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Es un personaje ficticio creado, diseñado y dibujado por Captain. Cualquier similitud con otra criatura es mera conciencia. No copiar ni utilizar en cualquier otro lado que no sea Mundo de Rol. |
◊ Silent Hill ◊ [Rol]
+6
Jhin
Bianchi
Perra
Koga
L U C H O
Nanix01
10 participantes
Mundo de Rol :: Zona Rol :: Coliseo
Página 3 de 3.
Página 3 de 3. • 1, 2, 3
◊ Silent Hill ◊ [Rol]
Recuerdo del primer mensaje :
∞∞●∞∞●∞∞●∞∞
Sinopsis del pueblo:
Historia:
∞∞●∞∞●∞∞●∞∞
Cupos: 12 / 12
- Perra ~ ♂ ~ Andrew Fitzgerald.
- Zorra ~ ♂ ~ Demian Joyce
- Koga ~ ♀ ~ Alexis Silverman
-Devlin ~ ♂ ~ Isaac Gadner (Muerto)
-Kwang ~ ♂ ~ Taehyun Lee (Pospuesto)
- Mr. Galaxy ~ ♀ ~ Nicole Amelia Cooper
- Bob ~ ♂ ~ Cecil Denholm
- Tham ~ ♂ ~ Michael Sands
-LuffyBarbosa ~ ♂ ~ Marcus Ryan (Muerto)
- Bianchi ~ ♂ ~ Rafael Mclein
- Nanix01 ~ ♂ ~ Evan Widner
- Mink's Cockatoo ~ ♀ ~ C. Scarlette Bonetti
- Angie ~ ♂ ~ Shawn Wayne
∞∞●∞∞●∞∞●∞∞
Reglas:
Ya se las saben pero núnca está de más (?)
◊ [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
◊ El que se ausenta sin avisar.... hay tabla y su pj se muere >8(
◊ Cualquier duda por MPo skype shiquitos :$
∞∞●∞∞●∞∞●∞∞
CAPÍTULO 1
“WELCOME”
Decididos a encontrar la verdad, a dar un punto final a aquel llamado, emprendieron el viaje. No todos vivían en el mismo lugar, por ende, las distancias a Silent Hill eran completamente diferentes. Salieron con días u horas de diferencia, pero a pesar de ello, arribaron al lugar al mismo tiempo a través de sus diversos medios de transporte a South Vale por medio de la extensa Avenida Nathan. Silent Hill no contaba con aeropuerto (Para los que vivían muy lejos, si tomaban un avión, debían de bajarse en una ciudad cercana), por lo que la única manera de llegar era a través de un vehículo por la ya nombrada avenida la cual daba un hermosa vista al extenso lago Toluca.
Aún no tenían bien en claro que era lo que sucedía y porqué este pueblo. El ambiente se mostraba como cualquier otro, hacía algo de calor por ser Julio y el sol poco a poco se estaba escodiendo anunciando un atardecer de ensueño , las calles se mostraban con gente y niños caminando regresando a sus hogares, además de que algún que otro automovil se atrevía a aparecer de vez en cuando. Nada fuera de lo común, y era de esperarse, esta parte de Silent Hill no era precisamente la turística, pero tenía sus cositas... ¿deberían de irse para regresar a sus hogares?, no, algo en el fondo de su ser se los impedía.
No se conocían, pero sus destinos estaban entre lazados, hasta el universo se había mostrado caprichoso y juguetón al hacer que se hospedaran casi todos en los mismos departamentos. Blue Creek Apartments y Wood Side Apartments fueron su nuevo objetivo (Ya sabían dónde quedaban estas edificaciones, habían sido precavidos de buscar un lugar dónde quedarse antes de emprender el viaje); ambos edificios estaban construidos uno al lado del otro sobre la calle Katz, y a pesar de que eran residencias diferentes, se podía acceder fácilmente al edificio de al lado por medio de una escalera de incendios ubicada en el segundo piso (si es que uno no tenía ganas de salir a la calle y entrar como correspondía por la entrada principal del otro).
Ambos lugares eran lindos y acojedores, los pasillos y decoraciones de Wood Side eran de tonalidad rojiza, sus habitaciones eran amplias y tenía un patio con una piscina en medio, por otra parte, los pasillos y decoraciones de Blue Creek (como su nombre lo indica) eran de tonalidad azulada, sus habitaciones también eran amplias pero este no poseía un patio y mucho menos una piscina. Los dueños de ambos lugares eran amables y de trato cordial, no solían recibir muchos huespedes, usualmente los que ya se encontraban allí, eran personas que vivían de manera definitiva en el edificio. No sabían cuanto tiempo iban a quedarse, pero la tarifa era bastante accesible por lo que en ese momento, el dinero no era la mayor de sus preocupaciones.
Huéspedes:
Blue Creek Apartments
1er piso:
Hab. 102: Andrew Fitzgerald & Demian Joyce
2do piso:
Hab. 203: Alexis Silverman
Hab. 209: C. Scarlette Bonetti
3er piso:
Hab. 307: Michael Sands
---♦---
Wood Side Apartments
1er piso:
Hab. 104: Marcus Ryan
2do piso:
Hab. 202: Rafael Mclein & Evan Widner
Hab. 210: Cecil Denholm
Hab. 211: Nicole Amelia Cooper
3er piso:
Hab. 301: Isaac Gadner
Notas: Nada de salir de los apartamentos, se está haciendo de noche y están muy cansados (?)
En la segunda actu se arma la podrida huehue
∞∞●∞∞●∞∞●∞∞
Journal
- Capítulo 1: "Welcome"
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∞∞●∞∞●∞∞●∞∞
Sinopsis del pueblo:
- Spoiler:
- Silent Hill se encuentra en Maine, Nueva Inglaterra; Maine es el estado más al noreste de los Estados Unidos de América. Sus principales industrias son el turismo y, en menor medida, la agricultura. Se trata de una pequeña ciudad con una población inferior a 30.000 habitantes.
Algunos de los residentes de la ciudad son conservadores, se oponen a la modernización y a la transformación de la ciudad en un atractivo turístico. Y, a pesar de que Silent Hill parece a primera vista ser un pueblo rural inocuo, existe unos oscuros hilos que se mueven cuando nadie los ve.
Construído alrededor de las costas del lago Toluca, Silent Hill parece ser un pueblo de tamaño medio. Rodeado de colinas y ríos, se ha convertido en un destino para los pescadores y los navegantes. Silent Hill está dividido en dos, horizontalmente, con el lago por el medio. Debido a esto, uno puede encontrar el distrito de Paleville en la zona norte y South Vale en la orilla del lago opuesta.
Historia:
- Spoiler:
- -Julio de 2015-
Desde hacía ya algunos días (cuatro para ser exactos) algo había comenzado a llamarlos a través de sus sueños. En un principio las señales eran leves, casi imperceptibles, pero con el pasar del tiempo ya era molesto, sumamente irritante.
"Silent Hill", el nombre de aquel lugar se mostraba como fuese en su mente mientras dormian; ya se podría decir que era una especie de contaminación "visual" que no los dejaba descanzar en paz. ¿Por qué los llamaba? ¿A caso era tan solo un juego de su mente? ¿Por qué ahora?.
Poco y nada sabían del lugar, solo lo esencial. Probablemente alguno había viajado allí alguna vez, pero no había sido tan atractivo como para recordar todo con lujo de detalles. ¿Qué iban a hacer?, en algunas ocasiones, la curiosidad del hombre es grande, inmensa en realidad, uno puede ignorarlo... pero esta vez.... no fue así.
¿Serán capaces de descubrir la verdad? ¿Serán capaces.... de afrontar la verdad?. Silent Hill es un pueblo lleno de misterios y no todos tienen la “dicha” de tener la oportunidad para desesnmarañarlos.... y si se da el caso... vivir para contarlo.
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Cupos: 12 / 12
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- Zorra ~ ♂ ~ Demian Joyce
- Koga ~ ♀ ~ Alexis Silverman
-
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- Mr. Galaxy ~ ♀ ~ Nicole Amelia Cooper
- Bob ~ ♂ ~ Cecil Denholm
- Tham ~ ♂ ~ Michael Sands
-
- Bianchi ~ ♂ ~ Rafael Mclein
- Nanix01 ~ ♂ ~ Evan Widner
- Mink's Cockatoo ~ ♀ ~ C. Scarlette Bonetti
- Angie ~ ♂ ~ Shawn Wayne
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◊ Cualquier duda por MP
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CAPÍTULO 1
“WELCOME”
Decididos a encontrar la verdad, a dar un punto final a aquel llamado, emprendieron el viaje. No todos vivían en el mismo lugar, por ende, las distancias a Silent Hill eran completamente diferentes. Salieron con días u horas de diferencia, pero a pesar de ello, arribaron al lugar al mismo tiempo a través de sus diversos medios de transporte a South Vale por medio de la extensa Avenida Nathan. Silent Hill no contaba con aeropuerto (Para los que vivían muy lejos, si tomaban un avión, debían de bajarse en una ciudad cercana), por lo que la única manera de llegar era a través de un vehículo por la ya nombrada avenida la cual daba un hermosa vista al extenso lago Toluca.
Aún no tenían bien en claro que era lo que sucedía y porqué este pueblo. El ambiente se mostraba como cualquier otro, hacía algo de calor por ser Julio y el sol poco a poco se estaba escodiendo anunciando un atardecer de ensueño , las calles se mostraban con gente y niños caminando regresando a sus hogares, además de que algún que otro automovil se atrevía a aparecer de vez en cuando. Nada fuera de lo común, y era de esperarse, esta parte de Silent Hill no era precisamente la turística, pero tenía sus cositas... ¿deberían de irse para regresar a sus hogares?, no, algo en el fondo de su ser se los impedía.
No se conocían, pero sus destinos estaban entre lazados, hasta el universo se había mostrado caprichoso y juguetón al hacer que se hospedaran casi todos en los mismos departamentos. Blue Creek Apartments y Wood Side Apartments fueron su nuevo objetivo (Ya sabían dónde quedaban estas edificaciones, habían sido precavidos de buscar un lugar dónde quedarse antes de emprender el viaje); ambos edificios estaban construidos uno al lado del otro sobre la calle Katz, y a pesar de que eran residencias diferentes, se podía acceder fácilmente al edificio de al lado por medio de una escalera de incendios ubicada en el segundo piso (si es que uno no tenía ganas de salir a la calle y entrar como correspondía por la entrada principal del otro).
Ambos lugares eran lindos y acojedores, los pasillos y decoraciones de Wood Side eran de tonalidad rojiza, sus habitaciones eran amplias y tenía un patio con una piscina en medio, por otra parte, los pasillos y decoraciones de Blue Creek (como su nombre lo indica) eran de tonalidad azulada, sus habitaciones también eran amplias pero este no poseía un patio y mucho menos una piscina. Los dueños de ambos lugares eran amables y de trato cordial, no solían recibir muchos huespedes, usualmente los que ya se encontraban allí, eran personas que vivían de manera definitiva en el edificio. No sabían cuanto tiempo iban a quedarse, pero la tarifa era bastante accesible por lo que en ese momento, el dinero no era la mayor de sus preocupaciones.
Huéspedes:
Blue Creek Apartments
1er piso:
Hab. 102: Andrew Fitzgerald & Demian Joyce
2do piso:
Hab. 203: Alexis Silverman
Hab. 209: C. Scarlette Bonetti
3er piso:
Hab. 307: Michael Sands
---♦---
Wood Side Apartments
1er piso:
Hab. 104: Marcus Ryan
2do piso:
Hab. 202: Rafael Mclein & Evan Widner
Hab. 210: Cecil Denholm
Hab. 211: Nicole Amelia Cooper
3er piso:
Hab. 301: Isaac Gadner
Notas: Nada de salir de los apartamentos, se está haciendo de noche y están muy cansados (?)
En la segunda actu se arma la podrida huehue
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Journal
- Capítulo 1: "Welcome"
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Última edición por Nanix01 el Mar Mar 10, 2015 8:04 pm, editado 5 veces
Nanix01- Roler
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Reputación : 79
Fecha de inscripción : 12/01/2012
Edad : 29
Localización : Detrás de ti ;D
Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
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{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]} {Con Demian}
Blue Creek Apartments.
✄ – – – – – –
{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]} {Con Demian}
Blue Creek Apartments.
✄ – – – – – –
Ambos se vistieron sin dilaciones y en silencio. Los pensamientos se amontonaban en la mente de Andrew sin que este pudiera procesarlos, así que decidió ignorarlos y concentrarse en lo que estaba haciendo. De nada serviría tratar de razonar lo que estaba pasando.
–Andrew, salgamos al edificio, no éramos los únicos huéspedes después de todo, ¿verdad? Quizás alguien fuera tiene idea de qué es todo esto –sugirió Demian.
Andrew asintió distraídamente y después esbozó una sonrisa que pretendía ser tranquilizadora, sabiendo que era el plan más inteligente. De todos modos, no podían hacer otra cosa: la habitación ya no era segura, y Andrew tenía la sensación de que ellos eran los intrusos ahí. Tal vez alguien de fuera pudiera darles algunas respuestas, tal vez alguien pudiera asegurarles que no pasaba nada. Y tuvieran o no una explicación a lo que estaba ocurriendo, cuantos más fueran, mejor. Al menos sabrían que no eran los únicos sumergidos en esa locura.
Antes de dirigirse a la puerta, cogió el estuche de la trompeta y se lo cargó a un hombro agarrándolo con una sudadera por el asa y haciendo un nudo. Se aseguró de que estuviera bien atado dándole un par de tirones. Se negaba a dejarla ahí, era como abandonar una parte de él atrás. Era incapaz. Llevándola se llevaba a sí mismo: lo que había dejado en Boston, lo que tenía ahí consigo.
Abrió la puerta, que emitió un desagradable crujido, y tomó aliento antes de salir al pasillo. Este estaba en un estado similar al cuarto, y Andrew prefirió no prestarle demasiada atención. Miró hacia atrás para encontrarse con Demian, que tenía la pistola y un libro en la mano. Un escalofrío le recorrió la espalda al fijarse en el arma. Había como un cristal entre ambos objetos: el libro era para Demian como la trompeta para Andrew, una parte de él, algo que lo sujetaba a quien era. El arma era lo que podía ser, y resultaba terrorífico. Casi prefería cargarla él, pero después de un abrir la boca, volvió a cerrarla con reticencia. No quería ofender a Demian.
–¿Dónde está la recepción? –preguntó Andrew. –Esto... hm. Parece que esto a cambiado también. Es mejor que no salgamos del edificio, por si acaso.
Andrew miró a ambos lados del pasillo, pero el hotel había cambiado drásticamente de aspecto. Ignorarlo era una estupidez. Era como si los hubieran transportado a otro lugar completamente diferente. Avanzó hacia la izquierda –a la derecha se acababa el pasillo– y se halló con la salida. Al final del pasillo podían ver el comienzo de las escaleras. El primer piso estaba desierto.
–¿Deberíamos subir? –preguntó con inseguridad en su voz. –Sinceramente, no se me ocurre algo mejor que hacer. Preferiría evitar salir –repitió.
Se sentía desorientado e inútil. Se rascó el cuello y clavó sus uñas en la carne para tener a algo a lo que aferrarse, aunque fuera a esa sensación. Sonrió a Demian.
–¿Aunque tal vez podríamos buscar nuestro coche e irnos de aquí?
–Andrew, salgamos al edificio, no éramos los únicos huéspedes después de todo, ¿verdad? Quizás alguien fuera tiene idea de qué es todo esto –sugirió Demian.
Andrew asintió distraídamente y después esbozó una sonrisa que pretendía ser tranquilizadora, sabiendo que era el plan más inteligente. De todos modos, no podían hacer otra cosa: la habitación ya no era segura, y Andrew tenía la sensación de que ellos eran los intrusos ahí. Tal vez alguien de fuera pudiera darles algunas respuestas, tal vez alguien pudiera asegurarles que no pasaba nada. Y tuvieran o no una explicación a lo que estaba ocurriendo, cuantos más fueran, mejor. Al menos sabrían que no eran los únicos sumergidos en esa locura.
Antes de dirigirse a la puerta, cogió el estuche de la trompeta y se lo cargó a un hombro agarrándolo con una sudadera por el asa y haciendo un nudo. Se aseguró de que estuviera bien atado dándole un par de tirones. Se negaba a dejarla ahí, era como abandonar una parte de él atrás. Era incapaz. Llevándola se llevaba a sí mismo: lo que había dejado en Boston, lo que tenía ahí consigo.
Abrió la puerta, que emitió un desagradable crujido, y tomó aliento antes de salir al pasillo. Este estaba en un estado similar al cuarto, y Andrew prefirió no prestarle demasiada atención. Miró hacia atrás para encontrarse con Demian, que tenía la pistola y un libro en la mano. Un escalofrío le recorrió la espalda al fijarse en el arma. Había como un cristal entre ambos objetos: el libro era para Demian como la trompeta para Andrew, una parte de él, algo que lo sujetaba a quien era. El arma era lo que podía ser, y resultaba terrorífico. Casi prefería cargarla él, pero después de un abrir la boca, volvió a cerrarla con reticencia. No quería ofender a Demian.
–¿Dónde está la recepción? –preguntó Andrew. –Esto... hm. Parece que esto a cambiado también. Es mejor que no salgamos del edificio, por si acaso.
Andrew miró a ambos lados del pasillo, pero el hotel había cambiado drásticamente de aspecto. Ignorarlo era una estupidez. Era como si los hubieran transportado a otro lugar completamente diferente. Avanzó hacia la izquierda –a la derecha se acababa el pasillo– y se halló con la salida. Al final del pasillo podían ver el comienzo de las escaleras. El primer piso estaba desierto.
–¿Deberíamos subir? –preguntó con inseguridad en su voz. –Sinceramente, no se me ocurre algo mejor que hacer. Preferiría evitar salir –repitió.
Se sentía desorientado e inútil. Se rascó el cuello y clavó sus uñas en la carne para tener a algo a lo que aferrarse, aunque fuera a esa sensación. Sonrió a Demian.
–¿Aunque tal vez podríamos buscar nuestro coche e irnos de aquí?
Perra- Roler
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
#f6ad89
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{ Con: Fitzgerald, Andrew }
✽ BLUE CREEK APARTMENTS, 1ER PISO > HABITACIÓN 109
OBJETOS:
-Pistola 9mm negra con 0 balas.
-Libro
- - - - - - - - - - - - - - -
El sonido oxidado de las bisagras se arrastró como un peso muerto en el pasillo pero, difícilmente le importó: Era la sombra de un eco que quedaba atrás bajo sus pasos, e incluso cuando distaba de sentirse conforme frente a la situación, el castaño respiró con una naturalidad más honesta al por fin estar fuera, quitándose de los hombros la resignación que cargaba desde el primer intento inútil con el pomo, agradeciendo tanto como podía aquella pseudo libertad.
Demian posó su mirada con lentitud en las paredes, el techo, el piso bajo sus zapatos. Su rostro inmutable, pero la desilusión contenida en sus pensamientos que lo mantenían avanzando en automático, sin escuchar realmente las palabras del otro, siguiéndole a penas en el plano físico mientras su mente divagaba en el surrealismo de la escena en general. Intentaba con fervor darle algún sentido tras poder sentirse a si mismo real de una vez. Salir del cuarto había sido una especie de despertar lento, y aunque la conmoción seguía hostigándolo se sentía más conectado consigo mismo pese a la imagen de estar ausente que pudiese presentar frente a los ojos de otros.—Sinceramente, no se me ocurre algo mejor que hacer. Preferiría evitar salir —
Como era usual, la voz suave del músico lo llamó, aferrándolo a la realidad con su tono. El universitario entonces necesitó seguir con la mirada los movimientos de Andrew para comprender el hilo de sus palabras, posándola primero en la expresión desorientada del otro para seguir luego con los peldaños de la escalera. Estaban en definitiva solos en aquel lúgubre pasillo, de modo que su propuesta tenía sentido, y pese al deseo del castaño de salir en lugar de seguir de cierta forma encerrándose en el edificio, terminó por aceptar las palabras del otro.
—Subir está bien—Respondió intentando responder a la sonrisa de Andrew, deseando saber cómo era el mayor capaz de emitir un gesto tan reconfortante en aquellas circunstancias, después de todo se veía tan desorientado como un niño, y era simplemente esperable que estuviese afectado, nervioso, desilusionado incluso tras haber planificado el viaje con antelación y haber sido sin duda el más entusiasmado al respecto, pero Andrew siempre tenía esa capacidad para sorprenderle con acciones tan naturales de su carácter... Le parecía fascinante. Pero no quería darle vueltas al tema, darle un sentido, y tan rápido como la sonrisa se formuló entre sus labios ésta desapareció, aferrando sus manos en el libro y tomando la delantera por el pasillo.
El muchacho suspiró despacio, en un silencio para él incómodo, porque quizás quería decir algo, agradecerle por la sonrisa o el respaldo que sentía a su lado... pero ser honesto a veces era demasiado riesgoso —Me... pregunto para que llamaba Sam— Dijo, acobardándose y reestructurando la oración a la mitad de la misma, deteniendo la marcha para mirarle nuevamente y con ello notar la presencia de un papel en la pared, cerca de las escaleras.
—¿Un... mapa?—Siguió, acercándose hasta estar al frente del folleto solo para mirarlo con rechazo, frunciendo ligeramente el entrecejo ante las marcas en aquel rojo oscuro que no se detendría a analizar —¿Deberíamos revisar las habitaciones? Los huéspedes podrían estar en ellas— Comentó posando su atención en la equis marcada. Irían a esa.
Demian caminó por el pasillo con cierto cuidado en las zonas en las que el piso presentaba manchas dudosas, cuidando en un gesto algo incoherente el no ensuciar sus zapatos como si tuviese sentido aquello en las circunstancias, pero prontamente estuvo frente a la puerta deteriorada y el piso dejó de ser una preocupación, golpeando la madera con sus nudillos con cuidado —¿Hay alguien?— E igualmente probó con el pomo, abriendo la puerta bajo el giro.
OFF:
Judas beibi este es el mapa, revisé las actus anteriores y me pareció correcto ver las habitaciones antes de ir a la fiesta de arribaquizás hay balas escondidas (?
Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
~Mini-actu~
Oh well, para la proxima actualización (si nadie más ha decidido investigar habitaciones de los departamentos) voy a dar paso al sensual capítulo 2.
Capitulo en el cual sus vidas ya comenzaran a correr peligro 8)
Have fun! ♥
Shawn
Oh well, para la proxima actualización (si nadie más ha decidido investigar habitaciones de los departamentos) voy a dar paso al sensual capítulo 2.
Capitulo en el cual sus vidas ya comenzaran a correr peligro 8)
Have fun! ♥
Shawn
- Spoiler:
/Calle Katz con esquina en calle Munson/ - /¿¿??/
~Con Shawn - Sola nuevamente~
¿Perderse? ¿De qué hablaba ese hombre?, era imposible perderse en Silent Hill, ni que fuera un pueblo tan grande ¿cierto?. La muchacha de oscuras hebras inclinó ligremente su cabeza hacia un lado sin comprender al 100% las palabras que salían de la boca del castaño. -Realmente me importa una mierda lo que haga ese puto borracho.-, -¿Borracho?- repitió seguidamente la mujer curiosa, ¿De qué borracho hablaba?.... oh... aún no se daba cuenta. Una muy sutil y cansada sonrisa se dibujó en los labios de la dama la cual trató de disimular desviando su rostro en la dirección en la que aquel ser se había ido dando torpes pasos.
Trató de regresar su rostro a la seria expresión que siempre usaba para luego atender a las preguntas del muchacho clavando sus castaños ojos en los de él, tan fijamente que parecía como si pudiese ver a través de él... o ver sus pensamientos y turbulento pasado. ¿Qué clase de cosas escondía aquella mujer?. -Silent Hill es... y no es así- comenzó a contar de manera un tanto enigmática -Digamos que... este pueblo es especial. Un lugar lleno de misterios- colocó ambas manos tras su espalda y se paró de manera bien recta para luego desclavar sus ojos del rostro del chico y desviarlos en dirección al cielo. Aquel gran lienzo grisáseo oculto por neblina e inalcanzables nubes. -Es hermoso ¿No crees?, el purgatorio idoneo para los pecadores-. Bajó lentamente su rostro, y al hacerlo lágrimas aparecieron en sus ojos que atentaban con resbalar en cualquier momento por sus mejillas, ¿Estaba triste? ¿Alegre? ¿¡Qué diablos pasaba con Judith!?. -Te daré un útil consejo que leí una vez en un libro: En este mundo es importante viajar ligero de equipaje. Aquel que lleve una carga demasiado pesada, lo lamentará...- tras decir eso regresó sus brazos a los costados de su cuerpo, dió media vuelta y con paso ligero comenzó a alejarse del muchacho -Tengo el presentimiento de que pronto nos volveremos a ver- dijo con voz baja, casi en un susurro mientras se perdía nuevamente entre la espesa neblina.--------------------------------
¿Qué chucha acababa de pasar?, ¿Tuvo sentido algo de lo que dijo? ¿Era importante siquiera? ¿Qué harás ahora?. Estas completamente harto de la situación, borrachos que te acosan, mujeres locas y al parecer religiosas, una puta neblina que no te deja ver más allá de 4 metros. ¿Qué clase de karma o jugarreta del destino era esta?. Soltaste un largo suspiro ¿Qué otra cosa podías hacer?...
*tap tap tap*
Ese sonido... ese sonido de irregulares y fuertes pasos. Lo recordabas bien, lo habías escuchado hacía escasos minutos atrás. Seguro que era el borracho que regresaba para seguir jodiendote la vida, si eso debía ser... incluso volviste a ver aquella silueta entre la niebla pero acercarse más y más a ti... e incluso, tomar una forma más clara...
¡E-eso no es un borracho! ¿¡QUÉ ES ESO DIOS MIO!?.
-------------------
¡Primera aparición!
-Armless man-
A primera vista y solo de manera física, puedes ver que es un ser de aspecto humano aunque bastante desfigurado, sin rostro alguno y con un muy endeble caminar. Pareciera que carece de brazos, pero en realidad, si afilas un poco la mirada, notarás que están metidos como por debajo de su piel. Sumamente grotesco, como si fuese una especie de una camisa de fuerza encarnada a la piel que lo asemeja a un paciente de manicomio. Cabe destacar que posee una extraña abertura en el pecho que se asemeja a una íntima parte del cuerpo femenino.
¿Qué hacer?:
- Estás en aprietos... o puede que no si sabes moverte inteligentemente. Tiene a eso delante tuyo, acercandose dando aquellos horribles pasos y destilando sangre como si estuviese herido. ¿Qué harás? ¿Correr o enfrentarlo? ¿Regresar a los departamentos o irte en la misma dirección que la extraña mujer a pedir más información/que te saque de allí?.
- Este mapa es el del pueblo por si quieres darle una mirada y saber en que calles estas y frente a qué edificios.
-----------------
Andrew & Demian
- Spoiler:
La idea de Demian sobre ir a investigar un poco y ver si encontraban huespedes era buena, pero ¿Iban a encontrar a alguien? ¿Qué cosas iban a ver o... experimentar?. Ciertamente lo visto anteriormente había dejado en sus bocas un sabor desagradable y amargo, algo que no iban a querer volver a ver jamás. Pero lo que ambos no tenían en cuenta era que se encontraban en Silent Hill, un lugar lleno de misterior y cosas inexplicables para el mundo.
La vieja habitación 109 de Blue Creek fue el destino de ambos, tal como decía el mapa del pasillo, algo había allí dentro. Es decir, ¡Tenia una gran X dibujada!, ¿Había un tesoro allí dentro? ¿Algo mejor? ¿La vida real tal vez?... ojalá. Demian tuvo que hacer un poco de esfuerzo para abrir la puerta ya que la añeja y despintada madera de la puerta se resistía un poco a ser abierta, pero luego de girar el pomo y darle algunos empujones con el costado del cuerpo, esta les dió paso para investigar el interior de la habitación.
No difería mucho de la habitación de la que ellos venían. Los muebles viejos, suciedad, poca luz, una enorme y polvorienta cama de dos plazas al medio, ropa sucia tirada por allí... nada nuevo al parecer, y como era de esperarce nadie estaba dentro. ¡Oh!, espera.. ¿Qué es eso que está allí en la esquina cerca de una mini cocina?
Bueno... al parecer la persona que antes vivía ahí no perdía el tiempo (?). ¡Pero eh!, al parecer aquellas revistas con poca moral no eran lo único llamativo de la habitación. Dando 1/4 de vuelta, mirando a la sucia mesada de la cocina, sobre esta se encontraban al menos 4 latas de gaseosas sabor cola... ¡En buen estado! ¡interesante!. ¿Qué más de últil podía haber por ahí?. Andrew, siendo un tanto curioso, abrió algunas alacenas y además de encontrar arañas y demás insectos muertos, pudo vislumbrar una muy útil caja de balas para 9mm. Dentro de esta solo habían 3 de aquellos pequeños y brillantes objetos metálicos, no era mucho, pero peor era nada ¿verdad?. Por ahí, si lo desean pueden encontrar una mochila vieja y un tanto rota para llevar los objetos.--------------------
¿Qué hacer?:
-¡Buena elección!, tienen objetos de alta utilidad. Pueden por optar llevar todos los que quieran. La mochila no aumenta la capacidad de llevar objetos. Es solo para hacer la situación más real (?).
- Pueden investigar la otra habitación del pasillo, subir de piso o salir del edificio.
-------------
-No hay actu para el resto de los mortales porque, no hacen grandes cosas aún (?).
~Recordatorio~
-No hay actu para el resto de los mortales porque, no hacen grandes cosas aún (?).
~Recordatorio~
- Objetos:
♦ Recuerden que poseen capacidad limitada para llevar cosas.
♦ No más de 5 objetos a la vez si son pequeños/medianos. (o Slots, como quieran decirle). Cuando sean de un tamaño mayor, yo ♦ se los haré saber y tendran que hacer elecciones al respecto.
A partir de ahora deberán pensar bien que llevar y que tirar.
Demian:
-Pistola 9mm negra con 0 balas.
-Libro que solo sirve para su autismo (?)
Andrew:
-Nada.
Nicole:
-Bolso de señora con: Libro de poemas, papeles importantes, dinero y etc.
-El más alto y puntiagudo de sus tacones.
-Linterna pequeña.
Alexis:
-Cuchillo de cocina.
Scarlette:
-Nada.
Shawn:
-Nada.
Michael:
-Nada.
Evan:
-Nada.
Rafael:
-Lampara de mesa/Velador.
-Mapa de la ciudad.
Cecil:
-Encendedor
Nanix01- Roler
- Mensajes : 713
Reputación : 79
Fecha de inscripción : 12/01/2012
Edad : 29
Localización : Detrás de ti ;D
Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
cca777
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En: Blue creek // Habitación 208 de Wood Side.
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Cuchillo de cocina
Con: Maricones // SolaEn: Blue creek // Habitación 208 de Wood Side.
La rubia bajó el cuchillo al notar que se estaba enfrentando a la bola de maricones más grande del planeta, habría encontrado más hombría en Rupaul's drag race si se ponía a comparar peculiaridades. No había razón alguna para ponerse agresiva con ese tipo de personas y OBVIAMENTE no estaban involucrados en la jugarreta que le estaban aplicando.
La rebelde se tomó el tiempo de inspeccionar a detalle a cada uno de los intrusos que de alguna mágica manera habían irrumpido en su habitación, se veían confundidos y no parecían el tipo de persona merecía un castigo divino. -¿una salida de emergencia que conduce a un hotel de mala fama? no me extraña que fuese tan fácil infiltrarse en el "lujoso" Blue Creek, ugh.─
-Maricones. Es la misma mierda, si quieres pagar más por el mismo servicio no son elegantes, son imbéciles- contestó a la bola de ignorantes que seguían hablando sobre la diferencia entre edificios ¿Queriéndose hacer los importantes? Habría que seguir intentando.
Estúpidos.
Alexis tomó las llaves de su motocicleta para meterlas en su bolsillo, las habría dejado sobre la mesa para café al lado de la cama. Había algo que tenía claro, no iba a irse de ahí hasta encontrar a la mente maestra detrás de la ridiculez que estaba viviendo para sacarle la mierda con sus propias manos desnudas, no iba a estar feliz hasta romper la nariz de la persona que consideró sería gracioso jugar con su sensatez.
-Aparta zorra- ordenó y movió del camino con agresividad a la mujer que sostenía la puerta chocando su hombro con el de ella para pasar por donde habían llegado los maricos esos, la salida de emergencia que según los testimonios de los retrasaditos, llevaría al segundo piso de Wood Side.
La chica se hizo paso hasta el otro edificio y observó el largo pasillo que tenía delante, realmente era LA MISMA MIERDA DE OTRO PUTO COLOR. Pateó la puerta de la habitación 202 y ésta se abrió dando un portazo, no había nadie dentro. Siguió a lo largo del pasillo y observó como las habitaciones 210 y 211 tenían las puertas abiertas, seguramente pertenecían a alguno de los inútiles que habían invadido su cuarto de hotel, no valía la pena hurgar en sus pertenencias, corría el riesgo de mancharse la ropa con semen o alguna de las porquerías que seguramente habían dejado los maricos ahí.
Alex regresó por el largo pasillo y dobló en el corredor que enumeraba las habitaciones desde la 206 a la 209 y pateó con fuerza las primeras dos puertas esperando que se abrieran y obligaran a quien sea que estuviese dentro a salir, no se molestó en entrar a investigar. Repitió el proceso hasta llegar a la puerta 208 que no abrió al primer impacto, cosa que la obligó a seguir insistiendo hasta que la puerta cedió y la rubia puso un pie dentro, esa habitación en específico había puesto más resistencia que las demás y era algo que llamaba su atención.
-Sorpresa- saludó mientras se adentraba lentamente en la habitación buscando con la mirada cualquier tipo de pista que la llevara a su objetivo, atenta de no tropezar con nada y de que no la sorprendieran otra vez, armada con el cuchillo que el destino le había regalado en mano.
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Off: me llamó la atención esa habitación cuz está rayada en el mapa *se tapa los ojos como el mono del wa* luego haré que baje las escaleras pero no sé cuales son las que bajan NANAAAAA AYUDA
Última edición por Koga el Lun Abr 20, 2015 9:55 pm, editado 1 vez
Koga- Roler
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
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Wood Side, frente a la habitación 208.
— Con Alexis.}
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O B J E T O S
-Bolso de señora con: Libro de poemas, papeles importantes, dinero y suplementos alimenticios.
-El más alto y puntiagudo de sus tacones.
-Linterna pequeña.
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Wood Side, frente a la habitación 208.
— Con Alexis.}
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O B J E T O S
-Bolso de señora con: Libro de poemas, papeles importantes, dinero y suplementos alimenticios.
-El más alto y puntiagudo de sus tacones.
-Linterna pequeña.
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Nicole no podía creer que pudiese existir gente tan sensible y estúpida, fuese cual fuese la situación al menos se había formado un grupo grande de personas que se empezó a romper apenas una vagabunda decidió tomar el camino a través de la salida de emergencia hasta los lujosos apartamentos, seguramente con claras intenciones de robar todo lo posible.
Que asco de gente.
Luego de ser empujada y tratada como si solo fuese un simple empleado que mantiene la puerta abierta, miro con cierto desprecio a la muchacha mientras esta se alejaba —Muy bien, basta de perder el tiempo.— hablo mirando al grupo dentro de la habitación —No creo que ahora nadie pueda encontrar un taxi particular ¿alguno cuenta con vehículo? no importa el destino, puedo pagarle a quien sea para que me saque de este lugar. No estoy segura de si alguien mas lo escucho pero en los primeros pisos del otro edificio juro haber escuchado gritos y...— la morena alzo la mirada, recordando algo sumamente importante de golpe —demonios... me he dejado...— efectivamente, dejar atrás sus suplementos alimenticios VITALES para no tener que meterse cualquier porquería al comer y no terminar terriblemente mal del estomago —Ok, tengo que volver por algo importante en mis maletas... buscare a la chica y tratare de advertirle, ninguno se vaya todavía.— miro de reojo a Cecil, el que por los momentos parecía ser el mas sensato de la sala, esperando que él pudiese encargarse de evitar que se largaran dejándolas a ella y la otra muchacha atrás.
Por ello, soltó la puerta (dejando que se cerrara a menos que alguien mas hubiese ido detrás de ella) para así regresar por el pasillo donde rápidamente ubico sus maletas, había sido realmente tonto olvidar algo tan vital como eso y ¿realmente no debería cargar con esas capsulas y pastillas en su bolso? bueno, seguramente lo habría hecho si no fuese porque nada de lo que sucedió ahí estaba planeado.
Una vez superada esa pequeña crisis, apuntando con su linterna los pasillos camino hacia el lugar de donde provenían algunos golpes, suponiendo que la causante de todo eso era aquella mujer poco consiente de que seguramente debía de estar llamando la atención de quien pudiese encontrarse abajo —Oye, chica.— trato de llamarla, aunque parecía no escucharla... parecía que luego de tanta fuerza logro abrir una de las habitaciones, Nicole intento ser clara y pensar positivamente ¿puede que ella estuviese rescatando a alguien encerrado? adentrándose aun mas por los pasillos llego hasta la habitación 208, donde la delgada figura se había metido sin contar con nada para iluminarse —Muchacha, tenemos que salir de este edificio con urgencia.— fue lo ultimo que dijo al apuntar con su linterna el interior de la habitación.
Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
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// Hotel Blue Creak // Corredores del Hotel // Frente la habitación 302
Irritado, muy irritado, fui a abrir la puerta y entré a esa habitación. Cada paso con cuidado y cada paso la madera crujía fuerte y molesto. Cerraba los ojos y intentaba repirar fondo para no estallar en una furia desesperada. Tenía la sensación que caería abajo el suelo si hacía eso.
La habitación tenía la misma y desgraciada apariencia de todo el resto del edificio actual, el lugar era algo obscuro pero no deje de notar algo particular.
-Eso no estaba ahí antes ¿o sí?-
Se trataba de una cama que encima de ella se encontraba dos jaulas. Una rectangular y grande, y otra cúbica y pequeña. Me acerqué mas y pude notar en la jaula grande un hermoso bate baisbol. En la pequeña, un libro que no se podía leer el título.
Y cerca de ahí, algo que parecía un regalo. Una llave, pero tan vieja, tan vieja, que parecia que al tocarla se rompería.
Cashqué la lengua y con cuidado la tomé, bufé altamente. ¿Qué deberia de hacer? Debía pensar en mis prioridades, no era idiota.
¿Y si el libro contiene informaciones de este maldito lugar? Cualquier información me ayudaria enormemente aquí. Desearía al bate de beisbol y poder romper ambas jaulas, pero no parecía posible. Y no necesitaba de un bate para defenderme, mis puños bastaban.
Sonreí ante esa idea, me reí de mi mismo y decidí hacerlo.
Abrí la jaula del libro y lo cogí en mis manos.
Lo miré fijamente, sucio y polvoriento, le pasé un soplido encima para poder aclarar las cosas y así abrí el libro para ojearlo.
Off: me alegro de haber dejado este bosquejo y gracias nana por ayudarme a decidir ;____; mañana leo la actu
debo morir ahora en mi cama para mañana trabajar.
Thama- Moderador
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
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⊱ En el mismo lugar asqueroso → Wood Side Apartments ⊰
Con la bruja y una mierda deforme → Solo
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Shawn miraba bastante desconfiado a aquella mujer. Al menos se había dignado a responderle, a pesar de ese aspecto fantasmagórico que traía. ¿Es que intentaba fusionarse con la niebla o algo así? Casi parecía un alma en pena con aquella expresión que mostraba en su rostro. Incluso llegaba a molestarle que lo mirara de aquella forma. Era como si intentara clavarle agujas con la mirada o algo así.
Escuchaba atentamente, aunque sin muchas ganas, lo que esa chica le estaba contando. Por su forma de hablar no parecía nada más que una perturbada mental. ¿Estaba hablándole en acertijos? Como si tuviera tiempo para eso. Sólo quería largarse de ese sucio lugar. Casi que prefería estar en un hotel de mala muerte como los que te encuentras cerca de las autopistas.
– ¿Hermoso? Hermoso mis cojones. —Claramente esa tipa se había fumado algo. Eso o era una bruja. ¿A qué clase de personas les parecería hermoso algo así? A las brujas locas. Estaba loca, eso era. Primero el borracho de mierda, y ahora la loca. ¿No podía encontrarse con alguien normal? Pero oye, encima ahora parecía que fuese a llorar. ¿Qué mierda le pasaba a esa tía? No tenía ni puñetera idea, y la expresión que ésta mostraba no ayudaba para nada a comprenderla. Tampoco iba a preguntar, de todos modos.
Aunque al parecer no terminó ahí la cosa. También iba a aconsejarle, cosa que hizo que la paciencia de Shawn terminara por agotarse— A ver, que no me cuentes estupideces. ¿Qué mierda es eso de “este mundo”? ¿Fui tragado por un hechizo satánico o alguna cosa así? ¡No te vayas, joder! ¡Te estoy hablando! —Exclamó al ver que la chica lo dejaba allí a su suerte, murmurando Dios sabe qué a la vez que se alejaba, perdiéndose en la niebla. ¿Qué iba a hacer ahora? De todos modos, tener o no a esa loca ahí no le ayudaba en nada. Sólo podía confundirlo más.
Dejó escapar un profundo suspiro de molestia a la vez que pasaba una mano acariciando su cabello, dirigiendo la mirada al cielo… Si es que había uno tras aquella espesa niebla.
De pronto, pudo escuchar una especie de pasos discontinuos y torpes, muy torpes. Aquello le era familiar. ¿Era otra vez ese subnormal que golpeó su ventana hacía unos minutos? Ya era lo que le faltaba.
– Como seas el puto borracho de antes te partiré la cara por retrasado. —Se giró rápidamente para ver la fuente de aquellos ruidos molestos, y para su sorpresa no era lo que realmente esperaba. Aquello era… Era… ¿Qué coño era eso? Shawn permaneció quieto durante unos segundos, dudando de qué debería hacer, mientras aquella… Cosa deforme o lo que fuera se acercaba torpemente hacia él. ¿Qué hacía quedándose quieto? Oprimió sus puños y comenzó a correr en la dirección por la que vino, dirigiéndose nuevamente hacia los apartamentos.
Aquella niebla no le dejaba ver demasiado, pero al menos se las pudo apañar para volver a Wood Side. Tan pronto como entró por la puerta, se detuvo unos instantes en la entrada. Necesitaba algo con lo que poder defenderse. Si aquello hubiese sido una persona normal, seguramente no habría tenido problemas para partirle las piernas a golpes, pero claramente aquello no era humano. ¿Dónde había ido a meterse?
Finalmente se decidió por echar un vistazo por la planta, en busca de algo que pudiera serle útil para cargarse a esa mierda deforme que se le había aparecido.
Escuchaba atentamente, aunque sin muchas ganas, lo que esa chica le estaba contando. Por su forma de hablar no parecía nada más que una perturbada mental. ¿Estaba hablándole en acertijos? Como si tuviera tiempo para eso. Sólo quería largarse de ese sucio lugar. Casi que prefería estar en un hotel de mala muerte como los que te encuentras cerca de las autopistas.
– ¿Hermoso? Hermoso mis cojones. —Claramente esa tipa se había fumado algo. Eso o era una bruja. ¿A qué clase de personas les parecería hermoso algo así? A las brujas locas. Estaba loca, eso era. Primero el borracho de mierda, y ahora la loca. ¿No podía encontrarse con alguien normal? Pero oye, encima ahora parecía que fuese a llorar. ¿Qué mierda le pasaba a esa tía? No tenía ni puñetera idea, y la expresión que ésta mostraba no ayudaba para nada a comprenderla. Tampoco iba a preguntar, de todos modos.
Aunque al parecer no terminó ahí la cosa. También iba a aconsejarle, cosa que hizo que la paciencia de Shawn terminara por agotarse— A ver, que no me cuentes estupideces. ¿Qué mierda es eso de “este mundo”? ¿Fui tragado por un hechizo satánico o alguna cosa así? ¡No te vayas, joder! ¡Te estoy hablando! —Exclamó al ver que la chica lo dejaba allí a su suerte, murmurando Dios sabe qué a la vez que se alejaba, perdiéndose en la niebla. ¿Qué iba a hacer ahora? De todos modos, tener o no a esa loca ahí no le ayudaba en nada. Sólo podía confundirlo más.
Dejó escapar un profundo suspiro de molestia a la vez que pasaba una mano acariciando su cabello, dirigiendo la mirada al cielo… Si es que había uno tras aquella espesa niebla.
De pronto, pudo escuchar una especie de pasos discontinuos y torpes, muy torpes. Aquello le era familiar. ¿Era otra vez ese subnormal que golpeó su ventana hacía unos minutos? Ya era lo que le faltaba.
– Como seas el puto borracho de antes te partiré la cara por retrasado. —Se giró rápidamente para ver la fuente de aquellos ruidos molestos, y para su sorpresa no era lo que realmente esperaba. Aquello era… Era… ¿Qué coño era eso? Shawn permaneció quieto durante unos segundos, dudando de qué debería hacer, mientras aquella… Cosa deforme o lo que fuera se acercaba torpemente hacia él. ¿Qué hacía quedándose quieto? Oprimió sus puños y comenzó a correr en la dirección por la que vino, dirigiéndose nuevamente hacia los apartamentos.
Aquella niebla no le dejaba ver demasiado, pero al menos se las pudo apañar para volver a Wood Side. Tan pronto como entró por la puerta, se detuvo unos instantes en la entrada. Necesitaba algo con lo que poder defenderse. Si aquello hubiese sido una persona normal, seguramente no habría tenido problemas para partirle las piernas a golpes, pero claramente aquello no era humano. ¿Dónde había ido a meterse?
Finalmente se decidió por echar un vistazo por la planta, en busca de algo que pudiera serle útil para cargarse a esa mierda deforme que se le había aparecido.
___
Tomé la opción de volver a los apartamentos a buscar algo útil (?)
Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
CAPÍTULO 2
“WE WANT ANSWERS”
(Tienen que leer todas las actualizaciones ya que están conectadas entre sí)
Alexis y Nicole
Michael
Evan, Rafael, Scarlette y Cecil
Shawn
Demian y Andrew
∞∞●∞∞●∞∞●∞∞
General
∞∞●∞∞●∞∞●∞∞
Objetos
Rol off:
Fue una laaaarga demora pero acá está la actualización que abre el capítulo 2 de nuestra aventura. Me disculpo si hay errores ortograficos por ahí pero heho ni ganas de revisarlo.
Si algo no quedó claro no duden en preguntarme.
Queda aclarar que a partir de este capitulo si se mandan alguna cagada... se puden llegar a morir 8)
Además de que ahora tan solo en algunas ocasiones les voy a poner los "¿Qué hacer?" al final del post. Es hora de que empiecen a pensar solos mis pequeños pollitos (?)
“WE WANT ANSWERS”
(Tienen que leer todas las actualizaciones ya que están conectadas entre sí)
Alexis y Nicole
- Spoiler:
- Wood side - 2do piso - Hab. 208
Los bruscos intentos de la rubia por abrir aquella vieja puerta dieron buenos resultados, pero tal vez, entrar allí no había sido la mejor idea de todas... Apenas colocó un pie dentro, un fétido aroma llegó a su nariz haciendo que soltara algunas arcadas de puro asco, algo realmente putrefacto se encontraba oculto entre la oscuridad ¿Sería conveniente saber de que se trataba?. Pronto Nicole llegó al rescate teniendo también que aspirar aquel olor que a uno le hacía desear con todas las fuerzas del universo no tener nariz.
La castaña estaba en lo cierto, tenían que salir rapido del edificio, pero algo no se los permitió. Nicole se adentró en el lugar y apenas hecho eso, la puerta se cerró de un fuerte portazo dejandolas a ambas encerradas dentro sumidas en una semi-oscurad debido a que la bella muchacha del lunar en la mejilla tenía una linterna prendida a mano, algo realmente útil a decir verdad.
Como era de esperarse Alexis nos esperó ni un solo segundo más e intentó abrir la puerta para poder salir, pero esa... simplemente no sedía. No importaba cuantos golpes, patadas, bajadas de picaporte, insultos al cielo y demás diera, esta no quería abrirse. Mientras tanto Nicole se dedicó a alumbrar los alrededores, a lo mejor había alguna llave colocada en una mesa o tirada en el suelo, tal vez había una palanca para abrir la puerta, ¿Quién sabe?.
El haz de luz alumbró tenuemente todos los viejos muebles, el sucio suelo, algunos objetos de extraña forma, cruces invertidas clavadas en las paredes y los rincones más lejanos de la habitación. Parecía que no había allí, incluso una sensación de desilución invadió el cuerpo de ambas hasta que...
Las manos de la fémina que sostenían la linterna temblaron pero sus pies decidieron avanzar un poco para alumbrar mejor aquello. Eso no podía ser real, debía de ser algún juego de su mente que confundía algún otro objeto con otro... si, eso debía de ser.
Molesto por la luz, aquel grotesco ser levantó la cabeza y sus ojos brillaron como el oro cuando los clavó como puñales sobre las muchachas al mismo tiempo que un gutural y profundo gruñido escapaba de su garganta. Los gritos vikingos (?) de ambas muchachas no se hicieron esperar. Realmente todo parecía perdido, ¡Iban a morir!... pero... la puerta de golpe se abrió dándoles la via libre para salir antes de que aquel extraño ser pudiera siquiera arrancar alguno de sus finos cabellos. Sinceramente... se habían salvado de suerte. En la corta huida Nicole perdió el libro de poemas que contenía una extraña serie de números adentro... una lástima en verdad.
Michael
- Spoiler:
- Blue creek - 3er piso - Hab. 302 → 2do piso - Hab. 203
El chico tenía una desición importante que hacer, ambos objetos ciertamente eran útiles pero solamente podía tener uno entre sus manos. Al meter la llave en una de las cerraduras y girar para abrirla, esta se partió a la mitad dejandola imposibilitada para abrir la otra. Del interior de aquella antigua y polvorienta jaula sacó un libro que iba a ser de mucha importancia para la supervivencia de aquellos que pudieran leer sus hojas. "Bestiario" aquel extraño título se mostró una vez que el muchacho sopló el polvo de la tapa y salió de la oscura habitación. Al abrirlo y separar las hojas pudo observar como el interior tenía varias imágenes de seres espantosos, grotescos, gigantes y pequeños, había de muchas clases y colores. Al lado de las imágenes había información, en algunos de esos monstruos las palabras se encontraban borrosas o manchadas con sangre vieja, pero aún así la mayoría de la información era útil.
Con el preciado tesoro en manos se dispuso a bajar de una buena vez de aquel solitario piso, por lo que con rápidos pasos se acercó al agujero del suelo y bajó con cuidado de él cayendo así delante de la habitación 203 del segundo piso de Blue Creek, lugar en el que un pequeño grupo de personas aún estaba allí.
Evan, Rafael, Scarlette y Cecil
- Spoiler:
- Blue Creek - 2do piso - Hab. 203 → Wood Side - 2do piso - Hab. 208
Habían quedado un tanto perplejos ante la actitud de la rubia con el cuchillo, y quedaron aún más sorprendidos cuando está se alejó de todos para investigar el otro edificio, si que tenía agallas esa mujer. Una vez que Nicole también se alejó del grupo, los cuatro restantes se quedaron sin ideas de como continuar. Rafael claramente quería irse de allí cuanto antes con su pareja, pero Evan le detenía diciendo que debían de quedarse a esperar a las chicas. Le fue dificil al peli-negro mantener al grupo unido, pero aún así se las apañó para conseguir que al menos no se alejaran tanto.
Pasaron varios minutos de espera hasta que se escuchó un fuerte golpe provenir del pasillo. Al asomarse por la puerta pudieron descubrir que se trataba de un chico con un libro en la mano que había caido del techo, extraño en verdad pero ya de por sí todo el ambiente era inusual por lo que aquel detalle no fue la gran sorpresa de todas. Lo que si llamó la atención de todos unos segundos más tarde fueron los potentes gritos femeninos del otro edificio que llegaron a oidos de todos... ¡Alexis y Nicole! ¡Estaban en problemas!. Algunos se resistieron más que otros en ir a darles una ayuda y ver que pasaba, pero como era de esperarse a fin de cuentas por alguna razón el grupo permaneció junto y fueron en dirección a los pedidos de ayuda, encontrandolas posteriormente en aparente buen estado físico en uno de los pasillos de Wood Side.
Shawn
- Spoiler:
- Wood Side - 1er piso - Entrada del edificio → Calles de Silent Hill
Habiendo podido escapar con total éxito de aquel tambaleante ser, el hombre de castañas hebras no tuvo más opción que regresar sobre sus pasos entre la espesa niebla y volver a entrar al endemoniado edificio. Allí no fue más allá de lo que antes había sido una bella recepción, la cual ahora era apenas un pequeño espacio con una mísera escalera para ir a los pisos superiores. Husmeó por todos los rincones en búsqueda de algo que pudiese servirle, como un arma, un telefono, ayuda, la vida real probablemente (?). Tras unos pocos minutos buscando y de pisar millares de cadáveres de insectos, encontró un arma que podía serle de gran ayuda. Un hacha, que ironía y él que pensaba que jamás en su vida iba a tener otra entre sus manos. El gélido metal acarició su piel llevando la sensación hasta su espina dorsal provocandole unos cuantos escalofríos, una sensación desagradable en verdad sobre todo por los recuerdos que aparecían en su mente como flashes al sostener tal objeto.
Pero sus pensamientos se vieron obstruidos cuando escuchó el fuerte sonido de varias pisadas bajar por las escaleras. Inmediatamente levantó el arma de manera amenazadora ante cualquier amenaza que pudiera aparecer, pero para su sorpresa los rostros que vió bajar de las escalinatas eran las de preocupados y asustados jóvenes, un considerable grupo compuesto por 7 personas, 3 mujeres y 4 hombres. Luego habría tiempo para explicaciones, lo importante ahora era salir en ese preciso momento.
Demian y Andrew
- Spoiler:
- Blue Creek - 1er piso - Hab. 109 → Calles de Silent Hill
A pesar de que el ambiente que los rodeaba no era el mejor de todos, casi parecía que podían tomarse un ligero suspiro y detenerse a pensar con claridad. La habitación en la que se encontraban era silenciosa y calma, si uno prestaba atención el único sonido que se escuchaba era el de los propios latidos de los corazónes de ambos jóvenes, cada uno a su ritmo, a su personalidad y ser. Ambos muchachos decidieron quedarse unos minutos más allí dentro antes de volver a aventurarse en el gran edificio, incluso se tomaron el tiempo para intercambiar algunas palabras y alguna que otra broma para aliviar el hecho de que todo el pueblo y por ende sus "vacaciones" se habían ido derechito por el retrete.
Mientras Demian con cuidado tomaba las balas para 9mm y las cargaba en su pistola como podía haciendo memoria gracias a las diversas películas de acción y algún que otro video de youtube (?); Andrew tomaba la vieja mochila y metía dentro las 4 latas de gaseosa, uno realmente no sabía cuando iba a poder necesitarlas. Una vez todo listo, antes de salir el chico de negruzcas hebras por un mero instante observó las palmas de su mano y notó lo sucias que estaban, más de lo aceptable por lo que le notificó a su compañero que iba a ir al baño unos segundos a lavarse.
Con pasos un tanto inseguros se alejó del castaño y fue derecho a la primera y única puerta entre abierta de la habitación. Tomó el picaporte de esta y separo la abertura lentamente para observar el interior, este no se veía tan mal como lo esperaba, el inodoro, la bañera y el piso se veían dentro de todo lo suficientemente limpios como para poder considerarlo "baño"... pero al fijar su vista sobre el lavamanos....
Oh dios, oh dios santisimo y la virgen ¿QUÉ ERA ESO?. Andrew se quedó congelado con su mirada clavada en aquella rosácea cosa que se retorcia y soltaba melancólicos gemidos. Por otra parte, Demian quién ya había considerado el hecho de que su compañero trompetista estaba tardando ya demasiado tiempo en el baño fue a buscarlo por lo que a fin de cuentas se encontró con aquella misma horrible escena. No hacía falta decirlo, pero la velocidad con la que habían salido de la habitación y posteriormente del edificio por un pelito no había roto la barrera del sonido. Ya en el exterior y cansados de tanto correr pudieron encontrarse con un grupo de 8 personas que lucían casi tan espantados y confundidos como ellos parados en medio de la ancha calle.
∞∞●∞∞●∞∞●∞∞
General
- Spoiler:
- Silent Hill - En medio de la calle Katz
Shawn había sido el primero en tener la dicha de poder salir a la calle, pero para el resto esta era su primera vez fuera de los edificios mientras el pueblo se encontraba de esa manera, un lugar que ya no era ni la sombra de lo que había sido horas atrás, ya no quedaba nada de eso, solo soledad, tristeza y un panorama devastador para el alma. El cielo se mostraba de un precioso gris plata que no dejaba pasar absolutamente ningun rayo de sol pero si la suficiente luz como para poder distinguir a las personas y los objetos. A los alrededores se encontraba la espesa y blanquecina niebla que no tenía intención alguna de abandonar el pueblo, además de que por el momento y suerte de todos, el tal Armless man no se encontraba merodeando la zona. La fresca temperatura se hacía notar aún más ahora que ya no se encontraban todos resguardados tras las cuatro paredes de las habitaciones, para ser pleno Julio en Maine - Nueva Inglaterra hacía más frío de lo habitual. Y en eso pudieron observar con cierto asombro como del cielo comenzó a caer una suave y delicada capa de... ¿nieve?, estaba bien que hacía un poquito de frio, pero el hecho de que cayera nieve era completamente extraño, pero en realidad lo que se posaba sobre sus cabezas y hombros no era nieve... era una grisácea ceniza.
Pronto las preguntas no se hicieron esperar, ¿Y ahora que tenían que hacer?, varias personas del grupo fueron a buscar sus diversos medios de transporte pero al intentar encenderlos... nada, estaban muertos, la batería de los vehículos se negaban a funcionar, ante eso Evan rápidamente soltó la información que poseía un mapa del pueblo, por lo que luego de manosear cariñosamente a su pareja para quitarle el papel se lo mostró al resto.
Aquellas marcas que cruzaban las calles querían decir lo mismo que los mapas de los edificios con las tachaduras sobre las puertas, esos lugares eran inaccesibles ya sea por que las calles tenían enormes y misteriosos precipicios o altas paredes metálicas imposibles de escalar. ¿Pero qué había con la calle principal para salir del pueblo?, según el mapa esta no tenía tachado nada... ¿A caso iban a poder salir así como así?... JÁ, por supuesto que no, el destino siempre era el mismo. Era imposible salir por los buenos medios de aquel maldito pueblo.
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Objetos
- Spoiler:
- ♦ Recuerden que poseen capacidad limitada para llevar cosas.
♦ No más de 5 objetos a la vez si son pequeños/medianos. (o Slots, como quieran decirle). Cuando sean de un tamaño mayor, yo se los haré saber y tendran que hacer elecciones al respecto.
A partir de ahora deberán pensar bien que llevar y que tirar.
Demian:
-Pistola 9mm negra con 3 balas.
-Libro que solo sirve para su autismo (?)
Andrew:
-Mochila con 4 latas de gaseosa.
Nicole:
-Bolso de señora con: Papeles importantes, dinero, suplementos vitaminicos, etc.
-El más alto y puntiagudo de sus tacones.
-Linterna pequeña.
Alexis:
-Cuchillo de cocina.
Scarlette:
-Nada.
Shawn:
-Hacha.
Michael:
-Libro "Bestiario".
Evan:
-Nada.
Rafael:
-Lampara de mesa/Velador.
-Mapa de la ciudad.
Cecil:
-Encendedor
Rol off:
Fue una laaaarga demora pero acá está la actualización que abre el capítulo 2 de nuestra aventura. Me disculpo si hay errores ortograficos por ahí pero heho ni ganas de revisarlo.
Si algo no quedó claro no duden en preguntarme.
Queda aclarar que a partir de este capitulo si se mandan alguna cagada... se puden llegar a morir 8)
Además de que ahora tan solo en algunas ocasiones les voy a poner los "¿Qué hacer?" al final del post. Es hora de que empiecen a pensar solos mis pequeños pollitos (?)
Nanix01- Roler
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
cca777
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-CUCHILLO DE COCINA-
Con: Tetas // Maricones // Tetas // Maricones
En: En medio de la calle Katz
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-CUCHILLO DE COCINA-
Con: Tetas // Maricones // Tetas // Maricones
En: En medio de la calle Katz
Después de mucha insistencia a fuerza bruta contra la puerta que se negaba a abrirse, la estructura cedió dando paso libre a la rubia que juraba encontraría algo de utilidad ahí.
-Ow, shit.- expresó retrayendo la cabeza y tapando la parte inferior de su rostro con la palma de su mano cuando un fétido olor inundó sus fosas nasales, era una esencia tan concentrada que incluso parecía tener sabor, era una sensación horrible.
Alexis dio un vistazo mediocre de la habitación (bastante pobre por la falta de iluminación) y se giró para darse cuenta que la morena artificial del grupo de intrusos le había seguido y, sorpresivamente, parecía tener una advertencia para ella que acompañó con su apoyo alumbrando la habitación con uno de sus ochenta millones de utensilios sacado de su bolso de señora.
La ojiverde levantó el mentón y puso una mano en su cintura en busca de alguna justificación para las acciones de la señorita de barrio alto y, de un segundo para otro, antes de que pudiese reaccionar con sensatez…
La puerta se cerró.
-Joder niña ¿Qué le hiciste a la puerta?- se quejó y se acercó a la salida para forcejear la perilla apoyando la pierna en una de las paredes –¡Está atorada!- evidenció un poco la desesperación que le causaba la impotencia utilizando un tono de voz quebrado y se rindió después de comprobar que, en efecto, era inútil luchar contra el cerrojo.
La rubia se giró y siguió el recorrido del halo de luz que emitía la linterna de su compañera para al menos auxiliarla en la búsqueda de alguna herramienta que las sacara de ahí… Lastimosamente no fue precisamente una llave la primera cosa que avistó.
-… La puta que te parió.- insultó en silencio mientras arrojaba el cabello que caía sobre su cara hacia atrás y mantenía su mano en la parte superior de su cabeza, buscando una explicación a lo que, si bien les iba, era solo una de sus alucinaciones.
Silverman agitó la cabeza y dio un par de pasos hacia atrás acercándose a la puerta -Mujer, creo que será mejor si iluminas el picaporte para ver si podemos abRIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHA AAHA..AHAHAHAHAHAHAHA- azotó contra la pared cayéndose al piso y levantándose instantáneamente al exaltarse por el sonido gutural de quien sabe qué putas mierdas cagadas del jodido demonio era esa asquerosidad, su grito de terror se combinó con lo que parecía ser una risa nerviosa o un llanto desesperado por auxilio, no lo entendía si quiera ella, nunca se había imaginado en una situación así.
Era imposible, una pesadilla.
La chica tocó el hombro de la tetas en una fracción de segundo para indicarle que la puerta se había abierto mágicamente y no esperó una reacción por parte de la muchacha, solamente corrió, corrió como nunca antes lo había hecho y no se molestó en mirar hacia atrás para ver si esa verga se estaba comiendo a la morena, no importaba, era ridículo.
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Después de varias caídas y embestidas contra los muros al girar con brusquedad en las esquinas Alexis se dio la vuelta y notó como la high society slut seguía sus pasos de cerca.
-Haha..ha.. - seguía riéndose con ironía involuntariamente, era la respuesta natural de su cuerpo a la bizarra situación en la que se había metido –¡VERGAA! ME CAGO EN DIOS.- golpeó una de las paredes con la lateral de sus puños cambiando drásticamente la tonalidad de su voz y cortando inesperadamente la risa que le molestaba incluso a sí misma.
La motociclista levantó la mirada y notó como el grupo de maricones que habían irrumpido en su habitación (y al cual pertenecía la tetas melones) se acercaban hacia ellas.
-Nenas, tenemos que salir de acá, nos viene siguiendo chuki o una mierda así.- les explicó sin dar demasiados detalles y los esquivó para seguir su camino a una velocidad más controlada, el grito, el miedo y la carrera habían consumido gran parte de su aire vital, le hacía falta un poco de tiempo para recuperarlo. Siguió su camino hasta las escaleras y observó desde el peldaño más bajo a un nuevo inquilino que no se veía muy amigable porque tenía un hacha peligrosamente afilada y el muchachillo parecía tener experiencia con el juguete, era fácil deducirlo por la manera en que la sostenía.
Al menos eso era lo que había aprendido por ahí, con uno que otro excompañero de Falcon.
La joven rebelde sostuvo con fuerza el mango de su cuchillo que, aunque no era mucha competencia para la mortífera hacha del hombre en el Lobby, al menos le serviría para demostrarle que también estaba armada y, por supuesto, que también estaba en una situación difícil.
-Tranquilo tigre- lo tranquilizó sin darle mucha importancia y pasó de largo hasta la salida del edificio, no sin antes voltearse y clavar la mirada en la muchacha que “valientemente” le había seguido para advertirle sobre los peligros del lugar –Vámonos, te puedo dejar por Portland o Manchester. – le sugirió y abandonó las instalaciones haciendo trayectoria hacia el estacionamiento donde se encontró con una casi irreconocible Harley davidson, envuelta en una espesa niebla y rodeada por siniestros callejones –No es cierto.- se intentó convencer a sí misma que su moto no estaba hecha mierda y de que no estaba en el infierno, sacó la llave del bolsillo de su pantalón y la insertó con rapidez en el arranque, intentando iniciarlo sin éxito numerosas veces.
-Púdrete entonces.- se hartó y pateó con agresividad la motocicleta en un arranque de furia, haciendo caer el vehículo con brusquedad y quebrando algunas partes en el proceso. La rubia se golpeó la frente arrepintiéndose instantáneamente de su actuar y desaprobó su propio acto moviendo la cabeza de lado a lado, estaba harta y apunto de tener un quiebre emocional.
-Sé que lo merezco.- concluyó y se alejó de su motocicleta para acercarse al resto de chicos que al parecer estaban planeando algo ¿Era eso que tenían ahí un mapa? Le gustase o no tenía que adherirse a ellos como una plaga, no había manera de que conservara su sanidad si decidía hacerse la ruda e irse por ahí por su cuenta.
La muchacha ladeó la cabeza para alcanzar a ver mejor el papel al lado de Evan, antes de hacer cualquier comentario cerró un ojo porque un jodido pedazo de ceniza le había entrado al ojo irritándolo al punto de hacerlo lagrimear.
¿Ceniza?
…¿En serio?...
….
-…¿Ideas?- tomó la iniciativa de empezar una planificación mientras tallaba su ojo tratando de hacerles ignorar a todos el panorama que, desgraciadamente, seguro les distraería del objetivo principal; Salir de ahí.
Koga- Roler
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Solo → Con un grupo de nenas y maricones
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Su humor no mejoraba al ver que no encontraba nada útil en la primera planta. Subió las escaleras dando fuertes pisotones. Todo ese lugar estaba hecho una santa mierda oscura y maloliente. Cualquier cosa que podía venirle bien, o bien daba más asco que el propio lugar, o bien se caía a pedazos.
Recorrió todas y cada una de las habitaciones del edificio, y casi le parecía entrar en la misma una y otra vez debido al demacrado aspecto del mobiliario de las mismas. Y no sólo eso. Aquella porquería pegajosa del suelo que sonaba cómo si estuvieras caminando por encima de un mar de crujientes cucarachas… ¿Eran realmente cucarachas? Qué puto asco. Ni si quiera se dignó a mirar qué era aquello que pisaba, lo que había comido antes de acostarse estaba bien donde se encontraba.
Finalmente, en una de los asquerosos rincones de esos apartamentos, vislumbró algo que brillaba levemente en la oscuridad de los pasillos. Se acercó sin darle mucha importancia, si brillaba probablemente era algo que podía cortar, y con eso tendría bastante para destrozar esa pedazo de mierda deforme que se encontró en la calle.
A medida que se acercaba a tomar el objeto, aún sin llegar a verlo del todo y saber realmente de qué se trataba, notó cómo una extraña sensación invadía su cuerpo. Había algo que no le gustaba, sin embargo no prestó mucha atención a ello y continuó avanzando hasta que finalmente pudo identificar aquello que resplandecía. Permaneció quieto en el lugar, contemplando la gran herramienta que tenía delante. Era un hacha. Como las que usaba cuando era bombero para romper puertas y sacar a la gente de sus casas para salvarla. Un utensilio útil, cabe destacar, cuando es usado de forma correcta. Dudo por unos instantes, pero se acercó al hacha que permanecía apoyada contra la pared, y acarició cuidadosamente su filo. Aquello hizo que su piel se erizara levemente cuando le vinieron a la cabeza los recuerdos de ese incidente, haciendo que se separara del objeto momentáneamente.
– Supéralo, Shawn, no seas nenaza, joder. —Se dijo a sí mismo en casi un susurro, pasando la mano por su cabeza dejando escapar un soplido. Por más que se lo repitiera, ese recuerdo le iba a perseguir toda su vida. Sin embargo, él era un macho, no podía permitir que algo tan simple como un hacha jugara con él de esa forma. Decididamente, tomó el objeto por el mango, tratando de no dejar que esa sensación continuara invadiéndolo, y volvió tras sus pasos, dejando que el filo de aquella arma rozara el suelo. No era la manera correcta de llevar una herramienta tan peligrosa, pero si podía evitar verla, mejor que mejor.
Finalmente alcanzó la entrada, donde se quedó pensando sobre si haber tomado ese objeto había sido lo correcto. ¡Por supuesto que lo era! Tenía que partir ese monstruo en dos y salir de ese lugar, vaya cosas tienes que pensar, Shawn. Sin embargo, se dio la vuelta rápidamente empuñando el arma con firmeza al escuchar pasos tras de sí. ¿Es que también había boñigas deformes en los apartamentos? Pero no, aquello que bajaba por las escaleras… No eran más que tres chicas, una de ellas con unos pechos que parecía que fueran a sacarte los ojos, una siniestra y otra que llevaba un cuchillo, y cuatro tipos de aspecto un tanto… amariconado. Bajó el hacha al ver que todos parecían inofensivos, excepto aquella mujer con el cuchillo, aunque pasó de su cara tras decirle que se tranquilizara. No le prestó mucha atención a eso, de todos modos.
– Suerte si vas a conducir con la niebla que hay fuera. —Le advirtió, siguiendo a la chica hacia el exterior del edificio. Se quedó contemplando el vehículo con el que la rubia batallaba. Aquello no tenía aspecto de querer arrancar, estaba igual de desastroso que los muebles de las habitaciones, sin embargo quería probar algo, por lo que se acercó una vez la otra había desistido con el vehículo— Déjale esto a los hombres, jovencita. —Dejó el hacha a un lado, y levantó la Harley, a la vez que caía parte del cristal de su retrovisor. La acomodó apoyándola en el caballete, y miró a la rubia unos instantes— Porque esté tan hecha mierda por fuera no quiere decir que por dentro se haya podrido... Del todo. Debe tener algo en el depósito. —Comenzó a desenroscar la tapa del depósito con la mano, que por cierto estaba mugrienta no, lo siguiente. Daba asco tocar aquello, pero si podía conseguir que ese trasto arrancara sería una cosa menos de lo que preocuparse. De pronto notó cómo sus hombros se llenaban de unos copos grisáceos. ¿Era eso ceniza? Sacudió ese sucio polvo con las manos, aunque de poco sirvió puesto que continuaba cayendo. Ese lugar iba de mal en peor, al parecer. Volvió a fijar la mirada en la dueña de la moto, que ahora se encontraba con los afeminados que la acompañaban, y se acercó a ellos para ver qué era lo que estaban haciendo.
– Oye, te estoy intentando ayudar, dame la llave que no tenemos todo el día. —Seguidamente miró al grupo, y observó el mapa que sostenía uno de los chicos, maricón por cierto. No había más que ver cómo había manoseado al otro para tomar el mapa. Sin embargo, aquello le importaba nada y menos— ¿De dónde has sacado eso? Bueno, me importa muy poco realmente. Deben saber que hay engendros mal hechos por aquí, así que cuanto antes nos larguemos mejor. —Fue lo único que pudo decir. ¿Qué más? No tenía idea de cómo terminó atrapado en un lugar así, y mucho menos tenía idea de cómo salir— Aunque yo no me fiaría mucho de ese mapa. ¿Quién hizo esas señales? ¿Fuiste tú? —Miró de forma un tanto intimidante al joven que sostenía el mapa. Si él había hecho las señales, tal vez sabía cómo salir de allí. Aunque probablemente no habría sido él, o quizás sí. Bah, no estaba para dudar ahora de cosas así, había que salir de allí pronto. Aunque por suerte tenía algo con lo que poder combatir esos monstruos si aparecían de nuevo.
Recorrió todas y cada una de las habitaciones del edificio, y casi le parecía entrar en la misma una y otra vez debido al demacrado aspecto del mobiliario de las mismas. Y no sólo eso. Aquella porquería pegajosa del suelo que sonaba cómo si estuvieras caminando por encima de un mar de crujientes cucarachas… ¿Eran realmente cucarachas? Qué puto asco. Ni si quiera se dignó a mirar qué era aquello que pisaba, lo que había comido antes de acostarse estaba bien donde se encontraba.
Finalmente, en una de los asquerosos rincones de esos apartamentos, vislumbró algo que brillaba levemente en la oscuridad de los pasillos. Se acercó sin darle mucha importancia, si brillaba probablemente era algo que podía cortar, y con eso tendría bastante para destrozar esa pedazo de mierda deforme que se encontró en la calle.
A medida que se acercaba a tomar el objeto, aún sin llegar a verlo del todo y saber realmente de qué se trataba, notó cómo una extraña sensación invadía su cuerpo. Había algo que no le gustaba, sin embargo no prestó mucha atención a ello y continuó avanzando hasta que finalmente pudo identificar aquello que resplandecía. Permaneció quieto en el lugar, contemplando la gran herramienta que tenía delante. Era un hacha. Como las que usaba cuando era bombero para romper puertas y sacar a la gente de sus casas para salvarla. Un utensilio útil, cabe destacar, cuando es usado de forma correcta. Dudo por unos instantes, pero se acercó al hacha que permanecía apoyada contra la pared, y acarició cuidadosamente su filo. Aquello hizo que su piel se erizara levemente cuando le vinieron a la cabeza los recuerdos de ese incidente, haciendo que se separara del objeto momentáneamente.
– Supéralo, Shawn, no seas nenaza, joder. —Se dijo a sí mismo en casi un susurro, pasando la mano por su cabeza dejando escapar un soplido. Por más que se lo repitiera, ese recuerdo le iba a perseguir toda su vida. Sin embargo, él era un macho, no podía permitir que algo tan simple como un hacha jugara con él de esa forma. Decididamente, tomó el objeto por el mango, tratando de no dejar que esa sensación continuara invadiéndolo, y volvió tras sus pasos, dejando que el filo de aquella arma rozara el suelo. No era la manera correcta de llevar una herramienta tan peligrosa, pero si podía evitar verla, mejor que mejor.
Finalmente alcanzó la entrada, donde se quedó pensando sobre si haber tomado ese objeto había sido lo correcto. ¡Por supuesto que lo era! Tenía que partir ese monstruo en dos y salir de ese lugar, vaya cosas tienes que pensar, Shawn. Sin embargo, se dio la vuelta rápidamente empuñando el arma con firmeza al escuchar pasos tras de sí. ¿Es que también había boñigas deformes en los apartamentos? Pero no, aquello que bajaba por las escaleras… No eran más que tres chicas, una de ellas con unos pechos que parecía que fueran a sacarte los ojos, una siniestra y otra que llevaba un cuchillo, y cuatro tipos de aspecto un tanto… amariconado. Bajó el hacha al ver que todos parecían inofensivos, excepto aquella mujer con el cuchillo, aunque pasó de su cara tras decirle que se tranquilizara. No le prestó mucha atención a eso, de todos modos.
– Suerte si vas a conducir con la niebla que hay fuera. —Le advirtió, siguiendo a la chica hacia el exterior del edificio. Se quedó contemplando el vehículo con el que la rubia batallaba. Aquello no tenía aspecto de querer arrancar, estaba igual de desastroso que los muebles de las habitaciones, sin embargo quería probar algo, por lo que se acercó una vez la otra había desistido con el vehículo— Déjale esto a los hombres, jovencita. —Dejó el hacha a un lado, y levantó la Harley, a la vez que caía parte del cristal de su retrovisor. La acomodó apoyándola en el caballete, y miró a la rubia unos instantes— Porque esté tan hecha mierda por fuera no quiere decir que por dentro se haya podrido... Del todo. Debe tener algo en el depósito. —Comenzó a desenroscar la tapa del depósito con la mano, que por cierto estaba mugrienta no, lo siguiente. Daba asco tocar aquello, pero si podía conseguir que ese trasto arrancara sería una cosa menos de lo que preocuparse. De pronto notó cómo sus hombros se llenaban de unos copos grisáceos. ¿Era eso ceniza? Sacudió ese sucio polvo con las manos, aunque de poco sirvió puesto que continuaba cayendo. Ese lugar iba de mal en peor, al parecer. Volvió a fijar la mirada en la dueña de la moto, que ahora se encontraba con los afeminados que la acompañaban, y se acercó a ellos para ver qué era lo que estaban haciendo.
– Oye, te estoy intentando ayudar, dame la llave que no tenemos todo el día. —Seguidamente miró al grupo, y observó el mapa que sostenía uno de los chicos, maricón por cierto. No había más que ver cómo había manoseado al otro para tomar el mapa. Sin embargo, aquello le importaba nada y menos— ¿De dónde has sacado eso? Bueno, me importa muy poco realmente. Deben saber que hay engendros mal hechos por aquí, así que cuanto antes nos larguemos mejor. —Fue lo único que pudo decir. ¿Qué más? No tenía idea de cómo terminó atrapado en un lugar así, y mucho menos tenía idea de cómo salir— Aunque yo no me fiaría mucho de ese mapa. ¿Quién hizo esas señales? ¿Fuiste tú? —Miró de forma un tanto intimidante al joven que sostenía el mapa. Si él había hecho las señales, tal vez sabía cómo salir de allí. Aunque probablemente no habría sido él, o quizás sí. Bah, no estaba para dudar ahora de cosas así, había que salir de allí pronto. Aunque por suerte tenía algo con lo que poder combatir esos monstruos si aparecían de nuevo.
Edgyland
#b01313
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【 Silent Hill 】
『 Con un montón de entes repulsivos y putas. 』
◆ ◆ ◆
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【 Silent Hill 】
☁ ¿Blue Creek Apartments? ▴ Calle Katz. ☁ |
◆ ◆ ◆
En cuanto notó que los recién llegados no representaban amenaza alguna, la rubia bajó el cuchillo; se había demorado en darse cuenta, francamente. ¿A qué estúpido se le ocurriría que ese grupo de imbéciles resultaría peligroso? Bastaba con mirarlos para advertir que no eran más que un montón de deficientes.
Minutos después, ésta salió de la habitación; no sabía hacía dónde se dirigía y no podía interesarme menos, sólo esperaba de todo corazón que un endeble pilar le cayese encima para que así cesara de ocasionar bullicio innecesario… y quién sabe, con suerte también se quedase sin piernas.
¿Qué hacer ahora…? Bien podía sencillamente sentarme en un rincón y aguardar a que el hambre o la deshidratación me matasen… mas no quería que ese hórrido edificio se convirtiese en mi lecho de muerte y mi cadáver fuese consumido por las plagas que asediaban el lugar.
Dediqué una brevísima mirada a los que aún se encontraban en el cuarto, no parecían saber qué hacer, ¿pero acaso se quedarían ahí dentro hasta pudrirse?
— Lárguense, maldita sea, no quiero tener que lidiar con ustedes. —Bisbiseé encrespada; lo que menos quería ahora era tratar con ese acervo de abortados —Qué asco me dan.
Un estúpido, dos estúpidos, tres… y la zorra del escote grotesco no estaba. ¿En qué momento se había marchado? Irrelevante. Únicamente ansiaba que corriese el mismo destino que había deseado a la rubia subnormal.
Me debatía el si era apropiado inspeccionar aquel sucio agujero repleto de impurezas cuando algo a la distancia pareció precipitarse desde la planta superior. Sin razonármelo mucho, me acerqué para observar de cerca y así tener una percepción más clara de qué podía ser cuando… ¡oh, pero qué grata sorpresa! ¡Otro descerebrado!
— Ojalá se haya roto un brazo —y ahí decidí irme.
" Están lloviendo idiotas. " Estaba ya presta a largarme por dónde había llegado cuando a mis oídos llegaron lo que parecían ser gritos… gritos femeninos. Así que después de todo esos sucios trozos de ramera no se habían muerto; una pena, una verdadera pena.
Sólo eso se requirió para que los bastardos inútiles abandonasen finalmente el feo dormitorio. ¿Qué harían ahora? ¿“Socorrer” a las putas e intentar hacerse los héroes?
Me limité a seguirlos manteniendo una distancia considerable; si habían desfigurado a aquellas imbéciles quería apreciar de cerca cómo plañían.
Desgraciadamente, no había sido así.
-Nenas, tenemos que salir de acá, nos viene siguiendo chuki o una mierda así.- Fue cuestión de segundos para que todo se tornase un mal chiste… ¿Acaso había enloquecido?
Y así, ésta acompañada también por el resto de los abyectos, se dispusieron a salir del lúgubre sitio. Permanecí detrás aguardando intranquila a que todos saliesen de la edificación; no quería bajar las escalinatas estando circundada por ésos.
¿ … ?
¿Estaba… lloviznando ceniza?
¿Estaba… lloviznando ceniza?
Extendí la mano y de inmediato mi palma se colmó de aquellas diminutas partículas de polvillo grisáceo, dejándome más que en claro que efectivamente, era ceniza.
— …Ya no lo soporto más— ofuscada, andé sin saber con precisión a dónde dirigirme, deseando hallar de algún modo una salida que de una vez por todas me sacase de aquel lóbrego lugar.
De improviso, me encontré situada frente a un barranco por el cual pude haber caído de no ser porque lo advertí con ligerísima anticipación.
— Debería saltar— carraspeé examinando el alto del precipicio.
- OFF:
- Me di muy por vencida al final.
Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
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En medio de la calle
— Entre Rafel y Shawn, con el resto del grupo menos Scarlette por edgy}
▬ ▬ ▬ ▬ ▬ ▬ ▬ ▬ ▬
O B J E T O S
-Bolso de señora con: Papeles importantes, dinero y suplementos alimenticios.
-El más alto y puntiagudo de sus tacones.
-Linterna pequeña.
▬ ▬ ▬ ▬
En medio de la calle
— Entre Rafel y Shawn, con el resto del grupo menos Scarlette por edgy}
▬ ▬ ▬ ▬ ▬ ▬ ▬ ▬ ▬
O B J E T O S
-Bolso de señora con: Papeles importantes, dinero y suplementos alimenticios.
-El más alto y puntiagudo de sus tacones.
-Linterna pequeña.
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La habitación a-p-e-s-t-a-b-a por completo, Nicole deseo por un momento realizarse una rinoplastia que la dejara sin su sentido del olfato. Ugh — ¿No me escuchas? Hora de salir de esta pocilga. — Cooper entro en la habitación, dispuesta a enterarse de qué rayos hacia aquella inconsciente dentro... cuando oops, la puerta se cierra.
-Joder niña ¿Qué le hiciste a la puerta?- Al igual que la rubia Nicole se acerco a la puerta y dio algunos golpes, pero parecía inútil — Perfecto. Sencillamente perfecto. — Rodo los ojos, nunca mas intentaría salvar a una vagabunda, mientras la muchacha se encargaba de tumbar la puerta a golpes la morena inspecciono la habitación, quizás si encontraban algo con que golpear la puerta podrían tumbarla y terminar de irse de ese lugar.
Pero ew, esa habitación parecía la guarida de una bruja o de una adolescente cualquiera intentando ser popular con modas paganas, aun así eso podría funcionarles ¿si encontraban algún arma caza vampiros lograrían tirar la puerta? bueno basta, Nicole sabia que no era momento para pensar en referencias tontas a esa serie sobre una cazadora de vampiros... aun así pensar en cosas ridículas solo le daba algo de consuelo ante la alarmante situación... pero no había problema, solo debía seguir buscando y...
¿Eso era... un cadáver...?
Sus ojos tenían que engañarla, temblorosa dio un paso hacia adelante para enfocar un poco mejor la luz y pudo comprobar que se trataba de algo completamente vivo y subnormal.
ah
— ¡¡¡HYYAAAAAAAAAAAARGH!!! ¡¡SANTA MARÍA MADRE DE DIOS RUEGA POR NOSOTROS PECADORES!!— no sabia como, pero por instinto busco escapar de lo-que-fuese-esa-cosa así que entre gritos y desesperación termino escapando junto a la rubia, Nicole sabia que su condición física era excelente, envidiable, afocante, única, poderosa, entre otras palabras pero jamas en su vida llego a creer que podría pegar una corrida como esa, se llevo la mano al pecho a su vez que se encontraban con el grupo del que se habían separado minutos atrás; por los momentos no podría decir mucho en lo que buscaba recuperar el aliento pero estaba aliviada al ver que no se habían perdido los demás.
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En su aventura hacia el exterior se habían integrado nuevas personas, entre ellos un muchachito probablemente adolescente, un judío y otros dos hombres... uno de ellos bastante atractivo pero bien, con un porte bastante escalofriante considerando que cargaba consigo un hacha "Bueno, probablemente un fortachon como él podría defendernos fácilmente si aquel demonio nos persiguiera" pensaba la Cooper, quien sintió que le llovía suerte cuando Alexis le propuso darle un aventon a la ciudad mas cercana, ofrecimiento que obviamente no rechazaría.
... pero fue una pena que no pudiese encender su moto, fue decepcionante pero Nicole aprecio su generosidad, o mejor dicho, su gesto de agradecimiento por haberla buscado. — Déjale esto a los hombres, jovencita. — La gruesa voz del Axman se hizo escuchar, ofreciendo su ayuda... por lo menos parecía que existía humanidad en el grupo — Apenas logremos salir de la ciudad me asegurare de traer un grupo de rescate y de informar a los medios sobre este lugar. — dijo a la dueña de la motocicleta — Disculpa, seria adecuado al menos que supiese tu nombre, yo me llamo Nicole. — le dijo mientras caminaban de nuevo con el grupo, el cual parecía entretenido sosteniendo un... ¿mapa?
Nicole había colocado un ojo sobre el mismo cuando — ¿De dónde has sacado eso? Bueno, me importa muy poco realmente. Deben saber que hay engendros mal hechos por aquí, así que cuanto antes nos larguemos mejor. — vaya ¿en que momento había vuelto el axman? — Aunque yo no me fiaría mucho de ese mapa. ¿Quién hizo esas señales? ¿Fuiste tú? — parecía que las cosas se ponían serias, Nicole suspiro y se interpuso entre ambos, un poco harta de la tensión que causaba ese ambiente tan extraño por culpa de todo lo ocurrido y esa ceniza misteriosa que caía del cielo — Basta, estoy segura que... eh, Rafel, pudo sacar ese mapa del hotel, el Wood Side tiene mapas en sus pasillos y yo logre ver uno con marcas parecidas, probablemente sea de alguien del pueblo, y si, estoy consciente de que en este lugar están pasando cosas demasiado extrañas y me gustaría que alguien con vehículo nos pudiese sacar... — la morena obligo al pelinegro a alzar su mapa, con su linterna ilumino el papel para así señalar el parqueadero del parque rosewater — En todo caso si corremos hasta el estacionamiento del parque Rosewater podríamos intentar tomar un vehículo... si alguien por aquí sabe como encender un auto sin sus llaves... y si no sencillamente seguimos la vía fuera del pueblo. No creo que ahora mismo tengamos tiempo para discutir sobre el dueño del mapa, solo usemoslo para llegar a la via principal e irnos. — oops estaba siendo despectiva, en todo caso, esa era la única solución viable que podía ocurrirsele.
Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
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◆ Trompeta.
◆ Latas de refresco.
{[Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]} {Con Demian}
Blue Creek Apartments (Pasillo → Habitación 109 → Calle Katz)
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◆ Trompeta.
◆ Latas de refresco.
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Los dos jóvenes se dirigieron hacia las escaleras, cada uno sumido en sus pensamientos. Andrew se preguntaba qué ocurriría una vez salieran de allí, una vez abandonaran la pesadilla: ¿volverían a tener una vida normal? Era extraño pensar en ello, pensar en una realidad en la que todo seguía sostenido por unas leyes, por la lógica: donde solamente los enfermos mentales veían lo que ellos habían visto. Ahora todo parecía estar derrumbándose, todo era vulnerable. Su mente paseó por terrenos escabrosos: pensó en cómo los enfermos paranoides nunca reconocían estar enfermos, siempre creyendo que su falsedad era la verdad. ¿Y si...?
—Me... pregunto para qué llamaba Sam —dijo de repente Demian.
Andrew sintió una punzada de culpabilidad, y sonrió sintiendo cómo se le calentaban las mejillas, sonrojándose.
—Lo más seguro es que solo quisiera preguntarnos si habíamos llegado. Tal vez debería haberle mandado un mensaje nada más terminar de deshacer la maleta, pero se me pasó —comentó nervioso.
Demian, sin embargo, había dejado de escucharle. Miraba detrás de él, a un mapa del hotel que estaba colgado en la pared del pasillo y que, sorprendentemente, estaba casi intacto. ¿Cómo podía Andrew no haberse fijado en él? Así podrían ver cómo se distribuía el hotel sin necesidad de deambular sin rumbo.
El mapa estaba marcado en tinta roja: cruces, círculos y signos de interrogaciones. No tenía mucho sentido, pero al menos parecía estar completo. Andrew se percató de que no había ningún tipo de recepción: solo habitaciones. Era extraño.
—¿Deberíamos revisar las habitaciones? Los huéspedes podrían estar en ellas –sugirió Demian. Andrew asintió: era lo más inteligente.
El joven de pelo castaño se adelantó, encaminándose hacia la habitación 109, una de las que estaban marcadas en el mapa con una cruz. Andrew le siguió sin decir nada. Demian llamó, golpeando la madera podrida suavemente con los nudillos y preguntando si había alguien. Solo respondió el silencio. Demian intentó abrirla, y tras forcejear un poco con ella, esta se cedió con un crujido. Los dos chicos entraron.
La habitación era similar a la de ellos, aunque esta incluía una cocina y era algo más grande. El ambiente estaba tan cargado como en el resto del hotel, las paredes estaban estropeadas y olía sospechosamente mal. Era como si la habitación hubiera permanecido en el mismo estado durante años: sucia, desordenada; como si los antiguos inquilinos se hubiera marchado con prisa.
—Voy a ver si hay algo útil en la cocina... —dijo Andrew, yendo hacia allá. Echó una ojeada a esa esquina de la habitación y recogió del suelo una revista, no olvidando lo que había ocurrido la última vez que se había agachado a por algo. Al mirar la portada, se encontró con el pecho desmesurado y desnudo de una mujer de pelo negro, que le miraba con ojos grandes y oscuros. “Carolina Miranda deja ver su lado más salvaje”, decía bajo la foto, con letras grandes. La revista parecía usada, a juzgar por el estado de las páginas. —Puaj —farfulló Andrew, tirándola inmediatamente al suelo. No iba a serle de mucha utilidad un montón de porno, sobre todo siendo heterosexual. Fue a ver si había agua en el fregadero para limpiarse las manos, pero la corriente no funcionaba allí.
Andrew abrió los cajones, encontrándose en la mayoría de ellos insectos de todos los tamaños: hormigas, cucarachas, ciempiés; todo tipo de bichos que le revolvían el estómago. En un armario encontró una pequeña caja, que supo que era de balas al abrir el envoltorio y encontrarse varias balas doradas, frías al tacto. Tomó una de ellas entre los dedos. La pequeña bala parecía inofensiva e inútil, insignificante; y sin embargo, su única utilidad era la de matar. De hecho, habían creado miles de ellas, todas preparadas para quitar vidas: de animales, de personas. Sintió como solo el pensamiento le ponía enfermo. Pensó en volver a dejarlas donde las había encontrado, pero supo que debía entregárselas a Demian: tal vez las necesitaran. Tal vez habría un momento en el que la única salida sería matar o ser matados. Y entonces, no habría mucho que pensar.
—Demian, he encontrado unas cuantas balas —dijo a media voz. Intentó no sonar desconcertado, asustado. Se las lanzó desde donde estaba, desviando la mirada rápidamente. —Tómalas, solo por si acaso.
Halló también unas latas de refresco, y tras comprobar la fecha de caducidad, vio que solo hacía un día que habían cumplido. Lo cual era extraño, porque la fina capa de polvo que las recubrían no parecía indicar lo mismo. Decidió, no obstante, confiar en las latas, y las metió en la mochila: si la situación en la que estaban se alargaba, las necesitarían.
–No parece haber nada más. He guardado unas latas de Cocacola en la mochila, así que si quieres no tienes más que decírmelo –le dijo a Demian con una sonrisa. Parecía que el ambiente estaba algo más relajado: sin nada extraño que les sobresaltara, sin nada inexplicable. –Deberíamos seguir buscando, tal vez encontremos más cosas en el resto de habitaciones. Aunque voy primero al baño, creo que las revistas porno de antes estaban manchadas y no quiero saber de qué. Será un segundo.
Demian asintió y Andrew fue hacia la puerta del cuarto de baño. La abrió poco a poco, y a pesar de la poca iluminación pudo ver que el baño tenía un aspecto bastante aceptable. Entró y fue hacia el lavamanos, y solamente al acercarse lo vio.
En el lavamanos, una criatura bañada en sangre gemía. No tenía ojos o nariz, ni siquiera oquedades que indicaran que antes había algo: solo una gran boca sin dientes que se abría y cerraba con los llantos de... esa cosa. Andrew se echó hacia atrás sintiendo la náusea, el asco y el mareo. El cuerpo de lo que quiera que fuera eso se agitaba, y era demasiado pequeño para la cabeza alargada del ser. De él sobresalían lo que parecían ser el comienzo de unas extremidades.
—¡JODER! —gritó Andrew. Esa cosa seguía llorando, y su balido resonaba en sus oídos y le aterraba. Demian entró corriendo en ese momento. —¿Eso es... un feto? —preguntó Andrew, aterrado de que eso fuera humano. Era imposible, su cuerpo no era el de una persona, ni siquiera el de un proyecto de persona.
—Eso... eso no es humano, Andrew —farfulló Demian. En su voz se podía leer su miedo, su confusión. Ambos parecían absortos, confundidos por unos sollozos que era indudablemente los de un bebé. —Tenemos que irnos de aquí. Eso no es normal. Por favor.
Andrew miró una última vez a la criatura, y respiró el cobre en el aire (¿cómo no podía haberlo percibido antes?). No hizo falta ni un gesto para que los dos jóvenes salieran del cuarto corriendo, dando tumbos por el pasillo, avanzando como si les fuera la vida en ello. Salieron despavoridos hasta alcanzar la puerta del hotel, y al abrirla se encontraron con un grupo de gente. De personas normales, con ojos y nariz, que respiraban y hablaban.
No pudiendo contenerse, Andrew se hizo a un lado para poder vomitar. No tenía nada en el estómago, así que solo vomitó un líquido asqueroso que le hizo sentirse aún peor, pero cuando terminó y se recuperó, se incorporó y miró otra vez al grupo de desconocidos. Una sensación de alivio le sacudió al darse cuenta de que ya no estaban solos, y se dio cuenta por primera vez de lo aterrado que estaba realmente. Quiso echarse a llorar y abrazar a esos desconocidos, pero supo que no debía hacerlo y se quedó algo apartado, tratando de recomponerse a sí mismo. Del cielo caía ceniza, y todo estaba recubierto por ese polvo grisáceo. Andrew quería barrer toda esa porquería y ver si bajo ella había un pueblo normal.
—Me... pregunto para qué llamaba Sam —dijo de repente Demian.
Andrew sintió una punzada de culpabilidad, y sonrió sintiendo cómo se le calentaban las mejillas, sonrojándose.
—Lo más seguro es que solo quisiera preguntarnos si habíamos llegado. Tal vez debería haberle mandado un mensaje nada más terminar de deshacer la maleta, pero se me pasó —comentó nervioso.
Demian, sin embargo, había dejado de escucharle. Miraba detrás de él, a un mapa del hotel que estaba colgado en la pared del pasillo y que, sorprendentemente, estaba casi intacto. ¿Cómo podía Andrew no haberse fijado en él? Así podrían ver cómo se distribuía el hotel sin necesidad de deambular sin rumbo.
El mapa estaba marcado en tinta roja: cruces, círculos y signos de interrogaciones. No tenía mucho sentido, pero al menos parecía estar completo. Andrew se percató de que no había ningún tipo de recepción: solo habitaciones. Era extraño.
—¿Deberíamos revisar las habitaciones? Los huéspedes podrían estar en ellas –sugirió Demian. Andrew asintió: era lo más inteligente.
El joven de pelo castaño se adelantó, encaminándose hacia la habitación 109, una de las que estaban marcadas en el mapa con una cruz. Andrew le siguió sin decir nada. Demian llamó, golpeando la madera podrida suavemente con los nudillos y preguntando si había alguien. Solo respondió el silencio. Demian intentó abrirla, y tras forcejear un poco con ella, esta se cedió con un crujido. Los dos chicos entraron.
La habitación era similar a la de ellos, aunque esta incluía una cocina y era algo más grande. El ambiente estaba tan cargado como en el resto del hotel, las paredes estaban estropeadas y olía sospechosamente mal. Era como si la habitación hubiera permanecido en el mismo estado durante años: sucia, desordenada; como si los antiguos inquilinos se hubiera marchado con prisa.
—Voy a ver si hay algo útil en la cocina... —dijo Andrew, yendo hacia allá. Echó una ojeada a esa esquina de la habitación y recogió del suelo una revista, no olvidando lo que había ocurrido la última vez que se había agachado a por algo. Al mirar la portada, se encontró con el pecho desmesurado y desnudo de una mujer de pelo negro, que le miraba con ojos grandes y oscuros. “Carolina Miranda deja ver su lado más salvaje”, decía bajo la foto, con letras grandes. La revista parecía usada, a juzgar por el estado de las páginas. —Puaj —farfulló Andrew, tirándola inmediatamente al suelo. No iba a serle de mucha utilidad un montón de porno, sobre todo siendo heterosexual. Fue a ver si había agua en el fregadero para limpiarse las manos, pero la corriente no funcionaba allí.
Andrew abrió los cajones, encontrándose en la mayoría de ellos insectos de todos los tamaños: hormigas, cucarachas, ciempiés; todo tipo de bichos que le revolvían el estómago. En un armario encontró una pequeña caja, que supo que era de balas al abrir el envoltorio y encontrarse varias balas doradas, frías al tacto. Tomó una de ellas entre los dedos. La pequeña bala parecía inofensiva e inútil, insignificante; y sin embargo, su única utilidad era la de matar. De hecho, habían creado miles de ellas, todas preparadas para quitar vidas: de animales, de personas. Sintió como solo el pensamiento le ponía enfermo. Pensó en volver a dejarlas donde las había encontrado, pero supo que debía entregárselas a Demian: tal vez las necesitaran. Tal vez habría un momento en el que la única salida sería matar o ser matados. Y entonces, no habría mucho que pensar.
—Demian, he encontrado unas cuantas balas —dijo a media voz. Intentó no sonar desconcertado, asustado. Se las lanzó desde donde estaba, desviando la mirada rápidamente. —Tómalas, solo por si acaso.
Halló también unas latas de refresco, y tras comprobar la fecha de caducidad, vio que solo hacía un día que habían cumplido. Lo cual era extraño, porque la fina capa de polvo que las recubrían no parecía indicar lo mismo. Decidió, no obstante, confiar en las latas, y las metió en la mochila: si la situación en la que estaban se alargaba, las necesitarían.
–No parece haber nada más. He guardado unas latas de Cocacola en la mochila, así que si quieres no tienes más que decírmelo –le dijo a Demian con una sonrisa. Parecía que el ambiente estaba algo más relajado: sin nada extraño que les sobresaltara, sin nada inexplicable. –Deberíamos seguir buscando, tal vez encontremos más cosas en el resto de habitaciones. Aunque voy primero al baño, creo que las revistas porno de antes estaban manchadas y no quiero saber de qué. Será un segundo.
Demian asintió y Andrew fue hacia la puerta del cuarto de baño. La abrió poco a poco, y a pesar de la poca iluminación pudo ver que el baño tenía un aspecto bastante aceptable. Entró y fue hacia el lavamanos, y solamente al acercarse lo vio.
En el lavamanos, una criatura bañada en sangre gemía. No tenía ojos o nariz, ni siquiera oquedades que indicaran que antes había algo: solo una gran boca sin dientes que se abría y cerraba con los llantos de... esa cosa. Andrew se echó hacia atrás sintiendo la náusea, el asco y el mareo. El cuerpo de lo que quiera que fuera eso se agitaba, y era demasiado pequeño para la cabeza alargada del ser. De él sobresalían lo que parecían ser el comienzo de unas extremidades.
—¡JODER! —gritó Andrew. Esa cosa seguía llorando, y su balido resonaba en sus oídos y le aterraba. Demian entró corriendo en ese momento. —¿Eso es... un feto? —preguntó Andrew, aterrado de que eso fuera humano. Era imposible, su cuerpo no era el de una persona, ni siquiera el de un proyecto de persona.
—Eso... eso no es humano, Andrew —farfulló Demian. En su voz se podía leer su miedo, su confusión. Ambos parecían absortos, confundidos por unos sollozos que era indudablemente los de un bebé. —Tenemos que irnos de aquí. Eso no es normal. Por favor.
Andrew miró una última vez a la criatura, y respiró el cobre en el aire (¿cómo no podía haberlo percibido antes?). No hizo falta ni un gesto para que los dos jóvenes salieran del cuarto corriendo, dando tumbos por el pasillo, avanzando como si les fuera la vida en ello. Salieron despavoridos hasta alcanzar la puerta del hotel, y al abrirla se encontraron con un grupo de gente. De personas normales, con ojos y nariz, que respiraban y hablaban.
No pudiendo contenerse, Andrew se hizo a un lado para poder vomitar. No tenía nada en el estómago, así que solo vomitó un líquido asqueroso que le hizo sentirse aún peor, pero cuando terminó y se recuperó, se incorporó y miró otra vez al grupo de desconocidos. Una sensación de alivio le sacudió al darse cuenta de que ya no estaban solos, y se dio cuenta por primera vez de lo aterrado que estaba realmente. Quiso echarse a llorar y abrazar a esos desconocidos, pero supo que no debía hacerlo y se quedó algo apartado, tratando de recomponerse a sí mismo. Del cielo caía ceniza, y todo estaba recubierto por ese polvo grisáceo. Andrew quería barrer toda esa porquería y ver si bajo ella había un pueblo normal.
No debería haber arrastrado a Demian hasta aquí.
Nadie preguntó nada, ni les dirigió la palabra a él o a Demian. Uno de los chicos sacó un mapa, pero Andrew se distrajo. A lo lejos, vio que una mujer se acercaba peligrosamente a una hendidura en la tierra. Se separó del grupo y fue rápidamente hacia ella. Vio que no era una simple grieta: se trataba de un precipicio que se hundía en la tierra lo suficiente como para significar la muerte de alguien. Se fijó de que la mujer no era más que una niña, probablemente no alcanzaría ni la mayoría de edad.
—Debería saltar —oyó a la chica murmurar, antes de poder llegar a su lado.
Andrew dio unas cuantas zancadas y puso una mano en su hombro con rapidez, asustado de que hiciera algo antes de que él llegara.
—No, deberías quedarte con los pies en la tierra, ya somos muy pocos aquí para que además se te ocurra quitarte de en medio —dijo hablando más rápido de lo que podía pensar, y arrepintiéndose instantáneamente. Nunca se le había dado bien animar a la gente, y menos a desconocidos. Esperaba que al menos no se asustara de él.
—Debería saltar —oyó a la chica murmurar, antes de poder llegar a su lado.
Andrew dio unas cuantas zancadas y puso una mano en su hombro con rapidez, asustado de que hiciera algo antes de que él llegara.
—No, deberías quedarte con los pies en la tierra, ya somos muy pocos aquí para que además se te ocurra quitarte de en medio —dijo hablando más rápido de lo que podía pensar, y arrepintiéndose instantáneamente. Nunca se le había dado bien animar a la gente, y menos a desconocidos. Esperaba que al menos no se asustara de él.
- off:
- Siento que Scarlette va a arrancarle el brazo a Andrew y lo va a lanzar al precipicio.
No lo hagas, Tereré.
Lo necesita para tocar la trompeta ):
Perra- Roler
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
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// Hotel Blue Creak>> habitación 302 // Primer piso // Calle Katz
{Con gente irritante}
{Con gente irritante}
Como era de esperarse, la llave se rompió así que la usé. Chasqué la lengua molesto, me giré y hojeando el libro que ahora se enecontraba en mis manos me dirigí fuera del local.
"Bestiario" era el nombre del libro, las hojas, además de suciedad, polvo, sangre seca y pudridez, contenía información sobre algo bastante raro. Monstruos.
Tamaños, color, estilo, todo era diferente en ellos, algunas informaciones no se notaba tanto, pero si lo suficiente como para conocer al monstruo, era "util" por así decir. ¿Pero útil en qué? ¿Por que carajos necesitaría libros de monstruos, imaginados por algún niño con problemas mentales?.
Como sea, al llegar al agujero, a duras penas, y causando rasguños en mi torso desnudo bajé al piso de abajo.
"¿Por que carajos salí sin camiseta?"
Al levantar el rostro noté a una chica, una chica que me miraba con el rostro irritado. Fruncí el seño al verla girar y irse, me levanté de un golpe y corrí hacia ella
-¡oo...- iba a llamarla cuando vi mas gente y de la nada escuché gritos fuertes. Me exalté demasiado al escuchar los gritos. Suspiré con molestia y seguí al grupo que fue atras de la fuente de los gritos.
Estaba solo siguiendo a la gente para buscar respuestas, no entendía que pasaba, a donde ellos iban yo iba, atras, muy atras.
Finalmente acabamos en las calles. Una chica, la que había gritado, intentó arrancar su moto y no pudo.
....
¿Estaba lloviendo ceniza? Miré a todos lados, comenzaba a tener frío por mi cuerpo expuesto.
Otro chico, no se quien, sacó un mapa y comenzó a mirarlo. Un hombre grande y grosero comenzó a hablar, y le siguió una morena.
Bla bla bla bla bla bla
-¡AAAAAAAAAARGH!- gruñi alto y ya muy molesto.
-¿Alguien podría explicarme que pasa?¿Qué pasó?- dije en un tono molesto. Coloqué mis manos en mi cien masajeandolos y cerré los ojos.
-Cerré los ojos y de la nada todo estaba podrido en este lugar. ¿Y quien es el dueño de este estúpido libro?- lo levanté alto-¿bestiario? ¿un libro sobre monstruos? Alguien tiene idea de esto?- terminé para fulminar a todos con la mirada bajando la mano.
-Y joder, alguien tiene una prenda para prestarme, me muero de frío- agregué temblando.
- off:
- Se irritó
Última edición por Thama el Mar Dic 22, 2015 8:14 pm, editado 3 veces
Thama- Moderador
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
- Spoiler:
- »Nombre: Evan Widner
»Edad: 22
»Personalidad:
A simple vista uno puede pensar que es alguien serio y reservado debido a la expresión neutra que casi siempre lleva en su rostro; pero nada está más alejado de la realidad. Evan es alguien alegre, despreocupado, un tanto expresivo y muy amable; no duda hacer amigos con todo el mundo y reirse con ellos de las cosas de la vida. Cuando quiere algo, no te lo dirá directamente, se mostrará enigmático o actuará de manera extraña, cosa que puede llegar a frustrar mucho a los demás al no saber que es lo que desea en ese momento; y si no consigue lo que buscaba, es capaz de enojarse (aunque esta clase de enojo se esfuma con el correr de los minutos).
A pesar de sus 22 años (y que casi no se le notan) se comporta un tanto infantil con las personas cercanas a las que les tiene confianza, como por ejemplo, su novio Rafael Mclein. Cuando está con él no teme en hacerle mohins aniñados con tal de hacerle sonreir, además, de que cuando está a su lado se comporta como todo un idiota enamorado.
No tiene una gran actitud, le cuesta decirle la palabra "no" a la gente cuando esta le pide favores y cuando esto sucede, suele deprimirse un poco ante su falta de caracter, pero está trabajando duramente para remediar aquello y así poder ser una persona fuerte de una vez por todas.
No puede controlar muy bien su genio, se enoja con facilidad y es un celoso hasta la médula. No es de esas personas que andan insultando por la vida o creando conflictos, pero no dudará en crear uno si se siente amenazado o herido.
»Historia:
Nació en la cidad de Fresno - California bajo una familia de clase media compuesta por su madre, una hermosa mujer llena de vitalidad, su padre, un hombre un tanto riguroso y severo pero de buen corazón y su perro collie. Parecía ser la familia perfecta, aunque habían muchos secretos de trasfondo; prácticamente núnca pudo saber con exactitud que hacía su madre cuando era más jóven, o si tuvo alguna pareja antes de que él naciera, por alguna razón la mujer siempre evitaba el tema.
Más, a pesar de aquellos secretitos, la vida era tranquila. Desde pequeño Evan pudo darse cuenta de que aquellas historias donde la princesa siempre se enamoraba del principe le parecían un tanto extrañas o... es decir, ¿Por qué el principe no podía enamorarse de otro príncipe?. Desde ese momento comenzaba a fantasear con aquel tema, solo veía a sus compañeras de colegio como simples amigas y a los niños con otros ojos. No era muy consciente del tema, por lo que no temía contarle a sus compañeros sobre lo que sentía en su corazón a lo que pronto comenzó a recibir un trato hostil por parte de los jovencitos. "Maricón", "Niñita", "Eva la princesa" eran algunos de los crueles apodos que le ponían. Su madre no tardó en darse cuenta de lo sucedido, no estaba muy de acuerdo que desde tan jóven decidiera "enamorarse" del sexo masculino, pero no lo culpaba, nada podía hacer, a lo que trató de darle todo su apoyo ante el tema.
A medida que iba creciendo el trato se volvía cada vez más hostil. Los adolescentes podían ser realmente molestos y crueles cuando se lo proponían, a partir de los 13 años dejó de mostrarse como una "alegre personita" ante el bullying y comenzó a responder de manera agresiva. Tuvo muchos problemas en el instituto, pero así logro hacer que el mal trato disminuyera, no en su totalidad, pero lo suficiente como para poder vivir normalmente. Al menos eso creía...
Fue una noche, no una cualquiera, la de su cumpleaños numero 14 cuando un cruel ataque a su casa comenzó. A los pocos minutos de que sus padres salieran a hacer unas pequeñas compras al super para darle a Evan su cena favorita, las ventanas de su casa poco a poco fueron pintadas con huevos que usaban los abusivos homofobicos de su salón como proyectiles. Se escuchaban las carcajadas y amenazas por parte de los jóvenes. El techo y los pinos de la entrada de su casa fueron llenados de papel higiénico y el porton de la cochera poseía pintado con aerosol negro unos dibujos bastante indecorosos.
Ellos se lo buscaban, querían pelea, iban a tener una pelea con Evan. Reuniendo valor, salió de casa para hacerles frente, pero para su mala suerte, su Collie también salió para ahuyentar a los muchachos. El perro estaba viejo, poco podía correr y se cansaba al instante, fue una presa muy fácil para la bola de mugrosos quienes decidieron torturarlo a golpes frente los ojos de Evan hasta matarlo. Los sucesos parecían ser de película, una de terror para el muchachito de ojos celestes, no podía creer lo que acababa de ocurrir, pero lo que si tenía en claro en su cabeza era que... iba a tomar venganza en ese mismo instante.
Su arma fue el recién comprado cuatriciclo color azul que le habían regalado esa misma mañana. Abrió la cochera y arrancó con suma potencia el vehículo, perdió el control y atropelló brutalmente a uno de los jóvenes que le estaba haciendo bullying aplastando su pecho con una de las ruedas matándolo al instante. El resto del grupo salió despavorido ante el incidente dejando todo atrás; segundos más tarde sus padres llegaron de hacer las compras, la escena con la que se encontraron no fue nada bonita, ni para Evan lo era.
Nadie sabe como, ni como fue posible que empacaran tan rápido sus cosas, pero lo que si se sabía era que al día siguiente ya no había rastro de la familia allí en Fresno. Se mudaron al estado de Arizona empezando de cero así una nueva vida. Evan tratando de dejar atrás los recuerdos de aquella noche comenzó a buscar hobbies o actividades para distraerse, los comics y los videojuegos fueron su nueva pasión. Colegio nuevo, amigos nuevos y mantuvo en completo secreto su sexualidad ante estos (al menos hasta lograr muchisima confianza con ellos); así fue como pudo volver a tener una vida tranquila después de mucho tiempo.
A los 15 años, luego de salir de un local de videojuegos pasó por un Starbucks para pedirse un mocachino, allí fue cuando conoció a Rafael Mclein. Pensó que aquel encuentro había sido como el de cualquier otro, dos extraños que se conocieron y que muy probablemente no se iban a ver núnca más en sus vidas, pero no fue así. Tiempo después lo volvió a encontrar en una convención, lugar en el que platicaron de sus intereses hasta quedarse sin voz. Rafa parecía ser un buen muchacho por lo que pronto se convirtieron en amigos, aunque... luego de algún tiempo Evan comenzó a mirarlo como algo más. Pasó mucho tiempo hasta que el jóven se dignara a confezarle sus tentimientos a Rafa quién por suerte los aceptó. Por fin para Evan, luego de tantas tormentas y días grises, un hermoso arcoiris se mostró en su vida.
»Descripción física:
Evan es un jóven alto, midiendo 1.70m y de complexión delgada ligeramente atlética, no es de hacer mucho deporte, pero sale a hacer ejercicio muy de vez en cuando. Su cabello es negro y está muy bien cuidado, es lacio y usualmente lo peina todo hacia atrás utilizando bastante gel para fijarlo, aunque por alguna casualidad de la vida hay un par de mechones que se resisten a ser tratados bajo este producto por lo que se levantan.
Su tez es pálida y sin imperfecciones, ni una cicatriz, ni tatuajes, ni nada. La única marca que posee es un pequeño lunar en su mejilla izquierda. Su rostro al ser tan blanco, cuando se pone nervioso, sus mejillas se colorean de manera muy notoria de un fuerte rojo, pero cuando no está en ese estado, lo que resalta en su cara son sus grandes ojos celestes.
Su manera de vestir es sencilla, pantalones negros, zapatos, una camisa de mangas largas aunque suele doblarlas hasta sus codos, unos tirantes para sostener su pantalón a pesar de que use un cinturón, y si hace frío cubre su cuello con una larga bufanda amarilla.
Evan 1
Evan 2
Evan 3
»Habilidades:
- Sabe manejar un solo tipo de arma, una simplona pistola 9mm
- Suma facilidad para recordar textos, basta con leerlos una o dos veces para que queden en su mente de manera definitiva.
- Tal vez no sea una habilidad y sea solo mucha suerte, pero no le cuesta mucho encontrar objetos perdidos o cosas similares.
»Miedos:
- Volver a tener un ataque de ira y matar a otro ser humano por "accidente".
- Conducir, desde el día del incidente se ha negado completamente a aprender a manejar correctamente.
- Que algo le suceda a sus seres queridos.
- Ver la muerte de algún animal, inmediatamente se le vienen a la cabeza los recuerdos de su mascota.
»Extras:
- Comparte el mismo lunar en la mejilla con su novio.
- Si se dejara el cabello al 100% natural y solo le pasara un cepillo para pseudo acomodarlo, se parecería mucho al de Rafael.
- Posee una leve asma (esta es la razón por la cual no hace mucho deporte).
- Ama los videojuegos y comics, tiene amplios conocimientos en esos campos.
- Adora el chocolate.
-Es el uke de Rafael.
- El mismo hizo la bufanta amarilla que usa en los días frios.
- Odia que Rafa lo haga sentir celoso, pero bueno, cosas de pareja (?)
- Dibuja como los dioses pero por alguna razón le averguenza mucho que la gente sepa aquel don.
- Posee Acrofobia: Miedo a las alturas.
»Color de roleo: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]
/Silent Hill: En medio de la calle Katz/
~Con el numeroso grupo~
Evan se sentía… ¿Devastado?, eran un numeroso grupo y muy diferentes entre sí ¿Iban a lograr ponerse de acuerdo para poder salir de aquel fantasmagórico pueblo? Cada uno hacía lo que creía conveniente como por ejemplo revisar medios de transporte cernanos aunque a fin de cuentas ninguno de estos parecían encenderse. Uno de los hombres del grupo le dirigió la palabra al pelinegro - ¿De dónde has sacado eso? Bueno, me importa muy poco realmente. Deben saber que hay engendros mal hechos por aquí, así que cuanto antes nos larguemos mejor. — El chico no hizo más que encogerse de hombros, la simple presencia de aquel tipo le intimidaba un poco y aquello se reafirmó aún más cuando con duras palabras le dijo - Aunque yo no me fiaría mucho de ese mapa. ¿Quién hizo esas señales? ¿Fuiste tú? — Instantáneamente negó con la cabeza repetidas veces –No he dibujado nada- respondió con la voz un tanto temblorosa como el
∞∞●∞∞●∞∞●∞∞
~Mientras tanto~
~Mientras tanto~
No muy lejos de dónde el desconcertado grupo de personas que se encontraban, por allí, en uno de los altos edificios del pueblo, en el techo precisamente se encontraba una fémina figura de joven aspecto observando cómo se desenvolvía la situación a través de unos elegantes y elaborados prismáticos de estilo antiguo, similares a aquellos que se utilizaban para observar con mayor detalle las inmaculadas óperas mientras se encontraba sumida en un profundo silencio. Pasaron algunos minutos hasta que alguien más decidió romper con la calma -¿Más té señorita?- se trataba de un hombre pocos años mayor que la señorita de plateadas hebras que tenía a su costado. –Si por favor y no olvides los dos terrones de azúcar- le respondió inmediatamente la chica bajando los binoculares y posar su mirada sobre su compañero -¿Crees que deberíamos de darles más tiempo?- le preguntó en seguida -¿Lo cree conveniente?- una dura mueca se dibujo en el aterciopelado rostro de la fémina –Usted misma sabe que no todos allí son capaces- comentaba con calma el apuesto muchacho para luego dejar en una pequeña mesita de madera la humeante taza en la cual pronto el contenido se vio ensuciado por la absurda ceniza que caía del cielo. –Tcht… odio este clima, deberíamos de haber traído una sombrilla- fue lo último que dijo ella.
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
- Rafael:
???//Rafael Mclein – 26 años – Masculino//???
?Personalidad
Él es una persona algo sociable, si desea, semblante interesante y provocadora, rara vez intimidado por la mayor parte engaña con su seriedad en las cosas. Él es indiferente a las preocupaciones de los otros. También no dudó en dar comentario toscos, indebidos o con suma sinceridad cuando ve algo que no le gusta. También es muy atrevido-independientemente de lo que hace, sin embargo él sabe sus límites hasta dónde puede llegar e incluso poder hacer, teniendo un gran autocontrol en su persona. Él ha de ser simpático y de burlona personalidad pero en el fondo, en realidad le importa la gente que cuida de él y también disfruta de cada cosa que hace.
Esas emociones sin embargo a menudo se confunden, Ya que pareciera que estuviese fastidiado cuando en realidad está preocupado, o neutro por aburrido. A pesar de que podría enfadarse cuando rompen sus nervios, No hace más que fruncir sus cejas y hacer una mueca de desaprobación.
Aunque su aspecto le hace parecer arrogante, este también es algo engreído debido a su confianza en sus habilidades, pero él no es de los que ostentan en las caras de otros. Su actitud directa, áspera y arriesgada puede desprender un ambiente tipo salvaje. Él es muy crítico al conocer a las personas (sin embargo, por lo general mantiene sus pensamientos para sí mismo a menos que deliberadamente quiere la otra persona sepa). Él es valiente, pero es conveniente elegir cuál es exactamente la pena poner su vida en la línea para salvar a otro.
Él vive su vida libremente, como quiere, aunque siempre toma la responsabilidad de sus actos, y las consecuencias que podría traer, de gran lealtad se toma muy en serio aquello, Su racha de protección, que se extiende sobre todos a los que quiere, no es algo para tomarse a la ligera. Mentalidad de Rafael es a lo largo de las líneas de "Yo soy el único que puede meterse con ellos " y tomará represalias si él siente que están siendo amenazados por alguien más.
?Habilidad
+ Resistencia física y agilidad para esquivar cosas medias y escabullirse.
+ Autocontrol (Mental)
+Cierto Ingenio y buena puntería con el balón o algún objeto similar
?Historia:
Procedente de las Vegas, Capital de Nevada; fue producto de una noche loca y mucho alcohol en las vegas, por ende no conoció a su madre; ya que apenas nació este quedo en el hospital quedando a cargo de su padre. Este era un Tío bien parecido pero de clase media, pero esto cambiaria ya que su padre había emprendido un negocio dentro de los casinos y otras cosas, que él mismo Rafael desconocía.
No se podía quejar, ya que su padre le brindaba lo necesario, una buena vida, buena educación, y es mas cada 3 o 4 años se mudaban de estado, la excusa de siempre, el trabajo de su padre; No le agradaba mucho la idea, ya que dejar amigos y hacer nuevos, No molaba mucho, en uno de esos lugares como Nevada conoció a una niña que le simpatizo, se llamaba Nicole Cooper, a pesar de su humor inestable, él le tuvo una estima y considero una buena amiga, ya que sus discusiones y travesuras de niños engreídos los ponían en diversas situaciones, habían quedado en visitarse cuando cumplieran más de 25 años, aunque siendo niños quizá se olvidarían .
Rafael se preguntaba que habría sido de su madre, si es que alguna vez lo quiso o simplemente le diría sus verdades; Cuando Rafa tuvo 15, su padre le conto sobre su madre y su doble oficio, pero a él no le afecto mucho o al menos eso dio a notar, y empezó aprender el oficio de lavado de dinero, aunque la primera experiencia no fue del todo bonito, quedando con un susto.
En uno de esos lavados de dinero, tuvo que involucrar la vida de un hombre, todo sucedió en un intercambio, su padre disponía a entregar el encargo junto a él y recoger la maleta llena de billetes verdes, él tipo una vez tenido el objeto pretendió huir, pero su padre lo evito sacando un arma de fuego y disparando en contra el sujeto, este hizo lo mismo y se armo una especie de tiroteó, Rafael no hizo más que tirarse al suelo como protección, su padre cayó por un balazo en su pierna, el sujeto parecía obtener la victoria, pesar de su estado se acerco a ambos, amenazándolos con una pistola, Rafael estaba asustado y con la cabeza alborotada, como podría remediar la situación, sin embargo ante la pequeña distracción de un felino, hizo que Rafael cogiera el arma de su padre y acabara con el sujeto, antes que él lo hiciera.
A los 17 años, empezó a formar parte del negocio familiar, heredando así una buena cantidad de dinero, dueño de la mitad casinos y una buena posición social, quien lo diría, incluso era popular en la preparatoria, formaba parte del equipo de básquet ball; así mismo ahí se enrolló con una Chica, quien dijo que estaba embarazada, eso fue una sorpresa; para remediar esto, el matrimonio era una salida fácil, o al menos así pensaban ambos padres. Rafael le gustaba la chica, ya que era buenota, pero no tanto como para tomar esta medida, si fuera por él huiría, pero tomaría responsabilidad de sus actos, y quien sabe con él tiempo logre amar a la chiquilla.
Todo estaba listo para la ceremonia, Rafa fue en un auto hacia la ceremonia, no obstante fue obstaculizado por otro subiendo dos tías armadas, prácticamente lo habían secuestrado *Pero ¿quién? ¿Por qué justo ahora?* No tenía enemigos, lo único que se hacía presente, la huella de un asesinato hace tiempo pero fue por simple defensa propia. Lo habían llevado a un edificio abandonado, pidiendo su rescate una suma exagerada pero no imposible para su padre y como autor del delito, se hizo presente la mismísima novia, *Pero que fuck estaba sucediendo*, todo parecía bien planeado, la novia confeso – Necesito ese dinero para la fianza de mi madre, y salirnos de esta miseria en la que estuve, y tú fuiste el indicado, eres guapo eh de admitirlo, pero hay otros mucho más que tu…y por cierto lo del embarazo no es cierto- dijo sin descaro alguno, Rafael se sintió, decepcionado, deprimido y muy… muy… enfadado, por primera vez uso la vulgaridad de palabras que había guardado para otra persona, le cuestiono su estúpida salida de todo esto, cosa que la chica simplemente huiría con su grupo al obtener el motín. Una noche antes del rescate Rafael, trato de huir usando sus dotes de inteligencia y algo de atractivo, insinuándose a una de las maleantes inexpertas, noqueándola y tomando su arma, corrió, su mala suerte lo predispuso al encontrarse con la chica que lo había engañado para su propio beneficio, la amenazaba para que se quitara de su camino, pero ella terca no lo hizo, ¿Quien dejaría escapar a un rehén con billete?, Rafael cayó al suelo tras el disparo de esta , sintió un ardor de mil diablos, le habían dado a nivel del hombro y estaba sangrando, vio a la tipa esbozar una sonrisa *esa tía estaba transtornada*, la situación fue peor cuando salpico sangre de la tipa y su cuerpo se hallaba tirado cerca de él, había sido una de sus camaradas.
¡Oh, Sorpresa bitch!...
Habían engañado y matado a la tipa por simple venganza, oh más bien ese siempre fue el objetivo, esto era toda una telenovela, pensó que la tipa no se merecía una muerte así, Rafa había tenido un golpe de suerte, pero aquello lo dejaría con un trauma (¿?), lo único que recuerda: sangre por todas partes, tipa en el suelo con los sesos regados, luces de quirófano y una larga recuperación.
Después del horrible suceso, Rafa a sus 19 años pensó en no meterse con más tipas locas, las mujeres no son más que problemas, lo único que hacían eran satisfacer necesidades de hombres; eh por ello que su padre nunca se casó después. El resto de su tiempo, prefirió hacer trabajos de su padre desde su propia casa (guarida) y decidió dedicarse en sus estudios universitarios y el negocio, pero un día conoció a un chico, quien le cambiaria y enseñaría una perspectiva diferente, ese era Evan Winder, ¿Qué como lo conoció? Pues simple, en una de las tiendas de starbuck y por curiosidad de la vida se encontraron nuevamente en una convención de comics y videojuegos, al principio le agradaba por compartir alguno que otros intereses, así como su cierto atractivo *Sería una locura estar enamorado* pero así fue, compartían sus locas travesías y una que otra experiencia, se volvieron muy cercanos y paso lo que nunca pensó, Ese Evan era todo fuego y le gusto mucho; eh justo ahí que ambos se hicieron novios; y como Rafael era buen consentidor, decidió ir con Evan hacia un pueblo, ya que él insistía con aquello…
?Descripción fisica
Un chico de 1.75 de altura,es una perfecta combinación entre una gringa y un latino, tes algo blanca, al estilo bronceado, delgado pero atlético debido a que hace deporte, cabello azabache y alborotado y poseedor de ojos color miel claros, tiene un pequeño y sexy lunar debajo del ojo izquierdo, asi como perforaciones y pirsin en sus orejas y uno a nivel de su ceja, tiene un tatuaje de una estrella en el hombro izquierdo y en su omoplato tiene un cicatriz de la bala.
Suele usar, unos pantalones jeans o bermudas, con su camiseta, su chaqueta con capucha y su correa con broche en forma de estrella, unos botines, bien aveces usa una bufanda pero solo para el frio.
Cute expresion
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?Miedos:
-Que muera su padre o Evan , teme de perderlos, se sentiría muy solo sin ellos.
- Las serpientes y Armas de gran calibre (metralladores)
- Su madre y chicas locas
-Ir nuevamente la Quirofano
?Extras
Le gusta:
+ Empresas
+ Entretenimiento ( commis, videojuegos, etc)
+ Ejercicio y el Basket ball
+ El chocolate , las manzanas y bananas y todo de starbuck
+ Gente con actitud y Evan
+Fumarse un buen cigarrillo
+Las mascotas, más que todo los gatos
+Sexo y poco alcohol
No le gusta:
-Zanahorias
-No Poder terminar lo que se propone
-Enfermarse
-Ser interrumpido
-Aislamiento
-Ignorar sus necesidades
-Pruebas -Fallidas
- Que le digan chucherías
- Las Mujeres tetonas con malas intenciones.
?Lleva una bufanda de color carmín para el frio, asi como su encanto por las chaquetas .
?Tiene pirsin y perforaciones alrededor de su oreja, que o hacen ver cool
? Antes del suceso era heterosexual, pero prefiera no saber mas de mujeres y le es fiel a Evan, con su sexy lunar.
? A pesar que paresca serio, no lo es del todo simplemente se ve aburrido, y suele molestar a evan con comentarios sobre las chicas u otros chicos, para causarle celos. (lol)
? A podido contactar con Nicole Cooper, pero solo por negocios , cuando esta le saca de quicio solo habla de sus falsos pechos para molestarla.
~Silent Hill- En medio de la calle Katz~
-Con varios ingenuos-
-Con varios ingenuos-
Aquellas Vacaciones serian las ultimas que planearías el resto del año, no mas ciudades de misterio, solo isla paradisiacas y recomendadas *Estas tías son de verdad irritantes* trataste de no llegar al tope de tu paciencia, aquel gilipollas se las veria contigo, solo espera que le veas la cara para partírsela.
En fin las tias esas se fueron, y tu intentastes salir, no obstante, Evans, el tan carismático te suplico ir a por esas crías, pueden que estén en peligro, pero quien las mando ir hacia allá, tratastes de hacerle entrar en razón, sin embargo no obtuviste resultados, ya que después de esto se oyeron los gritos de las mujeres esas, sin mas fuiste en dirección de ellos.
Todo paso asi tan rápido, todo aquel grupo se hizo uno solo, y en masa, en serio esto no es un reality show, porque parece, buscaste por todas partes las posibles cámaras,*Maldita la hora que pisaste este sitio*
Ya que, una vez encontrando ala machorra, la tetonas y un tío más , lograron salir y ahora tenian una moto inutil, Evans por otra parte había rebuscado entre mis ropas, sacando el mapa, hiciste una mueca al ver al tío que lo examinaba, te pregunto de donde lo habías sacado y si habías dibujado aquellas marcas, tu pareja solo negó, mientras que la pelinegra había afirmado que fuiste tú quien lo encontraste, es más pensaba en encontrar algún parking para tomar otro vehículo y largarse de ahí, era lo mas razonable.
Aunque el comentario del aquel viejo e hizo pensar, ¿Qué tipo de cosas extrañas había visto?, acaso tuvo que ver algo aquel impulso de venir a este lugar, con lo que está ocurriendo actualmente. No podías encajar ahora todas las piezas, esta historia estaba hecha un desbarajuste, bueno ahora si deseabas escuchar todas las versiones de los demás. Tenías aquel presentimiento de poder unir estas simples casualidades.
Otro muchacho salió del lugar llamando la atención de los presentes, llevaba el torso desnudo y agitaba sus manos, en una de ellas llevaba un libro, este pregunto por el dueño, ¿Qué diablos?* pensaste incrédulo, un mocoso asi en este lugar, y como siempre Evans incorporando todo aquel ser movible al grupo, le lanzaste una mirada penetrante, bueno no podias con ese chico, que se le iba hacer, pero eso si lo castigarías de regreso a casa.
Sin mas te quitastes tu abrigo, ya que tenias tu ramera y tu bufanda, pero eso si se lo intercambiarías por aquel extraño libro, nada de gesto bondadosos ahora.
- Oye mocoso, Aquí tengo un abrigo, y en cuanto ese libro es de este tipo- señalaste al viejo de la barba, que sostenía una parte del mapa, si habias mentido, pero qerias ese libro bajo tu poder y le comentaste al chivato.
– Habías dicho que te topaste con extrañas criaturas ¿no? Quizá ese libro diga más cosas sobre este lugar, en cuanto a las marcas esas ya estaban ahí cuando las encontré junto con un mechón rubio – dijiste y después poner al frente de todos, Santo cielo, en serio después de esto quizá le cobraras a todos, si es que salen vivos claro está .
-A ver Gente
- Quizá esto no sea coincidencia, asi que si alguno de ustedes haya encontrado algún objeto extraño o visto algo, compártalo, puede que nos ayude a salir y resolver de una puta vez lo que sucede en este lugar. Hablen de una buena vez.- colocaste tus manos en ambas caderas esperando rápidamente una recolección de datos.
Y antes que hablara alguien – Si están de acuerdo en encontrar algún vehículo para movilizarnos todos, no estaría mal ir hacia el parking y solo quizás podemos irnos.- en toda tu vida pensaste hacer algo así, pero si era necesario lo harías.
off: regrese bitchs
Bianchi- Roler
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Alexis se rió ante el intento de lucirse del patético hombre del hacha, al parecer era un genio de la mecánica, ¿Tenía idea de con quien estaba hablando? le dio la espalda mientras metía las llaves al bolsillo de su pantalón, esa moto significaba mucho para ella, no iba a soltarle las llaves a cualquier idiota que creyera saber lo que hacía.
Alexis escuchó con los brazos cruzados las historias y opiniones de todos los presentes y rodó los ojos cuando estos empezaron a dialogar de más. Uno de los homosexuales que habían irrumpido en su habitación se las dio de líder, dando órdenes e instrucciones a todos, pero vaya, no era el momento para quejarse de cosas tan triviales.
-¿En qué te basas para decir que las marcas rojas son cosas que deberíamos evadir? ¿Videojuegos? Ahórrate tus comentarios, nerd. Posiblemente el mapa perteneció a alguien antes y simplemente circuló los lugares que tenía que visitar… O que ya había visitado. –
Negó con la cabeza burlándose del triste intento del pelinegro de lucirse como capitán del grupo y luego dirigió la mirada a la morena que tenía como compañera hace un momento.
-Nicole.- le llamó por su nombre –Soy Alex, Alexis. Te escuché la primera vez pero no tuve la oportunidad de responderte por estorbos y distracciones.- suspiró y se frotó la frente para dispersar un poco el estrés que, de seguir así, la haría perder la cordura.
-Excelente, no se diga más, caminemos hasta el estacionamiento antes de que uno de esos deformes nos encuentre, tomemos un vehículo y salgamos de aquí, mientras más rápido nos movamos, menos tiempo tendremos que pasar juntos ¿Eh? Todos felices.- Concluyó y sacudió la ceniza que empezaba a acumularse en sus hombros. Empezó a caminar hacia atrás observando al grupo que de un momento a otro, se había hecho más grande.
En fin, se dio la vuelta y empezó a caminar más rápidamente, casi trotando, tenía mucha prisa por salir de ahí y le importaba poco si le seguían o no.
Koga- Roler
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Re: ◊ Silent Hill ◊ [Rol]
Adivinen quién volvió a escribir, mis bellas criaturitas ♥
ACTUALIZACIÓN
La niebla se cernía sobre los presentes como un fantasmagórico manto, aquella molesta ceniza pronto todo lo cubría y creaba pequeños montículos grisáceos en las esquinas de las calles y a los lados de los edificios como si fuese nieve. Una fresca brisa se alzó en el aire moviendo ligeramente el largo cabello de algunas muchachas y jóvenes. Era hora de continuar, los misterios de Silent Hill no iban a resolverse por sí solos. Probablemente no todos estaban de acuerdo pero no había una mejor idea por el momento, por lo que a fin de cuentas accedieron a continuar con la travesía dirigiéndose al estacionamiento saliendo así de la ya conocida calle Katz para adentrarse en la Munson St.
Se encontraba a dos calles de distancia, no era un largo recorrido pero sí peligroso. La densa neblina poco dejaba ver a la distancia. A la distancia se podían oír con claridad los lamentos de dolor de algunos seres junto con su irregular caminar, un tétrico tap tap tap y arrastres de pies que conformaban un horrido ritmo.
El corazón de los presentes comenzó a acelerarse mientras avanzaban ante lo desconocido, casi parecía que aquellos seres, fuesen lo que fuesen, estaban cada vez más… y más cerca. Apunto de devorarlos, de torturarlos… de quitarles sus miserables vidas. Porque así eran todos lo que entraban en Silent Hill, escorias de la humanidad. Simplemente deshechos.
La humedad en el ambiente iba en aumento provocando que varias brillantes gotas de sudor aparecieran en las frentes de los jóvenes, probablemente debido a que se encontraban cada vez más cerca del Lago Toluca, probablemente era un fenómeno climático del pueblo… o probablemente… era el acechante miedo.
Iban poco más de la mitad del camino cuando -Muchachos… esperen- se alzó la voz de Cecil llamando la atención de todo aquel que quisiera brindársela. –No me siento bien- casi pudo oírse el exasperado suspiro de algunos y el girar de ojos de otros. Él pudo notarlo, notar la falta de interés de varios y aquello le asqueó hasta la médula -¿Piensan dejarme verdad?- preguntó con desconfianza al mismo tiempo que arrugaba el ceño, todo era producto del pueblo, una vez que alguien entra allí su mente comienza a consumirse, en algunos más rápidamente que en otros, pero al final a todos les llega. Algunos intercambiaron miradas entre sí, probablemente alguien quiso responderle con un: “Te equivocas, sigue caminando” pero el rubio ya no estaba de ánimos para seguir escuchando, sin ánimos de continuar en aquel lugar. Retrocedió un paso, luego otro… y unos cuantos más. Rodeó su cuerpo con sus propios brazos en una suerte de abrazo, acariciando frenéticamente sus extremidades y así fue como pronto, lo perdieron de vista entre la espesa niebla al mismo tiempo que escuchaban de su boca salir repetidamente la palabra –Mienten-.
Evan se adelantó en el grupo, queriendo recuperar a Cecil y hacerlo regresar al grupo. Pero no estaba en las cercanías, era como si se hubiese desvanecido, pero a lo mejor seguía retrocediendo, alejándose más y más, rápidamente, como si quisiera escapar de lo inevitable y del grupo de muchachos. Varios lo llamaron en un vano intento de que regresara, pero no lo hizo. Cecil no quería regresar y no iba a hacerlo… jamás. Porque era débil, una persona que desde el principio se sintió sola y abandonada. Alguien que perdió rápidamente las esperanzas a ver el cruel panorama que le rodeaba. Sin mucho más que hacer, tristemente Evan propuso que reanudaran la marcha ya que (no hacía falta decirlo) pero volver en sus pasos para buscar a alguien perdido en una bruma que caía como una cortina delante de todos, era prácticamente un suicidio.
Esquivaron al menos 3 de aquellos horribles Armless Man, un ser sin brazos, carente de rostro, poseedor de una supurante abertura en el pecho y endeble caminar que hasta el momento solamente Shawn había podido observar de cerca. No fue difícil rodearlos, eran lentos, y mientras más silenciosos se comportaran todos, más fácil era pasar inadvertidos.
Finalmente llegaron a Nathan Av. Cruzaron la calle y ahí, sumido en un aura de aparente paz y tranquilidad se encontraba el Parking. Era un espacio pavimentado no muy grande, tenía la capacidad de tener estacionado 6 autos y un pequeño lugar para aparcar las motocicletas o bicicletas. A pesar de tener aquella capacidad, la mayoría de los espacios estaban vacios, tan solo, dentro de los límites de las rayas blancas que demarcaban los estacionamientos se encontraban: Un automóvil viejo, más precisamente un Chevy modelo 90’ con su pintura verde musgo descascarada por el tiempo, además de poseer alguna que otra abolladura a los lados y capó. Y no muy lejos de su posición una motocicleta (también en deplorables condiciones) que al parecer le pertenecía a algún repartidor de pizza. En uno de los bordes se encontraba una pequeña cabina telefónica, la cual tenía el teléfono descolgado y balanceándose de un lado a otro pendiendo del cordón.
El suave tarareo de una canción comenzó a flotar en el aire, provenía de la cercana entrada al parque, aquella que estaba justo a la derecha del estacionamiento. Llegó a los oídos de los presentes como una serpiente encantada atrapando su atención brevemente. ¿Por qué alguien estaría cantando en un momento como ese? Y mucho más importante… ¿Quién era? ¿Qué iba a hacer el grupo ahora? ¿Investigar los vehículos? ¿Entrar al parque?
∞∞●∞∞●∞∞●∞∞
- Recordatorio del mapa:
- Recordatorio de objetos:
♦ Recuerden que poseen capacidad limitada para llevar cosas.
♦ No más de 5 objetos a la vez si son pequeños/medianos. (o Slots, como quieran decirle). Cuando sean de un tamaño mayor, yo ♦ se los haré saber y tendran que hacer elecciones al respecto.
A partir de ahora deberán pensar bien que llevar y que tirar.
Demian:
-Pistola 9mm negra con 3 balas.
-Libro que solo sirve para su autismo (?)
Andrew:
-Mochila con 4 latas de gaseosa.
Nicole:
-Bolso de señora con: Papeles importantes, dinero, suplementos vitamínicos, etc.
-El más alto y puntiagudo de sus tacones.
-Linterna pequeña.
Alexis:
-Cuchillo de cocina.
Scarlette:
-Nada.
Shawn:
-Hacha.
Michael:
-Libro “Bestiario”.
Evan:
-Nada.
Rafael:
-Lámpara de mesa/Velador.
-Mapa de la ciudad.
Rol off: Gracias a Tham por avisarme de la lista de objetos que estaba toda mal *suda* ♥
Nanix01- Roler
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Calle Katz // Direccion al estacionamiento // En el Parking de la Av. Nathan |
Obviamente este jodido clima no me estaba ayudando. Un pelinegro sugerió ir a una tienda, el pueblo era grande y tendría que haber prendas. Obvio.
Solo que para cuando eso quizás ya me haya congelado.
Bufé con molestia y escuché a quien probablemente luego le rompería la cara y los dientes por llamarme mocoso.
El tipo me prestó una un abrigo y me lo coloqué de una manera rápida y desesperada. Las cenizas estaban aumentando y causaban escalofríos en mis expuestos hombros. Este chico declaró que el libro era de el fulanito don mandon intimidante, y como no me caía bien el tipo
-En realidad nadie de aquí me cae bien-
Bueno en fin, me quedé con el libro guardandolo en mi bolsillo.
– Habías dicho que te topaste con extrañas criaturas ¿no? Quizá ese libro diga más cosas sobre este lugar, en cuanto a las marcas esas ya estaban ahí cuando las encontré junto con un mechón rubio –
Esa frase hizo que mirara de manera fija y profunda al muchachito este. ¿Era acaso una broma? ¿criaturas extrañas? Mejor dicho se habrá inhalado el humo del lugar y alucinaba.
De cualquier modo, e ignorando todo lo demás que se salió de la boca de esta gente, nos dirigimos a un dichoso estacionamiento. La neblina se había hecho demasiado densa y ya no se veía absolutamente nada. Se sentía un aire demasiado tenso, era como si todo el lugar gritara peligro y cada sentido mío de eso y gritaba peligro. Admito que me estaba poniendo algo inquieto.
-Muchachos… esperen-
La voz me hizo nausea, revolví mis ojos y me giré para ver al cobarde, y me sobresalté con su apariencia. Se abrazaba y retrocedía, y aunque dejamos claro que no lo dejaríamos este fue retrocediendo más, alegando que mentíamos y desapareció. Un chico intentó detenerlo y ya no lo encontró.
Suspiré -Si quiere suicidarse, bien, adelante- pensé yo.
Me giré y todos continuamos caminando. En el camino evitamos seres, que para mi desesperada tranquilidad, eran inexplicables
-¿No habia visto esta cara en el libro?- Pensé. Saqué el libro de mi bolsillo en el momento que llegamos.
Había una camioneta y una motocicleta en el mismo deprimente y asqueoso estado que el del hotel.
-¿Que demonios es ese canto?- me quejó con la voz irritada en voz alta. Por que sí.
Alguien estaba cantando.
Off: Santa madre que casi la cago y edito el post anterior ajska
Ahí lo tienen <3 he vuelto amores.
Thama- Moderador
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-Linterna pequeña. > Se la dio a Alexis
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-¿Alguien podría explicarme que pasa?¿Qué pasó?- A pesar de que la morena intento idear un plan parecía que había gente todavía demasiado desubicada que no comprendía la situación — Si hay algo de lo que estoy completamente segura es que NO QUIERO saber que esta pasando. — Nicole soltó un suspiro cansado, su prioridad en esos momentos era irse lo mas rápido posible y no averiguar cosas tontas como de quien es un libro sobre monstruos.
Pff.
La atención recayó de nuevo en el mapa y la conversación giro de una manera tan dramática que a la Cooper se le revolvió el estomago ¿criaturas? ¿victimas de algo macabro? hell to the no - Quizá esto no sea coincidencia, asi que si alguno de ustedes haya encontrado algún objeto extraño o visto algo, compártalo, puede que nos ayude a salir y resolver de una puta vez lo que sucede en este lugar. Hablen de una buena vez.- Si no fuese porque luego de tantas patrañas salio a flote de nuevo la idea del ir al estacionamiento en busca de un vehículo seguramente a Nicole se le habrían quemado todas sus neuronas por el enredo tan gigante que se estaba formando, en algún momento había aprovechado para presentarse con quienes aun no sabían quien era Nicole Amelia Cooper.
Pero entre tanta brutalidad masculina, una brillante luz rubia se hizo notar dándole la merecida lección al compulsivo jugador de videojuegos sobre no mezclar realidad con fantasía; Nicole se sintió mas tranquila al saber que al menos Alexis estaba cuerda, la morena no dudo ni un segundo en seguirla cuando la vio alejarse del grupo.
El cambio climático le estaba destruyendo al salud, Nicole estaba 100% segura de que necesitaría un nuevo tratamiento capilar luego de que su cabello se enfrentara esa humedad y cenizas; pensar en cosas completamente superficiales le ayudaba a ignorar el hecho de que su mano temblaba un poco mientras alumbraba la vía con su linterna por los desconocidos sonidos de su alrededor...
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Cooper se sentía totalmente frustrada por la perdida de Cecil, no comprendía como demonios alguien prefería cometer el suicidio de quedarse en aquel pueblo luego de las cosas terriblemente extrañas que estaban ocurriendo, de por si, se tomaron la molestia de buscarle y perder valiosos minutos que pudieron haber gastado yéndose de ese sitio... pero nada... el rubio desapareció entre la neblina...
El camino hacia el parqueadero se hacia eterno y por poco estuvieron a punto de cruzarse con cosas extrañas, el panorama dentro del mismo era honestamente decepcionante: un Chevy y una motocicleta carcomidos por la vejez — Bien, peor es nada. — Comento la muchacha que sin lugar a dudas se habria enfocado en encontrar una manera de encender ese Chevy si, primero: supiese de mecánica; y segundo: si el quejumbroso ex-descamisado no le hubiese hecho notar que alguien estaba cantando feliz y despreocupadamente a la distancia— Por decisión unánime estoy segura de que ninguno se asomara cerca del parque, no soy una mujer pesimista pero solo un maníaco podría cantar tan tranquilamente con todo esto que ocurre. — Ya que, Alexis y el sujeto mas masculino del grupo(?) eran quienes parecían tener conocimiento sobre mecánica Nicole vio mas conveniente entregarle a la rubia su linterna para que le sirviese de ayuda mientras revisaban los vehículos.
— Veré si tenemos la suerte de que esa cabina telefónica funcione, si algo sucede, por favor asegúrense de buscarme que no estoy tan loca como para meterme a ese pueblo yo sola de nuevo... pero definitivamente alguien debería acompañarme... solo para vigilar mejor el lugar desde otro punto.— Agrego la morena, si algo pasaba al menos no estaría sola y dejo que cualquier otro inútil con respecto a la mecánica le siguiese para hacerle compañía.
Aunque se sentía terriblemente incrédula por pensar que ese teléfono funcionaria... no podía evitar sentir esa pequeña esperanza de que en realidad les sirva y pudiese avisar a una patrulla para que viniese por ellos para sacarlos de ese infierno.
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El tiempo parecía no transcurrir, los pasos de ella y compañía hacían eco rebotando en las paredes de los edificios que les rodeaban. Alexis limpió el sudor de su frente con la manga de su chaqueta y accidentalmente dejó un rastro de ceniza por su mejilla, cosa que le alteró y le hizo pasar ambas manos por su cara con mucha más desesperación. Su paciencia tenía un límite que se había sobrepasado hace ya bastantes horas.
La rubia hacía el más grande de los intentos por ignorar los gruñidos y arrastres de las criaturas que merodeaban a las cercanías, si había algo que quería evitar, era tener que encarar a otro de esos adefesios de nuevo.
-Muchachos… esperen-
La muchacha se giró con la intención de encontrarse con un descubrimiento importante, pero giró sus ojos al darse cuenta que se trataba del excéntrico idiota del grupo tratando de llamar la atención.
-¿Piensan dejarme verdad?-
Alexis entrecerró los ojos y puso su mejor cara de "No jodas", no dijo nada, esperó que alguien se apresurara en arreglar la situación para que pudiesen continuar con su marcha, siendo sincera, le importaba poco si el sujeto decidía seguir con ellos o no, no le conocía y no le interesaba hacerlo ¿Qué mas daba?
La situación pareció concluir en Cecil abandonando el grupo, sintiéndose traicionado ¿Por quién? ¿Porqué? Quién sabe. A pesar de que el homosexual mayor fue en su búsqueda la espesa niebla hizo que resultara imposible encontrarle y, sin nada más que hacer, sugirió seguir con la ruta inicial, por favor y gracias.
La caminata no continuó por mucho más dado que les faltaban apenas unos metros para llegar. El panorama no les dio mucha esperanza, todo se veía igual o más muerto que el resto del pueblo.
-¿Que demonios es ese canto?-
-¿Por qué no vas y lo averiguas campeón? Nosotros estaremos aquí, viendo que encontramos - le sugirió y le dio una palmadita en el hombro al curiosillo. Nicole tenía razón, tenía que fallarle algo a tu sistema si creías adecuado ponerte a cantar cuando los deformes merodeaban por ahí. Pero ella no sería la que iría en busca de respuestas, al menos no las del canto misterioso.
Alexis se puso una mano en la cintura mientras le daba un vistazo rápido desde su posición al chevy y arqueó una ceja al notar cómo Nicole le alcanzaba una linterna -Gracias nena- le guiñó un ojo y sonrió de lado, le hacía gracia que se la diese a ella y no a cualquier otro "hombre" de la manada, era entendible por la mayoría pero ¿Ni siquiera al oso del hacha? ¿O es que quería que la acompañara a la cabina donde podrían tener un momento? Vaya, esa mujer no perdía el tiempo, y había que admitir que sus gustos no estaban tan mal.
-Deberías acompañarla.- sugirió a Shawn sin hacer contacto visual directo con él y sin esperar una respuesta. Se dirigió al Chevy y golpeó el capo con suavidad, cosa que lo hizo abrirse, sin llave, sin siquiera abrir el automóvil (lo cual no daba mucha fe sobre el buen estado del vehículo). La rebelde encendió la linterna y alumbró el motor, era un desastre. No había manera de reparar esa porquería, era prácticamente basura.
-Por supuesto- se dijo a si misma y dejó caer el capo, cosa que levantó polvo y ceniza al por mayor. Alexis suspiró y bajó los hombros depositando su última pizca de esperanza en la motocicleta de tres dólares que estaba estacionada justo adelante.
Se acercó al vehículo y le sacudió el polvo, los medidores de kilometraje estaban rotos, la bomba de gasolina perforada y ni hablar del sistema de frenado, era un caso perdido.
-Dime que al menos tienes pizza.-chistó los dientes e intentó que la decepción no la consumiera mientras alumbraba el interior del pequeño contenedor que solían tener esas motocicletas, solo para ver si encontraba algo de utilidad.
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⊱ Nathan Av. → Parking → Hacia la cabina telefónica ⊰
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Aquello ya era demasiado surrealista. ¿Por qué tenía que estar aguantando todo eso? Estaba con un grupo de gente que no tenía ni idea de quiénes eran, además de que el lugar no ayudaba para nada a que el humor de Shawn mejorara. ¿No había visto una mierda deforme hacía un rato? Y una tipa rara hablando. Eso era demasiado. Para colmo, ahora tenía que estar discutiendo con un par de criajos y unas mujeres sobre unas pintaditas que había en un mapa. “Aquello estaba así cuando llegaron”, decían. Bueno, ¿qué más daba? Al menos, después de escuchar a todos se dio cuenta de que estaban en una situación parecida. ¿Pero tendría que lidiar con esa gente para salir de allí? Oh, y ahora venía un salvaje sin camiseta por ahí. Lo que le faltaba por ver.
Dejó escapar un suspiro y frotó levemente su propio cuello, en gesto de molestia por aquella situación. Sin embargo volvió a prestar atención al grupo cuando uno de los mariquitas que había allí le estaba diciendo que el mismo Shawn era propietario de un libro de… ¿qué?
– Eh, no sé de qué me verás cara, pero esa mierda no es mía. ¿Para qué querría yo un libro de bestias? Bastante tengo con las que hay que ver aquí ahora. —Echó una rápida mirada a ambos chicos, junto al otro autista que vestía… como vestía, y el que vestía a medias. ¿Para qué demonios estaba intentando cargarle el libro a Shawn? ¿Es que nadie estaba bien de la cabeza allí? Aunque…
– ¡Menos mal! Alguien con sentido común. Esto no es un puto juego, y me niego a ser liderado por un niñato como él. —Espetó al escuchar el comentario de la rubia que lo ignoró hacía unos instantes, pero eso le importaba una mierda ahora, realmente. Había interpretaciones e interpretaciones de lo que podían significar las señales de un mapa, ¿pero era lógico pensar así? Claro, no dejan de ser señalizaciones, pero el amigo se pensaba que estaba metido en alguna mierda de juego que venden para esos cacharros que producen epilepsia. Así estaba el pobre. De todos modos volvió a dirigirse al grupo cuando mencionaron otro plan genial— Eh, hacer un puente para arrancar un coche es fácil. El problema es que no explote al encenderlo porque el depósito esté lleno de mierda, que con el aspecto que tiene esta ciudad y lo asqueroso que está todo no me extrañaría. —No, no estaba siendo pesimista. ¿Realmente habría algún vehículo que pudiera funcionar? Con ver cómo se encontraban por fuera… casi que podía prever cómo se encontrarían por dentro— De todos modos, por echar un vistazo no se pierde nada. Sigue siendo mejor que quedarse aquí parado como subnormal. —Finalizó, dando un golpe seco con el hacha en el suelo y apoyándose seguidamente sobre el palo de la misma.
Una vez terminaron de discutir sobre estupideces, todos decidieron ponerse en marcha hacia dicho estacionamiento de vehículos. Tuvieron que parar a la mitad del camino porque una de las “niñas” estaba montando un numerito o algo así. Desapareció de la nada, pero él no iba a detenerse para ir a buscar a alguien que prefería abandonarse a sí mismo en un lugar tan horrible. Era su vida, ya si tan poco la valoraba, allá él. Así que tras un vago intento de búsqueda por parte de uno de los chicos del grupo, continuaron hasta que llegaron al Parking.
– Esto no es que se vea muy confiable. —Comentó al ver la moto y el coche que había en el estacionamiento. Iba a dirigirse a echar un vistazo a dichos vehículos cuando de algún modo se dio por aludido cuando la rubia habló—No creo que sea una buena idea separarse en un lugar lleno de engendros con retraso, pero como aquí todos hacen lo que les da la gana… —Dirigió la mirada a la chica de cabello negro, y se acercó a ella para acompañarla— Vamos. Dudo mucho que algo de allí funcione, pero por probar no se pierde nada. —Accedió a la petición de la otra con facilidad. Realmente no le gustaba recibir órdenes de nadie, y mucho menos de una desconocida, pero pensando fríamente y dejando que sus instintos de bombero salieran durante media décima de segundo, no iba a dejar que esa mujer se adentrara en un lugar peligroso ella sola. A saber lo que podía llegar a encontrarse. Por lo que sin detenerse mucho más, encaminó la marcha hacia la cabina.
Dejó escapar un suspiro y frotó levemente su propio cuello, en gesto de molestia por aquella situación. Sin embargo volvió a prestar atención al grupo cuando uno de los mariquitas que había allí le estaba diciendo que el mismo Shawn era propietario de un libro de… ¿qué?
– Eh, no sé de qué me verás cara, pero esa mierda no es mía. ¿Para qué querría yo un libro de bestias? Bastante tengo con las que hay que ver aquí ahora. —Echó una rápida mirada a ambos chicos, junto al otro autista que vestía… como vestía, y el que vestía a medias. ¿Para qué demonios estaba intentando cargarle el libro a Shawn? ¿Es que nadie estaba bien de la cabeza allí? Aunque…
– ¡Menos mal! Alguien con sentido común. Esto no es un puto juego, y me niego a ser liderado por un niñato como él. —Espetó al escuchar el comentario de la rubia que lo ignoró hacía unos instantes, pero eso le importaba una mierda ahora, realmente. Había interpretaciones e interpretaciones de lo que podían significar las señales de un mapa, ¿pero era lógico pensar así? Claro, no dejan de ser señalizaciones, pero el amigo se pensaba que estaba metido en alguna mierda de juego que venden para esos cacharros que producen epilepsia. Así estaba el pobre. De todos modos volvió a dirigirse al grupo cuando mencionaron otro plan genial— Eh, hacer un puente para arrancar un coche es fácil. El problema es que no explote al encenderlo porque el depósito esté lleno de mierda, que con el aspecto que tiene esta ciudad y lo asqueroso que está todo no me extrañaría. —No, no estaba siendo pesimista. ¿Realmente habría algún vehículo que pudiera funcionar? Con ver cómo se encontraban por fuera… casi que podía prever cómo se encontrarían por dentro— De todos modos, por echar un vistazo no se pierde nada. Sigue siendo mejor que quedarse aquí parado como subnormal. —Finalizó, dando un golpe seco con el hacha en el suelo y apoyándose seguidamente sobre el palo de la misma.
Una vez terminaron de discutir sobre estupideces, todos decidieron ponerse en marcha hacia dicho estacionamiento de vehículos. Tuvieron que parar a la mitad del camino porque una de las “niñas” estaba montando un numerito o algo así. Desapareció de la nada, pero él no iba a detenerse para ir a buscar a alguien que prefería abandonarse a sí mismo en un lugar tan horrible. Era su vida, ya si tan poco la valoraba, allá él. Así que tras un vago intento de búsqueda por parte de uno de los chicos del grupo, continuaron hasta que llegaron al Parking.
– Esto no es que se vea muy confiable. —Comentó al ver la moto y el coche que había en el estacionamiento. Iba a dirigirse a echar un vistazo a dichos vehículos cuando de algún modo se dio por aludido cuando la rubia habló—No creo que sea una buena idea separarse en un lugar lleno de engendros con retraso, pero como aquí todos hacen lo que les da la gana… —Dirigió la mirada a la chica de cabello negro, y se acercó a ella para acompañarla— Vamos. Dudo mucho que algo de allí funcione, pero por probar no se pierde nada. —Accedió a la petición de la otra con facilidad. Realmente no le gustaba recibir órdenes de nadie, y mucho menos de una desconocida, pero pensando fríamente y dejando que sus instintos de bombero salieran durante media décima de segundo, no iba a dejar que esa mujer se adentrara en un lugar peligroso ella sola. A saber lo que podía llegar a encontrarse. Por lo que sin detenerse mucho más, encaminó la marcha hacia la cabina.
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#b01313
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『 Con un montón de repugnantes individuos y putas. 』
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Aún analizaba con detenimiento el alto del despeñadero, cuestionándome el si saltar y acabar de una vez por todas con mi penuria o sencillamente permanecer allí…Eres una fiasco en la toma de decisiones, siempre lo has sido.
Entonces, sentí con claridad algo posarse sobre mi hombro; me aparté de manera casi instantánea, a la par que, ofuscada, me daba la vuelta para reunirme con el causante de mi revuelo.
—No, deberías quedarte con los pies en la tierra, ya somos muy pocos aquí para que además se te ocurra quitarte de en medio —fruncí el entrecejo, no esperaba hallarme con un maricón con pinta de bartender.
—Apártate de mi vista —carraspeé mientras le miraba con profundo desdén para después alejarme de allí lo más rápido que me fue ejecutable.
"Qué asco…" sujeté con aversión mi hombro en el punto donde éste me había sujetado; aquella repulsiva sensación había permanecido.
Sin pensármelo, enterré impetuosamente mis uñas en la carne de la zona donde aquél vomitivo ser había creído era buena idea posar su asquerosa mano.
Me bastó con seguir el barullo que insistía en provocar el grupo de imbéciles con el cual el destino por desgracia me había unido para hallarlos nuevamente en tan sólo cuestión de minutos, no pudo extrañarme menos el llegar y encontrarme con que discutían sobre banalidades.Un estúpido libro.
Un exhibicionista estúpido.
Presentaciones estúpidas.
Todos ustedes son un montón de estúpidos.
Me dan asco.
P̖̖͕ͪ̆̊́ͯú͈̱̟̐̊͝d̞̠̃ͧ̒r̓̃̀a͚̤͖̯͙ͪͮ͛̎͜ṉ̮͙̟s̶̯̣ͦͅe̤̝̤̞̘̹̬͌͋̅̆͊̂̆.̦̘̼͍̥̒̔͛ͬͭ͜͠
Mordisqueaba con reiteración la parte superior de mi pulgar mientras aguardaba a que éstos finalmente cesaran el superfluo diálogo y decidieran acarrear sus inútiles cuerpos fuera del sitio donde ahora nos hallábamos varados.
Una vez que la bandada de malogrados se dispuso a ponerse en marcha, les seguí conservando la distancia idónea para que no se me encolaran las alimañas que seguramente todos portaban.
Detuvimos momentáneamente el trayecto porque uno de los subnormales decidió pararse a montar una escena de lo más deplorable que concluyó con él desvaneciéndose entre la espesa bruma.Patético.
No sabía con exactitud si mi mente intentaba jugarme una mala pasada, pero juraba ver siluetas indefinidas paséandose a través de la niebla, y eso para nada secundaba al hecho de que mis nervios se acrecentaban a cada minuto que pasábamos inmersos en aquel oscuro tramo.…
El panorama que ofrecía el estacionamiento no lucía más alentador que cualquier otro sitio en el cual no hubiéramos estado ya, pero de igual forma todos los deficientes se dispusieron a efectuar labores que suponía no servirían ni en lo más mínimo a final de cuentas, dado que allí todo se veía por demás obsoleto.
Sin más, me senté en el suelo y quitándome las gafas para retirar el exceso de ceniza y demás impurezas que empezaban a entorpecer mi visión, bisbiseé algo que esperaba nadie más hubiese oído: "vamos a morir."
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