⊱ C E R T A T I O ⊰

Una tenue luz iluminaba lo que se podría llamar una amplia habitación. Varias personas se encontraban allí dentro, yaciendo en el frío suelo como sardinas enlatadas. Poco a poco fueron despertando, sintiendo un cierto dolor de cabeza y pareciendo también estar desorientados. Probablemente varias preguntas rondaban sus mentes, y gracias al pequeño foco que colgaba del techo, pudieron darse cuenta de que aquello no era una simple habitación, sino que era una celda. Sin embargo, no mostraba el mismo aspecto que una sucia celda de una prisión común. Se encontraba en buen estado, ninguna pared estaba rayada ni pintada. Parecía como si ellos mismos fueran a estrenar una nueva penitenciaria.

Una vez todos recuperaron el conocimiento, del techo se descolgó lo que parecía ser una especie de altavoz. Pocos segundos después, una peculiar voz se pronunció a través del mismo, llamando la atención de los allí presentes.

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- Bienvenidos a mi propiedad amiguitos, pónganse cómodos, después de todo ustedes son los invitados de honor ¡Hihihihi, hehehe!-

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- Se preguntaran cosas como ¿Donde estoy? ¿Qué hago aquí? Hehe, bueno ¡Es una respuesta sencilla!... Ustedes ¡Elegidos! Afortunados miembros de la sociedad, productivos muchachillos.

- ¿Cómo? ¿No saben qué es el Certatio?... Que inoportuno ¡Pero no importa! Mi trabajo como Host es informarlos al respecto. ¡No porque mis diálogos estén en comic sans significa que no deben tomarme enserio! -

- Bien, si me hacen el favor de mirar en sus bolsillos los que tengan, los que no, pueden buscar dentro de su ropa interior, podrán encontrar una invitación a tan esperado evento. ¿Lo recuerdan ahora? Así me gusta, pequeños. -

- Doy por hecho que todos los presentes son inteligentes... O deberían serlo por su bien, hehe. ¡Por lo que ha llegado el momento del pase de asistencia! Tan sólo respondan al escuchar su nombre, nada malo les va a pasar... No... claro que no. Hihihi. -

- Por otro lado... Si algún listillo decide no hacer caso a su llamado, algo malo va a pasarle. ¡No, no es una amenaza! ¿O tal vez sí? Hehehehe. ¡Que no digan que no se les avisó! -

Seguidamente después, Host se dispuso a pasar lista, que contenía los nombres de todos sus queridos invitados, que es mostrada más abajo.

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En CERTATIO la velocidad de reacción de tu personaje y la astucia con la que escribas tu post rápido (el cual podrá contener un mínimo de cuatro líneas) determinará no solo tu propio destino, si no también del resto de compañeros que fueron asignados a tu equipo.

Una vez Arysha abrió los ojos, miró curiosamente alrededor, tratando de descubrir qué había sucedido. ¿Cómo había llegado allí? Hasta sentía que su cabeza le dolía. ¿Un accidente, quizá? ¡Pero no estaba sola! Había varias personas allí con ella. Rápidamente se puso en pie, y dio un par de pasos por la pequeña… ¿Era eso una habitación? Descartó aquello en cuanto vio los barrotes delante de ella.

– ¡Buenos días! —Dijo tan pronto como se dio la vuelta para mirarles a todos— Wow, menudas caras, parece que habéis dormido mal~ —Sin embargo su atención fue llamada por el altavoz que se descolgó del techo y la voz que sonaba a través de él.

– ¡Ahááá! ¡Aquí está! —Canturreó, victoriosa, al encontrar la invitación que mencionó esa misteriosa voz, y la leyó rápidamente—Arysha Brezhnev, ¡a sus órdenes! —Hizo un gesto con la mano, llevándola a su frente cuando comenzó el pase de asistencia, y de paso lo aprovechó para presentarse delante de todos.

Shin Nagano | ♂ | 17 años | # f29a6a

- ... ¡Incleíble! Eso sí que era algo para nada esperado. Aún así... ¿Sabrías decir el por qué de tu respuesta? Culpa mía no especificarlo en el desafío. Siento curiosidad por esa brillante mente tuya. Quiero ver que tu cabeza sirve para algo más que para llevar un bonito cabello y peinarlo. –

- ¡NUNCA PUEDE FALTAR DIVERSIÓN! Éste ha sido un reto intenso, y merece un buen final. Piensa bien tu respuesta, podría salvar tu vida... en muchos aspectos, hehehihi. –

Shin Nagano | ♂ | 17 años | # f29a6a

- Sabias palabras, Shin. Al menos cada uno sabe su lugar, hehehe. –

- Sin embargo, tu razonamiento es incorrecto. ¡La respuesta correcta era porque es el número de redondeces que tienen los números! Lo explicaré más fácil. –

367 = 3 <- el 3 tiene dos, y el 6 tiene una.
123 = 2 <- Hay un 3, que tiene dos.
986 = 4 <- Hay un 9 que tiene una, un 8 que tiene dos, y un 6 que tiene una.
143 = ??? <- Nuevamente hay un 3, que tiene dos.

- Tu respuesta fue acertada, ¡por suerte! Y no dejaremos que ese razonamiento se pierda, por eso... ¡No hay castigo! Sin embargo... ¿Vuestros compañeros van a dejaros así? Sois inútiles para cualquier cosa. Una que no puede moverse completamente y el otro que está completamente inválido. –

- Ah, estoy cansado ya. ¡Dejaré que vuestros compañeros juzguen! –


Segundos después, el sonido del micrófono dejó de escucharse. ¡Era hora de tomarse un descanso para reflexionar!

Ambos equipos estaban en pésimas condiciones, ¿qué elegirían sus compañeros? Cada uno tenían dos participantes completamente incapacitados, ¿para qué iban a serles útiles? Aquello no tenía salvación. ¿Iban a tener esas cargas? ¿De verdad? Si era así, suerte con ello. De todos modos, tienen tiempo para pensarlo y debatirlo en la celda.

—Qué lastima, y yo que quería que Shin siguiera en nuestro equipo— Parece que el chico estaba adelantándose a los hechos, pero era muy obvio que iban a querer descartarlo a la primera. Mantuvo una posición firme para hablar, mostrando una cara serena en cuanto veía a su compañero. —Lo siento, Shin, pero voto para que salgas del equipo— Suspiró, acercándose a él luego de clavarle aquella bomba, ¿no? Dios, no tenía que sentir lástima por él, pero es que pobrecillo.

—Si Shin continúa no va a pasar ni el primer minuto de cualquiera de los otros retos. Dos piernas son peor que un simple dedito, o sin los dos ojos... Realmente no quiero verlo que siga sufriendo— Le ofreció una cálida sonrisa, dando después unos pasos más atrás alejados de él. —No creí que fueras tan inteligente tampoco, me llevé una sorpresa verdaderamente— Por último cerró su boca, a esperar los otros dos votos de sus compañeros restantes. Tenía asegurado que William votaría 100% en contra de... bueno, todo el equipo. ¿Pero, Arysha...?

Arysha permaneció en silencio mientras el último reto se llevaba a cabo. Obvio era que conocía las respuestas, ¿pero qué gracia tendría dar pistas? Además, ahora los Quisquilliae tenían más ventaja, y eso no hacía las cosas interesantes. Era mejor estar callada antes de empeorar las cosas.

Finalmente había llegado el momento de votar. Shin, un compañero de su propio equipo había quedado completamente inválido, y la niñita del otro equipo había quedado incluso peor. ¿Qué decidir? Todos estaban votando a favor de sacárselo de encima. ¿Sería aquello una buena idea?

– Aaah~ Siempre dicen que las multitudes ganan, ¿cierto? —Esbozó una sonrisa, paseando la mirada por cada uno de los miembros de su equipo. Seguidamente alzó su dedo índice, haciéndose mostrar más sabelotodo que nunca— Sin embargo… Si las multitudes son inútiles, ¿de qué sirve ser multitud? No son más que piedras en el camino que harán tropezar a los que están bien. Duh, sé que estoy manca, pero si hay que correr todavía tengo piernas. —Clavó sus ojos en Shin a continuación—Hiciste un buen trabajo, y te felicitaré por ello. Se podría decir que le echaste ganas… y piernas. Pero debo votar para que te vayas. —Finalizó, sonriéndole de forma adorable al joven que probablemente poco después terminaría muerto, y segundos más tarde miró al pelirrojo que hacía poco que acababa de entrar al equipo.

– Si lo usáramos como carnada perderíamos un valioso hueco en un reto de más de una persona. No es algo que nos convenga realmente~ —Canturreó su última palabra, a la vez que volvía a tomar asiendo en esa sucia celda. Lo que tuviera que pasar, que pasara. Todo estaba volviéndose más turbio ahora. Interesante.