[Rol] - Welcome to DESPAIR Academy! -

-¿¡Eh!?
En ese preciso momento, mi visión se nubló. Era como si el mundo se hubiera vuelto de gelatina, temblando y dando vueltas a mi alrededor.

Vueltas, y vueltas, y vueltas y vueltas, desapareciendo lentamente. Y en el siguiente instante...



...oscuridad.


Así comenzó el fin de mi vida ordinaria.

Debería haberme dado cuenta.
'Super High School Level Good Luck' no me había arrastrado a Hope's Peak Academy...


'Super High school Level Bad Luck' sí.

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-SHSL Good Luck: Kaname Emiko ~ Cutethulhu
-SHSL Painter: Hanamura Kazuhiro ~ Cutethulhu
- SHSL Magician: Tejina Reizen ~ Koga
- SHSL Cosplayer: Tanaka Junko ~ Terezi Pyrope
- SHSL Bomber: Kamui Akagi ~ Zorra
- SHSL Archer: Kaari Nella ~ Yue
- SHSL Hacker: Noboyuki Kanade ~ Lucho
- SHSL Star Finder: Imizu Asuhi ~ Khiel
- SHSL Explorer: Kyu Mizuki ~ Guenwyvar
- SHSL Fire Dancer: Takemura Kohaku ~ Hiemaner
- SHSL Musician: Takahashi Sue ~ Capu Capulleto
- SHSL Pastry Chef (Candy Hands): Osaki Fuyumi ~ Nanix01
- SHSL Dolphin Trainer: Otonashi Maru ~ Juancho
- SHSL Basketball Player: Kamijou Yuukio ~ Cutethulhu
- SHSL Paranormal Researchers: Tsutsumi Tayuu & Yuuta ~ Adeline & Jack Vendetta.

¡Link a las fichas aquí!

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/En algún salón de clases/
Con Reizen.

{ Gimnasio }
-Recibiendo a los recién llegados-

El gimnasio de aquella institución bien parecía lo que era... un gimnasio. Amplia sala  de suelo encerado y pulido con el gran escudo de la escuela grabado en el mismo y un enorme escenario en la otra punta, ocupado en su centro por un podio de un fuerte rojo. Tribunas a los lados y una pequeña compuerta al fondo que debería ser el almacén de los materiales para las clases y partidos.

Pero... había algo que seguía sin encajar.
El sitio contaba con un par de cámaras colgando en el techo de una forma muy similar a la de los salones y las ventanas también se encontraban firmemente cubiertas por esas enormes planchas de metal. Aunque todo parecía —como era de esperarse— una simple ceremonia de bienvenida, la ausencia de cualquier otra persona resultaba inquietante. En el piso se hallaba tendida una gran alfombra roja, y sobre la misma dieciséis butacas todas enfrentadas al escenario.

Solamente... dieciséis.

En: Salón // Pasillos // Gimnasio.
Con: El freak, y un par de sujetos más.

Reizen quedó a merced de la cámara por un par de minutos, la idea de que alguien en algún lugar la estaba observando, viendo cada detalle de sus acciones, todo el día, toda la noche... la hacía feliz.

Reaccionó cuando el chico inconsciente de hace unos momentos llamó su atención con un afeminado sonido para luego dirigirle la palabra -Vayamos al gimnasio, la nota ponía que a las ocho, ¿no?- Reizen lo miró por sobre el hombro y arqueó una ceja exagerando la expresión.

-¿De verdad esperas que siga a un sujeto que estaba teniendo sueños húmedos con bombas, te escuché y que pretende hacer caso a una carta escrita por un kindergardeano?.. Y estás lleno de baba, que asco, freak - le insultó ( Siendo ella la menos indicada para llamar "raro" a alguien. ) y regresó la mirada a la cámara que, en efecto seguía enfocándole.

Cuando el otro sujeto estaba por abandonar la habitación, Reizen cayó en cuenta -¿Y SI HAY CÁMARAS POR TODO EL LUGAR? - exclamó, nunca en su vida estuvo más entusiasmada. Corrió detrás del pelirrojo y levantó la mirada en busca de los aparatos.

-Están... ¡Están, Hahaha! Freak, Hay cámaras por todos lados ¡En todos! - dijo deteniendo la marcha del joven que ya iba en camino al gimnasio -Nos están mirando a donde quiera que vayamos ¿No es asombroso? - puso ambas manos en sus mejillas -No puedo esperar a ver que otras sorpresas nos trae este magnífico lugar - expuso con la voz quebrada por la emoción. En la pequeña caminata que inconscientemente tuvo con el chico de las bombas, se percató del mapa.

-Ah, ahí está el gimnasio - señaló el punto exacto con el dedo y luego trazó la ruta con el mismo -Ah, que conveniente, hemos estado caminando hacia ahí todo el tiempo, supongo que no estaría mal ir a ver que está sucediendo por esos lares. - giró el cuerpo y dio un par de pasos largos, abriendo la puerta del cuarto de trofeos

Cámaras, cámaras, cámaras.

a escasos metros hacía adelante estaba una puerta mas voluminosa, típica puerta de gimnasio (pudieron haber sido más originales con eso, sí. ) Reizen tuvo dificultades para abrirla, era pesada y grande, haciendo total contraste con ella. Cuando logró pasarla sin morir, cruzó miradas con un par de personas más.

-¿Qué? De verdad este instituto tiene un grupo demasiado selecto, nunca había visto una apertura tan triste. - levantó un hombro quitándole importancia al asunto -¿Qué se le va a hacer? No todos están a éste nivel ¡Hahaha! -


Por cierto, eran todos unos freaks.

Uno en uno, dos en dos (algunos llegaban en grupos de a tres), no fue más que cuestión de tiempo para que los dieciséis jóvenes, aún sin formarse una idea concreta de qué estaba pasando en sus desorientadas cabezas, acabaran reunidos gracias a la extraña nota en ese aún más extraño gimnasio.

Aquello era a todo parecer una ceremonia de bienvenida, o al menos por eso la farsa se hacía pasar. Pero maestros, directivos, coordinadores... incluso sus familias. ¿Qué había sido de ellos? Desconocidos era todo lo que veían a su alrededor.
Algunos con ideas más positivas que otros respecto a la situación, era la misma sola pregunta la que daba vueltas sin descanso dentro de cada uno.


¿Qué estaba ocurriendo ahí?




El fuerte y aturdidor sonido de altavoces siendo accionados perforó de pronto a todos los presentes como un inesperado balazo a los sentidos. Algunos se apresuraron a cubrir sus oídos, otros alzaron las cabezas buscando el origen del horrible ruido. Parecía... parecía venir del escenario.






Si deseaban respuestas, la única que obtuvieron los dejó helados.
No tardarían mucho más en comprender...




-¡Upupupu!
- Mis queridos invitados de honor, no ganan nada bueno haciéndome esperar...





...Aquel tortuoso juego apenas comenzaba.



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¿Eran estas cosas costumbre en Hope's Peak Academy?

...Pero claro, tan pronto como el muñeco se puso de pie y comenzó a hablar lamentó sinceramente haber pedido eso.

…

Lo que parecía ser una tarjeta asomaba ahora sobre la madera descubierta.
¿Ese podía ser el regalo del que hablaba Monobear?

¡Por cierto, denle la bienvenida a Adeline y Jack y a sus gemelos, Yuuta y Tayuu!
oh dios acabo de notar lo que hicieron con sus nombres y los voy a golpear a los dos

En: Gimnasio.
Con: Perro//Los demás.

El abrumador silencio que había en el gimnasio empezaba a colmar la paciencia de Reizen, no era una persona del todo acostumbrada a ese tipo de ambientes, pensó en llamar la atención de todos haciendo un truco, si se pensaba de manera positiva ese era el momento idóneo. Sacó un mazo de cartas de su bolsillo siendo éste la única pertenencia con la que había despertado y la empezó a barajar con una habilidad increíble, si buscáramos una definición más acorde, podría decirse que era...

Magia.

Levantó la mirada sin dejar de mezclar los naipes para interceptar a alguna persona dispuesta a ser voluntario en su maravilloso acto, pero un horrible sonido eléctrico la distrajo, haciendo que las cartas se esparcieran por el suelo.

Era de esperarse que tuviera un "as bajo la manga" pues, al momento en que los testigos que estaban viéndola se distrajeron con el altavoz, el mazo había vuelto a su mano.

-¡Upupupu!-
Una voz chillona y horriblemente molesta hizo eco en la habitación.

"¿Hay alguien ahogándose con Cheetos en la bocina?"

Antes de que la joven ilusionista pudiera reaccionar, un extraño juguete saltó por arriba del podium que estaba en la tarima, donde se suponía alguien daría el discurso introductorio.

-Se metió un perro- susurró haciendo un rápido movimiento de manos que desvaneció su juego de cartas al instante, alguien había arruinado su espectáculo.

- ¡No soy un peluche, oi!-

... ¡HABLA! La quijada de Reizen estaba por alcanzar el piso, era... ERA GENIAL ¿Cuanto dinero podría hacer incluyendo un perro que habla en sus shows? ERA PRUEBA, EVIDENCIA, LA MAGIA... ¡EXISTE!

Pero su discurso apenas había comenzado, el animalito parlante tenía más cosas que decir, más información útil y al parecer no estaba en sus planes darles una sola buena noticia.

El "Director" se presentó como Monobear, los introdujo a las instalaciones, los confinó y claro, les dijo cual era la única manera de abandonar la escuela.

En definitiva, no tenía una sola buena noticia.

No se retiró sin antes dejarles un lindo presente a sus queridos ingresados. Reizen se acercó al escenario siguiéndole el paso a un chico emo ¿Gaffetes?... Una versión modernizada de las tarjetas de identificación estudiantiles, o algo así.

Tomó uno y éste se encendió, dejándole ver el nombre del propierario.
-¿Tsutsumi Tayuu & Yuuta? ¿Quién demonios tiene un "&" en medio de sus nombres - siguió sacando Id's -Tanaka Junko, Hehe, ese podría traducirse al inglés como basura - rió ante su propio chiste y finalmente dio con su ID -Ahá- empezó a teclearlo navegando por cada una de las opciones de su interfaz hasta que lo había recorrido al cien porciento.

-Interesante... -
- ¡¿I-Interesante?! ¡¿Qué de todo ésto te parece interesante?! - Una chica cercana se exaltó súbitamente al escuchar el comentario de Reizen, tenía una vaga idea de quien eran todos los demás pero ¿Y esa?

-El que sea horrible no lo hace menos interesante, apuesto que si estuvieras viendo todo esto por la televisión te tendría bien ganchada, el problema aquí es que lo estamos viviendo... ¿Será un Reality Show? - buscó con la mirada sus amadas cámaras y las saludó, había varias colocadas en lugares estratégicos.


- Hey, ¡hey! - El emo rubio les llamó a todos, haciéndoles voltear a su dirección.

- ¡No podemos discutir ahora, tenemos que buscar una salida! -

-¡Una salida! Déjenmelo a mi, soy una experta escapando de cosas ¿Saben? - presumió aprovechando la sugerencia de su ahora compañero de instituto y se acercó a  una de las ventanas

-Ahora verán... como atravieso esta barra de acero sólido ¡Sin hacerme un solo rasguño! - puso las manos en la ventana (o lo que se suponía que eran esas cosas blindadas ) y tomó impulso tirando el torso hacia atrás para luego estampar su frente contra el metal -AAAAAWWww~ - se puso ambas manos en la cabeza y empezó a frotar frenéticamente, haciendo que su sombrero cayera al suelo.

-Po..Po...¿Por qué?- Nunca antes había fallado haciendo un truco de escapismo ¿En qué clase de lugar se había metido?


OFFROL:
CHICOS, Shirly me dijo que olvidó mencionar que todas sus pertenencias, como Mochilas, dinero o teléfonos celulares desaparecieron súbitamente, no lo olviden. (?)

• • •

{ Gimnasio }
-Entrando en pánico lentamente junto a todos los demás-

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...

Un fuerte sonido de un altavoz encendiéndose se hizo presente obligandome a cubrir mis oidos momentáneamente. ¿Al fin nuestras familias, profesores y demás iban a entrar apra darnos la bienvenida?... ¡NO!.

-¡Upupupu!-

Una especie de risa (o persona que se estaba ahogando con un Sandwich) resonó por la zona para luego, aparecer por detras del podium un... ¿Oso?. Por ahí escuhé a alguien decir si era un oso de peluche miestras yo obserbava su peculiar forma. Una mitad blanco y con carita de bueno, y la otra negro como salido desde las mismísimas entrañas del infierno (?). El oso se puso de pié y vociferó que no era un peluche para luego presentarse como "Monobear", tenía una voz chillona y... me daba miedo.

-¿¡Heeeehhh!? ¡El juguete está vivo! exclamó una chica - ¿V-Vivo?- Pregunté completamente asombrada. -Es a control remoto, idiota, los juguetes no están vivos…- dijo un pelirrojo de por ahí. Ante esto el oso muy molesto golpeó el podium obligandonos a guardar silencio para aclarar a gritos quién era (por así decirlo).

- ¡Muy buenos días, bastardos, y bienvenidos a su ceremonia de apertura!-

-¿B-bastardos?- me pregunté ladenado ligeramente mi cabeza hacia un lado, ¿Qué clase de director nos daba esa bienvenida?. Mientraas tanto el oso comenzó a explilcar algunas cosas hasta que terminó con una frase un tanto espeluznante -¡...He decidido dejarlos vivir juntos dentro de los confines de esta escuela!-, ¿¡QUÉ!?, ¿Vivir en la escuela?... ¿¡CÓMO!?, la bella chica rubia que saludé en un principio preguntó acerca del periódo de tiempo, a lo que este respondió como burlándose de nosotros "para siempre". *Esto no puede ser posible* pensé sin poder salir del asombro.

Luego de más cháchara por parte del oso, quedó claro que todo esto no era una broma y que estábamos completamente asilados del mundo exterior. Pero... había una forma de salir, y esa era "graduarse". Y esa manera era matar a otro de nosotros...

-Matar, huh... ... ¡¿¡¿M-MATAAR?!?!-, - ¿Qué dijo esa cosa...? ¿Matarse entre ellas...? ¿Qué...?- simplemente no entendía eso... ¡Esto no podía estar sucediendo!. -Matarse entre ellas es matarse entre ellas. ¿Quieres un diccionario? Tengo uno por aquí.- me respondió de una manera que me hizo enojar, ¡Sabía el significado de matar!.... pero no podía creer que esa fuera la manera de salir.

El oso explotó (?) en rabia cuando le seguían diciendo que parara con la broma de una vez, pero no... no era una broma y el lo volvió a dejar muy en claro para al final por fin despedirse dejando una nota tras de sí. Pasó un poco de tiempo hasta que alguien decidió tomar la iniciativa y leer la nota; esta trataba sobre unos celulares o mini-tablets (?) electrónicas con información.

Luego del intercambio de IDs, me dediqué a observar su contenído... más que nada los mapas, mi ficha para ver si todo estaba en órden (en realidad era para ver el peso y notar si había aumentado o no) y las reglas. El chico rubio que había leído la tarjeta propuso que nos moviéramos para encontrar una salida, a lo que una chica vestida de hada madrina (bruja, maga o lo que sea) se ofreció a travezár con su cabeza el panel de metal... como era de esperarse salió completamente mal.

Hubiese seguido observando la escena si no fuese porque de pronto alguien me tomó con """suma suavidad""" uno de mis hombros para atraer mi atención. Esa persona """tan delicada""" era nada menos que Noboyuki, el cual comenzó a hablarme de una menera bastante grosera (eso ya no era novedad) - Sera mejor que me devuelvas mi teléfono a menos que quieras ser el motivo de mi graduación sucio trozo de ramera. - ¡Realmente me hacía enojar ese tipo!, en serio... ¿Quién diablos se creía? sobre todo... ¿¡Por qué me amenazaba con matarme!? ¡Dios mío!, ¡Era un celular, nada más!. - Dámelo ya. - me dijo para comenzar a zamarrearme como muñeca de trapo de un lado a otro. -¡O-oye!... Yo noo...- con cada sacudida me sacaba el aire de los pulmones, ¿¡Cómo quería que le respondiese si no dejaba de moverme!?.

Para mi suerte, el mal trato terminó pronto ya que mi salvador (?) llegó a rescatarme. - ¡Oi, payaso! ¡Déjala tranquila! - dijo este pelirrojo de gran altura para separarme de Noboyuki para luego decir, dirigiendose a todos que lo más sensato era colaborar en vez de comportarse como "niños de 10 años". -¡Exacto!- apoyé las palabras del pelirrojo, -Y por cierto... ¡no tengo tu celular!- le aclaré para meter mis manos en el único bolsillo delantero de mi delantal de cocina -Pero si quieres puedes..... eh... ¿¡HE!?- ¡Mi celular tampoco estaba!, es más... nínguna de las pertenencias que tenía en ese único bolsillo estaban... Y ahora que lo pensaba... ¿Y mi mochila? ¿¡Quién demonios tenía MI mochila!?, -Tenemos a un ladrón entre nosotros- susurré pensando en el oso robocop (?), era el único sospechoso que se me ocurría si descartaba al Joker (Noboyuki).

De pronto, de la mejor manera ninja posible (?), salió detras de Noboyuki una chica rubia diciendo - ¡Tú serías un candidato perfecto para un cosplay de Slenderman! ¡ERES ENOOORME!- le dijo al pelirrojo, pobre chico (?). A juzgar por la manera en que ella vestía y lo que había dicho deduje que era... ¡La grandiosa SHSL Cosplayer!, ¡Junko nomeacuerdosuapellido!, recuerdo haberla visto en la tv de la pastelería en la que "estudiaba" justo cuando iban pasando algunos nombres y fotos de las personas que habían sido llamadas por la academia.

-Pudranse, pudranse,,, ¡PUDRANSE TODOS USTEDES!- vociferó de pronto Noboyuki con ira para luego irse no sin antes dedicarle una última mirada asesina a alguno de nosotros tres (tan solo esperaba que no fuera a mi). -Husshh, que infantil- dije en voz baja en medio de un susurro para cruzarme de brazos... ¿Y ahora que debíamos hacer?... yo momentáneamente no quería matar a nadie, ¡Eso era estúpido!... pero ¿Vivir para siempre dentro de estas paredes hasta quedar hechos polvo con el paso del tiempo?... ¡Horrible!. Ahora que me acordaba... el rubio del flequillo kilométrico (?) había propuesto buscar una salida justo antes de que la maga estampara su cara contra el metal... supongo que debíamos de retomar aquel tema.

Fui hasta las gradas más cercanas y me puse de pie sobre esta -¡HEEE!- grité para llamar la atención de todos, y para los que no se dignaron a mirarme (?), les grité más fuerte. -Creo que deberíamos retomar eso de ir a buscar la salida... o investigar el lugar el lugar por lo menos- dije para mostrar una sonrisa -Propongo que nos separemos en pequeños grupos para abarcar más territorio, investigar un tiempo y al final reunirnos todos de nuevo en.... ammm....- saqué la ID para tocar la pantalla en búsqueda del mapa... -¿El comedor tal vez?- sugerí esperando a que alguien apoyara la idea, *Vamos Fuyumi... a mal tiempo buena cara... ¡A mal tiempo BUENA cara!* me repetí varias veces.

En: El gimnasio
Con: Un derrame cerebral, Risitos y la bola de weirdos.

Cuando el horrible retumbe que daba vueltas en la cabeza de Reizen sesó un poco, ésta intentó incorporarse una vez más al grupo, había escuchado cómo se iniciaba una discusión entre el ¿Hacker? y Wildo de mansión Foster pero no se molestó en poner atención, aparte de que no era de su incumbencia, el dolor que sentía no le permitía concentrarse en algo tan trivial.

- ¡¿E-Estás bien?! -

-¡Ga-gajes del oficio, no pasó nada! - se excusó y levantó su sombrero que aún yacía en el suelo para acomodarlo en su cabeza y sacudirle el polvo una vez puesto.

-¡Tengo más trucos! ¡Mi-mira! - hizo un patético intento por recuperar el orgullo mientras hacía aparecer su mazo de cartas cuando, en medio de todo el alboroto que empezaba a hacerse notorio, la chica pastel hizo un llamado de atención desde la tarima.

-¡HEEE!- Reizen dirigió la visión al auditorio para observar con detenimiento a la chica y arqueó una ceja, ladeando la cabeza ¡Otra vez le estaban interrumpiendo!

-Creo que deberíamos retomar eso de ir a buscar la salida... o investigar el lugar por lo menos-

¿Retomar?

-Propongo que nos separemos en pequeños grupos para abarcar más territorio, investigar un tiempo y al final reunirnos todos de nuevo en.... ammm....-

Ah, claro, Risitos de oro había hecho la propuesta antes, pensándolo bien era una excelente idea, estaban dentro de una escuela de élite y conocida por todo Japón, no había manera de que estuvieran completamente aislados. LA GENTE TENÍA QUE NOTAR SU AUSENCIA.

¿Además por donde iban a entrar los fans?

-¿El comedor tal vez? - La pelirrosa concluyó su breve discurso motivacional sugiriendo el punto de encuentro, era de esperarse que escogiera el comedor, por alguna razón.

¿Donde estaba eso? Reizen sacó su ID y empezó a navegar entre los mapas deslizando su dedo por la pantalla, parecía un buena elección, estaba "centrado" y era de fácil acceso, bien jugado Sweetheart.

La joven ilusionista alzó la mano para sobresalir entre la multitud -Me apunto- bajó la mano y la puso en su mentón -Aunque no es que me muera por salir de aquí Es un lugar asombroso. - cambió la mano con la que sujetaba su barbilla -Quitando lo de los asesinatos, pero vaya, sabemos que nadie aquí es capaz de algo así... ¿No? -

Sonrió y puso ambas manos en su cintura -Por lo pronto sabemos que las barras de metal son impenetrables... ¡Porque no cualquier cosa es capaz de superar mis habilidades! OhohohoAahhhthAAY- le dio un repentino escalofrío que provocó pusiera sus manos rápidamente de vuelta en su cabeza, estaba siendo bastante ruidosa para haberse causado un derrame cerebral así misma hace apenas unos minutos.

{ Hope's Peak Academy }
[ Tercera Guerra Mundial Gimnasio. || Sanitarios. ]
> > Junto a otros estudiantes. > > Con Kanade.

C o s p l a y | d e l | d í a ;
Athena Cykes from Ace Attorney!
• • •

« Hope's Peak Despair Academy »
< Cafetería - Cocina >
- Agonizando Solo-

Luego de ignorar olímpicamente a esa extraña engendro con una fascinación por los animales marinos, se levantó y comenzó a caminar por donde se había ido ella. En primer lugar, la hiperactiva chica ni siquiera le había dado oportunidad de responder, luego comenzó a preguntar de pingüinos, gaviotas y pulpos ¿Qué rayos con eso? Le restó importancia al asunto y continuó caminando, bobeando por los pasillos sin prestar atención al mapa que tenía, entonces cayó en cuenta de algo... ¿Cómo le había hecho para meter a tantos animales al edificio? Es decir, era una escuela ¿no?
"No, mejor me abstendré de preguntarle..." pensó presionando el puente de su nariz sintiendo un ligero dolor de cabeza. Era lo único que le faltaba, sentirse enfermo en el primer día...

Tras caminar un poco más, se encontró con un par de puertas abiertas de par en par, al pasar frente estas se dio cuenta de que ese era el gimnasio, el lugar al que se suponía debía llegar. Dentro se encontraban más alumnos, un chico con... la cara maquillada, una chica con... ¿un disfraz de bruja?... la chica que venía siguiendo y, bueno, esos tres le dieron por demás motivos para no acercarse.

Justo después de entrar al gimnasio, un aturdidor sonido de bocinas se hizo presente, convirtiendo la molesta de su cabeza en un punzante dolor. -Gracias...- comentó con sarcasmo por lo bajo mientras volvía a abrir sus ojos, dirigirlos al escenario y encontrarse con...

"Un diseño interesante... No, espera ¿qué estoy diciendo?" casi se abofetea a sí mismo al pensar en eso, pero...


El peluche se levantó y comenzó a hablar, saludándolos con su esponjosa mano.

Entonces el pelinegro terminó por palidecer aún más. "..." metió una de sus manos en su bolsillo para tomar su pequeño frasco con medicamentos, al abrirlo, se encontró con que estaba vacío." Ay, mierda..." pensó algo nervioso por el asunto. ¿Estaba alucinando? ¿Era eso? ¿Por eso estaba ahí Ronald McD*nald versión TimBurt*n, una bruja, una cosplayer y la encargada de SeaWorld? Tragó un poco de saliva.  "Estoy en problemas."


"No, amigo, eres un peluche, lo siento." Tomó su cabeza con una de sus manos y presionó sus cienes en un intento por reducir su dolor de cabeza. Estaba comenzando a sudar ¿Fiebre? No, aún no, quizá solo era el nerviosismo o la confusión.
El peluche continuó hablando sobre encerrarlos en la escuela y obligarlos a convivir juntos "Bueno, no es mucha diferencia de casa" pensó sin dejar de masajear sus cienes. Vivir encerrado era su día a día, gracias a su pésimo sistema inmunológico.
Aún así, ese lugar no le gustaba para nada. Prefería estar encerrado en la comodidad de su casa. Por ésto mismo, haciendo uso de todo su autocontrol, valor y esfuerzo, levantó la voz.
- ¿...Se puede saber el significado de esto?

E insistía con lo de dejarlos encerrados, pero que peluche tan molesto. "No sobreviviré aquí sin mi maldito hospital. ¿Donde rayos están mis cosas?" Esculcó en todos sus bolsillos y nada. Al no ver el caso de seguir con la paranoia de no tener nada, se dispuso a continuar 'poniendo atención'. Él solo quería saber una cosa ¿Cómo rayos podía regresar a su casa?
Y, como si hubieran leído su mente, un estudiante hizo esa pregunta. Sonrió ladinamente al escuchar que el tal Monobear se disponía a responder, pero poco a poco su sonrisa desapareció.


"..." Ahí no supo qué pensar. ¿Estaban locos? Oh, espera, quizá era efecto de su temperatura... NO, Y UNA MIERDA, le mataba la cabeza, pero no por eso no podía razonar. Querían que se mataran los unos a los otros. Después de eso, dejó de prestar atención.
La 'ceremonia' terminó y él solo se quedó de pie en su lugar. Vio como alguien subió al escenario y tomó lo que parecían ser Identificaciones para Estudiantes. Solo se acercó a tomar la suya cuando lo mencionaron y luego, simplemente dejó el gimnasio y comenzó a caminar sin rumbo fijo por el campus.

¿Sería capaz de matar a alguien por su libertad?
¿y a dónde iría? Sí, podía volver a su hogar, pero realmente no deseaba volver ahí. ¿A donde más podría ir? Sonrió ligeramente, era cierto, aún podía ir a 'ese' lugar.

Sin darse cuenta, terminó adentrándose en la cafetería, levantó su cansada mirada y observó las mesas vacías, un gran ventanal con un un 'exterior' pintado. "Estoy comenzando a hartarme de ésto..." Continuó observando alrededor hasta encontrarse con la barra que separaba el comedor de la cocina. Se acercó y - .Discul... Nah, ni para qué molestarse. - No fue mucha su sorpresa al ver que estaba vacía, así que simplemente se brincó la barra y se adentró en la cocina, necesitaba un gran vaso de agua fría. Nunca pensó que realmente desearía algo como eso, beber ese insípido pero importante líquido...

Yuuta:

[ Despair Academy] - [Sanitarios cerca de las Habitaciones]
Con: Tayuu~ Solo


No sabía exactamente como había sucedido esto, cómo de la nada ahora éramos alumnos de aquella academia y siendo llamados “Super High School Level Paranormal Researchers”. Me costaba expresar lo que sentía ante eso, sinceramente lo único bueno de esto es que no iría solo, sino que con mi hermano, creo que si nos hubiésemos separado habría perdido algo de cordura, no puedo estar sin él, es mi familia, es todo lo que tengo.


No podía sentirme orgulloso, eso se supone que es lo debía sentir la familia de uno al entrar en esta famosa Academia, pero no lo sé, con nosotros era diferente ¿Cómo se podía sentir orgullo por quién entraba contigo a un lugar que no pediste? Además, que se conseguía con esto ¿Un brillante futuro? Mi futuro, mi vida estaba junto a él, no necesitaba más. No me interesaba el éxito, solo quería seguir siendo yo mismo.


Solos en casa arreglando las maletas, no teníamos a quién decirle. Ahora lo que habíamos hace poco comenzado a llamar hogar se veía vacío. Los pocos muebles con los que contábamos se veían sin vida, fríos, tristes. Ahora comenzábamos una nueva vida, normal, esperaba. Sin trabajo, solo una vida de estudiantes normales, solo yo y Tayuu y un montón de chicos con los que no tenía intención de hacer contacto. No soy bueno en eso… y tampoco era que me interesara.


En fin, como decía, no teníamos mucho, mi ropa no era la gran cosa, solo lo necesario y bueno, el resto eran libros, si, lo más que tenemos y nuestras más valiosas posesiones son los libros y notas de nuestros trabajos, me cuesta ser aficionado a algo diferente –exceptuando mis colecciones de objetos malditos y muñecas– no tengo tal fascinación por las cosas nuevas, me gusta la rutina, no me agradan los cambios. Pero cuando hay que hacer uno, simplemente hay que hacerlo, no puedo simplemente negarme a esta oportunidad.


Cuando terminamos con las maletas tomamos un desayuno ligero y nos marchamos. Debíamos estar a tiempo para la ceremonia de bienvenida. No estaba preparado para eso. Nunca estuve preparado para el mundo, para conocer gente, para respirar el mismo aire. Estaba nervioso. No. Eso era decir poco, aunque no lo demostraba, no quería preocupar a mi hermano.


No tardamos en llegar. La entrada estaba llena de chicos de nuestra edad, mis temores no era solo cuestión de mi cabeza, eran reales (?) pero tenía que enfrentarlos, por suerte no estaba solo. Cuando por fin nos permitieron la entrada tragué saliva y observé a Tayuu. Cómo acto reflejo cogí su mano, no quería perderlo entre la multitud y cierta manera me sentía seguro y protegido.


A penas dimos el primer paso algo sucedió. No era bueno. Mi cabeza daba vueltas, no podía ver nada claro, mi visión estaba completamente nublada, distorsionada. Fue la experiencia más desconcertante de mi vida, poco a poco todo comenzó a desvanecerse dando paso a una profunda oscuridad…


...


…


…


No me sentía bien, nada bien. Sentía mi cuerpo cansado, estaba semi consiente pero no podía levantarme. Sabía que tenía que hacerlo, no sabía por qué, solo tenía que hacerlo, pero no podía.

Cuando logré mover un músculo sentí como mi cuerpo estaba completamente entumecido y estaba en una incómoda posición, recostado sobre algo, duro no digno de quien se dispone a dormir. Sentía una pesadez en mi cabeza como si hubiera estado durmiendo por demasiado tiempo, algo nada común en mí. ¿Dónde estaba? ¿Con quién? ¿Tayuu?


Me incorporé de inmediato al recordarlo, se suponía que debíamos estar en esa dichosa academia. Abrí los ojos, y a penas lo hice tuve que cerrarlos, los cubrí con ambas manos y me los restregué. Intenté observar lo que me rodeada, el lugar donde me encontraba pero un desagradable color amarillo no me lo permitía ver claramente.


Desvié la mirada para comenzar por el piso. Normal… Moví la cabeza hacía ambos lados percatándome que estaba casi completamente solo, por suerte, quizás… él estaba conmigo. Respiré quitándome un gran peso de encima, estaba conmigo, no me había dejado. Ahora podía estar un poco más tranquilo.

Me acerqué para despertarlo con suavidad su rostro se veía tan dulce durmiendo, despertarlo era un crimen (?) me puse un poco nervioso al hacerlo pero tenía que controlarme…


– Tayuu~ despierta… Oniichan –
Susurré cerca de su oído, tenía que ser cuidadoso pues si despertaba de golpe podía golpearme con su cabeza (?) por eso nunca lo he despertado a menos que este durmiendo conmigo que ahí si es más fácil despertarlo a pesar que se me lanza encima. Sabe perfectamente que no me gusta pero adora verme sonrojado e incómodo… tal como estoy ahora… aun así no puedo odiarlo, sino todo lo contrario... AH… Tayuu… Respiré con dificultad y volví a sentarme en mi lugar…


Observé con cuidado lo que había a mi alrededor mientras esperaba que despertara. Había una pizarra negra frente a nosotros, en total había cinco filas de pupitres, dos de ellos ocupados por nosotros. Moví la silla en la que me encontraba sentado acercándola a la de mi hermano. Posé una de mis manos sobre su cabeza para acariciar su cabello mientras recobraba la conciencia. No estábamos durmiendo por voluntad, mucho menos él, quién se levantaba antes y se dormía después de mí.


– Oniichan~ –
Volví a susurrar en su oído. Teníamos que salir de aquí pero no quería ser muy brusco.
Volví la vista al frente y noté que algo se movía era… ¿una cámara? ¿Por qué había una cámara en lo que evidentemente era un aula, de lo que supongo era Hope’s Peak Academy? Otra vez desvié la mirada, esta vez con dirección al lugar donde se suponía debía haber ventanas. No había nada, solo unos paneles de metal que las cubrían. ¿Qué demonios era este lugar?


Cuando por fin Tayuu despertó estaba tan confundido como yo al principio.  Abrió los ojos de golpe tal como esperaba de él, su actuar es predecible, pero solo para mí. Quité la mano de su cabeza dejándola sobre mi regazo junto a la otra. Esperé que procesara lo que teníamos enfrente y el lugar donde nos encontrábamos.


De la nada comenzó a gritarme con desesperación, pues intentaba averiguar qué sucedía. Me cogió por los hombros sacudiéndome ligeramente para luego llevar ambas manos a mi rostro sujetándolo con suavidad fijando sus ojos en los míos. Preguntó como estaba. Me sonrojé, mucho, demasiado… Solté un “Bien” apenas audible antes de hacer que me soltara y jalar su mejilla frunciendo el ceño ¡Sabía que odiaba que hiciera eso! ¿Por qué lo hace?
En ese preciso instante sentí un nudo en mi garganta, me encontraba igualmente preocupado por él, pero no podía demostrarlo como él lo hacía, lo bueno era que ese era un indicio de que estaba bien. Me acerqué un poco y luego me abalance sobre él abrazándolo fuertemente.


– Me alegro que estés bien Tayuu~ –
Sentirlo cerca era agradable, especialmente en este lugar. No quería estar solo. No quería que se alejara de mí. No sabía que era este lugar pero el aspecto no auguraba nada bueno. De repente sentí una suave brisa en el cuello. ¡MALDITO PERVERTIDO! Me sonrojé mucho más que antes y lo solté de golpe. Más tarde lo arreglaría con ese idiota. Desvié la mirada, quería evitar el contacto visual. Me levanté dispuesto a salir de este lugar. Fue entonces qué me pidió que me detuviera, fueron solo pasos antes de llegar a la puerta que esperaba nos permitiera salir. Tomó un folleto que estaba sobre una butaca del salón. Se acercó a mí para que lo leyéramos. Al abrirlo pudimos ver que la escritura era infantil y colorida, lo suficiente para catalogar esa situación como una broma. Lo único que pude extraer de aquella lectura era que realmente nos encontrábamos en el lugar indicado.


Me voltee para observar el reloj que había colgado sobre la pizarra el cual indicaba la hora exacta que estaba escrita en el folleto: Las 08:00 AM.
Abrí la puerta luego de eso contemplando lo que había detrás. Estaba abierta, eso era bueno, no estábamos encerrados en aquella aula. Ahora solo debíamos encontrar el lugar de la ceremonia.


Tras la puerta había un largo y lúgubre pasillos con muchas puertas, salones supongo, después de todo estábamos en una escuela. Cogí la mano de Tayuu y salimos de ahí. Las luces de los pasillos no eran nada acogedoras, de hecho no me daba nada de confianza caminar por este lugar. Estábamos solos, no parecía haber más alumnos en este lugar, eso en parte me alegraba, porque odiaba estar con gente a mí alrededor, pero también era angustiante porque se sentía como un secuestro.


Mientras caminábamos no tardamos en encontrarnos con un mapa, no lo suficientemente exacto al espacio que habíamos recorrido pero serviría. Observé de reojo a Tayuu, él era el que tenía un buen sentido de la orientación, yo por el contrario habría necesitado llevarme el mapa.


Caminamos sin detenernos hasta llegar al mencionado lugar. Ambos empujamos la puerta para entrar. Ahí estaban todos. Éramos los últimos en llegar y decidimos quedarnos al margen. Interactuar no era lo mío. Solté la mano de Tayuu. Respiré profundo y comencé a observar lo que había ahí. Era un gimnasio como cualquiera, creo, en el orfanato no había ninguno y solo los he visto en libros y revistas. Tenía el emblema del Instituto grabado en el suelo el cual estaba completamente pulido. Al final había un escenario y sobre este un podio de un fuerte color rojo. Frente a este había dieciséis butacas. Y claro, más cámaras…


Podía oír como todos se preguntaban lo mismo y como interactuaban. Yo solo estaba en silencio esperando que algo sucediera. Y no pasó mucho tiempo para eso. Un fuerte sonido proveniente del escenario hizo que inmediatamente llevase mis manos a mis oídos cubriéndolos mientras que al mismo tiempo cerraba los ojos con fuerza. Cuando se detuvo abrí los ojos y levanté la vista dirigiéndola al escenario. Repentinamente de detrás del podio apareció …¡¿UN OSO DE PELUCHE?!


…


…


…


¿Qué sucedía aquí?  Esto era mil veces más bizarro que todo lo que había vivido alguna vez. La situación era ridícula, completamente descabellada si se la llegabas a contar a alguien. No quería pensar más, sabía que si lo hacía no me detendría y empeoraría, necesitaba una explicación racional.


Aquel oso que estaba sobre el podio estaba dividido en dos colores, blanco y negro, la parte blanca se veía bastante apacible y completamente opuesta a la negra que era macabra y un tanto espeluznante para un oso de peluche. ¿Y si… lo hacía parte de mi colección? Mis ojos brillaron en mi seria expresión. ¿Mi colección? ¡¿DÓNDE ESTABAN MIS COSAS?! Eso me perturbó demasiado, solo esperaba que estuviesen en mi habitación.


En pocos minutos aquel oso se presentó como Monobear en adición a ser el director de la escuela. Esto era una broma ¿Realmente había esperado una oportunidad de una nueva vida en un lugar así? No estaba dispuesto a seguir con esto, era simplemente ridículo.

La voz del juguete era chillona, falsa, modificada, qué se yo, pero además molesta. Muchos se cuestionaban que el oso estuviese realmente vivo y que esto era una broma. Monobear se enfadó un par de veces con esos comentarios, y su actuar, a decir verdad me ponía nervioso, su actuar era simplemente irracional, esto era una locura.


Luego de un momento de exaltación comenzó con el discurso de apertura diciendo que nos dejaría vivir en esta escuela por un periodo de tiempo… el que sería para siempre. Instintivamente desvié la mirada hacia Tayuu ¿Lo decía en serio?


– Oniichan~ –
Susurré cogiendo su mano con fuerza, esta vez no quería soltarlo. Mentiría si dijese que ese oso no me ponía los pelos de punta y que sus comentarios no eran escalofriantes.


Los comentarios repentinos acerca de lo que acababa de decir nuestro nuevo director hicieron que el oso diera una patada al podio tirando lo que estaba sobre este. Continuó hablando de que nos hacía un favor y pensándolo bien, ciertamente para mí y Tayuu no era muy diferente a nuestra vida cotidiana, en lo único que se diferenciaba de esta era que no podíamos salir y respirar aire puro y estaríamos rodeados de extraños en quienes no confiaba... Suspiré pesadamente mientras continuaba escuchando lo que el oso y los demás decían.


Dejé de prestar total atención hasta que escuché que había una forma de salir: Graduarse y ¿Cómo? La respuesta me heló la sangre… MATAR… esa era la única forma de salir. Yo no estaba dispuesto a matar a nadie, prefería quedarme aquí encerrado para siempre junto a Tayuu antes de separarme de él. Solo esperaba que nadie lo considerara ¿Realmente alguno de estos chicos sería capaz de matar a alguien para salir? Comencé a temblar. Si alguien siquiera pensaba en eso en alguna medida cualquiera podía terminar muerto, entre ellos podía estar… Tayuu… No, no… ¡NO! No podía pensar en eso ahora.


Intenté tranquilizarme mientras aquel oso terminaba con el discurso hablando de unos regalos para luego marcharse de la misma forma en la que había hecho aparición.
Un chico se acercó a revisar el regalo del que hablaba Monobear, eran unas ID de estudiantes de Hope’s Peak Academy. Comenzaron a repartirlas. En prácticamente nada obtuve la mía y después la obtuvo Tayuu. No me sentía bien al respecto, aún tenía dudas y el sentimiento de culpa no tardó en aparecer.

Cuando pareció que ya todo había terminado decidí salir de ahí lo más rápido posible, no me importaba perderme solo quería desahogarme, respirar tranquilo de una buena vez sin pensar que alguien pudiese considerar la idea de Graduarse.


Empujé con fuerza la puerta del gimnasio para poder salir. Caminé rápido sin detenerme a mirar por donde pasaba, en segundos estaría perdido pero no importaba. No me di cuenta cuando me encontraba de pie frente a los sanitarios. Entré sin dudar y fui directo a mojarme el rostro y el cabello, necesitaba enfriar mi cabeza de tanta estupidez que había escuchado de Monobear, quería dejar de pensar y simplemente imaginar que todo esto era una tonta pesadilla de la que pronto despertaría y que tendría otro caso para investigar y… Dios, si yo… si yo no tuviese este ¿don? Esto no… si simplemente hubiese nacido normal… todo esto es mi culpa, si no hubiese sido por mí… Tayuu… jamás estaría en este lugar…


– Lo siento Tayuu… de verdad lo siento… –
Me apoyé contra una pared al costado de la puerta para luego resbalar por la misma quedando sentado en el piso de la habitación. Apoyé la cabeza en la pared dirigiendo mi nublada visión al techo. Moví mis piernas apegándolas a mi cuerpo llevando mis rodillas hasta mi pecho mientras que mis manos permanecían a los costados de mi cuerpo tocando el frio suelo. Todo era mi culpa…

OFF: lamento la demora :c