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Venatio Strigas (★) Puella Magi {ROL}

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Spoiler:

/Parque/
~Con: Gente que le roba el protagonismo~

Una chica mágica más entró en acción y lo hizo de una manera que hasta la orgullosa Momoka quedó deslumbrada. ¡Era brillante!, literalmente ¡una lluvia de estrellas! -Wooo- no pudo evitar decir despegando momentaneamente sus rojizos orbes de la batalla que estaba librando contra los pequeños súbditos de la gran bruja, ésto provoco que aquellos horrendos seres se abalanzaran sobre su menudo cuerpo derribandola. Pero para suerte de todos, las cosas no fueron a peor, aquel ataque por parte de la puella de hebras azulinas fue fulminante, rompiendo así a la malvada en millones de pedacitos junto con su preciado laberinto resquebrajando todo a su paso dejando a la vista el mundo real una vez más.

Con ya todo en la normalidad, la jóven Fuwa retomó su forma no-magica con su uniforme escolar. Rápidamente con su vista visualizó a los niños que dejaban atrás aquella espantosa apariencia negruzca y volver a ser como antes... parecían estar bien. Y de pronto por el rabillo la pequeña pelinegra logró ver algo más -¡O-oye!- un familiar de la bruja asomó su cabecita por los lares aunque poco se pudo hacer al respecto, así de rápido como apareció... se esfumó de la vista de todos. ¿A lo mejor había sido una alucinación?... probablemente no.

Soltanto un largo y cansado suspiro Momoka volcó toda su atención, la que le fué posible en realidad, sobre un tema más importante. Aquella Grief Seed que descendia del cielo y se posaba tal como un regalo divino sobre las manos de aquella muchacha de las estrellas, la chica mágica que dió el golpe final. -Oooohhh- no podía evitarlo, Momoka había deseado con todo su corazón ser la ganadora aquella noche, pero no fue así, por lo que en el fondo se sentía un poco decepcionada... y celosa, no había que mentir al respecto.

-Aléjate de eso.- se escuchó una fémina voz en las cercanías. -Despues de esa forma tan patetica de derrotar a una bruja simplemente no la merecen.- Oye oye negra que te pasa. Frunciendo el ceño de una manera muy fea (de esa que uno hace cuando chupa un limón) buscó con la mirada a la dueña de la voz. Allí en lo alto de un poste de luz se encontraba una muchachita que vestía un kimono que ondeaba elegantemente gracias a la fresca brisa que corria. Esta desconocida muchacha pronto... ¡WOWOWOW! ¿¡A DÓNDE SE FUE!? -EEEKK- por entre sus labios, Momoka soltó un leve chillido cuando notó que la muchacha se habia... ¿Teletransportado? al lado de Saeko.

¡No había tiempo para sentir asombro por aquel acto!. Aquella muchachita estaba demandando la Grief Seed que ELLAS, osea Momoka, Sanae, Saeko Y NADIE MÁS, habían conseguido con sudor y sangre (más sudor que otra cosa). Agitó su cabeza suavemente a ambos lados para recobrar la compostura y adquirir determinación ya que tenía una o dos cositas que decirle a la desconocida. -¿Perdón? ¿Quién eres? Realmente NO recuerdo haberte visto en la pelea. Así que husshh-hushh- acompañó aquellas palabras levantando sus manos un poco y moviendolas de atrás hacia adelante para darle a entender un no muy agradable "Fuera, fuera, vete de aquí". La enana pelinegra usualmente era una persona muy alegre y amistosa, pero era muy fácil encontrarle las cosquillas y hacer que mostrara aquel buen caracter que poseía.

Venatio Strigas (★) Puella Magi {ROL}

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/Parque: Laberinto de la bruja/
~Con: Gente que le roba el protagonismo~

Si su divertido nuevo amigo le dirigió la palabra, el pobre... claramente no fue escuchado. Momoka estaba muy ocupada recogiendo sus cosas mientras en su cabeza no dejaba de decir *Ay dios, ay dios, ay dios* de los puros nervios. Con ya sus pertenencias en sus brazos se apresuró a cruzar el umbral de la puerta al grito de -Lo siento Tsukki-kun ¡Nos vemos luegoooo~!- mientras se alejaba a toda velocidad. Y así fue como corriendo a toda velocidad se dirigió en la dirección que le indicaba su brillante anillo. Pobre Alice... oh bueno... ya luego le compraría un pan de melón como arrepentimiento, a todo esto, ella esperaba que no la estuviese siguiendo ¡Pero la vida era muy corta como para andar mirando atrás! ¡Vamos Momo que ya casi llegas!

Ese ya "casi llegas" se convirtieron en largos y agónicos minutos, sus piernas comenzaron a dolerle cuando ya casi se estaba acercando a destino -¡U...un poco *puf puf* un po-poco más!- se dió animos casi sin aire en sus pulmones y sin detenerse aún. Cuando por fin llegó al lugar indicado, se dió cuenta que era una zona oscura y silenciosa, que "olía" a bruja por todas partes, ya que podía sentirla... como si la muy descarada casi acariciara su piel, iuugh. Trató de recuperarse tomando grandes bocanadas de aire y agachandose un poco para apoyar sus manos sobre sus rodillas. Tras un par de minutos en permanecer de es manera, comenzó a intentar recordar como diablos se hacía para abrir la puerta que la llevaba con su enemigo.

Dejó sus cosas escondidas en un arbusto y luego comenzó... ¿La acción? -¿C-cómo se hacía esto?- se preguntó a sí misma llevando una de sus manos a su nuca para rascarla un poco, paciencia señor que ella aún era nueva en esto. -¿Abrete sésamo?- nada -¿Abrete por favor?- nada de nuevo -Toc toc ¿Quién es? ¡Momoka!- N-A-D-A -Ugghh~- tras un par de minutos perdidos de la manera más inútil del mundo, por fin se dió cuenta como se hacía la cosa. Guiada por el brillito de su anillo, se colocó en el lugar dónde supuestamente estaba la marca, se concentró un poquito y... ¡Ta-chan!.

Una vez dentro del campo de batalla se dió cuenta de algo, bastante llamativo a decir verdad, ¿¡QUÉ DEMONIOS HACÍAN TODOS ESOS ALLÍ!?. Había un gran grupo de personas... y no cualquier personas... conocía a algunos de ellos. -¿Que que que queeeee?- si, exacto ¿Qué?, la pobre no entendía nada. Sacudió su cabeza de un lado a otro para tratar de obviar ese hecho y poder concentrarse en lo importante, tenía que derrotar a una bruja fea, gorda y mala quién ya se estaba entreteniendo con una muchacha rubia que desplegaba cañones como si nada. Y por supuesto, Fuwa no iba a dejar que se quedara con toda la diversión y protagonismo de salvar el día -¡Qué c-comience el show!- trastabilló un poco con sus palabras tratando de dominar los nervios al mismo tiempo que levantaba ambos brazos por sobre su cabeza y la transformación daba comienzo. No fue nada del otro mundo, las transformaciones reales tristemente no eran como las de la tv, pero bueno... al menos una luz brillante y de color rosa rodeó su cuerpo antes de mostrar su nuevo y femenino atuendo de chica mágica.

Se acercó más a los presentes y clavando sus orbes escarlatas en aquel horrendo ser, le dijo -¡La grandiosa Puella Magi rosa ha llegado!- levantó el dedo indice de su mano derecha y señaló directo a la bruja -¡Y te castigaré en nombre del amor y la justicia!- oh si, esa era una grandiosa presentación, seguro que ahora todos la adoraban y no podían dejar de mirarla. Al menos eso quería creer ella. Un amplia sonrisa se dibujó en sus labios y pronto explotó con suma alegría -¡Kya! ¡Siempre quise decir eso!- soltó un par de risitas para luego recobrar la compostura y ponerse manos a la obra. Levantó hacia los lados sus brazos y acto seguido al menos diez peligrosos y no tan femeninos tridentes color plata aparecieron clavados a su alrededor -Hehe- y comenzó a lanzarlos en dirección a la bruja tratando de poder darle en medio de la cara o lo que fuese que tuviera, aunque claro, la muy maldita tenía pequeños compañeritos que se metían en medio.

Venatio Strigas (★) Puella Magi {ROL}

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/Club de coro/ - /Dirección a la aventura/
~Alice~

La muchacha de negruzcas hebras no podía evitar sonreír con amplitud, ¡El muchacho estaba alagando su manera de cantar! ¿Qué otra cosa podía ser mejor que eso? -Hehehe- pero claro, él había llegado por accidente mientras ella realizaba su acto, es por eso que... ¡Era cosa del destino! ¡Él estaba predestinado a ser su fan número uno!, aunque bueno, primero ella debería de ser famosa para tener un fan n° 1 ¿no?... tal vez debería de seguir su consejo y subir su voz al internet... ehh.. ¿NicoNicoNi era la página?, oh well. -¡Por supuesto que puedes venir a escucharme!- respondió inmediatamente a la pregunta del chico de ojos azules -Los ensayos del club suelen hacerse todos los Miercoles y Viernes más o menos a esta hora... ¡Pero yo te aviso ante cualquier cambio!- tras decir eso esbozó nuevamente una amplia y amigable sonrisa. Oh si, iba a poder presumir entre sus compañeras de club que ella tenía a alguien para escucharla hum hum que bella podía ser la vida a veces.

-Bien Aris... Arisee... Ar... ¡Tsukki-kun!- lo intentó pero no lo logró, algún día iba a pronunciar bien esa malvada L del nombre "Alice"... y ahora que lo pensaba... ¿Alice no era nombre de niña?, oh bueno, ella lo había leído en aquel viejo cuento donde una chica rubia caia dentro de un agujero por culpa de un conejo, es por eso que hacía la comparación -Tu sientate por ahí y disfruta del espectáculo- ¡Hora de brillar Momoka! WUJU. Así fue como la tarde pasó rápidamente entre risas, torpezas y pequeños enojos por parte de Fuwa, porque así era ella, una chica rebozante de energía y una personalidad que cambiaba tan rápido como el viento cada vez que algo le salía mal o bien, pero que en general se mantenía amigable.

Una vez que finalizó la última canción dirigió durante unos instantes su rojiza mirada hacia la entreabierta ventana notando como el sol ya se estaba ocultando tras el horizonte dejando detrás un cielo tintado de matices anaranjados -Aiins, es super tarde- comentó para luego regresar su mirada hacia su espectador -Dejaremos el concierto para otro.... espera ¿y eso?- sus palabras se vieron interrumpidas cuando pronto lo notó, un fuerte brillo purpura que aparecía en una de las manos del chico, una luz que emanaba de... un anillo. La pequeña se acercó al muchacho unos pasos y agudizó su mirada, pudo verla, aquella uña pintada que correspondía con el dedo que portaba el anillo.... eso no podía ser una coincidencia, los niños se pintaban las uñas... ¿o si? -¿Dónde conseguiste eso?- preguntó curiosa señalando el accesorio del chico, hacía muy poco que Momoka había empezado su labos de ~~meguka~~ chica mágica pero podía diferenciar ciertas cositas y ¡OHH! si ese anillo había brillado probablemente era por... oh dios ¿QUE CHUCHA HACÍA HABLANDO EN UN MOMENTO COMO ESE? ¡Era momento de mover el poto e ir a trabajar! -T-tengo que irme- dijo de pronto. Ay dios, ay dios que nervios pero no tenía nada que temer, ¡Ella era la chica mágica rosa! y el color rosa siempre era el mejor y más poderoso, las series de tv lo decían y solo por eso debía de ser verdad (?).

Venatio Strigas (★) Puella Magi {ROL}

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/Club de coro/
~Alice~

Su primer intento fue un desastre, aquella nota salió desafinada e irregular haciendo que la pelinegra refunfuñara enojada por lo bajo, pero pronto, en su segundo intento ya la melodía comenzó a tomar forma y ser más suave. Su voz inundó la sala con aquella calmada canción que hacía poco había comenzado a practicar. Mientras dejaba que su voz fluyera realizó cosas clichés que solian hacer las personas cuando cantaban (?), como llevar sus manos hacia su corazón, mirar emocionada hacia la nada, abrir una ventana dejando que las cortinas se movieran con el viento y demás cosas de pelicula, total... nadie la estaba mirando ¿verdad?.... hehe.

Fue un verdadero espectáculo, desde el punto de vista de ella se sentía como toda una reina que tenía toda una escena para poder brillar.... desde el lado del espectador debía de verse bastante penoso. Pero bueno, todo el show no duró demasiado ya que la jovencita al pasar su vista rápidamente por la puerta mientras danzaba logró reconocer una figura. Tuvo que regresar su cabeza hacia el cristal de la puerta para corroborarlo... ¡había alguien del otro lado! -¡Ayy por dios!- soltó sorprendida dando un salto hacia atrás, ¿¡Quién se atrevía a romper la magia del momento!?

Frunció con ligereza el ceño, infló infantilmente sus mejillas y dando pesados pisotones contra el suelo fue hasta la entrada para abrirla con tan solo un rápido movimiento. -¿Se te ofrece algo?- fue su dura pregunta contra el chico que se encontraba tras el umbral... pero oee... pronto se dió cuenta... ¿no era ese a caso...?... ¡oh si!, ¡Su compañero de clase!. Tsukijigaoka, el chico medio raro del lugar -Ohh Tsukijigaoka-kun- las facciones del rostro de Momoka se suavizaron para volver a mostrarse un tanto sorprendida nuevamente ¿Qué hacia el chico ahí parado? -¿A caso viniste a escucharme cantar?- le preguntó esbozando lentamente una sonrisa mientras el enojo del momento quedaba olvidado y el ego de su ser iba creciendo en su pecho ¿Esa podía ser la verdadera razón por la cual su compañero se encontraba fuera? ¿Si? -Thee~thee, no te culpo, muchas personas dicen que canto her-mo-so- se jactó de su habilidad al mismo tiempo que cerraba sus ojos y posaba sus manos sobre sus caderas totalmente orgullosa de si misma. Si había algo que no le faltaba a Momoka, pues era confianza en sí misma.

Rol off: *sufre*
ayy pero que cochinada

Venatio Strigas (★) Puella Magi {ROL}

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/Instituto: Salón 1B/ - /Club de coro/
~Sin nadie en especial~

La fila del comedor fue endemoniadamente larga por lo que cuando Momoka, luego de varios minutos de espera y esfuerzo por colarse delante de algunas personas sin que estas lo notaran (?), para cuando tuvo su pan de melón entre sus pequeñas manos la campana para regresar a clases sonó. -Ayy, no es justo- refunfuñó por lo bajo para luego darle grandes mordiscos a su comida sin temor a morir ahogada en el proceso.

¿Qué decir del resto del día?, pues, ante la rojiza mirada de la pelinegra todo transcurrió tranquilo y aburrido. La llegada de la nueva resultó bien y tan solo acercó sus oidos cada tanto para recolectar alguna que otra información suelta acerca de ella. Cuando a fin de cuentas el reloj marcó las tres y media de la tarde, horario de fin de curso, Momoka se dió cuenta de que no tenía nada para hacer.

Era un día hermoso y pocas ganas tenía de regresar a casa, ¿Qué hacer?. Recolectó todas sus cosas y una vez que puso un pie fuera del salón un fugaz pensamiento pasó por su mente. Hacía un par de veces que venía faltando al club de coro, ultimamente por su "trabajo" que le ocupaba casi todo el día y la dejaba desgastada por completo. Parecía que el día de hoy iba a estar todo tranquilo, ¿por qué no ir a practicar un poco?. Con pasos rapidos se dirigió a la aula en dónde las prácticas solian realizarse, aunque no había nadie dentro allí, porque bueno, no era el día en que se juntaban a ensayar. Pero eso poco le importo a la niña de los moñitos, ensayar un poco y distenderse un rato no le iba a sentar para nada mal.