufrido gemido. Un fugaz suplicio, eso fue suficiente para por fin hacerlo abrir los ojos.
Como era de esperarse, no podía ver nada.
Formas borrosas a un lado y al otro eran todo lo que Adachi era capaz de captar. Ni siquiera cuando sus pupilas absorbieron el lugar de sus negros iris al dilatarse para contrarrestar aquella fría oscuridad pudo delinear en el aire una sola figura concreta. Un fuerte escalofrío recorrió el largo de su espina en cuanto se dio cuenta del verdadero problema. Tanteó desesperadamente su cercanía con la mano izquierda, sus finos dedos por accidente chocando con pequeños trozos de algo que reconoció enseguida como vidrio al oírlo rodar. El eco del cristal resonó en su cabeza por un segundo entero y lo forzó a continuar su búsqueda antes de que la ansiedad que ya sentía trepar por su garganta lo volviera loco. ¡¿Dónde estaban sus anteojos?!
...Un profundo suspiro de alivio escapó de sus labios cuando encontró una de las patillas y con cuidado jaló de ella para acercar los lentes a él y examinarlos mejor, sospechaba por el vidrio esparcido que algo les había pasado. Maldijo por lo bajo cuando sus inquietudes se confirmaron y siguió maldiciendo hasta colocárselos y ponerse de pie utilizando como apoyo lo que desde su perspectiva parecía un banco de clases. El cristal derecho estaba roto, había perdido la visión en un ojo y no, no había manera de tratar este asunto con calma. Sus anteojos eran lo único que apenas lo separaba de un bastón para ciegos, mierda. Tenía suerte de que el otro cristal estuviese intacto.
Ahora que estaba arriba, lo poco que la escasa luz que entraba de las ventanas le dejaba ver le parecía diminuto. Mesas y asientos que apenas llegaban a la altura de sus muslos, desprolijamente distribuídas por todo el cuarto. Se giró lentamente, separándose del banco con el que se había levantado para descubrir el otro lado de la sala. Podio, cabinetes, un enorme pizarrón, no cabía dudas. Aquello era un aula.
Caminando entre los muebles descubrió que la madera del suelo se había vencido en varias partes, tuvo que saltar y esquivar varias aberturas que le garantizarían un boleto sólo de ida a lo que sea que hubiera abajo para poder alcanzar una de las puertas corredizas, no quería saber nada con ese salón. En el trayecto llevó la diestra a su rostro y —sin la capacidad de detenerse— comenzar a raspar con los dientes la uña del pulgar. "Es un sueño, basta..." se repetía a sí mismo. ¿Por qué estaba tan nervioso?
Con esfuerzo logró usar la mano que estaba mordisqueando para desbloquear la salida, pero sus ojos se enfocaron accidentalmente en otra cosa antes de apenas moverla: el tablón de anuncios en la pared. Notas bobas, un calendario, esa clase de idioteces burdas colgaban con alfileres y cinta adhesiva del rectángulo de corcho pero uno solo de los papeles fue el que llamó la atención del chico. A juzgar por la marca de agua, era un anuncio directivo. Se veía a la distancia que la hoja había sido víctima del crudo paso del tiempo, al igual que su escritura ya lavada e ilegible. 'Heavenly Host Elementary School, aviso a todo el alumnado' ponía el título, lo único que podía entenderse con claridad. "Heavenly Host..." pensó, haciendo memoria "Sí... conozco este lugar." Realmente no lo hacía en persona, pero se había informado bastante a través de internet respecto a ese antiguo establecimiento y todo lo que había ocurrido en él. Puras cosas bonitas.
Negándose a pasar un minuto más en aquel escalofriante sitio y sin otra cosa que allí lo retuviera, deslizó hacia la derecha la puerta corrediza y dio su primer paso a los pasillos... un paso que ciertamente lamentó al segundo.
- ¡Ugh—! - en cuanto puso un pie afuera, Adachi fue recibido por un concentrado, penetrante, ácido olor a amoniaco. Sorprendido con la baja guardia, se vio forzado a cubrir su cara con una de sus manos mientras retrocedía una vez más hacia la habitación en la que había despertado, pero el pútrido hedor ya bailaba hasta en las papilas de su ahora asqueada lengua. Encorvó ligeramente su espalda hacia adelante atento a algún reflejo del vómito y esperó, pero no fue capaz de devolver. Recuperando la compostura, su mirada se desvió recelosa hacia la puerta abierta por la cual ya el olor se filtraba allí adentro.
Pero no podía encerrarse para siempre por algo tan estúpido. Haciendo uso de sus dos manos desabotonó su saco con rapidez y jaló una de sus mangas hasta poder sostenerla entre sus dedos. Acercó su brazo a su rostro y, cuidando de no golpear sus anteojos (el marco aún tenía trozos de vidrio colgando y no quería cortarse, gracias), cubrió sus fosas nasales y boca con la flexura del codo. Guardando una buena cantidad de aire "puro" —más puro que el de los corredores, seguro— en sus pulmones, volvió a atravesar el umbral de la salida con su improvisada y precaria 'máscara anti-gases'.
Cerró por inercia la puerta detrás de sí, al voltearse descubriendo una vieja y algo oxidada placa en la pared que a pesar de todo todavía cumplía la función de anunciar el número de su aula: 1-A. Giró su cabeza en ambas direcciones en las que podía ir, considerando cuál de ellas tomar. Ambas tenían escaleras al fondo, pero su decisión era obvia y clara. La escalera hacia el piso de abajo lo llevaría a una salida, hacia la derecha iba a ser.
A medida que avanzaba pisando con cuidado sobre la crujiente e inestable madera el repulsivo olor a amoniaco se tornaba cada vez mas denso, parecía estar acercándose a su origen.
Y entonces lo vio. Marginado en una esquina, un pequeño balde entre dos grandes agujeros en el suelo. Adachi no se detuvo ante éste, sabía muy bien lo que había ahí. Sus únicas intrigas reales eran quién podía ser tan hijo de puta como para orinar en una cubeta, y cuanto tiempo esa sustancia había estado allí metida. Oh, pero qué importaba. Ya estaba al pie de las escaleras.
Bajó casi a los saltos los primeros escalones, pronto liberando su nariz cuando la peste dejó de ser tan fuerte. Viró dispuesto a bajar la segunda ronda y fue un grandísimo milagro que se detuviera a tiempo para no llevarse por delante la improvisada barricada de mesas y sillas apiladas una sobre la otra que bloqueaba el camino.
- ¿Qué es ésto...? - se preguntó frustrado, poniéndose en puntas de pie e intentando empujar completamente en vano los bancos superiores para tirarlos abajo. Hiciera lo que hiciera, atacara por donde atacara, no conseguía moverlos ni un sólo centímetro. Dio una fuerte patada a una de las mesas en la base al momento de rendirse, aceptando a medias la idea de volver a ese hediondo piso y probar suerte con la otra escalera, cuando escuchó movimiento del otro lado de la barrera. Se acercó una vez más de forma cautelosa y espió por entre las patas de una silla. La falta de luz hacía mucho más difíciles las cosas, pero estaba seguro de que reconocía la figura que del otro lado se movía. Su altura y atuendo lo delataban. Adachi ignoraba por completo el alivio que le provocaba haberlo encontrado, su llamado sonando más como una súplica que como una demanda de atención.
- ¿...Haru...ichi?
Última edición por Cutethulhu el Miér Feb 12, 2014 5:45 pm, editado 1 vez
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
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▷▸Salón de Clases→ Satán is here◂◁
DIMENSION A ▸ PISO 2 ▸ SALÓN “3-A”
{ Con: Marceline y otros → Con: Kai Hyata }
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▷▸Salón de Clases→ Satán is here◂◁
DIMENSION A ▸ PISO 2 ▸ SALÓN “3-A”
{ Con: Marceline y otros → Con: Kai Hyata }
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Escuchaste mucho más relajado que antes, cómo los truenos se hacían sentir cada vez más frecuentemente, junto a la misma lluvia, que parecía sacada de película de terror. La verdad agradecías que todo eso terminara: Por fin podías irte al hospedaje y ser una persona normal de nuevo.
Soltaste el brazo de Marceline y le sonreíste de lado en un intento de demostrar que ya no tenías miedo, lo que en parte era real, después de todo no habían contado historias de fantasmas o algo igual de malditamente horrible, y además de las espantosas caras de tus compañeros nada terrorífico pasó: Podrías sobrevivir a eso.
Arreglaste tu chaqueta, dispuesto a largarte, quizás incluso llevarías a Marceline hasta su casa y podrían tocar un rato, pero incluso cuando tu plan parecía perfecto, algo falló. Un fuerte estruendo proveniente de…¿Abajo? , te hizo levantar la cabeza alerta, agudizando el oído para escuchar con más atención, pero no fue necesario: inmediatamente inició algo que te gustaría llamar tú pequeña y jodida pesadilla personal.
Miraste a la bajista mientras te tomaba de la camisa, deseando poder abrazarla, pero entre el movimiento continuo de los pupitres, sumado al horrible sonido de los focos del techo estallando y la confusión del momento, te era imposible actuar: Estabas helado. Tragaste saliva, cayendo al suelo de rodillas, intentando aferrarte con desesperación de un silla o algo, pero fallando con torpeza y en su lugar quedando a la intemperie. Te sentía palidecer… era tan irreal, los gritos, ver a Marceline esquivar una luz caída del techo, el movimiento… algo que jamás habías experimentado…y simplemente no sabías que hacer.
Te petrificaste pensando en cómo quedarías aplastado por los escombros, sobreviviendo, pero teniendo que vivir atrapado, encerrado bajo los cimientos hasta morir de hambre.
Claustrofobia, ¿No? Eso había dicho el psicólogo años atrás.
Ha, ha, ha.
Ha, ha, ha.
Respiraste con dificultad hasta que todo acabó, intentando acercarte hasta Marceline desesperado por abrazarla, pero nuevamente te veías limitado a simplemente observar cómo la situación se iba a la mierda. Ahora sí que morirían aplastados, estaba claro.
. . .
Frunciste el ceño mientras intentabas despertar… ¿Acaso estabas en tu casa?...No, era poco probable, y solo sabías que esos putos dolores de músculo no podrían ser nada bueno. Acariciaste el suelo intentando reconocer algo pues tus párpados se encontraban demasiado pesados como para poder abrirlos de inmediato: Te sentía ridículamente cansado, cómo si un camión hubiese pasado sobre ti. Dolía tu cabeza, tus músculos, incluso escuchabas un molesto y desesperante pitido..
¿Qué había sucedido?
Abriste los ojos con lentitud mientras te acomodabas para sentarte en el suelo, maldiciendo en voz baja por las molestias que sentías a lo largo de tu cuerpo…joder ¿Qué demonios era eso?...¿Qué…qué ocurrió? Frotaste tus ojos con la diestra antes de poder identificar completamente el escenario y retroceder asustado, hasta chocar con un pupitre ¿Dónde mierda estabas?… Parecía una institución, y aunque a la que asistías era sumamente horrible, no se comparaba con el lugar dónde estabas encerrado en esos momentos…lleno de polvo, completamente desastrado…— Joder, qué asco de lugar —
Miraste a los alrededores buscando una ventana, sintiendo la necesidad de respirar aire puro, pero el movimiento cercano y una voz femenina captaron tu atención… ¿Quién demonios era esa? Levantaste una ceja sin entender bien que decía, suponías que por motivos de shock se te hacía más difícil entender lo que hablaba…pero…Había mencionado tu nombre, y estabas casi seguro de haberla visto en clases…¿Acaso ella estaba en el ritual?...
Bajaste la mirada hasta el gran…¿acantilado? que había en medio de la sala …ella… estaba atrapada... Frunciste el ceño con frustración, concentrándote solo en la chica del otro lado, pero rápidamente perdiendo interés y buscando por la sala si estaban Marceline o Michelle por ahí…Nada.Demonios ¿Dónde estaban? Eso quizás era el sótano del colegio, o alguna mierda por el estilo…quizás…quizás nada. No tenías idea y estabas asustándote.
Te levantaste y sintiéndote un poco histérico, te acercaste hasta las ventanas que daban hacia afuera, pasando casi por el borde de donde las tablas estaban flojas, sin tomarle importancia, tú solo necesitabas aire.
Sonreíste nervioso al notar cómo la mierda no aflojaba, no se podían abrir…¿Sería sólo que la estúpida ventana no funciona? Maldijiste en voz baja repetidamente, sintiéndote un poco asfixiado. Caminaste a paso rápido hasta la puerta, queriendo salir pero mierda ¿Cómo dejar a esa mujer sola? Nunca habías hablado con ella, quizás no era tan asquerosa como el resto…y de todas formas era tú única compañía.
Pasaste una mano por tu cabello pensando en un montón de cosas, sintiéndote confundido, mierda, tenías miedo, no sabías que pasaba…pero a pesar de todo ayudarías a la tía del otro lado…si después lo mencionaba podrías negarlo: Nadie le iba a creer de todas formas. Retrocediste hasta quedar frente a ella, sin deseos de entablar una conversación, pero buscando por ahí algo que sirviera como puente.
Porque debían haber tablas sueltas o algo.
Caminaste por la sala a paso lento, sintiéndote petrificado por dentro y con unos deseos de correr hasta las ventanas y arrojar algo para romperlas, realmente te sentías encerrado, dónde mierda estaban…y por qué estaban ahí. Confusión, y estupefacción era lo único que podías estar seguro de sentir.
Eso no estaba pasando. Un sueño o algo.
Miraste entre los pupitres a ver si había algo para usar de tablón pirata, encontrando entre dos de ellos, una larga y maltratada tabla que vale, era lo suficientemente grande como para que una anoréxica pasara por ella, y según veías las tía del otro lado no era una vaca obesa…podría servir.
Tomaste la tabla y te acercaste nuevamente al agujero del suelo, mirando hasta abajo y tragando saliva. Dejaste el trozo de madera ahí, aún sin entender que sucedía…Además no podías recordar el nombre de esa fémina, seguro tenía uno, al igual que el resto de la clase, pero no era tu fuerte recordar los nombres de desconocidos.
…Por otro lado necesitabas los lentes.
Los putos lentes.
Buscaste en el bolsillo de la chaqueta donde solían estar cuando había gente odiosa cerca, y los apretaste confiado al sentirlos ahí. Bien, luego los usarías.
Levantaste la mirada y frunciste el ceño, mirando a la mujer…¿Por qué no cruzaba y ya? Realmente te querías ir de ese lugar—What are y...¿Qué esperas? —Preguntaste gruñendo, usando un tono más bien…agresivo. No..no era tu idea.. no querías ser malo con la única compañía que tenías pero mierda, solamente estabas asustado, sólo eso…
O F F : Perdón por tardar, perdón porque es muy largo y perdón porque es muy mierda .
ps. Me dio paja poner la ficha (^:
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
Y entonces... entonces ¿Qué? ya habían hecho el ritual y aparte de la cálida sonrisa que adachi había dedicado no había parecido ocurrir nada mas PERO ESPERA puede que la feliz reacción del pelinegro fuese de lo que hablaba el ritual, oh dios, estabas que saltabas de alegría ¿esto seria el comienzo de una aun mas interesante y reciproca amistad entre ambos? ¡Puede que hasta logres convencerlo de jugar alguna partida amistosa contigo y tus colegas!
En ese momento te disponías a tomar la pizza que habías guardado para tu amigonerd y... y... y...
En ese momento te disponías a tomar la pizza que habías guardado para tu amigo
¿eh?
¿Eh?
¿Eh?
A pesar de encontrarte consciente sentías sobre tu cuerpo el peso de un entrenamiento duro de baloncesto, de aquellos que te hacían cuando eras un recién llegado y debían probar tu resistencia dentro en el juego; ademas no eras capaz de abrir los ojos, te costo un rato poder abrirlos y así mismo lograr sentarte a la vez que tomabas grandes bocanadas de aire tratando de recuperar un poco la condición. Te sentías increíblemente... mal, llevaste ambas manos a tu rostro y empezaste a frotarlo buscando de alguna forma sacarte los males haciendo eso.
Estabas intentando recordar lo que había sucedido... se te hacia difícil pensar mas de lo usual por algo que parecía ser un ataque de jaqueca que por lo pronto parecía disiparse un poco a la vez que te movías, aun no podías ver nada a tu alrededor porque las luces seguían apagadas pero en menos de un santiamén tu vista se acostumbraría a la oscuridad y buscarías a los demás.
- Los... demás... - Empezabas a recordar... oh si... el desastroso y repentino terremoto, todo a tu alrededor colapsando a la vez que los gritos de tus compañeros eran ahogados por el ruido de los escombros de todo destruyéndose sin ningún tipo de piedad, tu corazón se acelero debido a la gravedad de tus recuerdos y sentías que pronto se te saldría por la boca de los nervios que traías encima... entonces... entonces ¿habías sobrevivido al terremoto? parecías estar completamente a salvo... ¡sospechaste que posiblemente esa sensación de pesadez se debiese a un mal golpe que te diste! vaya... ademas crees recordar haberte caído...
Pero seria mejor tratar de reconocer la situación a tu alrededor, ya tus ojos se habían acostumbrado un poco a la oscuridad.
Aun sentado te dedicaste a jugar a "adivina que tienes enfrente" y mas que nada gracias a que tus manos se encargaron de palparlas te diste cuenta de que ahora te encontrabas junto a unas escaleras - Pero si yo no estaba cerca de unas escaleras... - ¿Acaso habías olvidado otro detalle importante? ¿Alguien te trajo ahí luego de que sucedió lo del terremoto? Te sentías bastante avergonzado, mas que nada porque eras de los mejores deportistas y fuiste de los primeros en caer... ugh...
- Por todo lo que es bueno... m-mis amigos... - Toyotomi, Tatsuya, Sakura, Adachi, James, Mirai, Saneatsu... hasta Yamaoka... ¿que ha sido de ellos? - hghhg... - Tenias que encontrarlos y asegurarte de que se encontraban bien, no solo ellos ¡cualquiera de los chicos de tu salón puede necesitar ayuda y tu estabas desmayado como tonto en el suelo! Revisaste tu bolsillo sacando del mismo tu celular y... ow... no tenias nada de señal, pero bueno... al menos te servia para iluminar un poco...
Pudiste notar que no muy lejos de donde te encontrabas había una velilla ¡posiblemente se trataba de la misma que habían colocado en el salón! sin dudarlo un segundo te hiciste con ella - Un golpe de suerte, me pregunto quien tendrá las cerillas... - En ese instante casi la dejas caer al suelo el sonido de un golpe fuerte te tomo por sorpresa, el mismo provenía del segundo piso... no parecía seguro subir escaleras pero ¡oye, puede que alguien necesitase ayuda y solo tu estabas ahí para ayudar! Con la vela en mano y tu celular alumbrando un poco subiste cuidadosamente los escalones pisando y quebrando sin querer algo que... sonó exactamente igual a cuando rompes los huesos del pollo... podría tratarse de cualquier cosa, mejor apurarse.
- ¿Hola? ¿Necesitas ayuda? - Pero vaya sorpresa te llevaste al ver una gran barrera hecha de... sillas y mesas ¿Como pudieron colocar esto aquí...? Comenzaste a creer que ese golpeteo provino de una silla que pudo haber caído y posiblemente estés frente a frente de lo que pronto seria una avalancha de muebles escolares...
- ¿...Haru...ichi? -
Sentiste que tu corazón daba un vuelco, aquella voz... aquella voz no podía ser de otra persona... - ¡¡ADACHI!! - Desafiando al peligroso destino de morir aplastado por sillas y mesas te apegaste a la gran barricada - Adachi ¡¿Estas bien?! Es un alivio encontrarte... ¿Que es todo esto? ¡¿Que sucedió luego del terremoto?! ¿Y-Y los demás? - Se te notaba la preocupación en la voz, aunque también la gran confusión que te cruzaba por la mente - Adachi... ¿estas... estas herido?! - La impresión de escuchar una voz conocida no te hizo reflexionar sobre el tono de suplica que uso contigo. Guardaste tu celular y la vela en tus bolsillos (esta ultima sobresaliendo mucho del mismo, posiblemente si no andabas con cuidado acabaría cayéndose.) para así con tus manos libres poder forcejear buscando una forma de separar alguna mesa o silla y destruir la barricada... - ¡¡Paciencia Adachi!! Ya veras que en un santiamén habré quitado esto de aquí... solo... aguarda... en... pocos segundos... uuhghh... - Era mas facil decirlo que hacerlo, presentabas dificultades para siquiera mover algún escritorio y los pocos que lograbas "desbloquear" chocaban mucho con los ademas elementos de la pared de material escolar... aun así no ibas a cesar... no a menos que alguien mas te dijese que de hecho era casi imposible sacarlas todas.
Deberías haber mirando mejor al suelo Haruichi... los huesos esparcidos por las escaleras te habrían alarmado de forma insana; aunque siempre era bueno mantenerse en la ignorancia...
Estabas intentando recordar lo que había sucedido... se te hacia difícil pensar
- Los... demás... - Empezabas a recordar... oh si... el desastroso y repentino terremoto, todo a tu alrededor colapsando a la vez que los gritos de tus compañeros eran ahogados por el ruido de los escombros de todo destruyéndose sin ningún tipo de piedad, tu corazón se acelero debido a la gravedad de tus recuerdos y sentías que pronto se te saldría por la boca de los nervios que traías encima... entonces... entonces ¿habías sobrevivido al terremoto? parecías estar completamente a salvo... ¡sospechaste que posiblemente esa sensación de pesadez se debiese a un mal golpe que te diste! vaya... ademas crees recordar haberte caído...
Pero seria mejor tratar de reconocer la situación a tu alrededor, ya tus ojos se habían acostumbrado un poco a la oscuridad.
Aun sentado te dedicaste a jugar a "adivina que tienes enfrente" y mas que nada gracias a que tus manos se encargaron de palparlas te diste cuenta de que ahora te encontrabas junto a unas escaleras - Pero si yo no estaba cerca de unas escaleras... - ¿Acaso habías olvidado otro detalle importante? ¿Alguien te trajo ahí luego de que sucedió lo del terremoto? Te sentías bastante avergonzado, mas que nada porque eras de los mejores deportistas y fuiste de los primeros en caer... ugh...
- Por todo lo que es bueno... m-mis amigos... - Toyotomi, Tatsuya, Sakura, Adachi, James, Mirai, Saneatsu... hasta Yamaoka... ¿que ha sido de ellos? - hghhg... - Tenias que encontrarlos y asegurarte de que se encontraban bien, no solo ellos ¡cualquiera de los chicos de tu salón puede necesitar ayuda y tu estabas desmayado como tonto en el suelo! Revisaste tu bolsillo sacando del mismo tu celular y... ow... no tenias nada de señal, pero bueno... al menos te servia para iluminar un poco...
Pudiste notar que no muy lejos de donde te encontrabas había una velilla ¡posiblemente se trataba de la misma que habían colocado en el salón! sin dudarlo un segundo te hiciste con ella - Un golpe de suerte, me pregunto quien tendrá las cerillas... - En ese instante casi la dejas caer al suelo el sonido de un golpe fuerte te tomo por sorpresa, el mismo provenía del segundo piso... no parecía seguro subir escaleras pero ¡oye, puede que alguien necesitase ayuda y solo tu estabas ahí para ayudar! Con la vela en mano y tu celular alumbrando un poco subiste cuidadosamente los escalones pisando y quebrando sin querer algo que... sonó exactamente igual a cuando rompes los huesos del pollo... podría tratarse de cualquier cosa, mejor apurarse.
- ¿Hola? ¿Necesitas ayuda? - Pero vaya sorpresa te llevaste al ver una gran barrera hecha de... sillas y mesas ¿Como pudieron colocar esto aquí...? Comenzaste a creer que ese golpeteo provino de una silla que pudo haber caído y posiblemente estés frente a frente de lo que pronto seria una avalancha de muebles escolares...
- ¿...Haru...ichi? -
Sentiste que tu corazón daba un vuelco, aquella voz... aquella voz no podía ser de otra persona... - ¡¡ADACHI!! - Desafiando al peligroso destino de morir aplastado por sillas y mesas te apegaste a la gran barricada - Adachi ¡¿Estas bien?! Es un alivio encontrarte... ¿Que es todo esto? ¡¿Que sucedió luego del terremoto?! ¿Y-Y los demás? - Se te notaba la preocupación en la voz, aunque también la gran confusión que te cruzaba por la mente - Adachi... ¿estas... estas herido?! - La impresión de escuchar una voz conocida no te hizo reflexionar sobre el tono de suplica que uso contigo. Guardaste tu celular y la vela en tus bolsillos (esta ultima sobresaliendo mucho del mismo, posiblemente si no andabas con cuidado acabaría cayéndose.) para así con tus manos libres poder forcejear buscando una forma de separar alguna mesa o silla y destruir la barricada... - ¡¡Paciencia Adachi!! Ya veras que en un santiamén habré quitado esto de aquí... solo... aguarda... en... pocos segundos... uuhghh... - Era mas facil decirlo que hacerlo, presentabas dificultades para siquiera mover algún escritorio y los pocos que lograbas "desbloquear" chocaban mucho con los ademas elementos de la pared de material escolar... aun así no ibas a cesar... no a menos que alguien mas te dijese que de hecho era casi imposible sacarlas todas.
Deberías haber mirando mejor al suelo Haruichi... los huesos esparcidos por las escaleras te habrían alarmado de forma insana; aunque siempre era bueno mantenerse en la ignorancia...
Última edición por Mr. Galaxy el Miér Feb 19, 2014 4:53 pm, editado 1 vez
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
- Spoiler:
Nombre:
Kai Hyata
Sexo//Orientación Sexual:
Femenino//Heterosexual
Edad:
16 años
Personalidad:Descuidada y distraída, Kai es una chica que necesita que le recuerden ciertas cosas tan simples como peinarse e incluso comer ya que ella no llevará a cabo estas tareas hasta que llegue a su límite. Tiene una imaginación demasiado hiperactiva, con algunos temas suele ser muy ingenua, si le dices que viste a un alienígena casándose con un fantasma es muy probable que se lo crea pero también en posible que no puedas convencerla de que un día tiene 24 horas. Por lo general siempre anda con la mirada ausente y una expresión seria en el rostro pero en realidad es alguien alegre y amable aunque un poco rara con la cual puedes hablar de cualquier tema siempre y cuando no se distraiga y termine marchándose. Es muy difícil hacerla enojar o verle nerviosa, podría decirse que solo tiene dos expresiones: tranquila la mayor parte del tiempo y alegre cuando habla con amigos.Descripción física:Pequeña y menuda con una larga cabellera castaña que siempre lleva suelta y llega hasta el final de su espalda. Sus ojos son de un raro color lila heredados de su abuela y su vestimenta podría decirse que es bastante anticuada ya que suele ponerse vestidos esponjosos y con encajes.http://www.zerochan.net/1067356
http://www.zerochan.net/849974
http://www.zerochan.net/723657
Historia:La familia de Kai únicamente está compuesta por sus padres y ella, sin embargo cuando era muy pequeña solían vivir también con su abuela hasta el día en que esta murió. Debido a que sus padres trabajaban todo el tiempo y su abuela ya no estaba, Kai tuvo que creer un mundo imaginario donde no se aburría ni se sentía sola, con el paso del tiempo fue creciendo, conoció a varias personas interesantes y dejo todo eso atrás pero no perdió su ilimitada imaginación.Gustos/Disgustos:
+Cosas paranormales
+Animales
+Estrellas o cualquier cosa que esté relacionada con el cielo
+Ruidos (música, voces, etc)
-Gente con mente cerrada
-Que intenten presionarla
-Burlas a sus amigos
-Traición
Miedos/Fobias:
Su mayor miedo es el sentirse sola otra vez y sufre de Entomofobia
Extras:
-Su mejor amigo es Kai Tatsuya a quien se acercó al enterarse que tenían el mismo nombre, su relación es bastante extraña pero en el fondo lo aprecia mucho.
-En sus ratos libres suele espiar a Adachi Niiya pues tiene algunas teorías sobre el (?)
-Disfruta mucho de hablar con Sakura Ichida pues piensa que su ideas son muy interesantes.
Color de roleo: #f531a7
[Salón desconocido - Pasillo]
-Con James-
Por un segundo creí que el chico se atrevería a dejarme ahí pero para mi buena suerte terminó colocando una tabla que fácilmente serviría de puente para cruzar al lado "seguro". Parecía bastante simple dar unos cuantos pasos pero una cosa era pensarlo y otra hacerlo, tragué saliva mientras observaba el agujero ¿qué tan profundo sería? ¿hacia donde llevaría? Reaccioné ante las palabras de James que en un inicio no pude entender.
-Lo siento, es solo que estoy algo asustada-me justifiqué.
Respiré profundamente y traté de imaginarme que estaba en algún tipo de videojuego, segundos después ya me encontraba del otro lado, mi miedo había disminuido en gran medida e incluso ahora me sentía algo emocionada.
-¿Deberíamos ir a explorar?-solté en voz alta aunque en realidad ya había decidido que saldría de este lugar.
Sin embargo apenas abrí la puerta me topé con la desagradable sorpresa de que todo el pasillo estaba prácticamente destruido, no quería ni imaginarme que hubiera sucedido si se me ocurría salir corriendo del salón. Con mucho cuidado caminé por el pequeño pedazo de suelo para después ir avanzando, algunas zonas no estaban tan dañadas pero no quería arriesgarme. Esperé un momento para ver que es lo que James haría y luego seguí con mi camino.
-¡KAI! ¡¿Estás por aquí?!-grité al pie de unas escaleras.
La idea de subir no me atraía demasiado y al no obtener respuesta la deseché del todo, ¿como habíamos aparecido en este tenebroso lugar? Decidí alejar esta pregunta de mi cabeza, si volvía a pensar en ello terminaría llorando del miedo.
-También deberías llamar a tus amigos, tal vez ellos no estén lejos-le sugerí a James cuando logré regresar a mi idea de que esto solo era como un juego.
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Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
Sus manos se tensaron sobre las patas de la silla que sostenía y por debajo de la cual espiaba hacia el otro lado de la barricada cuando Haruichi se abalanzó violentamente contra la misma. El impulso de su amigo lo obligó a cerrar con fuerza las pestañas como reflejo al temor a que una avalancha de muebles de escuela lo enterrara vivo, pero para sopresa de ambos la montaña de mesas no cedió ni un poco. Apenas la parte superior tembló ante el impacto, pero el resto de la barricada se comportó como si estuviera hecha de roca sólida. El pelinegro despacio abrió sus ojos de vuelta inundado por la inquietud que haber sentido la absurda resistencia de esa cosa le hubo provocado. Simples mesas y sillas no podían ser tan firmes.
Mas no tuvo tiempo de pensar con seriedad en el asunto, las preguntas de Haruichi cayeron como una lluvia de balas en su dirección y dispersaron cualquier idea que se le vino a la mente en un solo instante. Eran tantas y todas al mismo tiempo, el muchacho en su uniforme se vio obligado a interrumpirlo en la primera pausa antes de que volviera a la carga.
- ¡Haru, Haru! ¡Cálmate, mierda! - le reprimió en un demandante susurro. Desde que despertó estaba tratando de reprimir su ansiedad, y lo que menos necesitaba en ese momento era la desesperación de Miss Simpatía -. Estoy bien, estoy bien...
Pero qué sorpresa, Sonoda parecía negado a escuchar razón. Adachi dio un paso atrás para permitirle forcejear con los bancos y escritorios todo lo que quisiera, no era tan grande o alto como él y por ende era inútil intentar contribuir en esa situación. No importaba cuánto empeño Haru pusiera en la tarea, ese muro no parecía estar cerca de caerse abajo.
- Oye, basta, no vas a...—
se acercó de nuevo a él llamándolo al pasar varios minutos, le resultaba enfermizo todo aquel esfuerzo gastado en vano. Éste era uno de los pocos casos en el que prefería la compañía a estar solo, pero nada que pudieran hacer iba a derribar aquella maldita defensa.
Pero un microsegundo de desviar la mirada al suelo hizo que sus ojos, al igual que el resto de su cuerpo, se congelaran en el lugar y el aire escapara de él en en un alarmado soplido antes de que pudiera terminar su frase. Bajo los inquietos pies del joven al otro lado crujían pequeñas sombras inquietantes que no tardó en reconocer, tanto por su forma a la escasa luz como por el desagradable sonido que emitían.
Su expresión —una mezcla disgustante de asco y pánico— no tardó en captar la atención del castaño conforme iba ensanchándose a la par que Adachi descubría más y más cosas en la infernal escalera.
¿Y cómo no iba a reaccionar así? Haruichi estaba rodeado de esqueletos.
OFF: Aayy es el post más feo del mundo
Última edición por Cutethulhu el Miér Feb 12, 2014 5:47 pm, editado 1 vez
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
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▲▲▲
▷▸3-A→Escaleras→ Abismo del pasillo frente al salón 3-A◂◁
DIMENSION A ▸ PISO 2
{Con: Kai Hyata, la Ito Rosa y el dude que está con ella (? }
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▷▸3-A→Escaleras→ Abismo del pasillo frente al salón 3-A◂◁
DIMENSION A ▸ PISO 2
{Con: Kai Hyata, la Ito Rosa y el dude que está con ella (? }
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Escuchaste sus palabras sintiendo un nudo en la garganta…era obvio que estaría asustada. Y probablemente preferiría estar con uno de sus amigos. Pero… ¿Y qué? Después de todo tú también deseabas estar con otras personas…pero aun así no se justificaba que fueras grosero con ella…
Bah.
Rodaste los ojos mientras pasaba la tabla, te sentías un poco nervioso por si es que resbalaba o algo…pero por otro lado te cabreaba que, por algún motivo estuviese dispuesta a tomarse todo el tiempo del mundo en eso. Esperaste atento a que cruzara, relajándote un poco al tenerla del lado correcto del salón, no que te preocupara claro. Simplemente significaba que por fin podías ir a tomar aire al pasillo y buscar una salida. Necesitabas irte de ese lugar.
Saliste del salón tras ella, mirando la placa y rebuscando tu móvil en el bolsillo contrario al de los lentes. Vaya…aún estaba ahí. Al menos los rateros que habían hecho eso no lo habían robado como al parecer, habían hecho con tu saxofón. Maldita sea, siquiera lo habías notado hasta el momento. Miraste la pantalla del celular y abriste una nota, escribiendo “Salón 3-A”en en ella…Simplemente para saber dónde habían despertado. Una vez listo, dejaste el inútil aparato sin señal en el mismo bolsillo de antes, para caminar tras la chica y sentirte pálido al ver cómo los pasillos también estaban destrozados.
Olía terrible, estaba todo desordenado y en general, era un asco de lugar…Y eso solo contribuía a tu desesperación interna.
Observaste el lugar de reojo con desconfianza, dando grandes pasos y siguiendo a la tía casi por inercia hasta llegar a unas escaleras lo bastante oscuras como para querer dejarlas de inmediato. Cerraste los ojos con fuerza al escuchar cómo gritaba, casi cabreándote porque vale, odiabas los sonidos así, pero simplemente lo dejaste pasar tras escuchar su idea…podría servir ¿No? Además, era evidente que la mujer no era tan estúpida como el resto de la clase. Y al parecer se preocupaba.
—¡¿Marceline?! ¡¿Michelle?!.. —Preguntaste gritando, tentado a llamar por el chico arroz porque quizá ese infeliz andaba con Marceline o algo, pero lo evitaste. Básicamente porque el silencio te hizo sentir bastante estúpido como para continuar.
Miraste a la mujer levantando una ceja, para luego simplemente caminar de vuelta por el pasillo cada vez con más deseos de largarte —Deberíamos buscar una salida sabes. —Le comentaste esta vez en un tono más neutral, pero sintiendo nuevamente el deseo de romper una ventana y tener aire fresco…el lugar simplemente olía como si hubiesen matado a alguien.
Caminaste a paso silencioso hasta mirar al pasillo donde estaba el salón 3-A del que habían salido, y ver, al otro lado del enorme abismo, una cabellera rosa…Oh No. La miraste con una sonrisa por lo estúpida que se veía haciendo…¿Qué demonios hacía? A saber. Pero luego de esos pensamientos no pudiste evitar sentirte algo más alegre: Habían encontrado a alguien…incluso cuando ese alguien era la última persona que querrías ver. Joder seguro se ponía a chillar de nuevo y…joder.
Estabas a punto de retractarte frente al asunto, cuando viste a otro individuo acercarse hasta la perra rosa. Bien, ahora si estabas convencido: Incluso cuando se te era insoportable, lo mejor sería caminar hasta ellos, después de todo podían tener información de dónde demonios se encontraban y quizás habían visto a Marceline o Michelle…hasta podían saber sobre una salida. O quizás sólo eran unos mensos perdidos y estabas dándoles demasiado crédito.
Miraste a tu compañera de expedición y la tomaste del brazo, sin tener mayor cuidado, simplemente para llegar más rápido hasta el extremo del abismo porque te sentías un poco histérico y cualquier acción que tardara más de lo necesario te jodia —What the fuck is she doing in the fl…—Murmuraste, sacudiendo la cabeza y quedando de frente a dónde estaban los teñidos de la clase —¿Saben qué es este lugar?—Tenías un tono exigente, quizás…solo una forma más de camuflar tu miedo…Realmente no querías sacar conclusiones apresuradas, no querías pensar que podían estar atrapados, o que ese olor a descomposición era en efecto por…No.
Sentiste un escalofrío recorrer tu espalda y tragaste saliva…Sólo preguntarías por lo que realmente importaba y luego buscarías una salida—¿Han visto a Marceline o Michelle?—Interrogaste, dejando salir un deje de preocupación en tu voz pero cruzándote de brazos como si no importara.
O F F : Odio a Shirly.
alguien más siente que sus post son cada vez peores (? dude srly wtf no logro escribir ):<
Última edición por Zorra el Dom Feb 16, 2014 2:42 pm, editado 1 vez
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
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<< Heavenly Host Elementary School > Piso 2 > Salón 3-A >>
DIMENCIÓN C
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Poco a poco, la ruidosa tormenta fue ocupada por un feroz terremoto que agito el lugar ferozmente, lo único que fui capaz de recordar fue como el suelo fue partiéndose cediendo a la magnitud del movimiento de tierra, los vidrios romperse tras las sacudidas, los pupitres caer al suelo producto de los desniveles y de los mismas estremecidas, la densa oscuridad que embargo el entorno... Era imposible mantenerse de pie, caí al suelo con leves lagrimas en los ojos hasta que todo se puso borroso y oscuro…<< Heavenly Host Elementary School > Piso 2 > Salón 3-A >>
DIMENCIÓN C
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Abrí lentamente mis ojos, con dolores en cada extremidad de mi cuerpo; me costó levantarme del suelo lleno de partículas y trozos de madera. Mi respiración poco a poco comenzó a ser frenética al darme cuenta que no había ni un ser a mi alrededor y, para peor, la luz era muy escasa, casi no podía definir nada en mi entorno
- Chicos… - susurre antes de sucumbir ante los nervios - ¡Chicos! – las lagrimas se adueñaron de mis ojos cuando mis oídos no percibieron ninguna respuesta - ¿Hay alguien…? – Me levante apenas con el dolor de piernas que se aprovechaba de la situación convirtiendo mis movimientos de manera pausada. No tarde en darme cuenta que el lugar en donde estaba parada no era igual al Instituto, incluso, lucia mucho más viejo y siniestro.
Sujete fuertemente mi bufanda y, temerosa, comencé a avanzar algunos cortos pasos hacia la ventana… para mi sorpresa, no se podía definir muy bien el entorno. Mi respiración nuevamente se tornaba más y más frenética al descubrir el paso bloqueado a lo que podría ser un segundo piso… no pude evitarlo, comencé a llorar llamando a los únicos que mi mente podía recordar en esos momentos
- ¡Haruichi! ¡Kai…! Hyata… - regrese rápidamente a mi posición inicial, tenía que relajarme ¡Tenía que mantener el control! – Sakura, relájate, relájate, quizás sigues inconsciente… - no era probable ¿Se sentía tan real un sueño?
Mire una vez más mi entorno, se parecía a un lugar que conocía… o había leído sobre el ¿Cuál era? ¿Cómo se llamaba? Cubrí mis ojos, respire hondo y deje escapar entre mi aliento al menos una pizca de los nervios apoderados de mí. Deje visiblemente mi vista posicionando mis manos en el piso… en el muy sucio piso. De golpe me levante y limpie mis prendas con las palmas de mis manos lo más rápido posible. Aun victima de los nervios, traté de tranquilizarme a mi misma en vanos intentos por no parecer una demente que necesitaría ayuda urgente
- No vale nada quedarse llorando en un rincón, no sirve de nada un ataque de pánico causados por tus nervios Sakura, tienes que… tienes que reconocer tu entorno, tu entorno – a mis pies ya no se localizaba ni bolso y ni rastros de lo que antes eran… mis cosas ¿Cómo rayos ahora iba poder entrar a mi casa?.
Metí mis manos en el abrigo que traía puesto en un intento de encontrar algo que pude depositar antes del incidente. A canto de victoria, tenía mi block de notas, un lápiz grafito y la bolsa con las golosinas. Al sentir la textura del papel del block de notas recobré automáticamente el recuerdo del ritual que Mirai nos había incitado a realizar.
Era obvio… ¿Podría ser? Rebusque rápidamente entre las hojas el pedazo de la muñeca de papel, seguía en su sitio pero tan solo con verlo… ahora, me daba miedo. Guarde todo en su sitio dentro de los bolsillos de mi abrigo; las manos resguardadas adentro también.
Con un aire de confianza por encontrar a mis amigos fue el impulso suficiente para adentrarse entre los pasillos peligrosos por las grietas que lo agujeraban. El olor del ambiente era húmedo y pesado, podrido podría incluso añadir… Evadiendo a toda costa los bordes de la madera agrietada conseguí llegar a un salón marcado como el “3-A”
Con sumo cuidado de no caer al vació, cubrí mi mano con la ayuda de la manga del abrigo, de esta manera, podría abrir la puerta sin necesidad de ensuciar mis manos de más. Una vez abierta susurre temerosamente el nombre de quienes conocía en espera de alguna respuesta de alivio en no seguir sola vagando por los pasillos de un sector desconocido… ¡Cielos! Como odiaba quedarme sola…
.......
Off-Rol: ASDASD ¡Regrese! Y siento como si no hubiera roleado hace años, aunque fueran solo ¿Unos meses... verdad?
Ni modo, mi padre esta muchísimo mejor así que ya no tendré ese miedo de dejarlos <33
¡Que comience la fiesta de los muertos (?)! Ade-chan, aleja las manos frías de Sakura, ella vivirá hasta que... meta la pata y muera solita :C (??)
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Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
- kikuri[font=Arial, sans-serif]♥[/font]:
- Nombre: kikuri Itō
Sexo//Orientación Sexual: femenino // hetero
Edad: 15
Personalidad:
Kikuri, nombre de por si extraño. La pregunta es: ¿que no se podría esperar de ella?. ¿Es feliz? en la medida de lo posible, sin temor a decir lo que “piensa y cree”, en cualquier momento. No teme revelarse e incluso llegar a los puños si esta de animos (?)
Siempre cuando abre su bocota es para mandar indirectas o ser totalmente malvada: “soy como el diablito dentro de tu cabeza que te dice que hagas cosas malas” suele decir para justificar su existencia.
No tiene ningún respeto por la privacidad de los demás y le encanta meter sus narices en las vidas de otros.
Como cosa rara, Es una persona muy linda y sociable. Siempre se la puede encontrar escondida, escuchando conversaciones de desconocidos, o en los arboles colgando de sus piernas. Es una cajita de sorpresas que jamás quisieras abrir porque te explotaría en la cara.
Descripción física:
Se podría decir que es alta, con 1.70m
Es delgada pero con un toque atlético que le da altives al caminar. Como todos los miembros de su familia, tiene una tez blanca palida papel de azúcar (?). su cabello rosáceo y ondulado es su orgullo. Que incluso llega más abajo de su cintura si lo carga suelto. Sus ojos, como los de su hermana, son una raresa mistica, ya que en ella combinan el tono rosa y verde turquesa.
Su ropa siempre resalta, por su gran sentido de la moda. Pues ama combinar su ropa y probar todo tipo de trajes. Algo que nunca falta en su vestuario son “botas”. Puede estar usando un vestido coctelero pero aun asi llevaría las mas hermosas botas nunca vistas.
http://1.bp.blogspot.com/-_T7FLg5Nu4Y/UhnXfQT6CqI/AAAAAAAAFX4/7jiiWIYpRC8/s1600/Amnesia-06-.jpg
http://0-gate.com/wp-content/uploads/2013/01/amnesia-mine.png
https://2img.net/h/i279.photobucket.com/albums/kk126/tenchilove/Anime%202013/amnesiaepisode64_zps70407d68.jpg
Historia:
Quien diria que la alegre y perversa kikuri tendria un pasado tan complicado
"Siempre, desde que tengo uso de razon, pensé que los padres eran seres que te protegerían hasta la muerte... y aunque parte de eso es verdad, el amor no dura mucho.
jamas conocí a mis padres, o por lo menos he intentado olvidarlos.
Se separaron cuando aun era un bebe. ¿que clase de amor VIL dura tan poco para incluso olvidar que una pequeña necesita de una madre y un padre?
quizás este.
Un dia, mis padres viajaron juntos en un avion, ambos tenían el mismo trabajo.
Una tormenta completo mi concepto de "hasta la muerte".
ambos murieron en aquel avión.
Sin familia ¿a donde llevarían a una pequeña sin hogar?
exacto, a un orfanato.
Siempre senti que no encajaba en aquel lugar. todos eran tan amables, y yo como siempre tan ostil. es gracioso recordarlo.
Meses después, como en las películas y sin haberlo pedido tenia una hermana.
mi madre había tenido gemelas y cuando nacimos, nos separaron.
la dulce mizuki, tan linda, tan buena, tan ingenua, tan... ¡tan estresante!
pero lo supe sobrellevar a mi manera.
Pero como algo todavía mas raro en toda esta historia, es que fuimos adoptadas por la misma familia.
somos el Yin y yang, es todo lo que dire"
Gustos/Disgustos:
-lo romántico
-tener que hacer algo como limpieza u ordenar.
+tiene una gran fascinación por las anacondas y pitones.
+postres helados
+ama las cosas afiladas.
+fastidiar a los demás
+poner apodos
+cantar
+ama las peliculas, series, videojuegos y libros de terror, thriller horror, en fin todo lo sangriento y tenebroso.
+ama leer por las noches con la ventana abierta.
Miedos/Fobias:
-las tormentas
-miedo a las armas de fuego.
Extras:
-hermana: Mizuki Itō
-Uno de sus mejores amigos es: Rintaro Nakae.
Quien ya intentó coquetear con ella una vez y le salió demasiado horrible como para volverlo a intentar (?).
-Se podria decir, que lo unicopero asi de exageradamente unico (?)bueno en ella, es su voz. Su canto es precioso y su voz conmovedora. sus canciones favoritas son Lie , Last song y Hello / How are you que canta con una gran prodigiosidad.
color de roleo: #fb85ff
cerca de el salon 3A y frente a un abismo - pasillos - frente a la enfermeria
DIMENSION A - Con: nidai - sola.
Seguia estirando mi brazo al vacio para alcanzar ese papel. Seguramente ese estúpido papel era el culpable de lo que sea que pasara… y por alguna razón aun recordaba eso de “no lo pierdan”.
Detrás de mi, escuche unos pasos.
*¿nidai? ¿Que hace aquí?, Por lo general, ignoro la presencia de medio mundo, asi que de seguro si estaba con nosotros antes*
-¿Itō-san, necesitas ayuda? dijo con tal simpleza, y aunque no quisiera eso me helo por segundos. Voltie mi rostro hacia el, y mi mirada cortante y fría lo acuchillo (bueno, en mi mente)
-jamás- respondi altiva aun intentando alcanzar mi papel hasta que lo consegui ¡eureka!
Me levante del piso y di un saltito para lograr pasar aquel abismo.
—¿Saben qué es este lugar?— Oh! ¿de donde salio ese?. Era el raro amargado amigo de bitchelle. Incluso miraba con desprecio, igual que ella, esos dos se parecian en demasia.
Sin embargo yo habia obtenido mi cometido.
—¿Han visto a Marceline o Michelle?—
-que arrogante pequeño, no te veo en esas de andar con exigencias.- dije por lo bajo con tono burlón, e imitándolo y cruzándome de brazos como el. Esto me sonaba a que todos estábamos aqui, y seguramente temblando de miedo... al igual que yo; no podia negar que me temblaban las piernas cada que escuchaba las tablas de madera rugir bajo mis pies; pero sabia como usar eso en contra de todos. Mi verdadera naturaleza era esa, y no la podia negar.
*este lugar es misterioso y se que algo bueno sacare de esta situación no necesito compañía si quiero averiguar que es este lugar y usarlo a mi favor*
-¡puedo encontrar la verdad sola!- me vanaglorie con ellos, al obtener mi papelito 'ese' del ritual. Les sonreí y
-adiós- les saque la lengua y me fui corriendo entre los pasillos, hasta estar lo bastante lejos para que no me encontrara con la vista.
Gire a la derecha en una intersección y segui largo por unos pasillos desolados y con otros abismos pequeños y negros como el anterior.
-moh ¿por donde andaré?- me queje sonriente. Creo que ya había superado el no estar con nadie.
A lo lejos vislumbre:
*eso es una enfermería?, quizás encuentre un teléfono para llamar a alguien, mizusu, mama, buda o quien sea!*
Al llegar frente a ella empece a forcejearla porque no quería abrirse -ábrete manija! Todo este lugar esta podrido o que?!- di un suspiro y me arrime a la puerta, resbalando lentamente por ella -ufff, me desespera este lugar- mire el piso viejo de madera, necesitaba encontrar una forma de entrar aquí.
Off: volvi! Y encontrare a mizuki!
Off2: ya encontré la enfermería ¿puedo abrir la puerta? ¿Qué hay dentro? Porque tanto misterio con ella :D?
Off3: perdonaras naru, kikuri es algo desquisiada c:
Off4: cucas YA EDITE. Perdon Zorra por lo del post, es que no tengo idea de quien es quien y en que dimensión esta ese quien (?)
Off5: Cuantos Off's ¬¬
Última edición por cary milla el Jue Mar 13, 2014 11:27 pm, editado 1 vez
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Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
Habías atacado al pobre chico con una cantidad incomoda de preguntas ¡pero tus motivos los tenias! luego de semejante desastre encontrar un amigo era siempre el acontecimiento mas importante.
- ¡Haru, Haru! ¡Cálmate, mierda! - Te hiciste un poco para atrás tal cual perro arrepentido de hacer enojar a su dueño, tu solo estabas preocupado... aunque a fin de cuentas pudiste encontrarte un poco mas tranquilo al escuchar que se encontraba bien - ¡Déjame intentarlo de nuevo! Estas mesas no pueden estar tan bien apiladas... ¡¡¡uguhhh!!! - Un nuevo forcejeo que a fin de cuentas solamente sirvió para gastar energías fue dado por tu parte y, como desde el primer intento, la muralla de muebles escolares ni se inmuto.
¿Qué hicieron para lograr semejante firmeza? ¿Pegaron los muebles? ¿Estaban atados? si lugar a duda seria difícil dar con la respuesta y por ahora no intentabas pensar en una explicación lógica, tan solo pensabas en que otro sitio intentar mover para tirar abajo la gran barricada.
Sin saber de que otra pata jalar o que mesa tratar de empujar llevaste la mirada a tu compañero que seguro siendo un poco mas listo tendría la respuesta para este gran problema... - ¿Adach...Adachi...? - Sin comprender lo que sucedía tus ojos trataron de leer la expresión del pelinegro, parecía estar a punto de reprimir un grito de horror... pero algo queun tonto como tu lograste concluir es que el suelo era la respuesta a todo. Así que bien, aun sosteniendo las patas de una silla bajaste la mirada y... qu-qué podrían ser esas cosas blancas...
Por todos los cielos, Haruichi estabas en un cementerio de huesos - ... - sin poder creértelo saltaste buscando alejar tus pies de aquella horrorosa decoración, tal cual mono gigante escalaste un poco aquella muralla siendo este tu único medio de escape ademas de salir rodando escaleras abajo - Eso...eso..es...eso... - Los nervios no te dejaban articular palabra alguna ¿eran de verdad esos huesos? a estas alturas ya te habías pensado lo peor... aunque igualmente nada de falso tenían... - ¡¡Adachi dime p-por favor que todo esto salio del laboratorio de biología!! - Exclamaste intentando darle un consuelo a la realidad, aunque de todas formas ¿que pintaban esos huesos por aquí? dentro de un instituto lo común y corriente era tener una de esas calacas de plástico colgando por ahí pero... no... habían muchos huesos como para que se tratara del triste esqueleto que usaban... ademas, aquellos crujidos... aquellos misteriosos crujidos que se escucharon mientras subías las escaleras casi a ciegas no pudieron ser mas que... - hnngnnhh... - Cerraste con fuerza los ojos y manteniendo la respiración (sin razón alguna) empezaste a bajar de tu improvisado edificio gigante (?), al llegar al suelo tuviste la mala suerte de toparte con un par de huesos que casi rompes al pisar pero... por suerte los pateaste para darte espacio. Ahora, encontrándote en tierra muerta pudiste volver a respirar y abriste los ojos - ¿Qu-Qué hacemos? - Un tanto desesperado trataste una vez mas de zarandear aquella maldita barrera que los separaba - Venga... venga... venga... venga... VENGA. - Con un obvio desespero luchabas para proveerle una vía de escape a tu compañero para que así ambos pudiesen irse rápidamente de ese lugar.
Porque... ¿si lograban tirar las mesas y las sillas podría ir a buscar una salida...? ¿Verdad? no hacia falta descubrir el paradero de aquellos huesos... ¿verdad...?
- ¡Haru, Haru! ¡Cálmate, mierda! - Te hiciste un poco para atrás tal cual perro arrepentido de hacer enojar a su dueño, tu solo estabas preocupado... aunque a fin de cuentas pudiste encontrarte un poco mas tranquilo al escuchar que se encontraba bien - ¡Déjame intentarlo de nuevo! Estas mesas no pueden estar tan bien apiladas... ¡¡¡uguhhh!!! - Un nuevo forcejeo que a fin de cuentas solamente sirvió para gastar energías fue dado por tu parte y, como desde el primer intento, la muralla de muebles escolares ni se inmuto.
¿Qué hicieron para lograr semejante firmeza? ¿Pegaron los muebles? ¿Estaban atados? si lugar a duda seria difícil dar con la respuesta y por ahora no intentabas pensar en una explicación lógica, tan solo pensabas en que otro sitio intentar mover para tirar abajo la gran barricada.
Sin saber de que otra pata jalar o que mesa tratar de empujar llevaste la mirada a tu compañero que seguro siendo un poco mas listo tendría la respuesta para este gran problema... - ¿Adach...Adachi...? - Sin comprender lo que sucedía tus ojos trataron de leer la expresión del pelinegro, parecía estar a punto de reprimir un grito de horror... pero algo que
Por todos los cielos, Haruichi estabas en un cementerio de huesos - ... - sin poder creértelo saltaste buscando alejar tus pies de aquella horrorosa decoración, tal cual mono gigante escalaste un poco aquella muralla siendo este tu único medio de escape ademas de salir rodando escaleras abajo - Eso...eso..es...eso... - Los nervios no te dejaban articular palabra alguna ¿eran de verdad esos huesos? a estas alturas ya te habías pensado lo peor... aunque igualmente nada de falso tenían... - ¡¡Adachi dime p-por favor que todo esto salio del laboratorio de biología!! - Exclamaste intentando darle un consuelo a la realidad, aunque de todas formas ¿que pintaban esos huesos por aquí? dentro de un instituto lo común y corriente era tener una de esas calacas de plástico colgando por ahí pero... no... habían muchos huesos como para que se tratara del triste esqueleto que usaban... ademas, aquellos crujidos... aquellos misteriosos crujidos que se escucharon mientras subías las escaleras casi a ciegas no pudieron ser mas que... - hnngnnhh... - Cerraste con fuerza los ojos y manteniendo la respiración (sin razón alguna) empezaste a bajar de tu improvisado edificio gigante (?), al llegar al suelo tuviste la mala suerte de toparte con un par de huesos que casi rompes al pisar pero... por suerte los pateaste para darte espacio. Ahora, encontrándote en tierra muerta pudiste volver a respirar y abriste los ojos - ¿Qu-Qué hacemos? - Un tanto desesperado trataste una vez mas de zarandear aquella maldita barrera que los separaba - Venga... venga... venga... venga... VENGA. - Con un obvio desespero luchabas para proveerle una vía de escape a tu compañero para que así ambos pudiesen irse rápidamente de ese lugar.
Porque... ¿si lograban tirar las mesas y las sillas podría ir a buscar una salida...? ¿Verdad? no hacia falta descubrir el paradero de aquellos huesos... ¿verdad...?
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