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『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
+18
MissNikkiLotte
Devlin
Bianchi
Captain
Vignette April Tsukinose
Sarandonga
Cheshire
Poppie
Angie
Nanix01
Koga
bread.png
CROOKED
Cutethulhu
Jack Frost
L U C H O
cary milla
Adeline
22 participantes
Página 7 de 8.
Página 7 de 8. • 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8
『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
Recuerdo del primer mensaje :
> Puppetmasters: Hemfelt, Angie <
> Puppets: Every single character of this madness <
. . .
Quizá después de tantos sucesos inexplicables hayas olvidado lo que has hecho durante el tiempo que llevas en éste lugar. No sería mala idea echarle un vistazo a tu fortuna para recordar aquello que has hecho y que ha podido darte alegrías... o problemas.
Fecha de la próxima actualización:
28 - O2 - 2O16
> Puppetmasters: Hemfelt, Angie <
> Puppets: Every single character of this madness <
. . .
Kisaragi Academy o Kisaragi Gakuen, es una escuela localizada en la provincia de Hokkaido, Japón. No es como si fuera reconocida regional, nacional o mucho menos internacionalmente, ya que es un instituto cualquiera, con estudiantes cualquiera.
Sin embargo, bien se sabe que antes de ser construida, hubo una escuela primaria que tenía por nombre Heavenly Host Elementary School. Se rumora con frecuencia que Heavenly Host fue demolida por una serie de hechos terribles de los que fueron testigos sus paredes.
Pero como todo rumor, quizá sean calumnias de la gente, y lo más probable es que sean idioteces que dice la gente. Leyendas urbanas, como las hay en toda comunidad.
Sin embargo, bien se sabe que antes de ser construida, hubo una escuela primaria que tenía por nombre Heavenly Host Elementary School. Se rumora con frecuencia que Heavenly Host fue demolida por una serie de hechos terribles de los que fueron testigos sus paredes.
Pero como todo rumor, quizá sean calumnias de la gente, y lo más probable es que sean idioteces que dice la gente. Leyendas urbanas, como las hay en toda comunidad.
Quizá...
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>> CORPSE PARTY: NEW GENERATION - C A P Í T U L O 1 <<
- PARTE 1 - “Sachiko, te lo rogamos” -
Kisaragi Academy – Afueras del instituto - - > Aula 2 – A. [20:36 horas || Viernes, 22 noviembre del 2013]
. . .
>> CORPSE PARTY: NEW GENERATION - C A P Í T U L O 1 <<
- PARTE 1 - “Sachiko, te lo rogamos” -
Kisaragi Academy – Afueras del instituto - - > Aula 2 – A. [20:36 horas || Viernes, 22 noviembre del 2013]
Así que, finalmente había llegado el día. El día del que los alumnos del 2–A de Kisaragi Academy habían estado haciendo mención durante un par de semanas. Al principio era el plan de unos pocos, pero gradualmente y por razones naturales ¡malditos cotillas! se convirtió en el plan de todo un curso.
Para hacer honores a lo cierto, en mayoría no lo tomaban como un asunto muy importante que digamos, ni con toda la seriedad del mundo, pero era algo que necesitaba planificación al ser ilícito. Como una decisión colectiva, se había decidido que se verían a las afueras del instituto del que todos eran alumnos para entrar a este por medios inusuales, para entonces colearse en su propia aula de clases en horas de la noche de la actual fecha.
Sus objetivos; efectuar un inofensivo ritual propuesto por un chico del alumnado, comer una que otra botana, charlar un rato y quizá contar algunas historias de miedo para más tarde volver a casa y esperar por su tan añorado fin de semana luego de una dura jornada de exámenes.
Sería divertido, “¿Por qué no?”. Se lo tomaban también como un pequeño escape.
Quizá ese no era el propósito general, cada uno tendría su razón del por qué estar ahí, unos sentían curiosidad o aburrimiento, otros sucumbieron a la presión social, unos pocos más ni siquiera sabían de qué iba el asunto y los restantes quizá de veras querían efectuarlo por su propósito en sí “estar juntos por siempre”, en fin, ya eso estaba marcado individualmente.
Pasado un rato, después de que todos (o casi todos) fueran puntuales con el acuerdo, se podía apreciar que su plan estaba marchando a la perfección, lograron escabullirse por medio de una ventana localizada en la parte posterior de la institución hacia dentro de las instalaciones sin ser vistos, lo cual era un gran logro al ser tantos chicos.
Para hacer honores a lo cierto, en mayoría no lo tomaban como un asunto muy importante que digamos, ni con toda la seriedad del mundo, pero era algo que necesitaba planificación al ser ilícito. Como una decisión colectiva, se había decidido que se verían a las afueras del instituto del que todos eran alumnos para entrar a este por medios inusuales, para entonces colearse en su propia aula de clases en horas de la noche de la actual fecha.
Sus objetivos; efectuar un inofensivo ritual propuesto por un chico del alumnado, comer una que otra botana, charlar un rato y quizá contar algunas historias de miedo para más tarde volver a casa y esperar por su tan añorado fin de semana luego de una dura jornada de exámenes.
Sería divertido, “¿Por qué no?”. Se lo tomaban también como un pequeño escape.
Quizá ese no era el propósito general, cada uno tendría su razón del por qué estar ahí, unos sentían curiosidad o aburrimiento, otros sucumbieron a la presión social, unos pocos más ni siquiera sabían de qué iba el asunto y los restantes quizá de veras querían efectuarlo por su propósito en sí “estar juntos por siempre”, en fin, ya eso estaba marcado individualmente.
Pasado un rato, después de que todos (o casi todos) fueran puntuales con el acuerdo, se podía apreciar que su plan estaba marchando a la perfección, lograron escabullirse por medio de una ventana localizada en la parte posterior de la institución hacia dentro de las instalaciones sin ser vistos, lo cual era un gran logro al ser tantos chicos.
Al llegar a su destino, se dedicaron a arrimar pupitres para hacerse un espacio en el centro del aula, en donde se sentarían en círculo para poder compartir con mayor facilidad. Habían tenido suerte, cuando llegaron, el cielo se encontraba nublado, pero la llovizna no empezó a caer hasta que llegaron adentro.
En el salón sólo podían escucharse las voces de los presentes, uno que otro sonido de ambiente nocturno y por supuesto el sonido de las gotitas de agua chocando contra las ventanas. En cuanto a la iluminación, era escasa ya que era proporcionada por una sola vela puesta en el suelo, justo en el medio del susodicho círculo. Estaban todos, sí, todos milagrosamente habían venido, y estuvieron a tiempo, pero...
No, espera, no todos, faltaba alguien primordial. El primero que propuso todo.
Komatsuzaki Mirai, el joven que había propuesto el ritual con tanto entusiasmo, y quien debía indicar a sus compañeros lo que debían hacer con exactitud según el artículo que había encontrado en línea, no estaba entre el grupo de jóvenes ¿Dónde demonios estaba, entonces?
En el salón sólo podían escucharse las voces de los presentes, uno que otro sonido de ambiente nocturno y por supuesto el sonido de las gotitas de agua chocando contra las ventanas. En cuanto a la iluminación, era escasa ya que era proporcionada por una sola vela puesta en el suelo, justo en el medio del susodicho círculo. Estaban todos, sí, todos milagrosamente habían venido, y estuvieron a tiempo, pero...
No, espera, no todos, faltaba alguien primordial. El primero que propuso todo.
Komatsuzaki Mirai, el joven que había propuesto el ritual con tanto entusiasmo, y quien debía indicar a sus compañeros lo que debían hacer con exactitud según el artículo que había encontrado en línea, no estaba entre el grupo de jóvenes ¿Dónde demonios estaba, entonces?
¿Ahora qué? Había algo de bullicio, los estudiantes, al ser jóvenes, se impacientaban con facilidad.
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Créditos a Adeline y a Jack por la fantástica intro \o
En memoria de Toyotomi Sukey.
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Créditos a Adeline y a Jack por la fantástica intro \o
Abadeer, Marceline | ↔ | Devlin |
Hayashida, Saneatsu | ↔ | Adeline |
Itō, Kikuri | ↔ | Cary Milla |
Itō, Mizuki | ↔ | Nanix01 |
Lane, James | ↔ | Zorra |
Mitsukuri, Helena | ↔ | Hemfelt |
Nakae, Rintaro | ↔ | Angie |
Niiya, Adachi | ↔ | Cutethulhu |
Nunotaba, Ruri | ↔ | Angie |
Rice, Casper | ↔ | L u c h o |
Sonoda, Haruichi | ↔ | L u c h o |
Sonoda, Tomoyo | ↔ | Thama |
Tatsuya, Kai | ↔ | Bianchi |
Yamaoka, Michelle | ↔ | Koga |
Fallecidos | Desaparecidos | ||||||
Hagiwara, Koi | ↔ | Sarandonga | Ichida, Sakura | ↔ | MissNikkiLotte | ||
Komatsuzaki, Mirai | ↔ | Jack | Hyata, Kai | ↔ | CROOKED | ||
Taiyou, Nidai | ↔ | Naru | Shinzato, Ryo | ↔ | Shikuko | ||
Kuromuzawa, Yoko | ↔ | Poppie | |||||
Yasashi, Yoi | ↔ | Captain |
En memoria de Toyotomi Sukey.
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Quizá después de tantos sucesos inexplicables hayas olvidado lo que has hecho durante el tiempo que llevas en éste lugar. No sería mala idea echarle un vistazo a tu fortuna para recordar aquello que has hecho y que ha podido darte alegrías... o problemas.
Fecha de la próxima actualización:
28 - O2 - 2O16
Última edición por Zorra el Lun Feb 15, 2016 4:27 pm, editado 13 veces (Razón : EDITADO POR PETICIÓN DE LA NUEVA ROLE MASTER)
Adeline- Roler
- Mensajes : 79
Reputación : 25
Fecha de inscripción : 20/09/2013
Edad : 26
Humor : You. ARE. HENTAAAAI!
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
••••••••
Nuts.
☢ Escaleras ☞ Primer Piso ☢
☢ Sola ☞ Con Sonoda Haruichi, Yamaoka Michelle y Chica desconocida. ☢
- I FORGOT WHAT LANDED ME ON YOUR BLACKLIST:
- ☠ N O M B R E ☠Marceline [Marcy] Abadeer.☠ E D A D || O R I E N T A C I Ó N S E X U A L ☠17 años, Heterosexual.☠ P E R S O N A L I D A D ☠En pocas palabras, es la típica chica que comete bullying contra los demás. No es como si se excediera en ello, no, sólo un par de apodos graciosos, burlas inofensivas y bromas pesadas que, en la mayoría de los casos, tienden a salirse de control. A Marceline le gusta aparentar lo que no es, esconderse del mundo puede ser algo que se tome muy en serio y tal vez por esto quiere que la confundan como alguien malvado.
Quien la conoce, podrá asegurar que es una amante de lo éxito con un sentido del humor inigualable y una extrovertida buscadora de peligros que no descansa hasta encontrar uno de un alto nivel. Si hay algo a lo que ella jamás le temería, es arriesgarse por algo o alguien.
Detesta cuando intentan meterse con las personas que le importan, y, de hecho, una de las razones por las que tiene esos ataques de ira que pueden llegar a ser incontrolables, es porque en su cabeza no hay lugar para soportar la idea de que este bien que fastidien a alguien a quien le tiene un gran cariño; no hay ninguna razón que impida que ella defienda a su círculo de amigos.
Algo que la vista no alcanza a ver, es que esta chica sabe cuando y como guardar un secreto. La verdad es, que respeta lo que la gente comparte con ella y su máxima creencia es que no deberías compartir algo ajeno como si fuera propio. Ella no tendría que estar hablando de la vida de alguien con los demás y esto es algo que ha tenido claro desde muy pequeña.
Cuando a Marceline se le da la oportunidad de componer, no hay nadie quien pueda acaparar su atención más que su música. Se dedica enteramente a hacer lo que más le gusta, expresando en cada nota, acorde y verso aquellos pensamientos y sentimientos que no puede expresar en público, cuidando siempre de que sus equivocaciones no sean muy seguidas, corrigiendo lo que está mal o intentando mejorar el más mínimo detalle... se incrusta con totalidad en su mundo y plasma en una canción lo que una oración sin melodía no puede transmitir, todo esto con la mayor concentración de todas.☠ D E S C R I P C I Ó N F Í S I C A ☠La complexión alta [1,69cm] y delgada [56kg] de Marceline esta recubierta por una piel blanca en exceso y tersa al tacto. El rostro de esta estudiante se compone por unos almendrados ojos color vino —a veces tienden a confundirse con un tono carmesí— rodeados de gruesas pestañas, una respingada nariz y labios finos y pálidos.
En el lado izquierdo de su cuello pueden apreciarse dos lunares que se asemejan a las marcas de una mordedura de vampiro. Dueña de una cabellera azabache prolongada hacia sus tobillos, bastante difícil de mantener si se lo preguntan.
Si hay algo además de su bajo que adore en este mundo, son los delineadores negros; siempre se le verá usando alguno aún si de irse a dormir se trata.
Su vestimenta se basa en prendas de tonos oscuros, (negro, gris plomo, cobre, escarlata, entre otros) y comprenden modelos tales como franelillas pegadas con algunas camisas manga larga holgadas de estampado cuadrille, jeans ajustados y sin falta alguna, botas vaqueras o, exclusivamente Roxy.• ☠ •☠ H I S T O R I A ☠Nacida en Filadelfia, Pensilvania (Estados Unidos), dada a luz por una madre que nunca conoció. Su padre Hudson Abadeer, jamás le ha hablado de ella o inventado alguna excusa como razón de su ausencia. Así mismo, el representante mencionado, nunca ha estado desocupado por el trabajo y sufre una terrible adicción a este; no se ha molestado en brindarle atención a su única hija, creando un vinculo hostil entre ambos porque nunca demostró preocuparse por ella con sinceridad.
Sus años en la primaria se basaron en la desaprobación de sus compañeros y en como hicieron de su normal vida, una difícil de sobrellevar. Su único amigo en la infancia fue Kai Tatsuya, que cursó en el mismo instituto que ella la educación básica. La impresión se adueñó de Marceline cuando el se interesó en conocerla y comenzó a entablar conversaciones —cada vez mas agradables— a diario, mostrando una ávida curiosidad por saber mas de su persona. No transcurrió mucho tiempo para que a sus ojos el se viera como una amistad que no cambiaría por nada, Kai era el perfecto incentivo que hacia que pudiera olvidarse de que era el principal y mas inofensivo blanco de los abusivos. Tan rápido como llego a su vida, se fue de ella al mismo ritmo por el motivo de una repentina mudanza al extranjero, dejándola completamente sola, intentando afrontar en vano lo que esas despreciables personas le hacían.
Cuadernos rotos, objetos robados, burlas y humillaciones en público, almuerzos arrebatados... las cosas cliché que cualquier victima del Bullying sufre hicieron que entrara en una depresión que parecía ser infinita. Queriendo combatirla, trató de medicarse con antidepresivos que, según internet, eran ideales para hacer desaparecer tales humores, resultando inútiles en lo que su estado de ánimo de respecta.
A la edad de 15 años encontró su adicción por el rock y se dispuso a someterse a un cambio radical físico e interno. En un corto resumen, fue expulsada de nueve escuelas diferentes debido a esta nueva actitud, siempre alerta para jugarle bromas a cualquiera. Nunca se arrepintió de ello porque, sabía, de todos modos, que esas escuelas con altos rangos que escogía su padre para ella no eran las adecuadas para su nuevo yo. Un sinfín de consecuencias sobre ninguna otra aceptación en otros institutos hizo que su padre se cansara de hacerla razonar y se mudaran a un país con un estricto nivel de educación: Japón.
Marceline supo que este sería un nuevo comienzo y se concentró en los beneficios que su cambio le trajo: se sentía mejor consigo misma y no estaba dispuesta a dejarse intimidar por alguien una vez mas —razón por la que intenta parecer malvada—.
Durante aquellas experiencias, aprendió a tocar la guitarra eléctrica, y más a su preferencia: el bajo. Su actual bajo-hacha lo obtuvo por la compra que hizo en una venta de garaje en su antiguo vecindario. Después de haberle salvado por el estado en que se encontraba, fue para ella como un objeto a añadir a la lista de Cosas que salvas en caso de que haya un terremoto.
Actualmente, esta a gusto en Kisaragi Academy y ha conseguido amistades irreemplazables. Se enorgullece de haber superado aquella etapa de su vida y vive el día a día sin recordar su tormentoso pasado.☠ G U S T O S || D I S G U S T O S ☠ⓈⒾ➔ Las manzanas son su obsesión. Tiene su propio cajón personalizado en la nevera de su casa que tiene un amenazador mensaje para que no se metan con su fruta favorita.➔ Si tuviera que escoger una banda para sentirse identificada, AC/DC ocuparía el primer puesto. Tiene al menos unas cincuenta camisetas.➔ Los riesgos o peligros que conducen a su adicción a la adrenalina.➔ Los french pastries son una delicia para su paladar.➔ Colecciona plumillas con ilustraciones góticas.➔ No es de las chicas que se pinten las uñas de a rato, pero si le gusta aplicarse uno que otro esmalte caoba, negro o violeta rojizo de vez en cuando.ⓃⓄ➔ Su habitación es un lugar que siempre estará a oscuras debido a su completo odio por la luz solar. A veces usa lentes de sol para ir a la escuela, pero se los quita al entrar al instituto.➔ Los peces le asquean, pero son el arma perfecta para meter en las mochilas de los demás, así que no tiene de otra que lavarse con tres jabones distintos cuando los toca. Una bomba apestosa única señores.➔ Las rutinas monótonas no son lo suyo.➔ Detesta tener que levantarse temprano.➔ Todo lo que sea rosado le parece vomitable.➔ Es una olvidadiza de primera y le frustra no poder recordar hechos de suma importancia.☠ M I E D O S || F O B I A S ☠⑴ Lo que con frecuencia se pregunta es cómo a la mayoría de los humanos pueden parecerle hermosas las mariposas. Estos frágiles insectos que desprenden un asqueroso polvo de sus alas con un insignificante intento de protegerse y que de cerca son tan aterradores y horripilantes que no aguantaría ni cinco segundos con la mirada fija en ellos, son los protagonistas de todas y cada una de sus pesadillas. Marceline no sabe como explicarse esto, pero tiene mas que claro su fobia (motefobia o lepidopterofobia) hacia estas criaturas.⑵Si hay algo que odie mas que estar con mala compañía, es estar por su cuenta en un momento crítico o no estar para alguien que se encuentre en dicha situación. No se considera valiente si no hay alguien a quien pueda proteger.Cuando su mal humor sobrepasa de estar en un nivel aceptable, teme descargarse demasiado con la persona que este cerca de ella. Para que esto no suceda, retiene todo lo que quiere decir que sabe que podría hacer que rompa el lazo con el individuo. No quiere, por ningún motivo, herir a sus seres queridos.⑶☠ E X T R A S ☠➔ Se ejercita únicamente para liberar estrés o rabia acumulada.➔ Su promedio no es de notas excelentes, pero sí de notas que ha sacado honestamente.➔ Toca un bajo-hacha que lleva a casi todos los lugares que va y detesta cuando le preguntan cual es el vicio que tiene con el instrumento.➔ ¿Quieres regalarle algo en su cumpleaños pero no sabes que exactamente? Si es rojo o negro, ten por seguro que la harás feliz.➔ No se le dificulta en absoluto el japonés, pero a pesar de esto, prefiere componer y comunicarse con su idioma natal (inglés).➔ El mantenimiento de su cabello requiere de dinero para al menos una docena de productos y de una o media hora de atención por día. Esta es una tarea que no puede evitar fastidiarle, pero lo hace porque si tuviera que escoger algo que le puede gustar de sí misma, una de esas cosas sería su cabello.➔ Su opción de tocar algún otro instrumento seria el banjolele.➔ Limpiar para ella es patearlo todo debajo de la cama y esperar a ver si algún día le nacen las ganas de arreglar su desastre.➔ Ha tomado muchas clases de autodefensa, por lo que es bastante buena cuando se trata de pelear cuerpo a cuerpo con alguien. Practica semanalmente para cerciorarse de que no se le han olvidado sus tácticas.➔ Ha sido contratada (unas siete veces, al menos) para cantar en una que otra fiesta de críos. Vergonzoso sin dudar, pero la paga es incomparable.☠ R E L A C I O N E S☠¿Con quien frecuenta?
J A M E S L A N ESu confidente en todo el sentido de la palabra y principal compañero a la hora de molestar a los demás. Adora irritarlo con temas de fantasmas y es la primera persona a la que busca con la vista en una reunión de amigos. Si James no está, no le interesa estar allí. Se ha apegado mucho a el y algunas veces suelen componer canciones improvisadas para terminar en ataques de risas.M I C H E L L E Y A M A O K ASe divierte molestándola ya que es una de las únicas amigas de James. Piensa que es una niña mimada que necesita que le den una lección y sin embargo, no puede evitar llevarse bien con ella. El dúo del terror.C A S P E R R I C ETiene entablada una solida amistad con este chico. Es su segundo y último amigo de mas confianza. Siempre aprovecha para tratar de unirlo a el y a James solo para cabrearlos un poco y reírse al ver tal escena.¿Personas que le agradan?S A N E A T S U H A Y A S H I D ATiene una estable amistad con el y cuando la oportunidad se presenta, inicia conversaciones casuales. Fue una vez a su casa por un proyecto que tenían que hacer juntos y terminó enamorada de tres pequeñines rubios, hermanos de Atsu. A dichos niños les cantó por toda una tarde y olvidó la actividad en pareja que tenia que terminar con el blondo, dejándole, sin darse cuenta, todo el trabajo a el.R Y O S H I N Z A T OPuede decir con plenitud que es una de las únicas personas que se dan cuenta quien realmente es y eso no le molesta. Es un gran chico y, aunque no lo conoce demasiado, tiene semejantes gustos musicales con él.¿Compañeros de clase?R I N T A R O N A K A ENo le simpatiza ni un poco. Le molesta la manera en la que pasar de mujer en mujer se ha convertido en su rutina del día. Cuando lo ve, pone apropósito una mueca, simulando que algo a su alrededor huele mal.A D A C H I N I I Y ASuele llamarlo Zombie face por su humor tan predecible. Es insistente haciéndole bromas y le causa gracia cuando se enoja, no es como si el fuera alguien que demostrara muchas emociones al público, pero vamos, es tentador de fastidiar.H A R U I C H I S O N O D ATiene severas sospechas de que puede ser un drogadicto, por ello, como resultado posee hiperactividad. No se fía mucho de su carisma actuado y le frustra que sea casi imposible molestarleporque por desgracia el no se toma sus bromas en serio.K A I T A T S U Y ASe ha vuelto a reencontrar con el en Kisaragi Academy, pero, debido a sus cambios propios, no ha vuelto a surgir la misma conexión de amistad pasada. Cree muy poco probable perdonarle el haberla abandonado. A pesar de que lo molesta llamándolo Bajareque Gamer, trata de no sacarle mucha plática y es algo indiferente a su cercanía.
••••••••
Los ángulos deformes de los rostros de los entes perdían aún más forma producto de la agresiva velocidad que utilizaban para llegar hacia a mí. Cerré los ojos a la par que pausaba mi respiración por la sensación de asfixia ante un olor a quemado, esperando el peor de los resultados y con el corazón a punto de estallarme en el pecho.
— Onee-chan se quedó sola… por mala ganadora… ¡Jugaremos de nuevo! — Me cubrí con el brazo libre el rostro ante el estruendo repentino y escandaloso que se hizo escuchar. Expulsé todo el aire que estuve conteniendo segundos atrás y me obligué a abrir los ojos, acción que me costó realizar debido al miedo que se negaba a desaparecer.
Enfoqué la vista en todo lo que me rodeaba: las mismas paredes desgastadas y rasgadas, un piso que daba la impresión de desplomarse si ponías un pie sobre el que no había cambiado y… unas escaleras libres que antes habían estado cubiertas por una barricada hecha de sillas y mesas escolares en excesivo deterioro. No había rastro alguno de quienes estuvieron conmigo hace pocos minutos. No había nadie ahí aparte de mi persona. Estoy sola.
Solté el amuleto de golpe y me alejé unos pasos, no queriendo creer lo sucedido. ¿Desaparecieron? ¿Están a salvo? ¿Funcionó? Miré el amuleto, no queriendo aceptar que había sido aquello lo que había hecho que los fantasmas se esfumaran. No lograba decidirme por una lógica razón por la cual Mizuki y Adachi no se encontraran ahí. ¿Por qué no están…?
Por impulso me acerqué al amuleto y lo tomé de nuevo, preguntándome si me podría servir de ayuda más adelante e intentando olvidar la sensación de extrañeza por la desaparición de mis compañeros para reemplazarla por la calma. Todo esto parece obra de una pesadilla.
Lo guardé en el mismo sitio que tenía mi trozo de papel y entonces recordé el de Mizuki. Lo busqué con la vista por mero presentimiento y lo hallé a los segundos, no dudando en agarrarlo y guardarlo en el bolsillo contrario de mi pantalón para que no hubieran confusiones con el mío. ¿Por qué esto sigue aquí y ella no…?
Solo me quedaba suponer respuestas a tantas preguntas que se debatían en mi interior. Funcionó. Están a salvo. No sé en donde, pero deben de estarlo.
Suspiré cabizbaja. Tienen que estarlo.
Bajé las escaleras y crucé el pasillo que las dividía de las otras, tomando un par de amuletos más ante el deseo de querer ser precavida. No sabía si llegaría a necesitar esto, pero con escenarios como los que acababan de efectuarse, era mejor que me preparara para lo que vendría.
— Okay Haruichi y mujer extraña que no sé porqué sabe mi nombre — Mi cuerpo se paralizó. ¿Michelle? — sé que todos tenemos cosas que contar pero lo mío es más importante. Desperté aquí con el corte arruinado, luego me encontré a Komatzusaki y por razones que no entiendo lo ataqué con unas tijeras. — ¿Es una trampa? Me escondí como pude en aquella oscuridad para observar la escena. Una chica con cabello purpura estaba enfrente de una conocida figura masculina demasiado alta para ser irreconocible por mi parte. Sonoda Haruichi. Y al lado de él estaba la dueña de aquella voz que había pensado en ocasiones anteriores que era molesta y ahora mismo no podía hacerme más feliz oírle…
— En fin, por giros del destino ahora mi ropa está rota, cosa que me hizo odiar a Mirai por un momento y.. Y.. Luego llegó Hayashida con su… — Noté el atisbo de nerviosismo en su voz y dicha felicidad se mezcló con preocupación. — Du’h Soy adorable y homosexual y estoy aquí para protegerlos. — Solo Michelle se molestaba en imitar e insultar en estas situaciones. Y solo ella era capaz de hacerme sonreír ahora mismo. — Nadie puede estar así de tranquilo en una puta casa del terror así que decidí buscar a alguien más sensato… Y supuse que no querrían mi compañía, y bueno, la parte loca de ésta historia es que sé que Mirai está en peligro y NO SÉ PORQUÉ LO SÉ, SOLO LO SÉ Y TENGO QUE IR EN SU AUXILIO PORQUE NO VOY A CARGAR CON LA MUERTE DE ALGUIEN EN EL CORAZÓN. Es un sentimiento horrible. — La mirada que le dirigió a Haruichi tras acabar de hablar me oprimió el corazón y quise saber qué había pasado, sin embargo, tenía que procesar todo lo que había dicho.
Sabía que Michelle estaba como una fiera por dentro a causa de su aspecto. Y su historia, en comparación con la mía, también contaba con hechos paranormales. Si la energía de aquellos seres podía alterar la física de los objetos y las personas, entonces también podían adueñarse de los sentidos humanos, obligándote a hacer cosas que están fuera de tu voluntad. Confiaba en que la verdadera Michelle no había cometido ese ataque a Mirai con conciencia, por mucho que odie a la gente en general.
Intentando conectar sus palabras, estuvo con aquel niño que nos citó en la escuela para realizar el ritual y luego de eso se encontraron un Atsu cuya reacción ante lo que pasaba fue inesperada y fuera de lugar. ¿Demasiado relajada? ¿Por qué? Ella se separó de ambos y ahora decía que el más indefenso de ellos estaba en peligro. ¿Peligro de qué? ¿Por Atsu? Se me heló la sangre. No podía ser que el…
— Yamaoka-san hablaste demasiado rápido pero tienes razón, si uno de nuestros compañeros está en peligro debemos ayudarle — La voz del basquetbolista me hizo volver a la realidad de nuevo. La chica de melena corta y morada tenía los ojos puestos en mí y más allá de sentirme atemorizada o perseguida, me parecía desconfiar de ella. — Ten cuidado, parece que las escaleras atraen a esos fantasmas… ¿como te llamas? Eeeeh yo me llamo Sonoda Haruichi y mi compañera es Yamaoka Michelle ¡deberías acompañarnos! Este sitio es extraño y seguro es peligroso quedarse solo. — Al ver que Sonoda dirigía su mirada hacia donde estaba, esperé a que me reconociera, más terminó viendo hacia mi dirección con inseguridad e invitándola a acompañarlos antes de siquiera saber quien es. Muy propio de él.
— ¡En marcha! Yamaoka-san muéstranos a donde ir. — Le siguió el paso a Michelle, que comenzó a caminar tras terminar de hablar.
Empecé a trotar hacia donde se dirigían de inmediato y quise sacar algo de la Marceline que había desaparecido desde que esto inició.
— Rojita, ¿Piensas ir sin mi? — Dejé de dar pasos largos hasta que estuve junto a ella y la tomé de la mano, jalándola hacia mi torso para abrazarle con fuerza. Las lágrimas que contuve momentos atrás salieron solas y me sentí tan afortunada de haberla encontrado. — Soy yo — Hablé con suavidad para asegurarle que nada me controlaba, era la autentica Marceline. Que dejaba ver esta faceta por primera vez. — Estoy aquí — Disminuí la fuerza por si le llegaba a molestar que de repente hiciera esto. Ella ni siquiera sabía que yo estaba aquí.
— Onee-chan se quedó sola… por mala ganadora… ¡Jugaremos de nuevo! — Me cubrí con el brazo libre el rostro ante el estruendo repentino y escandaloso que se hizo escuchar. Expulsé todo el aire que estuve conteniendo segundos atrás y me obligué a abrir los ojos, acción que me costó realizar debido al miedo que se negaba a desaparecer.
Enfoqué la vista en todo lo que me rodeaba: las mismas paredes desgastadas y rasgadas, un piso que daba la impresión de desplomarse si ponías un pie sobre el que no había cambiado y… unas escaleras libres que antes habían estado cubiertas por una barricada hecha de sillas y mesas escolares en excesivo deterioro. No había rastro alguno de quienes estuvieron conmigo hace pocos minutos. No había nadie ahí aparte de mi persona. Estoy sola.
Solté el amuleto de golpe y me alejé unos pasos, no queriendo creer lo sucedido. ¿Desaparecieron? ¿Están a salvo? ¿Funcionó? Miré el amuleto, no queriendo aceptar que había sido aquello lo que había hecho que los fantasmas se esfumaran. No lograba decidirme por una lógica razón por la cual Mizuki y Adachi no se encontraran ahí. ¿Por qué no están…?
Por impulso me acerqué al amuleto y lo tomé de nuevo, preguntándome si me podría servir de ayuda más adelante e intentando olvidar la sensación de extrañeza por la desaparición de mis compañeros para reemplazarla por la calma. Todo esto parece obra de una pesadilla.
Lo guardé en el mismo sitio que tenía mi trozo de papel y entonces recordé el de Mizuki. Lo busqué con la vista por mero presentimiento y lo hallé a los segundos, no dudando en agarrarlo y guardarlo en el bolsillo contrario de mi pantalón para que no hubieran confusiones con el mío. ¿Por qué esto sigue aquí y ella no…?
Solo me quedaba suponer respuestas a tantas preguntas que se debatían en mi interior. Funcionó. Están a salvo. No sé en donde, pero deben de estarlo.
Suspiré cabizbaja. Tienen que estarlo.
Bajé las escaleras y crucé el pasillo que las dividía de las otras, tomando un par de amuletos más ante el deseo de querer ser precavida. No sabía si llegaría a necesitar esto, pero con escenarios como los que acababan de efectuarse, era mejor que me preparara para lo que vendría.
— Okay Haruichi y mujer extraña que no sé porqué sabe mi nombre — Mi cuerpo se paralizó. ¿Michelle? — sé que todos tenemos cosas que contar pero lo mío es más importante. Desperté aquí con el corte arruinado, luego me encontré a Komatzusaki y por razones que no entiendo lo ataqué con unas tijeras. — ¿Es una trampa? Me escondí como pude en aquella oscuridad para observar la escena. Una chica con cabello purpura estaba enfrente de una conocida figura masculina demasiado alta para ser irreconocible por mi parte. Sonoda Haruichi. Y al lado de él estaba la dueña de aquella voz que había pensado en ocasiones anteriores que era molesta y ahora mismo no podía hacerme más feliz oírle…
— En fin, por giros del destino ahora mi ropa está rota, cosa que me hizo odiar a Mirai por un momento y.. Y.. Luego llegó Hayashida con su… — Noté el atisbo de nerviosismo en su voz y dicha felicidad se mezcló con preocupación. — Du’h Soy adorable y homosexual y estoy aquí para protegerlos. — Solo Michelle se molestaba en imitar e insultar en estas situaciones. Y solo ella era capaz de hacerme sonreír ahora mismo. — Nadie puede estar así de tranquilo en una puta casa del terror así que decidí buscar a alguien más sensato… Y supuse que no querrían mi compañía, y bueno, la parte loca de ésta historia es que sé que Mirai está en peligro y NO SÉ PORQUÉ LO SÉ, SOLO LO SÉ Y TENGO QUE IR EN SU AUXILIO PORQUE NO VOY A CARGAR CON LA MUERTE DE ALGUIEN EN EL CORAZÓN. Es un sentimiento horrible. — La mirada que le dirigió a Haruichi tras acabar de hablar me oprimió el corazón y quise saber qué había pasado, sin embargo, tenía que procesar todo lo que había dicho.
Sabía que Michelle estaba como una fiera por dentro a causa de su aspecto. Y su historia, en comparación con la mía, también contaba con hechos paranormales. Si la energía de aquellos seres podía alterar la física de los objetos y las personas, entonces también podían adueñarse de los sentidos humanos, obligándote a hacer cosas que están fuera de tu voluntad. Confiaba en que la verdadera Michelle no había cometido ese ataque a Mirai con conciencia, por mucho que odie a la gente en general.
Intentando conectar sus palabras, estuvo con aquel niño que nos citó en la escuela para realizar el ritual y luego de eso se encontraron un Atsu cuya reacción ante lo que pasaba fue inesperada y fuera de lugar. ¿Demasiado relajada? ¿Por qué? Ella se separó de ambos y ahora decía que el más indefenso de ellos estaba en peligro. ¿Peligro de qué? ¿Por Atsu? Se me heló la sangre. No podía ser que el…
— Yamaoka-san hablaste demasiado rápido pero tienes razón, si uno de nuestros compañeros está en peligro debemos ayudarle — La voz del basquetbolista me hizo volver a la realidad de nuevo. La chica de melena corta y morada tenía los ojos puestos en mí y más allá de sentirme atemorizada o perseguida, me parecía desconfiar de ella. — Ten cuidado, parece que las escaleras atraen a esos fantasmas… ¿como te llamas? Eeeeh yo me llamo Sonoda Haruichi y mi compañera es Yamaoka Michelle ¡deberías acompañarnos! Este sitio es extraño y seguro es peligroso quedarse solo. — Al ver que Sonoda dirigía su mirada hacia donde estaba, esperé a que me reconociera, más terminó viendo hacia mi dirección con inseguridad e invitándola a acompañarlos antes de siquiera saber quien es. Muy propio de él.
— ¡En marcha! Yamaoka-san muéstranos a donde ir. — Le siguió el paso a Michelle, que comenzó a caminar tras terminar de hablar.
Empecé a trotar hacia donde se dirigían de inmediato y quise sacar algo de la Marceline que había desaparecido desde que esto inició.
— Rojita, ¿Piensas ir sin mi? — Dejé de dar pasos largos hasta que estuve junto a ella y la tomé de la mano, jalándola hacia mi torso para abrazarle con fuerza. Las lágrimas que contuve momentos atrás salieron solas y me sentí tan afortunada de haberla encontrado. — Soy yo — Hablé con suavidad para asegurarle que nada me controlaba, era la autentica Marceline. Que dejaba ver esta faceta por primera vez. — Estoy aquí — Disminuí la fuerza por si le llegaba a molestar que de repente hiciera esto. Ella ni siquiera sabía que yo estaba aquí.
Devlin- Roler
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Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
Dimensión # ?// Con Casper (Y sin saberlo, con Mizuki y Adachi) |
— wOAH, WOW. —
Esa era la respuesta que todos esperan, claro. Tu pides ayuda y esa es la respuestas mas común que se tenga que recibir. Suspiré enormamente. Estreché los ojos para notar el motivo por el cual este gritaba. Miré el suelo donde yo me encontraba y..
Huesos. Carne.
Cadaveres.
Ok. Este no era exactamente el tipo de asiento o ambiente que yo esperaba estar, cerré los ojos con fastidio, nerviosismo. ¿Dónde demonios esa fantasma la habia metido?
-Espero que tu estes en algún lugar mejor, maldita- pensó con algo de rabia interna. — Espera... yo a ti te conozco... creo, si, te vi en la sala cuando hicimos esa maricada de ritual... —
Clavé la mirada en Casper, este tipo era un verdadero perdido, me hacía sentir idiota el que yo sepa su nombre.
— A ver, aguarda que me duele el culo por la caída y seguro acabe con alguno de estos huesos clavados en la espalda... ugh... ¿te rompiste alguna wea? — Por el tono en como éste hablaba podía notar que él no estaba un completo marica llorando por alguien. Eso me dejaba un poco mejor, estaría mas segura que él no saldría corriendo y abandonandome.
— Bueno Casper, un estúpido ser, probablemente de una mala película de terror de fantasmas, me ató una cuerda al tobillo y me arrastró hasta aquí brutalmente. A lo mínimo me torcí el desgraciado tobillo, ya que no puedo moverlo.— dije bastante molesta.
— Este puto lugar es una pocilga. — Suspiré de nuevo
— A ver Casper, dame tu mano y ayudame a impulsarme y levantarme. Creo que al menos puedo rengear. — dije a un tono común y sociable y molesto a la vez
— Realmente, como carajos fuimos a acabar en este chiquero, me da mala espina todos estos cadaveres —
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Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
— — — ◈ — — —
Qué maravillosa imagen tenía delante de sus ojos. Una confundida jovencita que trataba de guardar su nerviosismo con sus palabras y sus gestos bruscos de niña rica. Otra pobre víctima de aquel cruel lugar, víctima de ilusiones provocadas por los espíritus que vagaban por los oscuros pasillos de esa vieja escuela. Se veía de lejos que esa chica había visto algo que Ruri no fue capaz de ver, mas sí pudo hacerse la idea al ver el rostro de la muchacha, sumando también las expresiones que jamás pudieron salir de su boca. Todo aquello que acababa de presenciar terminó siendo apuntado en su libretita, mientras la otra joven se entretenía suplicándole que… ¿no tocara su cara? ¿Era aquello lo que más le importaba? Curioso. Muy curioso. Sin embargo, Ruri no medio palabra, simplemente esbozó una desganada sonrisa en su rostro, mientras continuaba analizando con la mirada a la pobre alma en desgracia que tenía delante.
Oh, pero todo estaba volviéndose demasiado emotivo en ese momento. Abrazos, palabras bonitas cargadas de odio camuflado, agradecimientos y presentaciones. Sí, era todo muy bonito, pero no había tiempo para eso. Instantes después, giró levemente la cabeza para dirigir la mirada a las escaleras, de donde se acercó, al parecer, otra compañera de esos dos que estaban con ella. Los fantasmas habían desaparecido, y si no recordaba mal, otras dos personas desaparecieron junto a ellos. Finalmente, pasados un par de minutos, terminó por aclararse la garganta de forma bastante sonora, para llamar la atención de los otros tres.
– ¿Habéis terminado ya? —su tono de voz sonaba tal vez un tanto desganado, pero tranquilo y seguro, aunque también dejaba notar la cierta frialdad que acompañaba a sus palabras— Ahora que da por finalizada la emotiva reunión de compañeros de clase, me dispondré a hablar. —hizo una pequeña pausa, asegurándose de que tenía la atención de los presentes, pues si algo no iba a hacer, era gastar saliva, aire y tiempo de forma absurda— Responderé primero a la cuestión de este jovenzuelo. Podéis llamarme Ruri. No es menester hacer uso de sobrenombres como “reina” para referirse a mi persona. —dirigió una rápida mirada a Michelle en ese instante, recordando el momento en el que se percató de su presencia— Bien, centrándonos en los sucesos expuestos por Miss Yamaoka y dejando de lado el deplorable estado de su ropa, que es algo que carece de importancia en estos momentos, mi recomendación es no acudir al llamado. ¿Ha resonado en tu cabeza, verdad? —se quedó mirando fijamente a la joven en esos instantes, como si estuviera intentando meterse en su mente, y cerró los ojos durante unos segundos, abriéndolos de golpe a continuación— No es él. —dijo sin más, girándose hacia el lado del pasillo donde se suponía que se encontraban los dos chicos que vio cuando se acercaba— No es momento de mirar atrás. Los retorcidos entes de esta oscura cárcel juegan con vuestras mentes, y vosotros como pollos descerebrados caéis en sus trampas. —negó con la cabeza a continuación, a la vez que tomó su libretita y comenzó a apuntar de nuevo algunas cosas, dejando de prestar atención a los presentes.
– Pronto terminará su sufrimiento. —alzó la cabeza para terminar mirando al techo, con la mirada ligeramente perdida. Algo estaba pasando. Algo horrible se avecinaba, pero… estaban a salvo— Marceline Abadeer. —señaló rápidamente a la nueva chica que se incorporó al grupo, fijando también su mirada en ella— No te desprendas de ese amuleto. Guárdalo como si fuera el mayor de los tesoros, como si fuese tu pertenencia más querida. —se quedó en silencio tras haber dicho eso último. Al menos había alguien sensato en ese lugar. Había formas y formas de dar esquinazo a esos niños endiablados, pero esa, sin duda, era la mejor. ¿Qué les depararía a esas pobres almas? Ellos mismos estaban tejiendo su propio destino.
Oh, pero todo estaba volviéndose demasiado emotivo en ese momento. Abrazos, palabras bonitas cargadas de odio camuflado, agradecimientos y presentaciones. Sí, era todo muy bonito, pero no había tiempo para eso. Instantes después, giró levemente la cabeza para dirigir la mirada a las escaleras, de donde se acercó, al parecer, otra compañera de esos dos que estaban con ella. Los fantasmas habían desaparecido, y si no recordaba mal, otras dos personas desaparecieron junto a ellos. Finalmente, pasados un par de minutos, terminó por aclararse la garganta de forma bastante sonora, para llamar la atención de los otros tres.
– ¿Habéis terminado ya? —su tono de voz sonaba tal vez un tanto desganado, pero tranquilo y seguro, aunque también dejaba notar la cierta frialdad que acompañaba a sus palabras— Ahora que da por finalizada la emotiva reunión de compañeros de clase, me dispondré a hablar. —hizo una pequeña pausa, asegurándose de que tenía la atención de los presentes, pues si algo no iba a hacer, era gastar saliva, aire y tiempo de forma absurda— Responderé primero a la cuestión de este jovenzuelo. Podéis llamarme Ruri. No es menester hacer uso de sobrenombres como “reina” para referirse a mi persona. —dirigió una rápida mirada a Michelle en ese instante, recordando el momento en el que se percató de su presencia— Bien, centrándonos en los sucesos expuestos por Miss Yamaoka y dejando de lado el deplorable estado de su ropa, que es algo que carece de importancia en estos momentos, mi recomendación es no acudir al llamado. ¿Ha resonado en tu cabeza, verdad? —se quedó mirando fijamente a la joven en esos instantes, como si estuviera intentando meterse en su mente, y cerró los ojos durante unos segundos, abriéndolos de golpe a continuación— No es él. —dijo sin más, girándose hacia el lado del pasillo donde se suponía que se encontraban los dos chicos que vio cuando se acercaba— No es momento de mirar atrás. Los retorcidos entes de esta oscura cárcel juegan con vuestras mentes, y vosotros como pollos descerebrados caéis en sus trampas. —negó con la cabeza a continuación, a la vez que tomó su libretita y comenzó a apuntar de nuevo algunas cosas, dejando de prestar atención a los presentes.
– Pronto terminará su sufrimiento. —alzó la cabeza para terminar mirando al techo, con la mirada ligeramente perdida. Algo estaba pasando. Algo horrible se avecinaba, pero… estaban a salvo— Marceline Abadeer. —señaló rápidamente a la nueva chica que se incorporó al grupo, fijando también su mirada en ella— No te desprendas de ese amuleto. Guárdalo como si fuera el mayor de los tesoros, como si fuese tu pertenencia más querida. —se quedó en silencio tras haber dicho eso último. Al menos había alguien sensato en ese lugar. Había formas y formas de dar esquinazo a esos niños endiablados, pero esa, sin duda, era la mejor. ¿Qué les depararía a esas pobres almas? Ellos mismos estaban tejiendo su propio destino.
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
- kikuri:
Nombre: kikuri Itō
Sexo//Orientación Sexual: femenino // hetero
Edad: 15
Personalidad:
Kikuri, nombre de por si extraño. La pregunta es: ¿que no se podría esperar de ella?. ¿Es feliz? en la medida de lo posible, sin temor a decir lo que “piensa y cree”, en cualquier momento. No teme revelarse e incluso llegar a los puños si esta de animos (?)
Siempre cuando abre su bocota es para mandar indirectas o ser totalmente malvada: “soy como el diablito dentro de tu cabeza que te dice que hagas cosas malas” suele decir para justificar su existencia.
No tiene ningún respeto por la privacidad de los demás y le encanta meter sus narices en las vidas de otros.
Como cosa rara, Es una persona muy linda y sociable. Siempre se la puede encontrar escondida, escuchando conversaciones de desconocidos, o en los arboles colgando de sus piernas. Es una cajita de sorpresas que jamás quisieras abrir porque te explotaría en la cara.
Descripción física:
Se podría decir que es alta, con 1.70m
Es delgada pero con un toque atlético que le da altives al caminar. Como todos los miembros de su familia, tiene una tez blanca palida papel de azúcar (?). su cabello rosáceo y ondulado es su orgullo. Que incluso llega más abajo de su cintura si lo carga suelto. Sus ojos, como los de su hermana, son una raresa mistica, ya que en ella combinan el tono rosa y verde turquesa.
Su ropa siempre resalta, por su gran sentido de la moda. Pues ama combinar su ropa y probar todo tipo de trajes. Algo que nunca falta en su vestuario son “botas”. Puede estar usando un vestido coctelero pero aun asi llevaría las mas hermosas botas nunca vistas.
#1
#2
#3
Historia:
Quien diria que la alegre y perversa kikuri tendria un pasado tan complicado
"Siempre, desde que tengo uso de razon, pensé que los padres eran seres que te protegerían hasta la muerte... y aunque parte de eso es verdad, el amor no dura mucho.
jamas conocí a mis padres, o por lo menos he intentado olvidarlos.
Se separaron cuando aun era un bebe. ¿que clase de amor VIL dura tan poco para incluso olvidar que una pequeña necesita de una madre y un padre?
quizás este.
Un dia, mis padres viajaron juntos en un avion, ambos tenían el mismo trabajo.
Una tormenta completo mi concepto de "hasta la muerte".
ambos murieron en aquel avión.
Sin familia ¿a donde llevarían a una pequeña sin hogar?
exacto, a un orfanato.
Siempre senti que no encajaba en aquel lugar. todos eran tan amables, y yo como siempre tan ostil. es gracioso recordarlo.
Meses después, como en las películas y sin haberlo pedido tenia una hermana.
mi madre había tenido gemelas y cuando nacimos, nos separaron.
la dulce mizuki, tan linda, tan buena, tan ingenua, tan... ¡tan estresante!
pero lo supe sobrellevar a mi manera.
Pero como algo todavía mas raro en toda esta historia, es que fuimos adoptadas por la misma familia.
somos el Yin y yang, es todo lo que dire"
Gustos/Disgustos:
-lo romántico
-tener que hacer algo como limpieza u ordenar.
+tiene una gran fascinación por las anacondas y pitones.
+postres helados
+ama las cosas afiladas.
+fastidiar a los demás
+poner apodos
+cantar
+ama las peliculas, series, videojuegos y libros de terror, thriller horror, en fin todo lo sangriento y tenebroso.
+ama leer por las noches con la ventana abierta.
Miedos/Fobias:
-las tormentas
-miedo a las armas de fuego.
Extras:
-hermana: Mizuki Itō
-Uno de sus mejores amigos es: Rintaro Nakae.
Quien ya intentó coquetear con ella una vez y le salió demasiado horrible como para volverlo a intentar (?).
-Se podria decir, que lo unicopero asi de exageradamente unico (?)bueno en ella, es su voz. Su canto es precioso y su voz conmovedora. sus canciones favoritas son Lie , Last song y Hello / How are you que canta con una gran prodigiosidad.
color de roleo: #fb85ff
Pasillos
{ DIMENSION A }- Con: Gente
Rintaro aun tenia el pedazo de papel, no parecía darle importancia… entonces porque yo… me aferre tanto a el… quiero ver a mi hermana de nuevo.
Tomo mi mano y comento – No tengo idea de hacia dónde ir pero... No, no quiero volver a la enfermería. Avancemos por aquí a ver si encontramos a alguien más o algo para salir. — lo note algo sospechoso… porque se reusaba a volver a la enfermería? sin suda el solo diría “si vayámonos de aquí” sin pensar, es tan simple, jamás lo había visto tan metódico, pensando antes de actuar… pros y contras; he estado tan concentrada en el miedo y mis desesperados intentos por encontrar a mizusu que pensar en vendajes sucios o medicamentos caducos en este lugar ni paso por mi cabeza ¿Tu no has sentido el miedo… rintaro? ¿Por qué? ¿Qué sucedió de golpe para que tu actitud despreocupada… vacilara un poco?
Él hablaba de ventanas y bombas, no podía dejar de mirarlo con algo de extrañeza ¿me estaba ocultando algo? Creo que mi mente comenzaba a desvariar.
En nuestro camino hacia un cruce alcanzamos a ver una cosa negra en el piso ¡¿un fantasma músico? otra vez no!
Espera… ese cabello… -AH!- sentí un jalón en mi brazo –Calma que estoy herida de muerte!- cuando rin lo confirmo y lo grito: algo así como un “OH MI HELENA” a lo macho troyano; yo también exclame
-Exlena eres tu?- y llegamos hasta la escena del crimen.
Rin Comenzó con sus dotes caza mujeres, cuando lo conocí sentí pena por el pobre porque de seguro nació con esos genes, pero era gracioso verlo hacerse el dramático.
Me quede de pie viendo como la llenaba de preguntas; esboce una sonrisa de alivio, me gustaría que ella fuera mizusu y yo fuera rin encontrándola felizmente… sentí un pequeño dolor en el estómago… mi sonrisa desapareció y sentí algo de… envidia.
De pronto escuche al inconfundible james tras mis espaldas ¿Por qué los fantasmas me aparecían a mí y no se lo llevaban a este?
No me gire a ver su carita porque una punzada en mi brazo hizo estremecer mi cuerpo, era cierto que rin y exlena (acento en “ex”) estaban aquí ahora… pero aquel fantasma de hace poco… yo creo en todo eso… pero si ellos piensan que he visto cosas… yo realmente tropecé… je je aunque la torpe suele ser mi hermana yo
- ♫ ¿Dónde están mis ojos, Onee-chan? ¿Te los has llevado? ¡Tráelos, tráelos! Te los daré como regalo... ♫
- ♫ ¿Quieres escuchar más? No te hagas de rogar. Haremos que esto acabe... Haremos que esto acabe ya... ♫
Ese sonido.
Escuche a helena hablar y a james dar pasos acercándose. Pero esos dibujos estaba ahí!
No pude evitar, entrar en pánico -¡¿Qué… QUIEREN CONMIGO?! ¡Malditos, malditos fantasmas! No tengo sus asquerosos ojos ¿Por qué juegan con eso? BASTA DEJEN DE CANTAR!- grite en medio de todos mientras sostenía mis oídos con las manos, en un intento de frustración por para la melodía, no podían jugar con la música, para mi es lo más sagrado –yo…- Note que había armado una escena y volvi en mi por el dolor en la mano, el repentino movimiento al cubrir mis oídos, no lo había considerado en absoluto.
-No me miren asi! Que no ven los dibujo diabólicos de esos niños en la pared?!- intentaba advertirles, esas cosas nos estaban persiguiendo.
> Entrar en pánico y alertar a las personas que estaban cerca de ella. Aquello solo eran malos augurios. Terribles pesadillas pero... Algo grande estaba por venir. Permanecer alerta era indudable y la mejor opción.
Off: quiero salvarlos a todos en modo loca :/
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Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
[Dimensión A]
-James, todos-
-James, todos-
No se si llorar o reir, ante la situación de James, pero al parecer tenia buenas intenciones o que rayos le pasaba, pero ni modo
-James ¿Que hay por alla?- le inquirí, pero este sin mas bajo las escaleras sin contestarme, tipico de él; asi que lo seguí, al bajar pudimos encontrarnos con mas compañeros, un verdadero alivio, asi que con mis vista busque a mis mas allegados, sin señas de Sakura ni Kai, esto ya me estaba afligiendo y no se sentia nada bien, debi preguntar a los demas por Sakura, aunque James no corrio la misma suerte al preguntar por sus mas allegados.
Pero lo mas raro es que como es que se resquebrajo la escuela o el piso y no se hubiesen dado cuenta, ni siquiera James. -Esto... No han sentido una especie de temblor ustedes- mencione a los presentes.
Mientras esperaba alguna respuesta. El escándalo de una de las hermanas Ito se hizo sonar, al parecer se trataba de un dibujo en la pared, creo que era imaginación mia, pero aun asi no dejaba de darle vuelta, meti una de mis manos a mi bolsillo, todo esto me traia mala espina y lo peor de todo es que tante algo saque lo que habia en mi bolsillo dos papeles, *Y esto*
era esos papeles por las cuales estamos aqui, arrugue aquel papelito con cierta rabia, *Maldita la hora..* pero no esa momento de culpar a nadie, uno de esos papelitos no era mio, ¿como es que llego aqui? Acaso era de Sakura, pero no recuerdo en ningun momento que me lo halla dado ¿ Oh si?. La verdad que aun el golpe me dolia, quize tirar esos malditos papeles, pero un prejuicio relámpago por mi mente.
¿Qué sucedería si arrojo este papel? ¿Acaso nunca mas volvere a ver el mundo real?. Me lleve una mano a mi mejilla, estoy alucinando peor aun asi debo decirles.
-Hey, Chicos, escuchen me un momento, pueda que sea un poco paranoico, pero les pido que mantegan aun aquel papelito del cual tomamos, al llegar a este lugar.- dijo mostrando el suyo -Creo que este papel quiza nos sirva para regresar, aunque puede que este mal, aun asi solo es una suposición, Si conseguimos reunirnos con los demas y mas con Jack puede que revierta esto, y regresemos a la normalidad- Dijo este sin titubear.
Por un momento penso que era por ahora lo mejor que habia hecho, almenos hatsa encontrar a Sakura - Y ¿por cierto alguien a visto a Sakura?... yo...hubo un temblor y eso nos separo...- confesé.espero mis compañeros no me tomen de paranoico, pero era la mera verdad.
pd: escogio opcion 1
> Compartir con los demás su presentimiento. Era Sakura de quién hablaban. Tenía que asegurarse de que se encontraba a salvo. Por encima de cualquier otra cosa
Bianchi- Roler
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Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
⊹ Pasillos ⊹
{ Kikuri Ito, Helena Mitsukuri, James Lane, Kai Tatsuya }— — — ◈ — — —
No pudo evitar sonreír al escuchar la voz de Helena de nuevo. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Minutos? ¿Horas? No tenía ni la menos idea, pero la chica estaba allí con él, igual que Kikuri, y ambas se encontraban bien.
– ¿Problemas? No digas eso. —se separó un poco de la chica para mirarla cuando dijo aquello. Sólo a ella se le ocurría pensar de esa forma. De forma cariñosa, llevó la mano a la mejilla de la chica, con tal de calmarla un poco— ¿Puedes levantarte? No creo que quedarnos aquí en medio sea… buena idea. —dirigió la mirada a ambos lados, aunque lo único que podía vislumbrar era oscuridad. También se aseguró de que Kikuri siguiera allí con ellos, aunque seguro era, debido al comentario que dejó escapar, que le sorprendió bastante— ¿Exlena? —se quedó pensando en aquello unos instantes, incluso dirigió una mirada confundida a Helena. ¿A qué se refería llamándola así? No le dio mucha importancia, realmente, así que decidió no decir nada más al respecto. Por ahora, lo que tenía prioridad era no perderlas de vista ahora que las había encontrado. No quería que pasara lo mismo que había pasado con Koi. Cerró los ojos por unos instantes, recordando aquella escena y quebrándose ligeramente por dentro, pero no podía dejar que Helena notara algo o preguntaría. Siempre le cazaba todo. Siempre tan avispada y atenta. No era momento de preocuparla, había que animarla. Sí, eso. Así que terminó por ponerse en pie, ayudando a la joven a levantarse también.
– La salida… No tengo ni idea. Pero la encontraremos, eso es seguro. —dijo de forma un tanto insegura. Realmente, después de ver todo lo que había visto no sabía qué pensar al respecto, ni si sería fácil poder salir. Intentó romper una ventana nada más se vio en ese lugar, y fue un intento fallido que probablemente terminó en moratón en su codo. Pero… no había que perder la esperanza. Eso era lo que se decía en las películas de terror cuando se estaba en medio de una situación parecida, ¿no? Sin embargo, su atención se vio centrada en una voz masculina que escuchó detrás de él a continuación. Una voz que hizo aparecer en su mente el rostro de alguien a quien no soportaba, pero con quien tenía algo en común.
– ¿Michelle? —dirigió la mirada al chico, puesto que concretamente ese punto era algo que le interesaba a ambos. De todos modos, viendo el aspecto que tenía, y la situación en la que se encontraban, tampoco podía mandarlo lejos. No formaba parte de su forma de ser— No la he visto. ¿Qué te ha pasado, por cierto? —preguntó, de forma un tanto casual. No podía decir que le preocupaba en exceso, pero no dejaba de ser un compañero de clase, aunque le odiara en ocasiones, y ahora estaban juntos en… lo que fuera que estuvieran metidos. El objetivo de su atención fue cambiado repentinamente a Kikuri cuando ésta comenzó a gritar. De hecho hizo que el rubio diera un sobresalto del susto. Había demasiada tranquilidad.
– ¡¿Qué ocurre?! —se exaltó ligeramente al ver a la chica entrar en pánico. Terminó por sostenerla de los hombros firmemente, y escuchar todo lo que estaba diciendo— ¿Quién canta? ¿Dibujos…? —echó un rápido vistazo a las paredes, aunque ese “rápido vistazo” se convirtió en “observar detenidamente” las aberraciones que había dibujadas— ¿Qué es esto? —fue lo único que pudo decir tras ver esas… obras de arte infantiles. Aquello estaba hecho por niños, ¿no? Aunque… eso no era una buena señal— ¡¿Helena?! —exclamó al no verla por allí, aunque no tardó mucho en localizarla cogiendo algo del suelo— ¡No me des estos sustos! No deberías desaparecer de esta forma. Casi me infarto… —suspiró aliviado, y se decidió por tomarle la mano a Helena. De esa forma no la iba a perder. Además, al parecer alguien más se unió al grupo. ¡Había conseguido encontrarse con mucha gente! Eso era algo bueno.
– El papel… ¿El de la muñeca? —llevó la mano al bolsillo de su camisa, que era donde lo tenía guardado, y lo extrajo a continuación para examinarlo— ¿Tú crees? No le veo nada de especial… Uh, Mirai. ¿No creéis que haya sido él el que nos haya metido en esto? —comentó sin más, sin apenas pensar antes de hablar, aunque eso no era algo que hiciera muy a menudo, tampoco— Eh, quiero decir… Él tuvo la idea. Pero me expresé mal, digo que, ¿él sabrá algo? —trató de arreglarlo, pero ya había lanzado la culpa encima de alguien. Bien hecho, Rin. Bien hecho.Aunque, espera un momento… ¿Qué era eso? A lo lejos del pasillo, pudo ver una luz azulada. No, eso no era una buena señal. ¿Sería el… espíritu ese de antes? No, tenían que alejarse de allí. No sería una buena idea acercarse.
– Uhm… Si comenzamos a buscar una salida, no la busquemos por el pasillo de ahí. —señaló hacia donde estaba la luz, que poco a poco parecía convertirse en una figura… ¿era una chica? Aunque así fuera, no era una buena idea ir por ahí.
– ¿Problemas? No digas eso. —se separó un poco de la chica para mirarla cuando dijo aquello. Sólo a ella se le ocurría pensar de esa forma. De forma cariñosa, llevó la mano a la mejilla de la chica, con tal de calmarla un poco— ¿Puedes levantarte? No creo que quedarnos aquí en medio sea… buena idea. —dirigió la mirada a ambos lados, aunque lo único que podía vislumbrar era oscuridad. También se aseguró de que Kikuri siguiera allí con ellos, aunque seguro era, debido al comentario que dejó escapar, que le sorprendió bastante— ¿Exlena? —se quedó pensando en aquello unos instantes, incluso dirigió una mirada confundida a Helena. ¿A qué se refería llamándola así? No le dio mucha importancia, realmente, así que decidió no decir nada más al respecto. Por ahora, lo que tenía prioridad era no perderlas de vista ahora que las había encontrado. No quería que pasara lo mismo que había pasado con Koi. Cerró los ojos por unos instantes, recordando aquella escena y quebrándose ligeramente por dentro, pero no podía dejar que Helena notara algo o preguntaría. Siempre le cazaba todo. Siempre tan avispada y atenta. No era momento de preocuparla, había que animarla. Sí, eso. Así que terminó por ponerse en pie, ayudando a la joven a levantarse también.
– La salida… No tengo ni idea. Pero la encontraremos, eso es seguro. —dijo de forma un tanto insegura. Realmente, después de ver todo lo que había visto no sabía qué pensar al respecto, ni si sería fácil poder salir. Intentó romper una ventana nada más se vio en ese lugar, y fue un intento fallido que probablemente terminó en moratón en su codo. Pero… no había que perder la esperanza. Eso era lo que se decía en las películas de terror cuando se estaba en medio de una situación parecida, ¿no? Sin embargo, su atención se vio centrada en una voz masculina que escuchó detrás de él a continuación. Una voz que hizo aparecer en su mente el rostro de alguien a quien no soportaba, pero con quien tenía algo en común.
– ¿Michelle? —dirigió la mirada al chico, puesto que concretamente ese punto era algo que le interesaba a ambos. De todos modos, viendo el aspecto que tenía, y la situación en la que se encontraban, tampoco podía mandarlo lejos. No formaba parte de su forma de ser— No la he visto. ¿Qué te ha pasado, por cierto? —preguntó, de forma un tanto casual. No podía decir que le preocupaba en exceso, pero no dejaba de ser un compañero de clase, aunque le odiara en ocasiones, y ahora estaban juntos en… lo que fuera que estuvieran metidos. El objetivo de su atención fue cambiado repentinamente a Kikuri cuando ésta comenzó a gritar. De hecho hizo que el rubio diera un sobresalto del susto. Había demasiada tranquilidad.
– ¡¿Qué ocurre?! —se exaltó ligeramente al ver a la chica entrar en pánico. Terminó por sostenerla de los hombros firmemente, y escuchar todo lo que estaba diciendo— ¿Quién canta? ¿Dibujos…? —echó un rápido vistazo a las paredes, aunque ese “rápido vistazo” se convirtió en “observar detenidamente” las aberraciones que había dibujadas— ¿Qué es esto? —fue lo único que pudo decir tras ver esas… obras de arte infantiles. Aquello estaba hecho por niños, ¿no? Aunque… eso no era una buena señal— ¡¿Helena?! —exclamó al no verla por allí, aunque no tardó mucho en localizarla cogiendo algo del suelo— ¡No me des estos sustos! No deberías desaparecer de esta forma. Casi me infarto… —suspiró aliviado, y se decidió por tomarle la mano a Helena. De esa forma no la iba a perder. Además, al parecer alguien más se unió al grupo. ¡Había conseguido encontrarse con mucha gente! Eso era algo bueno.
– El papel… ¿El de la muñeca? —llevó la mano al bolsillo de su camisa, que era donde lo tenía guardado, y lo extrajo a continuación para examinarlo— ¿Tú crees? No le veo nada de especial… Uh, Mirai. ¿No creéis que haya sido él el que nos haya metido en esto? —comentó sin más, sin apenas pensar antes de hablar, aunque eso no era algo que hiciera muy a menudo, tampoco— Eh, quiero decir… Él tuvo la idea. Pero me expresé mal, digo que, ¿él sabrá algo? —trató de arreglarlo, pero ya había lanzado la culpa encima de alguien. Bien hecho, Rin. Bien hecho.Aunque, espera un momento… ¿Qué era eso? A lo lejos del pasillo, pudo ver una luz azulada. No, eso no era una buena señal. ¿Sería el… espíritu ese de antes? No, tenían que alejarse de allí. No sería una buena idea acercarse.
– Uhm… Si comenzamos a buscar una salida, no la busquemos por el pasillo de ahí. —señaló hacia donde estaba la luz, que poco a poco parecía convertirse en una figura… ¿era una chica? Aunque así fuera, no era una buena idea ir por ahí.
#2 — Asegurarse de que los compañeros con los que acababa de encontrarse... se encontraban bien, propiamente dicho. Entre todos podrían ver de qué iba todo aquello de los dibujos.
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
* * *
En un pasillo, probablemente en peligro de derrumbamiento
Con: Kikuri, Rin, Kai y James. ¿Y voces extrañas? No, eso no.
* * *
Tenía compañía. La tenía. Y no la merecía, pero aún así… no podía negarse a ello. Si bien la compañía en aquel lugar no podía sino ser grata en todo momento. Finalmente, tras lo que pareció un periodo en el que el tiempo se detenía… en parte recuperó su seguridad y, por así decirlo, la naturalidad en el habla.
- Eso es… lo que creo. – Pudo añadir, aunque con menor peso sobre sus palabras. ¿Quizá la estaba convenciendo de lo contrario? Era cierto que la locura había ido invadiendo su corazón poco a poco, adueñándose de sus sentimientos. Pero los locos nunca pensaban que estaban locos, ¿verdad? Unos segundos más tarde, casi se había esfumado esa sensación, y volvía a estar mucho más calmada. A pesar de que… ¿Exlena? ¿De nuevo ese sobrenombre? ¡No era momento de burlarse! Aunque quizá aquella burla era preferida frente a la soledad. - Yo… también me alegro de verte, Kikuri. – Y simplemente lo dejó estar. Realmente se alegraba de estar con más personas a su alrededor. No importaba cuántas burlas cayeran sobre ella. De todas formas, estaba acostumbrada a ese tipo de cosas.
A pesar de que la velocidad de los latidos de su corazón se había decrementado en parte, era imposible que todas y cada una de las inquietudes de Helena se disiparan como si fueran arrastradas por una ráfaga de viento. Seguía sintiendo esa sensación helada en la nuca, como si algo… los vigilara. Especialmente mientras el resto parecía compartir información. Todo aquello lo notó en el momento en el que se separó del grupito, haciendo que su cabeza se moviera de un lado a otro. Expectante. Como si realmente… algo fuera a ocurrir. Pero nunca ocurrió.
- ¿E-eh? – En ese momento sí que se sobresaltó demasiado. Como si el anterior pensamiento que bailaba sobre su mente, acechara de nuevo. - ¡M-me da igual que quieras burlarte de cualquier otra cosa! ¡Pero no bromees con eso, Kikuri! Yo no… oigo nada. – Aunque sí era cierto que aquellos dibujos gobernaban las paredes como si fueran parte de un mural. Aunque no quería acercarse ahora, y mucho menos después del griterío que Kikuri había montado. ¿Estaba aún en sus cabales? ¿Quién la culparía? Ni siquiera la propia Helena confiaba en sus propios principios en ese preciso momento. Lo sobrenatural, algo que había tachado de imposible desde hacía muchísimo tiempo, fuente ficticia de novelas y otros cuentos de la misma calaña… todo al desagüe. - ¡¿Cómo quieres que te mire?! ¿Pretendes que me quede tranquila mientras montas tal alboroto? ¿Crees que no estamos todos asustados lo suficiente como para que digas que estás escuchando voces en tu cabeza? - ¿Quién daría crédito a algo como aquello? Por otro lado… en cierto modo… Helena la creía. Incluso después de todo lo que había dicho. La creía. Porque tenía la sensación de que todo lo extraño y remoto podía ocurrir en aquel lugar.
- …Olvidemos esto. Creo que deberíamos centrar nuestra atención en salir de aquí, otra vez. Si Mirai tiene algo que ver con esto… que nos dé explicaciones. Pero esto… comienzo a pensar que no son efectos especiales. – A pesar de sus palabras, consideró seriamente las frases de Kai. Y en cierto modo, también se sentía intimidada ligeramente por el exceso de seguridad que James parecía tener. No pudo evitar lanzarle una mirada silenciosa, intentando comprender qué era lo que realmente quería, haciendo ese tipo de preguntas. Lo importante era que se habían reunido. ¿Acaso planeaba marcharse?
Pero de nuevo recordando las palabras de Kai… Ese pedazo de papel… también lo había mantenido con ella en todo momento. No podía infravalorarlo. Ni siquiera sabía el porqué, pero no le importaba. No se iba a separar del dichoso papelito en ningún momento.
- ¿U-un… temblor? E-este lugar no se va a venir abajo… ¿v-verdad? – Y aquel había sido su miedo desde que había entrado allí. Aquellas grietas… ¡Pero ella no había notado ningún terremoto! Excepto… aquel cuando aún estaban en su aula de siempre. Era algo mágico o similar, que hubieran acabado allí. O quizá aún estaba soñando y nunca había llegado a tiempo a aquella reunión de amigos. ¿Qué importaba? Aquello era demasiado real, y sentía de nuevo que podría comenzar a temblar en cualquier momento. Incluso se olvidó de que había recogido aquel adorno para el pelo del suelo. No era más que un objeto extraviado. No tenía… importancia alguna.
De momento no quería separarse del grupo. Y simplemente asintió con la cabeza levemente, cuando el resto parecía ponerse de acuerdo. Seguirían… a lo largo del pasillo, ¿verdad?
- Eso es… lo que creo. – Pudo añadir, aunque con menor peso sobre sus palabras. ¿Quizá la estaba convenciendo de lo contrario? Era cierto que la locura había ido invadiendo su corazón poco a poco, adueñándose de sus sentimientos. Pero los locos nunca pensaban que estaban locos, ¿verdad? Unos segundos más tarde, casi se había esfumado esa sensación, y volvía a estar mucho más calmada. A pesar de que… ¿Exlena? ¿De nuevo ese sobrenombre? ¡No era momento de burlarse! Aunque quizá aquella burla era preferida frente a la soledad. - Yo… también me alegro de verte, Kikuri. – Y simplemente lo dejó estar. Realmente se alegraba de estar con más personas a su alrededor. No importaba cuántas burlas cayeran sobre ella. De todas formas, estaba acostumbrada a ese tipo de cosas.
A pesar de que la velocidad de los latidos de su corazón se había decrementado en parte, era imposible que todas y cada una de las inquietudes de Helena se disiparan como si fueran arrastradas por una ráfaga de viento. Seguía sintiendo esa sensación helada en la nuca, como si algo… los vigilara. Especialmente mientras el resto parecía compartir información. Todo aquello lo notó en el momento en el que se separó del grupito, haciendo que su cabeza se moviera de un lado a otro. Expectante. Como si realmente… algo fuera a ocurrir. Pero nunca ocurrió.
- ¿E-eh? – En ese momento sí que se sobresaltó demasiado. Como si el anterior pensamiento que bailaba sobre su mente, acechara de nuevo. - ¡M-me da igual que quieras burlarte de cualquier otra cosa! ¡Pero no bromees con eso, Kikuri! Yo no… oigo nada. – Aunque sí era cierto que aquellos dibujos gobernaban las paredes como si fueran parte de un mural. Aunque no quería acercarse ahora, y mucho menos después del griterío que Kikuri había montado. ¿Estaba aún en sus cabales? ¿Quién la culparía? Ni siquiera la propia Helena confiaba en sus propios principios en ese preciso momento. Lo sobrenatural, algo que había tachado de imposible desde hacía muchísimo tiempo, fuente ficticia de novelas y otros cuentos de la misma calaña… todo al desagüe. - ¡¿Cómo quieres que te mire?! ¿Pretendes que me quede tranquila mientras montas tal alboroto? ¿Crees que no estamos todos asustados lo suficiente como para que digas que estás escuchando voces en tu cabeza? - ¿Quién daría crédito a algo como aquello? Por otro lado… en cierto modo… Helena la creía. Incluso después de todo lo que había dicho. La creía. Porque tenía la sensación de que todo lo extraño y remoto podía ocurrir en aquel lugar.
- …Olvidemos esto. Creo que deberíamos centrar nuestra atención en salir de aquí, otra vez. Si Mirai tiene algo que ver con esto… que nos dé explicaciones. Pero esto… comienzo a pensar que no son efectos especiales. – A pesar de sus palabras, consideró seriamente las frases de Kai. Y en cierto modo, también se sentía intimidada ligeramente por el exceso de seguridad que James parecía tener. No pudo evitar lanzarle una mirada silenciosa, intentando comprender qué era lo que realmente quería, haciendo ese tipo de preguntas. Lo importante era que se habían reunido. ¿Acaso planeaba marcharse?
Pero de nuevo recordando las palabras de Kai… Ese pedazo de papel… también lo había mantenido con ella en todo momento. No podía infravalorarlo. Ni siquiera sabía el porqué, pero no le importaba. No se iba a separar del dichoso papelito en ningún momento.
- ¿U-un… temblor? E-este lugar no se va a venir abajo… ¿v-verdad? – Y aquel había sido su miedo desde que había entrado allí. Aquellas grietas… ¡Pero ella no había notado ningún terremoto! Excepto… aquel cuando aún estaban en su aula de siempre. Era algo mágico o similar, que hubieran acabado allí. O quizá aún estaba soñando y nunca había llegado a tiempo a aquella reunión de amigos. ¿Qué importaba? Aquello era demasiado real, y sentía de nuevo que podría comenzar a temblar en cualquier momento. Incluso se olvidó de que había recogido aquel adorno para el pelo del suelo. No era más que un objeto extraviado. No tenía… importancia alguna.
De momento no quería separarse del grupo. Y simplemente asintió con la cabeza levemente, cuando el resto parecía ponerse de acuerdo. Seguirían… a lo largo del pasillo, ¿verdad?
Hemfelt- Roler
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Humor : Error 404: Humor no pudo ser encontrado.
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
#208159
You are racing towards an early grave...
- - - - - - - - - - - - - - -
JUNTO A: Kai Tatsuya, Rin, Helena, Kikuri.
Run, rabbit, run. Dig that hole.
DIMENSION A * 2 PISO * PASILLO
You are racing towards an early grave...
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Junto al grupo, pero en su propia burbuja, el muchacho se vio a si mismo más calmado. Sus compañeros por supuesto no eran aquellos que habría elegido para la situación, en el estúpido caso de haber elegido estar ahí, pero sí que servían como un puente con la realidad, con sus voces molestas y sus gestos torpes, con sus preocupaciones... ugh. Eran incómodamente reconfortantes.
—Hmf — Un suspiro, algo leve que le permitió descansar los hombros mientras los otros se perdían en sus propias conversaciones. El muchacho bajó la mirada unos segundos, escuchando sin ganas las palabras del grupo, y sin embargo recibiendo la información cual apuntes a tener en mente a futuro, cual precauciones de una construcción llena de trampas y acertijos.
Y así su mente divagaba; todos brindaban información sobre los pasillos, algunos preguntaban sobre sus amigos tal como él mismo había hecho antes. Pero su situación era ciertamente distinta... Ahí, entre el conjunto de estudiantes, James era el único que no encajaba con la idea de ese apoyo fraternal. Era el único que en clases no les dirigía la palabra o con quién habrían intercambiado insultos. Estorbaba. Si bien no para los otros, para sí mismo.
...
Un salto. Una voz inesperada se dirigió hacia él, obteniendo su atención por el significado más que por el locutor – ¿Michelle? — ¿Sabes algo? Estuvo a punto de saltar, guardando sus palabras en un silencio esperanzado... No pudo evitar el agobio de la respuesta. — No la he visto. ¿Qué te ha pasado, por cierto? — ... James escondió la mirada. Incluso si la pregunta iba dirigida a él era capaz de sentir la falta de interés. No necesitaba dar detalles, no era necesario explicar nada. Solo una advertencia era suficiente, suponía.
No... Apretó los labios mientras llevaba sus manos a los bolsillos de su chaqueta. Si era honesto prefería evitar el tema... Necesitaba alguna forma de evadirlo y no necesitó hablar para obtener el escape: Kikuri, en su ruidoso ser, había empezado a gritar, a parlotear incoherencias que sobresaltaron al grupo al instante. James había abierto la boca dispuesto a gritarle que cerrara el puto hocico, y sin embargo tragó sus palabras. Una risa angustiada en cambio se escapó de sus labios tras el primer silencio.
- Onii-chan... La has visto, ¿verdad? Sé que la has visto. Ella era... Yo la quería. Tanto que haría cualquier cosa por ella. Incluso... morir. Eso hice, y fracasé... Pero verte así me hace pensar, Onii-chan. Lo que haces no está bien. Debes evitar... la puerta roja. Tras ella... solo se ocultan errores del pasado que nunca debimos ver. La niña del vestido rojo lo sabe... La llave... la tienes en tu bolsillo. Pero quiero que la tires. Hazme caso, Onii-chan. No puede ser bueno...
James llevó una mano a su boca mientras la otra se cerraba en un puño tenso sobre la llave. Sus nudillos blancos de la presión se movían en espasmos nerviosos mientras las ganas de simplemente sentarse en el piso y vomitar le sobrecogían. La voz le había tensado el cuerpo en un escalofrío perpetuo, su respiración se había agitado en ese infierno personal, e igualmente su pulso se desbocaba ante la escena.
Pero no permitiría el pánico. No ahí, no con ellos. El descontrol de los otros le sirvió lo necesario mientras se recomponía. Su cabeza parecía intervenida por la voz que había escuchado —Hah— Rió para sí. Era irónico cómo hace un par de segundos iba a tratar a Kikuri de una loca estúpida y el como ahora se encontraba en la misma situación, al borde de echarse a reír en un espasmo nervioso, asustado, sobrecogido en sí mismo. Y los dibujos... Ni los miró. No tenía valor, ni interés.
Pero las palabras en cambio, ellas resonaban en su cabeza como una celda de la que era imposible escpar.
- Pero verte así me hace pensar, Onii-chan. Lo que haces no está bien.
... Lo sabía, James era perfectamente consciente de eso. Estaba siendo un imbécil, algo más de lo normal. Necesitaba... necesitaba hablar con los otros, al menos para salir de ahí. Lo que sucediera puertas afuera no importaba en esos momentos. Al menos tomar ventaja de la compañía. Era de ciegos ir solo por los pasillos.
- Debes evitar... la puerta roja. Tras ella... solo se ocultan errores del pasado que nunca debimos ver.
... ¿Errores?
- La niña del vestido rojo lo sabe... La llave... la tienes en tu bolsillo. Pero quiero que la tires. Hazme caso, Onii-chan. No puede ser bueno...
James sacudió su cabeza abrúptamente, deseando golpear la pared en rabia. De todas las personas, de toda la gente presente debía ser él quién cargaba con la estúpida llave, que después de todo... ¿Para qué mierda se la había dado... lo que fuese la voz, si luego indicaría que no la usara? ¿Acaso intentaba engañarle?
... Estaba confundido. Pero realmente no tenía más opciones
—Hey... — Habló, seco. Acercándose al grupo que discutía sobre Mirai —Veamos dónde están los otros y después busquemos a quién culpar— Si sus palabras parecían en ánimos de calmar la situación, era su propio desplante cansado el que finalmente vendía la escena. Realmente estaba agotado de todo (de su excesivo miedo, en específico), y aunque prefería guardarse las palabras siguió hablando, resignado —Por las escaleras tampoco deberíamos ir, de ahí donde vine.. —
Genial, ¿Cómo les explicaba lo de Nidai y Kai?
Pasó saliva —Había... un eh... a corpse you know...— Eso era estúpido. No servía en absoluto. Bufó. —Había un cadáver de una chica o algo y Kai se puso los zapatos de la muerta because she's a goddamn stupid—... Bien podía omitir información —Empezó a actuar violenta y decidí dejarla. No sé qué le pasó pero no me iba a quedar ahí.— Excelente, había hablado de más —...Pero tengo una llave que encontré tirada, no sé de qué es, quizá podríamos buscar a qué puerta le hace. — Eso era suficiente, no necesitaban saber más y estaba compartiendo la información en la misma medida que ellos. No les diría lo de las voces. Tampoco lo de Nidai.
opción escribió:> Compartir su descubrimiento con sus compañeros. Podían ser unos ruidosos e inútiles, pero había que reconocer que su situación era crítica. Debían trabajar juntos.
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
PEQUEÑO RECORDATORIO TRAS LAS ANTERIORES ACTUALIZACIONES
- Spoiler:
- - Al final de cada apartado de cada personaje, se deberán elegir una serie de opciones o choices. Todo lo que sea escogido tendrá consecuencias, buenas o malas. Al final de cada actualización se dispondrá de un resumen de las elecciones de cada personaje en el apartado "Fortuna".
- Las actualizaciones, excepto en casos especiales, se darán cada dos semanas. El uso de mini-actualizaciones en caso de eventos especiales o bajo necesidad de intervención directa puede ocurrir en cualquier momento, aunque se buscará dar suficiente tiempo entre cada post necesario.
- En caso de no participar en una de las actualizaciones, el personaje parado entrará en estado "autopilot", lo que significa que su elección de la actualización será elegida al azar mediante un sistema randomizer. Para evitar esto, si resulta algún incidente o razón por la que no se puede postear, enviar un MP a Hemfelt o a mí, o bien ponerse en contacto con alguno de los dos y su personaje será tratado como pequeña excepción a la norma.
Como recordatorio, cuando los personajes se encuentran agrupados en pequeños grupos, se recomienda encarecidamente interactuar con los que se tiene alrededor. No importa el tipo de interacción que se dé. Muchas veces conseguir apoyo de los demás puede conllevar que tu personaje pueda recibir ayuda en un momento crítico. No seas tímido: Inicia una conversación, salva una vida.
Para ello, mediante el sistema de choices, se anima a reforzar la unidad del grupo. No siempre ocurrirá de la misma forma, pero por regla general quedarse en solitario sin haber tenido interacción con nadie, conllevará mayores riesgos para la fortuna de tu personaje.
DIMENSIÓN A | |
PISO 1 | PISO 2 |
Ito, Kikuri | |
Lane, James | |
Mitsukuri, Helena | |
Nakae, Rintaro | |
Tatsuya, Kai |
Kikuri Itō
- ♪ Si la salida hacia un lugar mejor quieres hallar ♪
- ♫ La puerta roja debes atravesar ♫
- ♪ No seas tímida, mira por dónde vas ♪
- ♫ Si en la niebla no quieres acabar ♫
- ♪ Onee...chan... ♪
Con las últimas notas de la canción, el silencio volvió a llegar de nuevo, con un nuevo detalle que se pudo notar a pocos centímetros del pie derecho de Kikuri. Una llave vieja reposaba junto a sus zapatos. Cubierta de polvo, excepto en la empuñadura, como si hubiera sido tomada por alguien instantes antes. ¿Estaba ahí hacía un momento? No podía saberlo. Probablemente nadie a su alrededor podía saberlo. ¿Importaba acaso? Probablemente pensaban ya que estaba loca, por el momento por el que acababan de pasar. Pero aquellos dibujos... y aquellas voces... ¿Qué significaban?
Consideró algunos detalles seriamente. Niños sin ojos, la muerte, la niebla, la puerta roja... ¿Qué pensaba la propia Kikuri de aquella canción? ¿Eran desvaríos de los niños muertos? Al menos, ahora podía pensar con claridad, o al menos intentarlo. Las voces se habían callado. Los dibujos seguían allí. Aquellos dibujos siniestros de formas psicodélicas, con poco sentido. Puede que hubiera visto bastante cine de terror, y que por ello pudiera atar algunos cabos. Si no fuera porque aún recordaba las oscuras estrofas. Y porque aquello no eran efectos especiales. ¿Lo eran? Eso y que parecía que cada cual parecía estar viendo tramas diferentes.
Sí, eso sería. Mantén la calma, Kikuri. Aún no estás loca. O quizá era eso lo que la chica quería repetirse a sí misma mentalmente...
- ♪ Si la salida hacia un lugar mejor quieres hallar ♪
- ♫ La puerta roja debes atravesar ♫
- ♪ No seas tímida, mira por dónde vas ♪
- ♫ Si en la niebla no quieres acabar ♫
- ♪ Onee...chan... ♪
Con las últimas notas de la canción, el silencio volvió a llegar de nuevo, con un nuevo detalle que se pudo notar a pocos centímetros del pie derecho de Kikuri. Una llave vieja reposaba junto a sus zapatos. Cubierta de polvo, excepto en la empuñadura, como si hubiera sido tomada por alguien instantes antes. ¿Estaba ahí hacía un momento? No podía saberlo. Probablemente nadie a su alrededor podía saberlo. ¿Importaba acaso? Probablemente pensaban ya que estaba loca, por el momento por el que acababan de pasar. Pero aquellos dibujos... y aquellas voces... ¿Qué significaban?
Consideró algunos detalles seriamente. Niños sin ojos, la muerte, la niebla, la puerta roja... ¿Qué pensaba la propia Kikuri de aquella canción? ¿Eran desvaríos de los niños muertos? Al menos, ahora podía pensar con claridad, o al menos intentarlo. Las voces se habían callado. Los dibujos seguían allí. Aquellos dibujos siniestros de formas psicodélicas, con poco sentido. Puede que hubiera visto bastante cine de terror, y que por ello pudiera atar algunos cabos. Si no fuera porque aún recordaba las oscuras estrofas. Y porque aquello no eran efectos especiales. ¿Lo eran? Eso y que parecía que cada cual parecía estar viendo tramas diferentes.
Sí, eso sería. Mantén la calma, Kikuri. Aún no estás loca. O quizá era eso lo que la chica quería repetirse a sí misma mentalmente...
> Tomar la llave del suelo. ¡Un punto clave del asunto! Y además, utilizada recientemente. Podían compararse con cierta sección del dibujo. Juraría que... incluso... aquella llave que había dibujada en un rincón, era la misma. Colocar la susodicha llave al lado del dibujo, serviría para poder comparar bien, pues no había mucha luz.
> Intentar convencer al grupo de elegir un nuevo camino que recorrer. Una sugerencia hacia los mismos podía ser elegida: Hacia el fondo del pasillo, utilizar uno de los maderos para atravesar el abismo, o bien volver por donde había llegado inicialmente por las escaleras.
> Guardarse la llave y proseguir con la investigación. Incluso excusarse para buscar aquella puerta roja. ¿Qué miedo podía tener? Ya estaba escuchando voces satánicas en su cabeza. Peor de lo que estaba no iba a acabar.
> Intentar convencer al grupo de elegir un nuevo camino que recorrer. Una sugerencia hacia los mismos podía ser elegida: Hacia el fondo del pasillo, utilizar uno de los maderos para atravesar el abismo, o bien volver por donde había llegado inicialmente por las escaleras.
> Guardarse la llave y proseguir con la investigación. Incluso excusarse para buscar aquella puerta roja. ¿Qué miedo podía tener? Ya estaba escuchando voces satánicas en su cabeza. Peor de lo que estaba no iba a acabar.
James Lane
A pesar de todos sus increíbles descubrimientos, ¿se podía decir que era suficiente? ¡Había hecho muchas cosas! Y exponiéndose, que no era poco. Aún recordaba las patadas de la inútil de Kai. ¿Quién sino habría caído en una trama como aquella? Y todo cuanto tenía era... una llave, unos pocos recuerdos, un grupo de gente asustada y la voz de un fantasma. Menuda fiesta, ¿eh?
La puerta roja parecía ser lo más intrigante y... ¿la única pista? Aquellos dibujos de las paredes no podían ser sino basura de algún bromista. ¿Y Kikuri sobreactuando de aquella manera? No era la primera vez que venía con sus... juegos sobrenaturales. Lo más probable era que estuviera bromeando. La incógnita, sin embargo, seguía en aquella voz que había escuchado instantes antes. Hasta que...
- Onii-chan... ¿Por qué? ¿Qué estás... haciendo? Creí que... podía confiar en ti... Por favor, no les digas nada más de la llave... Quiero que sea un secreto entre tú y yo... ¿Tanto... estoy... pidiendo? No... importa... No te juzgaré por ello, Onii-chan.
Y tan rápido como había hecho aparición... Desapareció. Pudo sentirlo. Aquella voz se había llevado algo consigo, además del eco que la misma provocaba. ¿De verdad sonaba dentro de su cabeza? Lo importante era que... a pesar de lo que había hecho, ahora iba a quedar como un hipócrita mentiroso. La llave ya no estaba en su bolsillo. Y para colmo, había perdido totalmente el hilo de lo que estaba pensando. Irremediablemente, tenía que trabajar con los demás. Pero aún sentía que lo mejor que había hecho era guardarse unas pocas pistas para sí. Lo mejor que podía hacer era...
A pesar de todos sus increíbles descubrimientos, ¿se podía decir que era suficiente? ¡Había hecho muchas cosas! Y exponiéndose, que no era poco. Aún recordaba las patadas de la inútil de Kai. ¿Quién sino habría caído en una trama como aquella? Y todo cuanto tenía era... una llave, unos pocos recuerdos, un grupo de gente asustada y la voz de un fantasma. Menuda fiesta, ¿eh?
La puerta roja parecía ser lo más intrigante y... ¿la única pista? Aquellos dibujos de las paredes no podían ser sino basura de algún bromista. ¿Y Kikuri sobreactuando de aquella manera? No era la primera vez que venía con sus... juegos sobrenaturales. Lo más probable era que estuviera bromeando. La incógnita, sin embargo, seguía en aquella voz que había escuchado instantes antes. Hasta que...
- Onii-chan... ¿Por qué? ¿Qué estás... haciendo? Creí que... podía confiar en ti... Por favor, no les digas nada más de la llave... Quiero que sea un secreto entre tú y yo... ¿Tanto... estoy... pidiendo? No... importa... No te juzgaré por ello, Onii-chan.
Y tan rápido como había hecho aparición... Desapareció. Pudo sentirlo. Aquella voz se había llevado algo consigo, además del eco que la misma provocaba. ¿De verdad sonaba dentro de su cabeza? Lo importante era que... a pesar de lo que había hecho, ahora iba a quedar como un hipócrita mentiroso. La llave ya no estaba en su bolsillo. Y para colmo, había perdido totalmente el hilo de lo que estaba pensando. Irremediablemente, tenía que trabajar con los demás. Pero aún sentía que lo mejor que había hecho era guardarse unas pocas pistas para sí. Lo mejor que podía hacer era...
> Fingir que nada de lo que había dicho pudiera dejarlo en evidencia. Nadie necesitaba utilizar aquella llave. Si alguien preguntaba, lo mejor sería ir en otra dirección. O incluso sugerir que volvieran por dónde él había llegado. No era necesario buscar la puerta de la que aquella voz le había hablado. Pues no existía.
> Apartarse un poco del grupo e intentar, con cuidado de que nadie le viera, hablar de nuevo con aquella voz. Aquella llave debía ser una pista importante . Y había que intentar recuperarla. Por supuesto, con discreción.
> Ignorar por completo lo que acababa de ocurrir, y centrar su atención en... aquellos dibujos de las paredes. Tenía que comprobar el tacto, también, por si estaban frescas. La voz que le había hablado era infantil, al igual que aquellos dibujos. ¿Guardaban algún tipo de relación?
> Apartarse un poco del grupo e intentar, con cuidado de que nadie le viera, hablar de nuevo con aquella voz. Aquella llave debía ser una pista importante . Y había que intentar recuperarla. Por supuesto, con discreción.
> Ignorar por completo lo que acababa de ocurrir, y centrar su atención en... aquellos dibujos de las paredes. Tenía que comprobar el tacto, también, por si estaban frescas. La voz que le había hablado era infantil, al igual que aquellos dibujos. ¿Guardaban algún tipo de relación?
Helena Mitsukuri
Era... difícil pensar con la mente fría. Grietas por todas partes. Dibujos en las paredes. ¿Por qué Kikuri estaba tan alterada? ¡No había nada que la asustara más en aquel momento! Pues podría ser otro de aquellos niños, como el que... había terminado con la vida de Tomoyo. Porque estaba muerta, ¿verdad? Sí, Helena la había abandonado, y solo por ello, ese pensamiento jamás se iría. Todavía estaban aquellos escalofríos que recorrían su cuerpo. Y todo había comenzado hacía relativamente poco. ¿Por qué? Ni la fría lógica que solía utilizar, servirían. Si bien, podía ser todo cosa de Kikuri. ¡Aquella loca debía ser la única buscando nuevas maneras de asustarlos! ¡No había nada en aquellos dibujos! Ni voces... Ni nada de nada.
Una nueva sensación, del mismo modo que había ocurrido previamente con Tomoyo, recorría sus pensamientos. Aquellos dibujos eran... peligrosos. ¿Pero solo eran dibujos? ¿Y esa sensación de cansancio que había llegado a ella de repente? Era casi como si quisiera ponerse a dormir. ¡Pero no podía! Las personas a su alrededor, habían mencionado temblores. Quizá era demasiado arriesgado... ¿Podía superar ese sentimiento?
Pero especialmente ahora que finalmente se habían agrupado, ¿debía intentar conseguir cierto orden en el grupo? ¿Buscar armonía? No, quizá era el agotamiento, que junto a la angustia de haber estado demasiado tiempo en aquel lugar, habían acabado con sus energías. Sostuvo un poco más aquel hallazgo que localizó instantes antes. No debía desprenderse de él, así como hacía con el trozo de muñeca de aquel extraño ritual. ¿Podía decirse que ambos objetos estaban relacionados? No. La relación estaba más bien en el deseo de no desprenderse de ninguno de los dos. ¿O no era así?
Era... difícil pensar con la mente fría. Grietas por todas partes. Dibujos en las paredes. ¿Por qué Kikuri estaba tan alterada? ¡No había nada que la asustara más en aquel momento! Pues podría ser otro de aquellos niños, como el que... había terminado con la vida de Tomoyo. Porque estaba muerta, ¿verdad? Sí, Helena la había abandonado, y solo por ello, ese pensamiento jamás se iría. Todavía estaban aquellos escalofríos que recorrían su cuerpo. Y todo había comenzado hacía relativamente poco. ¿Por qué? Ni la fría lógica que solía utilizar, servirían. Si bien, podía ser todo cosa de Kikuri. ¡Aquella loca debía ser la única buscando nuevas maneras de asustarlos! ¡No había nada en aquellos dibujos! Ni voces... Ni nada de nada.
Una nueva sensación, del mismo modo que había ocurrido previamente con Tomoyo, recorría sus pensamientos. Aquellos dibujos eran... peligrosos. ¿Pero solo eran dibujos? ¿Y esa sensación de cansancio que había llegado a ella de repente? Era casi como si quisiera ponerse a dormir. ¡Pero no podía! Las personas a su alrededor, habían mencionado temblores. Quizá era demasiado arriesgado... ¿Podía superar ese sentimiento?
Pero especialmente ahora que finalmente se habían agrupado, ¿debía intentar conseguir cierto orden en el grupo? ¿Buscar armonía? No, quizá era el agotamiento, que junto a la angustia de haber estado demasiado tiempo en aquel lugar, habían acabado con sus energías. Sostuvo un poco más aquel hallazgo que localizó instantes antes. No debía desprenderse de él, así como hacía con el trozo de muñeca de aquel extraño ritual. ¿Podía decirse que ambos objetos estaban relacionados? No. La relación estaba más bien en el deseo de no desprenderse de ninguno de los dos. ¿O no era así?
> Dedicar atención a los dibujos que todo el mundo parecía estar observando. Si Kikuri estaba reaccionando de aquella manera, alguna razón habría. Ahora bien... ¿Estaba bien todo aquello? Especialmente sabiendo que había entes sobrenaturales por allí.
> Culpar a Kikuri, y detener aquella broma absurda. Todo el mundo, ella incluida, estaban suficientemente cansados de aquel lugar. ¿Por qué hacer la estancia más insoportable todavía?
> Ceder un poco ante el cansancio y buscar algo de paz en un rincón del pasillo, mientras el resto hacía su investigación. Demasiadas emociones fuertes, Helena. Descansar un poco es todo cuanto necesitaba.
> Culpar a Kikuri, y detener aquella broma absurda. Todo el mundo, ella incluida, estaban suficientemente cansados de aquel lugar. ¿Por qué hacer la estancia más insoportable todavía?
> Ceder un poco ante el cansancio y buscar algo de paz en un rincón del pasillo, mientras el resto hacía su investigación. Demasiadas emociones fuertes, Helena. Descansar un poco es todo cuanto necesitaba.
Rintaro Nakae
Una salida... Si tan solo fuera tan fácil. Aquellos pasillos tan solo albergaban incredulidad en su inmensa oscuridad. No había salida aparente. Ni las ventanas parecían ser una vía de acceso. ¿Realmente había algún tipo de pista que pudieran seguir? Era difícil de creer, pero el chico jamás perdió la esperanza, a pesar de las terribles cosas que había visto. Seguía buscando calmar a todos, y mantener el grupo unido. Pero había algo... que lo distraía. Por completo. Sin excepción alguna en ninguno de sus segundos. Estaba seguro de que... estaba viendo una chica. ¡Él sabía de aquellas cosas! ¡Aquella era una chica! De largos cabellos y aspecto intrigante. Si no fuera porque estaba envuelta en luz.
Era un fantasma, ¿verdad?
La había visto un par de veces. Incluso tres. La primera, había sido al dirigir su mirada al otro lado del pasillo. Y por ello, había comunicado al resto que no debían seguir por allí. No era una buena idea. Pero... también apareció un par de minutos después, asomando su pálido rostro por una de las destartaladas ventanas que comunicaban con las aulas. Y por último, y más para su sorpresa, apareció cerca de Helena y Kikuri, mientras éstas estaban hablando, contando sus experiencias en aquel oscuro lugar. Incluso se acercó a los dibujos. Por supuesto, no mediaba palabra. Pero seguía allí. Casi impaciente. Y estaba mirándolo a él. Pasó realmente cerca de Kikuri una vez, que casi pudo verse su cabello ondear con el impulso que hizo su movimiento. ¿Los fantasmas hacían esas cosas? No, pero ellas no parecían... estar percatándose de su presencia. ¿Acaso sólo podía verla él mismo? Era inquietante, de nuevo. Quizá era momento de... hacer algo. ¿Y si era peligrosa?
Una salida... Si tan solo fuera tan fácil. Aquellos pasillos tan solo albergaban incredulidad en su inmensa oscuridad. No había salida aparente. Ni las ventanas parecían ser una vía de acceso. ¿Realmente había algún tipo de pista que pudieran seguir? Era difícil de creer, pero el chico jamás perdió la esperanza, a pesar de las terribles cosas que había visto. Seguía buscando calmar a todos, y mantener el grupo unido. Pero había algo... que lo distraía. Por completo. Sin excepción alguna en ninguno de sus segundos. Estaba seguro de que... estaba viendo una chica. ¡Él sabía de aquellas cosas! ¡Aquella era una chica! De largos cabellos y aspecto intrigante. Si no fuera porque estaba envuelta en luz.
Era un fantasma, ¿verdad?
La había visto un par de veces. Incluso tres. La primera, había sido al dirigir su mirada al otro lado del pasillo. Y por ello, había comunicado al resto que no debían seguir por allí. No era una buena idea. Pero... también apareció un par de minutos después, asomando su pálido rostro por una de las destartaladas ventanas que comunicaban con las aulas. Y por último, y más para su sorpresa, apareció cerca de Helena y Kikuri, mientras éstas estaban hablando, contando sus experiencias en aquel oscuro lugar. Incluso se acercó a los dibujos. Por supuesto, no mediaba palabra. Pero seguía allí. Casi impaciente. Y estaba mirándolo a él. Pasó realmente cerca de Kikuri una vez, que casi pudo verse su cabello ondear con el impulso que hizo su movimiento. ¿Los fantasmas hacían esas cosas? No, pero ellas no parecían... estar percatándose de su presencia. ¿Acaso sólo podía verla él mismo? Era inquietante, de nuevo. Quizá era momento de... hacer algo. ¿Y si era peligrosa?
> Alertar a los demás de la presencia de un... ente, cerca de ellos. ¡Definitivamente era peligrosa! Debían hacer algo. O bien alejarse. No quería que les ocurriera nada malo.
> Ignorar la presencia por completo, y hacer que los demás fijaran su atención en otro tipo de cosas. ¡Como aquellos dibujos! Kikuri había visto algo raro en ellos. Seguro que eran importantes. ¿Por qué estaría asustada de unos dibujos?
> Intentar establecer contacto con... la chica. ¡Quizá era amistosa! Además, se la veía tímida. ¡Ni siquiera a las muertas hay que juzgarlas! Seguramente era un amor de persona. O... un amor de fantasma. Qué cosas más raras.
Kai Tatsuya
Una reunión en el pasillo. Eso es todo cuanto podría tranquilizar a cualquiera que desease abandonar un lugar tan inmundo como aquel. El olor era... wow, insoportable. Kai no se había percatado de ello hasta el momento. O bien todo lo que había pasado, había mantenido su olfato fuera de juego, porque aquello era difícil de ignorar. Sin embargo, aquello era... sí, extraño. Porque no, no era el olor lo que llamó la atención de Kai en ese instante. Si bien casi sentía que podía volverse loco... aquello... ¿Era una voz?
- Nyuuu... Nyuuu... Nyuuu... Nyuuu...
Aquella voz era completamente inconfundible. La había escuchado tantísimas veces durante los entrenamientos de baloncesto, que hasta se había acostumbrado a tener siempre aquella voz junto a ellos durante los mismos. Además siempre había una razón, cuando se ponía a tararear esa pequeña melodía improvisada. Bueno, improvisada. Era simple, pero efectiva. Y cuando estaba contenta, era eso lo que se escuchaba. Soniditos que ella misma parecía creer que nadie escuchaba, pero los cuales era inevitable oír. Se trataba de la voz de Sakura. Y sonaba realmente cerca. ¿Estaría haciendo aquello para evitar pasar por el miedo atroz que causaba aquel lugar? Si así era, quizá... debían ayudarla.
¿Pero acaso era posible? Escuchaba aquella voz, sí. Pero provenía... del otro lado de la pared, o algo así. Sí, aquella pared que tanta atención estaba atrayendo, debido a los dibujos infantiles que tenía sobre su superficie. No se escuchaban de manera perfecta, pero estaban allí. Probablemente, si se acercaba un poco a aquella pared... podría identificar todo mejor. ¡Podría hasta haber una habitación oculta! ¿Y si Sakura realmente se encontraba detrás?
Una reunión en el pasillo. Eso es todo cuanto podría tranquilizar a cualquiera que desease abandonar un lugar tan inmundo como aquel. El olor era... wow, insoportable. Kai no se había percatado de ello hasta el momento. O bien todo lo que había pasado, había mantenido su olfato fuera de juego, porque aquello era difícil de ignorar. Sin embargo, aquello era... sí, extraño. Porque no, no era el olor lo que llamó la atención de Kai en ese instante. Si bien casi sentía que podía volverse loco... aquello... ¿Era una voz?
- Nyuuu... Nyuuu... Nyuuu... Nyuuu...
Aquella voz era completamente inconfundible. La había escuchado tantísimas veces durante los entrenamientos de baloncesto, que hasta se había acostumbrado a tener siempre aquella voz junto a ellos durante los mismos. Además siempre había una razón, cuando se ponía a tararear esa pequeña melodía improvisada. Bueno, improvisada. Era simple, pero efectiva. Y cuando estaba contenta, era eso lo que se escuchaba. Soniditos que ella misma parecía creer que nadie escuchaba, pero los cuales era inevitable oír. Se trataba de la voz de Sakura. Y sonaba realmente cerca. ¿Estaría haciendo aquello para evitar pasar por el miedo atroz que causaba aquel lugar? Si así era, quizá... debían ayudarla.
¿Pero acaso era posible? Escuchaba aquella voz, sí. Pero provenía... del otro lado de la pared, o algo así. Sí, aquella pared que tanta atención estaba atrayendo, debido a los dibujos infantiles que tenía sobre su superficie. No se escuchaban de manera perfecta, pero estaban allí. Probablemente, si se acercaba un poco a aquella pared... podría identificar todo mejor. ¡Podría hasta haber una habitación oculta! ¿Y si Sakura realmente se encontraba detrás?
> Acercarse a la pared, en busca de la fuente del tarareo de la chica. Podría ser una entrada a algún otro sitio, y con los dibujos intentaban engañarlos. Acercar el oído a la pared podría confirmar aquello.
> Ignorar completamente la voz. Sakura... aunque costase admitirlo, aquel terremoto habría acabado con una chica tan delicada como ella. Pudo ver cómo se hundía en el oscuro suelo. Lo mejor sería simplemente... velar por su alma mentalmente.
> Buscar una forma de rodear aquella pared. Probablemente siguiendo el pasillo. Aquello era una escuela, y era muy fácil que detrás de aquella pared hubiera algún tipo de aula. Una de las puertas cercanas dejaría ver al otro lado.
> Ignorar completamente la voz. Sakura... aunque costase admitirlo, aquel terremoto habría acabado con una chica tan delicada como ella. Pudo ver cómo se hundía en el oscuro suelo. Lo mejor sería simplemente... velar por su alma mentalmente.
> Buscar una forma de rodear aquella pared. Probablemente siguiendo el pasillo. Aquello era una escuela, y era muy fácil que detrás de aquella pared hubiera algún tipo de aula. Una de las puertas cercanas dejaría ver al otro lado.
DIMENSIÓN B | |
PISO 1 | PISO 2 |
Abadeer, Marceline | |
Hayashida, Saneatsu | |
Komatsuzaki, Mirai | |
Nunotaba, Ruri | |
Sonoda, Haruichi | |
Yamaoka, Michelle |
Saneatsu Hayashida & Mirai Komatsuzaki
Sus ojos estaban fijos en rostro de la persona que tenía sujeta del cuello con sus manos. Sí, ese supuesto compañero de clase. ¿Sólo compañero de clase? Tal vez hasta le tenía otro tipo de aprecio. Saneatsu se encontraba tranquilo, oprimiendo cada vez con más fuerza el cuello de Mirai, que no parecía oponer resistencia alguna.
– ¡Pffft! Ni si quiera intenta defenderse. Es patético. ¿Cómo has podido ser amigo de alguien tan débil? Ya tenían razón aquellas personas. —Una vez más aquella voz, que no era otra que la suya propia, volvía a resonar en su cabeza. ¿En qué estaría pensando Mirai? ¿Iba a dejarse matar? No, no podía hacerle aquello. Era injusto. Era injusto acabar con alguien que no tenía el valor suficiente como para defenderse, como para lugar por su vida. Nuevamente, Saneatsu detuvo la opresión en el cuello de su amigo, dejando que su mirada terminara perdida en algún punto del oscuro pasillo.
Mirai no podía hacer nada más que respirar con dificultad, puesto que la fuerza que había ejercido el otro le había dejado bastante adolorida la zona, impidiendo que el aire alcanzara normalmente sus pulmones. ¿Así iba a morir? Realmente lo tenía merecido, a fin de cuentas fue él mismo quien metió a sus compañeros en ese lugar. ¿Mantener una amistad para siempre? Ni si quiera se hablaba con la mayoría de los que asistieron, y muchos pensaban y le echaban en cara algo que él mismo reconocía: que era un bueno para nada y un cobarde inútil. Sí, merecía morir. Merecía morir por haber arrastrado a gente inocente a una escuela que probablemente termine siendo también su tumba. ¿Cuál sería su lugar ahora? ¿Iría al cielo? No, imposible. No dejarían entrar a una persona incapaz de hacer nada por nadie, todo por ser tan débil. Acabaría en el peor de los infiernos, si eso que estaba pasando no era suficiente infierno.
– … —Trató de decir algo, pero las palabras no le salían, ya fuera por la dificultad y el dolor que estaba sintiendo, o porque no tenía valor de parar a su amigo. Porque sí, a pesar de lo que estaba haciendo, seguía siendo su amigo. Ni si quiera gritaba del daño que pudiera estar sintiendo. ¿De qué le serviría? Esto iba a acabar pronto, puesto que Saneatsu comenzó a apretar de nuevo tan pronto como encontró la mirada de Mirai, una mirada que pedía a gritos que le quitara la vida.
– Terminará pronto, Mirai. —Fue lo último que dijo, casi en un susurro, antes de finalmente ejercer la presión que faltaba para que el otro chico dejara de respirar. Para siempre. Saneatsu se quedó contemplando el ahora inerte cuerpo del joven, completamente inmóvil, aunque esbozando una macabra sonrisa en su rostro— Haha… ¡AhaHAaHAhAHAHAhA! —Rió de forma bastante estridente, a la vez que apartó de su camino a Mirai con su pie. Por fin había terminado con ese patético personaje. Lo merecía de verdad.
Sus ojos estaban fijos en rostro de la persona que tenía sujeta del cuello con sus manos. Sí, ese supuesto compañero de clase. ¿Sólo compañero de clase? Tal vez hasta le tenía otro tipo de aprecio. Saneatsu se encontraba tranquilo, oprimiendo cada vez con más fuerza el cuello de Mirai, que no parecía oponer resistencia alguna.
– ¡Pffft! Ni si quiera intenta defenderse. Es patético. ¿Cómo has podido ser amigo de alguien tan débil? Ya tenían razón aquellas personas. —Una vez más aquella voz, que no era otra que la suya propia, volvía a resonar en su cabeza. ¿En qué estaría pensando Mirai? ¿Iba a dejarse matar? No, no podía hacerle aquello. Era injusto. Era injusto acabar con alguien que no tenía el valor suficiente como para defenderse, como para lugar por su vida. Nuevamente, Saneatsu detuvo la opresión en el cuello de su amigo, dejando que su mirada terminara perdida en algún punto del oscuro pasillo.
Mirai no podía hacer nada más que respirar con dificultad, puesto que la fuerza que había ejercido el otro le había dejado bastante adolorida la zona, impidiendo que el aire alcanzara normalmente sus pulmones. ¿Así iba a morir? Realmente lo tenía merecido, a fin de cuentas fue él mismo quien metió a sus compañeros en ese lugar. ¿Mantener una amistad para siempre? Ni si quiera se hablaba con la mayoría de los que asistieron, y muchos pensaban y le echaban en cara algo que él mismo reconocía: que era un bueno para nada y un cobarde inútil. Sí, merecía morir. Merecía morir por haber arrastrado a gente inocente a una escuela que probablemente termine siendo también su tumba. ¿Cuál sería su lugar ahora? ¿Iría al cielo? No, imposible. No dejarían entrar a una persona incapaz de hacer nada por nadie, todo por ser tan débil. Acabaría en el peor de los infiernos, si eso que estaba pasando no era suficiente infierno.
– … —Trató de decir algo, pero las palabras no le salían, ya fuera por la dificultad y el dolor que estaba sintiendo, o porque no tenía valor de parar a su amigo. Porque sí, a pesar de lo que estaba haciendo, seguía siendo su amigo. Ni si quiera gritaba del daño que pudiera estar sintiendo. ¿De qué le serviría? Esto iba a acabar pronto, puesto que Saneatsu comenzó a apretar de nuevo tan pronto como encontró la mirada de Mirai, una mirada que pedía a gritos que le quitara la vida.
– Terminará pronto, Mirai. —Fue lo último que dijo, casi en un susurro, antes de finalmente ejercer la presión que faltaba para que el otro chico dejara de respirar. Para siempre. Saneatsu se quedó contemplando el ahora inerte cuerpo del joven, completamente inmóvil, aunque esbozando una macabra sonrisa en su rostro— Haha… ¡AhaHAaHAhAHAHAhA! —Rió de forma bastante estridente, a la vez que apartó de su camino a Mirai con su pie. Por fin había terminado con ese patético personaje. Lo merecía de verdad.
Haruichi Sonoda
¡Qué felicidad! Todo se había convertido en una emotiva reunión de amigos, intercambiando información que, a pesar de no ser buenas noticias la mayoría de las palabras que intercambiaron, era algo que añoraba bastante después de haber pasado unos momentos más intensos que las llamas que lo rodearon en esas oscuras escaleras.
Sin embargo, la preocupación comenzó a invadirlo de forma inesperada. ¿Qué había sido de Adachi, por cierto? Ahora que se daba cuenta, del otro lado de la ahora derrumbada barricada sólo había vuelto Marceline. ¡Pobre Adachi! Apenas pudo ver lo que pasó al otro lado, y cuando las mesas mal colocadas desaparecieron, su compañero ya no estaba allí… ¿Sería buena idea ir a buscarlo? ¡Quizá huyó por las escaleras y está en el piso de arriba! Pero… Haru ya se había propuesto seguir a Michelle. ¿Qué tal un cambio de planes? Aunque era Michelle, seguramente no le iba a gustar la idea de ignorar lo que ella misma había propuesto.
Un momento. ¿Qué era ese ruido? ¿No lo había oído hacía un rato? Sí, el rebotar de una pelota de baloncesto. Pero cada vez se oía más de cerca. No, aquello era una locura. Estaba llevando su afición demasiado lejos. ¿Cómo iba a estar siguiéndole un balón?
Fue lo que pudo escuchar un segundo antes de que una pelota de baloncesto golpeara su cabeza. ¿Había caído del techo? A juzgar por la zona de la cabeza en la que había impactado, así parecía.
¡Qué felicidad! Todo se había convertido en una emotiva reunión de amigos, intercambiando información que, a pesar de no ser buenas noticias la mayoría de las palabras que intercambiaron, era algo que añoraba bastante después de haber pasado unos momentos más intensos que las llamas que lo rodearon en esas oscuras escaleras.
Sin embargo, la preocupación comenzó a invadirlo de forma inesperada. ¿Qué había sido de Adachi, por cierto? Ahora que se daba cuenta, del otro lado de la ahora derrumbada barricada sólo había vuelto Marceline. ¡Pobre Adachi! Apenas pudo ver lo que pasó al otro lado, y cuando las mesas mal colocadas desaparecieron, su compañero ya no estaba allí… ¿Sería buena idea ir a buscarlo? ¡Quizá huyó por las escaleras y está en el piso de arriba! Pero… Haru ya se había propuesto seguir a Michelle. ¿Qué tal un cambio de planes? Aunque era Michelle, seguramente no le iba a gustar la idea de ignorar lo que ella misma había propuesto.
Un momento. ¿Qué era ese ruido? ¿No lo había oído hacía un rato? Sí, el rebotar de una pelota de baloncesto. Pero cada vez se oía más de cerca. No, aquello era una locura. Estaba llevando su afición demasiado lejos. ¿Cómo iba a estar siguiéndole un balón?
- ¡Onii-chan, atrápala! —
Fue lo que pudo escuchar un segundo antes de que una pelota de baloncesto golpeara su cabeza. ¿Había caído del techo? A juzgar por la zona de la cabeza en la que había impactado, así parecía.
> ¿De dónde demonios había caído? ¿Un fantasma? Quizá lo mejor era preguntarle a Ruri, seguro que ella sabía algo. Entendía de esas cosas tanto como Rin entendía de mujeres.
> Poner su cabeza a pensar. Si la pelota cayó de arriba, y Adachi estaba en las escaleras y ya no está… ¿Habrá sido Adachi el que haya tirado la pelota? ¡Seguro que quiso gastarle una broma! Tenía que subir al piso de arriba para encontrarse con su amigo y devolverle el susto.
> El mero hecho de que el mundo parecía estar en su contra, lo hizo pensar de manera irracional. Michelle. Michelle tenía la culpa. Y debía, por ello, culparla a ella del golpe que acababa de recibir. Probablemente no tenía razón, pero serviría, al menos en parte, como desahogo para volver a pensar con la cabeza fría.
> Poner su cabeza a pensar. Si la pelota cayó de arriba, y Adachi estaba en las escaleras y ya no está… ¿Habrá sido Adachi el que haya tirado la pelota? ¡Seguro que quiso gastarle una broma! Tenía que subir al piso de arriba para encontrarse con su amigo y devolverle el susto.
> El mero hecho de que el mundo parecía estar en su contra, lo hizo pensar de manera irracional. Michelle. Michelle tenía la culpa. Y debía, por ello, culparla a ella del golpe que acababa de recibir. Probablemente no tenía razón, pero serviría, al menos en parte, como desahogo para volver a pensar con la cabeza fría.
Michelle Yamaoka
La montaña rusa de emociones en la que estaba montada Michelle parecía que terminaba finalmente su recorrido. ¿Qué tranquilidad, no? Después de un emotivo discurso, abrazos, muestras de afecto… tenía un extraño sentimiento encerrado en su interior. ¿Culpabilidad? ¿Era posible que algo le hubiese sucedido a Mirai? Estaba con su… novio homosexual, o algo así diría Michelle si estuviese completamente en sus cabales. ¿Por qué se sentía tan preocupada, entonces? Haru estaba bien, no se convirtió en pollo asado, y ahora se había unido al grupo su querida Marceline. ¿Qué más podía pedir, aparte de un lavado de cara?
Por supuesto, no unas tijeras. ¿Qué era aquello que había golpeado su pie? Decidió fijarse un poco más, y resultó ser un objeto que había visto nada más caer en este pútrido lugar. ¡Aquellas eran las tijeras con las que había intentado matar a Mirai! Éstas captaron su atención por unos instantes, y comenzó a recordar lo sucedido hacía un rato, haciendo que ese sentimiento de culpa creciera cada vez más. ¿De verdad hizo bien en dejarlo atrás? ¡Aún estaba a tiempo de hacer algo! Aunque… a fin de cuentas, el grupo ya había acordado ir a buscarle. ¿Pero llegarían a tiempo?
La joven barajó varias posibilidades durante un buen rato. Había… bastantes cosas que podría hacer.
La montaña rusa de emociones en la que estaba montada Michelle parecía que terminaba finalmente su recorrido. ¿Qué tranquilidad, no? Después de un emotivo discurso, abrazos, muestras de afecto… tenía un extraño sentimiento encerrado en su interior. ¿Culpabilidad? ¿Era posible que algo le hubiese sucedido a Mirai? Estaba con su… novio homosexual, o algo así diría Michelle si estuviese completamente en sus cabales. ¿Por qué se sentía tan preocupada, entonces? Haru estaba bien, no se convirtió en pollo asado, y ahora se había unido al grupo su querida Marceline. ¿Qué más podía pedir, aparte de un lavado de cara?
Por supuesto, no unas tijeras. ¿Qué era aquello que había golpeado su pie? Decidió fijarse un poco más, y resultó ser un objeto que había visto nada más caer en este pútrido lugar. ¡Aquellas eran las tijeras con las que había intentado matar a Mirai! Éstas captaron su atención por unos instantes, y comenzó a recordar lo sucedido hacía un rato, haciendo que ese sentimiento de culpa creciera cada vez más. ¿De verdad hizo bien en dejarlo atrás? ¡Aún estaba a tiempo de hacer algo! Aunque… a fin de cuentas, el grupo ya había acordado ir a buscarle. ¿Pero llegarían a tiempo?
La joven barajó varias posibilidades durante un buen rato. Había… bastantes cosas que podría hacer.
> Ignorar las tijeras, cualquiera se fiaba al cogerlas nuevamente. ¿Y si le daba por apuñalar a sus compañeros? ¿O comenzar a cortarlos a lo Kill Bill? No, definitivamente no era una buena idea.
> Coger las tijeras e ir a buscar a Mirai. Ese sentimiento de culpa la estaba carcomiendo por dentro, y una dama como Michelle no podía ir por esos pasillos sin ninguna clase de protección. Esas tijeras serían útiles. Parecía que podían cortar una pared nada más viendo el filo.
> Preguntarle a Ruri qué hacer. La aparición de aquellas tijeras fue muy inesperada, y ni si quiera vio lo que las llevó ahí. Seguramente ella sabría algo.
> Coger las tijeras e ir a buscar a Mirai. Ese sentimiento de culpa la estaba carcomiendo por dentro, y una dama como Michelle no podía ir por esos pasillos sin ninguna clase de protección. Esas tijeras serían útiles. Parecía que podían cortar una pared nada más viendo el filo.
> Preguntarle a Ruri qué hacer. La aparición de aquellas tijeras fue muy inesperada, y ni si quiera vio lo que las llevó ahí. Seguramente ella sabría algo.
Marceline Abadeer
Quien le iba a decir que después de ese duro encuentro con seres del más allá podría alcanzar tanta paz. No se escuchaba nada más que el rebotar de una pelota de baloncesto, ¿pero qué importaba? El reencuentro con sus compañeros era mucho más importante que cualquier otra cosa en esos instantes. Además sentía que estaba segura, gracias al amuleto que había cogido. ¿Sería verdad lo que contaban las leyendas de que esos amuletos ahuyentarían a los malos espíritus? A fin de cuentas, ella era la única que había logrado… huir, por decirlo de algún modo, y tras coger el amuleto, la barricada se derrumbó. ¿Coincidencia?
¿Y qué era ese tintineo que sonaba tan de repente? Provenía de las escaleras, del lugar del que acababa de volver. También notaba una sensación extraña en el bolsillo que contenía el pequeño talismán. Notaba cierta calidez. ¿La estaba llamando? A juzgar por el sonido, era como si estuviera alertándola de algo. Diversas dudas surcaron su mente, ¿podrían escuchar esa especie de llamado los demás? Aún así, la atención de Marceline se centró finalmente en esas escaleras. Tras todo lo sucedido, sabía que guardaban algún secreto.
Quien le iba a decir que después de ese duro encuentro con seres del más allá podría alcanzar tanta paz. No se escuchaba nada más que el rebotar de una pelota de baloncesto, ¿pero qué importaba? El reencuentro con sus compañeros era mucho más importante que cualquier otra cosa en esos instantes. Además sentía que estaba segura, gracias al amuleto que había cogido. ¿Sería verdad lo que contaban las leyendas de que esos amuletos ahuyentarían a los malos espíritus? A fin de cuentas, ella era la única que había logrado… huir, por decirlo de algún modo, y tras coger el amuleto, la barricada se derrumbó. ¿Coincidencia?
¿Y qué era ese tintineo que sonaba tan de repente? Provenía de las escaleras, del lugar del que acababa de volver. También notaba una sensación extraña en el bolsillo que contenía el pequeño talismán. Notaba cierta calidez. ¿La estaba llamando? A juzgar por el sonido, era como si estuviera alertándola de algo. Diversas dudas surcaron su mente, ¿podrían escuchar esa especie de llamado los demás? Aún así, la atención de Marceline se centró finalmente en esas escaleras. Tras todo lo sucedido, sabía que guardaban algún secreto.
> Ir al piso de arriba. El talismán no podía equivocarse. La había protegido de los fantasmas, seguro que estaba tratando de comunicarse con ella de algún modo para guiarla hacia una zona segura. Tal vez algo estaba por venir.
> Preguntarle a Ruri acerca de los talismanes. Aquella mujer le había advertido que no se deshiciera del amuleto para nada. ¿Sabría más cosas? Tal vez podría ayudarla a tomar una decisión. No quería que nadie estuviera en peligro.
> Compartir lo sucedido con los demás. ¿Escucharían ellos también el sonido de aviso? Tal vez entre todos llegaran a una conclusión y decidieran hacia dónde encaminarse, a pesar de haber acordado algo ya.
> Preguntarle a Ruri acerca de los talismanes. Aquella mujer le había advertido que no se deshiciera del amuleto para nada. ¿Sabría más cosas? Tal vez podría ayudarla a tomar una decisión. No quería que nadie estuviera en peligro.
> Compartir lo sucedido con los demás. ¿Escucharían ellos también el sonido de aviso? Tal vez entre todos llegaran a una conclusión y decidieran hacia dónde encaminarse, a pesar de haber acordado algo ya.
DIMENSIÓN # | |
Ito, Mizuki | Niiya, Adachi |
Rice, Casper | Sonoda, Tomoyo |
Casper Rice & Tomoyo Sonoda
La oscuridad sinuosa impenetrable. Una metáfora cambiante, pero a la vez permanente. ¿No era sino bella la ironía? Sí, casi lo era. El chico, por un lado, acababa de ver una figura escalofriante delante de sus ojos, una niña de vestido rojo que parecía traer la muerte con la mirada. Por otro lado, la chica había sido arrastrada hacia un foso sin fondo, con una pierna atada mediante una cuerda. Pierna que había acabado en bastante mal estado y tan solo traía dolor con el movimiento. Todo ello es incluso más difícil, sabiendo que apenas se puede caminar con normalidad. Y menos aún, correr.
Huesos, era todo lo que se podía ver en el suelo. Y oscuridad. Aunque había... dos figuras más, a pocos metros de donde se encontraban. ¿Podía ser cierto? ¿Sus ojos no los estaban engañando? No, se trataba de Mizuki y Adachi. ¿Cómo era que ellos habían acabado allí abajo también? ¿Abajo? ¿Arriba? Todo parecía apuntar a que se trataba de abajo, a juzgar por las numerosas humedades del lugar, y que éste era muchísimo más frío.
No era solo aquello. Había... algo más. Cuatro entradas. Norte, sur, este y oeste. Pero todas ellas tenían el mismo mal aspecto. Y sangre. Mucha sangre. Y no toda ella estaba coagulada. Había sangre fresca. Y... trozos de carne. ¡¿Qué tipo de criatura viviría en aquel lugar?! ¿Fantasmas caníbales? Una cosa estaba clara, y era el hecho de que, fuera lo que fuese, disfrutaba despedazando todos aquellos... cuerpos. Porque sin duda eran, o más bien habían sido, seres humanos.
Quizá pudiera parecer buena idea el hecho de acercarse a los otros dos compañeros, que reposaban en el otro extremo de la sala, pero había algo... nuevo. Algo se movía ruidosamente desde el otro lado de una de las entradas. Parecía estar arrastrando algo. Algo realmente pesado, que como mínimo iría destrozando el suelo. Y no hacía falta verlo para saberlo.
Aquello era PELIGROSO. Gruñía. Y se escuchaba su respiración cargada. A juzgar por el sonido, era enorme. Realmente grande.
Pisadas. Pisadas fuertes e irregulares. Pero pesadas. Como si al menos media tonelada compusiera aquel cuerpo extraño. ¿Buscando algo? Casi lo parecía. Eran pisadas inquietas. Y esa cosa que arrastraba... sonaba blando y frágil. Un cuerpo. Esa cosa estaba arrastrando un cuerpo. Y se estaba acercando. Lentamente. Pero se acercaba.
Si bien era normal para alguien asustado el hecho de ahogar un grito, los instintos más básicos alertarían de lo más obvio. Había que buscar un escondite. Por supuesto, podían ponerse de acuerdo o no. Aunque lo más importante parecía ser... el hecho de que debían permanecer en silencio. Esa cosa, probablemente los escucharía.
La oscuridad sinuosa impenetrable. Una metáfora cambiante, pero a la vez permanente. ¿No era sino bella la ironía? Sí, casi lo era. El chico, por un lado, acababa de ver una figura escalofriante delante de sus ojos, una niña de vestido rojo que parecía traer la muerte con la mirada. Por otro lado, la chica había sido arrastrada hacia un foso sin fondo, con una pierna atada mediante una cuerda. Pierna que había acabado en bastante mal estado y tan solo traía dolor con el movimiento. Todo ello es incluso más difícil, sabiendo que apenas se puede caminar con normalidad. Y menos aún, correr.
Huesos, era todo lo que se podía ver en el suelo. Y oscuridad. Aunque había... dos figuras más, a pocos metros de donde se encontraban. ¿Podía ser cierto? ¿Sus ojos no los estaban engañando? No, se trataba de Mizuki y Adachi. ¿Cómo era que ellos habían acabado allí abajo también? ¿Abajo? ¿Arriba? Todo parecía apuntar a que se trataba de abajo, a juzgar por las numerosas humedades del lugar, y que éste era muchísimo más frío.
No era solo aquello. Había... algo más. Cuatro entradas. Norte, sur, este y oeste. Pero todas ellas tenían el mismo mal aspecto. Y sangre. Mucha sangre. Y no toda ella estaba coagulada. Había sangre fresca. Y... trozos de carne. ¡¿Qué tipo de criatura viviría en aquel lugar?! ¿Fantasmas caníbales? Una cosa estaba clara, y era el hecho de que, fuera lo que fuese, disfrutaba despedazando todos aquellos... cuerpos. Porque sin duda eran, o más bien habían sido, seres humanos.
Quizá pudiera parecer buena idea el hecho de acercarse a los otros dos compañeros, que reposaban en el otro extremo de la sala, pero había algo... nuevo. Algo se movía ruidosamente desde el otro lado de una de las entradas. Parecía estar arrastrando algo. Algo realmente pesado, que como mínimo iría destrozando el suelo. Y no hacía falta verlo para saberlo.
Aquello era PELIGROSO. Gruñía. Y se escuchaba su respiración cargada. A juzgar por el sonido, era enorme. Realmente grande.
Pisadas. Pisadas fuertes e irregulares. Pero pesadas. Como si al menos media tonelada compusiera aquel cuerpo extraño. ¿Buscando algo? Casi lo parecía. Eran pisadas inquietas. Y esa cosa que arrastraba... sonaba blando y frágil. Un cuerpo. Esa cosa estaba arrastrando un cuerpo. Y se estaba acercando. Lentamente. Pero se acercaba.
Si bien era normal para alguien asustado el hecho de ahogar un grito, los instintos más básicos alertarían de lo más obvio. Había que buscar un escondite. Por supuesto, podían ponerse de acuerdo o no. Aunque lo más importante parecía ser... el hecho de que debían permanecer en silencio. Esa cosa, probablemente los escucharía.
> Alertar a los otros dos de que algo se estaba acercando, pero sin alzar la voz. Definitivamente era algo peligroso, pero nadie querría que alguien saliera herido de aquella situación. Utilizar las grandes masas de carne de un lado como barricada visual parecía ser una gran idea.
> Alejarse de la entrada más cercana a Adachi y Mizuki. La fuente del ruido era más cercana por allí. Y por ello, utilizando la distancia como ventaja, lo óptimo era aprovecharse de la inmensa oscuridad del lugar y ocultarse en la esquina de la habitación, lejos de la puerta.
> Correr tan rápido como se pudiera, por la puerta contraria. En aquella dirección no se escuchaba más que el sonido del viento. Lejano, sí. Pero viento. ¿Una salida? ¿Era aquello posible? Lo importante era dejar aquella habitación sangrienta atrás. Cuanto antes. Esa cosa probablemente no correría demasiado rápido. Si se alejaban, estarían seguros.
> No moverse un centímetro del lugar en el que se encontraban. Como mucho, utilizar unos pocos huesos que se encontraban cerca del lugar... y ocultarse bajo los mismos. Con la ventaja de la oscuridad, tan solo parecerían unos pocos huesos. Aunque claro... si aquella cosa les pasaba por encima... podrían estar acabados.
> Alejarse de la entrada más cercana a Adachi y Mizuki. La fuente del ruido era más cercana por allí. Y por ello, utilizando la distancia como ventaja, lo óptimo era aprovecharse de la inmensa oscuridad del lugar y ocultarse en la esquina de la habitación, lejos de la puerta.
> Correr tan rápido como se pudiera, por la puerta contraria. En aquella dirección no se escuchaba más que el sonido del viento. Lejano, sí. Pero viento. ¿Una salida? ¿Era aquello posible? Lo importante era dejar aquella habitación sangrienta atrás. Cuanto antes. Esa cosa probablemente no correría demasiado rápido. Si se alejaban, estarían seguros.
> No moverse un centímetro del lugar en el que se encontraban. Como mucho, utilizar unos pocos huesos que se encontraban cerca del lugar... y ocultarse bajo los mismos. Con la ventaja de la oscuridad, tan solo parecerían unos pocos huesos. Aunque claro... si aquella cosa les pasaba por encima... podrían estar acabados.
Adachi Niiya & Mizuki Itō
Cuatro paredes, encerrando entre ellas el olor más insoportable de todos, acompañado de una nauseabunda imagen. Cadáveres por todas partes. Algunos resecos como si llevaran años allí. Pero otros tantos recientes... recién despedazados. La versión sombría del premio de un asesino en serie. O también la escena que escandalizaría a cualquier persona normal. Si bien aparecer en aquel lugar sería una desagradable sorpresa para cualquiera, más lo sería cuando, inesperadamente, la acústica del lugar era mucho más perfecta de lo que parecía.
Tan pronto como Adachi alzó la voz, bien por sorpresa propia o por la forma en la que su compañera de clases se había sobresaltado, un espeluznante gruñido, acompañado de un golpe seco, inundó las cercanías. No había sido una opción tan inteligente como la de Mizuki, que apenas provocó sonido con su susurro. Lo importante era, algo se había percatado de que se encontraban en aquel lugar, incluso... provocando cierto temblor.
Se acercaba. Y no parecía haber venido a hacer amigos.
Sus pisadas sonaban, junto a otro ruido extraño, difícil de interpretar. Probablemente arrastraba algo consigo. En uno de sus torpes movimientos, algo cercano al techo se tambaleó. Y cayó. Uno de aquellos cuerpos que se encontraban alrededor. Y uno reciente.
El sonido rasgó el aire, al tiempo que el cadáver vestido con un uniforme escolar se desplomaba, trayendo la mala suerte consigo. La caída no trajo sino un sonido de salpicadura, siendo ambos chicos los que la pudieron escuchar de cerca, pues acababan de quedar pringados de un líquido espeso y sucio. Una mirada bastaría para reconocerlo. Era sangre. Y en suficiente cantidad como para pensar que la fuente no habría podido sobrevivir ni aunque hubiera tenido la más remota posibilidad.
Incluso si la impresión era difícil de superar, y a sabiendas de que aquella cosa enorme, fuera lo que fuese, probablemente se estaba acercando gracias al alboroto provocado, no quedaba otra que tomar una decisión rápida. ¿Esconderse? ¿Correr? En mitad de la decisión, dos siluetas más pudieron verse. Tomoyo y Casper. Dos compañeros más de clase. Pero no había momento que perder, incluso si no se ponían de acuerdo con sus decisiones. Era momento de actuar.
Cuatro paredes, encerrando entre ellas el olor más insoportable de todos, acompañado de una nauseabunda imagen. Cadáveres por todas partes. Algunos resecos como si llevaran años allí. Pero otros tantos recientes... recién despedazados. La versión sombría del premio de un asesino en serie. O también la escena que escandalizaría a cualquier persona normal. Si bien aparecer en aquel lugar sería una desagradable sorpresa para cualquiera, más lo sería cuando, inesperadamente, la acústica del lugar era mucho más perfecta de lo que parecía.
Tan pronto como Adachi alzó la voz, bien por sorpresa propia o por la forma en la que su compañera de clases se había sobresaltado, un espeluznante gruñido, acompañado de un golpe seco, inundó las cercanías. No había sido una opción tan inteligente como la de Mizuki, que apenas provocó sonido con su susurro. Lo importante era, algo se había percatado de que se encontraban en aquel lugar, incluso... provocando cierto temblor.
Se acercaba. Y no parecía haber venido a hacer amigos.
Sus pisadas sonaban, junto a otro ruido extraño, difícil de interpretar. Probablemente arrastraba algo consigo. En uno de sus torpes movimientos, algo cercano al techo se tambaleó. Y cayó. Uno de aquellos cuerpos que se encontraban alrededor. Y uno reciente.
El sonido rasgó el aire, al tiempo que el cadáver vestido con un uniforme escolar se desplomaba, trayendo la mala suerte consigo. La caída no trajo sino un sonido de salpicadura, siendo ambos chicos los que la pudieron escuchar de cerca, pues acababan de quedar pringados de un líquido espeso y sucio. Una mirada bastaría para reconocerlo. Era sangre. Y en suficiente cantidad como para pensar que la fuente no habría podido sobrevivir ni aunque hubiera tenido la más remota posibilidad.
Incluso si la impresión era difícil de superar, y a sabiendas de que aquella cosa enorme, fuera lo que fuese, probablemente se estaba acercando gracias al alboroto provocado, no quedaba otra que tomar una decisión rápida. ¿Esconderse? ¿Correr? En mitad de la decisión, dos siluetas más pudieron verse. Tomoyo y Casper. Dos compañeros más de clase. Pero no había momento que perder, incluso si no se ponían de acuerdo con sus decisiones. Era momento de actuar.
> Huir a través de la puerta por la que aquella cosa se estaba acercando. La parte exterior era mucho más oscura, detrás de aquel enorme umbral. La verdadera pregunta era, ¿daría tiempo a ocultarse antes de que la amenaza llegara? Desde luego era un mejor lugar que quedarse dentro, completamente vulnerables.
> El suelo estaba cubierto de todos aquellos huesos. ¿Merecía la pena intentar huir? Quizá esconderse sería una buena opción. Enterrar sus propios cuerpos bajo el manto óseo, y rezar para que la amenaza pasara rápidamente.
> Existía una pequeña barricada de carne fresca a un lado. Lo suficientemente grande como para poder ocultarse tras la misma, y de la visión del umbral de la puerta. Esperar tras la misma en silencio, intentando no cometer el mismo error de instantes antes sería lo mejor.
> Correr lo más velozmente posible, en dirección a la puerta más alejada de la fuente del ruido, justo en la dirección en la que sus dos compañeros se hallaban. Lo importante era abandonar la habitación antes de que esa "cosa" llegara. Porque... sí, llegaría.
> El suelo estaba cubierto de todos aquellos huesos. ¿Merecía la pena intentar huir? Quizá esconderse sería una buena opción. Enterrar sus propios cuerpos bajo el manto óseo, y rezar para que la amenaza pasara rápidamente.
> Existía una pequeña barricada de carne fresca a un lado. Lo suficientemente grande como para poder ocultarse tras la misma, y de la visión del umbral de la puerta. Esperar tras la misma en silencio, intentando no cometer el mismo error de instantes antes sería lo mejor.
> Correr lo más velozmente posible, en dirección a la puerta más alejada de la fuente del ruido, justo en la dirección en la que sus dos compañeros se hallaban. Lo importante era abandonar la habitación antes de que esa "cosa" llegara. Porque... sí, llegaría.
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28 - O2 - 2O16
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
#208159
Is a man who chooses to be bad perhaps in some way better than a man who has the good imposed upon him?
- - - - - - - - - - - - - - -
JUNTO A: Kai Tatsuya, Rin, Helena, Kikuri.
choose your own ground
DIMENSION A * 2 PISO * PASILLO
Is a man who chooses to be bad perhaps in some way better than a man who has the good imposed upon him?
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Con fuerza, su puño se cerró sobre sí mismo, las uñas clavándose en la palma ahora vacía del muchacho. Hasta entonces no había percibido la desesperación con la cuál se había aferrado al objeto, y el ser repentinamente consciente había sido también un despertar de su estúpida reacción, notando el como sus nudillos se sentían adormecidos tras la presión liberada mientras su mente se llenaba de ideas ajenas.
- Onii-chan... ¿Por qué? ¿Qué estás... haciendo? Creí que... podía confiar en ti... Por favor, no les digas nada más de la llave... Quiero que sea un secreto entre tú y yo... ¿Tanto... estoy... pidiendo? No... importa... No te juzgaré por ello, Onii-chan.
James mordió su labio, molesto consigo mismo y su actuar. Hablar había sido una idiotez, una acción impropia para su personalidad y que por cierto, le había llevado a perder la única ventaja con la que contaba hasta el momento ¿Qué tan ingenuo fue de su parte creer que serviría de algo el compartir la información? En especial considerando que sólo él escuchaba la voz. Hmf. El fantasma tenía buen gusto en eso, al menos.
—Ugh — Se quejó, buscando de forma evidente algo en sus bolsillos en la misma sorpresa de antes, proyectada con la intención de hacerle entender a los otros la situación —Bueno, la tenía... ¿Creo que se me ha caído? Debió ser cuando bajaba o algo— Y la mentira, haciendo de aquel truco del estúpido fantasma algo satisfactorio para un humano; a cualquiera podría pasarle, el perder el objeto sin cuidado.
De modo que simplemente montó un escenario; si tenía suerte la estúpida llave podía seguir en algún lugar cercano y por ello no necesitaría desmentirse, quizás incluso podrían empezar a moverse como grupo para buscarla, y sin embargo... Las palabras del fantasma le seguían en la misma forma de antes, dejándole un gusto extraño en la boca.
Miró los dibujos. El hecho de la voz llamándole hermano le desconcertaba un poco, obligándole a pensar en su propia familia que esperaba por su llegada terminado el semestre escolar. El joven bajó un poco la mirada mientras fruncía el ceño, regresando su atención el suelo en busca de la estúpida llave mientras sus pensamientos seguían divagando en sus hermanos menores. Cuando regresara se encargaría de mejorar su relación, al menos un poco.
> ... ¿Ser racional? No hablaría del fantasma, mucho menos sobre la desaparición de la estúpida llave.
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
La mirada de la castaña se había perdido en el pasillo mientras Haruichi se tomaba la molestia de introducirla a la nueva visitante que había ojeado hace unos instantes ¿Se creía que no era evidente que estaba escribiendo cosas sobre ella en su libretilla? ¿Se cree que es el mejor momento para escribir en su diario? Ugh.
— ¡En marcha! Yamaoka-san muéstranos a donde ir. —
-¿Yo? ¡Ve adelante tú! ¿No escuchaste que hay demonios allá?- se quejó sin dedicarle una mirada, seguía buscando algún signo de vida en el oscuro pasillo que no ayudaba para nada a visualizar algo ¡Todo tenía que hacerlo ella! No había mas remedio, la diva dio un par de pasos hacia el pasillo deteniéndose a ratos para asegurar el perímetro.
— Rojita, ¿Piensas ir sin mi? —
Michelle se encogió de hombros y ahogó un grito cuando una fuerza evidentemente superior a la suya misma le jaló, la caprichosa muchacha intentó negarse al súbito estrujón puesto que estaba cagada de miedo y no era la mejor idea dejarse abrazar por lo que fuese que le jalase en el pasillo del puto infierno pero... ¿Esa voz?
Soy yo —
Michelle abrió los ojos tan amplios como era humanamente posible ¿Qué jodidos? ¿De donde había salido Marceline? La ojimarrón buscó respuestas en las miradas de los demás presentes para asegurarse de que no era la única que veía a su amiga, asegurarse de que era Marcy quien la apretaba y no un fantasma o alguna mierda.
— Estoy aquí —
Michelle se mordió el labio inferior debilitada por el temblor en la voz de su compañera y se dignó a finalmente corresponder el apretón, dándole un par de palmadas en la espalda a la pálida jovencilla -¿Rojita? - Repitió - Al menos tengo color, zorra.- sonrió haciendo un esfuerzo sobrehumano por mantener las lágrimas dentro -Llámame perra egoísta pero me alegra muchísimo que estés aquí Abadeer.- susurró después de unos minutos en la calidez de los brazos que le rodeaban.
– ¿Habéis terminado ya? —
Michelle giró los ojos y chistó los dientes mientras deslizaba los brazos para separarse de Marcy cuando escuchó la presión de la vieja esa. Si no le mandaba por un tubo era solamente porque le había ayudado antes. La rarilla se presentó como Ruri y se quejó del elegante mote que Michelle había elaborado para ella, niña, agradecida deberías estar de que te dijo Reina y no Puta, no sé.
La refinada estudiante arqueó una ceja mientras escuchaba a Ruri ¿Esta quién se creía? ¿Sherlock Holmes?
-[...]
. ¿Ha resonado en tu cabeza, verdad? -
Michelle apretó los puños y entrecerró los ojos negándose a darle una respuesta a la pelipúrpura. Ahora resultaba que era vidente también ¿Qué otras sorpresas tenía esa mujer?
No es él. —
-¿¡Y tú que vas a saber?! ¡Ni siquiera le c..-. — No es momento de mirar atrás. Los retorcidos entes de esta oscura cárcel juegan con vuestras mentes, y vosotros como pollos descerebrados caéis en sus trampas. — Fue interrumpida por un comentario ridículo y desagradable ¿Estás de joda, Rari?
Michelle se encogió de hombros y dirigió la mirada al suelo, esa chica estaba básicamente pidiéndole que abandonara a sus compañeros, que los dejara morir solos, matarse entre ellos. ¿Qué se supone que hiciese en una situación así? ¡Ella no estaba supuesta a tomar esas decisiones! ¡Nunca! Estaba hartísima de ese lugar. No podía pasar una cosa buena sin que vinieran otros tres desastres por detrás.
...
¿Qu...Qué era eso? Michelle ladeó la cabeza al escuchar el tintineo del metal contra la madera cuando accidentalmente pateó unas... ¿Tijeras? La chica las observó un momento en silencio... Eran las mismas tijeras que habían arruinado su corte, las mismas que intentaron asesinar a Mirai ¡Porque no había sido ella! Y... ¿Como habían llegado ahí? La castaña tragó saliva y limpió una gota de sudor que corría por su fina nariz antes de que ésta cayera al suelo.
Solo eran tijeras.
Obviamente, unas tijeras comunes y corrientes que, en el worst case scenario servirían de autodefensa, sería estúpido dejar pasar una oportunidad así si estaba dirigiéndose a enfrentar a un jodido espíritu maligno ¿No? Podrían ser útiles...
La popular chica recogió las tijeras y las apretó contra su vientre para que las personas detrás de ella no pudiesen ver que las llevaba consigo. Las había recogido para usarlas en caso de emergencia ¡Para protegerlos!
No había tiempo que perder, Mirai necesitaba ayuda y, aunque la tal Ruri dijese que estaba todo perdido, a ella le gustaría que fuesen en su rescate incluso cuando las circunstancias jugaran en su contra, a nadie le gustaba ser abandonado y no iba a ser Michelle la que cargaría con el peso de haber dejado a un compañero morir.
> Coger las tijeras e ir a buscar a Mirai. Ese sentimiento de culpa la estaba carcomiendo por dentro, y una dama como Michelle no podía ir por esos pasillos sin ninguna clase de protección. Esas tijeras serían útiles. Parecía que podían cortar una pared nada más viendo el filo.
Koga- Roler
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Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
- Spoiler:
- Nombre: Mizuki Ito
Sexo//Orientación Sexual: Femenino / Heterosexual
Edad: 15
Personalidad:
¿Cómo definir a Mizuki?... creo que la mejor palabra que le queda es: Fantasma; ya que es una chica muy silenciosa, la cual rara vez emite sonido u opinión alguna, y no es porque sea anti-social, es solo porque es muy tímida. A pesar de eso, se las ha arreglado para hacer amigos, ya que en el fondo es muy amable y amistosa. Tiene una forma de ser bastante sumisa, casi todas las cosas que le ordenes, las hará sin quejarse. Tiene una paciencia milenaria (?) y eso se debe a que cuando algo no le interesa, esta aburrida, etc. se suele alejar de la realidad sumiendose en sus vastas fantasías sin fin.
Suele ser bastante infantil e inocente, le cuesta darse cuenta cuando alguien tiene malas intenciones o cuando le hablan con palabras de doble sentido. Todo se lo toma muy al pie de la letra, no es de razonar mucho y mirar las cosas desde otro punto de vista, lo que le muestran a primera impresion es lo que cree, es la verdad absoluta (?) y costará demostrarle lo contrario. Es muy asustadiza y lloriquea por todo, si de defectos hablamos, esos son los peores en ella.
Descripción física:
Mizuki es una muchacha bajita (1.58m) y de complección delgada, dándole una apariencia como el de una frágil muñeca. Su tez es bastante pálida haciendo resaltar sus megillas las cuales casi siempre están sonrojadas. Su cabello es un tanto corto llegándole hasta los hombros, ondulado y de color castaño claro. Sus ojos son dos grandes orbes de un brillante verde que acompañan a las suaves facciones de su rostro dándole un aire místico pero inocente. Su forma de vestir es bastante común, pero en extremo femenina.- Spoiler:
Imagen 3
Imagen 4
Historia:
Esta... es mi historia... Desde pequeña puedo decir con certeza que jamás conocí a mi madre, ya que mis padres, cuando era una simple bebe, se separaron ¿Quién iba a decir que el amor entre ellos un día se esfumaría?. El vivir con mi padre no era malo, tuve una vida cómoda y feliz a su lado, o por lo menos eso es lo que alcanzo a recordar hasta mi temprana niñez; ya que un día de pronto todo aquello cambió. El tuvo que tomar un vuelo ya que el era un agente de negocios... núnca supe bien en que consistía su trabajo, pero lo que si sabía era que tenía que viajar a muchos lugares por bastante tiempo, por lo que ese vuelo no fue para nada inesperado.
Ese vuelo, fue el principio del fin... una terrible tormenta hizo que el avión en el que viajaba se desplomara creando así un catastrófico accidente. No tenía parientes que me cuidaran, y el único que había por ahí, tras enterarse del accidente se esfumó en el aire... algo me dice claramente que aquel pariente no me quería tenerme a su cargo... ni modo. Como ya no tenía padre, como era de suponerse, terminé siendo una huerfana la cual fue a parar a un gran orfanato. A pesar de que el lugar tenía a bastantes niño de mi edad (en aquella época), yo era incapaz de hacer amigos debido a mi timidez... solo tuve el valor de hablar con una niña ya que ella había sido la primera en dirigirme la palabra... Kikuri.
Poco tiempo después la dueña del orfanato nos contó a Kikuri a mi una gran noticia... ¡Eramos hermanas gemelas!... ¿Qué extraño no? Siendo que físicamente no eramos (y actualmente no somos) tan parecidas... En fin... aquella señora nos contó el resto de nuestra historia, notificantome que mi madre también había muerto en el mismo accidente de avión que mi padre... curiosas coincidencias... y para hacer todo el asunto más curioso, el universo decidió hacer que una misma familia nos adoptara a las dos juntas. ¡Genial! (por lo menos para mi) ya que desde ese momento comencé a sentirme... completa por así decirlo; ¡no todos los días encuentras a tu gemela perdida así como si nada!
Gustos:
- Todo lo romántico y la vida de princesa color de rosa (?).
- Todas aquellas comidas que sean dulces.
- Los animales peludos de tamaño mediano a pequeño.
- Cocinar, limpiar, ordenar, etc. En fin, todas aquellas cosas que hace un ama de casa.
- Leer largas novelas.
Disgustos:
- Las cosas que están a gran altura, ya que no las alcanza y se tiene que subir a una silla.
- La ropa poco femenina.
- Todas las cosas que entren en el género de horror/terror.
- Las personas que se toman todo muy a la ligera.
- Las comidas muy condimentadas.
- Los animales que son tan o más grandes que ella.
Miedos/Fobias:
-Los fantasmas, las películas de terror que traten sobre estos y las casas embrujadas.
-Las tormentas.
-Los sonidos fuertes.
-Las personas demasiado expresivas o de caracter explosivo (?).
Extras:
- Su hermana gemeladispareja <3es Kikuri Ito
- En general se lleva bien con el resto de sus compañeros. No le desagrada ninguno.
- A veces se tiñe las puntas del cabello de un color rosa muy pálido.
- Sabe tocar el violín, aunque no está muy orgullosa de eso, porque no le gusta ese instrumento.
- Es un cero a la izquierda en casi todos los deportes (menos en tenis, ese es el único que le sale bien).
Color de roleo: #c5d984
♦ Unknow dimension # ♦
/Parece ser un sótano/
~Con: Adachi, Casper y Tomoyo~
Sus ya ahora no tan perfectas uñas se clavaban más y más en aquella suave piel como si su vida dependiera de aquello, en un desesperado intento por no perder la conciencia o la vida... o como si intentara saber que aún tenía fuerzas y que el aire aún entraba por su nariz. Solo aflojó su agarré cuando sorpresivamente escuchó la débil voz de su compañero Niiya precedido por un gruñido que había escapado de su garganta.
Retiró sus manos para dejarlo en libertad, él, deslizo su extremidad con cuidado por el castaño cabello de la chica. Mizuki mordió la cara interna de su mejilla en un intento de contener las ganas de llorar y lanzarse a los brazos de su pobre compañero de clase. Era realmente un alivio el saber que no estaba sola dentro de aquella oscura y horrible sala. Pero no todo allí era paz y calma, pronto un gruñido seguido de un fuerte golpe seco llegó a los oidos de todos los presentes.
Había algo allí cerca.
Algo enojado.
Probablemente peligroso y se estaba acercando.
Adachi le preguntó sobre dónde se encontraban a lo que como respuesta la jóven quinceañera negó suavemente con la cabeza. ¿Dónde estaban? esa era la principal pregunta... parecía ser una especie de sótano debido a la oscuridad del lugar y lo viciado que estaba el aire. -T-tenemos que escondernos- susurró lo más suave pero audiblemente posible al mismo tiempo que se colocaba de pie y nerviosamente paseaba su mirada por los alrededores en busqueda de algo que le iluminara la mente.
Los alrededores eran horribles y grotescos, todo estaba sumido en una incomoda penumbra, huesos de diversos tamaños y en grandes cantidades se encontraban esparcidos por el suelo, por allí un poco a lo lejos se podía divisar una especie de carnosa barricada, además habían por lo menos una salida por cada punto cardinal de la sala, algo muy útil a decir verdad ¿Pero a dónde llevaban? ¿Tenían salida siquiera?. Digamos que el hecho de que estuvieran pintadas de color granate no inspiraba confianza.
Pero había algo más en ese lugar, más bien... había dos cosas que por un instante hicieron que la jovencita olvidara las atrocidades que la rodeaban. ¡Dos compañeros más! ¡Tomoyo y Casper! No eran precisamente sus mejores amigos pero no se había sentido jamás tan feliz de verlos. Levantó su brazo derecho y lo agitó de un lado a otro para llamar la atención de ambos al mismo tiempo que abría su boca y comenzaba a decir no muy fuerte por si a caso -¡Rice! ¡Sono~- abruptamente se quedó en silencio. ¿La razón? "Algo" o... más bien "Alguien" había caido del techo salpicando así con sus fluidos el delgado cuerpo de Ito una vez que se estrelló contra el suelo.
¿Por qué cada vez que algo bueno ocurría... algo 10 veces peor sucedía luego? ¿Por qué? ¿Qué había hecho ella para merecer tales cosas?. Cada musculo de su cuerpo se encontraba tieso a tal punto de causarle dolor. Estaba petrificada, no podía hablar, le costaba hasta respirar y hasta incluso... le estaba empezando a costar mantener la cordura.
Su instinto comenzó a gritarle en un intento por hacer que reaccionara, que hiciera algo por su patetica vida. Y así fue, sacando valor de algun inexistente lugar de su ser, logró hacer que sus pies se movieran y la trasladaran al lugar que creía más seguro de todos. Detrás de aquella barricada de carne fresca.
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Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
#d02020
DIMENSIÓN #
???????
✖
Con Tomoyo, Mizuki y un tipo que parece muerto pero aun respira
- - - - - - - -
Vaya, parecía que Tomoyo no podía mover el tobillo y eso solo significaba una cosa — lisada. — aunque bueno, Casper sentía una pequeña obligación por tenderle la mano ya que hace poco por no hacerlo uno de sus compañeros acabo quien sabe donde — Supongo que puedo sostenerte, al menos no estas tan gorda. — dijo a la vez que se reincorporaba y ayudaba a Tomoyo para que pudiese colocarse de pie, ahora la cuestión mas importante era descubrir donde carajos estaban y como podían salir de ahí antes de que se encontraran de nuevo con la niña del aro o con lo que sea que había traído hasta allí a su compañera.
Poco a poco Casper podía acostumbrar sus ojos al oscuro lugar, notando la existencia de cuatro entradas distintas, cada una particularmente manchada de sangre y con trozos de... carne... que parecía haber caído accidentalmente a las paredes mientras alguien se divertía cortándola. Ok. Tenían que salir YA mismo de ahí, pero parecía demasiado tarde... algo se acercaba lentamente... algo MUY grande pues su respiración podía escucharse con demasiada claridad —¡Rice! ¡Sono~ — una voz suave los llamo desde una parte de la habitación, causando que Casper diese un respingo (casi dejando caer a su compañera) al voltearse, se encon—
Bueno al voltearse vio como un cuerpo caía del techo para terminar salpicando sus propios fluidos al golpear el suelo — mierda... — ese no era momento de jugar a las presentaciones, estaban corriendo sumo peligro y sin tener idea de si los otros dos se encontraban en mejores condiciones de su compañera sabría que seria imposible escapar sin dejar a alguien atrás... no podía hacer mucho y por los momentos correr no serviría de nada, vio como la chica que los llamo se escondió detrás de una montaña de... cosas que seguramente pixelarian en la TV y decidió ir hasta ella con Tomoyo, si eran lo suficientemente afortunados pasarían desapercibidos hasta que el bicho se fuera...
Aunque si era necesario Casper suponga que podría ser capaz de salir corriendo para distraerlo...> Fue llamado por Mizuki poco después de que el bicho raro empezara a acercarse. Definitivamente era algo peligroso, pero nadie querría que alguien saliera herido de aquella situación. Casper decidió utilizar también las grandes masas de carne de un lado como barricada visual, parecía ser una gran idea.■ ■ ■
DIMENSIÓN B > PISO 1
→ Hacia el segundo piso ←
Con Ruri, Michelines y Marceline ; en búsqueda de Adachi
■ ■ ■ ■ ■
Haruichi volteo al escuchar aquella voz diciendo "Rojita, ¿Piensas ir sin mi?" y aunque no se referían a él sintió su corazón acelerarse al ver que Marceline había llegado a través de pasillo, eso significaba que había sido capaz de cruzar la barricada y.... — ¿Habéis terminado ya? Ahora que da por finalizada la emotiva reunión de compañeros de clase, me dispondré a hablar. — pero parecía que ese no seria momento de poder asomarse nuevamente por las escaleras, "Ruri" empezó a dar explicaciones extrañas sobre ¿Mirai? para el castaño era un poco difícil comprender a lo que se refería, pero en resumidas cuentas parecía que si escuchaban voces de la nada no debían ir por ellas...
Sonoda miraba con cierta ansiedad el pasillo que daba hacia las escaleras, ahora la atención había recaído sobre Marceline, Haruichi pensaba que era sumamente extraño que decidiese irse escaleras arriba... ¿se había separado porque si? Adachi podía ser academicamente listo pero en situaciones así parecía tomar malas decisiones...
— Hmmm... — ¿Quizás podría dejar a Ruri, Marceline y Michelle un rato en lo que buscaba a su compañero...? era angustioso no estar completamente seguro de lo que quieres hacer cuando no se sabe los peligros que podrían aparecer, es decir, si salio vivo del fuego no fue particularmente porque logro resolverlo por si mismo...
Ademas el sonido del balón continuaba dejándolo mas nervioso, no fue hasta que escucho una vocecilla llamándolo que este paro para terminar cayéndole en la cabeza — ¡WOAH! — Exclamo al tiempo que siguió el balón con la mirada mientras este rebotaba en el suelo, se acerco lo suficiente como para tomarlo y por instinto empezar a jugar un poco con él; al menos no estaba loco y después de todo ese tiempo de verdad estaba escuchando a alguien jugar con...ooooooooooh.
Ohhhhhhhhhhhhh
¡Claro! ¡Eso tenia que ser! ¡Adachi! Seguramente trataba de llamar su atención con ese balón y desde el piso de arriba lo lanzo para alertarle que aun se encontraba cerca, el chico era un genio — Yamaoka-san, Ruri-san, Aba-san, creo que Adachi intenta llamarme desde arriba ¡miren! — hizo un pequeño truco con el balón para mostrarles las pruebas irrefutables de que lo que decía era cierto — ¡Se que estamos apurados pero debo ir por él! Tratare de alcanzarlas lo mas rápido que pueda, por favor tengan cuidado ¿oh podrían esperarnos? juro que seré rápido.— y con eso ultimo, casi sin dejar que alguna de ellas protestara se dio media vuelta para dirigirse hacia las escaleras e ir en busca de su compañero.> Puso su cabeza a pensar. Si la pelota cayó de arriba, y Adachi estaba en las escaleras y ya no está… ¿Habrá sido Adachi el que haya tirado la pelota? ¡Seguro que quiso gastarle una broma! Tenía que subir al piso de arriba para encontrarse con su amigo y devolverle el susto.
Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
- kikuri:
Nombre: kikuri Itō
Sexo//Orientación Sexual: femenino // hetero
Edad: 15
Personalidad:
Kikuri, nombre de por si extraño. La pregunta es: ¿que no se podría esperar de ella?. ¿Es feliz? en la medida de lo posible, sin temor a decir lo que “piensa y cree”, en cualquier momento. No teme revelarse e incluso llegar a los puños si esta de animos (?)
Siempre cuando abre su bocota es para mandar indirectas o ser totalmente malvada: “soy como el diablito dentro de tu cabeza que te dice que hagas cosas malas” suele decir para justificar su existencia.
No tiene ningún respeto por la privacidad de los demás y le encanta meter sus narices en las vidas de otros.
Como cosa rara, Es una persona muy linda y sociable. Siempre se la puede encontrar escondida, escuchando conversaciones de desconocidos, o en los arboles colgando de sus piernas. Es una cajita de sorpresas que jamás quisieras abrir porque te explotaría en la cara.
Descripción física:
Se podría decir que es alta, con 1.70m
Es delgada pero con un toque atlético que le da altives al caminar. Como todos los miembros de su familia, tiene una tez blanca palida papel de azúcar (?). su cabello rosáceo y ondulado es su orgullo. Que incluso llega más abajo de su cintura si lo carga suelto. Sus ojos, como los de su hermana, son una raresa mistica, ya que en ella combinan el tono rosa y verde turquesa.
Su ropa siempre resalta, por su gran sentido de la moda. Pues ama combinar su ropa y probar todo tipo de trajes. Algo que nunca falta en su vestuario son “botas”. Puede estar usando un vestido coctelero pero aun asi llevaría las mas hermosas botas nunca vistas.
#1
#2
#3
Historia:
Quien diria que la alegre y perversa kikuri tendria un pasado tan complicado
"Siempre, desde que tengo uso de razon, pensé que los padres eran seres que te protegerían hasta la muerte... y aunque parte de eso es verdad, el amor no dura mucho.
jamas conocí a mis padres, o por lo menos he intentado olvidarlos.
Se separaron cuando aun era un bebe. ¿que clase de amor VIL dura tan poco para incluso olvidar que una pequeña necesita de una madre y un padre?
quizás este.
Un dia, mis padres viajaron juntos en un avion, ambos tenían el mismo trabajo.
Una tormenta completo mi concepto de "hasta la muerte".
ambos murieron en aquel avión.
Sin familia ¿a donde llevarían a una pequeña sin hogar?
exacto, a un orfanato.
Siempre senti que no encajaba en aquel lugar. todos eran tan amables, y yo como siempre tan ostil. es gracioso recordarlo.
Meses después, como en las películas y sin haberlo pedido tenia una hermana.
mi madre había tenido gemelas y cuando nacimos, nos separaron.
la dulce mizuki, tan linda, tan buena, tan ingenua, tan... ¡tan estresante!
pero lo supe sobrellevar a mi manera.
Pero como algo todavía mas raro en toda esta historia, es que fuimos adoptadas por la misma familia.
somos el Yin y yang, es todo lo que dire"
Gustos/Disgustos:
-lo romántico
-tener que hacer algo como limpieza u ordenar.
+tiene una gran fascinación por las anacondas y pitones.
+postres helados
+ama las cosas afiladas.
+fastidiar a los demás
+poner apodos
+cantar
+ama las peliculas, series, videojuegos y libros de terror, thriller horror, en fin todo lo sangriento y tenebroso.
+ama leer por las noches con la ventana abierta.
Miedos/Fobias:
-las tormentas
-miedo a las armas de fuego.
Extras:
-hermana: Mizuki Itō
-Uno de sus mejores amigos es: Rintaro Nakae.
Quien ya intentó coquetear con ella una vez y le salió demasiado horrible como para volverlo a intentar (?).
-Se podria decir, que lo unicopero asi de exageradamente unico (?)bueno en ella, es su voz. Su canto es precioso y su voz conmovedora. sus canciones favoritas son Lie , Last song y Hello / How are you que canta con una gran prodigiosidad.
color de roleo: #fb85ff
Pasillos
{ DIMENSION A }- Con: Gente
Rin tenía sus manos en mis hombros, intentando controlarme… Yo no necesitaba ser controlada! Posteriormente helena me trato como una loca, yo sé lo que eh visto. Yo creo en este tipo de cosas. No intento ser racional y guardar las apariencias en todo momento, Exlena. Kai y james estaban tan desconcertados, lo note incluso con un ligero vistazo. Había sido suficiente
- ♪ Si la salida hacia un lugar mejor quieres hallar ♪
- ♫ La puerta roja debes atravesar ♫
- ♪ No seas tímida, mira por dónde vas ♪
- ♫ Si en la niebla no quieres acabar ♫
- ♪ Onee...chan... ♪
-¡Estoy viendo fantasmas y escuchando voces por alguna razón!- grite con la mirada al piso (había una llave). Si estos dos venían de las escaleras quiere decir que nada diferente ha de haber por ahí.
Simule limpiar mis piernas, como si limpiara polvo de ellas, pero en realidad tome esa llave. -Si quieren seguir jugando a preocuparse por las doncellas yo no me quedare en este sitio.- mencione dedicándole una mirada a helena y rintaro. Coloque mi mano herida en mi pecho y camine firme hasta hacia el fondo del pasillo, seguro con alguna madera podría atravesar ese abismo y cruzar.
–Me iré por este camino.- Yo quiero ver a mizusu, rintaro. Encontrare esa puerta roja –Ghhh.- y la abriré con esta llave.
Guardarse la llave y proseguir con la investigación. Incluso excusarse para buscar aquella puerta roja. ¿Qué miedo podía tener? Ya estaba escuchando voces satánicas en su cabeza. Peor de lo que estaba no iba a acabar.
cary milla- Roler
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Re: 『Corpse Party: New Generation 』【ROL 】
Dimensión # ?// Con Casper, Mizuki y alguien (Adachi) |
Sinceramente, todas las cosas que dicen de Casper, las cosas malas, que sea un ser odiado por la mayoria, son cosas con demasiados fundamentos. Este ser no sabe tener una sola pizca de sutilesa, no le importa ser bruto con sus palabras y actitudes.
Me agrada. Apesar que quiero golpearlo. ¿TAN gorda?¿Acaso me dijo gordita?
Supongo que puedo sostenerte, al menos no estas tan gorda. — al decir esto se incorporó correctamente, dandome a mi apoyo para que pudiera levantarme. Cerré los ojos adolorida al hacer una fuerza minúscula en el tobillo lastimado. Definitivamente estaba roto.
Viva.
Revolví mis ojos, parpadee varias veces, los estreché y los abrí plenamente. Todo para adaptarme mejor al ambiente y ver con mas nitidez. Aunque, para ser honesta, el no ver hubiera sido una mejor elección. Noté 4 salidas, bueno, posibles salidas, "tha'ts good, yeah?" Pero las paredes hacia esa zona esta salpicada de entrañas, sangre y moho, mucho moho.
Y h o l y f u c k i n g shit.
Abrí los ojos al punto máximo y el color, el poco color de piel que tenía, se fue. Se escucharon sonidos de algo EXCESIVAMENTE grande arrastrandose, respirando. El aire era tenso, amenazador, parecía que fuera una bestia a comerte de un solo bocado. Y lo que arrastraba, ¿que era lo que arrastraba?
sHIT SHIT SHIT. Debemos salir de aquí, pero ya.
—¡Rice! ¡Sono~ — eesa voz distrajo todo el terror que me estaba entrando, casi me caigo por el inútil de casper pero no lo hice. ¿Quien era?¿Mizuki?¿Estaba aquí?
OH COME ON, PUTA MADRE.
¿Ahora un cuerpo caía de quien sabe donde, un cuerpo muerto haciendo que manchen mas mi bello vestido?
¿Por que carajos ya no acaban con todo esto?
Me dejé literalmente nada mas llevar por Casper, quien se dirigía hacia Mizuki para esconderse tras las carnes y fingir ser un cadaver mas en esa pocilga. Claro. Morir tampoco no era una opción, y estar escondidos ahí le hizo recordar el enorme peligro que corrían.
Mi respiración se agitó y a la vez se detuvo por unos instantes, esa cosa se movía y movía. Sonaba tan peligroso. Debíamos correr hacia una salida. Pero tampoco quería dejarles a ellos, solo me limité a tomar incoscientemente el brazo de casper con fuerza, demostrando que también estaba asustada.
> Fue llamada por Mizuki poco después de que el bicho raro empezara a acercarse. Definitivamente era algo peligroso, pero nadie querría que alguien saliera herido de aquella situación. Tomoyo decidió utilizar también las grandes masas de carne de un lado como barricada visual, parecía ser una gran idea.
Thama- Moderador
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