║School of the Dead║ V12.5

Sasha no dejaba de molestarme susurrándome cosas “Atrevidas” cuando vio que el chico acepto mi ayuda en llevarlo a la sala de profesores, personas que al menos saben lo que significa un diario privado de una amiga. Aun a pesar, ella parecía estar más entusiasmada que yo ¿Qué cosas le pasan por la cabeza a esa chica?
- Vamos, entre más pronto me aleje de aquí, mejor me sentiré conmigo misma – mis compañeras no tardaron en despedirse de mi nuevo acompañante  cuando se él se despidió de ellas ¡Cielos! Nunca más dejare que pasen a mis aposentos cuando tengo que ir de compras a la farmacia.

- Vaya... vaya sorpresas que nos trae la vida. – me comento al alejarnos del grupo aquel
- Si, coincidencias de la vida o a veces el mundo es muy pequeño, más de lo que imaginamos ¿No? – Respondí con el mismo tono que el uso conmigo, un grado de simpatía se añadió incluso en mis actuares.

Ya adentrándonos en los pasillos desolados del instituto trate de iniciar alguna conversa, el silencio después de un encuentro inesperado y ver que no eres el único sorprendido en el asunto se hace… un tanto incomodo. Posicione mis manos por detrás de mí inclinándome hacia adelante mientras le miraba con una sonrisa amistosa
- Y… ¿Cómo te ha ido? ¿Todo ha estado bien? – entre su respuesta, otro encuentro inesperado me provoco caer al piso con una estudiante quien choco contra mi cuerpo de manera brusca
- ¡M-Misha! ¿Qué haces aquí y… mojada? - tan pronto como mis ojos alcanzaron a definirla, note que no tan solo estaba toda mojada, al parecer estaba apurada y con la respiración entre cortada. Se levanto de golpe y tan pronto comenzó a hablar, su timidez se adueño de ella como era de costumbre
- L-lo siento, yo… yo… - junto todas sus cosas; papeles y unas lapiceras y se lanzo a correr nuevamente por los pasillos, quién sabe a dónde con tal velocidad
- Ay, perdona su extraño comportamiento – mire a Kiyoshi aun sentada en el suelo, un tanto mojada en la parte adelantera de mi uniforme y con la falda sucia por el sucio suelo, aunque yo no le tomaba mucha importancia… por el momento, ya me avergonzaría luego por estar usando una falda un tanto corta – Ella siempre es así, tímida y de un trato muy… difícil. Aunque me pregunto ¿A dónde irá con tanta prisa? Esa parte es muy inusual en ella – delimite un tiempo para observarme a mí misma, después de esto odiaría pisar lodo con temor de quedar así de sucia nuevamente.


Ante la amabilidad y atención de la joven dirigidos hacia sus estudios, incito una sonrisa al profesor de manera sincera, acto que vio reflejado en uno de sus estudiantes pasados, llego su imagen a su cabeza escuchando su voz en ese momento. Cediendo ante la ilusión y extrañeza, Anthony respondió a su joven estudiante

- Es agradable ver su gran interés en sus estudios, pero me temo que las clases serán previamente anunciadas como suspendidas dentro de poco. A no ser que se calme un poco todo este alboroto, esa solución parece ser inminente.  – Se acerco a Lil dejando en sus manos una partitura de estudio – Si desea adelantar trabajo, puede analizar la composición de esta sencilla obra para tocar una corta y rítmica melodía en el piano y traer sus apuntes en la siguiente clase. – Sin más que decir, el profesor se retiro del salón dirigiéndose con sus cosas en mano a la sala de profesores.


Maldito juego de cartas ¿Cómo puedo perder jugando solitario tres veces seguidas? Es claro que necesito una vida. Sin querer darme el lujo de perder nuevamente con mi propia torpeza, guarde los naipes bruscamente en un pequeño compartimiento en mi bolso; luego me acomode en mi pupitre dejando caer los recuerdos sobre mi mente. La chica de la hermosa cabellera rubia no dejaba mis pensamientos tranquilos, su cierto apodo para definirme me avergonzaba pero solo pasar su nombre por mi mente instaba que, al volver a encontrarla, iba a tener la esperanza de hacerlo mejor la próxima vez, ni que comer crema de papas sin manchar el saco fuera imposible

- Hola Kanade… ¿Sabes si todos los rumores son ciertos? – Producto de estar enganchado en tus propias fantasías, desperté un tanto sorprendido
- ¡No me asustes de tal manera! ¿Quieres que me de un infarto? – Deje escapar una gran cantidad de aire – Y no, no tengo idea si es que son ciertos, lo único que sé es que estoy perdiendo la poca paciencia en estos momentos jugando solitario sin nada que hacer – Me levante de mi pupitre y me dispuse a caminar derecho a la puerta del salón dispuesto a ir en busca de respuestas si es que la salida estaba disponible para huir de este desesperante lugar de estudios.



The Journal of a Murderer
Todo iba bastante bien en el plan ¿Qué fue lo que falló? Confiarme demasiado en que todo iba perfectamente bien, tenía que aparecer y arruinarlo todo. Tengo que vigilar cuidadosamente los siguientes pasos…





Tan pronto como los minutos se aprovecharon de la situación, no paso inadvertida la gran ausencia de los profesores y de la misma directora. Cosa bastante rara para algunos ¿Tanto una broma podía sujetar la mano de la autoridad del Instituto dejando descuidado a sus alumnos a cargo? Ni modo, a algunos les empezó a agotar la paciencia de esperarlos y decidieron salirse del colegio sin cuidado de ser vistos por alguien mientras otros tenían la esperanza de que volvieran nuevamente, aunque… se dudaba de gran manera.
No obstante, la larga espera por fin dio frutos hacia otro acontecimiento extraño; el salón del comité estudiantil abrió sus puertas dejando casi sola a Sora, la “Víctima de los hechos” y marcada como la “Bromista” por otros alumnos, aun siendo que ciertos rumores hacia los ojos inexpertos al tema era un chico quién había causado el alboroto.
La directora salió con una expresión bastante disgustada del salón dirigiéndose a la sala de maestros que quedaba en el mismo piso que el del comité (Primer piso).

El ambiente parecía haberse calmado un poco luego del suceso tan imprevisto. Salvo para el asesino aun eran momentos de gran preocupación, un error fatal había cometido y temía si alguien fuese capaz de darse cuenta, pero ni con la mente ocupada en ocultar su rostro le iba dar el pase a que alguien lo descubriese.

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Pasillos: Bastantes sucios con mugre y agua, producto de la repentina lluvia pese a ser anunciada por el canal del clima. Dado a las circunstancias, los pasillos comenzaron a inundarse con grupos de alumnos en cada esquina, algunos con sus bolsos convenciendo a otros de irse y otros algunos, solo conversando. ¿A quién te has encontrado en frente? ¿Una pequeña colorina en busca de tu ayuda?

Hidenori Endo se ha encontrado con: Natsune Narusawa, ella te esta pidiendo ayuda con localizar a su novio, Kyoya. Eh incluso te lo ha descrito como un chico bastante atractivo y dulce ¿La ayudas a buscarlo?

Comedor: Con huellas de lodo en ciertos lugares, en otros, residuos de comida ¿Qué nadie cuida su entorno? ¿Cómo serán en sus casas? ¿Así de descuidados incluso con útiles escolares…?

Jin Kashiwabara ha encontrado: ¡Contempla lo que has encontrado! Un fino bolígrafo con las iniciales “M – F” esta a tu alcance ¿Quieres guardarlo?
Eh incluso, percibiste un presepitado ruido no tan lejos en donde te localizas.

Pasillos: Dado a las circunstancias, los pasillos comenzaron a inundarse con grupos de alumnos en cada esquina, algunos con sus bolsos convenciendo a otros de irse y otros algunos corriendo de un lado a otro… ¿A quién te has encontrado y para peor… ah chocado contigo y luego siguió su camino? Un miembro del comité escolar parece tener aprietos.

Kazuo Endo se ha encontrado con: Misha Furuwari, se le han caído unos cuantos papeles cerca de donde estas tu, ¿Quieres seguirla para dejarle las cosas que se le cayeron?

Sección de escaleras que dan al patio posterior: Gracias a la lluvia, estaban empapadas pero limpias. Al pie de la escalera, se encontraban algunos alumnos con paraguas conversando entre sí tranquilamente.

Yukito Mitsuharu se ha encontrado con: Un grupo de alumnos hablando aparentemente acerca del bromista, parece que saben algo ¿Te unes a ellos?




Misha Furuwari: Cerca del comedor, se ha caído a causa del barro del suelo.
Anthony Fellow: Esta por los pasillos, dirigiendose a la sala de maestros.
Sora, la capitana del club de natación: En la sala del comité estudiantil junto a tres miembros del comité.
Kaori Sen: En la sala de maestros

Sala de maestros: Si te colocas cerca del salón (Tu oído trás la puerta) podrás escucharlos hablar de manera muy preocupada, pero sus voces no son entendibles.

Salón del comité estúdiantil: Los tres miembros que se encuentran dentro están hablando entre si cosas sin importancia, mientras que Sora mira a traves de una ventana con un rostro pálido y con signos de preocupación.

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Off-Rol: AL FIN! Luego de tres horas y media escribiendo esto, esta listo para su disfrute (?) Traté de tomar a todos los personajes que me fue posible en esta mini-actualización, sigan investigando si lo desean o interactuando entre si. Para los nuevos, les recomiendo fuertemente leer esta actualización: [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo]

Para que esten al tanto de su salón correspondiente y de los sucesos previos.
Cualquier consulta, por MP o por off-rol al final de su posteo~

Con el estómago satisfecho y luego de haber disfrutado de una interesante charla con una persona nueva me dirigí a aquella cárcel, digo, salón de clases. El timbre que marcaba el cierre de la hora del almuerzo resonó en mis oídos mas no me apure en atender a su llamado. Los chicos y chicas pasaban a mi lado, unos más apurados que otros, cuando me quise dar cuenta ya estaba ahí -Salon 3-C..- Murmuré colocando las manos tras mi cabeza mientras cruzaba la puerta, ya hacía un tiempo que estaba en esta escuela, sin embargo aún me parecía un lugar lleno de cosas desconocidas... muchas, muchas cosas desconocidas que no paraban de hacer que mi curiosidad estallara una y otra vez.

Tome mi respectivo lugar junto a la ventana y di un rápido vistazo al salón, éste ni medio lleno estaba aún, y el profesor no mostraba indicios de que fuese a llegar pronto... así que sin más preámbulos...

Cuando quise ponerme a buscar el mp3 en mis bolsillos una repentino anuncio de parte de uno de los alumnos hizo que se me helara la sangre y quedara completamente inmóvil... Es increíble como un día aparentemente tranquilo puede dar un vuelco tan inesperado, heh.
"El asesino de Marceline"... por alguna razón mi corazón se emociono; esto no es bueno.

Sin poder poner las piezas en su lugar aún en mi cabeza me puse de pie, agarre la patineta y me escabullí entre mis compañeros, con el mismo paso fugaz del que salí de ahí me abrí paso por los angostos pasillos. El piso estaba resbaloso y que decir de todas las personas que estaban a mi alrededor igual o tal vez más desorientadas que yo. No sé qué exactamente debo hacer... ni siquiera a dónde debo ir...

Pero conozco a quien si tiene las respuestas, debo encontrarle... y hablar con él lo más rápido posible.

Al ver la reaccion del morocho dejo escapar uns risita ante aquel comentario, aunque su intencion no fuera haberlo asustado.
- ¡No me asustes de tal manera! ¿Quieres que me de un infarto? – simplement elo mire con una ligera sonrisa, sin embargo este no parecia de buen humor – Y no, no tengo idea si es que son ciertos, lo único que sé es que estoy perdiendo la poca paciencia en estos momentos jugando solitario sin nada que hacer – dijo parandose de su pupitre y saliendo del salon.

-Tsk.. que gruñon..- murmure algo fastidiada por su actitud, pero este no se iria asi nomas, mordi mi labio inferior y me fui tras de él -Oye.. espera...- hasta que al fin lo alcanze tomandolo de la muñeca,-No sabias que es de mala educacion dejar a la persona sola ...Dios.. que caracter..- le dije entre cerrando mis ojos.

-Acaso no te interesa averiguar un poquito de esto...creo saber a donde ir para resolver mi duda..- le dije para tocar la nariz de kanade como si estuviera adivinando.

Y sin mas lo jale conmigo hacia el salon de comite estudiantil, donde podria estar la afectada y preguntarle directo a ella -iremos con Sora..- le dije mientras echabamo a correr o almenos yo. Arrastraria a Kanade junto a sto, almenos se lo merecia por su caracter (?).

El dia estaba algo, triste pero apasible, llovia con cierta intensidad, pero pronto aquella tranquilidad se acabo, muchas alumnos empezaron a salir de sus aulas como si no hubieran profesores, y pues… asi era. Cuando lo note, casi todos estaban fuera de clases. Seguía empapada de pies a cabeza y ya estaba harta de esperar a que alguna autoridad pasara por los grifos y notara el desastre que provoque. Di un suspiro ¡y mas claro! Hui del lugar.
Empece a caminar refunfuñando en mis adentros, ¿Por qué diablos no nos daban clases? ¿Dónde estaban todos?. Estaba decidida a ir a el comedor, en busca de algún alimento que me calme (?), cuando sin querer y sin siquiera pensarlo, termine cerca de el salón de maestros, no fue mi intención, pero escuche muchas voces, de preocupación, no se entendia nada, pero el susto y la angustia estaba vivita.
Intente escucharlo mas de cerca, pero algunos alumnos pasaron en grandes grupos por ahí, y ni loca me quedaba para ser protagonista de chismes y mas, por andar escuchando detrás de la puerta.  Vi un baño cercano, cuando entre estaba vacio, me puse frente al espejo, era un desastre mojado (?)
Estaba muy silencioso aquel baño.

Mi rostro frente al espejo.
el baño de chicas estaba vacio, cosa rara, ya que todos andan fugados porque no hay maestros, y es clasico que a "las chiquilla locas" vinieran ha ver sus caritas en los espejos como todas unas narcisistas.

tome algo de papel de baño y empece a cecar mi cuerpo y ropa con el. despues de un buen rato estuve medio seca. mi cabello aun seguia mojado como si hubiera llovido solo sobre mi cabeza.
tome un poco de papel y sali del lugar secando mis manos, pero antes de salir escuche un ruido extraño. me gire violentamente, me provoco un susto tremendo...
pero no era nadie.

cuando ya logre salir, calmando mi corazon. un par de chicas entraban y cuchicheaban -No se mucho sobre lo que paso pero cuando empezo todo, lo unico que pude escuchar es que alguien grito “¡Tienen que venir al primer piso! Sora fue atacada por el asesino de Marceline” No sabia si creerles o no pero mucho me confirmaron que asi fue, incluso la directora andaban por los pasillos, fue muy raro, enserio-, ella siguieron de largo.

"¿a-asesino?... rumores estupido... si... seguro pensé temblecosa. en mi pequeño trance note que muchas personas iban en dirección al salon de maestros.
"¿tendra algo que ver con lo que escuche?"

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Spoiler:

Conforme pasaba el tiempo comenzaba a sentirme cada vez más molesta, en primer lugar no lograba comprender a la gente a mi alrededor siempre cuchicheando entre ellos, yendo y viniendo nerviosamente, observando a todos con una mirada rara en sus ojos y segundo ¡MI AGENDA ESTABA SIENDO CRUELMENTE VIOLENTADA E IGNORADA! En todo lo que mi cabeza podía pensar era aritmética... mi clase se vio interrumpida cuando empezó todo este jaleo, pero, el crimen estaba en que sin esa clase y a como van las cosas no tendré literatura por consiguiente no podrá seguir ciencias lo que hará no den música, sin esas cosas no puede haber un tiempo libre para el almuerzo... este día no podía ser peor.

A este punto comenzaba a cuestionarme la veracidad de ese asesinato, de ser cierto no deberían estar policías investigando por toda la escuela. Además los profesores no expondrían deliberadamente a sus alumnos a un criminal seguro los mandarían a sus casas. Seguro sólo era la broma de algún alumno ocioso que gusta de perjudicar a los demás.

Observo los pisos llenos de lodo y un centenar de huellas mezcladas, me siento incomoda por tanta suciedad.Casi sin darme cuenta cierro mis manos en puños a mis costados, mi dedo índice comienza a trazar círculos sobre el dedo pulgar con cierta cadencia intentando relajarme.

Bien creo que es hora de que haga algo al respecto ya que de seguir así no tendré ni una sola clase lo cual terminaría de arruinar mi rutina, siento un escalofrió recorrer mi columna ante la idea de perder mi rutina hoy… muerdo mi labio inferior molesta sintiendo la necesidad de golpear algo, miro a mi alredor dando con un bote pero antes de que pueda moverme escucho mi nombre.

- ¿Señorita Dekker? - dijo un chico de gafas frente a mi, note me observaba extrañado.

-Si, soy yo. - respondi con un tono neutro al tiempo que le observe detenidamente reconociendole de mi primer dia de clases, fue amable al ofrecerse a llevarme a mi salon, tenia rato pidiendo direcciones pero los chicos tendian a ignorarme por ser extranjera y mestiza- ¿Como estas Kiyoshi. respondi observandolo fijamente.

- ¿Los profesores de tu aula también se encuentran ausentes? - dijo el a lo que me parecio quizas preocupado, no lo se realmente era mala adivinando esas cosas.

-Claro que estan ausente ¿no estaras insunuando que me estoy saltando clases?- lo observe molesta, como podia el sugerir que alguien aplicada como yo se saltara materias- Mi grupo salio huyendo despues de esa patetica broma de un asesinato ¿es que los alumnos hacen cualquier cosa solo por tener horas libres... -me sentia enojada por todo este asunto- Si fuera verdad lo del asesinato este sitio estaria lleno de policias y nos mandarian a casa, ¿me acompañas? pienso encontrar al o los responsables de esta tonta broma- dije decidida

"M*erda, m*erda, m*erda, m*erda."

Su sonrisa de todos los días parecía ahora algo tan lejano ante la desesperación que invadía el rostro y espíritu de Jin. Acuclillado en el suelo, como cinco mesas más lejos de la que había sido suya durante el almuerzo, apoyó una mano en los bancos para impulsarse y ponerse de pie. Su celular no estaba por ningún lado, y ya sentía las frías manos de la muerte (o de su padre) envolviendo su pequeño cuello. Estaba frito si no lo hallaba. "Díganle a Yuki que la amo... y a Satou-chan que fue la maestra de jardín más bella de toda la vida." No había escapatoria a su lúgubre destino.

Siguió buscando por unos minutos más, cada vez con menos fuerzas y esperanzas. No estaba ahí, lo mejor que podía hacer era rezar porque lo tuvieran en sala de maestros o tal vez se lo hubiera quedado aquel chico con el que había compartido mesa, Murasaki. Y si no, pues cambiar la plegaria por que su padre no se diera cuenta hasta que pudiera sacar otro de algún lado. Ah, estaba tan molesto. Entre insultos y maldiciones en voz baja dirigidas hasta al perro de la esquina, comenzó a caminar hacia los pasillos cuando pisó un objeto que casi lo hace tropezar y caer.

Alzó su pie y descubrió un bonito bolígrado que no dudó en levantar. Lo giró entre sus dedos una y otra vez, brillaba como nuevo e incluso tenía marcadas dos letras, iniciales supuso. "¿M...F?" las leyó para sí mismo, intentando recordar en vano alguien que conociera y que pudiera llamarse con M—F antes de guardarla en su bolsillo y continuar la marcha. Un improvisado premio de consuelo.


Salió de la cafetería a grandes zancadas, ignorando por completo a las otras dos personas que tuvo que cruzar por al lado y se dirigió de igual forma a su salón.

¿Ese día podía ponerse peor?






Caminando, caminando, no hacía nada más que caminar pues ya sabía que estaba perdido, eventualmente el pasillo lo conduciría a algún lugar que conociera.

...Aunque claro, siendo nuevo, no podía conocer mucho.


Pero se suele decir que es mejor perderse con alguien que perderse a solas, y afortunadamente la situación del castaño estaba a punto de cambiar. Llamándole desde un pasillo anexo se encontró con una joven estudiante, evidentemente menor que él. ¿Estaba acaso en su misma postura? Hidenori se acercó un poco a ella, esbozando una pequeña sonrisa a modo de saludo.

Aprendió que su nombre era Narusawa, y que estaba buscando a su novio. A pesar de que la descripción que le hubo brindado no servía de mucho aún así decidió ayudarla. No tenía mucho que hacer perdido como estaba. Lado a lado con la chica, emprendió marcha una vez más.

- ¿No tienes idea de dónde puede estar?- preguntó en una voz que casi parecía murmuro sin darse cuenta -. Hidenori Endo, por cierto - sonrió.


OFF: Lamento los dos posts malos, no tenía inspiración ;_;

Spoiler:

[Comedor]
-Con Misha y Kazuo-

Aburrido, aburrido, aburrido... este lugar solo me ofrecía más de lo mismo y yo necesitaba a como diera lugar algo de diversión, me dirigí a mi salón de mala gana y arrastrando los pies hasta que escuché el alboroto que muchos de los alumnos tenían.
-Vaya...-murmuré con algo de curiosidad.
Sin embargo esta se esfumó al notar el gran número de personas que se dirigían al lugar donde había ocurrido el incidente, para cuando llegara seguramente no encontraría nada interesante, solté un suspiro y seguí con mi camino en dirección al salón sin embargo al llegar a este me llevé la no muy grata sorpresa de que habían pocos alumnos y cada quien hacía lo que le venía en gana.
-Deben estar bromeando-solté antes de dar media vuelta y largarme de ahí.
Ni en un millón de años pensaba quedarme ahí picándome los ojos como tonto, regresé sobre mis pasos y me encontré con una escena algo interesante, un chico ayudando a una chica a ponerse de pie, tan romántico... casi vomito ahí mismo el desayuno, sin pensármelo mucho me acerqué no sin antes colocar mi mejor expresión de preocupación, a veces me preguntaba si me aceptarían en hollywood.
-¿Puedo ayudar en algo?-pregunté más para la chica que para su acompañante.
Tal vez si corría con suerte podría enterarme de lo que había sucedido hace un rato por boca de estos dos.

Corriste lo más deprisa que tus fuerzas podían al finalizar la reunión del comité y hablar con Misha para encontrar a esa persona que, después de tanto tiempo sin verle, ahora tenías a tu lado para completar y descubrir al asesino tras la máscara. Apenas obtuviste un grano de información valiosa, supiste que tu mejor amigo Kentin tenía que saberlo a detalle y lo más pronto posible
- Esa niña de todas maneras no querrá perderse lo excitante de este asunto – te dijiste a ti mismo relacionando a Kentin “Como una pequeña e indefensa niña” como solías decirle solo para molestarlo, después de ese susto en la primaria nunca más le dejaste tranquilo con su recuerdo.

Con tantos alumnos revueltos y esparcidos por todo el Instituto yéndose a casa te fue dificultoso encontrarlo con su típica patineta bajo su brazo, perdido como un pájaro en busca de un nido seguro; te acercaste a él rápidamente exclamando su nombre para capturar su atención de inmediato dando a conocer tu presencia en tal acto
- ¡Kentin! ¡Kentin, aquí estas! - una vez a su lado, tragaste aire y continuaste – Tengo que decirte algo muuuuy importante, es… de “Tú ya sabes que” – guardaste tus manos en tus bolsillos de los pantalones luego de acomodar tus gafas y tus pertenencias que llevabas contigo; el bolso y unos cuantos papeleos de estudio para fingir normalidad, como todo un “chico normal” mirándolo con tu mirada ansiosa a tu viejo amigo Kentin.


Acabo mi paciencia ese bromista que todos mencionaban durante mi juego de cartas, por su culpa no solo perdí tres veces en mi juego personal tratando de escuchar los rumores interesantes que esparcían algunos alumnos cerca de mí, sino que también tiro mi tiempo por la ventana desperdiciando todo lo que pude hacer esperando en esa sala
- Necesito respuestas, y las quiero ahora – murmure antes de escuchar al mismo chico de mi clase frenándome por la muñeca ¿Qué es lo que quiere?
- No sabías que es de mala educación dejar a la persona sola... Dios... qué carácter... – Ni yo sabía que habíamos iniciado una conversación
- ¿Perdón? –le dije algo preocupado, este chico era bastante extrovertido
- Acaso no te interesa averiguar un poquito de esto... – Libere mi muñeca, arregle mi corbata y respondí
- Yo solo quiero irme a mi casa y dejar de desperdiciar tiempo aquí – Sin embargo, creo que no me escucho, el estaba mucho más atento en descubrir… dios sabe qué cosa, no le entendía
- Creo saber a dónde ir para resolver mí duda… - toco la punta de mi nariz dejándome asustado, mucho más al jalarme junto con sus pasos apresurados. No tardo en acelerar cada paso al mencionar que iríamos con Sora, casi me caigo de no ser que el sostenía mi brazo
- Claro, con Sora… - trate de recordar algún rostro femenino que tuviera el nombre pero… Ni la conocía - ¿¡Quien rayos es Sora?! – le pregunte ya exaltado con tanto atrevimiento, solo quería saber cual era siquiera el lugar a donde nos estábamos dirigiéndonos.


“¿Quién es la chica más hermosa que hay en el espejo? Oh claro, esa soy yo, radiante y hermosa, esa soy yo” Cantando en su mente vanidosa, una chica morena de hermoso pelo rizado adornado con costosos productos químicos, estaba gozando la hora libre que tenían aquellos que no les importaba que los profesores estuvieran ocupados, mientras más demoraban ella tenía mucho más tiempo para cambiar el peinado que traía encima tantas veces como ella quisiera, además, ninguno por el momento le convencía
- He estado aquí encerrada desde que todo este desorden paso ¿Cómo es que no quedo conforme? – realizo una mueca ante el espejo idealizando otra idea para llevarla a cabo con su pelo – Mucho mejor, ahora, a buscar a Misha antes de que le de un infarto por haberla dejado sola… tanto tiempo – hablando para sí misma, junto sus peines y cremas guardándolas en su bolso especial para su arreglo personal. Abandono el baño en cuestión de segundos contenta con su nuevo peinado; todo sujeto en una cola de caballo dejando caer en frente su flequillo largo por los costados, su misión se había cumplido.

Se disponía de buscar a Misha, una antigua amiga, para acompañarla de camino a casa, ella sabía que la pobre e indefensa criatura no era capaz de soportar el transporte público sola sin que le diera un ataque de ahogo, tenía que cuidarla fuera lo que fuera o solo quizás… ella misma estaba exagerando su razón sobre la actual acompañaba a Misha de regreso a casa. No obstante, cuando llego a su salón de clases y al no encontrar su celular en donde debería estar en su bolso, regreso al baño por si las dudas de haberlo dejado abandonado al pobre que organizaba su vida social, bueno, esa era su agenda, el celular solo la mantenía al tanto con sus compañeras.

Casi al entrar al baño vio a una chica castaña, toda mojada, víctima de los abusos de los brabucones o de un accidente - ¿Estás… bien? – se acerco a ella no tan solo para hacerse disponible en ayuda, lo más importante en ese momento para ella era encontrar su celular momentáneamente perdido -  ¿Has visto un celular por aquí? – pregunto finalmente.


Al alzar mi mirada a Kiyoshi, el, como todo un caballero, extendió su mano para ayudarme recitando sus ciertas palabras mientras yo extendía mi mano derecha para aceptar su ayuda, atenta a cada detalle para no olvidar siquiera la calidez y sensación que obtendría de esto
- Lo tímido no debería quitar lo cortés. Tu uniforme ha sufrido las consecuencias de un gran descuido de esa chica. – me levante del piso con una enorme sonrisa en el rostro mientras observaba mi mano estrechada en la suya ¡Jamás olvidare este momento!  - ¿Te encuentras bien? – soltando su mano, le respondí sin perder mi mirada de sus hermosos ojos color cielo, mi cielo descrito en pocas palabras era tan solo el mirarlo a él

- No sabes cuán bien me siento ahora mismo – me habría sentido muchísimo mejor, hasta que la voz de una chica interrumpió este momento. ¿Quién era Dekker? ¿Desde cuándo Kiyoshi la conocía? ¿Cuándo se conocieron? Oh peor, ¿Estará bien si realizo una escena sobre actuada para que me preste atención a mi? Ni modo, sus reacciones molestas y muy orgullosas me cayeron como un golpe al estomago, ella y yo no nos llevaríamos muy bien del todo caso.

- Mi grupo salió huyendo después de esa patética broma de un asesinato ¿Es que los alumnos hacen cualquier cosa solo por tener horas libres...?  - gire mis ojos ante su pregunta con una respuesta bastante lógica. Cruce mis brazos y seguí escuchando como se quejaba, hasta que su propuesta hacia Kiyoshi me hiso alzar la voz de inmediato
- Nosotros nos estamos dirigiendo a la sala de profesores para buscar alguna respuesta, si quieres nos acompañas – dije amablemente y con una sonrisa


Su mente no estaba tranquila, los recuerdos de las escenas que quedaron marcadas en su cabeza se explayaron más al ver a la alumna en su salón de música, esa sonrisa que le provocaba un dolor de estomago; el remordimiento y la culpa se adueñaron de él reflejando su pasado en la voz de Sora recalcando que algo horrible le había ocurrido. Arrugo la frente, su corazón se acelero, sus pasos cada vez más firmes, tenía que llegar a la sala de profesores de una buena vez.
- ¡Maestro Anthony! Maestro Anthony – llego hasta su lado la causante de que él detuviera sus acelerados pasos, fijo su mirada nuevamente en la joven de hace unos minutos. Ella le extendió una hoja que parecía no concordar con la que Anthony le había entregado, esto le causo curiosidad al profesor - Maestro, se le olvido esta página, debió traspapelarse ya que no parece ser parte de la obra – Sorprendido, tomo la hoja de papel leyendo su contenido. Con una expresión de asombro, como si no le sorprendiera de si mismo lo despistado que resultaba ser, miro a Lil y le dio las gracias por su preocupación en traerle ese importante papel
- Gracias. De no ser por ti, me hubiera castigado la Directora por perder este documento importante – guardo el papel entre los otros que traía consigo, una mirada más a la joven estudiante con otra de sus sonrisas y partió a la sala de profesores, no sin antes desearle una agradable tarde a Lil.


La carrera de Misha finalizo bruscamente al resbalarse con la suciedad del piso, esto no tan solo le provoco un gran dolor al caer al piso, todos los papeles que traía consigo terminaron esparcidos en el suelo. El lodo y la humedad no tardarían en dejarlos sucios y el grado de culpabilidad de la frágil Misha subiría mucho más de lo que ya estaba en ese momento.

Seco una lágrima que broto de su ojo izquierdo con la manga de su uniforme, ignorando todo dolor que ahora poseía, comenzó con la tarea de recoger todos los papeles antes de que alguien más llegase y que, por otro descuido, termine embarrando más los papeles que yacían en el suelo
- Ahora… ¿Qué le diré? Seguro se enoja conmigo… - de repente, escucho una voz de un chico muy cerca de ella. Esto la alarmo, sin escuchar atentamente lo que dijo, juntó automáticamente los papeles que ya tenía a su disposición contra su pecho mostrando mucha inseguridad, pero al verle, parecía distraído como si ella no existiera en sus pensamientos.

Aliviada y más relajada, continuó reuniendo los papeles del suelo, pero nuevamente, la voz del chico le hablo preguntando si se encontraba bien. Misha era una persona introvertida con los desconocidos, le costaba mucho formular respuestas aun por tan básicas que fueran, incluso era un problema para pedir comida rápida por teléfono
- Yo… estoy bien, no te preocupes… - se levantó del suelo ignorando por completo los papeles que el traía consigo, estaba más preocupada en marcharse cuanto antes de allí, hasta que otro chico apareció en escena impidiendo que eso ocurriera
- ¿Puedo ayudar en algo? –  Como acto de reflejo, dejó caer nuevamente todos los papeles que ya había recogido. Se había asustado completamente y ahora… tenía mucho más trabajo el cual terminar de recoger. Sin responder, se arrodillo sin dejar que sus rodillas tocaran el sucio suelo, de esta manera comenzó a recolectar sus papeles ya algo… estropeados.


Estaba muy preocupada por Kyoya, todo el asunto del bromista y el escándalo que se formo luego suena muy a su estilo, aunque dudo que esta vez se haya metido en problemas mayores, era por eso que tenía que encontrarlo lo antes posible, para borrar esta duda respecto a su estado actual
- Te lo agradezco mucho – le agradecí completamente al chico quien ahora era mi ayudante en busca de Kyoya, dos cabezas son mejores que una sola, eso dicen por allí – Recuerda, es dulce y atractivo, moreno y esbelto  - repetí su apariencia física, con ella era bastante fácil localizar a Kyoya, no hay por donde perderse.

- ¿No tienes idea de dónde puede estar? – murmuro el chico que se dio a conocer como Hinedori Endo, un nombre bastante dulce a mi parecer, además el era gracioso
- Si supiera en donde estuviera – le sonreí - ¿Estás seguro que estaría ahora contigo? – me posicione en frente de él frenando sus pasos como si fuera un obstáculo o una señal de frenar, sonreí de oreja a oreja cerrando los ojos y, susurrando al igual que él, comente – Tu nombre es muy lindo, ¿Tienes algún diminutivo para el? – posicione mi dedo índice en mi barbilla regresando a su lado e iniciando el recorrido por el instituto – Por ejemplo, a mi me dicen “Natsu-chan” de vez en cuando ¿Cómo te dicen a ti? – junte ambas manos y, con mucha curiosidad, regrese a mirar su rostro.



Día: Viernes
Hora: 15:05pm
Clima: Lloviendo cada vez más fuerte.
Tiempo de vida: Fallecida.

Después de un largo tiempo de espera, los alta voces por fin abrieron la libertad de salir de la prisión en la que permanecían algunos que, ya disgustados por esperar una respuesta tan obvia para marcharse a casa, se les dio el permiso de retirarse previamente.
Y, como si se les hubiera muerto más de dos horas, salieron en un par de segundos el resto de alumnos que aun se encontraban dentro. Aun así, la eterna reunión de maestros permaneció encerrada dentro de su salón correspondido previo al anuncio; Sora junto con algunos miembros del comité estudiantil aun se localizaban en la sala del mismo comité alistándose para irse e indicios de la directora y su inusual demora en llegar al Instituto cuando sucedió todo el alboroto aun no se daban por congruentes, solo existían suposiciones que tuvo un problema con su auto, a pesar de que no se sabía exactamente la razón por la que había salido.
Esa extraña tarde de un día viernes quedo en la memoria de algunos como “Un día de esos en lo que te hacen perder el tiempo” quedo finalizada tras una larga jornada de estudios. Por fin, es hora de irse a casa, el fin de semana está a solo un paso de llegar sin saber lo que te espera o… quién podría esperarte en casa.

LO QUE USTEDES VIERON Y ESCUCHARON cuando la directora, por medio de los alta voces por todo el instituto, anuncio: Mis queridos alumnos y alumnas, se les comunica que pueden retirarse a sus casas, las clases han sido suspendidas a decisión de los profesores. No se alarmen, no ha pasado nada del otro mundo, solo un bromista más con sus bromas pesadas que alertan bastante. Gracias por su atención.[/font]



El primer capítulo ha finalizado con solo un muerto que ha desaparecido. Una escena especial desbloqueada y solo un objeto como pista recolectado. Ahora, tienes dos opciones para el siguiente capítulo “Paseando con el asesino” ¡Tómala sabiamente!

Opción uno: Puedes hacer planes con los personajes disponibles (Tanto los míos como alguno por allí de los otros jugadores) para pasar el domingo por la tarde del fin de semana. Dependiendo con que personaje elijas te espera un escenario diferente ¡Cuidado! No hagas planes con el asesino, tiene planes propios.

Opción dos: Puedes elegir marcharte a casa después de interactuar o solo marcharte (Recuerda que una vez que tu personaje haya optado por irse, no podrás postear hasta que esté el capítulo dos) Si elijes esta opción, te espera una “Mini misión” en tu propia casa para el domingo por la tarde. Esta misión es secreta hasta el capitulo dos y puede o no ser importante.

Ambas opciones son validas si vas conversando directo a casa. No está permitido registrar el Instituto, solamente los escenarios disponibles.
No es necesariamente que escojas a uno de mis personajes para pasar al capítulo dos, si eliges a uno de los personajes de los jugadores, de igual manera, te esperará un escenario.





Pasillos: Tan pronto como la noticia recurrió el lugar, los alumnos poco a poco fueron disipándose hasta desaparecer dejando pequeños grupos que esperaban a alguien para poder irse a sus casas de una buena vez. Sin embargo, el rastro de las huellas fue acumulándose hasta llegar a ser confusas entre más pisadas de otros.

Kyoya Tappei: No has encontrado nada siguiendo el rastro de las huellas. Solo quedaste cerca del comedor, junto a un acceso hacia los clubes que se localizan en una zona especial alejados del Instituto (No mucho, pero si lo suficiente para dejar incluso una clase de “Sendero” que guía a los clubes) Estos son: el club de natación, atletismo, Kendo, básquet, y tenis.

Yukito Mitsuharu: Ha desbloqueado información acerca de Misha Furuwari y de Sora ¡Buena elección!

Escena desbloqueada por una acción

Un atractivo chico rubio se acerco al grupo de cinco jóvenes hablando entre sí acerca de algunos rumores o suposiciones que habían escuchado por allí de parte otros, Yukito no hiso más que fingir que se limpiaba la garganta saludando alegremente al grupo. Dejando de inmediato de hablar se concentraron en lo que les decía Yukito; algunos más que otros
- ¿Por si acaso han visto pasar alguien por aquí? ¿Que corría o parecía sospechoso? – se miraron entre sí extrañados por la pregunta, no tardaron en reírse al recordar a una chica que causo una extraña impresión
- ¿Te refieres a la introvertida secretaria de Akaya? – respondió un pelirrojo, despeinado luciendo un estilo muy despreocupado
– Esa chica de seguro está en la sala del comité, nunca sale a no ser que la hermosa y sensual Megumi valla por ella – recibió un codazo del chico que estaba a su lado, riendo de manera picara
– Estas celoso que ninguna “Amiga” pase por ti cuando nos vamos a casa – de inmediato, una chica de aspecto gentil con gafas se animo a añadir a la conversación
– Hablando de regresar a casa, ¿Ustedes creen que Sora valla sola a casa después de lo que ha causado? Desde que se peleo con su novio, han sucedido cosas muy extrañas en su relación – de aspecto gentil pero muy chismosa, su amiga no tardo en responderle
– Eso dices tú, yo estoy feliz que se hayan separado, aunque… no se sabe bien si es que al fin cortaron el hilo que los tenía hechizados a los dos, por dios, que asco – el pelirrojo junto al otro chico y al que le dio el codazo realizaron una clase de burla a las chicas que hablaban de la relación entre Sora y su novio. Después, no te tomaron más en cuenta, se despidieron de ti y se largaron a la salida.


Jin Kashiwabara: Ha desbloqueado una escena especial, esta estará disponible al empezar el nuevo capítulo. Por otro lado, tienes algo de muchísimo valor, ¡Ten cuidado con tus siguientes pasos!



Anthony Fellow: En la sala de maestros
Sora, la capitana del club de natación: En la sala del comité estudiantil junto a tres miembros del comité. {Primer piso}
Kaori Sen: En la sala de la directora {Segundo piso}

Sala de maestros: Si te colocas cerca del salón (Tu oído trás la puerta) podrás escucharlos hablar de manera muy preocupada, pero sus voces no son entendibles. [Pista: Puedes acceder a esta sala con un miembro del comité o con un profesor, ojo, solo la master, yo, puedo darte acceso a esta sala con uno de mis personajes]

Salón del comité estúdiantil: Los tres miembros que se encuentran dentro están hablando entre si cosas sin importancia, mientras que Sora esta guardando sus cosas para irse a casa.

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Rol-off: POR DIOS! Al fin termine de actualizar este rol, cualquier duda ¡Pregunten por MP! Ahora... un merecido descanso....

Arrimada en la pared de la entrada del baño me encontraba, esperando… la verdad aun no se muy bien que esperaba. Este lugar era un desastre sin maestros, sin clases, SIN EDUCACION DIOS!
- ¿Estás… bien? – y ella? En mi vida la había visto y su pregunta fue tan sorpresiva que me incorpore a verla con cara de ¡WTF! Osea que te sucede! -¿a ti te parece que puedo estar bien?- la mire cortante.
Esta niña parecía ir a algún baile, fiesta y o reventón (como decía el vulgo). Cabello perfecto, uñas perfectas, piel perfecta, ¡toda ella perfecta!. Repudiaba a las chiquillas asi. Viéndose por horas eternas en un espejo.
Aparte, mi miraba como bicho raro, y obvio que le devolví la mirada.
- ¿Has visto un celular por aquí? – pregunto finalmente. ¿Un celular? ¿Es enserio hueca princesita de navidad?. Vote una bocanada de aire para controlar mi ira y no mandarla al diablo.
-no fulanita no he visto nada tuyo, ni te conozco- exprimi mi cabello cerca de sus zapatos. Posteriormente me las limpie en mi ropa. Y la mire airosa. Cuando escuche por los altavoces que nos podríamos ir. Por fin! No mas perdida de tiempo y estudio.
-en fin, me largo. Que estén bien tu y tus rizados cabellos.- camine hacia los pasillos, alejándome de ella. No era mi intención pasar tiempo de calidad con su persona. Llegue a mi salón y tome mis cosas. Sali tranquila por las puertas del instituto hacia mi hogar dulce hogar. No tenia paraguas y ni me importaba, total, ya estaba empapada, unas gotitas extras no me caerían mal.

[quote="Thamy"]


Off:
Un post no muy inteligente (?) Nikki, mi Yukito declara guerra con el asesino (?)

Los pasos de Jin se asemejaban más a zancadas en su recorrido de vuelta al salón de clases. Con una de sus manos junto a su oreja izquierda para golpetear y toquetear nerviosamente el arete plateado que en ella traía, su diestra envuelta con fuerza en un puño y el ceño fruncido añadidos, parecía que el muchacho deseaba hacer de su enojo problema de todo el mundo.

Estando a un giro de distancia del pasillo en el que se encontraba su aula, un repentino anuncio lo obligó inconscientemente a aligerar la marcha para prestar atención. La cansada voz que pudo reconocer como la de la directora resonó por los altavoces plantados en cada sala y esquina, pero las noticias no tuvieron un impacto tan positivo en él. Su celular y el aporreo que le esperaba si en su casa se llegaba a descubrir la pérdida ocupaban la mayor parte de sus pensamientos y retirarse temprano implicaba verse obligado a abandonar la búsqueda.

Soltó un profundo suspiro intentando recomponer la paciencia, convenciéndose a sí mismo de que no todo estaba perdido. Iría al salón de maestros a preguntar el día siguiente, y a lo mejor se lo devolverían. Era lo más improbable del mundo —y Jin estaba consciente de esto— pero aún así lo ayudaba a mantener la calma. Calma que debía de usar para fingir que todo estaba bien. Caminó contra la corriente de alumnos que ya comenzaban a dirigirse a la puerta principal hasta llegar a su clase ya por completo vacía y se acercó a su banco, el único que aún tenía cosas encima. Desganado arrojó todo en la mochila y la levantó, cerrando la puerta detrás de sí e incorporándose así enseguida a la próxima ola de estudiantes apresurados en salir.


Dejó atrás rápidamente la entrada de Marceline, su bolso balanceándose con fuerza a su costado y amenazando con golpear a cualquiera en su camino. El rubio llevaba la cabeza gacha, repartiendo su cabeza en recordar cómo llegar hasta la estación de tren y lamentarse, todavía, por el maldito aparato. Parecía una persona distinta al Jin que había hecho el mismo paseo esa justa mañana, tarareando la música que sonaba en sus auriculares, vomitando su caracter vivaracho a su alrededor.

"Al menos aún tengo los auriculares..." intentó contentarse, llevando su mano derecha al bolsillo donde los guardaba y encontrándose de paso con la birome que había encontrado en la cafetería. La zurda la imitó pronto, refugiadas ahora las dos en sus pantalones. Alzó la mirada prediciendo un cruce peatonal y se detuvo en la esquina, clavando sus ojos cafés en la brillante luz roja del semáforo.


Ojalá mañana fuera un día mejor.







Sus cejas se alzaron en sorpresa al ser atrapado en su pregunta idiota, ahora acusado por el dedo y la gran sonrisa de la pequeña joven. No pudo evitar encogerse ligeramente de hombros y devolverla en medidas más pequeñas una vez que su primera reacción se hubo esfumado. Abrió la boca para disculparse y reformular la pregunta, pero parecía que era el turno de aquella pelinaranja de tomar la palabra.


– Tu nombre es muy lindo, ¿Tienes algún diminutivo para el? – dijo, ubicándose una vez más a su lado y comenzando a avanzar. Hidenori le agradeció el alago, y se apresuró en seguirle el paso en lo que ella seguía hablando. El castaño alzó la cabeza, pensativo, y por un par de segundos un prolongado murmullo de 'Mmm~' pudo escucharse sonar en sus labios cerrados. Pues, todos sus amigos lo llamaban por su apellido y su hermano menor usaba su nombre completo también, no era normal para él que lo apodaran de tal o cual manera. Únicamente su madre le había dado un sobrenombre cariñoso y bastante meloso para su gusto.

- Nori-kun, pero sólo mi madre me llama así - volteó para encontrar el rostro de su acompañante que para su sorpresa le estaba mirando por igual -. La gente no suele ponerme sobrenombres, considerando el hecho de que mi apellido es lo suficientemente corto...


Su respuesta fue pronto opacada por el anuncio de la directora, al parecer las clases habían terminado por hoy. Se vio agradecido de tener sus cosas a mano, ahorraría viaje no teniendo que buscar el salón y luego la salida. Esperó a que la voz se acallara antes de volver a hablar llevando la mano libre a su rostro para discretamente rascar su mejilla - Tal vez lo encontremos afuera, ¿quieres ir yendo?


Hizo una pequeña pausa hasta que recordó otra cosa importante. Rápidamente buscó el celular que había encontrado y se lo enseñó a la chica, tal vez ella conociera a algún dueño del mismo modelo - Eh, encontré este celular en la cafetería luego del almuerzo... ¿No conoces de quién pueda ser?


OFF:

Uno fuera, el otro en proceso de irse   
Capu serías un amor si llevaras a Hidenori a algún lugar donde pueda dejar ese celular para que al día siguiente Jin ya no llore (?)

Spoiler:

[Comedor]
-Con Misha y Kazuo-

No pude evitar fruncir el ceño por un segundo al ser completamente ignorado por la chiquilla, no estaba acostumbrado a ser tratado de esta forma pero alguien tan insignificante como ella no me bajaría los ánimos ni cambiaría mis planes. Aquella expresión de preocupación y amabilidad regresó a mi rostro mientras me inclinaba para ayudarla a recoger todos los papeles que la torpe dejó caer segundos atrás. 

-Lo siento, no era mi intención asustarte-mi tono de voz era el de alguien verdaderamente arrepentido. 

No tardé mucho en recoger las hojas, durante el transcurso de esta tarea intenté dar un vistazo al contenido de las mismas pero me resultó imposible, sería algo muy obvio y no quería que la chica desconfiara de mi por el resto de su vida. Al terminar hice ademán de entregárselas pero antes de que reaccionara alejé mi mano y sonreí dulcemente.

-En señal de arrepentimiento te ayudaré a llevar todo esto-no esperé una respuesta y coloqué mi mano libre sobre sus hombros para obligarla a caminar-Por cierto... ¿sabes que sucedió hace un rato?..

Esta era la única razón por la que estaba sacrificándome, si obtener esa información no me resultara interesante entonces nunca hubiera pensado en acercarme a una chica que luciera tan... ¿especial? como esta. Tenía ese tipo de aura inocente y tímida que lograba ponerme los nervios de punta, en situaciones como esta debía actuar lindo todo el tiempo y al final terminaba fatigado. Si tenía suerte pronto podría dejar la misión.

Hoy era domingo. Nada fuera de lo común me topo al despertar. Mi habitación y la de mi primo yoshino, quedaban en el segundo piso de la casa, por lo que siempre entraba la luz del día primero, en nuestras habitaciones. Mi madre dormía abajo cerca de la sala-comedor, como yo particularmente le llamaba; porque la casa era muy compacta, aunque según mi madre era “acogedora”.
Bueno, eso era lo de menos, porque casi nadie pasaba en casa, a acepción de mí persona.
La mayoría del tiempo Yoshino tenia una vida social mente activa; Mi madre trabajaba como loca, porque simplemente le encantaba hacerlo; y yo… pues, estaba ahí.

Desperté para inmediatamente abrir las persianas, la calle estaba algo mojada. ¿llovió anoche? Quizás.
El cielo estaba nublado, de un gris casi opaco. Con razón no me despertó el sol.
La casa estaba callada como siempre y el barrio igual. Se escuchaba el timbre de una bicicleta a lo lejos y algunas señoras con compras paseaban con sus hijos por ahí.
De repente, un viento helado congelo mi cuerpo, fue tan inesperado que hiso que me retorciera un poco, para despues abrazarme con ambas manos.
Baje las escaleras rápidamente, no tenía idea de que hora era, pero a juzgar por el cielo, tal vez era temprano y podía encontrar a mi madre aun en casa… al llegar a la cocina, supe que el cielo me había traicionado, el reloj marcaba las 9:00 am.
Di un suspiro, y a paso lento abrí la nevera, sin prestar atención a mi entorno y aun somnolienta.
-Una botella de vino y una barra energética- mencione, al ver que era lo único ahí. Cerré de un portazo el refri.
Que hubiera una botella de vino y una pequeña barra ‘disque’ energética, solo quería decir una cosa… alguien debía ir de compras… y por desgracia ese alguien… siempre era yo.

Un pequeño imán rojo sostenía la nota en cuestión con todo lo que debía comprar. A juzgar por la lista, eran cosas fáciles de obtener en el super, bueno casi todo.


El frio. Me congelaba hasta los dedos. Esta mañana era particularmente helada, por lo que traía puesto un abrigo grisáceo, que más parecía blanco, un jean negro simple y en la mano derecha un helado de chocolate. Lo del helado lo puedo explicar. Siempre que llega un dia frio como hoy, me provoca el comer cosas muy heladas y dulces, y por extrañas coincidencias que no tienen una explicación coherente, el señor de los helados aparecía misteriosamente por mi casa en esas  mañanas… Estoy empezando a sospechar, que se hace una fortuna con mi dinero (?)

Estaba parada en la estación del metro, y con helado en mano me disponía a abordarlo. Ya que en la lista de compras, había un indeseable fijador que solo habitaba en las oscuras e inhóspitas selvas del mar muerto, o como la gente lo llamaba: El centro.
-¿En primera porque tengo que ir yo por las compras? Yoshino  también está libre hoy. Me parece una falta de consideración de mi madre, tengo tanto por estudiar y leer… Hablando de eso. Hoy es domingo ¿no?. ¿Qué harán los días como hoy las personas con amigos?.-
Pensé al mirar mi alrededor. Varios jóvenes, podría jurar que tendría mas o menos mi edad, esperaban ansiosos a otros en la estación.
-Eso no me compete en lo más mínimo.- desvié la mirada, y al instante el metro llego.

Me senté en una fila libre de personas. Traía mi pequeño bolso negro opaco, donde estaba el dinero, la lista de compras y un libro de bolsillo: Edipo rey de Sófocles.
Algo con que entretenerme por si decido desviarme del camino. Las personas se veían decaídas, ¿el clima era depresivo?. Para mi era… perfecto para una siesta.



Oh… todo fue un sueño, o un recuerdo.

¿Pero que es ese ruido?. Busque al responsable. ¡mi celular!
-¡¿H-halo?!- conteste temblorosa, mientras miraba de un lado y hacia el otro con detenimiento. Me había dormido en el metro. Pero gracias al cielo, aun no llegaba a mi destino.
-Si mama; vi la lista en la nevera; aja, la mejor marca, de acuerdo; ¿he? ¿Yoshino?, no, no estaba en casa; desperté y como de costumbre no había nadie; llegaras tarde ¿cierto?; Si, obligare a yoshino a hacer la cena, Adiós.- Fue una conversación típica entre madre he hija, y Culmino su llamada con el clásico ‘Te amo Hiro, ¡y que la Fuerza te acompañe!’. Desde que vio star wars en la tele, de le había pegado la costumbre.
Ya estábamos llegando, era momento de bajar he ir por aquel…


Era inevitable que callera de rodillas y gritara frente a aquel inesperado suceso. La gente que pasaba me miraba consternada, algo común en esas situaciones. La tienda estaba cerrada, era toda una pesadilla. Era de los pocos lugares que vendían aquella marca de fijador que enloquecía a mi madre. Si esta tienda estaba cerrada, tendría que recorrer el centro para encontrar la misma marca… a lo que atribuía un milagro, porque de tiendas de belleza, yo tenía cero experiencia.



Off: ~Hola~ por fin tengo internet en la compu :)
Off2: perdon, cambie el avatar de nuevo por que como que no me convence   

¡Tenía que presumir mis nuevas botas Gucci por el centro comercial! Nada mejor que caminar con el ruido fresco de tacones rozar el suelo de tan asombroso lugar bendecido por nuevos productos todos los días. Nada comparado con mi paraíso materialista. Aunque sonara bastante vanidoso he de admitir, pero ¿A quién quiero engañar? AMO ir al centro comercial.

No todos los días puedes recorrer el lugar y sorprenderte con nuevas ofertas, tendencias, gente que has visto alguna vez…  Retrocedí mis pasos al ver a una inusual chica parada frente a una tienda de productos de belleza con el letrero señalando que el local estaba cerrado; esa chica… ya la había visto en alguna parte. Su castaña cabellera no se podía olvidar tan fácilmente, la pregunta era

- ¿En donde es que he visto a esa chica? – Me detuve a analizarla de pies a cabeza, lucia adorable con dichos neutrales colores, le hacía falta algo de vida a su atuendo como…. ¡Una bufanda con su color favorito! Y otro tipo de peinado para animarla un poco. Ese abrigo plomizo con tendencia a ser blanco lucia gastado… ¡Concéntrate!

De pronto lo recordé, la chica víctima del agua que arruino su ropa y sus modales ese día. Sería descortés no saludar a alguien conocido aunque no me haya ni visto. De todos modos, quizá pueda darle una mano a la pobre criatura
- Eres tú la misma chica del otro día en la escuela – Me acerque a ella con un saludo jovial sosteniendo mi bolso con la mano izquierda. Procediendo a posicionarme a su lado, no podía concentrarme con ese peinado, tan simple, cero color. No, no, esta chica tiene que saber que ciertos colores no van si no agregas algo de alegría a un conjunto

– Perdona, desaparecí un momento en tu mar de colores…   - agite mi cabeza de un lado a otro, no podía interferir en la moda de otras personas así como así… por el momento - ¿Qué te trae por aquí? ¿Vienes a embellecer tu hermosa… cabellera castaña? – de todos modos, tenía que admitirlo, esta chica era adorable.

- Si sabes que esta tienda habré después de las dos de la tarde ¿No? – cruce mis brazos llevando mi mano derecha a la barbilla recorriendo el lugar brevemente – Si buscas algo en especifico, en especial un perfecto aceite de rosas que le vendría genial tu hermosa cabellera, busca en la sección del segundo piso, hay una tienda genial que vende todo tipo de productos para el pelo, pero tienes que correr, cierran dentro de una hora – El centro comercial era muuuuuy distractor, pasas al lado de una tienda y paff~ se te va toda una media hora, se lo decía por mera experiencia propia.

---
Off-Rol: Asdasd, Cary, no puedo creer que hayas caído en mi trampa, y que para peor, me hayas complacido dejando esta tienda de productos para el cabello cerrada. (?) Ahora no te escaparas de las manos de Megumi, muajaja (??)

- Eres tú la misma chica del otro día en la escuela – Esa voz… familiar, pero irritante a la vez.
Gire mi cabeza lentamente, hasta la criatura de la cual se produjeron esas palabras:
¡Oh Es Satan! ¿Por qué me persigue?!
Se acercó a mi con un saludo tan jovial, que me puso los pelos de punta. Yo no era del tipo de persona que saludaba tan alegremente a una desconocida que apenas y note que existía cerca de mi en el instituto, hace dos días.
Sostenia de esos bolsitos de moda, que eran como poodles rosa que cargaban las famosillas huecas de las películas quinceañeras de la TV.
– Perdona, desaparecí un momento en tu mar de colores…   - ¿Que? ¡Que!. Esta mujer me daba mala espina, algo tramaba en su cabecita bien peinada. - ¿Qué te trae por aquí? ¿Vienes a embellecer tu hermosa… cabellera castaña? – ¿embellecerme?. Si, definitivamente esta chica me daba un tanto de miedo. Yo, rara vez pasaba una peinilla por las puntas de mi pelo.
-no exactamente, pero eso a ti que te im- Estaba apunto de salir con una de mis famosas frases para alejar al mundo, cuando de la nada ella seguía hablando… (hablaba demasiado, vaya que si, otra cosa por lo cual temer.)
- Si sabes que esta tienda habré después de las dos de la tarde ¿No? Si buscas algo en especifico, en especial un perfecto aceite de rosas que le vendría genial tu hermosa cabellera, busca en la sección del segundo piso, hay una tienda genial que vende todo tipo de productos para el pelo, pero tienes que correr, cierran dentro de una hora – ¿Porque lo sabría?, no frecuento este tipo de lugares de perdición (?)
-pues veras, mi pequeña y rosada amiga- dije fríamente levantándome del piso con algo de mi dignidad en alto (?) y cruzándome de brazos frente a ella. Irónicamente a mi comentario, parecía que ella era mas alta que yo.
-Yo vine por un fijador marca L’jk ¡y eso obtendré!- esta rosadita me daba un solución instantánea y era momento de aprovechar sus conocimientos vanales para mis fines que eran regresa a casa ¡y leer!
-¡Ire! levante mi puño en señal de victoria. Ese fijador seria mio. Apunte mi rumbo al norte… luego al sur…
hasta que me di cuenta que empezaba a rodearla sin rumbo fijo. Despues, algo nervioso, pero recelosa le dije:
-No es que necesite ayuda… pero. ¿Sabes d-donde estas las escaleras en este lugar?- Rara vez aparecia por aquí, y no me ubicaba con facilidad, solo pedi un poco de ayuda a esta estresante chica, porque quería irme pronto. ¡nada mas!.




Off: ¿porque una trampa? D: me asustas no voy a ser la primera en morir cierto   soy tan joven y preciosa (?)